Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El nacimiento de Darkang por Lusiam Uzuuchi

[Reviews - 0]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

¿Como se puedes pasar de no ser nadie, a que la gente se pelee por estar a tu lado? Leandro lo savia muy bien, el era un play boy de quince años  mimado e idolatrado por  todas las chicas . Y hoy él, el ser que era la burla de todos los amigos del dios de la escuela, le vio en una comprometida situación.

Wolfgrang  jamás  imagino lo  que sus    ojos  vieron, el  play boy de la  escuela   , se  hallaba en una   comprometedora situación con uno de sus superiores.

El era la mofa de todos los del instituto, quizás porque a lo largo de su vida siempre fue el centro de sus burlas.

De crio tenía un grave problema con los dulces, un muy grave problema, que ocasiono que todos tendieran a mofarse de él.

A los diez le pusieron unas horrendas gafas de pasta, que ayudo a fomentar las mofas de sus compañeros.

Tras mucho ejercicio y dieta saludable perdió muchos kilos, pero le pusieron aparatos, pasando por una etapa de descuide total.

Luego entro al instituto y aprendió lo que en verdad era el desprecio, pues al parecer lucia débil y afeminado, al principio debido a su timidez todos le entraban coqueteando, y el no savia que ocurría, luego todos le decía niña, incluso gastaban bromas haciéndole llevar vestidos.

Leandro nunca se había metido con él, se conocían desde jardín de infancia y se respetaban mutuamente, cosa que hasta el momento habían mantenido sin necesidad de palabras.

Acababan de  cortarle  un mecho del pelo su único amigo, el tímido y retraído de Isai un año mayor que él, con el que ha veces también se metían, pero él jamás decía nada y eso le ganaba el pasotismo de sus compañeros.

Suspirando había regresado al Baño  a intentar reparar el destrozo en su cabello con un mechón más corto que el resto, consiguiendo empeorarlo, su aspecto en esos momentos no era el mejor con el chándal de gimnasia puesto, el cabello lleno de trasquilones, las enormes gafas de pasta y una reacción en su blanca piel, habían ocasionado que vagara sin muchos ánimos de volver, por el pasillo aparentemente desierto hasta que oyó un grito atrayendo su curiosidad hacia la entornada puerta.

Nadie pasaba ya por el viejo ala del instituto , lugar perfecto para saltarse las clases , la cual usaban como almacén y por ser monumento no sé cuantos no la podían tirar, pese a hallarse en desuso , no esperaba hallar a nadie allí por lo que ese grito ahogado le atrajo curiosidad y pánico por que le pudieran ver, pero si esperaba hallar a alguien que al verle se mofaría, lo único que hallo era a una pareja en pleno acto sexual haciendo que le subieran los colores , no quería quedarse a espiar a la pareja, pero ellos habían cambiado de posición y solo atino a esconderse tras una pila de trastos en desuso amontonados junto a la puerta .

Su cara podría competir con el rojo de los tomates mas maduros y con una mano tapaba su boca evitando que se ollera cualquier ruido que de esta pudiera salir, desde su escondite podía ver a la pareja por los huecos que quedaban entre la montaña.

Ante sus ojos y gracia a la nueva posición de los amantes observo al repelente superdotado del curso , el favorito de los profes los cual solo tenían gratas palabras para él , el niño mimado de la escuela, se hallaba en bachiller y el mes que viene terminaría sus estudios en ese centro marchándose al extranjero al siguiente día, pese a no tener intención a estar allí, compadeció a su pareja a la cual por primera vez miro, consiguiendo ahogar la exclamación que amenazo con escapar de su apresamiento.

Bajo el mayor estaba ni más ni menos que el motivo de suspiros de muchas de sus compañeras, el play boy del instituto, jadeando bajo las manos del mayor, no savia como reaccionar, tenía una vista de sus semí desnudos cuerpos, intentando apartar la vista y a la mínima oportunidad huir, no quería que le pillaran espiando y menos sin ser su intención.

La pareja tras caer rendidos al suelo se dispusieron a cambiarse, el se adentro mas entre los trastos VIENJOS allí amontonados procurando no tocarlos.

-A partir de hoy; lo nuestro a terminado -le ordeno el mayor tajante
-Entiendo, este será el adiós-le respondió en un susurro

-Saldré yo primero para que no nos vean juntos- ordeno marchándose sin mirar atrás ni en dirección a donde el pobre espectador involuntario estaba oculto.

Cuando al fin los pasos se perdieron por los pasillos, Leandro cayó de rodillas al suelo tapando su rostro con sus manos entre sollozos. Al otro lado del montón un confundido y tierno chico se debatía si hablarle o no, al fin optando por la primera.

-¿Te encuentras bien?-pregunto desde la puerta temeroso, el otro joven solo levanto su rostro mirándole

-¿Wolfgrang?-pregunto entre agradecido por su presencia y extrañado por la misma

-Si, soy yo, sé que no es mi mejor día, pero que se le va ha hacer, es lo que hay-respondio tomando su aspecto con optimismo

-Se que no somos amigos – le dijo entre hipos- ¿Pero podrías quedarte a mi lado hasta que acaben las clases?

-Claro – le respondió sentándose a su lado dejándole reposar su cabeza en su pecho mientras acariciaba sus cortos cabellos- Tienes un cabello hermoso – le dijo con dulzura y voz calmada

-¿Si te cuento algo no lo dirás a nadie?-pregunto triste enjuagándose las lagrimas de sus verdes ojos.

-Está claro que no, ¿Quién creería a la niña del instituto?-respondió sin odio como algo natural

-Yo no te veo como una niña, eres alguien al que admiro mucho, un modelo de fuerza y tenacidad- le sonrió por primera vez recibiendo otra de respuesta-Yo desde que entre al instituto…- se puso triste

-No tienes que decírmelo si no deseas, yo no te voy a juzgar –le corto con una dulce sonrisa sin apartar los ojos de él.

-Quiero hacerlo , eres en el único que en verdad confió tanto como para contártelo- le respondió afligido separándose para mirarle a esos hermosos ojos grises tras las horrendas gafas-Pues como siempre tenía a todas las chicas a mis pies y enseguida hice amigos , pero eso atrajo la mirada de uno de nuestros superiores , yo soy pésimo en mate y física y veras el …buenos …se ofreció a darme clases de ellas y una cosa llevo a la otra y acabamos acostándonos , yo estaba avergonzado , confuso y cabreado , todo hay que decirlo , pero él me dijo que solo sería un deporte , una distracción , un entretenimiento, yo salía con chicas y todo eso pero no era tan emocionante, pero no me rendí al ver que el resto se creían por mi sexualidad y lo deje pasar. Hasta el día de hoy en el que termino y descubrí que en verdad nadie me conoce tal cual soy – decía acelerado triste y al borde de nuevo del llanto

-Cálmate, siempre que necesites algo contacta con migo, ven a verme  cuando tú quieras, estaré hay y compartiré tus lagrimas.- le acaricio en pelo sin saber qué hacer

-Gracias- le abrazo estrujándose entre sus brazos debido a ser mas menudo que Leandro, riéndose feliz

-Duerme un rato si lo deseas, me quedare aquí, no quiero regresar a clase- decía haciendo muecas raras

-¿Podrías venir con migo a mi casa?-pregunto haciendo un lindo berrinche

-Claro descansa- le contesto mientras el otro apoyaba su cabeza en sus piernas y este le acariciaba el pelo con dulzura.

Cuando el estrambótico timbre sonó ya se hallaban frente a la puerta principal para marcharse cuanto antes revisando que no hubiera nadie cerca, a presurosos y escurridizos como ladrones se escabulleron entre los callejones hasta la puerta del colegio de la hermana menor de Leandro, una enana muñequita de negros cabellos que sonreía al “nuevo amigo  de su hermano” como ella le había llamado, agarrándose de la mano de su hermano  contándoles que había echo en el colegio emocionada , cuando llegaron a la puerta, el se dispuso a despedirse para regresar a su casa en esos momentos vacía, su único progenitor era medico del hospital New York Eye and Ear Infirmary, y casi no estaba en casa.

-Buenos pues nos vemos mañana y ya hablamos –se despedía

-Quédate- suplicaba la menor en un berrinche muy dulce estirando de la pernera de su pantalón.

-Pero seré una molestia, mejor me marcho ya – decía intentando separar a la niña de su nuevo amigo

- Pasa mis padres no están esta semana- respondió invitándole a entrar

- Tú – llamo el infante estirando de su camisa de deportes

-Wolfgrang- le dijo poniéndose a su altura sonriéndola

-¿Wolfy me ayudas a bañarme?

-¿Wolfy?, no creo que sea muy normal- le respondió acariciando sus cabellos

-Leo lo hace- protestaba la pequeña

-Leandro es tu hermano, yo no- le respondió sonriente

-Vale más adelante será- le dijo sacando su lengua con tono resabio

-Tu hermana es un terremoto- le comento entrando a la cocina- Como tú de pequeño

- Jeje es verdad, tú conoces demasiado de mi –rieron juntos

Los meses iban pasando y su amistad floreciendo, Wolfgrang esa misma tarde fue a la peluquería quedándose con el pelo demasiado corto, para el gusto de Leandro pero jamás se lo dijo.

Todos los días la misma rutina se marchaban juntos del instituto recogían a la pequeña y marchaban a casa, un día si y otro no comían en casa de cada uno de ellos, la pequeña había pillado mucho cariño al mejor amigo de su hermano y con sonrisa maliciosa abreces provocaba accidentes para ver como reaccionaban, los padres estaban encantados y una vez cada tres meses cenaban todos juntos.

En el instituto poco a poco dejaron de meterse con él al haber sido introducido junto a Isai al grupo de los populares y nadie se atrevía a molestar a alguien de ese grupo, su  cabello ahora le llegaba por la mitad de la espalda en una preciosa melena que a Leandro siempre que podía acariciaba embelesado, todas las chicas empezaron a fijarse en él, el cual ahora llevaba lentillas.

-Wolfy , Wolfy – llamaba la pequeña corriendo hacia él con una enorme sonrisa – Monta con migo en esa – suplicaba imitando su cara de berrinche y el tono de Leandro , la pequeña era muy lista y aprendía rápidamente , también intuía que era muy observadora y savia más de un secreto , incluso que ni la misma persona aun sabia .

-Vale vamos – le respondió sonriendo tiernamente, la pequeña le trataba como a un hermano mayo, la verdad era que en esos dos años y medio se habían unido muchísimo las dos familias, él y Leandro habían formado Darkang en el garaje de el mejor amigo de Leandro dos años mayor que tocaba con maestría el bajo.

La pequeña sin mucho esfuerzo les tenía a los cuatro a sus pies concediéndola sus caprichos, como ir al parque de atracciones de central Park. Cuatro adolescentes casi adultos en el parque de atracciones con una chica mimada de ocho años, pero yo me sentía alegre de verla feliz corriendo de una a otra arrastrándome tras de ella.

Al fin Conrad e Isai se la llevaron a montar con ellos a otra atracción, quedándome sentado en un banco bajo el solecito primaveral tan agradable, mientras Leandro compraba los helados para cuando bajaran ese trió.

-Hola- le hablo una chica frente a él ruborizada

-Hola

-Veras es que a mi amiga le gustas y querría conocerte, pero no pasa nada si no es así- decía cada vez más avergonzada.

-Veras es que vine con alguien

-Tienes novia lo siento…- su palabras se cortaron cuando la pequeña Sely se lanzo a mis brazos

-Tío Conrad y tío Isai son unos miedicas no aguantan nada- se reía en burla de los adultos

-Sely no te rías de tus mayores- la regaño volviendo a prestar atención a la joven – No tengo novia- la sonrió

- Papi – le llamo dulce- ¿Dónde está papa?- preguntaba antes de que el pobre Leandro con cinco helados sujetos como podía era casi derrumbado por la menor- Papa, ¡¡¡¡¡¡¡helado!!!!!!!- grito emocionada cogiendo el suyo con entusiasmo mientras él se levantaba para perderle ayudar entre risas.

-Sely compórtate – la regaño alborotando sus negros cabellos entre risas, al pobre Leandro le había caído su helado encima de la camisa.- Lo siento no me interesan las chicas en estos momentos tengo bastante con esta por ahora- le respondió a la chica ante la mirada de sus dos amigos que cogían su helado.

- Oh perdona no queríamos malestar su día en familia – se disculpo la chica antes de regresar.

 

-Es culpa de la damita- respondió Wolfgrang entre risas- Deberías intentar limpiar eso, ven que yo se me un truco casero para evitar que quede mancha al lavarlo – le dijo dirigiéndose entre risas junto a un cabreado Leandro hacia el baño

-Sera mejor que te prepares jovencita están muy enfadados tus “papis”- se burlaba con rostro severo

- ¿Tío Conrad sabes que te quiero mucho?- le pregunto con cara de angelito, recibiendo su asentimiento-¿Me añudaríais a hacerlas creer que esos dos son mis padres?

-Por mi linda sobrina lo que sea- le siguió el juego Isai – ¿donde quieres ir?

- Quiero disculparme  con la señora por molestarla mientras hablaba con papi – decía infantil con voz de arrepentida

-Disculpe – la llamo Conrad a la adolescente que antes había estado hablando con Wolfgrang

-¿Qué desea?

-Mi sobrina se quiere disculpar con usted por lo de antes- le contesto esta vez Isai

- Perdóneme por molestarla mientras hablaba con mi papi- pareciendo arrepentida y al borde del llanto

-oh, ni te preocupes pequeña no me molesto-le respondió sonriéndola con sus labios pintados de color rosa chicle

-¿Puedo preguntar que querías de mi papi?- decía inocente ocultando todo rastro de su verdadero ser

- Oh a mi amiga le gusto, pero entendemos que no está disponible- le dijo otra de las jóvenes

-¿Quería salir con papi?- pregunto en su papel girando la cabeza

- Si pequeña eso es lo que quería no le echábamos más de veinte años- le dijo la que parecía había empezado el follón- Pero entendemos que será mayor- la sonrió

-no, ¿verdad tíos?- pregunto extrañada

-Así es Sely- le respondió Conrad

-¿Está casado?- le dijo otra

-¿Quién?

-Tu padre

-¿Cuál?- pregunto como si la hubiera dicho que despejara una de las raíces del libro de matemáticas de su hermano mayor-Mi papa no, no está casado ¿Verdad tío Isai?- pregunto sonriente

-Verdad preciosa

-Mi papi tampoco, ni mis tíos

-¿Tienes dos padres?- preguntaron extrañadas

-Sely, Isaí, Conrad– llamaron Wolfgrang colorado como un tomate y Leandro con la camisa en la mano y la chaqueta de Wolfgrang que le quedaba  muy  pegada solo puesta en su tonificado torso.

-¿Leandro?- pregunto Isai alucinado

-Estas muy guapo hermanito- le dijo entre risas sin poder ni querer contenerse Conrad

-Callaros y regresemos rápido antes de que alguien me vea así-gruño molesto y con rubor en sus mejillas siendo abrazados ambos por la feliz infante.

- Asta otra viejas – se despidió con sonrisa picara sacándolas la lengua

-Selenity no se dice eso a una mujer – le regalaba Wolfgrang mientras Leandro intentaba ayudarle sin poder evitar reírse agarrando las manos de la niña –Leo no ayudas- le decía enfadado

- Jejejeje tiene razón esas brujas no nos quitaran a nuestro Wolf- se burlaba recibiendo golpes del otro improvisado progenitor.

Notas finales:

Perdonen mis errores apenas empiezo y lo hago lo mejor que puedo


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).