Jaehwan no sabía dónde estaba. De repente saliendo de su departamento fue sorprendido por dos hombres.
Uno de ellos tenía el cabello rubio y largo hasta los hombros, lo particular era que el color era muy claro; casi blanco. Su rostro era pálido pero una hermosura exquisita. El otro era corpulento, muy grande y su cabello corto oscuro, era bello pero no se comparaba con el otro sujeto.
El chico de cabello claro, simplemente tomo su mano y de repente estaba en ese lugar. Pudo sentir como las náuseas llegaron a él cuándo habían aterrizado en esa habitación.
Quien sea que lo tuviera cautivo no quería hacerle daño o al menos eso era lo que creía. Estaba en una habitación grande con una cama lo suficientemente cómoda. Le daban de comer a la hora que se suponía y la comida era deliciosa. La primera vez que le sirvieron comida se negó a hacerlo hasta que la persona que había llevado la comida la había probado, dejando claro que no estaba envenenada.
Llevaba solo un día encerrado, y a pesar de las comodidades, sabía que no debía estar ahí, anhelaba a Taekwoon. Esperaba que el estuviera buscándolo, sino no sabría qué haría para escapar.
De repente escucho un estruendo en alguna parte de esa casa y una voz que sabía a quién le pertenecía.
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-¡¿DONDE ESTA?!- grito Taekwoon entrando a la casa en la que sabía estaba su pareja. Había seguido el rastro que sabía había sido dejado a voluntad para que el llegara justo ahí.
Era irónico, Taekwoon secuestró a Hyuk para poder separarlo de Hongbin y ahora quien era secuestrado era Jaehwan, que retorcido que era el destino, no cabe duda que el mundo da vueltas.
A penas paso la puerta que había derribado percibió la cálida esencia de su pareja, ansiaba sentirlo cerca nuevamente, y esta vez no dejaría que nadie lo sacara de sus brazos. Había sido un confiado, le quitara a Jaehwan en sus narices.
Siguió el olor hasta una habitación, sin pesarlo demasiado patió la puerta hasta derrumbarla.
Lo vio, en el centro de la habitación, con sus ojos totalmente asustados. No le gustaba ver esa perturbación en los ojos de su pareja. Se acercó y los sostuvo en sus brazos. Se sentía como estar entre las nubes, era perfecto.
Se separó de él y tomo el rostro de Jaehwan entre sus manos, se acercó nuevamente y lo beso. No había nada de delicadeza en el beso. Era duro, pasional y simplemente carnal. Era una manera de pronunciar su posesión sobre Jaehwan, que todos los que vieran, oyeran y sintiera les quedara claro quién era el dueño de ese pedazo de hombre.
-¡Oh! Pero que conmovedor- dijo una voz detrás de ellos.
Taekwoon gruño lo suficientemente alto como para que el observador lo escuchara. Se dio la vuelta y cubrió con su cuerpo a Jaehwan.
-Te matare la próxima vez que lo alejes de mi- la voz de Taekwoon era de un tono que no dejaba duda que cumpliría la amenaza.
-No le hice nada a tu pareja, ya cálmate- le dijo el sujeto en la puerta.
-¿Pareja?- se escuchó desde atrás. Obvia duda reflejada en la palabra. Taekwoon sabía que esta no era la mejor manera que Jaehwan tendría para enterarse de lo que sucedía pero no había podido ocultarlo aunque quisiera.
-¡Up! Por lo que veo, el muchacho en cuestión no sabe lo que está pasando- se burló el hombre.
- Ya cállate Jung Hyun- Grito Taekwoon- ahora dime que quieres para poder irme lo más rápido que pueda.
-Ya sabes lo que quiero, te quiero dentro de mi manada.
-Y tú ya sabes mi respuesta- lo miro directamente a los ojos, desafiándolo.
-Bueno, tú no aprendes- trono sus dedos al aire y apareció detrás de Jaehwan aquel muchacho de cabellos rubios, agarro su brazo y desaparecieron, para luego aparecer detrás de Jung Hyun- Aprenderás por las malas entonces, si tú no te unes a mi manada, tu pareja sufrirá.
Taekwoon no podía pensar, antes que pudiera asimilar lo que sucedía, había cambiado a su forma lobo. Se abalanzo hacia Jung Hyun antes de que Jung Hyun siquiera tuviera tiempo para poder cambiar a su lobo. Estando aun en su forma humana era más sencillo poder destruirlo.
Fue simple, clavo sus colmillos en la garganta de Jung Hyun y desgarro totalmente la parte derecha de cuello, para luego hacer exactamente lo mismo con el lado izquierdo. Sería una muerte dolorosa y traumática. Taekwoon no dejo el cuello de Jung Hyun hasta que este ya no pudo moverse más.
Jung Hyun era el líder de la manada de esa ciudad, pero eran lobos grises, él lo quería para mejorar la raza guerrera de su tribu.
Aun en su forma lobo, Taekwoon observaba al hombre que había sacado a Jaehwan detrás de él, el miedo estaba marcado por todo su hermosos rostro de elfo.
-Lo juro, Jung Hyun me obligo a secuestrarlo- dijo levantando las manos. El moreno se acercó al elfo y lo cubrió con su cuerpo.
Pero Taekwoon estaba pendiente de otra cosa. Jaehwan tenía en su mirada miedo. Eso no era bueno, ¿Cómo le haría para que Jaehwan no se asustara de su lobo? Cambio a su forma humana para hablar con su pareja pero:
-¡LOBO! ¡Eres un lobo!- Jaehwan comenzó a caminar de un lado a otro, decía a grito cada cosa que salía de su boca. Levantando sus brazos histéricamente, Taekwoon sabía que su pareja estaba en negación- ¡No puedes ser eres un lobo!
-¡TU!-se giró y señalo a Taekwoon con su dedo- NO-ERES-UN-LOBO- Deletreo cada silaba. Se acercó y golpeo con su índice el pecho de Taekwoon mientras gritaba- ¿Cómo es que eres un lobo? ¿CÓMO? ¿CÓMO? ¿CÓMO?- las manos de Jaehwan se cerraron en puños y golpeo aún más a Taekwoon.
Taekwoon no sabía qué hacer, Jaehwan ahora estaba llorando. La noticia no le cayó nada bien y eso era preocupante. Sostuvo a su compañero contra su pecho como una medida de confortarlo, y después de unos minutos Jaehwan dejo de llorar.
Su compañero rompió el abrazo y se dirigió a la cama, se acostó en ella y se durmió. Taekwoon estaba confundido, no sabía qué hacer.
-Quiero hablar con ustedes- les dijo a al rubio y el moreno que aún seguían en la habitación. Busco entre los cajones que había en la cómoda y encontró un par de pantalones. Se vistió y siguió a eso dos hacia una habitación que a su parecer era un estudio. Ninguno tomo asiento, no era una reunión convencional.
-Sé cuáles son las leyes que rigen a nuestra especie- les dijo y ambos asintieron- Pero no sirvo para estar en una manada, mucho menos ser su Alfa. Así que a pesar que no puedo renunciar al título sin que nadie me desafíe, dejare esta manada a cargo del beta. ¿Quién es el beta?
-Yo soy el beta- dijo el moreno- A pesar que hemos secuestrado a tu pareja, estábamos bajo órdenes de Jung Hyun. Te pido disculpas por todo el daño que te hemos causado pero no queríamos lastimar a tu compañero- el beta despejó su cuello, dándole total dominio al Taekwoon, de ahora en adelante, el seria su Alfa aunque no quisiera el título como tal. Taekwoon golpeo con su mano los cuellos expuesto dándole el reconocimiento.
-Y ¿Cómo se llaman?- preguntó Taekwoon.
-Soy JongHyun y él es mi pareja Min Ki- los presento.
-Bueno, desde ahora JongHyun, tú lideraras esta manada, solo me consultaras cuando sea sumamente necesario y me informaras en el caso que alguien quiera desafiarme. O ¿Tú quieres desafiarme?- le preguntó al que desde ahora sería su beta.
-He visto lo que tus garras pueden hacer. No estoy a nivel de tus habilidades- le hablo con respeto- pero obedeceré tus órdenes. Gobernare tu manada con precisión.
Con eso ya resuelto, Taekwoon volvió con su compañero. Lo encontró de la misma manera en que lo dejo, acostado en la cama, durmiendo. Sabía que la noticia había sido un shock para Jaehwan y obviamente no se esperaba la reacción que tuvo, aunque es compresible. Se acostó junto a él.
…………………………………
Jaehwan despertó en la misma habitación en la que había dormido el día anterior. Estaba muy confundido, pero sabía que lo que había visto era cierto, no lo había soñado. Si no fuera porque el implicado principal era Taekwoon habría salido corriendo despavorido desde hacía bastante tiempo.
Pero se negaba a dejar al hombre, en los días que habían pasado juntos que no eran demasiado, pudo darse cuenta que Taekwoon no era una persona malvada.
A pesar que se había portado bien con él y no había nombrado nuevamente a aquella persona que había ido a buscar, el beso lo había sorprendido, pero también le había encantado. Se dio la vuelta para acomodarse mejor en la cama para percatarse que Taekwoon dormía a su lado.
Era hermoso, simplemente bello.
Taekwoon abrió los ojos.
-Hola- le susurro Jaehwan.
-Hola- le respondió.
-¿Me explicaras que pasa aquí?- pregunto Jaehwan. Taekwoon suspiro resignado, pero Jaehwan necesitaba alguna explicación para todo lo que sucedía. Al menos merecía entender lo que pasaba y cuál era su papel en todo esto.
-Pues, los humanos no son las únicas criaturas que existen en la tierra, también estamos los lobos, aunque no somos los únicos cambiaformas y también hay vampiros y elfos. Somos capaces de vivir por muchos años y por eso a cada quien se le ha otorgado una pareja, un compañero que vivirá con nosotros hasta el día en que llegue el momento para morir. Eso eres tú para mí, mi pareja- le explicó a Jaehwan.
-¿Pareja? No creo que sea capaz de asimilar todo esto tan rápido y pesar que es increíble no quiero alejarme de ti, quiero estar contigo.
-Eso se llama atracción, a pesar que los humanos no pueden saber cuál es su pareja, puede sentir atracción hacia ellos. Los lobos en cambio, podemos reconocerlos mediante el olor- con la mano Taekwoon toco el rostro de Jaehwan, sintiendo como se estremecía con la caricia.
-Es decir que lo sabias desde el momento en que nos conocimos en el ascensor- concluyo Jaehwan.
-En realidad, te descubrí varios días antes. Me mude a tu edificio solo porque sabía que estabas ahí- le dijo Taekwoon aun con su mano en el rostro de su Jaehwan.
-Eres el de los postic- dijo Jaehwan, con una sonrisa en sus labios y un brillo en su mirada.
-Si- susurro Taekwoon- Eres tú a la persona que estaba buscando.
Jaehwan comenzó a llorar, no sabía porque tenía ese sentimiento abrumados en su corazón, solo era felicidad por saber que Taekwoon lo quería pero era todo tan confuso, era frustrante no saber que le pasaba.
Taekwoon probó nuevamente sus labios, pero esta vez no tan demandante como su primer beso, era pausado y delicado, probando con delicadeza el beso.
-Eres mi compañero, he esperado 500 años por ti y viviré contigo otros 500. Te protegeré contra todo y te hare feliz cada día de tu vida. Por ti mataría, por ti daría mi vida.