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GRADUACIÓN por Kurochan12

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Notas del fanfic:

Primero que nada los personajes de Kuroko no basket no me pertenecen lo he tomado para crear historias de mi loca imaginación.

Sin más le dejo esta historía constará de dos a tres capítulos, espero que les guste sin más, a leer...

GRADUACIÓN


Capítulo 1.- Declaración de amor


                Este día era esperado por muchos, para algunos era un día especialmente triste, pues era la despedida de los sempais de tercer año de la secundaria alta. Era el último día que asistían a la escuela, aquella donde conocieron a sus amigos o a sus enemigos, en la cual vivieron todo tipo de experiencias, algunas buenas y otras no tanto; sí,  en verdad era triste porque en este momento dejabas atrás buenos recuerdo, a grandes amigos, y a los maestros, aunque no a todos ellos, claro está; pero a pesar de la tristeza, en sus corazones albergaban la alegría de empezar un nuevo reto, ya sea entrar a la universidad o que alguna compañía los contrate y empezar a trabajar.


            Pero no para todos era un suceso triste, para cierto pelinegro era el día decisivo,  por fin había llegado el momento de declararse a la persona de la cual ha estado enamorado por más de un año, al principio solo lo veía como un niño mimado, que prefería mil veces estar sentado comiendo dulces que practicar básquetbol; pero al convivir demasiado tiempo con él, pudo apreciar todas sus cualidades, era una persona sumamente cariñosa, tierna, sobre todo le gustaban los pucheros que hacía cuando se le acababa su dotación de dulces, pero lo que le enamoró fue el empeño y la motivación que tuvo cuando se enfrentaron al equipo de Seirin, esa actitud férrea fue el detonante que hizo abrirse a un mar de sentimientos desconocidos para él, pues a sus 16 años no había tenido ninguna pareja, y no porque no fuera bien parecido, tanto hombres como mujeres cacheteaban las banquetas por él, sino que nadie lo había hecho sentir tan humano, tan necesario como persona y como amigo, solo Murasakibara Atsushi había penetrado la coraza que encerraba su corazón.


            Antes de empezar la ceremonia de graduación le mando un mensaje a Atsushi donde le decía que quería hablar con él, que lo estaría esperando en la azotea del edificio principal de la escuela a las once de la mañana, que era urgente; sin más procedió a escuchar la charla del director y de los maestros, para seguir con la entrega de papeles y por último el discurso de despedida por el alumno más destacado de su generación. Al terminar observó su reloj, eran las 10:30 am; sin mucha prisa se dirigió a la azotea, mientras caminaba iba recordando los momentos que pasó con su grandulón amigo amante de los dulces, llevaba una pequeña y disimulada sonrisa, sabía que su amigo sentía algo por él, que sus sentimientos eran mutuos, pues las acciones de Atsushi le daban muchas esperanzas, sin darse cuenta llegó a la azotea, fue directo a sentarse bajo la sombra que proyectaba una de las paredes, mientras los minutos pasaban su corazón latía más fuerte, sus manos empezaban a sudar de lo nervioso que se estaba poniendo, cuando escucho el ruido de la puerta al abrirse giró su rostro y ahí estaba él, con su imponente estatura y con la cara de hastío que siempre llevaba.


-Murochin, sabes que no me gusta caminar, espero que tengas una gran bolsa de dulces para compensarme- decía mientras camina en dirección del pelinegro, con una gran flojera.


Himuro se puso de pie y se acercó hasta él, como pudo agarró valor –Atsushi, lo que te voy a decir es muy importante, así que no digas nada hasta que termine de hablar- estaba nervioso, era como estar en la final de Winter Cup, sus manos no le dejaban de sudar, como podía se las limpiaba en el pantalón de su uniforme, - lo he pensado por mucho tiempo, es hora de que sepas como me siento hacia a ti- lo miro de reojo y pudo notar que Atsushi no entendía absolutamente nada, para que él lo pudiera entender tenía que ser más directo, -para hacerlo más simple, Atsushi me gustas mucho, te quiero de igual manera que tu mamá quiere a tu papá- Atsushi quito su cara de flojera y la remplazo por una apariencia más seria, para Himuro no era buena señal, pasaron unos segundo que parecieron siglos hasta que respondió.


-Lo siento, pero no puedo corresponder a tus sentimientos, solo te veo como un buen amigo, de verdad lo siento- estas palabras fueron como una daga clavándose en lo profundo de su corazón, sin anestesia para mitigar el dolor.


Himuro sostenía la mirada hacia el suelo mientras procesaba las palabras, nunca se esperó esta respuesta, él tenía la esperanza de que su amor fuera mutuo, pero no era así, pasaron lo minutos y se hizo un silencio incomodo; como pudo, se agarró del poco orgullo que le quedaba y levantó la cabeza, le mostro una pequeña sonrisa que por demás era falsa.


-No te disculpes, y no pongas esa cara, él que se debe disculpar soy yo, me hice falsas ilusiones- se inclinó mientras baja la cabeza, -por favor olvida lo que te dije, has como si no hubieras escuchado nada-  se irguió derecho y lo miro a los ojos, su mirada expresaba desconcierto, en ese momento se arrepintió de la decisión que había tomado, dio la vuelta y se dirigió a la puerta que conectaba a la escaleras, mientras se iba, le dijo – no te preocupes, esto no se va a repetir, espero sigamos siendo amigos – sin más que decir apresuró el paso y se fue del lugar.


           Murasakibara no sabía qué hacer, nunca había visto esa expresión en la cara de su Murochin, esa confesión nunca se la espero, sabía que Himuro solo era cariñoso con él, nunca le gritaba por más desesperante que fuera éste, pero pensó que era por la forma infantil en la que se comportaba, que por esa razón siempre permanecía a su lado, pero que equivocado estaba, en verdad nunca quiso hacerlo sentir mal, le dolió, en lo profundo de su corazón de verdad le dolió, se sentía pésimo, por su culpa Murochin estaba sufriendo, lo pensó detenidamente le gustaba estar en compañía del pelinegro, a ningún otro lo dejo estar tan cerca de él, ni siquiera a su antiguo capitán Akachin, le gustaba la sutil sonrisa que siempre le dirigía, también le gustaba ese lunar que estaba bajo su ojo izquierdo podía pasarse minutos embelesado observándolo, - ARRGGGHHH, ¡¡¡SOY UN GRANDISIMO ESTUPIDO!!!- grito desesperado – como no me di cuenta antes, TE AMO, EN VERDAD TE AMO MUROCHIN – salió corriendo a todo lo que daba, pero por más no pudo alcanzar a Himuro.


            Mientras tanto Himuro caminaba rumbo a su casa, no podía sacarse de la mente las palabras de Atsushi “solo te veo como un amigo”, sus lágrimas no paraban de salir, por más que quisiera detenerlas, estas fluían libremente, su corazón se había fragmentado en miles de pedazos. Al llegar a su casa se fue directamente a su cuarto, le puso seguro a su puerta y se acostó en la cama, lo pensó muchas veces, a la única conclusión que llegó fue que se tenía que ir de ese lugar, no podía seguir viendo más a Atsushi, no lo soportaría, no tendría las fuerzas necesarias para seguir siendo su amigo, aunque le doliera lo decidió, se regresaría con su madre a Estados Unidos, eso era lo mejor.

Notas finales:

los capitulos no son largos, espero tener los siguentes para esta semana, espero algun comentario, si le agrado o si no, sin mas me despido.


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