La sociedad tenía sus propias normas y costumbre, tal vez variaba según la cultura de cada país pero existían cosas que no cambian sin importar el lugar en donde fueras. Primero la sociedad jerárquica se dividía entre alfa, betas y omegas. Los alfas siempre eran respetados por su naturaleza, desde que nacían se encaminaba para ser bueno en algo, conformaban la elite de la sociedad y esta así lo aceptaba; Con el tiempo muchas familias fueron más reconocidas que otras por generar sucesores solo alfas u omegas. Los omegas, a diferencia de los alfa, su naturaleza le pedía ser sumisos pero por sus cualidades de procreación eran muy venerado considerados como el salto de la evolución humana. Por esta razones siempre cuando surgía un omega o un alfa la familia intentaba emparejarlo con alguien de su categoría natural (ya sea una mujer omega o un chico); puesto que los betas como era la gran mayoría de la población no tenía la suerte de seguir con la línea sanguínea de los genes omegas/alfas en la gran mayoría de los casos.
Dentro de la sociedad para emparejar a sus hijos existían dos formas. La primera era que el joven Alfa u omega que conociera a su pareja y sintiera una atracción hacia esta de modo que se conformara una conexión entre ambos, lleven a cabo un periodo de prueba para decidir o no comprometerse. Era fundamental que los jóvenes alfa se comprometieran y era muy normal que esto ocurra a partir de los 16 años; ya que su naturaleza así lo imponía. Una vez que, que los jóvenes concertaran el periodo de prueba se anuncia a amabas familias para que lo aprueben, aquí influyen el apellido de ambas partes y su relevancia en la sociedad; si es aprobado el omega pasara hacer “el prospecto de pareja” para el alfa por un mes y si al finalizar este ambos esta unidos; es decir si sus instinto naturales aceptan el uno al otro, se comprometerán aunque esto no significa que la boda ocurra de inmediato sino cuando ellos lo decidan. También no es obligatorio marcarlo una vez comprometido aunque es normal que se realice; puesto que la naturaleza del alfa así lo obliga para reclamar como suyo a su omega ante otros alfas, muchas veces para evitar el embarazo precoz, el omega luego de la relación toma un medicamente especial similar a los anticonceptivos.
La segunda forma eran en casos de gravedad en donde las familias tomaban parte en el asunto a causa de que sus hijos no encontraban a la pareja adecuada, por temor a que viva en soledad o nunca se complemente totalmente, la familia arregla un prospecto de pareja para su hijo Alfa con un omega de la misma edad o similar que trascurra por la misma dificultad (aunque en ocasiones, no es necesario si el omega se ofrece sin presentar problema para encontrar pareja, esto sucede cuando el alfa suele ser de alta sociedad y es un medio para avanzar en la escala social). El arreglo puede continuar o no después del primer encuentro dependiendo la reacción del Alfa y el omega.
Este segunda caso era lo que le ocurría a los integrantes del equipo de básquet numero uno de Japón pertenecientes a la universidad de Tokio. Ellos eran muy unidos aunque no lo demostraran y se conocían desde la secundaria y algunos desde el preescolar. Siempre llamo la atención que lo mismo, aunque por distinta razones, les hubieran ocurrido. Sus familias eran pertenecientes a la elite de la sociedad no solo de Japón sino del mundo; lo que los convertía en los Alfas ideales para muchas omegas. Ellos eran Aomine Daiki de 20 años, tez morena de ojos y pelo azul, hijo único del matrimonia Aomine dueños de de múltiples agencias de seguridad y conexiones con la más alto rango de la policías tanto de Japón como de otros países. Midorima Shintaro de 20 años, tez blanca, con ojos y pelo verde; primer hijo (de dos) del matrimonio Midorima, dueños de las clínicas Midorima y fuertes inversores en la industria de los fármacos. Murasakibara Atsushi de 20 años, de pelo y ojos color violeta tercer hijo menor del matrimonio Murasakibara dueños conglomerado monopolice de los mejores restaurantes y cafeterías. Kagami Taiga de 20 años de ojos y pelo rojo, hijo del primer matrimonio de Taiga tiene un medio hermano, su padre es dueño de la firma internacional de autos. Akashi Seijuro de 20 años, de tez blanca, con pelo y ojos rojos aunque cuando es dominado por el instinto uno de forma inexplicable se vuelve dorado; hijo único del matrimonio Akashi dueños del diversos monopolio conocido como un magnate entre las sociedades a causa de su riqueza.
Ahora los cinco chicos se encontraban almorzando en la sección privada de unos de los restaurantes de la familia de peli morado como era ya, su vieja costumbre. Solo se disponían a comer aunque más de uno quería comentar sobre la reunión que llevarían a cabo como arreglo de sus padres, puesto que sería el mismo día y en el mismo lugar, un hotel cinco estrella por si encontraba a su omega ideal, sin dudas sus familias tenían grandes expectativas a tal punto que no le importaba si pasaban por alto todo el protocolo social; con tal de que tenga pareja.
-Ha… mientras más pasos los días, mas pienso que lo del sábado será un fracaso total-Aomine fue quien corto el silencio con su típica molestia y desinterés que lo caracterizaba.
-De eso no hay duda, si vas con esa actitud nanodayo-Midorima hablo para después seguir comiendo con normalidad no le sorprendía que Aomine estuviera así.
-Pues para decir mucho, a ti tampoco se te ve muy entusiasmado que digamos, Shintaro- Aomine se dirige a Midorima mientras entre cierra los ojos y se columpia hacia atrás con su silla.
-No importa mi entusiasmo si en la reunión tengo la actitud correcta- Shintaro contraataco el comentario de peli azul sin ninguna emoción particular.
-Para serles sincero, yo tampoco estoy seguro que funcione- Kagami estaba muy inseguro sobre su encuentro conocía bien al omega, pues era alguien famosos no lo conocía en persona y no se lo imaginaba como su tipo.
-A ti te toco el modelito ¿No?- Aomine tampoco conocía al omega que era el prospecto de su amigo aunque si había escuchado mucho rumores sobre él y su belleza.
-Si aunque, ni idea como será. Mi hermano vino hace unos días y quiso mostrármelo por revista pero preferí no verlo para conocerlo totalmente en persona - Taiga nunca fue bueno para este tipo de cosa y estaba seguro que esta ocasión no sería la excepción.
-Daiki, tu prospecto no es ¿Tetsuya?- Akashi quería indagar un poco más sobre la opinión de sus amigos respecto al encuentro.
-Está en lo cierto, mi familia cree que por que Tetsu y yo somos amigos desde el preescolar podemos llegar a ser una pareja. Aunque yo lo dudo si fuera así ya me habría fijado hace rato sin perder tiempo.- Antes lo dicho Seijuro asintió con la cabeza dándole la razón a Daiki, puesto que conocía a Kuroko en persona y sabia que tipo de relación tenia con el moreno. -Ahora que me acuerdo, Shintaro ¿tu prospecto de pareja no era uno de tu fans de secundaria?
-No, se dé que hablas- Midorima respondió volteando un poco la cara mientras se acomodaba las gafas, puesto que si recordaba ese detalle y lo más probable es que su familia eligiera por ese motivo a aquel azabache.
-Kaachan, durante toda la semana me dice lo bueno que es el omega que me eligieron como prospecto y que no me fije en la edad- Esta vez fue Atsushi quien hablo, simplemente por comentar y sin ningún interés particular.
-Tu prospecto es más joven ¿no? ¿Es un cooperador?- Kagami no pudo evitar preguntar puesto que para él no todo eso era muy nuevo y no tenía experiencia; por lo cual, le resultaba extraño que Murasakibara tuviera un prospecto cooperador, quienes son omegas más jóvenes que no poseen ninguna dificultad demostrada para encontrar una posible pareja, y se ofrecen voluntariamente a este tipo de arreglo.
-Así es Gamichin, creo que su nombre era algo como Akio, y tiene unos 16 próximo a cumplir 17-Atsushi siguió respondiendo si interés.
-Te comprendo Atsushi, en mi caso también es un cooperador se llama Yoshima, mi padre lo eligió entre tanto otros, por que tiene 17 recién cumplido, este tipo de omega no suelen trasmitir confianza, ya que principalmente buscan acenso de la escala social entre la elite –Akashi expresaba sin mostrar ninguna preocupación su punto, de vista si bien trataría que las cosas funciones con este omega sabia lo exquisito que podía ser su instinto y lo problemático que podía llegar a ser eso para su futuro.
Mientras los jóvenes continuaba con la charla de como creen que les irían la reunión o de temas triviales relacionados al básquet, en el interior de cada uno, no podían dejar de pensar se preguntaban si esa noche realmente encontraría a su pareja.