Era un día cotidiano, el sol recién salía por detrás de los cerros cuando ya estábamos entrenando; cruzábamos el bosque con velocidad, el capitán iba delante de mí y día a día se me hacía un poco más fácil seguirle el paso. De repente bajo de la planta, cayendo limpiamente en el suelo, lo imite, y una vez que estuve al lado me dijo que descansáramos unos segundos mientras esperábamos a los demás, a los que habíamos dejado varios kilómetros atrás... hacía ya días que me levantaba agitado y abecés excitado por tener sueños "prohibidos" con el capitán Levi, y después de eso no podía despegar mi vista de su hermoso trasero que se escabullía entre los arboles con rapidez; más de una vez eh pensado que me provoca, pero me eh convencido de que son efectos secundarios de mis ganas por hacerlo mío... siempre fui muy directo respecto a lo que pensaba y sentía, pero una confesión de amor dedicada a ese hombre seria como cavar mi propia tumba... yo me encontraba apoyado contra un árbol, fundido en mis pensamientos siguiéndolo con la vista mientras él subía a distintos arboles viendo por dónde venían los demás, para luego volver a bajar.
-están a unos kilómetros aun - me dijo
En verdad me estaba provocando, con esas palabras me estaba incitando a hacerle algo, o eso quería creer; de repente me dio la espalda y camino unos pasos dejándome una perfecta vista de su trasero, me mordí el labio inferior deseoso de todo lo que veía, de repente me miro de reojo, cachando mi mueca de deseo y automáticamente frunció el ceño y me miro como si fuera a matarme... aquello, por más raro que suene, me encendió aún más y por mero impulso me moví rápidamente hacia él, lo tome del brazo y lo acorrale contra un árbol, sosteniendo sus dos manos al costado de su cuerpo y dejando mi rostro a centímetros del suyo. No pensaba, eso lo sé, porque si hubiera pensado no hubiese arriesgado mi vida de esa manera; Solo me deje llevar por la sangre caliente que recorría cada centímetro de mi cuerpo incitándome a seguir...
Cuando lo acorrale bruscamente contra aquel árbol, él solo abrió un poco los ojos sorprendido - con los perfectos reflejos de Levi, la verdad no sé cómo mierda ice para acorralarlo sin que me hubiera dejado inconsciente antes - de repente frunció el ceño y comenzó a “gritarme” de forma autoritaria, gélida y enojada
-¡idiota!, que crees q...
-estoy dispuesto a morir por un beso de su boca - le dije interrumpiendo su regañada, acercándome más a su rostro
-te cortaría en miles de pedacitos, antes de que me rosaras - me amenazo serio pero sin moverse, ni intentar soltarse de mi agarre...
- vale la pena el intento - concluí decidido mirando firmemente sus ojos para luego unir nuestras bocas en un beso, pero no un beso cualquiera, sino un gran y profundo beso... me sorprendió que al rozar sus labios, no allá sentido un intenso dolor en mi cuerpo, debido a los tajos que Levi tranquilamente me podría haber proporcionado con su katana, pero lo que me sorprendió aún más, fue que él me correspondiera el beso... metí una de mis piernas entre las suyas al mismo tiempo que tomaba su cintura pegándolo a mí; mi capitán ya tenía sus manos libres pero no se movía, solo correspondía mi beso con la misma pasión con la que se lo había robado de su boca... separe nuestros labios unos segundos ya que me faltaba el aire, la distancia era tan corta que nuestras narices se rosaban, miramos las bocas ajenas con una chispa de lujuria en nuestra mirada entrecerrada esperando ansiosos volver a establecer el contacto que no se hizo esperar; volví a besarlo, el apoyo sus manos sobre mi pecho al mismo tiempo que cerrábamos nuestros ojos nuevamente... escabullí mi lengua por sus labios introduciéndola en su boca algo desesperado, él hizo lo mismo y comenzamos a frotar nuestras lenguas con impaciencia, estaba perdido en sus labios cuando de repente me dio un fuerte empujón en el pecho, sobresaltándome y dejándome tirado en el piso algo desorientado y con un fuerte dolor de trasero por el impacto al mismo tiempo que decía tranquilo y serio - suficiente - para luego subir a una planta como si nada hubiera pasado; de seguro los demás estaban cerca y era bueno terminar el contacto antes de excitarnos y terminar en problemas mayores. Me levante rápidamente ignorando los latidos de dolor de mi retaguardia, me sacudí un poco, me subí a una planta y comencé a seguirle el paso nuevamente, pero esta vez con una gran sonrisa en mi rostro pues no podía creer que aquello hubiera pasado y mucho menos que aun siguiera vivo e intacto...
Después del entrenamiento fui directamente a mi habitación, me di un buen baño, me vestí y me tire en la cama mirando el techo, al recordar aquel apasionado beso no pude evitar que una sonrisa escapara de mis labios, el capitán Levi me había correspondido, eso significa que...¿qué significa?... bueno si me correspondió el beso tiene que sentir algo por mi ¿verdad?... pero que digo... quien querría a un monstruo como yo...yo soy el enemigo, puede que no coma gente y que no parezca uno de ellos pero eso no quita que sea uno... el solo me protege porque es lo que le ordenaron... pero ¿porque me beso tan apasionadamente?... tal vez, tan solo está necesitado... después de todo es un hombre de treinta años encerrado en un castillo con solo hombres... además, yo también lo estoy y tengo la mitad de sus años... pero el problema es que... lo mío no es solo necesidad... yo lo amo... si tan solo correspondieras mi amor... capitán Levi...Estaba empezando a quedarme dormido con aquellos pensamientos en mi cabeza cuando golpearon la puerta de mi habitación... me levante algo pesado y sin ganas y abrí, era un compañero, me dijo que el capitán Levi pedía mi presencia urgentemente en su despacho, me puse el saco y me encamine a aquel lugar que probablemente sería el último lugar el cual vería antes de que el mismo capitán me decapitara por lo pasado en la mañana... de seguro está furioso; Eren, eres hombre muerto...me dije a mi mismo, de seguro hasta me lleva al bosque y me hace cavar mi propia tumba... cuando me quise dar cuenta ya estaba enfrente a aquella puerta, mis instintos me decían que pegue media vuelta y corra lo más lejos que me dieran mis piernas pero la curiosidad me gano y con mis manos temblando por los nervios toque la puerta
-adelante - dijo mi capitán neutro
En ese momento me arrepentí de haber tocado envés de salir corriendo, pero ya era tarde asique solo comencé a abrir la puerta lentamente, cuando iba a la mitad de trayecto lo vi, ahí sentado tras su escritorio revisando unos papeles inmutable por mi presencia; pase, cerré la puerta tras de mí y me quede parado; quise decir algo pero las palabras no salían de mi boca y que él no me mirara solo hacía que mi nerviosismo creciera
-¿te arrepientes?