Encontrar la invitación en el buzón fue como un golpe en el estomago, sabía que era cuestión de tiempo pero no dejaba de ser difícil y no estaba preparado. Se negó a verla y permaneció sobre la mesa de las llaves tal como la saco del buzón.
No pudo seguir ignorando el asunto, el celular no dejaba de sonar mientras regresaba a su departamento. Había sido un día agotador y no quería lidiar con ese asunto sin embargo el teléfono no dejaba de insistir
-Kuramochi-senpai ¿Cuánto puede tomarte contestar el teléfono?
-sí, hola Sawamura, estoy bien gracias
-¡oh! Lo siento, es que estaba a punto de colgar
-como sea ¿Qué pasa?
-¡ah si! Quería saber si te llego la invitación. Resulta que la de Furuya se extravió y como no te comunicaste con ninguno de los dos, pensé que había sucedido lo mismo
-si me llego. Solo que he estado ocupado como para sentarme a hablarles
-¡es un alivio! No tienes una idea de lo difícil que ha sido todo esto. He tenido problema tras…
-eh Sawamura no quiero ser grosero pero estoy algo ocupado, así que ¿necesitas algo más?
-oh, ah perdón jejejeje vas a ir ¿verdad? –Youichi acaba de entrar a su departamento, tenía el sobre frente a él y se mordió el labio
-no me lo perdería. Nos vemos Sawamura –sin esperar por una respuesta colgó el teléfono, no estaba seguro que pudiera aguantar mucho más sin que se le quebrara la voz.
No podía entender como habían terminado en aquella situación. Tenía entre sus manos la invitación a la boda de su mejor amigo con el amor de su vida. Estaba molesto con el mismo por dejarse llevar y permitirse caer en ese juego y en ese callejón sin salida. No quería herir a Sawamura pero no podía estar sonriendo cuando Miyuki se alejaba completamente de su vida. Si aun albergaba alguna esperanza esa moría con aquella invitación.
…
La boda seria en dos semanas y Kuramochi había amanecido con un terrible dolor de cabeza seguramente causado por el exceso de trabajo, por lo mismo se había tomado el día y estaba metido en su cama tratando de dormir, cosa que se le había vuelto imposible desde hace algún tiempo. Era consciente que el teléfono sonaba pero prefería ignorarlo, sabía perfectamente de quien se trataba. Había intentado por todos los medios evitar a Sawamura pero sobretodo a Miyuki y era precisamente el catcher quien no dejaba de insistir.
A pesar de que había evitado ir al trabajo, esperaba que le mandaran unos papeles de último minuto, así que no dudo cuando llamaron a la puerta. Sin embargo en la puerta estaba Miyuki con una expresión seria. Por un momento pensó en cerrar la puerta pero sabía que eso no funcionaria.
-ah –dejo la puerta abierta y se dirigió a la sala
-oye tenemos que hablar –Kuramochi apretó los labios
-¿Qué haces aquí?
-Youichi no me vengas con eso. Llevas días evitando mis mensajes
-y ¿qué esperabas que hiciera? ¿Qué te contestara para felicitarte? o peor aun ¿aceptar algún disparate como ser tu padrino o el de él, cuando tu y yo sabemos que eso estaría muy pero muy mal? no Kazuya. –Miyuki permaneció callado, observando cada rasgo del otro, se notaba que no había dormido y que sufría, sabia a la perfección que era su culpa y era por eso que estaba allí
-se que no debimos dejar que las cosas se torcieran de esa manera, en realidad no supe cuando se nos salió de las manos.
-si bueno, eso ya no importa. Tomaste una decisión y aunque en este momento no la puedo ver con claridad tal vez fue lo mejor. No creo que entre nosotros dos haya mucho más que decir, no podemos volver a lo de antes. No puedo terminar de alejarme pero ya no importa. Ahora será mejor que te vayas
-entonces ¿lo entiendes?
-no, pero lo acepto. Por favor Miyuki, vete –¿qué estás haciendo?
-creo que al final esta si es una despedida
-No, no hagas esto mas difícil, solo vete
-nos vemos dentro de dos semanas
Miyuki se encamino hacia la puerta. Youichi se odio a sí mismo cuando su cuerpo se movió por sí solo y se abrazo a la espalda de Kazuya y en un susurro que de no haber estado tan cerca Miyuki no hubiera escuchado
-solo una vez más…
Miyuki se volteo para poner ambas manos en las mejillas de Kuramochi y besarlo. No era un beso cargado de pasión, más bien era profundo y lento. Poco a poco los dedos de Youichi se enredaron entre el cabello de Kazuya y las manos de Miyuki se movieron hacia sus caderas como siempre que se besaban. Se fueron moviendo lentamente hasta el cuarto. La mente de Kuramochi le gritaba que se detuviera pero su corazón le decía que sería la última vez.
Deslizo sus dedos por el borde de la playera y sin mucho trabajo y con ayuda de Miyuki la quito, aprecio cada centímetro de piel expuesta y bien marcada. Con la yema de los dedos delineo el abdomen mientras era despojado de su propia playera. Se enderezo de la cama para volver a besarlo, queriendo grabar casi con fuego cada sensación y cada caricia que Miyuki le proporcionaba. Kazuya delineo con su lengua sus labios y después beso la línea de la mandíbula, mordió suavemente el lóbulo y regreso. Su mano se había movido hacia la entrepierna de Youichi provocando que soltara leves gemido.
Cuando las caderas de Kuramochi empezaron a moverse contra el cuerpo de Miyuki este deslizo uno de sus dedos hasta la entrada del otro, provocándole un estremecimiento a causa del dolor que con demasiada rapidez se convirtió en placer. Youichi quería mas, necesitaba sentirlo lo más cerca posible, sabía que era un deseo peligroso, que mas que ayudarle terminaría dañándolo aun mas pero aun así lo necesitaba. Como ya lo había dicho “solo una vez más”, era todo lo que pedía.
-hazlo
Le susurro en el oído, la risa de Kazuya fue lo único que obtuvo como respuesta antes de que entrara. El placer inmediato lo obligo a cerrar los ojos y echar hacia atrás la cabeza. Para después abrazarse a él y moverse a su ritmo. Al principio lento y poco a poco fue acelerando. Las respiraciones de ambos eran entrecortadas y el roce de las sabanas hacia un juego de sonidos que resultaban rítmicos, sin embargo ellos solo se prestaban atención el uno al otro, grabando en sus memorias ese momento. Cuando sintieron que estaban llegaban al punto más alto se miraron directamente a los ojos… había llegado la verdadera despedida. Terminaron al mismo tiempo Kuramochi apretando a Miyuki, obligándolo a soltar un grave gruñido.
Se dejaron caer sobre la cama para regularizar sus respiraciones. En esa ocasión no habría noche juntos, ni dormirían uno en los brazos del otro. Kuramochi fue el primero en levantarse y comenzar a vestirse. Miyuki lo siguió con la mirada antes de que este le arrojara su ropa
-debe estar esperándote. –Miyuki soltó un suspiro y comenzó a hacerlo
-en verdad me hubiera gustado que las cosas no terminaran así- se cambio en silencio mientras Youichi se sentaba en el borde de la cama y lo contemplaba con una mirada difícil de descifrar. Cuando estuvo listo reviso el celular y noto que tenía un mensaje de Sawamura
-te espero en la estación :D
Miyuki se sonrió, siempre le provocaba ese efecto Eijun. Se acerco a Kuramochi y le revolvió el cabello.
-te veo luego ¿de acuerdo? –Youichi veía al suelo y solo asintió con la cabeza –oye, no lo odies. No es como que él tuviera la culpa
-eso ya lo sé y es ese el problema… no puedo odiarlo, no hay manera que lo haga
-hahaha siempre fuiste tan complicado
-no es algo que quiera oír de ti
-no, tienes razón. Ya te lo dije no era mi intensión que las cosas terminaran así pero sé que aparecerá alguien Youichi, se que lo hará – Kuramochi torció una sonrisa de lado pero no levanto la vista.
Solo hasta que escucho el ruido de la puerta cerrarse, se dejo caer en la cama. Extrañamente no lloraba.
…
Sawamura ya lo esperaba en la estación, en cuanto lo vio le dedico una sonrisa y corrió hacia él para darle un suave beso mientras lo abrazaba, el olor de Youichi estaba ahí. Eijun lo sabía. Incluso una semana antes habían discutido y el menor le había gritado que aun podía elegir, que pensara muy bien las cosas. Cuando se lo dijo estaba aterrado porque fuera a tomarle la palabra y lo dejará pero sin pensarlo Miyuki le había respondido
-te elijo a ti…
Sawamura no era capaz de odiar a Kuramochi. Sabía que ellos dos tenían un pasado juntos y más que como amantes como amigos y era algo que no pretendía quitarles. Era consciente que lo había visto, que Miyuki había cerrado ese ciclo
-¿lo entendió?
-no lo creo
-¿dudas que lo haga?
-no, con el tiempo comprenderá que era lo mejor por mucho que doliera. Yo no era lo que el necesitaba, si me hubiera quedado a su lado habría terminado destrozándolo –Miyuki entrelazo sus dedos con los de Eijun y beso sus nudillos –por otra parte, tú eres justo lo que yo necesito…