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Secrets por Fer_the_human

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Notas del fanfic:

*Contado por Esteban, la parte de Adam esta terminada y puedes leerla aquí

Notas del capitulo:

Primer capítulo del fic, version contada por Esteban, espero que les guste.

Te invito a dejarme review, tu opinión es importante. Tambien dale a favorito y sigue la historia si te gusta.

¡Disfruta la lectura!

Está mañana, mi rutina matutina fue exactamente igual al día anterior.

Desperté con el sonido de mi alarma, e inmediatamente me levanté para cambiarme dentro de ropa deportiva. Me dirigí al baño para lavarme los dientes y la cara antes de salir. Del otro lado del espejo, un estereotipo de chico guapo me da una mirada. Ojos verdes, cabello castaño claro y piel caucásica.

-Al menos no eres pálido. –Dije- ¿Podrías ser más cliché?

Algunas chicas me consideran atractivo, pero la mayoría de las veces me siento aburrido. Una cara común, nada extraordinario dentro de mí. De todas formas agradezco que las chicas me consideren así, me provoca ventaja al momento de ligar.

Me dirijo corriendo al parque donde siempre voy, y una vez ahí, me presiono para dar cinco vueltas más de las que acostumbro, para distraerme de los problemas.

Desde hace ya tiempo, he notado un chico de mi salón observándome. Él no es como yo, él realmente es agradable a la vista, y no por ser un cliché de lo que la sociedad nos dice que es bello. No tiene los mismos rasgos que yo, ni los músculos tan definidos como yo, es más bien normal. No tiene el mismo color de ojos, ni de piel, ni de cabello. Sus facciones son totalmente diferentes a las mías. Tiene una belleza diferente, y sigue siendo mejor que el resto de los chicos. Sí, también noto a los chicos…no a muchos.

Recuerdo el momento en que le confesé a George como me sentía con los chicos, fue ciertamente una liberación. Creo que tiene un primo gay, así que es de mente muy abierta con estos temas. Lo cual es genial. Pero él sabe que no me siento seguro para contárselo a alguien más. Posiblemente lo haga si me siento seguro de mis gustos. Si no, no vale la pena decirlo.

A veces siento que George esperaba que comenzara a contarle historias con chicos, o que le comenzara a decir los chicos que me agradan, pero ciertamente no me agradan muchos, y nunca he estado con otro hombre. Cuando estudiaba en la Facultad de Artes, había un compañero que capturaba mi atención de vez en cuando, pero decidí que no era nada más que físico, pues sus actitudes no me agradaban, y sinceramente no valía la pena el riesgo.

En mi actual Facultad, los chicos que están en mi liga son una verdadera molestia, también. Claro que los chicos gay o bisexuales eran muchos más en mi antigua facultad, pero aquí puedo ver algunos chicos gay que no les importa que el mundo lo sepa…Hasta el punto que llega a ser molesto.

No es porque me encuentre atrapado en el closet, como George a veces dice para molestarme, sino que simplemente no me agrada su…manera de ser. O de gritar a los cuatro vientos que tanto les agrada el mismo sexo.

Ni siquiera me siento seguro sobre querer estar con un chico. Pero, de nuevo, tampoco me siento seguro sobre querer estar con una chica. Siempre me he sentido diferente con los chicos, y en la pubertad tuve espontaneas erecciones con chicos, de la misma manera en que los chicos lo hacen con las chicas. Pero no podía ser gay, porque también me sentía así con las chicas.

He reprimido ese sentimiento demasiado, y hubo un punto de mi vida en dónde llegué a pensar que todos los chicos se sentían así a su alrededor, y era común, pero lo correcto era estar con chicas. Así que nunca he estado con un chico, y no sé si pueda formar un vínculo emocional como lo he hecho con las chicas…creo.

De todas formas, creo que el nombre del chico es Adam. Me lo ha dicho George, cuando le he preguntado por él. Son amigos. Además ayer los vi platicar, después de nuestra clase de Mercadotecnia en la que el profesor Leonardo nos asignó equipos para el proyecto final. Oh, cierto, estamos juntos.

No supe como tomar del todo estar junto a él en el proyecto, por supuesto, necesitaríamos charlar…Lo peor del caso es que la idea no se me hizo tan desagradable después de todo. De hecho, creo que me gustó. Recuerdo incluso, al escuchar su nombre, una mínima parte de mí queriendo estar con él, solo para poder verlo de cerca. Entonces pasó.

Estoy seguro que él me observa, porque lo he estado observando.

Maldita sea, somos iguales.

La cosa suele ser así, finjo que no lo veo voltear a mi dirección, y cuando de alguna forma logro percibir que su mirada ha retirado sus ojos de mí, comienzo a verlo. Me gusta estudiarlo, tengo que admitir, pero nunca en voz alta. Estudio su figura, su espalda, sus piernas no tan largas, la forma en que su brazo derecho escribe apuntes sin siquiera ver lo que escribe, muchas veces. Inclusive lo he visto caminar. Y siempre volteo antes de que logre darse cuenta de que lo estoy viendo también.

También cuido que sus amigos no vean lo mucho que lo observo, me cuido principalmente del fortachón y de la chica pelirroja que siempre está a su lado…O creo que es castaña. Creo que su nombre es Amy. Al menos eso le he dicho a Roy, mi compañero del equipo de lucha, quien le ha seguido la huella desde el semestre pasado y no sabe cómo acercarse a ella.

Me gustaría decir que me parece enfermo, pero la verdad soy peor. Cuando observo a ese tal Adam, tengo muchos recuerdos. No son formados, son más bien ideas, o las percibo de una manera borrosa. Recuerdo a un chico que me pareció atractivo en la cafetería hace algunos meses, o semestres atrás, un chico con sombra de barba que pensé que lucía bien, lo cual es extraño, pues eso no me gusta en un chico. De todas formas, Adam se remota a mi primer día de facultad, cuando un chico buscaba en el pasillo principal su apellido para verificar su salón. Ese chico lucia jodidamente bien, algo tímido, lo que lo hacía lucir contrastantemente bien con su figura atrayente y segura. Estoy casi seguro de que era Adam.

Sí, puedo decirle a George lo mucho que Adam está obsesionado conmigo, pero él nunca lo ha visto observarme, o no demasiado, y a veces suele molestarse un poco cuando habló de él. Dice que está seguro que es gay, y que si tan interesado estoy, debería acercarme. Ni siquiera sé si estoy interesado en él. Quiero decir, solamente lo noto…porque es atractivo. Y diferente. Y sobresalta. Pero no estoy interesado.

Llegando a casa, me encuentro con mi madre, quien se las ingenia para lucir hermosamente hogareña, de alguna forma.

No nos saludamos, y se reserva el ofrecerme un poco de café. Ella no puede vivir sin él, pero sabe que no es mi fuerte. Me dirijo al refrigerador para sacar un poco de jugo de naranja y beberlo.

-¿Estuvo bien el ejercicio matutino?

-Sí. Gracias.

Mi madre me da una enorme sonrisa. Ella es rubia natural. Mi hermana mayor obtuvo eso de ella, y los ojos verdes de mi padre, igual que yo. De todas formas, mi hermana tuvo una etapa rebelde en su adolescencia, y todo lo que quería era llevarle la contraria a mi madre. Incluso las clases que tomaba fuera de la escuela. Mi madre querría enseñarle a dibujar, pues a mi hermana le gustaba. Pero cuando esa idea fue dicha en voz alta, mi hermana cambió de parecer, y prefirió dedicarse a la música como hobby. Al final fui yo quien se especializó en el dibujo, y más tarde en pintar.

También cambió su corte de pelo y se lo teñía de colores, una vez estuvo a punto de pintárselo totalmente azul, pero decidió por un color rojo…con puntas moradas después de unos meses.

Ahora en día se llevan bien, pero mi hermana sigue siendo un poco rebelde en cuanto a mi madre se habla. Usa el cabello negro, una forma extraña de ser independiente de mi madre.

Cuando mi hermana tenía un corte de pelo fuera de lo común y puntas de colores extravagantes, mi madre peleaba con ella. Mi madre es demasiado conservadora, así que se molestaba mucho con las actitudes de mi hermana. Una vez la escuché discutir con mi padre, diciendo que no quería una “machorra” en casa. Asumo que tampoco quiere un marica.

Mamá es excesivamente católica, aunque no va a misa todos los domingos. La homosexualidad suena horrible para ella. Y demás cosas, como sexo prematrimonial…Lo siento mamá, llevo un strike y medio. Aunque suele ser hipócrita, a veces. No suena tan mal un hombre teniendo sexo casual que una mujer.

Mi madre debería haber sabido que mi hermana solamente quería hacerla enojar. A pesar de insistir en ese entonces en que no era una fase, si lo fue. Y si mi madre no hubiera tenido problemas con eso, posiblemente jamás hubiera pasado.

Mamá fue un poco exagerada en circunstancias que no eran de su incumbencia, también. Quería que mi hermana estudiara una carrera diferente a la que ella deseaba, pues no tenía suficiente renombre, ni un futuro económico asegurado. Entonces fue cuando mi padre entró, y la convenció de dejar a mi hermana tomar su decisión. Y así mi hermana estudió psicología.

Mi padre siempre ha abogado por nosotros, parece ser duro, pero tiene un corazón muy noble. Cuando creía que mi madre llevaba las cosas demasiado lejos, ponía un rotundo alto. Mi hermana dio la noticia de que tendría un bebé poco antes de terminar la carrera, y ni siquiera estaba casada. Fue una gran pelea que duró semanas, pero mi padre terminó por apoyarla. Creo que ese fue el momento en que mi hermana comenzó a comportarse en cuanto a mamá. Y ahora todos amamos al pequeño Ralph, y no odiamos a mi cuñado. El tipo me agrada, a veces.

Así que conmigo, mi madre fue un poco más suave. Quizá porque no causé los dolores de cabeza que mi hermana hizo. O quizá porque finalmente sabia como criar a sus hijos. Pero no hubo problema cuando dije que quería estudiar artes.

Fue el ambiente de la carrera lo que me hizo cambiar de opinión, además del futuro incierto con el que tendría que vivir. Entonces me cambié a una carrera diferente. Al menos tengo que saber de idiomas, que es un fuerte para mí. Weil Ich spreche deutsch. Como George.

Me meto a duchar. Cuando salgo, decido usar para la universidad una camisa verde. Dejo el botón de arriba abierto. Brenda puede ponerse algo loca con eso. Me produce gracia.

No me siento interesado en Brenda. No ahora. Hubo un tiempo en el que sentía que podía ser una de las tantas chicas indicadas que han sido mis novias. Pero su actitud no me gusta del todo…además que no me siento seguro, no hay conexión emocional. Pero realmente es bella. Y caliente.

Lamentablemente ella no piensa como yo, sé que le gusto, por sus actitudes. Quizá sea eso lo que me hace alejarme de ella. Me gusta perseguir, supongo.

Mi madre recogió del kínder a mi sobrino Ralph, al parecer. Pensé que lo que decían de querer demasiado a los sobrinos una vez que se tienen era una estupidez. Y lo es. Yo no lo quiero demasiado, yo amo a ese pequeño.

-¡Hola, viejo! –Saludo a mi sobrino.

El pequeño viene corriendo a mis brazos, con su pequeño uniforme de preescolar.

-Hola tío.

-¿Cómo estuvo tu día?

-Cansado. –Dice, provocándome reír- Tuve que pintar. Quiero pintar como tú.

-De seguro pintas mejor.

Bajo a Ralph, quien va corriendo a su mochila y me hace una señal para acompañarlo en la mesa. Mi madre también va. Saca muchas hojas de papel, manchadas de diferentes pinturas, al igual que sus manos. Poco a poco nos muestra una por una. Voy tarde, pero no me importa quedarme un poco más para escuchar a Ralph.

-Este es un gato…Este es un perro…Esta es una esfera de colores.

-¿Qué es esto, Ralph? –Pregunta mi madre a uno en particular.

-Esa es mi familia.

Ralph dibujó, con palitos y bolitas, a un pequeño niño, asumo que es él. A su lado, están una mujer y un hombre. Supongo son mi hermana y mi cuñado.

-Está es…es. ¡Es la familia grande!

Mi madre sonríe, yo también. Ralph dibujó lo mismo, pero con más personas a los lados. En el lado de mi hermana, están tres personas. Supongo que son mis padres y yo. Del lado de mi cuñado también hay más personas.

-Bueno, me tengo que ir amigo.

-Adiós tío.

-Adiós Esteban. –Dice mi madre.

Me despedí de ambos y me dirigí a mi auto, para la universidad.

Una vez ahí, encuentro un mensaje de George, que dice que me lo tope en la cafetería. A pesar de que estamos a punto de entrar, me dirijo ahí.

Junto a George está Thomas y Cara. Y al lado de Thomas, Brenda. Quería evitarla, pero me llama a sentarme junto a ella. Y soy débil…

Saludo con un beso en la mejilla a Brenda. Automáticamente pone su brazo alrededor del mío. Es como si me reclamara de su propiedad, hago como que no lo noto. Saludo a los demás con un gesto de mi mano.

Continúan la charla donde la dejaron. Intento seguirla, pero Brenda comienza a provocarme calor, y a veces me habla para preguntarme cualquier cosa. Si, sus labios lucen lindos. ¿Por qué me lo pregunta? Bueno, es obvio que quiere que la note… Pero su juego me resulta aburrido.

Me concentro en la plática de mis amigos, pero parece que es algo tarde ya. Cara dice que deberíamos irnos al salón de clases, pues las clases ya deben de haber comenzado. En cambio, George dice que estaría mejor saltarnos la clase. Todos odiamos las clases de Leyes gracias a nuestro profesor, de todas formas.

-¿Por qué no vamos al centro comercial? –Dice Brenda- Si vamos a perder la clase de cualquier forma…

-Está bien por mí. –Dice Thomas.

Claro que está bien para ellos. Solo George y yo tenemos transporte ahora.

Volveremos todos a Finanzas, de todas formas, así que solo usamos la camioneta de George. Sorprendentemente él se ofreció.

Cara se sienta en el asiento de copiloto. Yo me siento atrás, junto a Brenda Demasiado cerca de mí. Thomas debe sentirse afortunado con todo ese espacio que le damos. Desearía tener ese espacio, siento que me asfixio. Tanto metafóricamente como literal.

Llegando al centro comercial, las chicas nos llevan por tiendas de ropa, de alguna forma. ¿Cómo pudieron dos chicas convencer a una mayoría de tres chicos de hacer lo que ellas quisieran? Gran parte del día se nos ira en esto…

-Tengo hambre. –Digo.

-Deberíamos ir a comer. –Dice Brenda. ¡Bingo!

Brenda convence a Cara de dejar la tienda, en lo que decidimos que comer. Al final fue pizza. Como la mayoría de las veces en el centro comercial.

Caminamos hacia donde se encuentran las tiendas de comida. Thomas y George van junto a mí platicando de algo, pero me distraigo por una agradable vista, que no puedo compartir con ellos.

Un chico de playera azul se mantiene agachado, mirando su celular, sentado en una banca. Es relevante porque, como he dicho, no muchos chicos llaman mi atención.

El chico tiene unas piernas bien proporcionadas, y un cabello negro realmente oscuro. Su piel no es blanca, me agrada la forma en que esta agachado, con sus brazos recargados en sus piernas, dejándome ver una hermosa figura donde su amplia espalda puede hacer aparición. Esconde su celular en el bolsillo, por pura suerte no me ve observándolo. Es Adam.

Cambio mi mirada hacia el frente. George está a mi derecha, así que puedo golpearlo para que voltee. Me obedece. Me pone los ojos en blanco antes de levantar el brazo extremadamente alto y lanzarle una sonrisa a Adam. De reojo, puedo ver a Adam levantar un poco su mano, pero no tiene el entusiasmo de George. O eso creo, no puedo decir mucho por lo que mi vista pudo interceptar.

-¿Quién era él? –Pregunta Thomas.

-Era Adam. Está en nuestra clase.

-¿En cuál?

-En todas. –George ríe solo un poco- Esta con Esteban y conmigo en el proyecto de Mercadotecnia. Lo conocía de antes, de todas formas.

-No entiendo porque tomar clases en diferentes grupos.

Thomas ignoró a Adam por completo. Bien, al menos estoy a salvo con mi pequeña obsesión hacia él.

Antes de dirigirnos a comer, Cara mencionó algo de una tienda de maquillaje Mac que vio. Brenda no pudo evitar arrastrarla dentro, y hacerla comprar algo, pues Cara no suele maquillarse demasiado. Sale con una bolsa pequeña después de varios desesperantes minutos.

Finalmente vamos al área de comida, y ordenamos pizza, de un tamaño no muy grande a pesar de que somos cinco personas. Cara y Brenda no comen demasiado, y para ser honesto yo tampoco.  Al final serán George y Thomas quienes coman la mayor parte.

Tengo un momento para acercarme a George. Está de más decir que es mi mejor amigo. Al menos lo es en esta etapa de mi vida. No he sabido de mi mejor amigo de bachillerato en mucho tiempo.

Brenda habla con Thomas y Cara, y aprovecho mi suerte para hablar en voz extremadamente baja.

-Mira, nos observa.

-¿Quién?

-Tu amigo Adam.

-Viejo…

-Mira. Prueba que no estoy loco.

Y así como así, Adam volvió su atención de nuevo a su tapioca, y de nuevo a su amiga, con la que está hablando. Maldición.

-O estás paranoico, o el obsesionado con él eres tú.

Hago una cara de pocos amigos hacia él, y hago una mueca de disgusto.

-Está bien.

-¿Qué? –Pregunta. Más bajo, porque conoce como soy, pero aun así escucho sorpresa.

-Adam. Está bien, él. Es atractivo, si me preguntas.

-¡Habla con él!

-¡No! –Me molesta que alguien pueda escucharnos.

George luce molesto. Es menor que yo, como todos aquí, y la mayoría en la carrera, pero es más alto, y la escena en esto parece seria.

-Esteban, siempre estás hablando de él. Deja de ser un pendejo molesto y ve a hablarle. No te digo que te metas en sus jodidos pantalones, solo háblale. Un amigo de la comunidad podría caerte bien.

-¿Bajo qué jodida excusa podría hablarle?

-Ayer no contestabas el chat de grupo que hicieron y tuve que contestar por ti. Podrías disculparte.

-¿No piensas que sería estúpido?

-Lo es. Y es lo único que tienes. Ahora ve.

Me pongo de pie de inmediato, y de mal humor. Entonces me habla y me pide que me agache pare decirme algo.

-Lo divertido de esto es que ni siquiera tuve que insistir.

Le doy una mirada molesta. George sonríe y me da un guiño. George es uno de los pocos chicos que considero atractivos, y que me hacen confundir mi sexualidad.

Me dirijo, entonces, hacia Adam. Mientras pienso en la estupidez con la que empezaré mi conversación. Si fuera una chica, esto no sería así. Por ejemplo, si estuviéramos en el club que acostumbro y quisiera ligar con él, me bastaría con acercarme y cortejarlo…Suponiendo que es una chica.

Pero no lo es. Y esto es una gran estupidez. Y soy algo estúpido por lo que voy a hacer.

Me percato de las muecas que hago cuando observo la manera en que Adam me ve. Entonces el clava sus ojos en su bebida. Finalmente sucedió, sabe que sé que me observa. Tomo nota mental para usarlo a mi favor en el futuro.

Me pregunto si su voz será nerviosa, o querrá entrar en juego desde el inicio. De todas formas puede que su voz sea afeminada, y termine haciendo que deje de parecerme atractivo, como siempre sucede. Eso sería lo mejor para mí.

-Disculpen. –Saludo. En su mesa hay muchos asientos disponibles- ¿Está la silla ocupada? No me tomará mucho tiempo. –Me siento antes de que me puedan contestar, porque imaginé que venían con alguien más. Y quiero escuchar la voz de Adam- Y ¿Qué hacen aquí? ¿También decidieron faltar a la clase de Stuart?

-No fue. Y teníamos mucho tiempo libre. –Contesta Adam.

Su voz es todo, menos lo que esperaba. No luce nerviosa, como su perfil bajo me explicaría. Y no es para nada afeminada. No puedo decir que es normal, pues es, de hecho, atrayente. Al menos para mí. Me gusta su voz. Noto que tengo que contestar algo rápido, en lugar de solo mirar los ojos de este chico, Adam.

-Ya veo. Bueno, verán, George me contó sobre la conversación en grupo, y el proyecto. –Continuo- Y, bueno, solo quiero disculparme  por no contestar,  no es que no me interese, pero la verdad es que a veces aparezco conectado por el celular, y nunca le presto mucha atención.

No pude decidir peor forma de conversar con él, de acercarme a él. Pero no tengo mucho con lo que trabajar, dadas las circunstancias.

No tenemos mucho silencio, pero puedo notar el rostro de desconcierto que Adam tiene.

-No te preocupes. –Dice esa chica, Amy- De todas formas no comenzaremos aun.

-Está bien… Amy, ¿no? –Pregunto, solo por mera educación. De la misma manera en que sé que ella contesto por la misma razón. No es como que tengamos una buena charla. Y lo estoy arruinando.

-Soy Anna. –Me corrige.

¿Qué? ¿Además de la conversación estúpida, tuve que equivocarme de nombre? ¿Enserio? Para este punto, Adam debe creer que soy un maldito retrasado…No es que me importe. Para nada.

¡Maldición! ¡Roy!

--Lo siento, Anna… y Adam. –Digo, haciéndole saber que no lo he olvidado. Anna es linda, pero de alguna forma me atrae Adam. Noto por su expresión que lo tomo por sorpresa. Seré positivo- De todas formas creo que alguien debería tener mi número por si acaso, ¿Está bien?

-Bien. –Contesta Anna.

Volteo a ver a Anna. Maldita sea, quiero escuchar la voz de Adam de nuevo, en lugar de solamente alucinar con escucharla. Si me obsesioné con verlo, no quiero ni pensar en cómo me pondré por escuchar su voz de nuevo.

Al menos tendrá mi número.

¿Pero si solamente lo apunta Anna? Creo que debo ser más directo.

Del centro de la mesa, tomo una servilleta. Tengo de casualidad una pluma en mi bolsillo. Gracias a Dios, pues tengo mi mochila en el auto de George. Escribo mi número de celular y miro a Adam. Observo con cuidado sus ojos. Y le sonrío, para ver si tengo algún efecto.

-Aquí está mi número, puedes mandarme un mensaje de texto o llamarme para lo que sea. –Digo, abriendo un poco mi boca para expandir mi sonrisa.

Y antes de recibir una respuesta, me pongo de pie y dejo a un sorprendido Adam en su mesa. Me dirijo con mis amigos.

Cuando llego a la mesa, Cara se encuentra hablando con Thomas, y George con Brenda. Brenda me hace espacio en medio de ellos dos, y de nuevo me hace sentirme acorralado.

-¿Cómo te fue? –Pregunta George.

-Bien. –Y es todo lo que puedo decir.

-¿A que fuiste? –Pregunta Brenda. Y como la conozco, sé que no lo dejará pasar.

-Cosas del proyecto.

-¿Tan pronto?

-Sí. –Contesto, seco.

Comenzamos a pasar el rato, pues aún tenemos mucho tiempo libre. Quiero que se acabe. Brenda tiene mi brazo de nuevo, y se está haciendo molesto.

Para distraerme, volteo a la mesa de Adam, que ahora está con más chicas. Él me ve. Contra todo instinto, le sonrío. Pero él no logro verme, pues retiró la mirada.

Después de un rato y ya terminada la pizza, como predije, principalmente por George y Thomas, observo que Adam se pone de pie, con sus amigas. Parecen retirarse. Adam se separa de su grupo y se acerca a nuestra mesa.

-George. –Dice Adam. Ahí está su voz de nuevo. Pero me siento nervioso. No lo veo a la cara. Al menos esto me permite apreciar su voz- La maestra de Finanzas adelantará su clase. Deberían irse ya.

-Gracias, viejo. Ya vamos para allá –Contesta George.

Thomas sonríe, como agradeciendo, igual que Cara. O posiblemente solo contaban algo gracioso, pues Brenda no sonríe.

Después de un momento nos volvemos a la camioneta de George, con los exactos mismos lugares que antes, y que siempre suelen ser iguales. Y yo, igualmente asfixiado por Brenda. Finalmente saco mi brazo de su alcance. Parece extrañada por esto, pero no me importa.

La clase de la señorita Snow es siempre rica en conocimiento…Y visualmente. Aunque George y Thomas suelen comportarse más tontos que yo cuando estamos con ella. Volteo a ver a Adam, quien sorpresivamente llama más mi atención que la profesora. No me ve, y es así por el resto del día. Me comienzo a obsesionar yo, más de lo que ya estaba.

En la cena, mi padre cuenta algo de su empresa. Le molesta que sus socios no quieran innovar, pero pienso como ellos. Tiene una empresa que se encarga de cámaras y sistemas de seguridad, tiene mucha tecnología, y son buenos en lo que hacen, no hay mucho que hacer.

Mi padre empresario es una de las razones por la que elegí mi carrera. Siempre ha sido una gran influencia para mí. Es un ejemplo de hombre, de ser humano, y de padre. Siempre estuvo ahí para mi hermana y para mí, rompiendo el estereotipo del padre empresario que pierde tiempo de calidad con sus hijos.

Mi madre cuenta sobre mi hermana. Ejerce como psicóloga, y en lugar de trabajar en recursos humanos como mi padre le ofreció, consulta a sus pacientes. Hoy consultaba a alguien, y por eso mamá tuvo que recoger a Ralph.

Una vez en cama, y listo para dormir, espero impaciente por una llamada de Adam, pero por lo poco que sé, posiblemente solamente me mande un texto. Al menos tendría su celular. Ya me ideo excusas para poder llamarlo.

No tiene que gustarme como pareja para poder gustarme como…

Estoy jodido. Realmente jodido. Tengo que aceptar que tengo interés en Adam Sky. No puede pasarme esto a mí. No puedo…

Mi teléfono vibra. Es George.

Viejo, lo siento. No pregunté. ¿Cómo fue todo con Adam?

George. Será bueno hablar con George. Imagino que no tiene nada que hacer, así que le llamo.

-¿Qué hay?

-Viejo… -No supe cómo empezar.

-¿Qué pasa? ¿Cómo fue todo con Adam?

-Bueno, simplemente fui ahí. Fue horrible, la conversación fue estúpida. Pero…

-¿Pero qué?

-Viejo. –Decirlo en voz alta se siente raro- Me gusta Adam.

Notas finales:

Espero les haya gustado. Para los que leen desde la parte contada por Adam, quiero pedir una disculpa por demorar tanto, pero ahora ven que escribi dos capítulos. Ahora no tardaré en actualizar, será alrededor de cada dos semanas:) o haré el intento:P

No olviden dejarme comentarios. Y seguir el fic y darle a favorito si les gusto.

Si eres nuevo lector, te invito a visitar mi bio para que sepas de mi proyecto. Si quieres leer la parte de Adam (ya está terminada) lo puedes hacer aquí

¡Hasta la proxima!

Pd: Esteban dice una frase en Alemán, literamente significa "porque hablo Aleman".


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