Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Innuendo por Aery801

[Reviews - 6]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Bueno, primero quiero admitir que soy del tipo medio meloso, me gusta el romanticismo y creo que soy algo dada al drama. Creo que esta historia comenzo como cualquier Fanfic, vi algo en uno de los comics, mi mente comenzo a volar pero los crueles creadores y editores me dejaron a medio viaje y vine aqui a descargar mi imaginacion.

En fin,  ojala les guste y sobre todo les entretenga

Aún con los ojos cerrados soy increíblemente consciente de lo blanca y escueta que es la habitación. El olor que parece una mezcla de almidón y desinfectante me impregna la nariz al punto de sofocarme. Ésta prisión no es como las anteriores, ésta no ha sido hecha para simplemente recluirme; ésta ha sido fabricada para enloquecerme, para permanecer completamente silenciosa y hacerme denigrantemente visible para mis celadores, como si se tratase de una exhibición en la que mi intimidad es el tema. 

He pasado tantos días en este sitio que mis sentidos han ido ajustándose poco a poco, a tal extremo que ahora puedo reconocer a los guardias con sólo el vibrar de sus pies contra el suelo. Mantengo los ojos cerrados y espero, ahí están de nuevo, unos pasos pesados y elegantes, uno, dos, tres, cuatro... Para y regresa, sé mueve en el mismo sitio. Si tan solo dejase de dudar y viniese a mí se evitaría ese penoso espectáculo, o quizá debería seguir así, después de todo es la única distracción ajena a mis libros desde hace tres meses. Dos pasos más al frente y regresa por dónde vino. 

- Adiós Thor. - Hay días, unos más que otros en los que me gustaría tener la certeza de que es él, de que no me estoy volviendo loco en medio de ésta incomunicación constante y alucino que viene a mí. Ya ni siquiera sé si me importa verlo o sólo confirmar que él puede verme. 

Sin más opción suspiro y abro los ojos por primera vez en el día. Todo sigue ofensiva y dañinamente igual, a excepción de un detalle que es imposible pasar por alto, ocho libros nuevos sobre la mesilla al lado de mi cama, todos escritos por Midgardianos, una evidente muestra de sentido del humor supongo. Cojo el conjunto para llevarlos hasta el apenas digno escritorio y verifico más por costumbre que esperanza la ausencia de cualquier mensaje. No hay mucho que pensar, estos libros son cortesía de la misma que blurea el cristal durante mis baños o al menos durante los segundos más púdicos, la que aparece mis ropas limpias, el agua caliente y todas esas comodidades ajenas a un prisionero.

Sonrío al ver los títulos. - Preferiría poder apelar más a tu buen gusto madre... Gracias. 

Entre todo lo que pudo escoger para mí, me trae una selección de novelas y cuentos. Me gustaría dejar de suponer que madre está atentado contra mi intelecto.

No lo negaré, en todos estos intentos por formarme una conciencia hacia mis acciones pasadas, leo un triste intento de darme "salvación" ¿qué esperan de mí? Yo no olvidare mis deseos, no abandonaré mis creencias. Y sé que nadie olvidara mis pecados.

- ¿Qué piensas madre, realmente crees que soy yo quien ha causado toda está miseria? - Qué más da, igual ya estoy comenzando a cansarme, con el transcurrir de los años todo esto comenzó a perder sentido, antes quería ser visto, después quise causar el dolor que sentí, luego fue divertido y una cosa llevo a otra - Ya ni siquiera me interesa que me entiendan. 

El tiempo pasa y los libros junto a él. Cada día es lo mismo, despertar, escuchar la indecisión de Thor, notar algo nuevo destinado a combatir mi ocio, parar con mi "actividad" y tomar un baño, aprovechar los segundos de intimidad para cambiar mis ropas, esperar hasta ver la charola con comida deslizarse por la compuerta, comer esa mezcla homogénea supuestamente comestible y seguro lo es, pues he visto la delgadez imponerse en mi cuerpo, pero sigo vivo y coherente. Por último mirar a través del cristal e ir a dormir, dormir sólo para reiniciar este bucle que comienza a parecer infinito. 

«¡Deberías agradecer que el único castigo que recibirás será la soledad y aburrimiento!» Nuevamente las palabras de Odín aparecen entre mis sueños «Por tus acciones mucha gente inocente ha perdido la vida, no puedo creer que seas tan indolente al sufrimiento ajeno» No pude evitar reír ¿acaso él no lo es? Odín padre del engaño y la hipocresía. 

Despierto y sin ánimos de dormir me remuevo en la cama, tranquilo miro el techo y pongo atención en las voces que de vez en vez llegan a mí como un recordatorio de mis acciones, últimamente se han vuelto mi arrullo. Una y otra vez he escuchado a mis inquisidores denominarme "asesino", "loco", "desalmado", pero todo esto es una pantomima, lo único real es que diferimos enormemente en nuestros ideales, yo realmente quiero una revolución y no temo al sacrificio a cambio de un bien mayor, pero ellos, ellos no tienen la determinación necesaria, mi muerte era... es su única solución, mi desaparición absoluta. Yo no maté a esas personas, fueron ellos, ellos cuando decidieron dejarme vivir. Asgard no merece un reinado de cobardes y yo nunca he sido ni seré un cobarde. Cierro los ojos y sin esperarlo recuerdo cierto día en Vanaheim. Rio quedo pero de buena gana, como si haber perdido totalmente la cabeza fuese algo divertido, quizá divertido radica en que fue literalmente desprendida de mí.

Pasadas las horas, o bien pudieron haber sido minutos, escucho un pequeño zumbido que pretende ser un "Toc-Toc" se esfuerza por despertarme, estoy cansado y sé que aún hay oscuridad afuera, pero la dulce posibilidad de romper la rutina me tenta y abro los ojos.

Por primera vez en tanto tiempo está frente a mí, tiene una expresión seria, cansada y una barba evidentemente dejada a su suerte ¿ha perdido peso? Comienza a hablar o al menos eso creo al ver sus labios moverse. Motivado por la pena y lástima a su estupidez, me acerco al vidrio y dejó caer vaho sobre él "Insonorizadas" escribo aguantando el ardor en mi dedo índice. Él sonríe como si ser así de estúpido fuese la cosa más natural del reino y pide a un guardia que gire la palanca para abrir una clase de ventilla.

- No creí encontrarte durmiendo. - su voz era justo como la recordaba. 

- En este lugar donde no tengo nada que hacer, incluso dormir es un pasatiempo Thor. Pero seguro no has venido a empaparte de mis quehaceres. 

- ¿Cómo has estado? No te he visto en... - su triste esfuerzo por encontrar las palabras correctas era lamentable y obvio.

- Ocho meses. No me digas que soy el único de los dos que sabe contar.

- No lo eres, dime ¿Estás bien? Sé que es duro.

- Ya, ya, ahorrate el apoyo moral que no es la primera vez que estoy en una situación similar. Además aquí al menos puedo hablar con alguien de mi nivel. - Dije creando un doble el cual saludo y desapareció. 

Thor llevo una una de sus manos a la frente y mostró una cara divertida. - Ahora veo que los rumores eran ciertos.

-¿Y cuáles son esos rumores?

- Que te gusta jugar bromas a los guardias. La semana pasada uno irrumpió durante la cena diciendo que habías desaparecido. - Miró hacia el piso y tras posiblemente pensárselo unos segundos, alzó la mirada hacia mí. - Me hizo recordar a cuando eramos pequeños, te volviste invisible, permaneciste junto a esa vieja estatua y dijiste que eras Clavicus Vile y que cumplirías cualquier deseo a quien completase tus retos. Nunca vi a tanta gente en el pueblo haciendo tonterías. 

- En algo tenía que entretenerme, Odín te había llevado de cacería y yo no tenía nada que hacer. Pero aquí, con ésta sanguijuela chupando mi magia, a duras penas consigo "desaparecer" unos segundos. - Dije señalando el lindo adorno que crearon los enanos para mi tobillo.

- No puedo creer que desperdiciaras la poca magia que tenías en eso. Siempre haz hecho bromas de mal gusto. - fruncí el ceño. 

- Sólo aveces, además debes admitir que fue divertido. - torció los labios y luego asintió un par de veces.

- Algo que no fue divertido paso el día que viajamos por primera vez a Nivadellir. 

- ¡Yo cómo iba a saber que era un enano y no un niño gordo! ¡Estaba de espaldas! 

- Es el país de los enanos. - dijo poniendo los ojos en blanco. 

- ¡Excusas! Sin embargo ambos sabemos que eran sujetos muy aprensivos y conscientes de su estatura, eso y que iniciar una pelea por una confusión así, es de salvajes. 

- Le dijiste que era su culpa por no crecer y te burlaste de su barba. 

- Yo insisto en que no fue mi culpa. - Suspiró moviendo la cabeza en señal de negación.

- ¿Y el agua sobre los hombres lobo?

- Pensé que tenían calor.

- ¿La serpiente en la cama de Sif?

- Dijo que era bonita, sólo la deje dormir con ella.

- ¿Qué hay de cuando me transformaste en mujer y me prometiste a Hércules?

- Bien, confesaré que ese día estaba muy aburrido, pero luego tú me hiciste enfadar. Honestamente reí hasta las lágrimas cuando escuche que tu padre estaba considerando la propuesta ¡Oh, que desperdicio! Hubieses sido una hermosa reina. - No pude evitar estallar en carcajadas.

- Estaba furioso contigo. - Dijo sentándose en un escalón. - Y asustado de que Hércules no retirará su propuesta cuando le dije que era Thor. - Río estremeciendo el cuerpo.

- Le rompiste el corazón. - Dije fingiendo lástima por el otro sujeto. 

- ¡Lo sé! Vaya que lo sé, aún lo evito en las reuniones. 

- Si tus sentimientos cambian avísame, recuerdo el conjuro. - le guiñe un ojo y él se estremeció en un rotundo no. 

- Eran tiempos divertidos. - expreso con una sonrisa nostálgica y poniéndose de pie. - antes de que tú...

- Y la visita es por... - suspiró y arqueó un poco la boca.

- He venido a informarte que Malekith ha vuelto y planea una invasión. 

- ¿Es que de un tiempo para acá, nadie puede simplemente permanecer muerto? ¿Cuándo Hel se convirtió en un sitio de viaje redondo? - veo un leve gesto en los labios de Thor y recuerdo que él también ha hecho ese tipo de "viajes".

- El punto es, hermano, que necesito saber. Si la situación se tornase complicada ¿Estarás de nuestro lado?

- ¿Y cuál es exactamente ese lado Thor? ¿Luchar hombro a hombro con Odín y luego regresar aquí mientras todos le hacen alabanza? ¿O quieres que muestre mi cara y funcione de chivo expiatorio?

- Yo no he dicho que vaya a ser así. 

- ¿Me informaras con antelación cuando vayan a usarme? Considerado como siempre Thor, tan buen samaritano.

- ¿En serio quieres pelear conmigo por una suposición tan absurda? 

- Nunca si este vidrio está de por medio, no soy un estúpido como para arriesgarme a un rebote. 

- ¿Sabías que está hecho para contener la magia? - Sorpresa y admiración, el futuro Rey siendo tan simple como siempre.

- ¿Creías que permanecía aquí sin hacer nada por mera voluntad? ¿Te hacía ilusión verme caer por mi propia magia? No me subestimes, no fue otra si no Sigyn quien protegió estos vidrios. - solté lo último con orgullo. 

Me pregunto si alguna vez pensó que me vería a mí encerrado por su hechizo. Es lo más probable, siempre supe que aún cuando confiaba ciegamente en mí una parte en ella aguardaba por lo peor. 

Un suspiro inexplicablemente cansado choca contra el vidrio. Aquí la idea es hundirme en mi soledad, y vaya que en estos meses he notado lo solo que estoy. Ver a Thor, pensar en mi madre, recordar a Sigyn, soñar con Odín y lamentarme por el destino de mi estirpe. Veinticinco años y contando. 

Miro fijamente a Thor, él permanece en silencio. Ahora que lo pienso, su figura ha cambiado mucho a través de los años, tiene una complexión perfecta y visiblemente fuerte, posee una impresionante melena rubia que me recuerda al sol, una voz gruesa, pero amable y una altura sobresaliente. Él nació para vivir en la luz absoluta, nació para ser amado, nació para ser influenciable, para creer en la buena fe de quienes le rodean. Sin embargo, cuándo fue la última vez que creíste en mí hermano, cuándo fue la última vez que estuviste de mi lado. Tantos años que ni siquiera lo recuerdo. 

Sus labios se abren en una tierna sonrisa y de esa acción obtengo un leve deleite, en estos tiempos es tan inusual que me dedique una emoción distinta a la desilusión y el odio. 

- Yo, de verdad lamento lo que paso con ella. - dijo acercándose hasta quedar a unas décimas del vidrio. - Padre intento salvarla.

- ¡No vengas y mientas en mi cara! - el impulso que me guió a colocar las manos en el vidrio cobraba su cuota. - ¡Él prometió que ella no estaría en la batalla! ¡Eh allí las consecuencias de creer en el Padre de todo! 

- Entonces créeme a mí, crée en que si yo hubiese podido hacer algo para salvarla lo hubiese hecho. Ella era como una hermana para mí. - Los toques eléctricos comenzaban a quemar mis manos, pero aún así solté una risilla. 

- Interesante ¿no, hermano? que aquellos a los que consideres de tu familia terminen mal. - Dije quitando las palmas y dejando ver los intentos de quemadura. Una punzada de dolor se reflejó en su rostro. Suspiré recargandome en una pared cercana, nosotros nunca podremos avanzar a una relación distinta a ésta hermano, hay tanto entre nosotros. 

- El Ragnaronk se llevó muchas vidas Loki. - Su mirada fija dejaba ver su lucha interna por no acusarme. 

- ¡Yo no inicié esa primera batalla! - Aunque si hablamos de la segunda es otra historia . - Pero peleé por Asgard y por esa decisión perdí a quién más amaba ¿Eso me hizo un héroe? No, sólo un estúpido y solitario viudo al que injustamente culparon de iniciar el Ragnaronk ¿No fue Odín quien me pidió ir a Jötunheim y buscar paz entre los dos reinos? ¿No fue a mí al que prometiron con Angrboda? ¿O es que acaso has olvidado de quién son los hijos que permanecen encerrados? - Aunque debo admitir que en aquel tiempo, si alguien me hubiese dicho que el nacimiento de mi hija ocasionaría el fin de los tiempos me hubiese reído del exceso de imaginación. 

- ¿Qué es lo que quieres hermano? 

- Quiero que uses tu maldito cerebro, y dejes de ver con los ojos de Odín. Entonces verás que pude haber mejorado tanto a Asgard como a Midgard o Vanaheim, sabrás que eso a lo que llaman "Paz" no es más que una ilusión creada para mantenerlos atados a ideales absurdos. - permaneció en silencio, ya sea juzgandome hereje o considerando mis palabras, posiblemente la primera sea la correcta. 

- La última vez que creí en ti, Padre te dio temporalmente el trono de Asgard junto con el poder consecuente, qué hiciste, liberaste al demonio de Muspelheim sobre Midgard para hacerte permanentemente de Asgard. 

- Admito que lo liberé, pero yo no lo envié a Midgard, él ya estaba allí. - ahogué una risa que moría por salir, muchos lo recordarán de mala gana, pero que sea dicho de una vez, esa fue una gran aventura, y gracias a eso visitaron gran parte de Midgard, Thor pudo probar el poder de Odín y quedó como el gran héroe. Aunque mi gran hazaña fue crear a Skagg, ¡Dioses! era el muñeco de nieve perfecto, grande, destructor, poderoso, imponente y simpático. Pero claro, nadie recuerda la vez que Loki uso por primera vez sus habilidades como jötunn. 

- Hermano, tus acciones han sido una y otra vez desmedidas, incluso perdonamos tu anterior unión a Malekith.

- Si Asgard hubiese hecho una mejor oferta eso no habría pasado. - concluí recargando mis manos sobre el pecho. - Veo que has ejercitado tu memoria Thor, aprovechemos eso y dime ¿Quien regreso a Asgard con los planes de Malekith y una solución a ellos? 

- Fuiste tú, lo reconozco, pero no podemos seguir con este juego en el que hacemos de menos tus malas acciones sólo porque ayudas a solucionarlo. En cada gran batalla está tu nombre antes y después. - Típico en él, no sé cuando se volvió un aburrido de mente cerrada y sin ambiciones.

- En ese caso, también quiero que te vayas y no vuelvas cada mañana. Sé que eres tú. 

Alzó la vista y me observo fijamente, como tratando de entender la severidad en mis palabras.

- Te extrañamos Loki, extrañamos a quien eras hace años ¿Que ha pasado con ese ser amable y bromista que velaba por el bienestar ajeno antes del propio? 

- Sólo estaba loco e ignorante, pero ahora ha recuperado su cordura. - Esperé a que dijese algo. - Habla con Odín, o mejor aún, escucha lo que debe decir madre, en ésta tierra de engaños es la única que al menos diría una verdad. 

- Hasta luego hermano. - Se giró sobre sus pies.

- Malekith, tiene aliados en Vanaheim, cuida la entrada sur. - se detuvo y aún sin verme supe que él esperaba a que continuase.- Protege a madre. 

- ¿Esa es tu respuesta? - cuestionó volviendo agilmente frente a mí.

- A menos que sea realmente necesario, no haré nada. - No permitiría que cualquier otro obtuviera Asgard. 

- ¡Sabía que no perdía el tiempo viniendo aquí! Gracias hermano, hablare con nuestros aliados en Vanaheim y llamaré a por ti. - Lo vi irse más tranquilo que cuando llegó. 

¿Si le hubiera pedido quedarse lo habría hecho? me deje caer suavemente al suelo y espere pacientemente a que terminase el día. 

A la mañana siguiente y las siguientes a esta, sus visitas cesaron, dejé de sentir su presencia aproximarse y al término de la semana, simplemente me resigné.

- ¿Habrá sido una falsa alarma? ¿o quizá esa poca información era el límite de mi utilidad para él? - pateé molesto la silla del escritorio a la vez que se me escapaba un gruñido. 

Y fue entonces, en un momento inesperado. Justo al terminar esa mezcla coagulada a la que llamo cena, que una clase de estruendo sacudió mi "jaula" y vi a una gran cantidad de guardias correr. No pasaron ni dos minutos cuando sentí unos pasos suaves, casi imperceptibles acercarse. Me enderece tan rápido como pude y me acerqué al vidrio. Inesperadamente conseguí escuchar una voz.

- No sabía si podías recibir visitas, pero tenía ganas de verte y me salté el protocolo.

- Que más da. - Entre todos mis contactos, este era el menos esperado. - Te ves bien para alguien que vive sus días huyendo. - Verla me hacia sentir una amalgama de emociones, sentía apreció, ira, sorpresa y gusto en un mismo instante, pero mientras no supiese si venia como amiga o enemiga, poco importaban las emociones. 

- Me encantaría poder decir que los años te han tratado bien, pero no vine a mentirte. - me miró de pies a cabeza un par de veces e intentó sonreír. - Es bueno verte vivo. 

Asentí aún negado a creer que consiguió cruzar los mundos para verme - ¿Cómo haz conseguido llegar hasta aquí? O mejor dicho ¿A qué has venido? - Atravesó el vidrio y la observé intentando descifrar su rostro tanto como me fuese posible. No había nada fuera de lo usual. Me apresuré a coger una silla y me senté de espaldas al vidrio para hablar más íntimamente con la ilusión.

Una delicada risa similar a la brisa del mar inundó mis oídos. 

- Podría jurar que estás demasiado feliz de verme. - Entre sus dedos jugaban unas pequeñas piedras que podría jurar eran viejas runas elficas.

- No quiero ofenderte Amora, pero a estás alturas cualquiera que no sea un celador consigue hacerme el día. Por otro lado ¿a qué debo tu visita? No me dirás que eres el juguetín que viene en la compra del paquete elfico ¿o sí? - Por la forma en la que alzó la ceja noté que entendió mi "broma" y no le había hecho nada de gracia. 

- Aunque me gustaría venir hasta aquí sólo para jactarme de está invasión. No tengo nada que ver con lo que sea que pase afuera. - Su semblante serio me hizo replantearme mi actitud. 

- No quiero discutir, pero sabes que no sería la primera vez que hiciésemos éstas cosas. La incertidumbre sobre nuestra lealtad es lo más divertido de nuestra relación. - Asintió un poco. Ha pasado tanto desde aquello pero aún recuerdo sus palabras: «¿Sabes qué? yo no confío en ti y mi instinto de conservación me dice que nunca debo hacerlo. Somos muy parecidos, si no me engañas hoy, quizá yo te engañe mañana. Gracias, pero se acabó.»

- Ha sido un largo tiempo, escuché que volviste a poner los ojos en Midgard, y sale de sobra preguntar por el resultado. - dijo ahogando una risa y señalando mi "alcoba".

- Es bueno ver que te divierte, cuéntame, ¿cómo estuvo tu estadía en "la isla del silencio" extrañaste tu voz? 

- Muy gracioso para alguien que está en cuatro paredes. Pero paremos eso, no te he visto desde... Desde que enviaste a un Odín durmiente a otra dimensión.

- Esos fueron momentos divertidos, claro que saber que eso haría que el universo colapsará hubiese sido útil. - Eso y que Amora estuvo a punto de morir por mis acciones, quizá aquello hubiese sido más lamentable de lo que fue perder nuevamente la corona. - Pero salve el Universo, eso es lo que importa, y si mal no lo recuerdo, Thor te trajo a Asgard en brazos - Estúpidos amores juveniles. -¿Aún le dedicas tus suspiros?

- Tan sutil como siempre. - Dijo sentándose en la nada. - No me quites la buena voluntad con la que vine a verte. - alcé las palmas de mis manos en señal de paz, con el aburrimiento que he acumulado en mí, incluso hablar de estas tonterías era divertido. 

- Mejor cuentame cómo estan las cosas afuera.

- Hasta hace unos minutos, muy tranquilo. - Dijo arrojando agua hacia la pared creando una clase de "ventana" que me mostraba el exterior, la situación no era mala para Asgard. - Pero fuera de lo que veo, no sé nada, yo llegué hasta aquí porque corría el rumor de tu captura. Sólo vine a verificarlo y quizá compensarte por el pasado. 

- ¿Hablas de Surtur? Dejemos eso donde está, liberarlo fue una verdadera estupidez, el primer error de otros veinte, incluso olvidaré la deuda pendiente con Lorelei. - al escuchar el nombre de su hermana hizo una mueca irritada.

- Entonces ¿Hacemos esto a tu manera o a la mía? 

- ¿Me ayudaras a salir de aquí?

- A qué otra cosa vendría si no, es mejor hacerlo ahora mientras permanecen ocupados arriba, cuando noten tu ausencia ya estaremos lejos ¡Ven conmigo, te sacaré de este lugar! 

Claro que deseaba abandonar esa pocilga, pero irme así, tal como están las cosas ahora, sería abandonar a mi madre y... A Thor. Irme ahora sería huir de mi propia palabra. 

- ¿Es una oferta a tiempo limitado? 

- ¡Estás bromenado! Mira que me ha costado un infierno o dos llegar hasta a ti y ahora resulta que prefieres que vuelva otro día ¿acaso te quedaras al jueves de póquer? - Sonreí conmovido por su exageración. 

- Digamos que tengo algo pendiente

Caminó varias veces sobre sus pasos y tras soltar unos cuantos suspiros y gruñidos nada femeninos, se quedo quieta a la vez que sacaba una medalla de la nada y la mantiene en el aire. 

- Es una runa grabada especialmente para ti, trabaje en ella un par de meses, pero funciona. Escúchame con mucha atención. - Quizá yo estaba demasiado débil o ella muy fuerte, pero sentí como su magia jaló mi muñeca hacia ella como si las paredes nos pudiesen escuchar. - Usala para guardar todo el conocimiento que te sea posible, guarda todo lo que consideres útil y nunca te separes de ella. - Su presión en mi muñeca me alertaba de algo que no podía entender o imaginar.

- Amora ¿Qué está pasando? - Soltó mi muñeca e hizo mi cabello hacia atrás 

- No sé si pueda regresar aquí, pero incluso si todo... Yo, mira ambos sabemos lo que es perder nuestra magia ¿cierto? - Comenzó a caminar por la habitación mientras movía las manos con elegancia. - Y siendo honestos, el conocimiento en magia es el arma que tenemos, no podemos arriesgarnos a la posibilidad de perderlo. Míranos, no podríamos ni abrir un frasco sin magia. 

- Habla por ti misma, yo he abierto muchos en mi vida. 

- Da igual, sólo enfocate en el punto, quieres. - se acerco nuevamente y toco mi nariz con su dedo índice.- Me voy, pero no pierdas tiempo. - agregó apretando la runa entre ambas manos. - Esto va a doler. - y por su sonrisa supe que no mentía, dolería y seguro a ella le divertía la idea. 

Cerró los ojos y desapareció tras una ligera liberación de magia que consiguió dejarme muy aturdido. Sujetándome de una de las paredes e intentando avanzar a tumbos, me recargue en el escritorio y cogí la medalla que aún giraba sobre el suelo. 

- ¡Por lo menos hubieses hecho eso fuera de aquí! ¡Maldito rebote! - La runa estaba echa de un material que no pude distinguir a simples vistas, aunque si tuviese que elegir, diría que es una mezcla de topacio y malaquita. La gire un par veces entre los dedos y noté que era ligera, ovalada y tenía un fino grabado. - Creer es un riesgo, bien pudo haber venido sólo a robarme, pero por qué se tomaría tantas molestias, qué hay detrás... Amora, pobre de ti si te atreves a engañarme. 

Recostado sobre la cama coloque mis manos en la medalla y recite por varios minutos. Mis ojos comenzaban a sentirse cansados, cuando termine las últimas palabras vi como la runa brillaba y se alzaba de mis manos, sonreí cansado y con el sabor a estafa en la boca. Ya a una distancia aceptable se comenzó a oscurecer todo, sólo alcancé a ver como un cuervo cruzaba el vidrio. 

- Un cuervo ¿eh?.. 

La batalla en el exterior daba sus últimos respiros, Odín padre de todo se lució como el gran guerrero que es y supo guiar a su gente a la victoria. Quién hubiese adivinado que la entrada por Vanaheim era la carta de triunfo para Malekith o mejor aún, quién hubiese adivinado que con la única información dada por uno de sus hijos, esa carta se transformó sólo en la trampa a la que Malekith cayó sin remedio. Ahora con la victoria asegurada, sólo había un cabo que permanecía suelto. 

- ¿Está bien? - su rostro mostraba una mezcla de preocupación y arrepentimiento.

- Sí, sólo necesitaba tocarlo un poco para crear el vínculo. - Le dio unas palmadas en el hombro y se acerco al vidrio. - Ahora sólo está dormido, agotó todas sus fuerzas en nuestra plática.

- ¿Sólo en una charla? - Guardó silencio unos segundos preguntándose sí valdría la pena mencionar cierta runa, no, no lo valía, es más, ni siquiera ella alcanzaba a comprender cómo había terminado ayudando, no cuando ni el beneficio de la duda le ofrecían. - ¿Hay algo que me estés ocultando? 

- Me ofrecí a sacarlo de aquí. - dijo dando un paso hacia atrás y esperando una reacción que no llegó. - Pero él no aceptó. No recordaba que fuese tan tonto. 

- En ésta ocasión tomó la mejor opción. 

- Según quién, no me malinterpretes Thor. - dijo al ver los gestos contrariados. - sé que eres distinto a nosotros, pero por eso mismo dudo que entiendas que lo que están haciendo, lo pondrá furioso. 

- No lo sabrá. - Dicho esto Amora cayó profundamente dormida. - Él querría que tú tuvieses la misma oportunidad. - aunque claro que al menos a él le gustaría tener más certeza que una simple hipótesis formada por la esperanza. - Me disculpare por esto, pero por favor no la desperdicien.

Notas finales:

Honestamente no hay mucho que decir, estaba matando el tiempo cuando la idea me llego y no me solto, asi que me puse a escribir. Sobre la linea de tiempo en que está basado... es complicado hasta para mí dejarlo claro, pero quienes lean Marvel desde por ahi del 2000 reconoceran alguno que otro evento que solo mencionare en algun recuerdo para no revolvernos (me incluyo) pero me esforzare por dejar las bases claras. Honestamente a mi me gusto mucho los Loki de "Loki, Axis, Ragnaroky el de Agente de Asgard" tambien me agrado el buen padre que salió en Amazing Spiderman y espero conseguir apegarme un poco a ese tipo de actitud. Curiosamente no me gustaron los Thor de esos comics, pero en general me encanta el tipo asi que espero que la cosa funcione.

Gracias por leer.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).