¿Qué te sucede?—preguntó Atem mientras tomaba café en la cocinilla de la oficina con su amigo—Te ves algo preocupado—
El rubio sonrió un poquito—Nada de importancia—dijo.
¿Se trata de Kaiba, no es así?—preguntó el ojos amatistas.
¿Del gatito? Pues tal vez…--dijo con diversión el melado.
Debes dejar de verlo—dijo el tricolor con tono cortante, sus ojos eran dos rendijas mientras el otro caminaba hacia el sesto.
¿Y yo por qué?—preguntó Joey mientras tiraba el vaso y lo miraba directo--¡Se cuanto te preocupas por mí pero voy a estar bien! Para cuando Katsuya sama lo sepa…--
Su amigo le cortó--¿Qué? ¿El no te lo dijo?—preguntó su amigo atrapando la atención del otro—Tu abuelo ya lo sabe. Lo llamó hace unos días a su presencia para advertirle que no se acerque a ti—
Por unos momentos el rubio se quedó helado, luego se volvió y empezó a caminar con rudeza.
Seto ya estaba acostumbrado a que entraran a su oficina de la manera menos pensada es por eso que ni levantó la vista cuando el otro abrió abruptamente su puerta, solo lo hizo cuando este estampó ambas manos en el escritorio frente suyo.
¿Por qué no me lo dijiste?—preguntó el otro.
Sé más específico Wheeler. Tengo mucho trabajo hoy—le pidió en tono cortante el ojos azules.
Nunca me dijiste que te entrevistaste con Katsuya sama—especificó Wheeler.
¡Adivinaré! Tu estúpido amigo te lo dijo—dijo el castaño.
No insultes a Yami, él solo…--dijo el rubio poniéndose a la defensiva.
…él solo quiere apartarte de mí. ¿Sabes las cosas que ha intentado según tú para protegerte? ¿Sabes que ese idiota me dijo que tú y él eran pareja? ¿Cómo crees que se enteró tu abuelo de que tú y yo andábamos? ¡Anda! ¡Tú dime! Puedes creer todo lo que quieras de él pero a mí sí me mostró su verdadero rostro. Parece que le gustas y está encaprichado contigo. Y tú porque es el hermano de tu ex pareja muerta insistes en no mostrarle los límites. ¡Has pecado de obtuso! Él es mucho más dañino para ti que yo pero no lo quieres ver. Insistes en que yo debo entender pero… ¿Por qué no le muestras el camino a ese idiota que se cree tu dueño?—los ojos azules de Kaiba relucían con intensidad mostrando su carácter y su impaciencia por que lo dejaran tranquilo--¡Esos enredos tuyos más vale que los arregles tú!—le gritó antes de seguir leyendo sus papeles.
El rubio lo miró unos instantes antes de irse.
¿Qué te dijo?—preguntó su amigo cuando Joey entro en su oficina. Tenía cierta impaciencia por escuchar de esa pelea.
¡Dijo que estas celoso!—contestó Joseph.
Ese idiota diría cualquier cosa con tal…--dijo el tricolor jugueteando con un lapicero.
¡Y yo le creo!—añadió Wheeler y el lapicero cayó de las manos del otro que lo miró sorprendido—Es cierto que desde lo de Yugi nos hemos vuelto apegados pero también es cierto que tus acciones demuestran lo que en verdad sientes y yo no quise hacerme cargo. Recién ahora me doy cuenta del porque de todo tu esfuerzo porque trabajara contigo y de que…--dijo el rubio.
¡Idioteces! Te has dejado lavar la cabeza por ese tipejo. ¡Piensa bien lo que dices!—Yami estaba sorprendido y se sentía atrapado pues tal vez con la confirmación de sus sospechas el melado se apartaría definitivamente de él.
Los ojos mieles lo miraron con tristeza—¡Sé que es mi culpa! Tal vez lo mejor sería que deje de trabajar en este bufete.
¿Doctor Wheeler?—preguntó una voz tras él y el rubio volteó.
Seto oyó las voces por los pasillos. Eran gritos que se oían a través de las puertas así que salió a poner orden a ese enredo. Lo último que se imaginó fue que vería a Wheeler esposado y siendo escoltado por unos agentes de la policía. El que había venido gritando era Atem que encolerizado exigía que lo soltaran.
¡Un momento agente!—le dijo el castaño a uno de los policías--¿Puedo saber los cargos de que está acusado?—
Ya es la tercera vez que lo repito—dijo el disgustado policía que había venido soportando los gritos del doctor Atem, respiró hondo mientras su compañero lo veía y el rubio miraba al castaño—El doctor Wheeler ha sido acusado del homicidio del señor Onodeo Katsuya—