LA LLEGADA
La fuerte tormenta que había sido pronosticada se hacía sentir, y gracias a eso, no lograba conciliar el sueño, no era por miedo, más bien el fuerte sonido de su ventana siendo golpeada por la lluvia no le daba toda la tranquilidad que necesitaba para conciliar el sueño. Cuando al fin había logrado relajarse para dormir, sintió como la puerta de su departamento era tocada con brusquedad, a lo cual se sobre salto. Lo primero que hizo luego de levantarse fue tomar su escudo, siempre lo dejaba en lugares accesibles, en caso de que algo ocurriera, tal y como en esos momentos. Steve se encamino hacia la puerta y miro con sigilo por aquel pequeño agujero que le daba la oportunidad de ver a sus invitado, pero no pudo dar crédito a quien estaba viendo. Sin dudarlo abrió la puerta dejando a un lado su escudo, para que así sus ojos tuvieran una vista perfecta de Bucky, quien estaba totalmente empapado.
-Bucky, ¿Qué… haces aquí? –Ante aquello obtuvo como respuesta un eterno silencio, gracias a eso y por el hecho de que venía sin armas, lo tomo le brazo con cuidado y le hizo ingresar, a lo cual el castaño no opuso resistencia.
Mientras Steve iba en busca de una toalla, el silencioso Bucky se quedo de pie en el mismo lugar que lo había dejado el rubio, cuando este volvió con dicha toalla en sus manos la puso en la cabeza de su amigo y comenzó a secar su largo cabello con cuidado. No sabía porque estaba allí o si venía con otro tipo de intenciones, como a matarlo, pero él jamás le negaría su ayuda, era la única persona que atesoraba de su pasado.
-Necesito que te quites tu ropa… -Nuevamente aquel silencio eterno –Bucky… -Apretó sus labios ante lo que tendría que hacer, tal vez no sería la mejor idea.
El rubio llevo a su amigo hasta su habitación e inicio por quitarle el suéter que llevaba consigo, el cual estaba empapado, siguió por quitarle su playera y pantalones, pensando dos veces antes de quitarle la ropa interior, jamás había pasado por una situación así, era su amigo, pero tal vez no reaccionaria de la mejor manera, pensando en el último encuentro que había tenido, en donde casi lo había matado, pero debía arriesgarse. Lo que deseaba era que se diera una ducha, para que su cuerpo tomara algo de temperatura. Lo guio hasta el baño, donde preparo la tina e hizo que se quedase allí, no sin antes haberle quitado su ropa interior, lo cual había sido bastante incomodo para el Capitán.
Veía la mirada perdida del castaño, quien parecía no tener ni mas mínimo interés en limpiar su cuerpo, pero la real razón de porque lo puso allí era para que su cuerpo no estuviese tan frio.
-Quédate un momento aquí… iré a prepararte algo caliente para beber –Logro llamar la atención de Bucky por algunos momentos, pero este no hizo más que mirarlo con una expresión impasible, en el fondo parecía estarlo escaneando, Steve ignoro aquello y se dirigió a la cocina en busca de un café.
No estaba pensando con claridad, sin quiera saber si eso era un sueño o realmente estaba ocurriendo, pero a decir verdad, desde hace mucho que no sentía aquella extraña sensación en su pecho, estaba realmente feliz de poder ver a su amigo una vez más… y que esta vez no intentara asesinarlo. Cuando volvió al baño, encontró a su amigo en la misma posición, pero esta vez mirando el movimiento de sus propias manos bajo el agua, parecía estar tranquilo, aquello le hizo esbozar una sonrisa.
-Hey, Bocky… ten esto –Quiso hacerle entrega de la taza, pero el castaño hizo más que mirarla y luego a él, parecía no entender demasiado. El rubio suspiro y la acerco a los labios ajenos, los cuales lo aceptaron de forma insegura, pero finalmente termino bebiendo un poco del café que Steve había preparado para él.
Dejando la taza en un lugar donde no se derramase el café que aun contenía, se dispuso a sacar a Bucky del agua, lo seco de forma bastante rápida, intentando no centrar su mirada en aquella parte tan privada de su amigo, y no era que no hubiese visto el pene de otro hombre en su vida, sino que se sentía incomodo viendo el de su amigo en especial. Le vistió con su ropa, y le hizo que se recostara en su cama, debía dejarle descansar, mañana intentaría hablar con él, necesitaba respuestas a sus muchas preguntas. Lo arropo con cuidado y observo a su amigo, quien nuevamente le miraba de forma fija. Se disponía a dejar la estancia, cuando escucho algo.
-S… Steve –Su nombre, en un leve murmuro de parte de su amigo, lo cual le sorprendió de sobre manera. ¿Eso significaba que lo recordaba? ¡Eso era increíble! Sentía que su corazón se saldría de la emoción, pero al encontrarse otra vez con la mirada ajena su pecho le dolió. Vio en sus ojos reflejados mucho miedo, no sabía las cosas que había experimentado, pero vio su miedo.
Pensándolo dos o diez veces antes de hacerlo, decidió recortarse junto a Bucky, quien al instante se giro hacia él y busco refugio en sus brazos, aquello no se lo había esperado, pero tampoco poco debía darse el lujo de rechazarlo, al contrario, se dedico a en volver el cuerpo de su amigo en sus brazos, luego de haber apagado la luz de la lámpara de su habitación. El castaño se había acurrucado en su pecho y no había señales de que quisiera dejar de hacerlo, pero a Steve no le molestaba, el también se sentía bien, teniendo bajo su cuidado a una de las pocas personas que había podido llegar a apreciar en el pasado, es más, se sentía muy bien, feliz. Paseo su mano levemente por el largo cabello de Bucky para luego depositar un beso en su frente, no estaba acostumbrado a las muestras de afecto, pero estaba hablando de su mejor amigo.
-Yo cuidare de ti, Bucky… -Susurro, para luego notar que el suso dicho ya estaba dormido.