Prologo
Era el año en 1956 en Corea del Sur, o como así le llamamos ahora, ya que no fue sino hasta un año después que regreso la calma para los residentes de esa parte de la península pues finalmente concluyó la división entre las dos Coreas.
Por fortuna, Sehun, un niño fuera de lo común, se mudaba a una provincia cercana de la capital del país del sur, tomado de la mano de su madre, quien a considerar a lado de Sehun lucia mucho mayor al resto de las madres de los compañeros de su nueva escuela, tenía una boca rosada que contrastaba con su piel blanca como nieve, cabello castaño oscuro por donde se asomaban cabellos plateados, sus ojos eran grandes y se asomaban suaves arrugas por las esquinas; ella aún se veía hermosa. Las madres del resto de los niños le miraban con envidia, al igual que se secreteaban entre ellas "como una mujer tan grande puede tener un hijo." Un hijo que lucía tan parecido a ella, demasiado lindo para ser niño.
Sehun no entendía las miradas que se dirigían hacia ellos ni el por qué habían dejado la capital por ese pueblo tan pequeño. Pero confiaba en su mamá más que en nadie, así que la seguía diligentemente, hasta llegar a lo que sería su nueva escuela. Esas escuelas eran solamente para hijos de padres de un alto nivel económico, pero aún era pequeña y con pocos alumnos, tan pocos, que todos asistían a un solo salón sin importar la edad.
-Hunnie...- decía la señora Oh, madre de Sehun, a su pequeño hijo. -Esta será tu nueva escuela, habrá menos problemas que antes, así que no te preocupes por lo demás y solo has muchos amigos.
Ella le mostró una sonrisa tratando de tranquilizarlo al encontrarse en la entrada de la escuela, Sehun sonrió en respuesta a esta, le despidió y al girar su sonrisa se borró, Sehun noto ese cambio en su rostro antes que le diera por completo la espalda y como reflejo dejo de sonreír también, parecía entender un poco más la situación en la que se encontraba su madre; Sehun podía lucir de la edad del resto de sus compañeros pero era más maduro que la mayoría.
Alguien más había notado aquella escena y se acercó con una sonrisa enorme. Era un niño alto de aproximadamente ocho años, cabello oscuro y cortado de manera que lucía un poco tonto, pero tenía unos ojos grandes y tan expresivos que parecían iluminarse cuando sonreía.
-Hola, me llamo Chanyeol, Park Chanyeol. ¿Eres nuevo por aquí verdad?- Sehun le ignoro caminando dentro, el más alto aun sonreía a pesar de no recibir repuesta. -Sí, debes ser el chico nuevo, creí que serias más grande, ¿qué edad tienes?-
El silencio se volvió pesado pero finalmente Sehun contestó. -Tengo 16 años. Debo ser tu hyung, así que como tu mayor te pido que dejes de molestarme.-
-¿Que? ¿16 años? - dijo incrédulo, pero se detuvo un par de segundos para pensarlo un poco. - aah que divertido eres, no soy tan tonto como para creerte.
-Es enserio- contesto cortante, -todos piensan que soy extraño, pero así nací, mi cuerpo crece más lento que el de los demás, por eso me llaman de esa manera, si vas a llamarme monstruo, es mejor te alejes de mi.- Terminó para seguir caminando hacia su salón.
-Ahora entiendo porque eres tan bajito,- rió Chanyeol tratando de alcanzarlo. -Nunca te diré algo como eso, lo juro.
Sehun le había contado su secreto pero no huyó o tampoco burló de él, así que le permitió sentarse a su lado durante ese primer día de clase.