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Reencarnación: el camino de un ninja por NeSLY

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Notas del fanfic:

¿Saben? Tengo esa sensación de que si había publicado el fanfic antes, pero por alguna razón no lo encuentro.

 

En fin, he decidido publicarlo (de nuevo supongo) para que pueda estar junto a mis demás mosntruito creacionales en esta cuenta. Disfruntenlo, y espero que sea de su agrado.

 

Un abrazo.

Notas del capitulo:

A ver este es un fic del que el juego de temporalidades va a ser un poco confuso, aunque no lo parezca en un inicio, vamos a estar en un tiempo luego en otro, pero el estable (por asi decirlo) será el de ellos como un equipo, en adelante. Ya lo irán descubriendo en el camino.

 

Y pues este es un fic que empecé a escribir allá por el 2006 así que hay unas cosistas que sinceramente... xD

Pero he decidido retomarlo así que seguramente se note un cambio en la escritura, pero seguirá tal y cual como lo tenía planeado en aquella época, por cierto a partir del capi 7 es desde donde he decidido volver a escribir; por lo tanto los 6 primeros capitulos los estaré subiendo rápido.

 

Saludos ;D

REENCARNACION: EL CAMINO DE UN NINJA

 

CAPITULO 1: Ambivalencia

 

Su cuerpo cayo sin fuerzas al piso, su respiración era cada vez mas difícil y su vista empezaba a nublarse, tosió fuerte y pudo sentir la sangre correr de sus labios, todo había acabado, sus manos se extendieron libremente por el piso y se tomo la libertad de cerrar los ojos, sabia que ya no tenia mucho tiempo “Mi razón de vivir. es verlo morir.” sonrió tristemente sabia que a varios pasos de el se encontraba el cuerpo inerte de su hermano, sin embargo existía un gran vació en su pecho, se había equivocado y ahora lo sabia, volvió a toser ahora con mas fuerza. le hubiera gustado verlo una ultima vez.

 

—¡Sasuke!— alcanzo a escuchar aquella voz que reconocería a miles de kilómetros y sonrió, esta vez sinceramente, aunque apenas sus músculos podían moverse, se permitió sonreír —¡teme!— los brazos de Naruto lo alzaron con cuidado y lo hicieron girar, los rayos del sol golpearon su rostro de inmediato, su cuerpo estaba sobre las piernas del ojiazul, era lo único que necesitaba tenerlo cerca una ultima vez —¡Aguanta!— abrió la boca intentando hablar pero existían pocas fuerzas en su cuerpo —¡Aguanta demonios se supone que eres extremadamente fuerte dattebayo solo aguanta un poco mas Sakura—chan llegara pronto!— volvió a toser con fuerza y mas sangre salio de su débil cuerpo.

 

“Débil.” jamás creyó usar esas palabras para describirlo los brazos del rubio eran tan calidos y podía escuchar claramente como su voz iba temblando cada vez mas —¡Sasuke abre los ojos!— tosió un poco mas y empezó a abrirlos  con lentitud, quería volver a ver sus ojos —¡Por favor teme, Sakura—chan llegara pronto!— los ojos del pelinegro se abrieron por completo, negro contra azul, oscuridad contra luz, muerte contra vida, siempre habían sido así, lejanos pero a la vez cercanos, no podían estar lejos ni tampoco cerca, demasiado confuso como para poder entenderlo —Ya todo acabo Sasuke.— hablo susurrante el ojiazul —Ya acabaste con Itachi. no dejes que su muerte se lleve tu vida.— la mano del rubio acaricio la mejilla del único Uchiha sobreviviente y el cuerpo de este se estremeció por completo, una ultima caricia.

 

—Yo.— la tos volvió y su cuerpo se sacudió esta vez con exagerado fuerza.

—No hables. solo esperemos.—

—Naruto.— la voz grave de Sasuke interrumpió al menor quien lo observaba con fijeza —Naruto. yo.— y sin poder evitarlo sus ojos se cerraron nuevamente, su cuerpo se rindió y su mente se apago.

—¿Sasuke?— Naruto sacudió un poco el cuerpo en sus manos —¡Sasuke!— observo por completo el cuerpo del mayor en sus manos, no se movía, no respiraba, ya ni siquiera tosía —¡Sasuke levántate!— sacudió con mas fuerza el cuerpo pero este ya no iba a reaccionar —¡Maldición teme!— sus ojos se inundaron rápidamente de lagrimas —¡¡SASUKE!!—

 

Abrazo con fuerza el cuerpo ahora inerte que yacía entre sus manos y se permitió llorar, lloro como no lo hacia desde hace mucho tiempo —Sasuke.— pudo escuchar perfectamente como varios shinobis se acercaban a un paso extremadamente rápido, pero no había sido lo suficientemente rápido. no para el.

 

 

 

Un Día

 

Las luces de un hospital y el típico ruido de las personas al moverse de un lugar a otro, los llamados por intercomunicador, los constantes pitidos de aquellas maquinas que indicaban la vida de una persona inundaban por completo el lugar —Señora Mikoto— una castaña ingreso a la habitación con un pequeño bulto entre las manos que de inmediato la pelinegra que permanecía en la cama reconoció como su nuevo hijo —Aquí esta el pequeño Sasuke.— le extendió el niño a la mujer y esta sonrió inevitablemente al ver al menor, su piel blanca sus cabellos negros y sus ojos cerrados mientras empuñaba sus manos, una sonrisa aun mas grande se poso en sus labios “Todo un Uchiha

 

Una Semana

 

—Anda Itachi acércate, es tu hermano menor.— el pelinegro ahora el hijo mayor de la familia Uchiha permanecía recostado en una de las paredes de la casa sin acercarse a la cuna donde permanecía el nuevo habitante de la casa.

—Me tiene sin cuidado su presencia.— fue lo único que dijo antes de cruzarse de brazos y empezar a alejarse de la vista de su madre —Me voy a entrenar— su padre simplemente lo observo alejarse en medio de ese silencio espeso y angustiante.

—¿No crees que es demasiado indiferente con su hermano?

—No— Fugaku dirigió ahora su mirada hacia el menor de sus hijos —Está bien que vaya a entrenar.— un suspiro salio de los labios de la mujer antes de volver a sonreírle al bebé y jugar con sus pequeñas manitas.

 

Cinco Años

 

Levantaba sus piernas con fuerza practicando las patadas que alguna vez había visto a su hermano realizar, a pesar de ser pequeño sabia que debía esforzarse, sabia que debía hacerlo —Sasuke.— la voz de su padre lo hizo detener todo movimiento y girar de inmediato —Sécate el sudor y ven a la sala de inmediato.

—Si— el menor hizo una pequeña reverencia y de inmediato se secó con la toalla, respiró profundo y camino con tranquilidad hacia la sala, como si aquella petición no pudiera demorar en ser cumplida.

 

—Así es. ha sido un largo tiempo— sus pasos detuvieron al oír una voz extraña que él no reconocía, ingresó al lugar con pasos lentos y vio a aquel rubio que en este momento le daba la espalda sentado frente a su padre.

—Buenos días.— pronuncio débilmente, sus ojos se fueron abriendo más de lo normal ante el hombre que giraba hacía él y sus ojos se conectaron con fuerza con aquellos azules.

 

—Oh. ya veo. Así que él es Sasuke.— el rubio se levantó de su asiento y se acerco a un estupefacto Sasuke que lo miraba aún con ese deje de desconcierto.

—Así es, es mi hijo menor y en unos cuantos años entrara a la academia— habló Fugaku también levantándose y acercándose a ambos mientras el rubio revolvía un poco los cabellos negros del menor.

—Espero que seas un digno descendiente Uchiha igual que tu padre y tu hermano.

—Lo seré— habló cortante, alejándose un poco del mayor. Descolocado aún ante su presencia.

 

—Por cierto. ¿Dónde está Itachi?— preguntó el rubio mientras miraba de un lugar a otro en busca del que ahora debería ser todo un adolescente.

—Ha de estar por llegar; hoy terminaba una misión.

—Ya veo.— comentó el hombre mientras ambos volvían a sentarse en el lugar que estaban desde hace un momento —No lo veo desde que era un bebé— dijo gracioso  con una sonrisa en los labios —Sasuke ¿Por qué no tomas asiento?— la invitación del mayor apenas fue tomada por Uchiha quien asintió y lentamente se sentó junto a los adultos que ya habían empezado a retomar su conversa.

—Aquí tienen.— la suave voz de Mikoto inundço el lugar mientras dejaba un poco de te sobre la mesa.

 

Se escuchó la puerta siendo abierta y cerrada, un leve ‘ya llegué’ y todos automáticamente dirigieron su mirada hacia la entrada del lugar por donde apareció el muchacho de cabellos negros, con aquella expresión seria en el rostro —Buenos días.— habló cortésmente, fijándose de inmediato en el invitado.

—Buenos días— contestó con una sonrisa el rubio mientras se levantaba de su asiento y caminaba hacia el primogénito de la familia, pero sus pasos fueron detenidos por Sasuke quien repentinamente se aferró a su capa —¿Eh, qué sucede Sasuke?— preguntó intrigado al ver la mirada tan fija que tenia el menor en él.

 

—Sasuke ¿Qué sucede?— preguntó Fugaku al ver esa reacción tan extraña en el menor.

—Na.— pronunció levemente, sin despegar su mirada del mayor —¿Na?

—¿Namikaze?— el rubio giró por completo —¿Cómo sabe mi apellido?

—Me imagino que lo debe haber escuchado en algún momento— comentó Mikoto mientras su hijo apretaba con más fuerza el agarre que mantenía en el mayor, con esa actitud tan extraña en él.

—¿Naruto?— terminó por pronunciar el menor de los Uchiha mientras sentía su corazón latir con violencia, sus labios lo habían dicho con una naturalidad que lo sorprendía por completo.

 

—¿Naruto?— nuevamente el rubio se encontraba sorprendido —¿Quién es Naruto?— los mayores solo negaron levemente sin entender por completo al menor —¿Hablas del cebollín?— sonrió el mayor, pero antes de que pudiera preguntar de nuevo, Sasuke pareció reaccionar y  soltó con brusquedad la capa blanca y pareció haber regresado de donde sea que su mente hubiera estado volando hace unos momentos.

 

—Mi hermano es un idiota. —le restó importancia Itachi— No es nada porque extrañarse— permaneciendo recargado en el umbral de la puerta Itachi logró que el menor arrugara un poco el entrecejo.

—Por cierto.— Fugaku mientras se levantó de su asiento y caminó hacia donde se encontraba su hijo mayor —Él es Namikaze Minato— dijo señalando al rubio quien sonreía levemente con un asentimiento en su cabeza y por primera vez desde que llegó, Itachi pudo observar su rostro.

 

—Un gusto Itachi— habló tranquilamente —Lo más seguro es que no me recuerdes puesto que la ultima vez que te vi fue cuando tenias que se yo.— vaciló durante un momento —.Unos ¿tres años?

 

—Minato es el Yondaime.— el gesto de Itachi tomó uno de sorpresa casi imperceptiblemente —No lo conoces puesto que ha estado durante varios años fuera de Konoha por una misión especial y recién llego ayer por la mañana, por eso solo has tenido trato con el Sandaime.

 

—Y pues. hoy nos encontramos y me pareció buena idea venir a saludar a su hermosa familia— finalizó el rubio, con aquella espontánea sonrisa en sus labios.

—Por supuesto seria un honor también conocer a su esposa— comentó el cabeza de familia mientras se colocaba junto a su esposa quien asentía suavemente.

—Mmmh. creo que eso tendrá que esperar un poco, Kushina no se siente muy bien, creo que le afecto un poco el viaje.

—Será cuando se encuentre mejor entonces.

 

—¿Está. casado? — pregunto Itachi, solventando esa sorpresa de preguntas con la que los dos hermanos Uchiha habían tomado en descuido a sus padres.

—Así es, y es una mujer realmente maravillosa— habló orgulloso el mayor mientras sonreía abiertamente, con esa expresión afable que tan bien contenía cuando hablaba de ella.

 

 

 

Corría con fuerza entre las calles de Konoha, sabia que su hermano acababa de tener una misión y lo más seguro es que se encontrara llegando a la aldea después de varios meses sin aparecerse por Konoha, alzó un poco la mirada y lo pudo ver entrando a la aldea, caminando despreocupadamente hacía él—¡Hermano!— dio un salto y quedó frente al mayor de inmediato —Prometiste que me enseñarías a lanzar kunais cuando regresaras— habló velozmente, por lo que el mayor sonrió un poco.

 

—¿No crees que deberías dejarme descansar un poco?— Itachi apenas había sacudido los cabellos del menor, empezando a andar tranquilamente de camino a casa.

—¡No! Tú ya eres un jounin y un gran ninja, tú no te cansas.

—¿Eso crees?

 

A Itachi le resultaba divertida toda esa vitalidad en el menor, quizá iba creciendo o quizá era lo poco que empezaba a ver al menor por culpa de las misiones, pero de pronto todo esos pequeños gestos le parecían notablemente tiernos. Finalmente Sasuke apenas e iba a llegar a los seis años.

 

—¿Escuchaste lo del Yondaime?— los pasos de Itachi se detuvieron al oír a aquellas mujeres mientras Sasuke también se detenía mirando algo extrañado a su hermano mayor.

—Mmmh. no ¿Qué cosa?

—Dicen que va a tener a su primogénito, al parecer Kushina está embarazada— el cuerpo de Itachi se tensó.

—¿En serio?. Vaya, debe sentirse orgulloso— comento la otra mujer.

—Así es, estoy segura de que será un gran muchacho, pero se le viene un duro camino.

—Tienes razón. después de todo como hijo del Yondaime le exigirán el doble.

—Al parecer se viene una fuerte generación de shinobis, la señora Aburame, Inozuka, Nara y muchas otras de los clanes mas importantes de Konoha también están embarazadas.

 

Las mujeres siguieron su charla mientras empezaban a alejarse de donde ellos se encontraban, Sasuke levanto la mirada y vio la expresión completamente seria de su hermano mayor —Sasuke, dejémoslo para otro día.— fue lo único que escucho del mayor antes de que continuara con su camino hacia la casa.

 

Después esa misma tarde el Yondaime anunció ante toda la aldea la venida de su primogénito, con una enorme sonrisa junto a su hermosa esposa, no estaba del todo seguro pero Sasuke podía casi asegurar que en ese momento vio a su hermano bajar la mirada.

 

Seis Años

 

La lluvia caía estrepitosamente esa noche, caminó junto a su hermano quien llevaba un paraguas y a su lado sus padres también compartiendo paraguas, todos completamente de negro, la ceremonia de despedida había acabado y normalmente cada uno se dirigía a su casa, sin embargo su padre había decidido hacerle compañía durante un rato al Yondaime, después de todo no estaba pasando por un momento fácil, por lo menos esas habían sido las palabras de su madre al comunicarle que irían un momento a la casa del hombre. Levanto un poco la mirada y pudo ver el rostro serio de su hermano, su madre tocó el timbre de la puerta y después de abrazos y palabras que intentaban darle apoyo al rubio ingresaron a la casa.

 

Sasuke se había sorprendido un poco al ver el siempre amistoso, feliz y afable rostro del rubio completamente serio y con rastros de que hubiera estado llorando, ingresó lentamente al lugar mientras sus padres y su hermano se quedaban junto al ojiazul, según había escuchado la esposa del Yondaime había tenido problemas en el parto, tanto que mandaron a llamar a una de las ninjas medico mas importantes, una Sanin llamada Tsunade, pero que a pesar de todo no habían podido hacer mucho puesto que el estado de la mujer era muy grave y solo podían salvar a uno, Kushina de inmediato había reaccionado y pidió que como fuera salvaran a su hijo, y así es como el Yondaime había quedado viudo el mismo día en el que nacía su hijo. Aquellos ojos que tanto había amado se habían cerrado para permitirle a otros que se pudieran abrir por vez primera.

 

Caminó un poco mas y pudo ver una pequeña luz por uno de los pasillos, entró sigilosamente a una de las habitaciones y pudo ver una cuna, caminó parsimoniosamente hasta ella movido por ese sentimiento de curiosidad que lo embargaba desde que se hubiera anunciado su nacimiento unos pocos días atrás; se alzó un poco para ver al bebé, su rubio cabello denotaba de inmediato su parentesco con el Yondaime, su pechito subía y bajaba lentamente en una acompasada respiración, sonrió sin poder evitarlo, un leve calor se había formado en su pecho al verlo y no entendía el por qué, sin darse cuenta acerco su mano al rostro del menor y lo acaricio levemente. Cerró sus ojos dejándose llevar por esa agradable sensación.

 

Y entonces su cerebro hizo conexión.

 

Miradas de odio, gritos, golpes, cansancio, complicidad.

 

¡Sasuke!

 

Se alejó de inmediato, cayó sentado en el piso mirando con desconcierto al bebé, mientras lo había acariciado había visto varias imágenes pasar rápido ante sus ojos, aquel chico tan parecido a Minato y él; ambos mucho más grandes que Itachi, provocándole ese escalofrío repentino que lo hizo sentirse incluso mareado.

 

Siete Años

 

—Mucha suerte en la academia Sasuke— habló dulcemente la mujer que barría la vereda cercana a su casa.

—Gracias tía— habló sonriente el menor agitando mientras agitaba su mano en señal de despedida y continuaba corriendo, no era tarde pero aun así prefería ir corriendo un poco para mas adelante poder ir caminando con total tranquilidad, al parecer a su hermano lo habían mandado en una misión durante un buen tiempo, así que no le tocaba mas que entrenar solo, aunque no es que entrenara mucho con él, pero de vez en cuando si le ensañaba algo útil. Empezó a aminorar su paso sabiendo que no estaba lejos de la academia, sabia que debía esforzarse mucho después de todo tenia en su mismo salón a un denominado genio: Hyuuga Neji, y el no podía defraudar a su familia.

 

—Eso. Eso.— escuchó una voz algo reconocida muy cerca y giró lentamente para verlo un poco agachado tomando las manos de un hermoso bebé que caminaba torpemente y nuevamente sonrió —Muy bien. ¡eso es!— sonrió abiertamente cosa que sorprendió un poco al pelinegro, no lo veía sonreír hace mucho, pero era normal que después de algo mas de un año de la muerte de su esposa volviera a ser el mismo, y mucho mas normal que su hijo fuera quien le devolviera dicha alegría —¡Eres todo un hombrecito!— vio como el ojiazul rozaba su nariz con la del pequeño quien reía abiertamente balbuceando un par de palabras in entendibles.

 

—Eh. buenos días.— saludo cortésmente Uchiha mientras se acercaba al rubio quien sostenía entre sus brazos al pequeño.

—Buenos días Sasuke— contestó alegremente —No te veía hace algún tiempo.

—Sí, es que estoy un poco ocupado con lo de la academia, me estoy esforzando mucho— habló orgulloso el menor

—Ya veo, y tienes razón en esforzarte, tengo entendido que Hyuuga es un digno rival.

—Sí, pero yo seré el mejor graduado.

—Me alegra escuchar eso.

 

—¡Minato!— una voz se escucho algo lejana, pero en un segundo la propietaria de aquella voz ya se encontraba frente a los tres —¿Qué haces aquí?—

—Pues que mas. divertirme con mi hijo— habló despreocupadamente el hombre, provocando que una venita apareciera en la frente de la mujer.

—Pues déjame decirte que no deberías estar aquí sino en la torre del Hokage.

—Si. lo sé. pero me gusta pasar tiempo con este bebe precioso— Minato volvía a juntar su nariz con la del menor y este solo volvió a reír entre balbuceos.

 

—Minato.— habló amenazante la mujer mientras traqueaba un poco sus dedos.

—Está bien. está bien. no quiero que me pase lo mismo que a Jiraiya—sensei— comentó mientras levantaba un poco al bebé —Escuchame bien. te vas a quedar con Tsunade y ella te va a cuidar ¿si?— el bebé solo rio nuevamente y lo puso en los brazos de la rubia —bien, nos vemos— y con una velocidad digna del Rayo Amarillo De Konoha se marcho del lugar.

—Disculpa no haberte saludado Sasuke— dijo percatándose recién de la presencia el menor.

—No hay problema.

 

—Por cierto.— habló de la nada nuevamente Minato sorprendiendo un poco al pelinegro ¿Qué tan rápido podía ser? Pero aquello no había sorprendido a Tsunade, el rubio se acercó al bebé y deposité un dulce beso en su frente —No hagas enojar mucho a la abuela Tsunade, ¿vale Naruto?

—¡¿Cómo que abuela?! Eh. espera, ¿Naruto? ¿Ya le pusiste nombre?

—Si—. Habló sonriente el ojiazul —Lo decidí esta mañana.

—¿Cuando? Cuando estabas desayunando en el Ichiraku— habló sarcástica la mujer.

—No seas cruel Tsunade; Es un lindo nombre.

 

Sasuke simplemente observó como la rubia peleaba un poco mas con el ojiazul, después de lo de la muerte de Kushina ella se había quedado para ayudar a Minato con el cuidado del bebé, puesto que según ella definitivamente los hombres no saben cuidar a los niños, pero era como un secreto a voces que en realidad era por aquella considerable consideración que destilaba por Minato a quien parecía apreciar como un hijo. Sasuke observó al bebé en manos de la rubia, cada día se parecía más a su padre, su cabello rubio ahora un poco más largo que la ultima vez en que lo vio, sus brillantes ojos azules y sus tres pequeñas marcas en la cara que inexplicablemente tenía.

 

El bebé giro un poco y Sasuke sintió esa incómoda sensación a sentirse la insistente mirada del pequeño quien empezó a estirar sus brazos hacía él y balbucear cosas sin sentido nuevamente —¿Eh? Parece que le agradas— comentó el Yondaime mientras tomaba al bebé en sus manos y lo acercaba al pelinegro.

—No— dijo dando un paso hacia atrás y negando con la cabeza, estaba sumamente nervioso —Yo no sé cargar a un bebé— Minato simplemente sonrió.

—Vamos Sasuke no es ninguna ciencia.

 

Lentamente el Yondaime puso al bebé en sus manos y sin entender el por qué sintió ese regocijo repentinamente, su corazón comenzó a latir con fuerza, el bebé le sonreía abiertamente y él simplemente se perdió en esos ojos azules que tenia el pequeño, sin darse cuenta sonrió abiertamente, como nunca lo hacia, tanto que si hubiera una foto de aquella escena, él negaría rotundamente que ese en la imagen era él.

 

Trece Años

 

La mañana lucia espectacularmente bella, el sol era perfecto, el clima templado, acompañado por una suave brisa, una nueva generación de shinobis comenzaba, un mundo nuevo para todos esos pequeños; después de aquella tarde cuando había tenido al bebé entre sus manos, Sasuke no había vuelto a acercarse mas de lo estrictamente necesario al primogénito del Yondaime, no entendía por qué, pero ese niño lo desestabilizaba, y el lo único que necesitaba era concentrarse y no andar buscando explicaciones absurdas a sus tontas reacciones, después de todo había logrado lo que quería, había resultado el mejor graduado, incluso mejor que Neji, y ahora que era su compañero de equipo podía decirse que eran cercaos, como fuera el caso, ahora que había cumplido una de sus metas, estaba un poco mas tranquilo, y dentro de unos días se convertiría en Chunin.

 

Si era así. entonces ¿por qué estaba en la inauguración de la academia observando de lejos al pequeño rubio?

 

Suspiró momentáneamente mientras se cruzaba de brazos, se encontraba arrimado en uno de los árboles mas lejanos para evitar ser percatado, pero al mismo tiempo cerca para poder verlo, a pesar de querer haberse alejado, había una especie de atracción momentánea que lo llevaba constantemente hacía él, como si su mirada necesitara posarse sobre él, como si en aquel aniñado rostro encontrara las respuestas que tan desesperadamente necesitaba. Que lo intrigaba, que no lo dejaba vivir tranquilo. Le sorprendía lo sociable que podía llegar a ser el ojiazul, llevaban apenas diez minutos en formación y el pequeño ya había entablado conversación con varios de los niños a su alrededor.

 

—Vaya, esta generación de shinobis es muy interesante.— comento la mujer a unos metros de distancia de él.

—Así es. no solamente esta el hijo del Yondaime sino también los hijos de los clanes más imponentes de Konoha. Una lástima que los Uchiha no se encuentren en esta generación.

—Sí, pero no puede negarse que los dos hijos han resultado un orgullo para su familia, tengo entendido que el mayor esta entre los Jounin elite y el menor pronto se convertirá en Chunin— la otra mujer apenas asintió.

—Será grandioso cuando se gradúen y los pongan en equipo ¿me pregunto con quien le tocara a mi hijo?

—Ojalá que esté en el equipo del hijo del Yondaime es un niño muy agradable y dulce.

 

Sasuke solamente continuó escuchando la conversación de aquellas mujeres, no podía evitarlo, y él no se iba a mover de su lugar solo por que aquellas mujeres no parecían querer guardar silencio —Si, como era de esperarse de su padre.— un suspiro por parte de las mujeres inundó el lugar.

—Es un hombre realmente admirable, mira que ponerle el apellido de la mamá al hijo en lugar del suyo, en honor a Kushina—san— una sonrisa triste se posó en los labios de las mujeres, era una pena en conjunto la que se había convivido durante aquellos años; la sonrisa del Yondaime se había borrado, todos sabían perfectamente que Minato le había puesto Uzumaki como primer apellido a Naruto por el sacrificio que había hecho su madre para salvar la vida de su hijo ‘es lo menos que puedo hacer por ella’ anuncio aquel día el rubio.

 

La ceremonia avanzó normalmente y luego de un rato los menores avanzaron junto a un castaño de coleta hasta su salón de clases, vio una ultima vez al rubio quien sonreía abiertamente conversando con un pequeño castaño que tenía marcas rojas en las mejillas, giro rápidamente y comenzó a avanzar hacia el campo de entrenamiento, tenia que prepararse para el examen del siguiente día.

 

Catorce Años

 

Caminaba tranquilamente por los pasillos de la academia con un pequeño fólder en las manos, y su chaleco de Chunin algo rasgado debido a su ultima misión, se sorprendió un poco al no escuchar voces o algún ruido en los salones pero apenas vio en uno se dio cuenta de que se encontraban en el receso, caminó un poco mas en busca de Iruka pero al parecer no se encontraba cerca, sin darse cuenta caminó hacia el patio donde varios niños caminaban de un lugar a otro, y al parecer Iruka tampoco se encontraba por ahí, necesitaba encontrarlo para darle el fólder y poder ir a su casa a darse una ducha y cambiarse.

 

¿Por qué había accedido a traerle esto al mayor?

Ah, claro. el factor rubio que a pesar de los años, seguía siendo el mismo.

 

—Jeje.  haber, es el turno de Shikamaru.— una animada voz se escucho justo detrás de él, al parecer un grupo de niños se encontraban detrás de un árbol —¿Quién te gusta?— Sasuke sonrió vagamente, al parecer no dejaban esos jueguitos tontos.

—Nadie— contesto cortante el muchacho que se encontraba recostado en el suelo —Eso es muy problemático— se escucharon algunas risas y decidió que lo mejor seria continuar buscando a Iruka.

—Bien, ahora Naruto.— y apenas escucho ese nombre sus pasos se detuvieron y continuó dándole la espalda al árbol que se encontraba entre él y los niños —¿Quién te gusta?—

 

—¿Eh?— la voz del rubio lo hizo estremecerse un poco —Nadie—ttebayo

—Mmmh. no sé por qué no te creo.— volvió a hablar aquella vocecita que al parecer era del iniciador del juego —¡Di la verdad! todos hemos sido sinceros.

—¡Es la verdad dattebayo!— escuchó como el rubio se levantaba y tuvo la tentación de marcharse del lugar pero apenas escucho que el rubio volvía a sentarse, decidió seguir escuchando —No me gusta nadie.— el rubio ladeo el rostro con un puchero en el rostro.

 

—Ya. y que tal te suena. ¿Iruka—sensei?— las mejillas del rubio se colorearon de inmediato y un largo silencio se formó en el lugar.

—No es así.— murmuró el ojiazul aun sin ver a sus amigos.

—¡Mientes! Te sonrojaste Naruto.

—¡No es verdad Kiba!

—¡Si es verdad!

 

Sasuke simplemente se empezó a alejar del lugar con una extraña sensación ¿Por qué no le había incomodado escuchar que a Naruto le gustaba Iruka? Se suponía que era algo hasta tierno que un niño de su edad se enamorara de su profesor. Sin embargo. aquello definitivamente no le gustaba —¿Sasuke—kun?— el ojinegro giró de inmediato para ver al castaño salir de uno de los salones.

 

—Buenos días sensei.

—Buenos días.— dijo sonriente —¿Cómo has estado?

—Muy bien, tenga.— le extendió el fólder que llevaba —Sandaime—sama se lo envía.

—Oh. claro; casi hasta lo había olvidado.

 

Iruka comenzó a ojear el fólder hasta que sintió la fija mirada del Uchiha —¿Sucede algo?— Uchiha simplemente se sorprendió un poco por la pregunta pero aun así decidió hablar.

—¿Es normal que sus estudiantes se enamoren de usted?

—Bueno.— el castaño pensó por un momento sus palabras —Creo que es algo que es parte de la edad.

—¿Edad?

—Sí, veras. después de sus padres soy yo quien los trata con cariño y les enseña varias cosas que ellos como futuros ninjas quieren aprender, así que en ocasiones suelen confundir el respeto, el cariño, la admiración con un amor infantil, propio de su edad— habló el hombre con una sonrisa en sus labios.

 

—Ya veo.

—¿Por qué lo dices?—

—Porque hace un momento escuche a uno de sus estudiantes. en fin por lo que me acaba de decir creo que no es la primera vez que le pasa algo como aquello.

—No, no es la primera vez.

 

—Iruka—sensei.— una pequeña voz se escucho entre ambos y Sasuke dirigió su mirada hacia la cabecita rubia que se encontraba a su lado y que al parecer lo ignoraba por completo —Papá preparó mi almuerzo de hoy. pero ya ves como él no es muy bueno con eso de la cocina. ¡Pero aun así está muy bueno!— dijo inmediatamente —Bueno. yo.— las mejillas del ojiazul se sonrojaron —Me preguntaba. Si. ¿quisieras almorzar conmigo?— el pequeño agacho la cabeza sumamente avergonzado.

 

—Claro que si Naruto— alborotó un poco los cabellos rubios del menor —¿Pero por qué no almuerzas con tus amigos?

—Por que son unos pesados dattebayo— dijo olvidando su sonrojo y desviando la mirada con un puchero en el rostro.

—De acuerdo.— sonrió ante la actitud del menor —Espérame en el salón ¿si?

—¡Si!— el rubio simplemente se alejo con una radiante sonrisa en el rostro.

—¿Era a él a quien te referías?— el pelinegro solamente asintió, Iruka se había dado cuenta que no le había despegado la mirada al ojiazul aunque este lo había ignorado por completo —Si. me lo imaginaba, pero no te preocupes es solo cosa del momento— sonrió una vez más y empezó a reanudar el paso —Nos vemos Sasuke—kun.

 

Sasuke en ese instante, únicamente suspiró.

                            

Dieciséis Años

 

Su respiración era lenta y pausada, sus brazos se mantenían cruzados sobre su cabeza y su cuerpo recostado sobre la rama de un árbol, mientras sus ojos permanecían cerrados, aprovechando de esos momentos de paz que pocas veces tenia, unos movimientos se escucharon entre los árboles y de inmediato abrió los ojos, aquella persona se encontraba a varios metros de distancia, pero como buen shinobi que era lo había detectado muy bien, unos cuantos metros y sabia que no tenia que preocuparse, era Naruto, sin embargo. ¿Qué hacia el rubio por esos lugares?

 

Bajó de un salto y pudo ver como el ojiazul lanzaba varios kunai hacia un lugar en especifico intentando obviamente mejorar su puntería —Deberías enderezar tu muñeca— comentó mientras caminaba hacia el menor con su aire de indiferencia de siempre y sus manos en los bolsillos.

—¿Eh?— Naruto giró de inmediato al ver al pelinegro a unos pasos de él —Esto no es asunto tuyo— arrugó el entrecejo y volvió a girar para continuar lanzando varios kunai —Vete— Sasuke frunció el ceño.

 

Tan insolente.

 

—¿Y si no quiero?

—¡Te echare de aquí a patadas dattebayo!—

—Je— una sonrisa prepotente se poso en los labios del pelinegro —Inténtalo— su sonrisa se ensanchó un poco mas al ver el puchero del menor —Idiota

—¡No me digas idiota!— el rubio de apenas diez años arrugó aún más el entrecejo —¡Imbécil!— le sacó la lengua al mayor y volvió a girar para continuar lanzando kunais.

 

—¿Por qué tanto esfuerzo en mejorar tan pronto?— comentó el mayor después de un largo silencio

—Todo el mundo.— la voz del rubio sonó extrañamente baja —Todo el mundo dice que yo tengo que ser el mejor por que soy el hijo del Yondaime. así que. ¡tengo que esforzarme al doble, o al triple que los demás!— dijo levantando el puño en alto y con mucha determinación.

—Idiota.

—¡Cállate, tu no me entiendes!—

 

—Por supuesto que te entiendo.— camino lentamente hacia el ojiazul quien continuaba dándole la espalda —Soy el segundo hijo de los Uchiha, mi familia es una de las mas respetables de Konoha y mi hermano mayor es un Jounin de elite, desde hace varios años.— “eso por no decir que es un ANBU” —Así que yo también me tengo que esforzar mucho por que tengo que superarlo a él.

 

Naruto giró para ver al hombre que se encontraba ahora a su altura puesto que se había colocado en cunclillas —Ya veo.— comentó mientras agachaba un poco la cabeza

—Por eso no debes esforzarte más de lo que tu cuerpo te permite. Sino enfermarás, tu padre se preocupara y de paso todo el entrenamiento se irá a la basura.— ¿Por qué estaba hablando de eso con el pequeño? Le resultaba hasta imposible de creer que él pudiera hablar de esa manera con el menor, definitivamente tenia que alejarse del rubio.

 

—Gracias— pronuncio levemente el rubio y con una pequeña sonrisa.

 

—Mira.— habló el pelinegro mientras tomaba un kunai y este daba varias vueltas en su dedo antes de ser lanzado y caer justo en el centro de la diana, Naruto simplemente lo observó asombrado —Bien, ahora.— dijo mientras tomaba otro kunai y lo ponía en las manos del rubio, un brazo se posó sobre el otro del rubio quedando sus cuerpos extremadamente cerca, él detrás del menor, su cuerpo tembló por un instante al sentir la cercanía con el ojiazul y no pudo evitar que ese aroma casi envolvente lo rodeara, levanto sus brazos y ayudó al rubio a lanzar el kunai que cayó muy cerca del centro.

 

El rubio se separó casi de inmediato y corrió hacia la diana para ver que tan cerca había estado —¡Wow, impresionante dattebayo!— exclamó contento, directo a un desconcertado Sasuke que no terminaba de entender el por que de todas sus extrañas reacciones, levantó la mirada y pudo ver como el rubio corría de regreso hacia donde él se encontraba aun en cunclillas — ¡Gracias!

—Tonto no corras o tropezarás— pero apenas terminó la frase, el ojiazul chocó con una piedra y cayó hacia él impactando sus labios con los del mayor, ambos abrieron desmesuradamente los ojos al sentir el contacto, el pelinegro colocó sus manos en las caderas del menor en un intento de sostenerlo, Sasuke sabia muy bien que había podido esquivar ese beso, que se habría podido mover y haber evitado el contacto, sin embargo su cuerpo no se movió.

 

—¡Lo... lo siento—ttebayo!— el rubio se separó casi de inmediato, con un fuerte sonrojo en las mejillas y con sus manos tapando su pequeña boca —¡¡No fue mi intención!!— se apartó un poco mas con los nervios de punta —¡¡LO SIENTO!!— y salió corriendo del lugar dejando atrás a un asombrado Sasuke aún perplejo.

—Naruto.— susurró bajamente, rozó sus labios con sus dedos mientras veía al rubio alejarse, su pecho había latido con una intensidad indescriptible y su cuerpo había vibrado por completo. tan solo. con un simple beso.

 

—Vaya Sasuke.— una voz conocida para él lo hizo ponerse nervioso y erguirse de inmediato

—¿Neji?—

—No sabia que tuvieras novio— comento algo burlón el castaño mientras de un salto quedaba frente al pelinegro con sus brazos cruzados.

—Cállate.—

—Aunque debo admitir que no tienes mal gusto, el hijo del Yondaime es muy. Como decirlo ¿lindo?— Sasuke arrugó el entrecejo —Aunque si lo piensas bien quedarías como un pedófilo—

—Basta— Sasuke recuperó su apariencia fría y desinteresada de siempre —¿Qué haces por aquí?—

 

—Vine porque Yondaime—sama me mandó a buscarte, al parecer tenemos misión.

 

 

“Yo soy la barrera que tienes que superar.

“No sigas los mismos pasos que tu hermano.

¡No perderé ante ti, teme!

“¡Sasuke—kun!

Los que dejan atrás a sus amigos son lo peor. Son escoria.

“No sé por qué lo he hecho. Mi cuerpo se ha movido solo.

 

Su pecho subía y bajaba constantemente, su respiración era agitada y apretaba sus ojos con algo de fuerza sin poder levantarse, empuñaba la sabana bajo su cuerpo, y el sudor corría por su frente, era consciente de que no era una época calurosa, aun así no podía evitarlo, su cerebro intentaba analizar una situación demasiado increíble, demasiado insospechada, poco real.

 

“No es necesario. Él vendrá a mí.

“Este no es el Sasuke que yo conozco, él no es un cobarde ¡Este es un impostor!

¿Que paso? Gatito asustadizo.

¡Deténganse!

Tú no eres el único que sufre Sasuke.

¡Tú nunca has tenido nada! ¡¡No sabes lo que es tenerlo todo y perderlo!!

“Así tenga que arrancarte los brazos y las piernas ¡Te regresaré a Konoha!

 

Ese beso. ese condenado beso lo había desestabilizado por completo, tanto que podía asegurar que ya estaba alucinando, todo lo que pasaba por su cabeza no podía ser real, no tenía que ser real, su cuerpo se convulsiono un poco e inevitablemente tosió, se movió bruscamente y aferró aún más sus manos a las sabanas, no podía despertar. Y empezaba a desesperarse.

 

“Sa…suke”

“Deberías dedicarte a entrenar más en vez de seguirme.

“Estas vivo por capricho mío.

El Puente De Naruto

“Mi razón de vivir es verlo morir.

¡SASUKE!

 

Se despertó de golpe, sus ojos extremadamente abiertos, su cuerpo temblaba con violencia, llevó sus manos a la cabeza, demasiados recuerdos, demasiadas lágrimas, demasiado dolor, demasiado arrepentimiento, no se fijó en el  momento en que comenzó a llorar. Como si todo se volviera oscuridad a su alrededor y volviera a sentirse sumergido, y le fuera incluso imposible poder respirar.

 

Se abrazó a su cuerpo intentando refugiarse un poco en la locura, su pecho continuaba subiendo y bajando frenéticamente, sus pupilas dilatadas y el frenesí entero que recorría su cuerpo lo hizo sentirse nuevamente pequeño, otra vez perdido, una vez más sin rumbo alguno, estirando su mano hacía un lugar lejano en un grito perdido de auxilio que él no podía soltar.

 

Toda una vida reducida a un manojo de patéticos recuerdos.

Que no debía ser real. No podía ser real.

 

 

Pasaron varios minutos antes de que su llanto se apaciguara y el temblor en su cuerpo se detuviera, había empezado a llover y él continuaba completamente aislado con el mundo exterior, como si nada más existiera, su cuerpo se movió por primera vez y vio con algo de temor una de sus manos girándola un poco y tratando de asimilar lo que en realidad estaba pasando, lo último que recordaba era la pelea con Itachi, verlo morir, luego él cayó perdiendo las fuerzas y casi de inmediato apareció Naruto pidiéndole que no se rindiera y nuevamente aquellas palabras quedaron atoradas en su garganta, esta vez la muerte lo había alcanzado.

 

Pero… Entonces. ¿Qué hacía ahí? ¿Qué había sido toda su vida anterior? ¿Un loco sueño?. en realidad lo dudaba, comenzó a respirar un poco más acompasado ¿había muerto y había reencarnado? Si era así, entonces. ¿Por qué todo seguía igual? Aunque no exactamente igual. él era mayor que Naruto y por varios años.

 

—Naruto…— susurró en voz baja y se levantó de la cama un poco torpe, sin terminar de reaccionar por completo, otra vez estaba junto a él.

 

Todo había cambiado. Naruto ahora lo tenía todo ¿en recompensa? Era lo mas posible, él también lo tenía todo nuevamente, lo tenía todo menos a él. Su mirada se posó en las oscuras calles de Konoha ¿Cuándo había empezado a sentir así por el rubio? Ya ni el mismo lo sabía, quizás su cuerpo se había dado cuenta de todo antes que él aquella vez en el ataque de Haku, miró su cuerpo “Dieciséis años, pero… Naruto apenas tiene diez.” era obvio que entre ambos existía una gran barrera, que él no debía ni podía romper. No estaba bien.

 

No aguantó un segundo más y salió de su habitación rápidamente, necesitaba verlo, inexplicablemente sentía que no lo había visto en muchos años, en menos de un par de minutos ya se encontraba frente a la gran casa que pertenecía a Minato y Naruto, respiró un poco agitado por la carrera y usando todas sus habilidades se coló dentro de la casa con sutileza, lo menos que quería era al Hokage encima suyo, después de detectar el chakra del menor se dirigió de inmediato a su habitación.

 

Y ahí estaba él. Durmiendo plácidamente. Demasiado novato como para detectar su presencia por ahora, quizás lo subestimaba, pero algo en su interior le gritaba que no se equivocaba, se colocó en cunclillas frente al rubio y movió unos mechones de la frente del menor quien dormía de lado ajeno a todo el mundo, una sonrisa se posó en sus labios, aun recordaba aquella vez que se habían visto mientras el permanecía en el muelle, ambos desviando la mirada con un gesto de molestia en el rostro.

 

Quizás esto era lo mejor, ambos cerca pero a la vez lejanos, en una extraña ambivalencia, sufriendo y siendo felices a la vez, observo sus labios una vez más. aquellos labios que hace unas horas había tenido sobre los suyos, inconscientemente o quizás lo suficientemente consciente como para aceptarlo se acerco a los labios del ojiazul y los rozó con delicadeza.

 

Suspiró un poco más aliviado al verlo continuar con su sueño —Esto es lo mejor.— susurró sin convencerse por completo de sus palabras, se levantó y dio un ultimo vistazo al ojiazul quien seguía durmiendo plácidamente, salió por la ventana de regreso a su casa. Lo mejor era alejarse aun mas del menor. era definitivamente lo mejor para Naruto.

 

Dieciocho Años

 

Se escucharon varios aplausos en el lugar, muchas sonrisas, muchos abrazos, el orgullo flotaba en el aire, nuevos Gennin en la villa, los mejores clanes de la aldea, prósperos Shinobis, todos los recién graduados miraban con admiración su bandana y buscaban el mejor lugar para colocarla, definitivamente el mas radiante de todos era el Yondaime quien recibía varias felicitaciones por parte de los aldeanos, casi toda la villa había asistido a la graduación, Iruka se mostraba complacido, era un maravilloso día.

 

—Como era de esperarse de su hijo Minato—san.— expresó Mikoto con una sonrisa en el rostro

—Muchas gracias.— y así siguieron varias felicitaciones, varias frases, definitivamente Naruto era el orgullo de su padre y de la aldea, habían muchas expectativas puestas en él y todos lo sabían, Iruka ya le había advertido que eso pasaría, así que tenía que asumirlo.

 

—¡Esto solo es mi primer escalón dattebayo!— exclamo feliz el rubio mientras le daba un golpe a su bandana.

—Ya lo sabemos tu meta es ser Hokage igual que tu padre— comentó Sakura, todos los graduados se encontraban reunidos después de las palabras de uno de los Hokage.

—Me alegro mucho por todos ustedes.

—Gracias.— contestaron todos los novatos al Sandaime que se encontraba frente a ellos.

—Sarutobi.— todos miraron al rubio un poco extrañados por la confianza que le mostraba al Sandaime, pero ninguno se sorprendió demasiado, Naruto era así de confianzudo con todo el mundo —¿Me darás el regalo que me prometiste?

 

—Por supuesto que si Naruto— los ojitos del rubio brillaron con alegría —Pero más tarde.— movió un poco los cabellos del ojiazul quien dibujo un puchero en el rostro —Nos vemos muchachos.

—Naruto.— una voz que rayaba entro lo maternal y lo determinado llamo la atención de algunos.

—¡Tsunade—obaachan!—

—¡Ya te he dicho que no me digas así!— le dio un golpe en la cabeza al rubio quien se quejo un poco —Y yo que pesaba darte un regalo por tu graduación. Pero ya veo que no te lo mereces.— giro para darle la espalda al menor quien la tomo de la ropa.

 

—Ya. Disculpa. pero ¡¿me das mi regalo?!— pregunto entusiasmado el ojiazul.

—¿Qué pasa aquí?— pregunto el Yondaime acercándose al pequeño grupo que se había formado.

—Papá, Tsunade—obaachan se arrepintió de darme el regalo.

—Ya. ya. no seas tan exagerado Naruto.— la mujer volvió a girar y se saco el collar que llevaba puesto —¿Sabes que significa esto verdad?— Naruto asintió, por supuesto que conocía ese collar azulado, representaba mucho para la rubia, lo sabia muy bien —Pues este es mi regalo.— colocó el collar en el cuello del rubio quien la miro completamente sorprendido al igual que todas las personas a su alrededor —Felicidades por tu graduación— depositó un dulce beso en la frente del menor, y el pequeño sonrojó que afloró de sus mejillas logró hacerla sonreír.

 

Por fin Naruto reacciono y vio el collar que ahora colgaba en su cuello, esto era realmente valioso. pero mucho mas lejos del valor económico, era el valor sentimental que este representaba para Tsunade, todos continuaban asombrados por el gesto de la rubia, sabían que ese momento llegaría en algún momento, pero nunca pensaron que tan pronto, definitivamente Tsunade estaba repleta de expectativas en el menor —Gracias.— fue el único sonido que salió de los labios de Naruto antes de fundirse en un abrazo con la rubia.

 

Sasuke simplemente observaba de lejos a Naruto, se lo había propuesto y hasta ahora lo había cumplido, desde que recordó su ‘vida pasada’ por llamarlo de alguna forma se había alejado por completo del menor, un suspiro se escapó de sus labios y se arrimó en el árbol que había detrás de él, pudo ver como su hermano se encontraba unos pasos más alejado de él, con su club de fan a su alrededor, por suerte su club de fans no se encontraba cerca ¿Qué tontería era esa?

 

A ratos podía ver como su hermano mayor desviaba la mirada hacia Minato quien permanecía sonriente y a ratos abrazaba a su hijo, Sasuke no era tonto. y aunque a su manera había puesto una gran distancia con su hermano por los eventos pasados, de alguna manera sabia que este Itachi no era el mismo de antes, el caso es que se había dado cuenta de las miradas fijas que el mayor de los Uchiha solía lanzarle al Yondaime, quizás al resto engañara, pero a él no lo hacía.

 

Paso cerca de dos horas y el lugar se fue despejando, todos felices por que pronto habría alguna fiesta o algo por el estilo, para ser mas exactos solo quedaban los Uchiha quienes habían planeado una comida en honor a Naruto, y también estaban invitados el Sandaime e Iruka quien terminaba de cerrar el lugar para poder marcharse, aquello no le gustaba, Naruto en su casa. no ayudaba. todos empezaron a caminar con algo de despreocupación y en unas cuantas conversaciones, una especie de remolino se formó entre ellos acompañado por unas hojas.

 

—Hola.— ante ellos apareció un peliplata con su cara semi tapada y con ese gesto de despreocupación en el rostro que solía exasperar, todo mientras las hojas terminaban de desaparecer —Disculpen la demora pero es que.

—Ni te molestes Kakashi— habló amistosamente el rubio mayor —Ya nos conocemos todas tus excusas.

—Así que este es Naruto— Kakashi se acercó al rubio quien lo miraba fijamente y levantó uno de los mechones que tapaba la bandana —El orgullo del Yondaime.— comentó cerca de su rostro quien pareció ligeramente estático ante el acercamiento del mayor.

 

—Vamos, u oscurecerá mas— fue el cortante comentario de Sasuke quien continuo caminando con el entrecejo arrugado, luego de esto el resto también lo siguió, aquella reacción por parte del rubio lo había molestado, apretó los puños de sus manos que permanecían dentro de su pantalón, tenia que apaciguar sus emociones. él no perdía la calma con facilidad, además supuestamente iba a ignorar a Naruto, entonces. ¿Por qué molestaba tanto su reacción?

 

 

 

—¡¿Cómo que piensas rechazar el llamado de ANBU?!— Sasuke simplemente se acomodó en el asiento frente a su padre

—Lo que te acabo de decir, pienso continuar como Jounin— Itachi detuvo sus pasos quedándose frente al umbral de la puerta, aquella conversación no llegaría a buen rumbo

—¡Pero ser ANBU es uno de los mayores honores para un shinobi!

—No me interesa.— hizo una pequeña pausa y habló justo antes de que su padre volviera a hacerlo —Y no me importa que Itachi sea un ANBU desde hace varios años, esa es su vida y esta la mía, no pienso pertenecer al ANBU.— se levanto de su asiento y cruzo una rápida mirada con su hermano —Además no lo estoy consultando, lo estoy comunicando.

 

Salió de su casa sin pronunciar otra palabra, por supuesto que se dio cuenta de la mirada de preocupación de su madre, ella ya sabia sobre su decisión, pero él era consciente que era cuestión de tiempo para que su padre lo asimilara y terminara aceptándolo, a diferencia de antes en esta ocasión su familia no estaba a cargo de la policía, así que el mayor orgullo de un Uchiha era pertenecer al ANBU, pero él no quería eso y ya lo había decidido, era consciente de que quizás no era lo mejor, pero a estas alturas ya no se iba a echar para atrás. la noche anterior durante la dichosa cena lo había decidido.

 

Camino hacia la academia y por suerte se encontró con quien quería hablar justo antes de que ingresara al lugar —Iruka—sensei— el castaño giro tranquilamente y lo saludo cortésmente —Quisiera pedirle un favor.—

—Claro. ¿De qué se trata?

—Me imagino que ya le comunicaron que seré Jounin designado para un grupo de novatos.— el castaño solamente asintió —Bien, quería pedirle que me asignara a alguien en especial.

—¿Quién?— pregunto sin darle vueltas al asunto.

 

—Uzumaki Naruto— metió las manos en su pantalón e intento sonar despreocupado.

—¿Naruto y por qué él?

 

—Es el hijo del Yondaime y se tienen puestas muchas expectativas en él, lo quiero a mi cargo, después de todo yo estoy entre los Jounin elite de Konoha, no le veo el problema.— Iruka lo pensó por un momento, tenía ese deje de insatisfacción ante lo expuesto por Uchiha, sin embargo el hecho de que Sasuke lograra elevar todas las expectativas que pudieran crearse sobre Naruto le resultó atrayente.

 

—De acuerdo.

—Perfecto, muchas gracias— r sido lo único que había llevado a Sasuke frente a él, puesto que brevemente el menor ya que se encontraba dándole la espalda para marcharse de ahí.

 

—Sasuke.— lo llamó nuevamente, por lo que el pelinegro solamente ladeo el rostro —¿No te interesa saber quienes serán los otros integrantes?—

—No— fue la escueta respuesta del mayor antes desaparecer de un salto, en definitiva ya no le importaba nada mas, egoístamente no quería que Kakashi estuviera a cargo del rubio, quizás eso seria lo mas seguro, y por la forma en que Naruto había reaccionado el día anterior, su lógica no lo había soportado, no quería que Naruto se fijara en otra persona. alejarse no había servido de nada. y ahora ya no podía echarse para atrás.

 

FIN CAPITULO UNO

 


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