Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Prohibido por BBLiiz

[Reviews - 5]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Esta es la primera vez que subo un OS, estoy nerviosa (?

Gracias a mi bebes, Eren, Zai y Lene, por animarme a subirlo, la loveteo.

Notas del capitulo:

Es cortito pero espero que les guste.

Lo conocí en mi último año de preparatoria. Mi madre y yo nos habíamos mudado a Seúl por su matrimonio. Después de que papá murió nunca la había visto tan feliz, y aunque no estaba muy de acuerdo con su decisión, por ella lo intenté. No quería que su hermosa sonrisa desapareciera, ya que ella sola había cuidado de mi desde muy joven. Lo que no sabía era que las cosas no iban a ser nada fáciles para mí. Cada día iba a ser un tormento, no por mi nuevo padre, si no por mi, por mis estúpidos sentimientos que iban creciendo cada vez más, y que cuando me dí cuenta fueron imposibles de borrar.

 

El día en que lo conocí era soleado, en el mes de febrero. Acabábamos de mudarnos con mamá a la que sería nuestra nueva casa. Me quede impresionado cuando la vi, era súper grande y bonita. Ese día en la noche iba a conocer a mi nuevo padre, la boda de ellos dos se realizaría poco tiempo después.

 

Para vestir elegí un polo color gris de manga larga, que se ajustaba perfectamente a mi cuerpo, y unos pantalones blancos apretados. Quería lucir perfecto para darle una buena impresión a mi nuevo padre.

 

El restaurante elegido era muy elegante, nunca había estado en un lugar así, todo parecía tan perfecto. Mi madre iba guapísima, me había tenido muy joven, además de que se conservaba muy bien, siempre nos confundían con hermanos y yo decía bromeando que era mi novia.

 

A los pocos minutos de habernos sentado en la mesa, apareció el prometido de mi madre. Era un señor muy apuesto, un poco mayor que ella, rondando los 40 años, que se conservaba muy bien. Mi madre se paró a recibirlo y le dio un tierno beso en los labios. La verdad sentí un poco de celos, pero los disimule muy bien. Entonces ella me lo presento y nos dimos las manos.

 

Después de charlar un rato, me dí cuenta lo mucho que amaba a mi madre y me sentí feliz, por ella y por mí, por fin iba a tener la familia que tanto deseaba. Además de que mi nuevo padre era el dueño de una importante cadena de hoteles de lujo, pensé que ya no pasaríamos problemas de dinero, ya que mamá y yo eramos personas muy humildes.

 

De repente vi como se iba acercando a la mesa un chico muy apuesto, alto, pelo negro y ojos tan oscuros como la noche. Cuando nuestras miradas se juntaron sentí escalofríos, ¿cómo alguien podía ser tan jodidamente perfecto?. Iba vestido con un suéter negro y unos vaqueros, no sé por qué pero me quedé embobado mirándolo. Hasta sentí cómo me sonrojaba un poco, su mirada era muy intimidante.

 

En ese momento el señor Choi Sang, que era el nombre del prometido de mi madre, nos presentó a su hijo, Choi Seung Hyun. Me quede estupefacto, no tenía idea que iba a tener un hermano, y menos uno tan guapo. Como pude lo salude y le dije mi nombre, Kwon Ji Yong.

 

Yo sabía de mis preferencias hace mucho tiempo. Era homosexual. Mi madre lo sabía y me apoyaba totalmente. De hecho ya le había presento a un par de novios que tuve, así que sabía que convivir con él se me iba a hacer difícil. Pero fue mucho peor de lo que pensé.

 

Él era un chico rebelde, que hacía lo que quería, por eso siempre estaba discutiendo con el señor Sang. Se iba de fiesta y llegaba días después, cada fin de semana llegaba borracho y ni qué decir del estudio. Era un año mayor que yo, así que tendría que estar en la universidad, pero él ni siquiera asistía.

 

Y yo era muy distinto a él, aunque también me iba de fiesta con mis amigos, no me gustaba beber. Además de que era muy listo y siempre estaba en los primeros puestos de clase. Pero aún así yo anhelaba ser un poco como él, tener esa libertad, ese descaro.

 

Al principio, no hablábamos mucho, él simplemente me molestaba, diciéndome que parecía una chica o que era un tonto por hacer caso a lo que nuestros padres siempre decían. Ni siquiera sabía por qué me ponía tan nervioso cuando estaba cerca de él. Quizás era esa mirada tan intimidante o esa voz tan profunda, solo sabía que me ponía muy nervioso.

 

La primera vez que lo vi salir de la ducha solo con la toalla envuelta en su cintura, sentí que me faltaba el aire. Ese cuerpo perfectamente marcado, ver cómo las gotas de agua que caían de su cabello rodaban por todo su cuerpo, fue demasiado para mí. Sentí un impulso de ir y lamer lentamente cada gota y tocar todo su cuerpo, mi corazón empezó a latir como loco. Ahí supe que él me gustaba, que me gustaba muchísimo.

 

Con el pasar del tiempo fuimos hablando un poco más, nos hacíamos poco a poco más cercanos, el problema era que ese algo en mí iba creciendo. Cada vez quería saber más de él, quería conocer todo, qué le gustaba qué no le gustaba. En todo momento estaba en mi mente, era como una droga, quería cada vez más y más, pero sabía que esos pensamientos estaban mal, muy mal.

 

Un día que nuestros padres no estaban, él llevo a uno de sus ligues. Como era habitual, al ser tan apuesto prácticamente todas las semanas estaba con alguna bella mujer. Eso a mi me ponía celoso, me irritaba mucho, así que para no verlos tan acaramelados comiendo me encerré en mi cuarto. La putada era que estaba al lado del de él, así que cuando se encerraron ahí, perfectamente podía escuchar como los dos gemían de placer. Estaba muy enojado. Yo quería ser el que estuviera hay con él. Escuchar sus gemidos roncos me excitaba muchísimo.

 

Así que empece a masturbarme, estaba muy duro y me dolía. Empece con movimientos suaves, de abajo a arriba, me imaginaba que era él el que me estaba tocando, que era por mí que estaba soltando esos gemidos. Poco a poco fui acelerando el movimiento, apretando de vez en cuando el gangle, hasta que el movimiento se hizo frenético y sentí cómo llegaba el orgasmo. Pero después de eso no quedaba nada, me sentía vació, como una mierda y lo peor es que eso cada vez pasaba más seguido.

 

Un año paso volando, me llevaba muy bien con mi nuevo padre, el cual me metió a estudiar empresariales en la mejor universidad del país. Para mi mal también empezó a estudiar conmigo mi querido hermano, ya que se había tomado un año sabático y papá quería que los dos estuviéramos juntos. En ese momento mis sentimientos por él ya eran gigantescos, pero los ocultaba muy bien. Sabía que nadie sospechaba y menos él, que siempre me estaba diciendo para salir a ligar y me presentaba a todas sus novias.

 

Yo también era un chico apuesto, siempre me estaba preguntando que por qué no tenía novia, que estaba desperdiciando mi juventud y cosas así. Un par de veces me obligó a salir con él, pero yo lo odiaba. La pasaba tan mal viendo cómo le coqueteaba a las chicas, cómo las acariciaba y les daba besos, cada vez que veía eso mi corazón se rompía y yo creaba una capa de hielo en mi para que nadie notara aquello.

 

Pasaron un par de años y las cosas seguían igual, mis sentimientos por él iban creciendo y mi frialdad al mundo aumentando. Ya estábamos por graduarnos, así que decidimos hacer una fiesta en casa con todos nuestros amigos.

 

Esa noche bebimos demasiado, yo estaba muy borracho y Seung estaba peor que yo, ese día quería soltarle al mundo mi tormento, pero no podía. Así que sigilosamente me fui a mi cuarto, pero sorprendentemente él fue detrás de mí y se encerró conmigo en el cuarto.

 

Él estaba tan borracho que sabía que al día siguiente no se iba a acordar de nada, así que, como mala persona o persona completamente enamorada, me aproveché de la situación. Decididamente lo besé con pasión, como siempre había querido. Sus labios eran tan suaves, su boca tan cálida. Nuestras lenguas luchaban por ver quién era el que controlaba, se movían de un lado para otro examinando completamente la boca del otro.

 

Estuvimos mucho tiempo así, besándonos, mientras tocábamos sin descaro completamente el cuerpo del otro. Mientras nos chupábamos y nos dábamos pequeños mordisquitos por el cuello, clavícula y pecho del otro, nos arrancamos la ropa, que en ese momento solamente estorbaba. Entre besos y lametones por todo el cuerpo, llegamos a mi cama en donde Seung me tiró con fuerza sobre ella.

 

Para ese momento ya estábamos completamente desnudos, Seung se acostó encima mío acomodándose perfectamente entre mis piernas y dio inició a otro beso salvaje. Ya los dos estábamos completamente duros, así que nos dimos placer mutuamente. Sus manos sobre mi erecto miembro eran mejor de lo que siempre me había imaginado y el suyo, wow, el suyo era muy grande, magnífico. Nuestro movimientos empezaron siendo lentos, pero poco a poco los fuimos intensificando.

 

Ya faltaba poco para que llegáramos al clímax, nuestros movimientos de arriba abajo sobre el otro eran frenéticos, pero en ese momento Seung se detuvo y me detuvo a mi. Metió tres de sus dedos en mi boca, los cuales chupé con ganas y me dijo al oído que quería correrse dentro de mi.

 

Otra vez nos fundimos en un beso apasionado, mientras Seung metía uno de sus dedos y empezaba a moverlo en círculos, poco a poco sus otros dedos fueron entrando en mi entrada, me dolió mucho pero él rápidamente encontró el punto que me hacía ver las estrellas, cada que tocaba ahí era tan jodidamente bueno, por eso no podía parar de gemir. De repente sacó sus dedos y me dijo que no aguantaba más y metió de una su enorme miembro en mí. Pensé que me había roto algo, era tan doloroso, las lágrimas amenazaban con salir, pero no me quejé, eso era lo que siempre había querido y ahora estábamos ahí los dos siendo uno. Estaba inmensamente feliz, sentí la felicidad que hace años atrás había perdido, en el momento en que me enganche a ese imposible amor.

 

Cuando mi cuerpo se relajó Seung, se empezó a mover. Primero era lento, pero yo quería más, así que cuando se lo dije sus movimientos se intensificaron. Cada vez iba más rápido dando de lleno en mi próstata, con cada estocada veía el cielo, sentía un millón de sensaciones viajar por todo mi cuerpo, no quería que acabara ese momento. Oír los gemidos de Seung en mi oído era gloria para mí, se acercaban nuestros orgasmos, Seung empezó a masturbar mi miembro a la misma velocidad que sus penetraciones y en un par de minutos los dos nos corrimos gritando el nombre del otro.

 

Después de eso Seung se quedó completamente dormido. Entonces yo recogí todo el desorden que habíamos hecho y lo vestí. Esa noche dormí tan pacíficamente y tuve un sueño hermoso. A la mañana siguiente fue como predije. Él no se acordaba de nada, pero yo había llegado a mi limite, tenía que ponerle fin, ya no aguantaba más, poco a poco me iba apagando. Así que decidí alejarme a hacer mi máster y doctorado en otro país, me fui lejos para así poder olvidar mi doloroso amor.

 

En mi estadía en Inglaterra conocí a un chico, Lee Seung Hyun. Sí, para mi mal tenían el mismo nombre, pero desde el primer momento él se interesó en mi. Era un chico muy guapo, un año menor que yo, de mi altura, pelo negro y con unas características ojeras que lo hacían ver muy tierno, como un panda.

 

Al poco tiempo de conocernos empezamos a salir, la pasaba muy bien a su lado, me divertía y volví a reír, cosa que hace años no hacía. Mi corazón después de muchos años de sufrimiento por fin respiraba aliviado. Él fue la primera y única persona a la que le hablé de mi prohibido amor, lloré delante de él como nunca lo había hecho, pero él estuvo ahí para apoyarme y ayudarme a seguir a adelante.

 

Ya han pasado cuatro años desde eso, y aunque lo amo mucho, no es con la misma intensidad que a mi primer amor. Hace un par de meses nos vinimos a vivir a Corea y hoy es nuestro gran día, el día de nuestra boda.

 

Y aquí estoy delante del espejo mirándome, vestido de la forma más elegante posible y recordando como idiota lo que hace mucho tendría que haber olvidado.

 

- Pff – Suspiré, realmente recordar me hace mal.

 

- ¿Y por qué ese suspiro? - Mierda no, acabo de escuchar esa profunda voz, después de tantos años, siegue siendo igual. Temeroso me doy la vuelta y lo miro.

 

- Es normal, estoy nervioso.

 

- Te ves muy guapo - Ha dicho que estoy guapo, no me lo creo.

 

- Gra.. gracias – Que idiota y ahora por qué tartamudeo.

 

- No pensé que llegarías a casarte y menos con un chico - ¿Qué mierdas ha dicho?

 

- Pues pensaste mal, y si no te gusta puedes irte – Creo que he sido muy borde.

 

- No, no lo dije a mal - ¿he? ¿por qué agacha la mirada? ¿Y por qué parece triste?

 

- ¿Te pasa algo?

 

- Sí – No, por favor, no me mires así – Ji – No, no digas mi nombre de esa manera- Lo siento, sé que ahora no es momento para decirte esto - ¿Por qué late tan rápido mi corazón? Estúpido corazón.

 

- No, no quiero escuchar lo que tengas que decir.

 

- Lo siento, pero tengo que decírtelo, no puedo callar más -Levanto mi cara y lo miro, miro esos ojos negros tan hermosos, siempre me perdía en su mirada- La verdad es que recuerdo perfectamente lo que pasó esa noche, el día de nuestra graduación.

 

-¡¿QUÉ?! - No, no, no.

 

- Desde ese día algo cambio, me arrepiento muchísimo por no habértelo dicho, pero antes de aclaras mis sentimientos desapareciste y no supe nada de ti hasta hoy.

 

- Por favor, no digas más, te lo suplico no digas más – Si dices algo más no aguantaré las ganas de llorar.

 

- No te preocupes, no vine a parar tu boda ni nada por el estilo. Solo quiero que sepas que en estos cuatro años que te fuiste no dejé de pensar en ti. Y ahora, ahhh, de verdad que deseo que seas muy feliz. Fui un estúpido e inconscientemente te hice sufrir mucho, así que espero de todo corazón que me puedas perdonar.

 

Cuando me doy cuenta las lágrimas salen de mis ojos sin parar, mi corazón por fin se siente libre de tanto sufrimiento, como si todo lo que había pasado nunca hubiese existido, como si todo hubiese sido un sueño.

 

- No llores, pequeño.

 

- Gracias por decírmelo. Yo de verdad te ame muchísimo, pero hoy voy a casarme con el hombre que me saco del sufrimiento de ese amor.

 

- Sí lo sé y espero que seas inmensamente feliz, como te lo mereces.

 

Le ofrezco mi más sincera sonrisa, y nos fundimos en un abrazo, despidiendo ese amor que nunca dio sus frutos.

 

 

 

 

Notas finales:

Gracias por leer~


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).