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Muerte cierta, hora incierta por AnRu

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Notas del fanfic:

Hola, hola...

Bueno, lo primero que diré es que no tienen una idea de lo mucho, muchísimo que me ha costado terminar este fic. No, porque no tuviese inspi, si no, todo lo contrario, lo tuve que cortar al menos unas 4 veces, fue agotador TnT con eso he descubierto que no sirvo para hacer fics cortos. TTnTT

También diré que es la primera vez que escribo algo de terror... así que sean amables y bueno, ya saben. Así que, bueno, me quedó algo bastante laaaargo

Notas del capitulo:

Sé que el límite de palabras eran 10000, pero... TTnTT no lo pude cortar más, sorry!!!

Bueno, como ya lo dije con anterioridad, es mi primer fic de terror, así que espero que les  guste, no es meramente terror u horror, es más algo como sobre natural con un poco de suspenso y algo de misterio.

Bueno, es todo, ahora sí, a leer... y disculpas por lo largo del fic, espero que no los aburra... TuT

JUNIO DE 1986

 

(TAKANORI, 4 AÑOS)

 

_ Sí, me gusta hablar contigo ¿Y a ti? _ preguntó el pequeño Takanori, con un tono suave en su voz, quien miraba hacia el cielo con suma atención mientras estaba en medio de su gran jardín.

_ No… _ dijo de nuevo el niño con una expresión amable  en su rostro después de unos segundos de silencio.

Su madre, quien lo observaba desde una ventana de su casa, vio el rostro del niño mostrar una sonrisa al aire mientras el viento movía sus cabellos.

_ Takanori, ven aquí, cariño _ dijo mujer, quien tenía rato mirándolo en silencio y con curiosidad.

Él, al escuchar la voz de su madre, volteó rápidamente a mirar hacia donde ella se encontraba…

_ Ya voy, mamá _ dijo Takanori en tono alto para que ella lo escuchara y de nuevo volteó su vista hacia donde miraba con anterioridad.

_ Espérame aquí, mi mamá me llama _ dijo Takanori dejando sus palabras al aire y así corrió hacia la puerta de la casa.

_ ¿Con quién hablabas, Takanori? _ peguntó la mujer con curiosidad al ver a su hijo llegar donde ella.

_ Con mi amigo _ dijo Takanori en tono suave y muy tranquilo mientras se adentraba a la casa.

Su madre lo miró con una pequeña expresión de duda en sus ojos y así le dijo:

_ ¿Hablas de tú amigo imaginario? _

_ No es imaginario, él es real _ afirmó Takanori con mucha seguridad.

Su madre lo miró pensativa por unos segundos y así suspiró resignada.

_ No te puedo convencer de lo contrario, ¿cierto? _ dijo ella consiguiendo que con esas palabras, Takanori la mirara con una sonrisa en sus labios mientras negaba suavemente con su cabeza.

_ Él es real, mami _ dijo Takanori consiguiendo que ella suspirara de nuevo, mientras Takanori miraba hacia la ventana que estaba detrás de su madre, pues justo en ese momento, ese amigo del que Takanori y su madre hablaban, estaba de pie frente a la ventana mirándolo con una suave expresión en su rostro, suave, sí, pero también triste.

¿Y por qué se veía tan triste? Pues esa persona a la cual Takanori llamaba amigo, ya no estaba entre los vivos…

 

Takanori era un niño con dones y habilidades que lo convertían en alguien especial y único, pues el niño veía espíritus, los veía como si éstos estuvieran entre los vivos, los veía tan claros como el día, causando que con sus jóvenes cuatro años, no lograra distinguir entre los que estaban vivos y los muertos.

El niño era vidente y su energía era como un faro encendido las 24 horas del día en medio de un muelle en plena penumbra, penumbra en la que vivían las almas en pena que vagaban por la vida en busca del descanso eterno.

Recibía visitas espirituales constantemente, las cuales algunas lo asustaban y otras no tanto. Entre esas visitas, estaba el amigo del niño, ese del que Takanori hablaba con frecuencia, quien desde que el pequeño niño tenía uso de memoria, estaba con él, siempre cuidándolo, acompañándolo, aconsejándolo y enseñándole lo que debía saber y entender. Por lo tanto, Takanori, pese a su joven edad era un niño sumamente listo y mucho más entendido que cualquier otro niño de su edad.

Ésta entidad masculina, adulta pero algo joven, según Takanori, no se marchaba como todas las demás que estaban de paso. Este ser acompañaba al niño todo el tiempo, logrando con eso que Takanori no entendiera porque esa persona era la única que no se iba; los espíritus iban y venían, pero éste, permanecía con él.

Takanori y su familia vivían en una hermosa casa a las afueras de su ciudad, un hogar feliz, con una madre amorosa, un padre ejemplar y con un hermano mayor de unos 15 años, quien adoraba y cuidaba de su hermano menor y de su madre cuando su padre no estaba.

La casa tenía un terreno grande y extenso a su alrededor, el cual servía de jardín, el cual era un bosque frondoso lleno de verde pasto a su alrededor, árboles gigantescos y hermosas flores cuando la primavera llegaba. Pero la casa también estaba rodeada de una extraña y tenebrosa aura que la hacía siniestra cuando la noche llegaba mientras los árboles de ese lugar se movían con el viento.

A esas horas de la noche, cuando la oscuridad reinaba en el campo, Takanori procuraba no mirar siquiera por la ventana. Justo como ese instante, mientras todos cenaban en familia alrededor de la mesa.

El corazón del niño palpitaba con fuerza mientras todos comían con tranquilidad sin percatarse de la expresión aterrorizada de Takanori, hasta que su hermano mayor, Yuu, lo volteó a mirar con un deje de preocupación.

_ Hey, enano ¿Qué tienes? _ preguntó Yuu con un deje de burla.

_ Yuu _ dijo el padre de ambos chicos mientras miraba con seriedad a su hijo mayor.

_ Sí, sí… perdón, es costumbre _ dijo Yuu mientras metía otro bocado de comida a su boca.

_ No has tocado tu plato, ¿no te sientes bien? _ preguntó la madre del niño, mientras su esposo reprendía a Yuu.   

Takanori, quien tenía su vista sumergidos entre sus manos, las cuales estaban escondidas debajo de la mesa, temblando y sudando sin parar, no respondió, no podía, estaba seguro de que si intentaba hablar, la voz no le saldría.

_  Takanori ¿Qué tienes? _ dijo su padre al voltear a ver el rostro de Takanori palidecer aún más que antes, al mismo tiempo que Takanori levantaba su cabeza.

Pero Takanori no miraba a nadie en la sala, no, sus ojos se habían dirigido hacia un rincón vacío de la sala en donde acostumbraban cenar. Sus labios temblaban como si deseara llorar, mientras sus ojos miraban fijamente hacia ese punto clave de la sala.

_ Takanori, hijo, ¿Qué pasa? Me estás asustando, ¿Por qué tienes esa mirada? _ dijo la madre con una obvia preocupación mientras se ponía en pie para acercarse a su hijo, quien seguía sin mirarla ni a nadie presente en la sala.

La mujer tocó con suavidad la mano de su pequeño hijo al ver que éste temblaba de pies a cabeza y así, repentinamente éste la volteó a mirar aterrado…

_ Mami, ¿oyes eso? _ dijo Takanori con su voz lo más baja posible, tan baja que solo fue un susurro, como si estuviese susurrando para que nadie más lo escuchara.

_ ¿Oír? No escucho nada ¿Qué es lo que escuchas? _ preguntó ella con sus manos aferradas a las de su hijo.

Takanori volteó a mirar a su padre con la esperanza de que él pudiera escuchar lo que él, pero éste negó suavemente con su cabeza, pues tampoco escuchaba nada. El pecho del niño se inundó de una sensación escalofriante al escuchar una vez más aquel extraño sonido que llegaba a sus oídos con total fuerza. Tragó saliva con temor y así llevó sus ojos hacia Yuu con el deseo de que él si pudiera escuchar. Pero  el  hermano mayor suspiró con profundidad y con un cariñoso gesto miró a Takanori, quien en ese instante lo veía con su rostro completamente asustado.

_ Yo tampoco escucho nada, Taka  _ dijo Yuu logrando que los ojos achinados de Takanori se hicieran más grandes.

Así, por instinto, Takanori volvió a mirar hacia aquel mismo rincón de la sala el cual había mirado en un principio.

_ Ustedes si lo oyen, ¿verdad? _ dijo Takanori con sus ojos fijos hacia ese rincón vacío.

En seguida, el padre, la madre y su hermano voltearon a mirar hacia aquel lugar que Takanori había mirado, pero como era de esperarse ninguno vio nada, absolutamente nada. A diferencia de Takanori, claro estaba, quien seguía con sus ojos fijos hacia esas figuras lúgubres y tenebrosas que solo él podía ver. Eran dos, una figura femenina que también miraba a Takanori con una expresión de miedo en su rostro, la misma que él tenía en sus ojos; mientras que la otra entidad, era la misma de siempre, su ¨amigo¨, como le decía Takanori, el joven hombre con el que siempre hablaba desde que tenía memoria.

El niño vio esa entidad femenina, demacrada y pálida como levantaba su huesuda mano temblorosamente logrando así señalar la ventana a un lado de ella, mientras en un susurro decía  con una extraña y aterradora voz de ultratumba ¨ se escucha allá ¨

Takanori tragó grueso ante esa afirmación, pues sabía que ese sonido horroroso que escuchaba, sin duda se trataba de algo sobre natural.

¨ Pero pronto se detendrá, solo no te asomes por la ventana ¨

Dijo aquella otra entidad de apariencia masculina de la cual Takanori ya estaba acostumbrado. Justo después de escuchar esas palabras, en ese instante, Takanori escuchó de nuevo  aquello que lo tenía con los nervios de punta.

Era un graznido horroroso, como si se tratara de un cerdo que estaba siendo asesinado y rebanado al mismo tiempo que seguía con vida, pero no solo era eso, el niño podía escuchar a la perfección como algo extraño y sumamente pesado se arrastraba por el suelo de su jardín, justo a un lado de su ventana.

El niño, más que aterrado, cerró sus ojos con fuerza al escuchar una voz baja pero espeluznante, la cual apenas se lograda distinguir entre los chillidos que se escuchaban de aquello que parecía estar siendo torturado.

De pronto un susurro bajo justo al lado del oído de Takanori, lo hizo abrir sus ojos con precipitación y nerviosismo. Su cuerpo saltó por la repentina sorpresa de esa voz que le decía:

¨ Solo ignóralo, pronto se irá, sabe que no puede dañarte, escucha,  ya se está alejando, tranquilízate un poco ¨

Era de nuevo la misma entidad masculina que solo él podía ver, su amigo. El espíritu de ese hombre, al ver que el niño estaba aterrado y con sus ojos cerrados, se había acercado a él para decirle aquellas palabras.

_ Takanori _ dijo la madre aún frente a él, logrando sacarlo de su ensimismamiento y haciéndolo consciente de que su amigo estaba justo a su lado, un poco inclinado hacia él, aún muy cerca de su oído.

_ Taka, ¿hay alguien más a parte de nosotros en esta sala? _  preguntó Yuu con curiosidad y emoción, causando  que su familia lo mirara en segundos.

Takanori lo miró con total intensidad para segundos después asentir con su cabeza a aquella pregunta, y luego dirigir su mirada hacia sus manos ocultas bajo el mantel de la mesa.

_ Tienes muchos amigos que no conocemos, Takanori, ¿Cómo se llaman? _ preguntó su padre con curiosidad y con un tanto de temor.

El niño suspiró profundo tratando de calmarse un poco; miró de reojo el rostro pálido y tenebroso de la entidad femenina, mientras volvía a tomar con sus manos los palillos para comenzar a comer por fin de su plato, y así le dijo a su padre:

_ Ahora solo son dos, mi amigo y Sara _

_ ¡Oh! ¿Y Sara es joven? _  dijo la madre con algo de miedo al escuchar la repentina tranquilidad de Takanori al hablar de esas entidades que no existían entre los vivos.

_ ¿Es más antigua que tú otro amigo? ¿Cómo se llamaba? Haaa… siempre lo olvido _ dijo Yuu con algo de molestia pero con sus ojos hambrientos de curiosidad por saber más de los invitados invisibles de la casa.

Siempre era igual, siempre que salía el tema de todos los seres que llegaban a Takanori, Yuu se veía curioso e interesado. En ese momento Takanori levantó su vista justo al lado de su hermano, donde repentinamente se había colocado aquella entidad masculina de la que hablaban.

Takanori miró tranquilamente a esa entidad y con algo de timidez mientras llevaba sus ojos a sus manos de nuevo, dijo:

_  Se llama Takashima Kouyou _

Takanori levantó sus ojos una vez más y así divisó a aquel joven que había fallecido de unos 20 años de edad hacía muchos años atrás, quien lo miraba con total y absoluta atención. Una sonrisa sutil se colocó en sus labios mientras llevaba sus ojos de nuevo en sus manos y con una profundidad relajante suspiró…

 

 

2 DE FEBRERO DE 1989

 

(TAKANORI, 7 AÑOS)

Yuu, el hermano de Takanori, era el único que no temía del don de su hermano, pues sus padres a veces dudaban de que aquello fuera algo bueno para el niño, pues  aquel don de su hijo poco a poco crecía con él. Temían por lo que su hijo podía ver, pues lo que describía era aterrador y estremecedor, aún más para un niño de su edad, lo cual algunas veces lo hacía temblar y sufrir pesadillas por las noches.

Para ese entonces el pequeño Takanori ya asistía a la escuela; su madre siempre lo llevaba en su auto, tenían que recorrer treinta minutos para llegar a su escuela, lo cual a Takanori a veces parecía agotarle de sobre manera, en especial porque en el camino no dejaba de escuchar voces a lo lejos que clamaban por ayuda.

_ ¿Tienes algún deseo en especial, hijo? Hoy es tú cumpleaños, así que pídeme lo que quieras, que te voy a complacer, no se cumplen 7 años todos los días, además, te tengo una sorpresa en casa, así que cuando lleguemos debes bañarte y ponerte algo bonito, ¿sí? _ dijo su madre mirando a Takanori desde el espejo retrovisor del auto, mientras una hermosa sonrisa se dibujaba en los labios de ella.

Himeno, la madre de Takanori, miró al chico con seriedad y cuidado, al descubrir que éste no la miraba ni un poco, pues sus ojos estaban fijos en la ventana del auto. Parecía ser que algo en el camino era más interesante que lo que ella le estaba preguntando en ese momento.

_ Hijo… _ dijo la mujer de nuevo.

_ Espera, mami, me están diciendo algo _ dijo Takanori interrumpiendo a su madre repentinamente.

_ ¿Y ahora quién es? _ dijo la mujer con un suspiro de resignación al ver que su hijo decía aquello.

Takanori la volteó a mirar sin comprender porque decía aquello, pero a decir verdad, las visitas tenebrosas y de ultra tumba que Takanori recibía se habían vuelto más y más frecuentes con el pasar de los años. ¿Sería acaso que su don se había incrementado? Himeno se lo preguntaba constantemente y tenía razón. Takanori para ese momento era increíblemente susceptible a emociones y recuerdos que las entidades le mostraban, las cuales con los años, se habían vuelto más claras e intensas. Ella, como cualquier madre preocupada por su hijo, expresaba su preocupación a su esposo cada vez que podía.

_ Te estás mortificando por nada, él siempre ha sido así y lo sabes, solo déjalo, además, parece que no le asusta tanto como antes _ dijo el esposo de Himeno y padre de Takanori mientras estaban a solas.

_ Me preocupa que tenga más amigos muertos que vivos, eso es  lo que me preocupa  _ dijo Himeno logrando que su esposo suspirara y la volteara a mirar con algo de preocupación pues él sabía que cuando algo se metía en la cabeza de su esposa, nada era capaz de sacárselo.

Y sus sospechas fueron confirmadas la tarde del 2 de febrero, cuando vio frente a él la enorme fiesta sorpresa que su esposa había hecho para su hijo en su cumpleaños.

_ No debiste hacerlo, Takanori no es muy sociable y lo sabes _ dijo el padre de Takanori y Yuu, al ver el gran gentío que había en su casa y en sus alrededores los cuales estaban adornados con globos y adornos de colores.

_ Descuida, todo estará genial, hice un delicioso pastel y hay comida para todos, además, son los 7 años de Takanori y su primer año en la escuela, quería hacerle algo bonito _ dijo ella con una sonrisa mientras llevaba un enorme pastel para el jardín.

El hombre suspiró y con resignación vio a su esposa caminar hacia afuera de su casa con aquel delicioso pastel en sus manos.

 

 

_ ¿Es verdad que vez fantasmas? _ Le dijo un niño el cual era compañero de Takanori.

_ Claro que no, eso es imposible, dice mi padre que es solo su imaginación _ dijo otro niño queriendo sonar inteligente y seguro de sus palabras.

_ Mi mamá dice que eso es aterrador _ dijo una niña que estaba sentada al lado de otra la cual asintió en seguida.

_ Bueno, ¿ves fantasmas, sí o no? _ preguntó el mismo niño que había hecho esa pregunta en un principio.

Takanori estaba rodeado de todos los niños y niñas de su salón, niños con los que no había siquiera hablado, niños que a sus espaldas le decían raro o niño fantasma, así lo llamaban mientras murmuraban cuando lo veían llegar al salón de clases. En definitiva, vivía en un pueblo pequeño en el que todo se sabía y lo de su habilidad, no era un secreto para nadie.

El niño lo meditó unos segundos, ¿Decirles o no decirles? Era lo que Takanori se debatía con algo de duda. Suspiró profundo cerrando sus ojos y llevándolos hacia el suelo mientras sentía las miradas de todos sus compañeros de clase sobre él con curiosidad y duda, les dijo:

_ Sí, es verdad, veo espíritus _ dijo Takanori con seriedad y una absoluta convicción de sus palabras.

_ ¿En serio? _ preguntó otro niño del grupo mientras sus ojos se abrían con terror ante aquella afirmación.

Takanori asintió mirando fijamente a los ojos del niño y así todos los demás comenzaron a decir mil cosas las cuales no se comprendían del todo por lo acelerado de las palabras y el volumen del tono de voz de cada niño.

¨ ¿Y no te da miedo? ¿Te despiertan en las noches? ¿Cómo son? Pues qué pregunta tan tonta ¡Claro que son aterradores! ¨

Preguntas así, junto con palabras de miedo eran las cosas que los niños decían mientras se abalanzaban sobre Takanori para saber más sobre ese tema espeluznante el cual parecía ser la sensación del momento.

_ Ya, ya, sepárense un poco o van a aplastar a mi hermanito _ dijo de pronto Yuu apareciendo ante todos los niños como un salvador para Takanori.

_ Solo queremos saber sobre las cosas que ve _ dijo un niño del tumulto cuando vio a Yuu haciendo una barrera con su cuerpo entre Takanori y ellos.

_ ¿Siempre están allí? ¿Cómo se ven? _ dijo otro niño asomándose por entre otro niño.

De repente, Yuu volteó a mirar a Takanori y con una sonrisa le dijo _ ven, no tengas miedo, solo sienten curiosidad, así como yo, ¿recuerdas, Taka? Cuando te pregunto por las personas que vez _

Takanori asintió con timidez y así dijo _ de acuerdo _

El hermano mayor, con una sonrisa en sus labios se hizo a un lado nuevamente y dijo _ No se impacienten, pregunten lo que quieran, mi hermanito les dirá con honestidad todo lo que ve, ¿verdad, Taka?_

Así se alejó tan rápido como había aparecido, pero esta vez bajo la atenta mirada de Takanori quien no apartó sus ojos de él mientras lo veía marcharse con otro chico de la misma edad que su hermano.

Pero de pronto, los ojos de Takanori se desviaron repentinamente hacia uno de los árboles que se veían a la lejanía entre todos los demás. Miró con detenimiento esa figura extraña la cual se veía  triste y solitaria al mismo tiempo que ésta lo miraba a él. El corazón de Takanori se estrujó, mil emociones lo embargaron de pronto, siendo consciente de que no eran sus emociones, no, eran las emociones de esa presencia que estaba allí, a un lado del árbol. Así, esa misma entidad que lo miraba apartó sus ojos de Takanori como si fuese en cámara lenta y  comenzó a caminar por entre los demás arboles…

_ ¿Takanori, has visto algo aterrador, verdaderamente aterrador que te haga orinarte en tus pantalones? _ dijo un chico de los que estaban con Takanori en ese momento, logrando de esa manera que Takanori perdiera su enfoque en aquello que miraba con tanta intensidad.

_ Ah… sí, hay veces me asusto mucho, pero casi nunca pasa _ dijo Takanori mirando al niño que había preguntado.

_ ¿Qué te dicen? _ dijo una niña que apretaba sus vestidos con todas sus fuerzas.

_ A veces solo vienen porque quieren ser escuchados, otras veces porque quieren que los ayude _ dijo Takanori con toda naturalidad, como si fuera algo muy normal.

_ ¿Siempre están allí, o sea, ahora vez algo? _ dijo otro niño con una expresión en su rostro de emoción.

El rostro de Takanori palideció de pronto al ver justo frente a él aquella figura que había divisado a lo lejos, estaba tan cerca de él que en ese preciso momento lo podía ver mucho mejor, éste se veía verdoso, sucio y sus ojos no se distinguían, se veía aterrador, de una manera un tanto distinta y siniestra a los que él estaba acostumbrado a tratar, con ropas más antiguas que cualquiera y con una ligera transparencia la cual se difuminaba en sus pies y manos.

De pronto Takanori recordó las palabras de su profesor de Estudios Sociales…

¨ Al sur, casi limitando con nuestro pueblo hay varias tumbas de algunos samurái que vivieron en el pasado, si sales del pueblo y vas por allá, podrás ver sus lápidas a lo lejos… ¨

La piel de Takanori se erizó y su cuerpo se estremeció al ver frente a él a esa entidad la cual parecía decirle algo, al mismo tiempo que los recuerdos y memorias de esa entidad se disparaban en su mente como si fuera una película antigua de guerra; sangre, gritos, desesperación y muerte era lo que Takanori veía en la memoria de ese ser.

_ ¿Eh? _ dijo Takanori mirando ese hombre frente a él, no entendía lo que decía, podía ver la boca de ese ser moverse, pero no escuchaba nada.

_ No… no te entiendo _ dijo Takanori logrando de esa forma que aquel individuo desapareciera frente a sus ojos mientras sus compañeros no entendían absolutamente nada de lo que había sucedido.

Un suspiro aliviado salió de los labios de Takanori mientras era observado atentamente por sus compañeros quienes se miraron entre ellos con algo de duda en sus gestos.

_ ¿Qué te pasó, Takanori? De pronto te pusiste más blanco de lo normal _ dijo un niño.

_  Es que detrás de ustedes estaba un hombre _ dijo Takanori con voz baja y cansada.

_ ¿QUÉÉÉ? _  Gritaron todos los demás al mismo tiempo mientras se volteaban aterrados.

_ Pero ya se fue _ dijo Takanori consiguiendo así que los niños que estaban con él lo miraran de nuevo con un gesto serio y nervioso.

_ No es divertido que bromees así, Takanori _ dijo otro niño con el ceño fruncido.

_ ¿Qué? ¿Te asustaste? Eres una niñita… ja ja ja… _ dijo burlón otro niño mientras se reía del que había dicho aquello con anterioridad.

_ No es un mal hombre, solo es alguien solitario, pero no es malo, así que no debes temer, Jin _ dijo Takanori al niño que le había reprochado con el ceño fruncido.

_ No tengo miedo _ dijo el tal Jin con molestia.

_ Ja… sí, claro _ dijo el otro que se burlaba.

_ A mí no me gusta de lo que hablan, yo me voy _ dijo una niña con sus manos y piernas temblando mientras se ponía en pie y salía corriendo casi llorando.

_ Rin, espera… _ dijeron otras dos niñas que estaban con ella mientras corrían detrás de su amiga.

_ Ja, miedosas _ dijo el mismo niño que se había estado burlando todo ese rato.

_ Es normal que teman, no lo ven, pienso que se siente aún más aterrador saber que allí están pero que no los vez _ dijo Takanori con voz suave como siempre consiguiendo que los demás niños lo miraran con asombro.

_ ¿En serio no te dan miedo? _ preguntó otro niño con algo de duda mientras miraba con curiosidad, asombro y temor a Takanori.

_ No, ellos no me dan miedo, porque son buenos, puedo sentirlo, pero si fueran como el otro hombre, creo que sería diferente _ dijo Takanori en tono bajo agachando su cabeza un poco.

_ ¿Otro hombre? _ dijo la única niña que se quedó allí escuchando lo que todos decían.

Takanori la miró y con sus ojos fijos en ella le dijo:

_ Hay una hombre malo en el bosque, es peligroso, eso dice mi amigo, nunca lo he visto realmente, pero puedo escucharlo y sentirlo cuando se acerca _ dijo Takanori mirando con algo de timidez a aquel niño que reía burlón en todo rato.

_ Y siempre está cerca de la casa de Akira _ finalizó diciendo Takanori con sus ojos aún fijos en el niño.

Akira, el niño que reía y se burlaba, de pronto dejó de hacerlo y con sus ojos de par en par, dijo _ Es mentira, ¿verdad? _

Takanori negó con su cabeza mientras su expresión era temerosa y cabizbaja.

_ Siempre que paso por tú casa en el auto con mi mamá, siento escalofríos, además, mi amigo dice que no es bueno, así que ten cuidado, no salgas de tu casa en la noche, él sale en las noches y camina por los alrededores hasta llegar a mi casa… _ Takanori hizo una pausa para luego decir _ …O mejor dicho, se arrastra _

Takanori no terminó de decir lo que quería, pues Akira, el niño ¨travieso y rebelde¨ de la clase al escuchar eso, se puso en pie con rapidez mientras miraba a Takanori con rabia en su rostro para luego decir:

_ Lo que dices son mentiras, mi papá dice que no es verdad todo lo que vez, que todo lo inventas solo para llamar la atención, así que no te creo nada _ corrió lo más lejos que pudo de Takanori y de los demás, hasta llegar donde su madre se encontraba en otra parte del jardín junto con las demás madres.

Después de ese incómodo momento, todos los demás niños se pusieron en pie mirando a Takanori con algo de seriedad y de miedo, así le dijeron:

_ No vuelvas a hablar de eso, niño loco, asustaste a Akira _

Todos los niños que estaban con Takanori se alejaron con rapidez de su lado, mientras lo miraban con molestia y con un poco de miedo también. De pronto Takanori se encontró completamente solo en el suelo donde había estado sentado con todos los demás niños.

¨ No debiste hablar de él ¨

Escuchó la voz sombría detrás de él y en seguida se volteó…

_ Shima _ dijo Takanori con una voz suave y triste.

¨ No le vuelvas a hablar a nadie de ese ser, Takanori ¨

Dijo aquel espíritu de apariencia tranquila y apacible.

_ ¿Por qué no puedo? _ preguntó Takanori poniéndose de pie para mirar de frente a ese espíritu que lo miraba con una expresión suave pero seria.

¨ No es bueno que las personas sepan de él, tú lo sabes porque lo escuchas y lo percibes, pero si otros lo saben sentirán miedo y podrían culparte a ti porque eso esté aquí. La gente hace cosas extrañas cuando se siente atemorizado por las cosas inexplicables o que no pueden ver ¨

Dijo de nuevo el espíritu que correspondía por el nombre de Takashima Kouyou,  el cual Takanori, en gesto de cariño lo apodó como Shima.

_ ¿Ni siquiera a mis papás, o a Yuu? _ dijo Takanori con curiosidad.

El espíritu de Takashima negó con su cabeza lentamente mientras miraba fijamente a Takanori con sus ojos oscuros e intensos, al igual que con una expresión fría y sombría, así le dijo:

¨ A nadie, es mejor así ¨

Lentamente ese espíritu se volteó y comenzó a caminar lejos de Takanori mientras él se quedaba de pie mirándolo en silencio alejarse para luego desaparecer a lo lejos…

 

 

NOVIEMBRE DE 1990

 

(TAKANORI, 8 AÑOS)

_ ¿En serio tienes que irte, Yuu? ¿Por qué no buscas una universidad por aquí? _ dijo Takanori al ver a su hermano  con su equipaje en mano para subirlo a su auto.

Yuu volteó a mirar a Takanori, quien lo miraba con una expresión triste en su rostro. Yuu, con una sonrisa en sus labios mientras le daba un fuerte abraso algo brusco, le dijo:

_ No puedo creer lo que veo, mi hermanito el sabiendo, no quiere que me separe de él _

Dijo entre risas las cuales a sus padres, en especial a su madre, les produjeron una sensación cálida en  su pecho…

_ Yuu, déjame, me estás aplastando _ dijo Takanori con el ceño fruncido.

_ ¿Ah, pero que dices? Si te  encanta que te haga eso _ dijo Yuu riendo malicioso.

_ No es verdad _ dijo Takanori con sus manos tratando de soltarse del fuerte agarre de su hermano, pero éste no se lo permitía.

De pronto, en medio de forcejeos inofensivos entre Takanori y Yuu, alguien se colocó justo al lado de Takanori, acercándose lo suficiente al oído del niño, como si tratara de evitar que alguien más lo escuchara hablar con él.

Al principio Takanori pensó que era su padre o su madre, pero al sentir ese frío tan habitual, su piel se erizó al igual que sus bellos de los brazos. Así, en un susurro bajo y profundo, el amigo fantasmal de Takanori, dijo:

¨ Que no se vaya por la izquierda, él está por esa zona y tú hermano tiene impregnada tu esencia, puede confundirte con él y herirlo pensando que eres tú ¨

Esa voz sombría y masculina, la cual Takanori conocía perfectamente desde hacía años, había alertado y absorbido en seguida a Takanori en sus propios pensamientos. Justo en ese momento sin que nadie notara el trance en el que Takanori se había consumido, Yuu se apartó por fin de Takanori.

_ Bueno, creo que es hora de irme _ dijo Yuu separándose de Takanori y caminando hacia su auto.

Pero aún en ese momento mientras Yuu encendía el auto y comenzaba a alejarse, el chico seguía en un extraño ensimismamiento del cual no salió hasta que Yuu tocó la bocina del auto mientras sacaba su mano por la ventana como despedida, solo en ese momento, Takanori parpadeó rápidamente y así corrió con todas sus fuerzas detrás del auto mientras decía:

_ YUU, YUU, ESPERA, YUU… _ gritó Takanori a todo pulmón causando asombro en sus padres y en el mismo Yuu, quien detuvo su auto al escuchar los gritos fuertes de su pequeño hermano, quien corría detrás del auto.

Yuu miró a Takanori acercarse al auto desde el espejo que estaba a un lado de la ventana y al verlo llegar a la ventanilla casi sin aliento, le dijo:

_ ¿Qué? ¿Quieres otro abrazo de oso? _ dijo Yuu con una sonrisa burlona la cual desapareció al ver la expresión de seriedad de Takanori quien aún parecía no recuperar el aliento.

_ No… _ dijo Takanori aún agitado por la carrera.

_ No te vayas por la izquierda, toma el camino de la derecha _ dijo Takanori con sus ojos fijos en Yuu.

_ ¿Qué? _ dijo Yuu algo extrañado y sin duda confundido.

_ No te vayas por la izquierda, toma el camino de la derecha _ repitió Takanori.

_ Pero Taka, si me voy por la derecha tardaré más, es un recorrido más largo y lo sabes _ dijo Yuu.

_ Por favor, solo hazme caso, por favor, no te vayas por ahí _ suplicó Takanori a su hermano quien lo observaba con sumo cuidado y atención.

_ ¿Tú amigo te lo dijo? _ dijo Yuu con una voz curiosa y dudosa.

Takanori tragó saliva sin apartar sus ojos de su hermano y con su cabeza asintió sutilmente mientras se dejaba ver el miedo en sus ojos.

_ ¿Qué te dijo? _ preguntó Yuu, interrogante y muy atento, mientras su rostro ahora parecía serio, más que serio.

Yuu siempre sonreía pero cuando su rostro duro y serio se dejaba ver, Takanori se sentía nervioso y tenso, justo como en ese momento, causando que un repentino palpitar acelerara el corazón del niño, quien llevó sus ojos a sus manos para luego decir:

_ Me dijo que no te dejara ir por la izquierda, porque podrías lastimarte _ dijo Takanori con voz baja y algo nerviosa.

Yuu se quedó mirando con atención el rostro de Takanori por unos segundos y así le dijo:

_ Está bien, me iré por la derecha _

Los ojos de Takanori se abrieron enormemente mientras en su pecho se sentía un increíble alivio.

_ ¿En serio? _ dijo Takanori con felicidad.

Yuu sonrió de nuevo, justo como siempre y mientras desordenaba la melena de su hermano menor quien lo miraba agradecido, le dijo:

_ Claro, hay que escuchar a nuestros mayores, ¿no? Además, tu querido amigo Takashima nunca se ha equivocado en sus advertencias, ¿o sí? _

Takanori sonrió con felicidad y con su rostro ahora completamente alegre y relajado, dijo:

_ Nunca, Shima siempre tiene la razón, es muy inteligente _

_ Ok, bueno, dile a tú amigo que le agradezco el dato _ dijo Yuu mirando de nuevo hacia la carretera.

_ Por la derecha, ¿cierto? _ dijo Yuu mirando de nuevo a Takanori quien asintió seguro mientras su sonrisa seguía allí.

_ Adiós, Taka, pórtate bien y no cambies, ¿ok? _ dijo Yuu encendiendo de nuevo el auto y poniéndolo en marcha una vez más.

_ Adiós, hermano, cuídate _ dijo Takanori mientras veía la mano de su hermano despedirse de él a lo lejos…

_ Gracias _ dijo Takanori sin apartar sus ojos del auto que se veía aún a lo lejos, ya muy a lo lejos.

Yuu, miró por el espejo retrovisor la figura de Takanori a la lejanía y con un suspiro profundo se dijo a sí mismo _ Así que por la derecha, ¿eh? _

Yuu suspiró una vez más y así frunció su ceño, él lo sabía, aunque su hermanito nunca se lo dijera, él lo sabía, algo había en el bosque por las noches, causando que el  niño siempre estuviese asustado y temeroso, él lo sabía. No era tonto, ni tampoco ciego, podía ver que su pequeño hermano evitaba salir o tan siquiera mirar por las ventanas en las noches.

Él lo sabía, había algo malo en el bosque y su hermanito no se lo había contado a él ni a nadie. Así era, Takanori había escuchado las palabras de su fantasmagórico amigo y lo había obedecido. Desde aquella vez con aquellos niños, no volvió a decirle a nadie sobre ese espectro maligno y peligroso del cual él temía, no se lo dijo a nadie, ni a sus padres, ni tampoco a Yuu.  

 

 

DICIEMBRE DE 1995

 

(TAKANORI, 13 AÑOS)

_ ¿Ya tienes todo listo, Takanori, no te falta nada? Mira que tú hermano está por llegar en unos minutos _ dijo Himeno, la madre de Takanori mientras ayudaba a Takanori con su equipaje.

_ No le provoques molestias a tú hermano en Tokio, ¿me oyes? Pórtate bien y acuéstate temprano, ¿me entendiste? _ dijo la madre dándole indicaciones a un muy, muy emocionado Takanori quien iba de viaje a Tokio para pasar con su hermano sus vacaciones, antes de navidad.

_ Ya, déjalo que disfrute, irá a Tokio, déjalo que haga lo que quiere aunque sea una vez; lo controlas demasiado, ya no es un niño, ya casi cumplirá 14 años _ dijo el esposo con rotunda afirmación, logrando que de esa manera, Takanori lo mirara y sonriera agradecido.

_ Pásala bien, disfruta y bueno, si te gusta alguna niña, pues… ya sabes _ dijo el padre de Takanori consiguiendo que su esposa lo mirara con sus ojos de par en par mientras quedaba boquiabierta.

_ Makoto, ¿Cómo se te ocurre decirle eso? Es solo un niño _ dijo ella sumamente molesta.

_ ¿Qué? ¿Qué tiene de malo? _ dijo el esposo en su defensa.

De repente, en medio de la discusión de aquellos dos adultos, las ruedas de un auto rechinaron en la entrada de la casa.

_ ¡Ya llegó! _ dijo Takanori con una sonrisa radiante en sus labios, mientras corría hacia la puerta y la abría con rapidez.

_ ¡YUU! _ gritó Takanori con la intensión de correr hacia el auto en el que su hermano venía junto con un chico más, lo cual causó que Takanori se detuviera al instante justo en la puerta de la entrada.

_ ¿Así que aquí creciste, eh? _ dijo el chico que venía con Yuu para segundos después dejar escuchar un silbido descarado de asombro.

_ Ja, ja, ja, no es la gran cosa, Yutaka, ven, entremos _ dijo Yuu en respuesta sin notar que su hermano menor estaba en la entrada mirando a ese chico con sus ojos de par en par.

_ ¡Oh! Taka, hola, vaya, como has crecido, mírate nada más _ dijo Yuu con una sonrisa al ver a su hermano menor en la puerta.

Takanori vio a Yuu y a su invitado caminar hacia él, pero no solo era un invitado, no, había uno más que solo Takanori podía ver. Alto, joven, delgado, cabellos negros y apariencia ruda, así era ese espíritu que caminaba hacia él al igual que Yuu y su amigo con un semblante sombrío y triste.

_ ¿Cómo estás, Taka? _ dijo Yuu dándole un fuerte abrazo a Takanori para sacarlo de su trance habitual cada vez que veía algo como eso.

_  Bi-bien, estoy bien _ dijo Takanori mirando a su hermano, luego a su amigo, el tal Yutaka, para finalmente poner sus ojos sobre ese otro chico de apariencia oscura, el cual sin duda carecía de vida.

_ Yuu… _ dijo Takanori sin apartar sus ojos de aquel espíritu.

_ Lo sé, no digas nada _ dijo Yuu con un susurro absolutamente bajo, justo en el oído de Takanori para que su amigo, quien estaba con él, no lo escuchara.

Takanori volteó a mirar con asombro e incredibilidad a su hermano, mientras Yuu se separaba de Takanori y con una suave sonrisa en sus labios, le decía:

_ Yutaka, él es mi hermano, Takanori… Taka, él es Yutaka, mi compañero de apartamento en Tokio, lo he traído como invitado _ dijo Yuu con una suave sonrisa en sus labios.

_ Es un placer, por fin conozco al famoso Taka del que Yuu tanto habla _ dijo Yutaka con una sonrisa en sus labios.

_ El… el placer es todo mío _ dijo Takanori con una expresión nerviosa que no podía disimular.

Takanori estaba nervioso, pues esa entidad que lo observaba detrás de Yutaka, sin apartar sus ojos de él susurró algo con voz quebrada.

¨ Dile que me perdone ¨

La garganta de Takanori se apretó y su corazón comenzó a latir con fuerza al mismo tiempo que las memorias y recuerdos de esa entidad se aglomeraban en su cabeza como si fueran flash backs…

_ Ishihara _ dijo Takanori sin poder entender porque lo había dicho.

Pero en cuanto los labios de Takanori dijeron eso, los ojos de Yutaka se abrieron más grandes que nunca antes en su vida.

_ ¿Qué dijiste? _ dijo Yutaka con su voz quebrada.

_ Yutaka, ven… cálmate, entremos a la casa, ¿sí? Allá te explicaré lo que pasa _ dijo Yuu mientras tomaba de los hombros a Yutaka para adentrarlo a la casa.

_ Espera, Yuu… Tú hermano acaba de decir el apellido de Takamasa, ¿Cómo sabe tu hermano el apellido de Takamasa? _  dijo Yutaka mientras miraba detrás de él a Takanori, quien estaba estático en la puerta de la entrada aún mientras esa entidad llamada Ishihara Takamasa estaba frente a él y le decía:

¨ Dile que me perdone y que nunca lo voy a dejar, por favor, díselo ¨

Pero mientras ese espíritu atormentado le decía esas palabras a Takanori, a él llegaban mil imágenes de memorias de una vida que no era suya. Veía a ese chico, Yutaka, al lado de Ishihara, mientras reían juntos, miradas y momentos que al parecer eran felices…

De pronto, Takanori lo comprendió con una increíble facilidad…

_ ¡Eres su novio! _ dijo Takanori con sus ojos de par en par a aquel espíritu que al escuchar aquellas palabras lo miró con dolor y tristeza en sus ojos.

_ Taka _ dijo una voz detrás de Takanori haciendo que éste saltara sorprendido y algo nervioso.

Era Yuu, quien había dejado a Yutaka en la sala con sus padres para ir donde se encontraba su hermano.

_ Yuu _ dijo Takanori volteándose a mirarlo con una sensación de soledad y total arrepentimiento en su pecho, sensación la cual sabía de sobra que no era suya.

Miró hacia donde aquel espíritu estaba segundos antes y éste ya había desaparecido.

_ Yuu ¿Quién es ese chico que viene con ustedes? Y no hablo del que está vivo _ dijo Takanori al ver que el espíritu que acompañaba al invitado había desaparecido.

_ Lo sabía, maldita sea, lo sabía, sabía que Ishihara estaba con nosotros _ dijo Yuu en voz baja con una más que obvia tristeza la cual dejaba ver impotencia y molestia, al mismo tiempo que cubría su rostro con sus manos.

_ ¿Lo puedes ver? _ dijo Takanori con asombro.

_ No, claro que no _ dijo Yuu con su ceño fruncido por la tristeza al mismo tiempo que suspiraba, para luego voltear a mirar a su hermano quien lo miraba expectante, así, con un suspiro más, le dijo a Takanori:

_ Ishihara Takamasa era mi amigo, lo conocí cuando entré a la universidad hace cinco años al igual que a Yutaka; él, Yutaka y yo siempre estábamos juntos, pero hace dos meses Ishihara murió y desde entonces, siento cosas raras. Escucho sonidos extraños en el apartamento que compartíamos los tres, siento que me miran, pero cuando me volteo no hay nadie, eso solo lo siento aquí y reconozco esa sensación de sobra, Taka, podría jurarte que ese frío que percibo en la habitación de Yutaka es como el frío de tu habitación y eso es porque hay un espíritu allí, por eso vine con él, presentía que si él venía, Takamasa también lo haría, está aquí ¡verdad! Viene con nosotros ¡cierto! _ 

Takanori miró a su hermano con tristeza, pues aunque éste estaba con vida, también podía sentir y percibir el dolor de Yuu con solo tenerlo frente a él.

_ Ja ja… _  rio Yuu con amargura y sufrimiento _ ¿Sabes? Creo tener mis sospechas del por qué sigue tan fervientemente a Yutaka _

Takanori miró en silencio a Yuu y así, con sus ojos hacia el frente, dijo _ ellos eran novios _

Yuu lo miró con sus ojos de par en par y con asombro le dijo _ ¿él te lo dijo? _

_ No, claro que no, solo lo vi _ dijo Takanori.

_ ¿Qué? ¿Cómo lo viste? _ dijo Yuu con duda y curiosidad.

Pero esa pregunta causó un sonrojo en las mejillas de Takanori, quien giró su cabeza rápidamente para mirar a su hermano con sus ojos  más que abiertos.

_ N-no me preguntes esas cosas, solo lo sé _ respondió Takanori con sus ojos apartándolos de Yuu mientras el mentado hermano mayor se dedicaba a mirar a Takanori con suma atención y curiosidad.

_ Taka, no le hables a Yutaka de Takamasa, por favor _ dijo Yuu.

_ ¿Eh? _ Takanori volteó su cabeza con rapidez para mirar a su hermano sin comprender esas palabras.

Yuu suspiró cansado y rascando su nuca con su mano, dijo _ Yutaka y Takamasa tuvieron problemas antes de su muerte, nunca me explicaron exactamente por qué, pero nunca fue necesario bueno, tú me entiendes de lo que hablo ¿no?  El  punto es que Yutaka está muy deprimido, en especial porque con su muerte se supo que Takamasa tenía una novia en su ciudad y una hija con ella… _

Yuu suspiró profundo esta vez y con sus ojos en el suelo dijo _ ese Takamasa, idiota, tantos años como amigos y nunca me contó eso _

Pero después de esas palabras, Takanori comprendió todo mucho mejor…

_ ¡Claro! Por eso me dijo que le dijera que lo perdonara _ dijo Takanori en tono alto para sí mismo.

_ ¿Eso te dijo? ¿Cuándo? _ dijo Yuu con obvia curiosidad.

_ En cuanto lo vi en la entrada con ustedes, fue lo primero que me dijo en cuanto notó que yo podía verlo _ respondió Takanori.

Después de esas palabras, ambos hermanos, los cuales estaban sentados en el suelo del pórtico, suspiraron con cansancio y así guardaron silencio, pensativos.

_ Oye, cambiando de tema, ¿Sigue tu amigo el fantasma, por aquí? _ dijo Yuu con una suave sonrisa en sus labios.

Takanori lo volteó a mirar y en seguida sumergió su rostro entre sus manos.

_ Shima es un anciano cascarrabias, aunque se vea joven, es un cascarrabias _ dijo Takanori.

Yuu sonrió y en seguida dijo para sí mismo ¨ Wau, cualquiera que lo escuchara, pensaría que habla de una persona normal ¨  y es que para Takanori, Takashima Kouyou era una persona normal, real, con o sin vida, ese ser existía en 

su vida de manera impactante y permanente.

De repente, en medio de sus pensamientos, Takanori le dijo con un tono molesto _ se enojó conmigo porque le dije que me iría unos días a tu casa, me dijo que no podía irme, es tan… tan… _

_ ¿Tan qué, Taka? _ dijo Yuu con curiosidad y con una sonrisa en sus labios al ver el rostro enojado de Takanori el cual era muy poco usual en él.

Takanori lo volteó a mirar con su ceño fruncido y con un refunfuño notorio. Yuu rio con una sonrisa  pícara y coqueta, y así le dijo al molesto chico:

_ ¿Y, no tienes novia, Taka? _

_ ¿Novia? _ saltó de pronto Takanori mirándolo con sus ojos de par en par y con un poco de sonrojo en sus mejillas.

_  Claro que no, no seas tonto, en este  lugar todos me tienen miedo, en especial desde… _ de repente Takanori no dijo nada más, se quedó en silencio y con ojos fríos se quedó perdido en la nada…

Había recordado el incidente en la casa de su antiguo compañero de escuela, Akira. La casa del chico había sido reducida a cenizas debido a un incendio el cual nunca se supo cómo ocurrió. Había sido en medio de la noche, cobrando de esa manera, la vida de todos los miembros de aquella familia. Con ese accidente, todos los demás compañeros de clase, recordaron lo sucedido el día del cumpleaños número  7 de Takanori. Recordaron la advertencia de Takanori para con Akira.

_  Hey Taka _ dijo Yuu mirándolo con atención al ver que su pequeño hermano de solo 13 años se había quedado en trance repentinamente.

_ Taka _ dijo de nuevo.

De repente, Takanori reaccionó sorpresivamente, poniéndose en pie y tomando a su hermano del brazo con rapidez…

_ Vamos adentro, allá seguiremos hablando _ dijo Takanori poniendo a su hermano mayor en alerta.

Ambos entraron por la puerta, primero Yuu y después Takanori. Pero antes de que la puerta se cerrara, los ojos oscuros de Takanori miraron hacia el bosque lleno de árboles, cruzando miradas con lo que había divisado con anterioridad, el espíritu molesto de Takashima Kouyou.

_  Me iré con mi hermano, aunque tú no lo desees _ dijo Takanori en tono bajo y sin apartar sus ojos de aquella entidad que frunció el ceño en seguida que el chico dijo aquellas palabras.

Así, Takanori cerró la puerta…

 

 

 

Eran las 12 con 10 de la tarde y la mesa estaba servida con todo un banquete como bienvenida para Yuu y despedida para Takanori quienes partían esa misma tarde para Tokio…

_ Así que solo te queda este año, vaya, que rápido vuela el tiempo _ dijo el padre de Yuu y Takanori a Yutaka quien estaba sentado al lado de Yuu en la mesa mientras todos comían tranquila y amenamente.

El chico asintió con una sonrisa en sus labios y así dijo _ Así es _

La conversación continuó, mientras todos disfrutaban de la deliciosa comida preparada por la señora de  la casa, entre risas y comentarios, la velada continuaba, mientras que Takanori no podía dejar de sentirse observado por ese espíritu que no paraba de suplicarle…

¨ Por favor, dile que me perdone, díselo ¨

Decía una y otra vez, haciendo que Takanori suspirara cansado y más que agobiado.

_  Espera un poco, déjalo que termine su comida, al menos _ susurró Takanori, pero para desgracia de él, todos en la mesa lo escucharon.

_  ¿Qué sucede, hijo? _ dijo la madre al ver que su hijo se hacía más pequeño de lo que ya era, al sentir que todos los rostros se dirigían a él con curiosidad.

_ Na-nada, no es nada _ dijo Takanori con sus ojos más achinados por la suave y fingida sonrisa que mostraba en sus labios.

Pero aunque dijera que estaba bien, que no era nada, sus padres y Yuu sabían que no era así, todos sabían de sobra que sin duda algo estaba molestando a Takanori, el único que no estaba al tanto del don de Takanori era Yutaka. Pero eso pronto cambiaría.

_Oh, vamos Takanori, dinos, ahora quién es _ dijo el padre con una suave sonrisa en sus labios, pues él, más que su esposa, ya se había acostumbrado a las locas historias de Takanori.

_ ¡Maldición! _ dijo Yuu con un tono de voz totalmente bajo.

La mujer suspiró y siguió comiendo de su plato como si nada, mientras solo decía _ Ahí vamos de nuevo _

Yuu sumergió su cabeza entre sus manos, pues supo que sin duda no era bueno, en especial porque podía ver la curiosidad y la intriga en los ojos de Yutaka.

_ ¿De qué hablan? _ dijo Yutaka y a Yuu se le vino el cielo encima, no quería decirlo aún, solo quería prepararlo para lo que Yutaka estaba a punto de escuchar.  Pero nada en el mundo lo prepararía para lo que estaba por oír.

_  ¿Qué, no me digas que Yuu no te ha contado del don de Takanori? _ dijo Makoto, el padre de Yuu y Takanori a Yutaka.

_ ¿Don? _ dijo Yutaka mirando atentamente a Takanori mientras éste comía en silencio y tratando por todos los medios por disimular su incomodidad.

_ Así, es, nuestro hijo habla con espíritus _ dijo la madre de ambos chicos mirando con una expresión seria pero serena a Yutaka, quien al escuchar aquellas palabras sus ojos quedaron perplejos y casi pasmados.

_ ¿Cómo? _ dijo Yutaka aún incrédulo.

_ Nuestro hijo desde que nació tiene el don de ver fantasmas _ dijo el señor con una expresión tranquila  a diferencia de todos los demás en la mesa.

_ Entre otras cosas _ dijo la madre con un gesto un poco más serio y mortificado.

Pero eso fue suficiente para que los ojos de Yutaka se clavaran en los ojos de Takanori, quien estaba sentado frente a él en la mesa.

_ ¿Puedes ver espíritus? _  dijo Yutaka con sus ojos de par en par mirando fijamente a Takanori, quien levantó sus ojos para mirar a Yutaka, pero en cuanto  lo hizo, Takanori, volteó a mirar hacia el lado derecho de Yutaka.

En ese momento, Yutaka lo comprendió todo, recordó los ojos impactados y asombrados de Takanori en cuanto lo vio llegar con su hermano.

_ Tú… cuando nos recibiste en la entrada, dijiste un nombre _ dijo Yutaka con un nudo en su garganta.

_ ¿Podrías repetirlo y decirme, por qué lo dijiste? _ acabó de decir Yutaka sin quitar su vista de Takanori quien estaba serio mirando el rostro palidecido de Yutaka.

_ Dije Ishihara _ respondió Takanori mirándolo a los ojos.

_  Ishihara Takamasa _ lo dijo al fin causando un estremecimiento en todo el cuerpo de Yutaka.

_ ¿Tengo que decirte quien me lo dijo? No fue mi hermano, si es lo que quieres saber, de hecho, antes de que mi hermano me dijera el nombre del chico que está de pie a tú lado, yo ya lo sabía _ dijo Takanori llevando sus ojos hacia el rostro sufrido de aquel espíritu que estaba al lado de Yutaka.

_ ¿Está a mi… lado? _ dijo Yutaka con su voz apenas audible.

Takanori asintió con la cabeza sutilmente y así le dijo _ con su mano sobre tu hombro _

En seguida Yutaka levantó su mano izquierda para tocar su hombro izquierdo, pero antes de que él llegara a tocar su propio hombro, Takanori le dijo _ es el hombro derecho _

La mano de Yutaka se detuvo al instante, con sus ojos fijos en los de Takanori y con su corazón palpitando como nunca antes llevó su mano a su hombro derecho. El chico de 13 años suspiró agobiado, masajeando su frente con sus dedos, suspiró abatido y con una pesadez en su corazón.

_ ¿Qué-qué pasa, Takanori? _ dijo la mujer preocupada y sin duda aterrada del don de su hijo.

Takanori,  levantó su vista para mirarla y con su expresión triste sonrió.

_ No es nada, es solo que… haaa… Ishihara, por favor, cálmese, entiendo que se siente mal. Le  diré todo lo que quiere decirle a Tanabe y a mi hermano, pero por favor, no siga, todo me lo está trasmitiendo a mí y está haciéndome sentir mal a mí también _ dijo Takanori mirando a ese espíritu que frente a él lloraba como si fuese un niño pequeño.

Todos en la sala estaban impactados, los ojos de Yuu y Yutaka de pronto se humedecieron.

_ ¡Maldición! _ dijo Yuu con una de sus manos en sus ojos mientras se ponía en pie para salir por la puerta de ese lugar en donde estaba toda la familia y aquellos dos invitados.

_ Nosotros nos vamos, los dejaremos solos, vamos, Himeno, levántate de ahí _ dijo el hombre de unos 50 años, quien se había puesto de pie para llevarse a su esposa con él.

Así, la sala donde comían todos a gusto de pronto se quedó vacía, solo con Yutaka temblando de pies a cabeza por las convulsiones del llanto que retenía, el cual luchaba por salir y que él no dejaba.

_ Tengo que llamar a mi hermano, él también debe escuchar esto _  dijo Takanori mientras se ponía en pie para buscar a su hermano.

_ No será necesario que me busques, aquí estoy _ dijo Yuu con sus ojos rojos y su rostro triste.

Takanori lo miró dolido, jamás, ni en sus sueños más locos pensó en ver a su hermano tan vulnerable, pero su amigo, su gran amigo había muerto de una forma trágica y repentina, al menos para Yuu y Yutaka.

_ Dice que lo perdonen, que nunca quiso verlos así por la estupidez que hizo, tú y Yutaka son las más increíbles personas que pudo haber tenido en la vida_ dijo Takanori.

_ ¿Por qué te hiciste eso, Idiota? ¿Por qué nos hiciste esto a nosotros? ¿Tienes una maldita idea de lo mucho que te extraño, grandísimo estúpido? Sí pudiera verte o tocarte te partiría la cara y después te abrazaría _ dijo Yuu con su voz entre cortada dirigida al aire.

Takanori se quedó en silencio mirando a Ishihara quien se veía más que arrepentido…

_ Fue una estupidez, ahora lo lamenta _ dijo Takanori sacando de la expresión de Ishihara las palabras que no salían por su llanto.

_ ¿Qué lo lamenta? ¿Qué lo lamenta? Ese idiota solo sabe decir eso _ dijo Yutaka herido y furioso…

En seguida Yuu rio…

_ Ja ja ja… nunca cambiará, ¿eh? A pesar de ser un idiota y de hacer estupideces, al final siempre nos pedía perdón por meter la pata _ dijo Yuu con una sonrisa en sus labios la cual alivió el peso del corazón de todos los presentes en la sala, incluyendo de un afligido Ishihara.

_ Dice el idiota que también te quiere _ dijo Takanori con una suave sonrisa igualmente en sus labios.

_ Lo sé, ¿pero quieres que te diga lo que nunca te perdonaré, idiota? Que nunca me dijeran ninguno de ustedes dos lo que sentían el uno por el otro _ dijo Yuu, llevando sus ojos enrojecidos a los ojos impactados de Yutaka.

_  ¿Qué? ¿Creías que no lo sabía? _ dijo Yuu con una suave sonrisa en sus labios.

_ Por favor, me subestimaron, podía verlo en sus caras de idiotas, ¿saben? _ replicó con molestia, Yuu.

_ Creíamos que te molestarías, porque tú no eres así, pensamos que si te lo decíamos dejarías de ser nuestro amigo _ dijo Yutaka con una voz triste y suave.

_ ¡Oh! Por favor, se necesita más que eso para deshacerse de mí _ dijo Yuu cruzándose de brazos.

Yutaka miró con cariño a su amigo y con una sonrisa suave en sus labios, le dijo _ Yuu, perdónanos por nunca decírtelo _

Yuu sonrió y con un suave suspiro dijo _ tendrás que hacerme el desayuno, el almuerzo y la cena de por vida, o al menos hasta que me case con una hermosa mujer _

_ Trato hecho _ dijo Yutaka con una suave sonrisa en sus labios.

Takanori sonrió y con una voz apagada, escuchó a Ishihara decir:  

¨Ahora dile a Yutaka que me perdone por mentirle sobre Melody, la madre de mi hija y mi hija¨

Takanori suspiró y con voz baja dijo _ Tanabe, Ishihara me acaba de decir que… _

Pero tan pronto como estaba diciendo cada una de las cosas que Ishihara le decía, en la mente de Takanori aparecían imágenes de recuerdos pasados del fantasma y sentimientos, los cuales Ishihara le mostraba al chico para que entendiera la verdadera razón del porque nunca lo había mencionado.

_ Así que fue una metida de pata antes de conocernos a nosotros, ¡ay, Takamasa! _ dijo Yuu mientras negaba con su cabeza de brazos cruzados.

_ Nunca te quiso mentir, solo fue un idiota cobarde que no sabía cómo decirle al hombre que quería, que tenía una hija con una mujer  _ dijo Takanori diciendo las palabras exactas que Ishihara decía.

¨Fui un cobarde, lo sé y la cobardía más grande que hice fue haberme quitado la vida por creer que te había perdido a ti, ahora sé que nunca debí hacerlo¨

Dijo Ishihara, palabras  las cuales Takanori citó con exactitud.  

Después de esas palabras, las lágrimas de Yutaka se hicieron presentes junto con unas palabras de rabia por su parte…

_ ¿Cómo pudiste ser tan tonto, cómo? Estoy tan molesto contigo, no puedo creer que fueras tan irresponsable, ya no somos niños, Takamasa, no me dolió que tuvieras una hija, porque yo sabía que eso había sucedido antes de mí, me dolió que a pesar de saberlo, me lo siguieras negando, fuiste un cobarde y lo sabes, y a pesar de eso, a pesar de todo, yo te habría perdonado lo que fuera, lo que fuera… _ dijo Yutaka hundiendo su rostro en sus manos las cuales escondían sus lágrimas las cuales dejaban ver sus emociones a flor de piel…

Una hora después, después de discusiones, lágrimas y más lágrimas, todo se había calmado un poco. Takanori suspiró profundamente y con una voz suave pero autoritaria, dijo:

_ Bueno,  Ishihara Takamasa ¿Hay algo más que quieras decir? _

Ishihara, con sus  ojos ahora más tranquilos y con una expresión más suave solo dijo ¨ Solo diles que lo siento y a Yutaka, dile que nunca lo voy a olvidar ¨

Takanori suspiró de nuevo apartando sus ojos de Ishihara para posarlos sobre aquellos dos hombres que estaban frente a él y así les dijo las últimas palabras de Ishihara…

_ Busca la luz, Ishihara, ellos te han perdonado, ya nada te detiene en éste lugar, vete _

Ishihara sonrió y con una suave expresión cálida en su rostro, le dijo a Takanori:

¨Gracias niño, has sido una luz que no veía en mucho tiempo, ahora comprendo un poco porque ese tal Takashima no quiere separarse de ti _

Takanori, al escuchar esas palabras, abrió sus ojos con asombro. Y así, lo vio marcharse y desaparecer en medio de una suave y cálida luz la cual desapareció con él.

 

El viaje de ida a Tokio fue tranquilo, silencioso y reconfortante, Yutaka, Yuu y Takanori llegaron a Tokio poco antes de las 8 pm de ese mismo día…

 

 

-VARIOS DÍAS DESPUÉS-

_ Vamos, nada perdemos con entrar, ¿no sienten curiosidad? _ dijo Yutaka a Yuu y a Takanori quienes miraban aquella enorme pancarta con las palabras ¨ADIVINA, PSIQUICA E ILUMINADA¨ en letras grande.

_ No,  nunca me ha interesado eso, si quiero ver algo sorprendente, pues solo tengo que mirar a mi lado y ahí estaba Taka _ dijo Yuu con burla.

_ Hey, no soy un bufón, ni mucho menos _ dijo Takanori con su ceño fruncido.

_ Claro que no, los bufones no ven espíritus a donde sea que vayan _ respondió Yuu con malicia.

Takanori refunfuñó y con mala gana entró a la tienda donde decía aquellas palabras. De esa manera, Yutaka entró corriendo detrás de él con una sonrisa en sus labios y Yuu, detrás de Yutaka con un gesto de molestia.

_ ¿Quieres ver el futuro, muchacho? _ dijo la mujer con aspecto de gitana al ver a Yutaka entrar de primero a su tienda.

_ Sí, claro ¿Por qué no? _ dijo Yutaka con una sonrisa en sus labios.

La mujer sonrió, pero tan pronto como volteó a mirar al lado de Yutaka, divisó a Takanori, la expresión de la mujer cambió completamente. Los ojos de la mujer se abrieron en seguida mientras caminó hacia Takanori con sigilo.

_ Dios mío, muchacho, ¿Quién eres tú? _ dijo ella.

Los ojos de Takanori al instante se giraron para mirar a su hermano y a Yutaka, quienes estaban a su lado con una mirada curiosa y dudosa.

_ ¿Disculpe? _ dijo Yuu colocándose frente a la mujer y colocando a Takanori detrás de él.

La mujer sonrió mirando con superioridad a Yuu y así dijo:

_ Interesante _ caminó de espaldas a los tres chicos y preguntó:

_ ¿Vienen por una lectura de cartas o por algo en especial? _

Yutaka se acercó a la mujer que se había sentado en una silla frente a una mesa que tenía unas cartas de tarot y así le dijo:

_ Yo iré primero _

Yutaka se sentó en la silla frente a ella y así la mujer comenzó con su labor con las cartas. Así, Yuu y Takanori se acercaron a Yutaka y a la mujer quien con disimulo miraba a Takanori, al mismo tiempo que realizaba su trabajo.

Pero de pronto, algo llamó la atención de la mujer en medio de las cartas…

_ ¡Qué extraño! _ dijo ella.

_ ¿Eh? _ dijo Yutaka sin comprender mientras que Yuu y Takanori miraban con más curiosidad las cartas.

_  ¿Ves esto? _ dijo la mujer mientras señalaba una imagen de las cartas con su dedo.

_ Este eres tú, te vez bien, pero… hay algo más, ¿ves esa sombra? _ dijo ella dejando expuesta otra carta más _ Aquí ya no está, esa sombra es la marca de la muerte ¿Tuviste una pérdida importante hace poco? _

Los tres, Yutaka, Yuu y Takanori abrieron sus ojos con increíble asombro…

_ Un amigo _ dijo Yuu ahora sumergido en sus recuerdos.

_ Este amigo era importante, mucho _ dijo ella mirando la carta _ pero… sufrió después de su muerte, su arrepentimiento se ve aquí _ dijo ella señalando una parte de la carta _ pero fue ayudado por un iluminado y ahora está bien, consiguió el descanso que quería _ dijo ella finalmente consiguiendo que todos sonrieran y que Takanori suspirara aliviado con una sonrisa en sus labios.

_ Eso es bueno _ dijo Takanori con un susurro.

La mujer lo volteó a mirar y con una suave sonrisa dijo _ tú lo ayudaste a cruzar ¿verdad? tu abres puertas con facilidad, no me extraña que ahora esté bien si fue ayudado por alguien como tú, con solo verte puedo verlo _

Takanori la miró impresionado, ¿Cómo sabía eso? La mujer sonrió y así le dijo _ déjame ver tu mano, estoy segura que tienes una historia impresionante en tú mano _

Takanori miró dudoso la mano que la mujer le extendía para que colocara la suya sobre ella.

_ Hazlo, ya me dio curiosidad _ dijo Yuu.

El chico lo miró y sin dudarlo más, extendió su mano. La mujer la tomó ansiosa y mirándola con detalle; guardó silencio unos segundos y luego dijo:

_ Eres luz para ellos, te buscan mucho, ¿no es así? Buenos y también malos, pero eres fuerte, tú don los repele, a ti no llegan los malvados, excepto uno, ¿qué es esto? _  dijo ella mirando a Takanori y señalando con su dedo un punto en su mano, un lunar, el cual a cualquiera solo le parecería un lunar, a cualquiera, menos a ella.

_ Es un lunar _ dijo Takanori.

_  No, no es un lunar, es una sombra que te sigue, ¿sabes qué es esto?  Es la marca de la muerte, pero muy diferente a la de tu amigo, este es un espectro, una de las más viles y horribles criaturas que en el mundo de los muerte habita, te quiere porque tú eres luz y de donde ellos vienen, eso no existe, ten cuidado, se visten con piel de cordero, pero son hienas, y éste, por lo que veo está muy cerca de ti y desde hace mucho tiempo _ dijo la mujer.

Takanori y los demás tragaron grueso con aquella advertencia.

_ ¿Y cómo lo alejamos? Es peligroso ¿cierto? _ dijo Yuu temeroso por su hermano.

_  Lo es, sí, pero no debes temer, eres fuerte, además, ¿Vez esto? _ dijo la mujer una vez más, señalando con su dedo una larga, larga línea en su mano _  es  la línea de tu vida, vivirás muchísimos años, tu don te da vida y protección a los tuyos _

_ Eso es genial _ dijo Takanori con una sonrisa en sus labios.

_ Pero… _ dijo la mujer mirando su mano de nuevo _ algo no me gusta, juuum… _ dijo ella con una expresión seria en su rostro.

Volteó a mirar a Takanori y así dijo _ Me gustaría leerte un poco más, ¿me dejas? _

_ ¿Tiene que pedirle permiso? _ dijo Yutaka pensativo.

_ Los médium o iluminados como tu amigo, solo se pueden leer bajo su consentimiento, su energía es tanta que incluso bloquean la lectura de otros, si así lo desearan _ dijo ella tomando otras cartas algo diferentes a las que había usado con Yutaka.

_ Ven _ dijo ella con las nuevas cartas de tarot en sus manos.

Takanori asintió y así, el chico colocó su mano sobre las cartas donde la mujer le dijo _dime, ¿Qué deseas saber? _ preguntó ella.

Takanori levantó sus ojos hacia ella y con determinación dijo _ quiero saber cómo deshacerme de esa cosa que me acecha,  ya no la quiero cerca de mí _

Yuu miró a Takanori con asombro y así la mujer comenzó a acomodar las cartas una por una.

_ Bien, mira… no quiero asustarte, pero… esa cosa se ha acercado a ti y tú no te has enterado, hay algo que pasa tus barreras con facilidad y ese ser se aprovecha de eso, mira… aquí, te susurra al oído… ¿Quién te susurra al oído? _ dijo ella.

Takanori casi temblando, solo negó con su cabeza. La mujer lo miró con seriedad y así suspiró profundo para colocar otra carta.

_ Míralo, aquí está otra vez la mancha de tu mano, ¿la vez? _

_  Diablos, sí, es la misma _ dijo Yutaka mientras Yuu y Takanori sentían un terror incontrolable dentro de ellos.

_ Hay que hacer algo, no se puede seguir acercando así a Taka, ¿Cómo es que Taka no lo detecta? _ dijo Yuu casi histérico.

_ Usa un disfraz, siempre ha usado un disfraz frente a ti, nunca se ha presentado como es, porque si lo hiciera sin duda lo alejarías, usa la apariencia de algo que tu pasas siempre por alto, ¿un animal, quizás? _ dijo ella.

_  No tenemos mascotas, mi padre es alérgico _ dijo Yuu.

_ ¿Un vecino? _ dijo la mujer de nuevo a lo que Takanori, negó en seguida.

_ ¿Un niño de tu escuela? _ dijo ella.

_ No socializo con nadie de mi escuela, todos me temen _ dijo Takanori con un deje de soledad.

_ ¿No tienes amigos? ¿Ni uno solo? ¿Alguien que pase inadvertido para ti a tal punto que bajes la guardia con él y no notes que no es esa su forma real? ¿Una chica que te guste o algo así? _ finalizó ella con sus opciones.

Takanori y Yuu se voltearon a mirar con asombro e incrédulos…

_ Mal nacido hijo de perra _ dijo Yuu con rabia.

_ No, no, Yuu, él no… él es…_ pero antes de que Takanori terminara de decir, Yuu dijo:

_ Es ¿es qué, tú único amigo? Taka, es él, ese maldito espectro se hace pasar por ese espíritu _

_ Shima no es… Yuu escúchame, él ha estado conmigo…_ dijo Takanori.

_ Demasiado tiempo, muchísimo, ¿No te parece extraño que él sea el único espíritu que no se separe de ti? ¿No se te parece extraño? Todos se van y vienen, pero él se queda _ dijo Yuu.

_ ¿De qué hablan? _ dijo Yutaka.

_ Taka tiene un amigo que es un espíritu, ese ser a estado con él desde que nació, desde que tengo recuerdos de Taka, esa cosa ha estado allí, nunca lo ha dejado, incluso lo acompañaba a la cama cuando era un niño, ¿Dime, Taka, aún lo hace? ¿Aún se queda en tu habitación toda la noche viéndote dormir? Mierda,  tu habitación en un maldito congelador, no sé cómo no me di cuenta antes _ dijo Yuu mientras se ponía de pie.

_ Existen almas atormentadas y atadas a ciertos lugares, pero eso no significa que Shima sea ese ser que dicen, Shima no es… no lo creo, es imposible, él es mi amigo _ dijo Takanori con sus ojos casi a punto de llorar mientras con rapidez se ponía en pie y salía de allí corriendo.

 

-UNAS HORAS MÁS TARDE-

_Sí, mamá, no  te preocupes, no lo descuidaré _ decía Yuu a través de su celular.

_ No, no le digas nada a papá aún, él no te creerá que esa cosa es mala, siempre lo dijiste y ninguno de nosotros te creyó, ahora me arrepiento, perdóname mamá _ dijo Yuu de nuevo.

_  Después hablaré con papá para que vendan esa casa y se muden, Taka corre peligro allá y ustedes también _ suspiró Yuu con pesadez.

Yuu hablaba con su madre  sobre lo que aquella mujer había dicho, temía por su hermano. ¿El plan? Sería que Takanori no regresara a esa casa, Yuu lo mantendría con él en su apartamento y su madre estaba de acuerdo.  Su temor a eso que Takanori veía se había incrementado con la llamada de su hijo, sabía que ese don no podía ser algo bueno y de eso estaba más que segura.

Varios días transcurrieron después de ese día y como Yuu lo había sugerido, Takanori se quedaría en el departamento con Yuu y Yutaka, pese a los reproches de Takanori. Sus padres estaban de acuerdo, Yuu ya había hablado de la situación con su padre, y él había aceptado en seguida; algo en el tono de voz de su hijo mayor, lo hizo aceptar.

Al final, Takanori no regresaría de nuevo a esa casa y los padres de ambos chicos la pusieron en venta en seguida para irse de allí. La tarde que el camión de la mudanza llegó a aquella casa para llevarse todo, la entidad de Takashima Kouyou solo se  quedó observando fijamente como sacaban todas las cosas de Takanori de su habitación, la cual era también la suya.

La habitación y toda la casa quedó vacía, justo como antes de que aquella familia se mudara allí, y así, aquella entidad se quedó mirando por la ventana de la habitación de Takanori, aquel camión que se alejaba con todas las pertenencias del niño que él había acompañado desde que fue concebido.

Miró hacia la entrada de la casa y con tristeza vio a la madre y al padre de Takanori subirse al auto para alejarse de allí y nunca más regresar, pero…

_ ¡Oh! Espera, Makoto, creo que dejé en mi habitación la bata de esta mañana _ dijo la mujer a su esposo, quien estaba a punto de encender el auto para irse de ese lugar.

_ Haaa… bueno, ve, apresúrate, que si no, el camión llegará a la nueva casa antes que nosotros _ dijo Makoto mientras apagaba el auto de nuevo.

La mujer sonrió con dulzura y con rapidez salió del auto para ir hacia la puerta de la entrada. Al entrar por esa puerta, un suspiro triste se dejó escuchar de sus labios.

Miró la sala amplia y vacía de la casa, y con una suave sonrisa en sus labios caminó hacia las escaleras para llegar a la plata alta donde su habitación estaba. El silencio, la soledad y el extraño y particular frío que la envolvió en cuanto llegó a la segunda planta, causó un cierto escalofrío en su piel, el cual sus bellos de los brazos sintieron en seguida. Con suavidad deslizó sus manos por sus brazos y con un resoplido de aire expulsado de su boca, caminó hacia su habitación, pasando por la habitación vacía de su hijo pequeño.

Parpadeo unos segundos al divisar de reojo que algo se movía en el interior de ella y así, con un escalofrío temeroso, caminó con más rapidez esta vez hacia su habitación.

_ Todo está bien, calma Hime, ya nos vamos por fin de esta casa, para nunca más volver _ se dijo a ella misma con sus ojos fijos en la puerta de su habitación.

Así, entró a la que fue su habitación por tantos años y tomó de detrás de la puerta su bata de levantarse de esa mañana. Suspiró aliviada volteándose en seguida para salir de allí lo más pronto posible, pero al caminar por el pasillo de las habitaciones, vio una sombra moverse en el interior de la habitación de Takanori una vez más.

Un escalofrío recorrió su cuerpo al escuchar en su cabeza una voz que no le decía ¨ Corre ¨

La mujer corrió con todo lo que pudo hasta las escaleras y así comenzó a bajarlas con rapidez, pero, de pronto, sintió que algo la tomaba de las piernas…

_ ¡AHHHHH! _ gritó con fuerza al ver que rodaba por las extensas escaleras de la casa.

En ese momento, su esposo escuchó el grito desde el interior de su auto…

_ Himeno _  dijo el hombre, saliendo del auto y corriendo hacia la entrada.

_ HIMENO _ gritó el hombre al abrir la puerta principal, pero al hacerlo, divisó a su esposa volando por el aire escaleras abajo y traspasando el gran ventanal que estaba al lado de la puerta donde él estaba en ese momento, algo la había lanzado con una fuerza sobre humana, dándole muerte a la mujer en seguida.

El hombre quedó paralizado ante lo que parecían ser pisadas frente a él, las cuales bajaban por las escaleras y hacían rechinar la madera de las mismas. Las escuchaba con claridad, parecían casquillos de un animal, como el sonido de un caballo al trotar o el ¨clac, clac¨ de las herraduras que éstos usaban.

De repente, en su estado de shock, escuchó un grito…

¨ CORRE ¨

Le dijo esa voz, la cual lo hizo salir corriendo con terror por la puerta. Vio a su esposa en el suelo, ya sin vida, pues sus ojos estaban abiertos y su cuerpo ensangrentado. Sintió unos horribles deseos de gritar, de llorar y de enfrentar eso que la había atacado, pero, supo que si lo hacía, correría la misma suerte que ella…

_ Perdóname, perdóname, amor, por no creerte nunca _ dijo el hombre con lágrimas en sus ojos mientras llegaba al auto a toda velocidad para alejarse de allí.

Pero mientras todo eso sucedió en aquella zona rural de la que eran procedentes aquella familia, en Tokio, estaban Yuu y Takanori con sus rostros serios y sin duda molestos.

_ Taka ¿Qué quieres comer? _ dijo Yuu mientras abría el refrigerador.

Takanori no respondió, Yuu lo volteó a mirar y al ver que éste lo ignoraba,  suspiró y luego le dijo:

_ ¿Cuánto más seguirás molesto conmigo? _

_ No lo sé, tal vez hasta que vuelva a ver a Shima _ respondió el menor de los hermanos con seriedad.

_ ¿Qué? ¿Me aplicarás la ley del hielo de por vida? _ dijo Yuu con una risa de por medio.

_ Pues si no vuelvo a ver a Shima, que así sea _ dijo Takanori con sus brazos cruzados.

_ Lo hice por tu bien, ¿no comprendes que él es malo? _ le dijo Yuu a Takanori.

_ ¿Le crees más a una bruja que a mí? _ dijo Takanori mirando con seriedad a su hermano.

Pero de pronto, la seriedad de Takanori se transformó en asombro e incredibilidad en cuanto sus ojos voltearon a mirar hacia un lado de la sala donde estaba sentado. Su rostro palideció tan rápido como un parpadeo, mientras sus ojos se abrían impactados a tal punto que en segundos ya habían enrojecido.

_ ¿Hey, que miras? _ preguntó Yuu curioso al ver la expresión de Takanori.

Pero el chico no le contestó, simplemente levantó su mano y sin decir nada, señaló hacia un lado de la ventana. Yuu lo miró con curiosidad y sin entender lo que pasaba; lo volteó a mirar de nuevo y con un deje de molestia le dijo:

_ No puedo ver nada, ¿Ya se te olvidó? _

_ Veo a mamá justo a un lado de la ventana _ dijo Takanori segundos antes de entrar en su habitual trance cada vez que un espíritu se presentaba ante él. En ese instante, 

su madre le mostró todo lo ocurrido en la casa, el silencio, la soledad, el frío que sintió, las sombras detrás de su puerta,  las escaleras, todo…

Takanori cubrió sus labios con sus manos y con sus ojos comenzando a llorar, dijo:

_ Mamá _

_ Taka, Taka, dime que es lo que vez _ dijo Yuu con una obvia impaciencia y nerviosismo.

Yuu volteó a mirar hacia la ventana al ver que su hermano menor no decía nada y con su corazón hecho un puño tomó su teléfono con sus manos temblorosas para llamar a su padre, pero éste no contestó una sola de las llamadas que su hijo realizó con desespero, una y otra vez.

Pues Makoto, el padre de Yuu y Takanori, había recurrido a dos de sus amigos para poder ir por el cuerpo de su esposa. Pero al llegar al lugar y ver lo que había ocurrido; la mujer con el cuerpo lleno de vidrios incrustados, la ventana despedazada, así como el cuerpo de ella, los hombres no podían creerlo siquiera. No dudaban de su amigo, ellos sabían que él amaba a su mujer, pero aquello era una escena digna de una película de terror.

Miraron a su amigo y con nerviosismo preguntaron lo que realmente no querían saber…

_ ¿Cómo pasó esto? _

Makoto, con sus manos temblorosas, tomó el cuerpo de su esposa y con una mirada dolorosa y más que llorosa, les dijo _ ¿Me creerían si les dijera que lo hizo una de las cosas que mi hijo menor ve? La lanzó por el aire como si ella fuera de papel, ¡maldita sea! _

Los hombres tragaron saliva con sus puños hechos un nudo y no preguntaron más; ellos conocían a la perfección el don de Takanori y a decir verdad, le temían un poco a ese chico tenebroso y algo oscuro,  pues cada vez que éste los miraba, podían sentir como si él supiera todo de ellos, como si con sus ojos, pudiera ver más allá que simple fantasmas.

_ Apresurémonos, no quiero estar aquí si esa cosa decide regresar _ dijo uno de los hombres mientras ayudaba a Makoto a levantar a Himeno del suelo.

No se dijo más y así se fueron, los dos hombres adelante y la pareja en la parte trasera del auto. Los hombres se miraban con pesar al ver y escuchar a su amigo en la parte trasera sollozar sobre un cuerpo que yacía inerte, mientras repetía el nombre de su esposa con amor y dolor.

 

¨ No me lloren demasiado y Takanori, no regreses nunca más a esa casa ¨ fueron las palabras finales de la mujer que se había presentado frente a su hijo después de morir, para poco después, marcharse bajo la mirada de Takanori quien solo lo observó hacerlo.

 

 

 

(UN AÑO DESPUÉS, 1997)

 

TAKANAORI, 14 AÑOS

 

_ ¿Estás seguro? Mira que si cierro ese ojo que te permite ver cosas, no podrás verlas nunca más, sería una pena, conozco muy pocos como tú, tienes una facilidad increíble para abrir puertas que nadie ha abierto _ le dijo la mujer gitana de aquella misma tienda donde habían ido Yuu, Yutaka y Takanori un año atrás.

_ Ahora lo sé y por no tener control de todas las puertas que abría, mi madre murió, quiero acabar con esto de una vez por todas, no quiero ver nunca más nada que me recuerde eso _ respondió Takanori con seguridad.

Se quedó unos segundos en silencio, observando a su hermano y al amigo de su hermano, el cual ahora era su amigo también y así dijo:

_ Ahora sé porque llegaban tantos fantasmas a mí desde muy pequeño, les abría las puertas para que pasaran a buscarme, ¡qué idiota! De seguro esa cosa también estaba allí porque yo lo había llevado allí _ rio con amargura y con una sonrisa falsa miró a la mujer frente a él.

La mujer suspiró y con un rápido movimiento miró de reojo a Yuu, quien estaba a un lado de Yutaka mirando todo en silencio y con algo de tristeza.

_ Bien, cierra tus ojos _ dijo la mujer y así comenzó con todos los preparativos para cerrar el ojo que le permitía a Takanori ver todo lo que veía.

Takanori cerró sus ojos y notó como poco a poco, el sonido el cual se había convertido en algo muy normal para él, desaparecía…

_ ¿Lo ves? _ dijo la mujer unos minutos después.

Takanori abrió sus ojos y con un gesto de duda, dijo _ ¿Ver qué? _

La mujer, quien había percibido que algo había aparecido de pronto unos segundos antes, dijo:

_ No lo sé, te pregunto porque yo no los veo, pero siento cuando están cerca y puedo asegurarte de que algo está aquí justo ahora, y te puedo asegurar también que es por ti _

Takanori, con algo de nerviosismo miró para todos lados de la tienda y al no ver nada a su alrededor, dijo:

_ No veo nada _

Takanori se puso de pie frente a la mujer gitana, que lo miraba con algo de tristeza y así le dijo:

_ No me mire así, al fin desaparecí la oscuridad de mí, ¿no? _

Ella suspiró con profundidad apartando sus ojos de él y así vio a aquellos tres chicos salir de su tienda, no sin antes escuchar un  _ Gracias, Yume _ por parte de Takanori mientras le entregaba su pago por su trabajo.

Yume, al ver la sala vacía, o al menos vacía de seres con vida, volteó a mirar a  aquella figura que estaba de pie a un lado de la puerta por donde había salido Takanori y compañía hacía unos segundos.

_ Déjame adivinar, tú eres el famoso Takashima Kouyou que asecha al niño ¿O me equivoco? _ dijo ella mirando a esa entidad que la volteó a mirar con una expresión solitaria y triste.

_ Haaa… _ suspiró ella y así le dijo de nuevo _ llegas tarde, lo que le acabo de hacer es irreversible, él jamás te volverá a ver, cerré su ojo espiritual _

¨ Me tomó más tiempo del que creí encontrarlo, Tokio está lleno de gente ahora, cuando yo vivía, no era tan sobre poblado ¨

Respondió el espíritu de Takashima mientras comenzaba a caminar lejos de ese lugar.

_ No lo busques más, él no te verá más, ¿Por qué no te vas a la luz? ¿Quieres que te ayude? _ dijo ella al ver que el joven y apuesto chico fantasmal se alejaba. Éste, al ver las intenciones de la mujer, la volteó a mirar y con una suave sonrisa negó con su cabeza y así desapareció incluso de la mirada de ella.

_ Haaa…_ suspiró ella una vez más y así dijo _ ¿Quién diría que un muerto podía ser tan apuesto? El niño tiene suerte que su fantasma sea tan guapo _

 

 

AÑO 2000

 

(TAKANORI, 17 AÑOS)

_ ¿Dónde está papá, Yuu? _ dijo Takanori en cuanto entró por la puerta de la casa.

_ En la habitación, durmiendo su borrachera, como siempre _ dijo Yuu mirando a Takanori con su ceño fruncido _ ¿Y tú dónde estabas? Ya pasan de las 10, ¿sabes? _

_ Ya no empieces _ dijo Takanori mientras rodaba sus ojos con molestia.

Yuu suspiró y con algo de melancolía, dijo:

_ ¡Oh! Es verdad, ya no temes a la oscuridad _ rio burlón y con tristeza fingida le dijo a Takanori.

_ ¡Ah! Me parece que fue ayer cuando decías que no apagara la luz del pasillo por temor a quedarte a oscuras… ¿Dime Taka, qué se hizo ese niño asustadizo, eh? _

Takanori lo volteó fulminante y con rabia en sus ojos, le dijo:

_ Pues no lo sé, seguramente enterrado con mamá _

Takanori se alejó de la cocina en donde estaba Yuu, quien había quedado perplejo por las palabras de su hermano menor el cual cada día se hacía más y más difícil de tratar sin tener que discutir. Yuu suspiró y simplemente siguió con lo suyo mientras Takanori, en el encierro de su habitación, permanecía recostado a la puerta la cual había asegurado en cuanto entró a ella.

Vio la ventana de la habitación abierta y un frío terrible entrar por la ventana…

_ Maldita sea, parece un maldito congelador _ dijo Takanori caminando hacia la ventana para cerrarla, sin percatarse, de que alguien más lo miraba desde un rincón de la habitación. Lo miraba con ojos tristes y desolados.

¨ Takanori ¨

Dijo Takashima sin que éste lo escuchara, así, suspiró entristecido al ver que el chico aún seguía sin verlo y que había comenzado a llevar una vida normal como cualquier otro adolecente.

 

 

AÑO 2005

 

(TAKANORI, 23 AÑOS)

 

Takanori corría por el pasillo de aquel hospital como un loco sin importarle chocar con la gente, dobló por un pasillo y a lo lejos divisó a Yuu, quien hablaba con un doctor con suma emoción.

_ Yuu _ dijo Takanori al llegar hasta su hermano, quien al ver a Takanori allí, sonrió ampliamente y así le dijo con una sonrisa de oreja a oreja.

_ Ya nació, es una niña fuerte y sana, pronto la podremos ver_

Takanori sonrió feliz y de pronto vieron a una mujer con una bebé en una pequeña cuna para transportarla por el hospital.

_ Mira, es ella, es mi hija _ dijo Yuu con felicidad.

_ Es hermosa, ¡Ah! Se parece a mí _ dijo Takanori con una sonrisa en sus labios al ver que la mujer se quedaba frente a ellos para que la vieran un poco más.

_Claro que no, ella es linda _ dijo Yuu logrando que Takanori lo mirara serio.

_ ¿Qué insinúas? _ dijo Takanori consiguiendo que Yuu riera burlón _ Maldición, nunca cambiarás, ni siquiera porque ya eres un viejo _ refunfuñó Takanori.

_ No estoy viejo _ dijo Yuu con su ceño fruncido.

_ Ja, si claro _ aclaró Takanori _ ¿Y a todo esto, como la llamarás? Nana dijo tú escogerías el nombre _

_ Himeno, ¿Qué no es obvio? _  respondió Yuu con una suave sonrisa melancólica y algo triste al ver que se llevaban a su hija.

Takanori suspiró y con una sensación de calidez en su pecho volteó a mirar a su hermano, quien no apartaba sus ojos de su bebé pese a que ya estaba algo lejos.

 

 

 

AÑO 2015

 

(TAKANORI, 33 AÑOS)

(HIMENO, 10 AÑOS)

 

_ Himeno, hey Himeno, despierta, linda, hemos llegado _ dijo Takanori con un tono amable mientras la sacudía suavemente para que despertara.

La niña rascó sus ojos con sus manos y con su ceño fruncido abrió poco a poco a sus ojos; se levantó del asiento trasero del auto, en donde estaba acostada y al mirar por la ventana más cercana a ella, la niña quedó maravillada…

_ Waaa… ¡qué genial! _ dijo ella con una sonrisa en sus labios al ver una zona rural tan hermosa y pintoresca.

_ Tío Taka, ¿tú creciste aquí? _ cuestionó ella mientras abría la ventana para que el aire puro del lugar golpeara su rostro.

_ Tú papá y yo crecimos aquí, es una zona hermosa, ¿No te parece? _ respondió Takanori con una sonrisa mientras veía a la niña desde el espejo retrovisor de su auto.

Himeno miró todo con atención, mientras el sol y el viento hacían que los árboles se vieran más vivos que nunca. Takanori la miró atentamente pero con disimulo, mientras Himeno observaba el lugar por el que pasaban en el auto. La expresión sonriente de la niña cambió a una seria  y un tanto meditadora. Segundos después la niña suspiró con una sonrisa en sus labios y como un susurro bajo, la escuchó reír.

Takanori arqueó una ceja y sin que ella lo viera, sonrió. Comprendía a la perfección a su sobrina, pues él mejor que nadie sabía lo que se sentía escuchar las voces que su sobrina ahora escuchaba. Sí, ella podía ver espíritus, al igual que Takanori en el pasado. Takanori se dedicó a aprender y a entender sobre la capacidad espiritual de su sobrina, aquella misma que la bruja gitana había bloqueado en él. Así, sin poder evitarlo, descubrió lo que realmente eran ellos; seres de luz, iluminados que eran enviados a la tierra para ayudar a aquellos que carecían de paz después de la muerte.

Ese día, Takanori se arrepintió profundamente de lo que había hecho con su don, lo había bloqueado para nunca más volver a usarlo, sin ser consciente de que este don era una bendición. Pero el destino le dio otra oportunidad. El pasar tanto tiempo con su sobrina, había causado que parte de su energía despertara de nuevo en él. Ya no veía ni escuchaba nada, como antes, pero percibía sus presencias cuando ellos llegaban a Himeno.

Suspiró melancólico y así se bajó del auto al llegar a su destino.

_ Ven, baja del auto, Hime _ dijo Takanori.

La niña obedeció en silencio y al bajar del auto, divisó lo que era una enorme y hermosa casa abandonada. Ambos miraron la casa de lado a lado, pero ambos con un sentimiento diferente.

_ ¡Vaya! El tiempo causa estragos _ dijo Takanori mirando con atención la ventana de la que una vez fue su habitación.

La pequeña, al escucharlo decir eso, miró a Takanori en silencio y luego volteó a mirar a su lado para descubrir que esa entidad que siempre acompañaba a su tío también miraba la casa con suma calidez y melancolía.

De pronto esa entidad la volteó a mirar…

_ ¿Por qué no me dejas decirle? _ susurró la niña mirando para el suelo.

La entidad de Takashima sonrió y le dijo:

¨ Lo siento ¨

_ ¿Eh?_ preguntó Takanori al escucharla hablar con suavidad pero sin entender lo que decía.

Ella negó con su cabeza mientras sonreía y así éste le dijo:

_ Bueno, ¿Qué  te parece si comenzamos, eh?_ dijo él mientras caminaba hacia la entrada de la casa.

_ Espérame tío Taka _ dijo ella corriendo hacia el interior de la casa donde Takanori había entrado.

Ya una vez dentro y acomodados en la sala, Takanori miró a la niña con seriedad y así le dijo:

_ Himeno, escucha con atención lo que te diré, lo que estamos por hacer, no debes contárselo nunca a tu papá o de seguro me matará por ponerte a hacer esto ¿ok? _

_ Lo sé, yo te dije que te ayudaría a vengar a la abuela y que sería nuestro secreto, te prometo que nunca se lo diré_ dijo ella.

Takanori la miró con sus ojos fijos en ella y con un suspiro profundo dijo:

_ Muy bien, entonces… toma mis manos y concéntrate en tu alrededor, busca una entidad de entre todas las que sientes_

_ Aquí hay muchas personas, tío _ dijo ella.

_ Lo sé, pero concéntrate en la que sea más oscura, búscala por el bosque, de seguro está escondido en alguno de los portales que aún están abiertos, búscalo y cuando lo encuentres, cierra todos los demás portales que fueron abiertos por mí en el pasado y solo deja ese donde él está  _ dijo Takanori con sus ojos cerrados y con sus manos entrelazadas con las de su sobrina quien estaba en trance en ese instante por las palabras de Takanori.  

_ Lo encontré _ dijo la niña con sus ojos casi en blanco.

_ Atráelo _ dijo él.

_ No quiere salir _ dijo ella.

_ ¿Es porque es de día, maldito cobarde? ¿O por qué nos temes? _ dijo Takanori con una sonrisa burlona en sus labios tratando de provocar a aquella entidad maligna.

_ Ya salió _ dijo la niña tensando sus manos con las de Takanori.

Takanori sonrió orgulloso y con esa sonrisa en sus labios, dijo _ bien _

De pronto la sala se sintió fría y más oscura de lo normal. Takanori y Himeno seguían con sus manos juntas y sus ojos cerrados  cuando de repente…

_ ¡Ahhhh! _ gritó Himeno.

Con una fuerza sobre natural, ambos cuerpos salieron despedidos por el aire en direcciones contrarias, con la intención de separarlos.

_ TÍO TAKA _ gritó la niña completamente asustada.

_ NO TE ASUSTES, ÉL NOS SEPARÓ PORQUE SABE QUE JUSTOS SOMOS MÁS FUERTES QUE ÉL, NO TEMAS A LO QUE TE TEME, RECUERDA ESO, ÉL TE TIENE MIEDO Y POR ESO DUDÓ AL SALIR _ dijo Takanori al ver a la niña temblando en un rincón de la sala.

Takanori y Himeno se miraron fijamente a los ojos desde ambos extremos de la sala y con una voz más tranquila, Takanori le dijo:

_ Concéntrate, busca el portal por el cual éste maldito salió, ¿lo ves? _ la niña cerró sus ojos y con su pecho algo asustado aún, asintió con su cabeza.

_ Excelente, ahora ciérralo, no podrá escapar si le cierras el portal _ dijo Takanori.

La niña hizo lo que su tío le dijo y así abrió sus ojos y al hacerlo, palideció…

Una entidad tan negra, más negra que la noche misma estaba sobre el techo, justo sobre Takanori, se parecía una especie de caimán pero sin cola, patas cortas parecidas a las de minotauro que arrastraban un cuerpo pesado y enorme de al menos metro y medio de largo, con unos agujeros los cuales parecían ser sus ojos, pero en ellos no había nada, solo más oscuridad de la que ya tenía.  

La niña quedó de piedra, nunca en su vida olvidaría ese ser que no se parecía a nada que antes hubiese visto.

_ Himeno, concéntrate, sé que está sobre mí, pero teme hacerme daño, porque sabe que si me lastima, tú lo lastimarás a él, recuerda que te teme, ¿Por qué crees que es? Porque tú, solo tú puedes herirlo _ dijo Takanori mirando los ojos aterrados de su sobrina.

_ Tí-tío Taka, es horrible _ dijo Himeno con voz entre cortada y temblorosa.

_ Lo sé, no necesito verlo, para saber qué tan espantoso es _ respondió Takanori mientras comenzaba a ponerse de pie despacio, muy despacio, para así decirle de nuevo.

_ Hime, quiero que lo mires, directo a los ojos y que no apartes tus ojos de él ni un segundo, ¿Me oyes? _

La niña tragó saliva y así miró los agujeros que aquel demonio tenía por ojos. De esa manera, sin siquiera notarlo, Takanori se alejó de esa entidad y llegó al lado de ella dándole un fuerte abrazo y un beso en su mejilla mientras le decía _ Bien hecho, lo has hecho increíble, no esperaba menos de ti _

Himeno miró a su tío y con miedo le dijo:

_ ¿Qué, que sigue ahora tío Taka? _

Taka sonrió con completa malicia y así dijo _ lo mandaremos al infierno de donde viene _

Himeno abrió sus ojos de par en par y con miedo vio a su tío respirar profundo y así éste le dijo _ Hime, necesito que prestes atención, abriré una puerta nueva y cuando la abra, tú empujarás a esa cosa hacia ella y yo la sellaré en seguida, tienes que ser rápida, porque la puerta que abriré no debe durar demasiado tiempo abierta ¿comprendes? _ La niña asintió con su cabeza y en seguida Takanori comenzó.    

De su pantalón sacó una tiza color blanco para rayar el suelo, haciendo sobre él, un símbolo extraño y específico el cual Takanori conocía a la perfección, lo había estudiado sin descanso para ese día en especial. Así, al terminar de hacer aquel extraño signo que abría las puertas del infierno, Takanori comenzó a citar una oración en lenguas desconocidas.

Himeno, con sus ojos perplejos al ver a su tío realizar aquello, se olvidó por unos segundos de aquel espectro demoniaco el cual era su objetivo, hasta que su tío la sacó de su trance con un golpe fuerte en el suelo propinado por su mano y un grito alto de su voz…

_ HIMENO, AHORA _  dijo Takanori causando una electricidad en el cuerpo de la niña, quien en seguida corrió hacia esa cosa que se arrastraba por el suelo huyendo de ella, así, lo tomó por las patas traseras y lo empujó hacia dentro del círculo que Takanori había hecho.

La puerta al infierno se cerró con el espectro dentro de él. Takanori, sudoroso y con sus manos blancas manchadas de tiza, miró a Himeno quien estaba llena de polvo y suciedad en su ropa, quien lo miraba con sus ojos abiertos a más no poder y con una sonrisa aliviada.

_ Lo hiciste, lo lograste, eres asombrosa _ dijo Takanori.

Así, cayó tumbado en el  suelo de la sala con una sonrisa y con una risa boba en sus labios al mismo tiempo que sus ojos se cerraban con cansancio.

Himeno miró a Takanori, quien respiraba agitadamente tumbado en el suelo polvoriento de la sala y con una voz suave, ella le dijo:

_ Tío Taka, abre los ojos _

Takanori, algo extrañado, abrió sus ojos y al hacerlo, no podía creer lo que veía. La sala, la cual segundos antes estaba completamente vacía, se encontraba completamente llena de espíritus de muchas personas. Takanori, impactado, miró a todos con sus ojos sin parpadea de lado a lado y así dijo:

_ ¿Qué?_

_ No lo hicimos solos, ellos nos ayudaron, todo el tiempo estuvieron aquí, ayudándonos, ¿Reconoces a alguno? _  dijo la niña.

Takanori miró algunos rostros y entre ellos divisó varios espíritus que él ayudó en su infancia, entre ellos estaba Sara, Ishihara y un sinfín más que él envió a la luz, abrió sus ojos con más asombro y así dijo _No puede ser _

_ Tú investigación, tío ¿Recuerdas lo que decía? Que para desterrar a una entidad maligna, debían ser al menos dos videntes ¿lo recuerdas? Eso se debe, no precisamente a sus habilidades, se debe a que los médium con grandes energías por lo general tienden a tener un gran grupo de espíritus detrás de ellos y cuando los espíritus buenos ven que el único que les puede dar descanso está en peligro, ellos suelen protegerlos y ayudarlos. Eso hacía tu amigo, tío Taka ¿No te sorprende que nunca te encontraras con esa cosa a pesar de que estaba tan cerca de ti? Eso es porque tú amigo lo evitaba, él te protegió todo el tiempo que estuviste aquí, desde que eras un niño pequeño, desde que estabas en el vientre de la abuela _    

Dijo Himeno causando que el pecho de Takanori se inundara de un sentimiento de culpa y dolor por ese amigo del que Himeno hablaba. Pero de pronto…

_ Espera, Himeno, ¿Cómo sabes tú de mi amigo? ¿Yuu te lo contó? _ preguntó más que exaltado Takanori, pues él nunca le había dicho nada de Takashima Kouyou.

Ella sonrió y con su cabeza negó eufóricamente.

_ Nadie me lo contó, yo lo vi en sus recuerdos, él me lo mostró hace muchos años atrás cuando lo conocí _ dijo Himeno.

Takanori no comprendía nada, hasta que de  pronto sintió un suave y muy melancólico roce en su mejilla. Miró a su sobrina quien miraba a un lado de él con una sonrisa en sus labios mientras un susurro bajo le decía justo en su oído, justo como solo lo hacía Takashima en su infancia.

¨ Takanori ¨

Sin apartar sus ojos de su sobrina escuchó la voz suave y melancólica de aquella entidad la cual hacía muchísimos años no escuchaba. En seguida se volteó y lo primero que divisó fue el rostro de un inmortal Takashima un poco cerca del suyo. El fantasma, al notar que éste lo escuchó por fin, pareció sorprenderse.

_ Es genial, ¿No le parece, Takashima? Mi tío Taka por fin lo escuchó _  dijo la niña mirando a un Takashima más que sorprendido quien no apartaba sus ojos de los ojos de Takanori, quien en ese momento lo miraba impresionado.

_ Shima _ dijo Takanori con su voz apenas como un susurro, consiguiendo así, que la expresión sorprendida de Takashima se convirtiera en una de felicidad.

_ Bueno, siento arruinar el momento emotivo, pero tío Taka, tenemos que regresarlos a ellos a donde pertenecen _ dijo Himeno.

Takanori la volteó a mirar impactado y con algo de pena, dijo _ es- es verdad, tenemos que enviarlos de vuelta, ¿Están listos? _

Los espíritus asintieron y así, con una sonrisa dulce, Takanori les dijo _ regresen a la luz, vayan _

Así, todos comenzaron poco a poco a desaparecer, pero antes de que estos desaparecieran, Takanori les dijo _ gracias _

Vio las cálidas sonrisas de los espíritus y así, éstos desaparecieron finalmente. Takanori, al verlos desaparecer, suspiró aliviado para segundos después voltear a mirar a su lado, con la esperanza de que Takashima aún siguiera allí y allí estaba.

_ Shima… _ dijo Takanori con un deje de tristeza.

¨ Lo sé, te he estado esperando por años para que me envíes a donde pertenezco, no quería que nadie más que tú lo hiciera ¨

Dijo Takashima bajo la atenta mirada de Takanori y Himeno.

Takanori suspiró tristemente y así le dijo sin mirarlo _ es hora Shima, vete, camina hacia la luz _   

Takanori no lo vio, pero Himeno contempló el rostro sonriente de Takashima como nunca antes mientras éste, con un suave y rápido movimiento se acercaba al oído de Takanori para decirle:

¨ Adiós, Taka ¨

Takanori levantó su rostro con emoción e impresión y así, justo en ese momento lo vio desaparecer de a pocos…

_ No es un adiós, es un hasta pronto, nos veremos del otro lado, amigo _ dijo Takanori con sus ojos llorosos.

¨ Claro que sí ¨

Respondió Takashima un segundo antes de desaparecer completamente.

En ese momento, los ojos de Takanori se inundaron de lágrimas las cuales bajaban como caudales por sus mejillas. Sintió el abrazo de su sobrina mientras trataba de ser fuerte ella también, pues, Takashima no solo se había convertido en alguien especial para Takanori, para Himeno, Takashima se había se había convertido en un amigo.

 

15 años después  Takanori vendió el terreno, la casa fue demolida y el terreno fue removido a sus alrededores; a parte de Takanori, Himeno, Takashima y los demás espíritus  que ese día estuvieron allí presentes, nadie supo lo que pasó ese día.

Takanori volvió a recuperar su don, pero nunca más volvió a ver a Takashima Kouyou ni a aquel demonio que cobró la vida de su madre… aún recibe visitas inesperadas en medio de la noche con la esperanza de que él los ayude a descansar en paz.

Notas finales:

Gracias por leer, nos leemos pronto, comenten, esta vez me muero por saber que les pareció. Oh! Y por cierto, me disculpo con los jurados del desafío, por no seguir las reglas, entenderé si me bajan puntos o algo por el estilo.

Es todo, Bye! XD


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