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El caso del misterio del dragón de ébano por lady_chibineko

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Notas del capitulo:

Yo juraba haber puesto este fic ya hacia muuuucho tiempo, pero bueno... aqui va, espero que les guste

Título: El caso del misterio del dragón de ébano

Autor: chibineko

Disclamer: Los personajes de esta historia, pertenecientes a la serie "Saint Seiya", son propiedad de su respectivo autor Masami Kurumada

Advertencia: Este es un fic yaoi, lo que quiere decir relación chico-chico; si no es de su agrado este tipo de lectura por favor no sigan

Dedicatoria: =>.<= smiuuuuuuuuf... este fic esta dedicado a mi adorada nena K-Li xD bueno... iba a ser por tu cumpleaños, luego por navidad .__. creo que será de todo eso y del día de la amistad también =>.<= que demorona que soy!.  Espero que te guste mosha, es con cariño... para ti... más bien disculpa que aun no este completo .__.

Capítulo 1: Un caso en busca de un detective
 
Un blues suena de fondo dando un ambiente melancólico en la habitación.

- *Un día más que pasa... otro caso que no me fue dado a pesar de que se que soy el mejor.  Las horas pasan lentas, los minutos se hacen eternos; y yo sigo esperando porque esa persona entre por la puerta y me confíe la seguridad de lo que tal vez sea lo más importante en mi vida...*

De pronto los profundos pensamientos se ven interrumpidos por un leve golpeteo en la puerta, y una cabecita peliverde se asoma tras el chirrido de las clavijas de la puerta al ser abierta.

- "Nii-chan... ¿estás aquí?."- Shun llama al notar una vez más aquella habitación de oficina con las persianas cerradas, y lo peor es que no sabe si es porque Ikki no esta o porque...

- "Aquí estoy ototo."- la voz inconfundible de Ikki se deja escuchar... y Shun suelta un suspiro prendiendo la luz y mirando a Ikki con una gotita adornando su sien.

- "Onii-san!... otra vez con esa gabardina y el sombrero de media ala, seguro y andabas imaginando uno de esos diálogos trillados de películas viejas >_< por todos los cielos Ikki, que tengo que hacer para que vuelvas a la casa y dejes esta tontería.  Los detectives privados son cosa del pasado, no puedes vivir de esta profesión."- Shun dijo casi furibundo con las manitos en las caderas y el ceño fruncido.

Ikki solo miró a Shun impávido, más no dijo nada... Shun volvió a suspirar en derrota.  Hacía ya tres meses que Ikki se había ido de la mansión persiguiendo aquel loco sueño, según su hermano mayor, en un sueño se había visto resolviendo un caso de detectives y encontrando así el camino en su vida... y lo consideraba una profecía; para Shun era solo un mal sueño luego de demasiadas películas viejas y era culpa de Bogart.

- "Onii-chan vamos, no tienes ni un alma aquí, no tienes ni para pagar la susodicha secretaria que quieres poner en el escritorio de afuera... tienes que trabajar medio tiempo por las noches de mesero en un restaurant para pagar todo esto... ni siquiera para vivir... ¡solo para pagar esto!.  No puedes seguir así."- Shun se acercó cambiando de táctica y comenzó a abanicar sus enormes pestañas frente a Ikki en una actitud ahora más de cachorrito desvalido.  Pero por el rostro inflexible de Ikki, eso tampoco dio resultado.  Shun abanicó otro poco las pestañas y de paso lagrimeo un poquitito.

Por fin Ikki suspiro y se paro, fue hasta donde Shun y lo abrazo con cariño.

- "No me moveré de aqui Shun, lo siento."- dijo sin embargo, rompiendo la última esperanza de Shun de ese día.

Por fin Shun en derrota tomó la canasta con la que había venido y se la dio a Ikki.

- "Por lo menos doy gracias de que tengas una refrigeradorita y una cocina, porque sino me preocuparía más.  Mira, aqui hay comida para tres días y no andes racionando, come bien... y aquí tu ropa limpia.  No me llevo la ropa sucia Ikki, sino que mañana viene Seiya a recogerla y te la traigo la próxima semana como siempre."- Shun puso la canasta en manos de Ikki y este alzo una ceja inquisitiva.

- "¿Y esto Shun?... ¿Por qué tengo comida para tres días?... ¿qué no piensas venir mañana o pasado?."- como siempre Ikki pregunto directamente las cosas, y Shun se sonrojó hasta la punta de los cabellos.

- "Bueno.... es que... yo..."

- "¿Si?."- ahora Ikki, quien había puesto la canasta en el piso era quien estaba con los brazos cruzados.

Shun susurró algo inentendible, y eso hizo que Ikki solo alzase aún más marcadamente la ceja y volviese a formular su pregunta.

- "Sorrento tiene un concierto pasado mañana y regresamos en tres días."- Shun dijo todo apenado y sin atreverse a mirar a Ikki a los ojos.  Este frunció el ceño no muy contento.
 
- "¡Tenía que ser culpa del pescado ese! >_< no solo se atrevió a cortejarte... ¡ahora te acapara para él solo!... >_> maldito, condenado... pescado bueno para na.."

- "¡ONII-SAN!."- Shun paró la perorata de Ikki en un dos por tres- "Yo amo a Sorrento y lo sabes, ¡No le digas esas cosas!... en momentos como estos desearía que Sorrento no te hubiese tenido tanta fe y lo hubiésemos mantenido en secreto como yo quería."- bien... ese había sido un golpe bajo y Shun lo sabía, pero era la verdad y nada más que la verdad.  Shun miraba dolido hacia un lado y su mirada era no solo dolida, sino triste.  Ikki sintió un nudo en la garganta.

- "Yo... lo siento Shun.  Sabes que te adoro, y supongo... (suspiro) supongo que no es tan mala persona después de todo, es solo que... no estoy acostumbrado a compartirte con nadie hermanito."- Ikki se disculpo con una sonrisa culpable y Shun sonrió levemente mirando a Ikki, y pronto ambos estaban fundidos en un tierno y fuerte abrazo.

- "Ay nii-chan... yo sé, y tu sabes... yo solo deseo que tu también encuentres a alguien con quien ser feliz.  Sea una cuñada o un cuñado para mi, da igual... solo que seas feliz."- Shun miro a Ikki serio y este por fin se sonrojo un poco, y eso hizo a Shun sonreír feliz de nuevo- "Bueno nii-chan, me voy... esto, Sorrento me esta esperando abajo en el auto... ya nos estamos yendo al aeropuerto."- Ikki alzo una ceja ante aquella nueva información y con todo y Shun fue a la ventana, allí estaba Sorrento apoyado contra el carro, mirando hacia la ventana con sus lentes oscuros tapándole los ojos y descaradamente le sonrió a Ikki. Este gruño- "Ya nii-chan, ¡ya no te enojes así!"- el pequeño suspiro en derrota por enésima vez ese día- "Algún día se van a tener que llevar bien nii-chan... lo harán por mi, y que conste que del único que falta cooperación para eso es de ti, porque él no tiene nada en contra tuyo.  Y ahora me voy... cuidate nii-chan."

Shun besó la mejilla de Ikki y este gruño en contestación, luego de eso Shun desapareció por la puerta e Ikki miro por la ventana a Sorrento, quien volvió a sonreírle desde abajo.  Ikki entonces le hizo un ademán para advertirle que lo estaba vigilando (dos dedos en V señalando sus ojos y luego apuntando a Sorrento... quien haya visto "El padre de la novia" sabe a lo que me refiero).  Para desesperación de Ikki, el bendito pescado solo sonrió y bajando un poco sus lentes oscuros le guiñó coquetamente a Ikki, y para colmo de males en ese momento apareció Shun y Sorrento lo tomó por la cintura y le besó la sien.  Ikki se sintió una vez más derrotado... maldito pescado, no lo tenía ni un poquito atemorizado... ¡Lo detestaba!.

Shun una vez más se despidió alegre de Ikki desde la calle y pronto el BMW azul de Sorrento se alejaba a toda velocidad.  Ikki dio media vuelta, y tras dirigirse a su escritorio saco un pequeño equipo de sonido y lo puso en PLAY sonriendo... bien, por lo menos ahora ya podía poner su música... si no la puso antes era porque como siempre, esa era la gota que derramaba el vaso para Shun cuando lo encontraba con todo puesto.  Un viejo blues se dejó escuchar e Ikki sacando las viandas del día suspiró y se sentó a comer.  Era viernes, así que no tenía porque moverse del lugar, él solo trabajaba medio tiempo de lunes a jueves.  En un suspiro, Ikki se dejo llevar en el tiempo.. así seria hasta que su primer cliente llegase... bueno... él tenia todo el tiempo del mundo... Ikki del Ave Fénix, investigador privado tenía todo el tiempo del mundo.

**********

La tarde del viernes pasaba lenta, Ikki ya había terminado de comer y había guardado las otras dos raciones de comida en la pequeña refrigeradora.  Ahora su mente volaba por escenarios viejos de muelles brumosos y calles con caminos de piedra iluminados a media luz por viejos faroles... eran sueños nada más, pero eran sueños que lo llenaban.  Estaba con los ojos cerrados y el rostro cubierto por el ancho sombrero, con los pies sobre el escritorio disfrutando de las melancólicas notas de la música cuando como salido de una vieja escena la puerta se abrió, y un hombre con una gabardina larga que cubría a medias un traje elegante camino hacia Ikki... era un traje negro... completamente negro.  Ikki se alzó un poco el sombrero mientras bajaba los pies del escritorio... ¿sería acaso real o tan solo otra escena salida de su vivida imaginación?.

- "Buenas tardes... espero no ser inoportuno, pero vengo a pedirle un favor.  Es usted investigador privado, ¿verdad?."- la voz suave y modulada se dejo oír, e Ikki sintió algo familiar en esa voz.

Mirando mejor a su interlocutor, Ikki supo porque la familiaridad.

- "¿Dragón Negro?... ¿Eres tu?."- Ikki entonces se paró sorprendido de ver a uno de sus viejos compañeros de la Isla de la Reina Muerte, y en los ojos azabaches del caballero del Dragón Negro se dibujo la sorpresa.

- "Ikki... vaya, me pareció raro el nombre del detective, hasta supuse que eras tu... pero uno nunca sabe, tal vez era un fan tuyo."- el chico pálido de ojos color de la noche dijo con una sonrisa.  Ikki lo miro mejor, tenia ropa muy elegante, un traje Armani negro con botones de plata y una camisa blanca impecable, sin corbata; y una gabardina también negra; guantes negros de piel que le hacían juego, zapatos negros de cuero, y el cabello largo y negro amarrado en una coleta baja- "Pero no vengo a recordar los viejos tiempos Ikki, sino vengo por algo importante.  Yo... yo quisiera que recuperaras algo que perdí... no, más bien que robaron.  Es algo muy importante."- el caballero negro parecía muy contrariado, en verdad preocupado.

- "Y dime Dragón Negro.."

- "Llamame Ryu... mi nombre es Ryu Li, ya hace mucho que deje de ser el caballero negro del Dragón, Ikki."

- "Lo siento... hmmm Li... y de que se trata eso que te robaron."

- "Es..."- por un momento Ryu pareció incómodo, e incluso algo angustiado, más pronto, tras un suspiro continuó- "Es una estatuilla de dragón, es negra.. pequeña, cabe en la palma de una mano.  Y es frágil, pero aún esta completa... y es muy cara."

Ikki pareció procesar la información, y eso aunado al modo de vestir del señor Li le hicieron hacer una pregunta más que obvia.

- "Pero si es así, supongo que tendrás la estatuilla asegurada, y también supongo que si avisas a la policía será imposible que se venda en el mercado negro sin que alguien de parte por una recompensa. ¿No pensaste en eso?."- Ikki dijo de manera tranquila.

Más Li se movió incómodo en su asiento.

- "Es que... no estaba asegurada, y no se cuando la robaron... no ha estado en mi poder, sino en poder de la persona a la que servia.  Esa persona murió hace unos años, poco antes de que yo entrase como discípulo para entrenarme como caballero negro.  Yo... no me di cuenta sino hasta hace unos meses del robo."

- "¡Meses!."- Ikki ahora estaba confundido, nada de lo que Li decía tenía sentido- "Pero... no entiendo, si era tan valioso... ¿y lo dejaste?... bueno..."

- "Solo dime si tomas o no el caso, se que es algo difícil lo que te pido, pero ya intente de todo, eres mi última esperanza Ikki... hay algo en ti, en verdad me recuerdas a los investigadores de antaño, ya nada es tan bueno como lo que había antes... por eso, estoy seguro que si hay alguien que puede encontrar el dragón de ébano, ese eres tu."- Li parecía suplicante y sus palabras eran cada vez más confusas, y sin embargo inflaron el ego de Ikki y este se paró solemne.

- "Acepto el caso, pero deberás darme toda la información que puedas, el pago de los honorarios se darán de acuerdo a si logro o no cumplir con tus requisitos... sin embargo habra un pago adelantado por servicios."

- "Por supuesto, entiendo."- Li sonrió, parecía más tranquilo de pronto.

Durante el resto de la tarde, Ikki tomó todos los datos que pudo, habían cosas que parecían no cuadrar.  Ikki se entero que Li 'servía' a un hombre llamado Ernest Williams, un acaudalado británico que había vivido en Polonia por muchos años, y ahora se venía a enterar que toda su fortuna se la había dejado a Ryu Li, pues al parecer no tuvo más familia que su joven protegido.  Ikki no entendía porque entonces alguien tan acaudalado se había sometido a un entrenamiento infernal y a la posibilidad de perder la vida (lo cual sucedió, pero de suerte por obra de Athena y los otros dioses, todos los muertos en batalla volvieron a la vida).  También se entero que al parecer se dio un robo de todos los bienes del fallecido luego de que Li dejo la casa Williams, y sin embargo todo fue recuperado con meticulosidad por las autoridades, pues todo estaba inventariado y asegurado... todo menos el pequeño dragón que había sido oculto desde siempre en un compartimiento secreto y al parecer era muy apreciado por coleccionistas, pues era una obra de arte muy antigua... increíblemente para conocimiento de Ikki, una obra de arte de la antigua y desaparecida civilización de Lemuria.  La misma a la que pertenecían Mu y Kiki... entonces ¿como había llegado ese dragón a manos de Li?, porque según Li, él se lo había entregado a Williams, pero Li no daba más información que esa, e Ikki tuvo que aceptar eso para poder continuar.  Li servía a Williams por voluntad propia, ¿y le dio un dragón de colección tal vez de valor inestimable a cambio de eso?.. un dragón que no dudo en dejar abandonado para irse a entrenar... no... Ikki no entendía.  El Dragón de Ébano, llamado así por la negrura que ostentaba, y sin embargo no se sabía siquiera de que material estaba hecho.  Ikki suspiro.

- "Bien... creo que eso es todo, comenzare de inmediato mis averiguaciones, estoy seguro de que fue traficado en el mercado negro, debe tenerlo entonces algún coleccionista.. pero... hay algo que no entiendo ¿como puedes estar seguro de que esa estatuilla esta aquí en Tokyo?."- Ikki no entendía eso tampoco, de todos los lugares del mundo, Ryu Li insistía en el hecho de que el objeto de su búsqueda estaba en la cuidad de Tokyo.

- "Tan solo lo sé.  Bien, aquí te dejo un adelanto por tus servicios, no pienso escatimar en gastos Ikki; y este es el número de mi teléfono móvil.  Por favor, haz tu mejor esfuerzo Ikki, confío plenamente en ti."- Li le dio a Ikki un cheque por una cantidad astronómica, Ikki no podía creerlo, luego una tarjeta negra con letras plateadas donde se encontraba tan solo el número de un teléfono.

Y pronto, de manera tan misteriosa como apareció, Li dio media vuelta y se marcho... Ikki se quedo mirando en dirección a la puerta cerrada... aquel caso se había tornado realmente en un caso complicado.  El joven de cabellos azules se acomodó el sombrero que se había quitado, y sonrió con deleite.

- *Y aquí comienza por fin... este caso será realmente interesante, y lograré llegar al fondo de todo esto, porque soy el detective idóneo para resolverlo.*

Fin del primer capítulo


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