Estaban ante el tribunal. Seto con un traje del mismo color que sus ojos mientras su defendido esposado lucía un traje gris pizarra. El ojos azules se dirigió al juez.
Su señoría, solicitamos a la corte que escuche a un nuevo testigo—dijo.
¿Han presentado los datos de este a la corte?—preguntó el juez tocando sus lentes.
Si—respondió el abogado.
Entonces puede proceder—declaró el mayor.
Llamo a Itachi Fuuga al estrado—dijo el castaño y un hombre bajo y joven entró a la sala para sentarse en el estrado de los testigos. Le hicieron jurar y luego de eso Seto tomó la palabra—Señor Fuuga por favor diga al jurado su ocupación—
Yo soy empleado de la casa Katsuya—contestó el nervioso hombre que se sobaba las manos.
¿Desde hace cuánto?—preguntó Kaiba.
Doce años, señor—dijo el empleado.
El abogado fue a la mesa de evidencias donde las más importantes se exponían y agarró de allí un cuchillo antiguo con mango de plata y oro que permanecía encerrado en una bolsa hermética, con él en la mano caminó hacia el estrado y preguntó luego de llegar--¿Reconoce este cuchillo?—
El otro asintió—Es una de las antigüedades que mi señor guardaba en el depósito—respondió.
Por lo tanto el asesino debió sacarlo de allí—dijo el abogado pero fue interrumpido por el nervioso empleado.
¡No!—gritó este sorprendiendo a todos los que escuchaban atentos su declaración.
¿Cómo dice?—preguntó el castaño—¿No me dijo que…?—
Sí, pero…--dijo el hombre e hizo una pausa.
¿Pero?—preguntó el ojos azules.
Hace al menos diez años recuerdo un incidente—dijo el hombre atrayendo la atención de la prensa y de cada espectador—La señora Aimo, la hermana del señor, fue un día de visita y lo agarró para mirarlo. El señor Wheeler que por entonces tenía como diez años entró a jugar haciendo mucho ruido y a ella se le cayó el puñal del estuche. Ella obligó al niño a levantarlo y ponerlo en el estuche, de eso me acuerdo bien. Luego se llevó el cuchillo después de pedirle a su hermano—
O sea que el cuchillo estaba en la propiedad de la señora Aimo—dijo el abogado mientras volteaba para ver a los espectadores donde se encontraba el hijo de la susodicha.
¡Así es!—contestó el hombre.
Entonces el asesino del señor Katsuya claramente podría pertenecer a la casa Aimo. Conservaron el cuchillo con las huellas del señor Wheeler todo este tiempo. Tal vez pensando en un día utilizarlo con tal fin—dijo el defensor.
¡Objeción señoría! ¡Esas son puras suposiciones de la defensa! ¡Nada prueba que ellos hayan conservado el cuchillo con las huellas todo este tiempo!—objetó la fiscalía.
¡Objeción aceptada! ¡El jurado deberá hacer como si no hubiera escuchado al defensor decir…!—trató de dictaminar el juez pero Kaiba lo cortó.
¡Tampoco nada prueba lo contrario! ¡Como es bien sabido las huellas no cambian con los años y lo mismo da las huellas de cuando uno tiene diez años como cuando tiene veinte y eso el jurado debe tenerlo en cuenta!—dijo Seto mirando al juez a los ojos—Yo entiendo que este testimonio es base para crear una duda razonable. ¿No lo cree así, su señoría?—
En base a una duda razonable el jurado puede decidir que no puede culpabilizar a un sospechoso de un cargo no probado de asesinato. Es decir si no hay testigos que lo vieran en el lugar del hecho o matando a la víctima como en el caso de Joseph Wheeler.
El dictamen de las doce personas instaladas en ese estrado fue evidente luego del testimonio de Fuuga. Habían algunos reacios a creerle pero ya se había hecho muy público por la información que diera el abogado de la defensa en su presentación que el joven siempre había sido estigmatizado por esa familia poderosa y tradicionalista como un medio gaishin que no era merecedor de pertenecer a ella y que siempre fue maltratado. Era obvio con quien la mayoría simpatizaba.
Es así como el caso contra Joey Wheeler fue sobreseído por falta de pruebas y los esfuerzos de la ley se conjuntaron para investigar a fondo a la familia Aimo en busca de esclarecer el caso.
Una cosa. Luego que una persona es juzgada por un crimen no puede ser de nuevo acusada de lo mismo pues se considera que eso es “cosa juzgada” si el dictamen ha sido de inocencia, claro está. Eso evita que después de unos años vuelva a ser acusado de lo mismo.