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Mystic por CainFk

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Notas del fanfic:

Personajes: Integrantes de L'arc~En~Ciel (Tetsuya, Yukihiro, Ken, Hyde); ex integrante de la misma: Yasunori Sakurazawa; Gackt, y algunas referencias extra.

 

Parejas: GakuHai / SakuHai.

Notas del capitulo:

Bueno, es mi primer fan fic aquí y éste, sin más preámbulo, el primer capítulo.

Admito que será un poco ambiguo, pero poco a poco irá cobrando forma y las explicaciones llegarán.

Escrito por un rol que tuve (roleo a Hideto y pronto estaré trabajando en Sakura (?)), espero os guste. 

Un paso con otro, frío danzando en el viento, la tarde tomando la mano de la noche, la ira junto al temor. En parejas se hallaban los componentes del ambiente.

El silencio suspiraba sobre la oreja de aquel joven pelinegro que aún se hallaba confundido ante el hecho de que sus pies pudiesen dirigirse a un sitio totalmente desconocido, con una misión tan retorcida como los recuerdos que intentaba opacar.

¿Cómo, luego de tantos años huyendo, una simple llamada podía desmoronar su voluntad? Tan sólo intentar responder eso con coherencia era un dolor de cabeza. Pero, ya a pocos metros de su destino, fumar uno de los dos últimos cigarros restantes en su caja sería un desperdicio.

Sin rodeos, iba a resolver las cosas. Quizá no como siempre se le había hecho fácil, pero si habían acudido a él, era porque nadie más sería capaz de conseguirlo.

Qué lugar.” Surcó por su mente como vago intento de despejarse.

Las tinieblas de la gran vivienda que le hacía frente se comparaban con el azabache de su mirada. ¿Lo macabro del sitio debía ser una pista? No iba a ser tan básico, sin embargo, no le sorprendería que sus sospechas fuesen ciertas.

-Yasunori Sakurazawa -se presentó a la vigilancia que impedía su íntegra entrada al lugar, mostrando su identificación y oyendo cómo su nombre era indicado a través de un dispositivo intercomunicador-, Sakura está bien -aclaró- no soy precisamente un fanático, vengo a hablar de negocios con él. Hideto Takarai me permitió su dirección, HYDE.

Como si de la clave de una caja fuerte se tratase, segundos después de pronunciar dicho nombre, las interrogantes se disiparon y las barreras se derrumbaron.

Un amargo sabor deslizándose por su lengua le hizo esbozar una mueca de desagrado la cual no pudo ser divisada por los hombres que ya había dejado a sus espaldas, caminando hacia la puerta de la entrada y escupiendo sobre los adoquines.

Con desdén, sus robustas botas de cuero aplastaron el suelo, maldiciendo su propio ritmo por no darse prisa y acabar con la incertidumbre de una vez por todas.

Ni un golpe a la madera fue necesario, en un abrir y cerrar los ojos la puerta fue reemplazada por una silueta que hacía ya bastantes años no veía de frente.

-Cuánto tiempo -rompió el dueño de aquella casa en penumbras y justo la persona con la que necesitaba discutir un par de puntos-, Sakura.

-Así es -sus puños se apretaron de manera inconsciente, mientras evitaba cualquier gesto facial que delatara incomodidad.

De gesto tranquilo, ligeramente más alto que él, el cantante de renombre se hizo a un lado aparentemente para darle paso al hogar. No había duda de que si pensaba eran negocios recomendados por Hyde, Gackt se los tomaba en serio.

Un muy “adorable” gesto que pondría a dudar a cualquiera que llevase los pensamientos de Sakura en ese momento. Pero, nadie compartía mente con el pelinegro, porque no era sino él mismo quien comprendía cómo manejar ciertas situaciones. Y doblegar por superficialidades no era lo suyo.

No siempre.

-Ahm… -problemático. Con cierta torpeza, buscó adentrarse al sitio. ¿¡Cómo podía estar tan oscuro, demonios!? ¿ahorraba para no pagar luz eléctrica? ¿¡por qué rayos llevaba lentes de sol en un sitio así!?- mis zapatos, ¿dónde puedo dejarlos? -inquirió resignado. De todas las situaciones donde diese lástima, la que menos imaginó de ese día era ésa.

-Oh, allí -entre risas, señaló cierto lugar que con esfuerzo Sakura pudo detallar completamente- Hyde estuvo en tu misma posición la primera vez que vino.

-Ah, sí. No sé cómo puedes lidiar con tanta oscuridad -buscó fingir que maldecía hasta el perro, hablando entredientes mientras se quitaba el calzado, uno tras otro.

-Yo no comprendo la extrañeza, supongo que es cuestión de acostumbrarse.

Que no se pusieran tan cómodos, debía acabar rápidamente con eso.

-Entonces -la grave voz se hizo lugar en la sala una vez llegados a ella, tomando asiento cada uno en un mueble diferente-, ¿dices que Hyde te dio mi dirección? Recuerdo cuando llegamos a salir tú y yo, pero si no me equivoco es la primera vez que vienes a casa.

-Sí -sus ojos se mantuvieron revisando cada rincón, memorizando la ruta a seguir en el caso que debiese escapar. No quería terminar golpeándose con cualquier objeto inútil-, ciertamente, le conozco. No sé si lo sabes, pero éramos compañeros de banda.

-¿En serio? -aquella pregunta reventó en el aire prácticamente antes de que Sakura terminase de hablar. ¿Era tanta la sorpresa?- oh, sí, cierto.

Sus propias piernas se cruzaron. La tensión que él mismo generaba era insoportable, en compañía con el molesto ambiente del sitio.

Nuevamente le rondaban las preguntas. Dudas. ¿Realmente buscaba en el lugar correcto?

Era suficiente. No podía articular palabra que no se tratase de lo que había ido a buscar.

-Hyde está desaparecido -como soltando a voluntad una copa de carísimo cristal al suelo, estaba al tanto de la gran ridiculez que acababa de hacer.

Era la verdad, Hyde tenía dos semanas perdido, según las palabras de Tetsu. El líder de su antigua banda.

La última persona con la que tenían noción que el joven vocalista se encontraba, era Gackt. ¿Por qué mandar a Sakura?

Sencillo, la visita de cualquier integrante vigente de la banda habría significado un objetivo obvio. Y, si realmente era ese hombre quien tenía a Hyde, un simple “Aquí no está” a su equipo de seguridad hubiera bastado. Por supuesto, el hecho de que fuese Sakura quien buscase personalmente al chico era una idea que él mismo tuvo, no Tetsu. Si fue contactado al principio era únicamente para saber si tenía idea del paradero de Hyde.

También cabía la posibilidad de que ambos estuviesen juntos a voluntad, como Tetsu llegó a pensar, pero ¿no dar señales de vida? Eso no era Hyde.

Bueno, no era como si el mismo Sakura tuviese el derecho de opinar sobre Hideto Takarai a esas alturas.

-¿¡Qué!? -una amplia exclamación vino en respuesta a su comentario- ¿¡de verdad!? ¿¡desde cuándo!?

Gackt se puso de pie y Yasunori no esperó un segundo más antes de imitarle. ¿Impresionado?

Que le llamasen loco, pero no lo creía. Y, no iba a permitir que por ningún medio Gackt estuviera por encima de él.

-Dos semanas -no vaciló al habla-, a decir verdad sí he venido a hablar, pero no precisamente de negocios musicales -interrumpió cada intento de palabra de Gackt, quien aún parecía “alterado”.

-Evidentemente no vamos a hablar de negocios con un caso así. ¿Has venido por ayuda? -la determinación apareció en las orbes del cantante- no tengo problema en contactar un equipo de búsqueda.

-Cálmate, lo único que necesito de tu parte está fuera de cualquier idea que puedas tener -haciendo un ademán con la mano, impuso silencio en el sitio con la suficiente seguridad para perturbar el nervioso esbozo de Gackt. ¿Quién se creía para tener tanta altivez en su propiedad?

-¿Qué es lo que necesitas, entonces?

Los semblantes fueron evidentes, la falsa gentileza se había disipado, y en ese momento no había sino una guerra de miradas con dos de los perdedores en el reparto de paciencia.

-Así que, ¿fuiste el último en verlo? -con la rapidez de un tic, un fugaz cambio de expresión solapó la faz del más alto, consciente del rumbo que llevaba semejante inquisición.

-Más que estar pendiente de la ubicación de Hyde, ¿estás buscando un culpable?

-Estoy buscando a Hyde -aclaró. Dagas llenas de hostilidad rondaban el lugar, finalmente la inflexión de voz que denotaba todas sus intenciones afloraba a gusto- y por supuesto, de encontrarme al culpable, me encargaría de él. ¿No parece lógico?

-La única lógica que encuentro a todo esto, indica que estás amenazándome -contrario al porte tranquilo que dio la bienvenida, un gesto sombrío e impetuoso daba frente al ex baterista de L’arc en Ciel.

-Si quieres interpretarlo de esa manera.

-Hyde y yo sólo nos veíamos para preparaciones de un proyecto -interrumpió con prontitud-, para pasar tiempo a solas a veces, y ese tipo de encuentros.

Sakura bufó. Tanta explicación charlatana no era necesaria, no le importaba si comían en la luna.

-¿Qué pasó la última vez que vino? -caminando hacia un lado, imitó como reflejo el camino que Gackt trazaba, impidiéndole cualquier escape.

-¿De verdad quieres tanto detalle? -vislumbrando una perlada sonrisa arrogante, sus largos falanges se deslizaron a por una botella de vino, instante en el que Yasunori pudo detallar cuánto licor y lujo había en aquella habitación. Momento que no pudo prolongarse, pues de inmediato la ira reclamó lugar- sólo vino, hablamos, estuvimos un rato en mi cuarto -la explicación comenzó al cabo de unos momentos de peligroso silencio-. Hyde… dijo que tenía que irse, insistí en que se quedara, pero realmente lucía apresurado, como si tuviese algo más qué hacer.

Los labios de Sakura se presionaron entre sí, secos. El escaso aire en el sitio parecía cortar. Cortar paciencia y cordura.

No le fueron indiferentes ninguna de las muecas del cantante, desde que comenzó a servirse en una copa de cristal, hasta el final. Y, justamente un gesto de dolor, vacío, amargura, llamó su atención.

-Seguro fue molesto para ti -arqueando una ceja, en ese instante no estaba seguro de cómo proceder con su búsqueda.

-¿Mh?... oh, claro, lo fue. Pero, está bien. Reconozco que no siempre debe ser agradable estar en mi compañía.

-Comprendo… -soltó de manera inconsciente, desviando su mirada a algún otro punto.

Íntegro mutismo colmó cada rincón durante segundos. Intervalos de tiempo basados en tensión de progresivo aumento que ya estaban alcanzando un límite.

Y, ¿si de verdad no estaba allí? ¿En dónde estaba?

-¿Por qué has venido tú a buscarlo, de todas maneras? -¿Por qué?

¿No lo había pensado ya? Era sencillo. Sakura pasaba inadvertido. Apenas sabían que alguna vez se relacionó con Hyde.

Ya, nadie lo recordaba a su lado. Luego de tanta grandeza que Hyde había alcanzado.

Bueno, ése era el objetivo de aquel día, ¿cierto?

El día que pautó la separación, la cual realmente…debió seguir en pie. Ahora no hacía sino sentirse inútil. Imbécil.

-Sólo… nos separamos. Quiero decir -de una sacudida se alejó el ensimismamiento-, los demás y yo. A mí me correspondió buscar aquí.

-Ya veo.

El recuerdo de una sonrisa, la caída de la voluntad. Tan fugaz como cualquiera de esas dos cosas, duró el desvío de una mirada disfrazada de azul, y un paso en falso de Sakura.

¿Se dirigía a la salida? ¿Tan rápido iba a rendirse?

-¡HEY! -con velocidad, sus pasos a fuerte volumen se desplazaron por el lugar, saliendo del alcance de Gackt en una dirección opuesta.

-¡HYDE! -patético. De estar tras las rejas una vez más, creerían que está bajo el efecto de estupefacientes al reírse de sí mismo, recordando esa situación- ¡HYDE, CONTESTA!

De rauda respiración, escalera arriba atravesó los pasillos, tumbando y empujando cualquier cosa o armatoste en su camino para ralentizar el paso a su "contrincante"; dando golpes a cada zona en la pared que pareciese un maldito interruptor. Pero, la oscuridad en esa casa no era sólo cuestión de encender la luz.

-¿¡Realmente no hay interruptores en esta mierda!? -alcanzó a espetar, ansioso.

Apunto de mascullar una maldición más, un sonido distó de los demás.

No era su respiración o la de Gackt, pasos, o su corazón bombeando de manera irregular. Era…

-¿¡Hyde!? ¡Oye, HIDETO! ¡HYDE! -¿quejidos? Una voz muy débil se escuchaba a algunas puertas, y su oído como músico podía atinar cuál…eso esperaba- ¡ugh, maldita sea! -no conforme con tumbar un gran objeto de dudoso contenido, tomó una pieza del mismo y la arrojó satisfactoriamente a quien pronto le alcanzaría.

Si sólo venía ese sujeto, un golpe podría apartarlo. CLARO, eso evidentemente haría más costosa la fianza de Sakura, y a esa altura dudaba que Tetsu realmente pudiese pagarlo.

Ya no importaba.

-¡HYDE! -su voz resonó en la nueva habitación, una vez destruida su cerradura de un empujón y una patada.

-…¿Sa…?

Ya no importaba. No importaba.

-¿Sakura…? -No importaba el dolor. No importaba nada.

 


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