POV LUKE
Aveces la vida misma nos da una cierta cosa para odiarla y eso es lo que yo hago, odio mi vida completamente. Lo que me decepciono de esta fue la gran mierda que pase, tuve que soportar ver a mis padres morir y yo no podía hacer nada, claro era un niñato de 9 años, el cual estaba pasando por una escena terrorífica y bastante shokeante. Lo único bueno era mi nueva familia, la cual me apoyaba en todo, más o menos y la cual siempre estaba pendiente de mi. Podría decirse que no soy alguien sociable, por lo cual no tengo amigos, no planeo tenerlo y si surge pues que surja. No me molesta decir que los comentarios de mis demás compañeros de instituto me valen muy poco.
POV ESCRITORA SENSUAL
- Vamos Luke, debes prepararte para la escuela. - Dijo su madre detrás de la puerta de madera color celeste. El rubio de mal humor se levantó - Recuerda, no debes olvidar tus pastillas. - El muchacho asintió a pesar de que la mujer mayor no lo viera.
Armo la cama, ok no lo hizo solo la tapo con el cubrecama y entro al baño para hacer sus necesidades. Cuando salió se cambió rápidamente y bajo por las escaleras. Camino hacia la sala para encontrarse a su madre sentada en el sofá con su padre al lado suyo. Entro en la cocina y se sentó allí sin producir ninguna palabra.
-Al menos podrías saludar - Replico con ironía su hermana, este bufo y beso la cabeza de la menor. Se sentó a su lado y comió de los cereales que se encontraban en aquel tazón el cual decía "Luke" en letras grises, recordaba perfectamente como había conseguido. Su cumpleaños número 15, aquello lo recordaba muy bien, no fue una fiesta grande, pero aun así merecía ser recordada. Termino de comer todo los cereales y dejo el plato en el lavadero. Saco de su bolsillo el frasco de pastillas de color verdes, eran realmente asquerosas, pero según los doctores debía tomarlas siempre por las dudas de algún ataque de alguna cosa rara, ni el recordaba para que eran. Tomo una de las pastillas sabor vómito y se la trago entera, claro que luego lleno un vaso con agua y tomo, porque sino de seguro la vomitaría.
Salió de la casa rumbo a la parada de autobuses, si el tuviera un auto no tendría que esperar tanto en la tonta parada. Dio un suspiro lleno de repugnancia, sabía que ahora debía bancarse la idiotez mental de varios de sus compañeros, las miradas de temor de ciertas chicas y las de compasión de sus maestros, odiaba la última mirada, él no debía dar pena y tampoco era que lo intentaba, era demasiado irritante cuando los mayores te veían así, ósea ¿Acaso no lo superaban ellos? Porque el juraba haberlo hecho. Vio que a lo lejos venia el autobús color amarillo con letras negras, espero a que este se acercara y entro en el. Aquellas miradas de asco, miedo y susurros eran típicos de su rutina, tan solo era despertar, ir al instituto, ignorar a todos y volver a casa.