Parte 1/2
Mi trabajo no era muy ejemplar que digamos, ¿Trabajar en una línea telefónica gay, donde hacen conversaciones eróticas?
Kim Jongin que bajo has caído.
Lo bueno y positivo de todo esto es que podría trabajar desde mi departamento, sólo tenía que contestar las llamadas y seguirle la corriente a las personas del otro lado, a veces cuando se ponían pesadas simplemente les colgaba, y si empezaban a querer conocerme, sólo debía llamar a mi jefe y este se encargaría de bloquear el número telefónico y adiós triste persona desesperada por atención sexual, adiós.
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Era sábado por la noche, me encontraba vagando por mi departamento, no había recibido ninguna llamada en todo el día -lo cual es malo para mi bolsillo- cuando escucho el sonido de una puerta abrirse, rápidamente y casi yéndome de boca por mi apuro llego a mi puerta y miro por la mirilla y ahí esta, mi amor platónico, mi vecino, Do Kyungsoo.
Debo decir que desde el primer día que lo vi quedé flechado, pero él sólo me veía como un chiquillo, me trataba como su hermano menor. ¡Que injusticia señores! Yo con un cuerpo de adonis, piel acaramelada, más alto que mi hyung, y aún así no me presta atención y vaya que he sido evidente pero sólo lo ignora y lo deja pasar y yo quedo como un estúpido puberto rechazado.
¡Tengo 20 años! ¡No soy un adolescente! ¡Aparento más edad que él con sus 24 años y su cara de bebé!
¿Por qué los dioses me odian tanto?
Cuando al fin mi vecino se había alejado lo suficiente para no estar a la vista volví hacia la sala a echarme en el sofá y seguir ahogándome en mi asquerosa vida amorosa con mi amor platónico cuando una llamada interrumpe mis planes, soltando un suspiro me dirijo hasta el teléfono -que me fue otorgado por la agencia sólo para este tipo de llamadas- y contesto...
- ¡Kai, bebé, necesito de ti, estoy tan caliente!- Y así es como normalmente soy recibido por mis clientes y por si se preguntan, Kai es mi nombre de "Chico-moreno-caliente-como-el-infierno" con el que tienen sus fantasías a través de un aparato de material desconocido para mi.
- Taemin, hermoso, como extrañaba tu voz - hable roncamente. Joder que incómodo era hacerse de "el-feliz-y-caliente-chico-excitado" al otro lado de la bocina, si no fuera porque necesitará el dinero lo dejaría, en serio que lo haría. Pude escuchar un jadeo en lo que la línea que siempre usaba con este chico finalizó.
-Demonios, Kai, amo el sonido de tu voz ronca cuando me hablas- gimió, yo sólo cerré los ojos, era hora de trabajar y sólo lo podía hacer bien si yo pensaba en alguien que de verdad me excitase -a.k.a Do Kyungsoo, mi vecino, amor platónico, el que me pone y mucho más-
-Uhm, me encanta escuchar tus gemidos, vamos Tae, gime para mi, bebé; tócate y dejate ir-
- ¡Si, Kai, si! Uhm desearía que estuvieras conmigo- Y esto, señores, es en lo que se basa mi trabajo.
Luego de haber terminado con Taemin y que prometiera que mellamaría luego para otra sesión pude por fin echarme en mi sofá y tragar como cerdo todas esas bolsas de fritura que había comprado para el fin de semana.
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Eran las tres de la mañana cuando mi teléfono vuelve a sonar por onceava vez en toda la noche.
-¿Hola? ¿Uhm, eres Kai?- ¡Joder! ¡Por todos los jodidos cielos! ¡Diganme que no estoy soñando! Esa voz la reconocería en cualquier parte y no puedo creerlo, no puede ser posible que mi hyung, Do Kyungsoo, el hombre serio pero amable que siempre me consigo en los pasillos este llamando a una línea telefónica gay, que naturalmente se trata de sexo por teléfono y que justamente sea Kai, a.k.a. Kim Jongin, el que haya solicitado para que le diera placer por medio de un aparato, ¿¡Es el fin del mundo!? - ¿Hola? ¿Hay alguien?
Se escuchaba tan tímido, awww, que lindo es mi hyung.
¡Stop!
Este es el momento perfecto para hacer una de mis fantasías realidad, nunca sabrá que es Kim Jongin, su "pequeño" vecino quien le hablara de una manera no muy sana esta noche, y tal vez sea mi única oportunidad, así que la aprovecharé al máximo
- Con el habla- Conteste con mi voz grave, esa que usaba sólo para estos momentos.
- Oh... b-bien.. yo no sé... es mi primera vez.. ¿Cómo se supone que se debe hacer esto?- Una sonrisa se pintó en mi rostro, caray, era tan tímido, nunca esperé ver -escuchar- a mi hyung así... ¡Concentrate Jongin!, es hora de que pongas en práctica todos estos meses como trabajador de una linea directa erótica, ¡Vamos!
- Esta bien, no hay nada de que preocuparse, primero vamos a conocernos un poco y luego comenzaremos- Dije, en general no mentía, es lo que se hace cuando es un cliente nuevo- ¿Cual es tu nombre?
- Kyungsoo - ¡Ah! Mi querido, Kyungsoo, vas a disfrutar esto tanto como yo, tenlo por seguro.
- Bien, Kyungsoo, ¿Me puedes decir donde te encuentras?
- ¿Para qué? - de pronto su voz se escuchó tensa, me aleje de la bocina del teléfono y rei un poco, lindo, muy lindo.
- No te asustes, es sólo para que comencemos y puedas disfrutar- Hable calmadamente.
- Vale, uhm, estoy en mi casa- ¿¡Esta en su casa!? O sea ¿¡Justo en frente de mi!? ¡Los dioses comienzan a sonreírme!- para ser exactos en el sofá de mi casa- Bien, bien, manos a la obra.
- Excelente, Kyungsoo- Mi voz sonaba como un ronroneo cada vez que pronunciaba su nombre- ¿Que traes puesto?
- Un short negro y una camisa blanca- ¡Demonios! De sólo imaginarme esa vista, me encendía.
- Muy bien, Kyungsoo, ahora harás todo lo que te diga ¿Esta bien?
- Bien.