Te conozco? De donde?
Viernes de confesiones para quienes no se deciden a aceptar lo mucho que se gustan y anhelan estar con la otra persona. Ese mismo día en la tarde y al terminar su ya acostumbrado entrenamiento, un chico pelirojo y un peliceleste caminaban nerviosamente hacia el Magiburger, lugar acostumbrado para descansar y compartir ideas, objetivos e historias pero ese día no habría nada de eso.
- Kuroko que te parece si nos sentamos un rato << Señalando una banca vacía, dentro del parque, a sólo unas cuadras del establecimiento>>
- Kagami-kun es raro, normalmente esperas a descansar con una charola llena hamburguesas y...
No dijo más, el tono rojizo en las mejillas del mayor hacia juego con el atardecer, nervioso, tenso y más aún confundido por esa actitud, caminaron sin mirarse ni hablar hasta que llegaron, tomaron asiento uno a lado del otro dejandose empapar por la suave brisa que acariciaba sus rostros.
- Kagami-kun hay algo que quiero decirte, pero antes si es posible me gustaría que nuestra amistad no llegase a cambiar
- K Kuroko me estas asustando, además yo también tengo algo que confesarte
- Me gustas Kagami-kun << Soltó sin previo aviso y viendo como su interlocutor abrió los ojos en señal de asombro >> - Tal vez te parece raro pero quiero que lo sepas.
Se levantó sin voltear a ver al mayor, sin embargo antes que se alejase y con un solo tirón de su brazo, cayo arriba del pelirojo quien aprovechando la situación, besó al ojos celeste en un intento por demostrar que el sentimiento es mutuo y correspondido. Dado que se encontraban en un lugar publico obtaron por ir a la casa de Kuroko , pues era la mas cercana y ese contactó de labios avivó el deseo de sentirse uno mismo.
Para fortuna de ambos jovenes, no se encontraron con los padres del peliceleste por lo que corrieron hasta la habitacion, en donde atenderían el asunto pendiente debido a qué su parte baja comienza a doler y clama por atención inmediata. Asi pasaron la tarde/noche, entre gemidos, caricias, gruñidos y besos, cansados por el esfuerzo fisico, se durmieron abrazados uno junto al otro.
En la mañana del sábado, fueron despertados por los ringtone de sus respectivos celulares...
- Kagami-kun despierta, tu móvil también esta sonando
Como no logro despertar lo, decide contestar el suyo logrando qué se callase él de su ahora pareja.
-Buenos dias Kuroko-kun siento molestar pero la entrenadora quiere saber si falta mucho para qué llegues al gimnasio
- Buenos días Furihata-kun, creí que hoy no había entrenamiento << Moviendo con su mano libre a un Kagami medio dormido >>
- Y no lo hay, es por el partido de practica contra Shoutoku, debes darte prisa y de paso ve si puedes contactar con Kagami antes qué nos asesinen.
Finalizaron ambos la llamada, con una gran patada tiro a su acompañante, quien reclamo por tan salvaje manera de despertar lo.
- Kagami-kun estamos en problemas y son serios
- Primero dame mi besó de buenos días << Se levanto y acerco al mas bajito con la intención de tomar sus labios >>
- Lo haría con gusto pero ... tenemos un partido hoy contra Midorima-kun y su equipo
- Por eso tengo tantas llamadas pérdidas de Riko, vamos a llegar tarde y no solo eso seguro tendremos castigo
- Hay algo aun peor, yo no me puedo mover muy bien.
Ahora sí qué estaban muertos y no contaban con tiempo suficiente para pensar en una estrategia * Mejor dicho pretexto * para liberarse de la furia de su entrenadora. Llegaron justo cuando daba inicio la segunda mitad del juego, si bien Riko estaba furiosa dejo pasar la situación para la hora de ir a sus hogares, entonces les aplicaría unas cuantas llaves de lucha como castigo y penitencia.
El partido marchaba bien, para el equipo de Seirin la llegada de su duo les beneficio bastante, al menos hasta que un accidente ocurrió cortesía de un Midorima emocionado y un Takao distraído, ninguno de los dos se percató de un peliceleste quien se encaminaba hacia su lado de la cancha, fue entonces que el balón cayo directo a su cabeza tirándolo al suelo inconsciente del impacto. El as de Shoutoku corrió en auxilio de su ex compañero de equipo y ahora amigo.
Debido a este suceso el juego se detuvo ya que ninguno de los ases se querían separar del pequeño herido, llevándolo al hospital de los Midorima por petición del ojiverde, donde fue atendido lo mas rápido posible. Para fortuna de todos debían esperar a que despertase para saber si hubo o no daño mental, ya que en lo físico no había pasado a mayores, pasada una hora fue que el ojiceleste despertó dejando a los presentes en shock.
- Quienes son ustedes?? Las primeras palabras que le escucharon decir y las mas tristes, porque eso significaba una cosa, debido al impacto su memoria se había ido.
De inmediato llamaron al doctor, el cual bajo una serie de preguntas vio que tanto de sus recuerdos lograba retener y con una frase poco alentadora les dijo a los presentes - Denle tiempo, al tiempo tarde o temprano los reconocerá, dicha noticia se esparció como pólvora pues en poco rato el resto de la generación milagrosa se encontraba en el hospital, mas preciso decir en la habitación de Kuroko.
- Kurokocchi dime algo, lo qué sea << Demandaba un rubio alterado por la situación>>
- No seas tan escandaloso rubio idiota, molestas a los demás enfermos, al igual que Tetsu <<Reprendió el moreno con voz de fastidio mezclada en preocupación >>
- Aomine-kun, Kise-kun gracias por venir <<Hablo el fantasmita de Seirin, dejándolos en asombro, no solo por recordarlos sino por la radiante sonrisa que les regalo >>
-Memoria asociativa, recordará cosas, lugares, personas y demás al verlas o escuchar algo con que enlazarlas.
- Shin-chan no esperaba menos de ti << Dijo con una cara burlona acercándose al ojiceleste lo suficiente para abrazarlo>>
- Bakao!! Alejate de el, no lo dejas respirar
- Esta bien Midorima-kun no me molesta, además Takao-kun trata de ser amable.
Eso confirma lo antes dicho por el fanático de los horóscopos, con forme iban hablando Kuroko recordaba sus nombres y lugares que visitaban, recupero parte de su memoria conforme pasaban los días en el hospital, pero quien sufría era justamente el tigre de Seirin ya que por mas qué se esforzaba no parecía recordar nada sobre el, mucho menos la relación que tenían.
Para ayudar al pelirojo, optaron por encontrarse un fin de semana para charlar y ver la manera de recuperar todos los recuerdos de su amigo. Esta vez su encontraron en una cafeteria en el centro de Tokyo.
- Tal vez su subconsciente le advierte y por eso no recuerda a Taiga <<Habló el emperador, mientras comía su rebanada de pastel >> - O ustedes qué piensan.
- Aka-chin eso es muy cruel, el pobre de Kaga-chin sufre mucho al no estar a lado de quien ama.
- Estoy de acuerdo con Murasakicchi, es muy doloroso no poder estar con quien amas << Devorando su pastel de chocolate con fresas >>
- Y ahora tenemos otro problema, el ex regreso
- Takaocchi te refieres al amigo de Kurokocchi
- Así que Ogiwara esta aquí, que conveniente para el aparecer justo cuando Tetsuya no recuerda su relación con Taiga.
- Esto es asombroso Akashi, te preocupa la situación << Dejando su taza de cafe aun lado para terminar su pay de piña >>
- Cuida tus palabras Daiki o te quitare la razón para que Ryota este contigo, simplemente no me cae bien eso es todo.
- Akashicchi no le hagas nada a mini daiki, mejor hay que establecer la operación reconciliación tigre/conejo.
- Estoy de acuerdo con Ki-chan, vamos a sabotear la cita de esos dos ahora mismo <<Dejando su plato de pastel sobre la mesa >>
- Takao, como es que sabes todo eso << Por fin hablo el tirador de larga trayectoria, claro después de terminar su flan con moras >>
- Kazunari de que estas hablando <<Tomando lo ultimo de su té y pidiendo la cuenta >>
- Hablo de ir al restaurant de enfrente <<Apuntando con su mano él lugar exacto, al cual se refiere >> - Es ahí donde Shige invito a Kuro-chan para cenar y de seguro le pedirá algo mas
- Bien es hora de actuar, Atsushi, Shintaro, Takao y yo iremos para tantear terreno, Ryota y Daiki hablen con Taiga haganlo venir inmediatamente.
Todos asintieron, levantándose al momento y cumplir con la orden dada por el emperador. Fue el rubio el encargado de hablar con el tigre y convencerlo de ir a dicho lugar, pasada una hora a lo lejos se dejó ver una cabellera rojiza cual fuego ardiente, Kagami saludaba a Kise y Aomine mientras adentro del local las personas se quedaban con la boca abierta por la escena presentada.
Minutos antes de la llegada del pelirojo mayor, en una mesa al centro del lugar Ogiwara hablaba muy animado con un Kuroko poco interesado en la conversación, no muy lejos de ahí cuatro jóvenes se acomodaban para esperar al resto de sus compañeros. De un momento a otro Shige se encontraba besando a un desprevenido ojiceleste, el cual al verse en esa situación, levanto su mano derecha y le propino un sonoro golpe en el rostro tirándolo al suelo, fue ahí donde los demás comensales se quedaban expectantes, a su vez que entraba un joven cabello y ojos rojos, vestido con unos jeans azul marino y camisa rojo claro, mas de una persona se lo devoraba con la mirada, seguido de un moreno y un ojidorado quienes no tardaron en reunirse con los otros, viendo como se desarrollaba el acto.
- Kagami-kun que haces? << Por algún motivo se sentia mal que esa persona lo encontrase en un problema así >>
- Escucha me bien Kuroko, no me importa el hecho que no me recuerdes ni la relación que teníamos, pero no voy a permitir que te vallas con el cuando tu eres mio.
Dicho esto, lo acercó hacia el dándole un apasionado beso, qué dada la intensidad del mismo fue despertando en ambos algo mas y para Kuroko su mente jugaba con sus emociones * Yo te conozco, aunque no recuerdo donde o como fue pero lo se, siento que te conozco pero no puedo recordarte aun así, quiero estar contigo* Y así paso, salieron del restaurant sin mirar ni despedirse de nadie, solo existían ellos en su mundo, llegando al departamento del mayor para seguir y atender como se debe aquella pasión y parte sensible del cuerpo que se encontraba mas que despierta.
Para los que se quedaron, pagaron por los inconvenientes, bueno Akashi pago una ronda de tragos a las mesas ocupadas, mientras que Aomine y Murasaki se encargaban de dejarle en claro a ese chico el no volverse a acercar al ojiceleste a menos que quiera sufrir las consecuencias.
Junto a sus parejas se fueron del restaurant, a disfrutar de su mutua compañía, Atsushi se llevo a su Aka-chin al departamento que compartían en Tokyo donde pasaron un fin de semana muy amoroso, Aomine y Kise por su parte ya tenían las ganas de sentirse por lo que optaron en parar en el hotel mas cercano, pidiendo la suite de recién casados y poderse comer a besos y caricias. Para Takao fue sorpresa que su tsundere lo llevase a una cabaña cerca de un lago, algo muy romántico para el ojos de halcón, quien se deshacía en placer y calor en manos de su Shin-chan.
Así pasaron todos un sábado en la noche para que el domingo por la mañana despertasen abrazados, llenos de amor y con un solo deseo poder pasar de la misma forma el resto de su vida.