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Síndrome ~ Chanhun por ByunNat

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"El chico nuevo es muy hermoso para ser niño."


El ruido que se colaba por la rendija de la puerta a media noche despertó al pequeño Sehun, tallando sus ojos se sentó sobre la cama e intento mirar hacia fuera, parpadeo un poco por la luz que le lastimaba y finalmente puso atención a aquellos sonidos. Su rostro se tornó triste, podía reconocer un par de voces, aunque debería estar feliz de escuchar a su padre regresar del trabajo, no le gustó lo que escuchaba, su madre se encontraba llorando.


Si bien, su padre nunca la había golpeado o humillado, al contrario, era un hombre mayor, muy alto y delgado, amaba a su mujer como a ninguna otra, a pesar de ser una época donde las muestras de afecto no eran tan comunes, siempre en la privacidad de su hogar le abrazaba y le decía cuanto la amaba; a Sehun siempre le cuido y cuando no trabajaba, que aunque eran pocas veces, siempre le dedicaba tiempo para jugar con él, salir a pescar o simplemente platicar de cómo han ido sus días.


El pecho de Sehun se sentía pesado y tan pronto confirmó era de él quien hablaban al escuchar su nombre, las lágrimas brotaron de sus ojos, se giró sobre la cama y cubrió hasta la cabeza con las cobijas mientras tapaba sus oídos, no quería escuchar esa discusión, su familia era perfecta, sus padres eran perfectos, el problema, era él, Sehun siempre sería un problema para sus padres. Quería desaparecer en ese instante, no soportaba saber que la causa de que su madre llorara, siempre fuera él, cerró sus ojos apretándolos fuertemente intentando detener que las lágrimas continuaran mojando su rostro, intentando volver a dormir, tal vez tratando de olvidar el dolor en su pecho y esas palabras que se le habían clavado en el fondo, las palabras que cargaría con él todos los días de su vida.


 


~


 


Después del largo viaje, finalmente ahí estaba, tomado de la mano de su madre camino a lo que sería su nueva escuela, tan pronto como llegaron a la provincia le fue a dejar para que ella prosiguiera con papeleo de lo que sería su nuevo hogar. Aun no sabía dónde viviría, ni que tan lejos quedaba, pero eso no le preocupaba, en su cabeza solo podía recordar momentos antes; como las sonrisas de su madre eran falsas, le recordaban que en realidad estaba sufriendo por su culpa, ya no quería darle más dolor, quería evitarlo aun si esto significaba dejar de hablar con los demás, aislarse del mundo; pero por alguna razón no estaba funcionando con el pequeño Chanyeol. Este se le pegaba a todos lados que iba, se sentía de alguna manera muy cómodo a su lado, a pesar que Sehun pensara lo contrario. Tal vez por su corta edad no entendía lo que Sehun intentaba decirle con respecto a él, que no hablaba de su altura, todo él se desarrollaba más lento; era como cuando Sehun cumplía cinco años, apenas podía hablar, caminar y dependía demasiado de su madre, lucia como un bebe de dos años. Y ahora que tenía dieciséis, lucia como de ocho años, parecido a Chanyeol.


Como en todos lados, las cosas diferentes asustan a el resto de las personas, ya lo había vivido, el rechazo de las madres de la ciudad y como alejaban a sus hijos diciéndoles que no se juntaran con él. Sehun podía superarlo, pero el ver que su madre sufría por eso, era algo que ya no podía tolerar.


A la hora del almuerzo caminó buscando un lugar tranquilo, no había nadie que le dijese un límite el cual no podía cruzar fuera de la escuela, aprovechando esto cruzo el camino que lucía más alejado de la civilización, no tuvo que caminar mucho, el pueblo era relativamente chico y con unos cuantos pasos ya se encontraba fuera; todo lo que podía ver era una cabaña abandonada, no lo pensó dos veces y rápidamente ya se encontraba ahí.


Tal vez para otras personas sería una casa vieja, oscura y fría, por su estado, a nadie le importaba; Pero para Sehun, era un lugar hermoso, se sentó bajo la sombra que esta le regalaba, desde su lugar vislumbraba un panorama conformado por el pueblo y el amplio campo verde que lucía especialmente vivo en ese solitario lugar, todo rodeado de grandes árboles. Si cerraba sus ojos, alcanzaba a escuchar el rio que cruzaba el pueblo de un extremo a otro, las cigarras emitiendo ese característico sonido cuando buscan a su pareja, los animales moviéndose entre la yerba. Pero el viento, ese viento que rozaba su cara tan suavemente, era lo mejor de todo. Al abrir sus ojos vio un par de perros adentrarse por los altos pastizales y le resultó gracioso ver solamente sus colas menearse y perderse a lo lejos, una sonrisa se dibujó en sus labios, dejándose caer sobre el pasto.


Si hubiera sido por él, se habría quedado todo el día solo en aquel lugar sin importarle que la clase comenzara de nuevo, tan solo para disfrutar de esa paz que momentáneamente borraba de su mente los malos recuerdos.


 


-¿No regresaras a la escuela?- Escuchó esa voz que le había seguido todo el día, olvidó asegurarse de que no le siguiera hasta ese lugar.


-No, quiero quedarme aquí hasta que las clases terminen.- le contesto, deseando terminar su frase con un "Así que ¿por qué no te vas y dejas de molestarme?" pero el más alto le interrumpió.


-Está bien, este lugar parece muy cómodo, ¡no tenía idea de que existía!- dijo un poco sorprendido, tirándose sobre el pasto a su lado.


 


Sehun no dijo nada más, no quería interrumpir la calma del lugar con alguna discusión, se tragó sus palabras quedando ambos en silencio. El viaje le había dejado cansado, sin darse cuenta cerró los ojos nuevamente.


 


~


 


El viento soplaba frio, despertándole. Al abrir sus ojos lo primero que vio fueron las pestañas en el rostro del más alto quien también dormia, se sobresaltó ante tal imagen, estaba demasiado cerca, fue entonces que se percató de algo tibio rodeando su mano. La mano de Chanyeol era más grande que las suya y casi la cubría por completo, le estaba tomando de la mano por alguna razón. Sehun se preguntó porque alguien como Chanyeol quería pasar tanto tiempo con él, porque quedarse a acompañarlo en lugar de dejarlo solo, porque sostenía su mano se aquella manera y lucia tan frágil mientras dormía. Así permaneció mirándolo por unos minutos sin soltarse de su mano, como si en aquel rostro fuera a encontrar la respuesta a sus preguntas.


Una sonrisa se dibujó en su boca, Chanyeol lucía tan tranquilo mientras dormía que parecía una persona totalmente distinta a la de antes, alguien hiperactivo que quería hacer todo al mismo tiempo pero nada le salía bien, alguien bastante torpe; esa había sido su primer impresión, pero no era tan malo como creyó.


Se sorprendió al ver los grandes ojos de Chanyeol mirándole, estaba tan perdido en sus pensamientos que nunca le vio despertar. Este solo le veía, como si no entendiera porque lo observaba en lugar de despertarlo, pero no estaba disgustado, parecía agradarle que el más pequeño finalmente le regalara un poco de su atención. Le dio una sonrisa cuando sus miradas se cruzaron y Sehun salto en su lugar para ponerse de pie soltando el agarre de su mano un tanto avergonzado de que le había descubierto mirándolo dormir.


 


-Es tarde, debemos irnos.- Dijo Sehun mientras se sacudía el pantalón y el cabello, el sol comenzaba a ocultarse frente a ellos. Chanyeol solo se puso de pie a su lado.


 


Sehun le miro y soltó una risita al ver el estado del más alto. Su cabello estaba alborotado pero se le había pegado una ramita de pasto en el cabello. Sin pensarlo se acercó, parándose de puntillas para mirar mejor estiro su mano y le arreglo el cabello, sostuvo la basura con su mano y se la mostro. Chanyeol al verlo, sus mejillas lucían rozadas y empezó a reír seguido de Sehun.


Ambos caminaron de regreso, y aun que la escuela ya estaba cerrada no le fue difícil a Sehun encontrar su nueva casa, en realidad, por la ayuda de que Chanyeol le acompaño todo el camino. En la puerta de su nueva casa Sehun se giró antes de entrar.


 


-Am... gracias,- dijo en voz baja. -Debes irte a casa, es tarde.-


-No te preocupes, vivo cerca de aquí.- contesto Chanyeol.


-¿Eh? ¿Quién se está preocupando?- bufo y mordió su labio antes de girarse. -Nos vemos mañana.-


 


Sehun entro a su casa y cerró la puerta sin mirar a Chanyeol, pero curioso, se asomó por la orilla de la ventana para verle caminar sonriente por la calle; al llegar a la esquina se detuvo, Sehun se pegó más a la ventana y abrió sus ojos intentando ver más allá, pero este giro, dio de brincos y entro a esa casa. ¿Vive tan cerca? Se preguntó Sehun sorprendido, de verdad vivía cerca, relativamente era su vecino. Soltó todo el aire de sus pulmones y fue en busca de su habitación, tal vez en un pueblo tan pequeño no era de extrañarse que Chanyeol viviera tan cerca.


A la hora de dormir, Sehun se sentía de cierta manera aliviado, como si le hubieran quitado un peso de encima, tal vez, pero solo tal vez, podía no ser tan malo haberse mudado lejos de la ciudad, aunque en el fondo había un sentimiento que le oprimía, una pequeña posibilidad de que las cosas puedan ser iguales de nuevo, tenía miedo de ser tratado como un monstruo otra vez. No es como si mudarse todo el tiempo fuera la cosa más fácil de hacer.


 


~


 


Los días pasaban, Sehun no podía evitar la compañía de Chanyeol, pero tampoco hacia un gran esfuerzo por alejarlo. Poco a poco se sentía más cómodo a su lado que inconscientemente le esperaba todos los días para ir a la escuela, este, prefería decirle a su madre que iría con Chanyeol tratando de evitarle notar las miradas de las demás mujeres en su camino y a ella no parecía importarle que desde la mañana hasta el atardecer pasaran todo el tiempo juntos.


Y ahí estaban una vez más, juntos después de clases en el lugar favorito de Sehun sentados sobre el pasto mirando el panorama, platicando de cosas sin importancia. Ya habían pasado tres meses desde que se conocieron.


 


-Entonces, aun con dieciséis años, ¿nunca has besado a nadie?- dijo incrédulo Chanyeol.


-Ya te lo he dicho,- suspiro Sehun resignado, no importa cuánto le dijera a Chanyeol como las personas le habían tratado, no las escuchaba o no les ponía importancia que siempre tenía que repetírselo. -las señoras alejaban a todos sus hijos de mí. Si hubiera alguien a quien por lo menos le hubiera gustado un poco, su madre le hubiera casi mandado al norte solo para que no me volviera a ver.-


-Pues que estúpidas, para mi eres un niño normal como yo- contesto, y Sehun no pudo más que verlo con ojos entrecerrados.


-Si claro, MUY normal,- rio. -Supongo que entonces no quiero ser normal si voy a ser como tu.-


-¡Hey!- ambos rieron, a Sehun le causaba más gracia ver su reacción ante el comentario.


 


Ambos permanecieron en silencio, no era incomodo, ya podían permanecer horas en silencio el uno al lado del otro y nunca sentirse incomodos, más bien ni siquiera sentían el tiempo pasar; aunque eran pocas las veces que quedaban callados pues ambos les daba platicar demasiado aunque fuera algún tema tonto, sobre todo al más alto, hasta que Sehun rompió el silencio para retomar el tema, no es que le urgiera saber aquello, pero si había un poco de curiosidad que no le dejaba estarse quieto.


 


-Pero... ¿y tú?... ¿tú has besado a alguien antes?- dijo Sehun mientras jugaba con los dedos de sus manos.


-¿Yo?- pregunto absurdamente -ah... si, alguna vez. No fue gran cosa. Por eso me sorprendí cuando dijiste que nunca lo habías hecho.


-oh...- Sehun no supo que decir, se sentía tonto. Chanyeol giro hacia él y noto en su mirada algo, que si tal vez no hubiera volteado, nunca se le habría ocurrido decir algo así, su pequeño amigo lucia de cierta forma lamentable y lo último que quería era verlo desanimado, por eso siempre sonreía, para hacerle sonreír también.


-Sehun...- titubeo antes de continuar. -¿Es que acaso quieres saber qué se siente?


-¿Eh?- contesto sorprendido, no por la pregunta, sino porque Chanyeol parecía conocerle mejor de lo que creía a pesar del poco tiempo de conocerse. -umm... si...-


-Entonces, creo que debo ayudarte.- dijo Chanyeol viendo a un Sehun un tanto intranquilo con el tema, tomó su mano para tranquilizarle.


-¿Pe...pero cómo?- dejo de jugar con sus dedos al sentirle cubrir su mano. Chanyeol lo noto y como un montón de sucesos en cadena, como si no supiera lo que decía, finalmente lo dijo.


-Cierra tus ojos,- dijo con voz suave, Sehun se sorprendió, pero no dijo más y obedeció.


 


Sehun cerro sus ojos, al igual que el calor de la mano de Chanyeol sobre su piel, sintió el calor subir a sus mejillas. Se sentía temblar y su corazón palpitar rápidamente. Percibió la respiración de Chanyeol cerca de su cara y apretó más fuerte sus ojos esperando por el contacto. El calor en su mano se desvaneció y la cercanía en su rostro se había alejado, abrió sus ojos y para ver a Chanyeol que se contenía las ganas de reír. Hasta que estallo en risas al ver la cara de confusión de Sehun.


 


-Hay lo siento, es demasiado gracioso- decía con una mano en el estómago mientras reía. -Debiste ver tu cara.


-Eres un idiota.- dijo Sehun haciendo un puchero, dándole un golpe en el brazo; se cruzó de brazos y le dio la espalda. Chanyeol no podía dejar de reír hasta que le vio molestarse, se calló por completo y se puso serio.


-Lo siento,- dijo Chanyeol abrazándole por la espalda. -no fue mi intensión reírme.-


 


Sehun no dijo nada más, aun podía sentir su rostro ardiendo como minutos antes. Frente a ellos vieron salir uno de los perros del vecindario con un zapato en el hocico, voltearon a verse divertidos y comenzaron a reír juntos de nuevo, rompiendo así la tensión y recordando porque se habían vuelto tan buenos amigos. Bastaba con que se miraran y entendían lo que el otro quería decirle. Ese día alguien tendría que comprar un nuevo par de zapatos, ¿cómo por qué un perro llevaría un zapato en la boca?


 


~


 


Sehun llego a su casa al atardecer como era costumbre, al abrir la puerta vio a su papa asomado por la cocina saludándole; Sehun corrió hasta sus brazos, con él se sentía un niño tan normal como cualquier otro, era perfecto tenerlo para la cena esa noche, podría platicarle sobre muchas cosas que habían ocurrido los últimos días, como el par de graciosos perros que todos los días pasaban por los pastizales. Claro, excepto lo de Chanyeol y el tema de los besos, le avergonzaba hablar de algo como eso con él.


Al ir a la cama, recordó de nuevo lo de esa tarde, por un momento volvió a sentir ganas de golpear a Chanyeol por burlarse de él, pero pronto llego una oleada de sentimientos raros pateando fuera sus ganas de regresarle la broma, recordando lo diferente que se sentía el calor de su piel y la respiración de Chanyeol sobre su cara. Fuera lo que fueran esos sentimientos no les tomo importancia e intento dormir.


 


~


 


Un golpeteo en la puerta le despertó, se levantó adormilado y abrió. Quien podía estar tocando de esa manera tan temprano interrumpiendo su sueño. Vio un par de ojos grandes mirándolo con una sonrisa enorme, era Chanyeol.


 


-¿Qué haces aquí?- preguntó Sehun pasándose una mano por el cabello en un intento de no lucir tan despeinado. -Aun no amanece...-


-Vístete rápido,- lo tomo de los hombros dirigiéndolo a sus cajones para que se cambiara la pijama.


-Pe...pero...- trato de contestar pero Chanyeol le interrumpió.


-No preguntes, solo vamos.- Sehun asintió y Chanyeol bajo para esperarlo.


 


Después de unos minutos Sehun estaba listo, con ropa limpia, peinado y perfumado para salir. Chanyeol sonrió al verlo bajar las escaleras, tomo su mano y lo jaló fuera de la casa, caminando por el mismo lugar donde todos los días suelen pasar. Llegaron hasta la cabaña abandonada pero no se detuvo, Sehun solo giro su cabeza mirando cómo se alejaban de esta, hasta que se detuvo.


 


-¿Ahora si piensas decirme que pasa?- dijo Sehun aun sin comprender que hacían tan temprano en ese lugar.


-Solo siéntate y espera...- contesto Chanyeol mientras se sentaba sobre el pasto.


 


Sehun hizo caso, no le quedaba otra opción, su amigo era demasiado terco como para sacarle la información que quería cuando el otro quería mantenerla en secreto. Miró a su alrededor, estaban no tan lejos de la cabaña, si volteaba aun podía verla a lo lejos, estaban mirando del lado contrario al de todos los días con el rio frente a ellos cruzando hasta el horizonte. Fue cuando comprendió.


 


-¿Veremos el amanecer?- pregunto el más bajo. Recibiendo solo una sonrisa como respuesta.


 


Recargados sobre un tronco largo de algún árbol viejo y grande, esperaban por el sol salir, Sehun bostezaba y se tallaba los ojos aun con sueño, pero se forzó por permanecer despierto.


Finalmente los primeros rayos de sol se asomaron por el horizonte, las nubes se iluminaban y pronto una gama de colores cálidos llenó el cielo, era hermoso, nunca había visto el amanecer, tal vez porque era demasiado perezoso para levantarse temprano, pero no se arrepentía haberlo hecho esta vez para verlo con Chanyeol. El sol comenzó a asomarse por encima de la línea donde hasta su vista alcanzaba formada por el río, tornándose anaranjado con su ascenso.


Sehun estaba boquiabierto con el espectáculo hasta que terminó y el cielo volvió a ser azul. Percibió a Chanyeol observándole, sus ojos no lucían como siempre, se sentía cierta presión que Sehun alejo la mirada.


 


-Wow, de verdad fue hermoso,- dijo Sehun con voz tranquila. -Nunca había visto el amanecer.-


-Lo supuse...- contesto casi de inmediato. -hay muchas cosas que nunca has hecho.


-No es...- le iba responder, pero era verdad, tantos años no le servían de nada. -Deja de burlarte de mí.- Hizo un puchero, pero continuo mirando al cielo, sus ojos se cerraban de sueño.


-No me estaba burlando,-dijo después de ver aquel mohín, los ojos de Sehun se cerraron por unos segundos y acaricio su mejilla. -¿Tienes sueño?


-Sí, me has levantado muy temprano- bostezo una vez más. -Deberíamos dormir un poco.-


 


Algo cálido se posó sobre sus labios durante uno de los instantes que sus ojos pedían un rato más de sueño, abrió los ojos por la sorpresa y vio de cerca a Chanyeol, le estaba besando. Por el mismo asombro se movió inconsciente hacia atrás.


 


-¿Qué haces?- pregunto Sehun tapando su boca.


-Querías saber que se sentía dar un beso, ¿o no?- le contesto acomodándose en su lugar, esquivando sus ojos.


-Si... pe...pero...- calló, por alguna razón no podía mirar al más alto.


 


Se recostó sobre el pasto, considerando dormir. Los latidos de su corazón hacían demasiado ruido, su respiración irregular y por más que cerrara sus ojos aún permanecía una extraña sensación sobre sus labios, un rastro dibujado de la boca de Chanyeol sobre estos; no era que quisiera borrarlo, al contrario, era dulce y suave, le gustaba como se sentía.


 


-Pues... no está mal,- habló Sehun sacando a Chanyeol de su pensamiento. -digo, esperaba algo diferente... pero no está mal.


-¿Esperabas otra cosa?- pregunto algo inseguro, -Tu no sen...- se tragó sus palabras dejando al más bajo seguir hablando.


-Claro que no sabía cómo sería,- no escucho las palabras reprimidas de Chanyeol- no es la gran cosa, todo mundo habla del tema como si fuera alguna maravilla. Es un tema sobrevalorado.


 


Chanyeol no pudo más que reír ante el modo y palabras serias con que Sehun se expresaba de su primer beso. Era su primer beso, recordó, tal vez era verdad, no había nada grandioso en besarse, podía no ser tan especial, podía ser algo que podría compartir con su amigo cuando quisiera, no debía ser malo, después de todo, a ambos les había gustado.


 


~


 


Ambos continuaron su día como normalmente, yendo a la escuela y regresando a su lugar favorito después de clases, donde ahora comenzaban a crear uno de los muchos buenos recuerdos que pasarían juntos en aquel lugar; pero había algo diferente, algo casi imperceptible, como si hubieran tirado una pared entre los dos que ahora les permitía sentir una amistad más íntima, especial, diferente. Donde besarse era algo normal, un gusto que se podían dar cada que a alguno de los dos le apeteciera, pero sobretodo en aquel lugar que les pertenecía solo a ellos dos, a escondidas del mundo tomando en cuenta la pequeña voz que les hacía sentir que eso estaba mal pero preferían ignorarla al encontrarse solos.


Ahí estaba Chanyeol parado sobre uno de los escalones de madera de la vieja cabaña mirando divertido a Sehun quien estaba abajo luciendo más pequeño.


 


-Baja de ahí puede ser peligroso,- le decía extendiéndole una mano como si esperara que en cualquier momento fuera a quebrarse y caer del escalón- No pienso llevarte cargando a casa si te lastimas al caerte.


-No pasa nada,- reía el más alto, tomando su mano -No voy a caer.


-No te hagas el valiente,- frunció los labios pero no soltó su mano.


 


Chanyeol se agacho y jalándolo más cerca por la mano, deposito un beso sobre sus labios para callarlo. Al separarse sonrió, después de varias ocasiones ya sabía que al hacer eso calmaba el carácter irritado de Sehun. Este le devolvió la sonrisa, Chanyeol bajó para que se tiraran de vuela sobre el pasto, sin soltar su mano, aun con las miles de sensaciones arremolinándose en sus estómagos.

Notas finales:

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awws cosos... disfrutense mucho ahorita que pueden >3<

Garacias por leer, dejen comentarios si? c:
Es mi primer fic largo asi que a ver que tal nos va


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