La melodía era simplemente hermosa, aun mas porque mis dedos eran la que la iniciaba, las teclas se encontraban frías, amoldándose a lo largo de mis dedos, me sentía en una nube, una burbuja en la que solo yo podía estar. Me olvidaba de todo, y de todos, solo yo y el piano nos encontrábamos, como cada vez que tocaba aquellas teclas, sentía un vinculo muy fuerte, y acariciándolas con mis dedos sentía que le contaba todas mis penas y el instrumento me apoyaba, me animaba a continuar, vibrando de una forma magia, asiéndome adictivo a aquella bella sensación.
El paso de las horas era irrelevante, no importaba, ahora estaba en mi propio mundo, donde no existían las lágrimas, ni los abusos solo felicidad que imploraba nunca se acabara. Pero, como todas las mañanas volvía a la realidad.
Asqueado por mi reflejo en el espejo fui a darme un baño, nunca pensé que llegaría a verse horriblemente mal como lo hacía ahora, las ojeras eran más que enormes, mi rostro se veía pálido casi sin vida, mi cabello castaño opacado, mi figura debilucha y mis ojos sin vida. Un asco
¿El motivo? Una ruptura, no fue nada especial, solo me destrozo y ya, proclamando que era lo peor que le paso en la vida, que nunca me amo, que solo le gustaba mi cuerpo y nada más. El era mi vida, mi todo, mi primer amor, el primero en todo. Habíamos pasado juntos 3 años, para serles sincero, los mejores de mi vida, aun no lo asimilo, cuesta, más de lo que me imaginaba. Leí de eso una y mil veces en libros, anunciando que solo era exageración, que solo era fantasía, ahora sé que no es así, daría todo porque así fuera, pero aunque sea lo que más desee e implore, el ya no volverá. Así de simple.
Por qué? Pasan los días e incluso los meses y sigo preguntándomelo, si tan solo era diversión… ¿Por qué me dijiste que me amabas? ¿Por qué me sonreías de esa manera? Sé que no te importaba, pero un poco de consideración no habría estado de mas ¿No crees? Soy tan idiota que si vinieras con rosas y una gran disculpa, dejaría todo e iría de nuevo contigo, cavando mi propia tumba.
Pero no te preocupes, aunque duela, encontré un reemplazo al cual puedo contarle todo, sin que me juzgue, sin que me ofenda, no es exactamente una persona, es algo mas valioso, que nunca traiciona y siempre te recompensa cuando lo acaricias, simplemente es hermoso mi piano… Lo amo tanto, mi único apoyo incondicional, con el cual puedo sacarme la máscara, contándole mi día, y lo que te extraño.
Repito soy un idiota, un idiota enamorado, no hago más que pensarte y amarte, aunque lo dije pocas veces, no dudes que te ame, te amo, y lo seguiré haciendo. Mi felicidad esta a tu lado pensé mil veces, una sonrisa era capaz de tirarme a tus pies, y lo más triste es que lo sigue haciendo. Me hiciste dependiente, dependiente de un amor que no existía y que yo creía verdad.
Hoy… es mi último día, quiero verte una última vez, quiero escribirte lo que he sentido en el tiempo que te fuiste, puedes tirarla, arrugarla, guardarla, ocultarla, todo lo que quieras, solo léela aunque sea una vez, por favor. Ya me despedí de mi adoración, creo que él me comprende, sabe mi motivo, seguro me perdonara. De los otros ya me despedí, silenciosamente.
Nii-chan me has hecho muy feliz, apoyándome, mostrándome apoyo incluso ahora que doy asco, hago esto para no tener que preocuparte a ti también, sabes mejor que nadie que no me gusta causar molestias, también sabes mejor que nadie lo que él fue en mi vida. Espero no me odies, ni a él tampoco, yo no lo odio nii-chan, no podría hacerlo, me regalo mil y una sensaciones, las mas maravillosas, las más penosas y también las tristes.
Lamento desperdiciar mi vida, la vida que tu criaste pero ya no lo aguanto, pienso que lo hace apropósito, encontrarme a donde voy, caminando donde yo camino, es horrible. Lo he visto, encontró a alguien, alguien que lo hará sentir feliz, como yo no pude hacerlo.
Gracias por todo, por tus preocupaciones, por tus cuidados, por todo.
Lagrimas me abrazan, solo estoy mirando al techo, todo está listo y en su lugar, solo necesito despedirme de mi mismo y todo se solucionara. Es estúpido, lo sé, renunciar a mi vida solo por un hombre, es absurdo e idiota, pero no puedo evitarlo, ¿Sabes por qué? Porque te amo… más que a mí mismo. Como dijiste ese día, “Seria mejor que desaparecieras” Eso mismo hare, mi deseo es tu felicidad y tu seguridad, te he escrito la carta, lo más importante son las dos últimas palabras, lejos de que sientas lastima por mi te la he enviado, mi última voluntad está escrita en esas dos palabras.
Una vez más espero seas feliz con todo mi corazón y mi ser
Las muñecas me arden, la cuchilla aprieta, las lagrimas siguen brotando, duele, duele más el corazón que el cuerpo. “Usagi-san” tu, mi último pensamiento antes de partir.