PoV. Dave.
Hoy era el supuesto funeral de John.
No fui.
No podría ver al señor Egbert a la cara, menos a Rose y Jade, que de seguro fueron al funeral y quedaron como mejores amigas, mientras que yo quedé como una mierda.
Además me enfermé por quedarme hasta tarde bajo la lluvia. Cuando llegué a casa, Bro me regañó, pero de todas formas sacó su irónico lado paternal, cuidó de mí y más cosas que nosotros no practicamos habitualmente.
De todos modos no estoy arrepentido de la salida de ayer.
Lo sentí. Sentí ese extraño calor rodearme y esa suave brisa acariciar mi cuello. Estaba seguro de que era John.
PoV. John
Dave terminó enfermándose... Por lo que oí, hoy era mi funeral. Woah, suena raro decirlo así... Mi funeral...
De todas formas no creo que a Dave le vaya a pasar algo estando en cama...
Con este pensamiento invadiendo mi mente, emprendí el viaje hasta mi hogar.
Al llegar, me di cuenta de que ya estaban retirando mi ataúd de mi antigua casa.
Ahí estaba mi padre, mi tío y mi prima Jane... Había olvidado que ellos se encontraban de visita por la ciudad. Por primera vez vi a mi padre llorar... Y por primera vez deseé ver su cara burlona al lanzarme un pastel directo a la cara.
Luego de la ceremonia en la iglesia, se dirigieron al lugar de entierro. Yo solo seguí a mis conocidos a todas partes.
Para suerte mía, había vuelto a llover... Esto es tan cliché... Aunque prefiero un día lluvioso a un día caluroso en el cual el mundo pareciera estar feliz con mi estado actual.
En el cementerio pude ver a Rose y Jade. La rubia mantenía a Jade en sus brazos, dejando a esta llorar a todo pulmón en su hombro, mientras Kanaya se encontraba a su lado sosteniendo un paraguas para protegerse de la lluvia.
Para ser sinceros, nunca pensé que llegaría a ver este tipo de escena algún día.
Luego, cada uno volvió a sus casas... Yo seguí a Rose. Estaba seguro de que ella podría ayudarme.
En primer lugar, Rose se aseguró de dejar a Jade en su hogar... Parecía bastante afectada, esto me hacía sentir culpable. En segundo lugar se dirigió a su hogar con Kanaya, la chica de ojos verde trébol acompañó a Rose por un tiempo, luego se retiró a su hogar.
Rose aprovechó esta instancia para sacar una botella de vodka de una alacena y comenzar a tomar como si fuera el fin del mundo. Esta acción me preocupó. Luego de algún rato le escuché hablar.
- Maldito, oxigenado. Se atreve a abandonarnos así y dejarme consolando a la pobre Jade sola... No se lo perdonaré esta vez.- Dijo completamente ebria mientras hipaba.
Iba a volver a beber pero sentí un impulso que me hizo gritar su nombre y detenerla.
...¡Rose!...
PoV. Rose
...
...
...
¿Ese fue John?...
No, estoy ebria y John está muerto.
Imposible que sea el... Simplemente imposible.
Voltearé a ver de todas formas para asegurarme...
[Nota: El PoV. más corto e innecesario de la historia (?)]
N.A.[Narra la Autora <3]
Al voltear, la rubia se llevó una buena sorpresa.
Frente a ella se encontraba una luz cegadora de color azul, mientras sus ojos se iban acostumbrando a la luz, esta fue tomando la forma de su amigo John. Le miraba de forma sonriente.
-Sabía que tu podrías ayudarme, Rose.- La sonrisa del alma en pena se ensanchó aún más.