Por culpa del “mamá” del grupo estoy perdiendo mi sano juicio. Por lo menos yo sería quien conservaría su cordura, todos fueron infectados por el “bichito” de la homosexualidad.
*Jimin “infecto” a Yoongi una noche que nadie estuvo aquí y ellos quedaron solos.
*Jimin volvió a infectar, pero esta vez a Jungkook, Ja, todos creyeron que él era tan macho por su forma de alejarse de las excesivas carisias de los demás, pero cayó indefenso en el encanto del petizo cool. Lo cual armo un gran alboroto, es que Yoongi no quería que Jimin ande besándose con otro, y celos y momentos más calientes entre esos dos petisos, blah, blah, blah…
*Luego, Hoseok, bueno de él sospechaba un poquito pero no sabía que le tenía tantas ganas al segundo Maknae. La cosa es que infecto a Taehyung, por medio de un juego que empezó con cosquillas para terminar con besos, lenguas y carisias.
¡Yyuuu! Qué asco.
*Y SeokJin, ash, Jin, este chico ya me latía algo raro, su forma tan dulce y compasiva de ser me decía que había algo más hay. Pero él era bien macho, o eso creí, luego de que se dejara sumergir por los locos juegos de los chicos de andar de cursis por ahí, tocándose y abrazándose, hicieron del gran Jin que conocí en el gay Jin que ahora es.
No me mal interpreten, no es que yo odie a los Homosexuales, es que como yo no los soy y tampoco quiero serlo.
El problema es que una noche tranquila en la que yo estaba acostado en la cama escuchando música…
NamJoon estaba acostado en su cama de una y media plaza, con acolchados rojas que por detrás de la misma era blanca, como las finas sabanas debajo de esta, el almohadón con cuadros rojos y otros blancos.
Estaba de lo más tranquilo escuchando los mejores raps de sus artistas preferidos, con sus auriculares celestes que hacia juego con su cabello rubio.
Tenía los ojos cerrados y sus manos sostenían su celular sobre su abdomen.
Todo estaba bien, hasta que…
-¡NamJoon!-.
El nombrado no reaccionaba a los desesperados llamados de SeokJin, quien estaba harto de haber hablado solo como idiota por más de media hora.
Indignado, le arrojó al rubio un almohadón de su cama.
-¡Ah!- grito sobresaltado por el repentino golpe en su rostro. Sus auriculares quedaron agarrados a su largo cuello. Se levantó con el almohadón en una de sus manos. Miró al causante de su sorpresa, parado frente a él, con una mueca de mal gusto- ¿Y ahora qué?- preguntó sin mostrar interés por la amargues del otro.
-¿Y ahora qué?- preguntó, más indignado ahora que antes- ¿Sabías que estoy hace más de media hora hablando solo como si estuvieras ahí para escucharme?- cruzó sus brazos, con el ceño fruncido.
NamJoon se pasó una de sus manos, con la cual no se sostenía en la cama, por todo la cara hasta llegar a arrastrar su cabello hacia atrás.
-Yaa~ Jin, no te agobies con simples cosas- y se lanzó, de espaldas, a la cama de nuevo, ignorando al instante todo signo de molestia para él en ese momento.
-NamJoon~ no seas así~- hizo un puchero inalcanzable de ver para el rapero que ya tenía los ojos cerrados, y con los auriculares puestos correctamente.
Seguía el ritmo con sus pies, totalmente inmerso en el rap que escuchaba.
-Ah, bien, entonces ¿No me escucharas?- deshizo el nudo que tenía de brazos entrelazados, se sacó la remera que traía puesta y, en simples jean ajustados y de color negros, se subió arriba del rapero sin su consideración.
-¿Pero qué—
Por el peso que sintió de repente, pudo reaccionar a ello. Pero ya era demasiado tarde, SeokJin ya se encontraba arriba de él; sus piernas a los lados de la cadera del rubio; su cola sobre las telas que cubrían la entrepierna del mismo.
Los ojos del rapero se abrieron grandes, exaltado pero confuso a la vez.
-Bájate, SeokJin, bájate- ordeno, tratando de empujarlo lejos.
Jin corrió, bruscamente, los brazos que lo atacaban, luego, los tomó de las muñecas para sujetarlas contra la cama, a un lado de la cabeza del indefenso.
-Chu, chu, chu, chu- negó con la cabeza- Usted se la busco-.
-Jin, rayos, ¡ya bájate, no estoy jugando!-.
-Yo menos que menos, Namjoon… pero… ¿Qué puedo hacer? Tú no quisiste escucharme cuando te hable, ¿Por qué debería escucharte yo a ti?- sus ojos estaban clavados a los del rubio, quien estaba enojado, pero a la vez, curioso por lo que podría hacer el mayor.
-Sok-Seok…Jin, no hagas que me enoje- frunció su ceño- ¿Oh? ¿O caso quieres morir?- trató de verse lo más amenazante posible.
-¡Ja! Este chico…- giro su cabeza viéndose desinteresado por la “amenaza” del rubio, acompañado con una mueca- No me das miedo, Namjoon-.
-Ashh… SeokJin, todo esto empezó porque no te escuche, lo sient—.
No pudo terminar lo que diría porque una lengua traviesa se paseó en una de sus orejas.
-E-ey~ Jin… ¡No!-.
-NamJoon, sabes…- se alejó de su oreja, para luego, encorvar su espalda y hacer un poco de presión sobre la masculinidad del rapero.
-Ahm- trató de no jadear fuerte, cosa que logro, pero no había pasado desapercibido por la atenta mirada de SeokJin.
-…Tú siempre te quejas de las carisias que nos damos entre los chicos del grupo, y por el hecho de que nos hicimos gay todos… pero- acercó sus labios a la otra oreja del rubio para susurrar en voz un poco gruesa, pero muy seductora- jamás probaste lo que es estar con un hombre-.
-Y- y- ¿Y eso qué?- presionó sus labios para que no saliera ninguna clase de gemido ni nada, por la presión que imponía el otro.
-Seguro y te gustaría follarte a alguien, pobre NamJoon, jamás has tocado a una chica y ya no puedes pasar mucho tiempo con nadie… eso debe ser horrible- claramente esto se estaba poniendo demasiado incómodo para NamJoon.
Y en sima para completarla, SeokJin empezó un suave vaivén en su cadera para hacer sufrir más al rubio.
-Ahh~- a pesar de que esos jadeos eran muy cortos y sin aliento, RapMon estaba empezando a calentarse lentamente.
-Te gusta, ¿verdad?-.
-Jin~ va-vas-vasta-.
-Pero si lo estas disfrutando, ¿cierto?-.
-No… ahh… no… lo hago- estaba mintiendo, ¿era obvio? Pues sí.
SeokJin sonreía coqueto, pero por dentro estaba saltando de la alegría, su propósito al fin y se estaba cumpliendo. Disfrutaba de ver a Namjoon tan indefenso. Pero en sus más lujuriosos sueños, él, era el indefenso, siendo atado, amordazado y follado bruscamente por ese rapero que le venía gustando desde hace tiempo, trató de relajar esos deseos con el makae, Jungkook, pero no pudo.
No lo habían hecho, pero si lo había acariciado un poco y algún roce entre labios había sucedido, pero no más de eso. Siempre se tomó muy enserio lo de ser “madre” del grupo Bangtan.
Los movimientos que había impuesto el mayor eran, cada vez, más impulsivos, Namjoon se estaba poniendo duro, no lo podía evitar.
Su corazón se aceleraba, la presión agolpaba su entrepierna, dándole un cosquilleo que recorrió todo su cuerpo, hasta bajar a su masculinidad.
-Ya-ya-ya- SeokJin- no- no podré… contenerme- trató de advertir para ver si con eso se alejaba el otro. Pero no fue así, fue peor, hizo que el de cabello castaño sonriera satisfecho.
-¿Y qué estas esperando?-.
Se detuvo, pero eso no sería el fin, ya que lo tenía por las nubes a su querido rapero, le daría el placer que se merece.
Acercó su rostro a la oreja del contrario y comenzó a gemir en este, mientras deslizaba con una lentitud infinita sus manos, disfrutando el cuerpo ajeno, hasta llegar a la zona peligrosa, la entrepierna de Namjoon.
Sin sacar la tela que cubría esa parte tan ansiada por él, pasó el dedo índice de su mano derecha, por sobre la tela.
-Ahh- ese jadeo fue signo de poder seguir adelante. O es lo que pensaba Jin.
NamJoon echo hacia atrás su cabeza, encorvó su espalda por el simple rose que le propuso el otro, pero aún faltaba más.
Sus manos, al dejar de ser atrapadas por las del mayor, se aferraron a la cintura del mismo.
Nunca le había tocado antes, pero era tan chiquita y suave. Envuelto por la curiosidad, volvió su cabeza para ver el rostro del otro. Sus miradas se cruzaron, se estaban mirando uno frente al otro.
Jin dejó de gemir y masajear con el dedo la entrepierna de quien lo observaba.
Namjoon respiraba con dificultad, sus ojos se pasearon por todo el rostro ajeno, admirando la belleza de su cutis. Luego, llegó a esos labios carnosos.
¿Desde cuándo son tan gruesos y rojos? Se preguntó sin comprender el sentimiento de deseos por probarlos que lo recorría. Tal vez no se había dado cuenta porque antes no se percataba del cuido que tenía SeokJin con sus labios, para que siempre se vieran tan deseables.
SeokJin dejó de verlo para acomodarse arriba del otro. Dándole a NamJoon una imagen completa de lo que era su torso desnudo.
Para el rapero, que era la primera vez que lo veía con esos ojos de placer fugas, sus deseos fueron incrementados, el cuerpo de Jin se veía tan bien; tan sexy; sin remera se podía ver con claridad su lechosa piel, blanca y suave a simple vista.
Apretó la cintura ajena y movió sus caderas.
-¿Por qué te detuviste?- preguntó coqueto, ¿acaso se volvió loco? Tal vez sí, pero es que SeokJin era tan perfecto, se veía tan apetecible.
-Na-Nam…Joon- pronuncio con dificultad, había perdido el mando del juego que él mismo creo.
El rubio no espero a que el otro racionara e hizo que cambiaran lugares con un simple movimiento, ahora, Jin estaba abajo y NamJoon arriba.
-SeokJin, ya hiciste demasiado, ahora lo haré yo, ¿Sí?- le dijo tras un guiño.
Tomó las piernas ajenas para separarlas, se posiciono entre éstas y simuló dar una suave estocada.
-Ahhh- Jin hecho la cabeza para atrás, sus labios estaban entre abiertos, una increíble sensación recorrió todas sus venas haciendo que su sangre empiece a acelerarse, tanto como él.
¿Por qué no había disfrutado de esto antes?, ¿Por qué antes no se había sentido tan atraído por SeokJin? Puede que solo sea el hecho de no poder andar con nadie, de no poder tocar a ninguna mujer, bueno, sea lo que sea, sería motivo perfecto para cuando recuerde lo que le haría esta noche a Jin.
Pego su cuerpo al ajeno, se froto con lentitud para hacer sufrir al otro.
-Ahhh NamJoon~- gimió, a pesar de tener sus prendas, podía sentir el dulce rose.
NamJoon tomó entre sus manos el rostro prefecto del de cabello castaño. Jin lo vio a los ojos, pareciera que se decían todo, el rubio fue acortando la distancia, paso a paso, para luego probar de esos carnoso labios, los disfrutaba parte por parte, mordiendo y lamiendo con lentitud, se estaban torturando y a la vez disfrutaban de la lengua ajena. Los gemidos amortiguados por los hambrientos besos, las respiraciones sonaras y agitadas, la sensación de deseos y calentura, todo eso se hacía presente en la habitación y en ellos.
La entrepierna del rubio se despertó con ganas de “jugar”, tanto era así que ya le molestaba de tenerlos apretados contra las telas de su ropa interior y su pantalón chándal.
El sentido “animal”, llamaremos así los deseos incontrolables de NamJoon por follarse a su compañero y amigo: SeokJin, empezaba a ser cada vez más fuerte en él, estaba comenzando a tener control de todo su razonamiento.
Sin dejar de besarlo, empezó un vaivén de roses entre sus partes, acompañado con besos más efusivos y calientes, besos que parecían que se estaban devorando entre los dos.
-Ahhh, Nam-Nam…Joo- aahh- ya se le hacía dificultoso hasta hablar a Jin. Cada vez se rozaban con más intensidad, Jin levantó sus caderas en busca de más. Pero NamJoon se detuvo.
-¿Qué paso?- preguntó, aún agitado.
-Te sacaré esto que me molesta- refiriéndose a los pantalones jean de Jin, los desabrocho y los fue bajando hasta sacarlos por completo. Hizo lo mismo con los propios, al igual que sus bóxers y los tiro vaya saber dónde. Jin, por querer ayudarlo con todo esto más rápido, se sacó los bóxeres, quedando totalmente desnudo a merced del rubio.
Cuando vio la entrepierna del chico arriba de él, pudo admirar lo grande que era, los bellos que lo rodeaban no eran tan largos, tal vez y porque se los cortaba, bueno, no podía quejarse, él se depilaba totalmente esa zona, con una crema especial, claro. Lo que sucede es que se cuidaba, siempre lo hizo.
-Jin, no sabía que te depilabas tus partes- comentó el rubio al verle.
-Es… es que no me gusta tenerlo velluda esa partes- contesto mirando hacia otra parte, la vergüenza se lo estaba comiendo.
-Eres tan lindo- acaricio su mejillas- ¿Cómo no me he dado cuenta de esto antes?- susurró cerca de sus labios- eres tan apetecible- le robo un beso- tan bello- otro más- tan sexy- otra más- Me gustas, no sé, pero me gusta tenerte en mi poder- ahora le mordía el labio inferior- tan indefenso- se pegó más al cuerpo ajeno, abrazándolo contra sí, queriendo sentirlo más cerca- tan follable- se susurró en el oído antes de empezar a lamer y morder.
-Ahhh~ ah~ ahh~- Jin no podía creer lo que le acababa de decir, al fin, al fin y su sueños lujuriosos estaban floreciendo, al fin tanto esfuerzo de cuidarse en todo. Se abrazó al cuerpo formado de NamJoon, estaba muy agitado pero quería más, más y más.
-NamJoon~ ahh… quiero más, dame-dame más--.
-Sus deseos son ordenes- le susurró para luego empezar a frotarse como si su vida dependiese de eso.
-Ahhh… aahh~- los gemidos de Jin eran cada vez más fuertes.
NamJoon estaba empezando a perder el control de su propio cuerpo, se detuvo para tomar el pene ajeno y estimularlo un poco hasta que pudiera dilatar lo suficiente su entrada. Como tenía planeado, fue haciendo círculos en la entrada de Jin, mientras este gemía, aferrándose a las sabanas. Con sumo cuidado metió el primer dedo.
-Asshh~ NamJoon…- se quejó por el dolor, aseguró su agarre en las sabanas
Siempre con cuidado, metió el siguiente, ahora, haciendo círculos para dilatarlo más.
-Ahh, due-duele… Nam~- apretó sus ojos, el ardor era intenso, pero debía aguantar, ya se acostumbraría. Para hacerlo más pasajero, NamJoon, dejó de estimularle para poder besar, con cariño, los labios entre abiertos de Jin.
-Ya pasará, bebe, te haré sentir mejor- trató de calmar el dolor que sentía el mayor.
Metió el tercer dedo.
-Aargg- se mordió el dorso de la mano para evitar gritar.
NamJoon aprovechó e introdujo, con cautela para evitar lastimar al castaño, su pene.
-¡Aahh!- hecho la cabeza hacia atrás, serrando sus ojos con fuerza.
-¿Quieres que lo saque?- NamJoon estaba demasiado preocupado por Jin, el castaño le estaba doliendo, no quería hacerle daño.
-No… no… sigue, pero lento-.
-Bueno- lo introdujo un poco más, beso otra vez al otro para hacerlo pensar en otra cosa y que no sintiera tanto dolor.
Sus besos ya no eran tan suaves, eran fugases, gracias a ello hizo olvidar a Jin del ardor que sentía.
Terminó de introducir todo su pene, y sí que le había costado, más a Jin por tener que aguantarlo.
-¿Listo?- le preguntó al castaño.
-Listo-.
Lo tomó de las caderas con las dos manos, era tan estrecho, con razón le había costado. Empezó lento, sumergidos en los gemidos que rebotaban en todo el cuarto, sus respiraciones eran agitadas. A Jin ya no le dolía tanto como antes, ahora disfrutaba del inquilino dentro de él.
NamJoon aceleró un poco más, inconscientemente apretaba su agarre en la esbelta cintura de Jin, pero para ser sincero, todo el cuerpo de Jin era esbelto y suave. Sin dejar de moverse se asomó a los labios ajenos para devorarlos, sus besos eran ardientes, apasionados. Con sus manos se paseaba por todo el cuerpo impropio, dejó sus labios para ir por el largo cuello del castaño, mordía con hambre, dejando marcas de su deseo, lamia probando de esos anchos hombros.
-Ahhh… NamJoon, quiero más, dame más-.
-Te follaré hasta que me supliques piedad, hasta que no puedas sentarte, te haré mío, You’ll be mine tonight~- le susurró con una voz gruesa y sexy que hizo erizar todo la piel de Jin.
Ahora las estocadas eran mucho más fuerza, la cama crujía con cada golpe que daba.
-Ahhh, NamJoon, ahhh… más, más- no sabía si su cuerpo aguantaría pero él quería tocar las estrellas.
En un rápido movimiento, salió de Jin para posicionarlo en cuatro.
-Ábrete- le ordeno, el castaño obedeció, abrió sus piernas de par en par, recostó su pecho y su cabeza en la cama, mientras que quedaba suspendida en el aire su cola a disposición del rapero.
-Qué lindo eres, bebe- masajeo las nalgas blancas de otro.
-Ah~-.
Sin hacer esperar a más al vocalista, introdujo su pene.
-Ahh- tomó entre sus manos las sabanas con fuerza.
Lo penetraba duro, con fuerza, haciendo que los gemidos de Jin fueran gritos de placer, lo tomaba de las caderas para hacerlas chocar contra su bolas, su lado “animal” se liberó al fin, cada vez era más y más fuerte, tan existente y grande para el pobre Jin que estaba siendo penetrado con tanta fuerza, en sima, el pene de NamJoon era más grande de lo que pensaba, literalmente lo estaba llenando.
-¡Ahhh Namjoon!- sentía que todo se aproximaba, pero como si leyera su mente, el rapero tomó su entrepierna y la estimulaba tan rápido como sus estocadas.
La cama chocaba contra la pared haciendo leves raspones.
-Ahh~, bebe, eres tan estrecho, tan apretado, me gusta- Con más energía, penetro hasta hacer gritar a Jin.
-¡NamJoon, me corro!- estaba en las últimas, sentía que ya había pasado las estrellas, más allá de ellas, se sentía tan único.
-¡Ahhh!- se vino antes que el rapero.
El rapero dio las últimas estocadas y se vino dentro de Jin.
-Ahh- gimió al liberar todo el semen dentro del otro.
Cansado, se salió con cuidado de Jin, para luego lanzarse a un lado de este.
El castaño respiraba agitado, se sentía muy cansado por lo que dejo caer todo su cuerpo en la cama.
-¿Te gustó?- le preguntó el rubio.
-¿Para ser tu primera vez con un hombre? Fue sensacional- le guiño un ojo, se asomó a la cara del otro y lo beso con ternura.
-Jin…- murmuró mirándolo a los ojos.
-Sí, NamJoon, me gustas, me gustas desde hace tiempo- le confeso, volvió a besarlo pero ahora lamía con dedicación los labios ajenos.
NamJoon estaba algo confuso, pero su corazón latía con cada beso del otro, por lo que dejó que su corazón lo guiara. Lo agarro de las caderas e hizo que se apegara más a su cuerpo.
Así estuvieron toda la noche, hasta que cada uno se bañó por separado y se durmieron de la misma manera
… Ahora me siento como inútil por haberme quejado tanto con mis amigos por todas sus formas de ser afectivas entre sí.
-NamJoon- Oh, es Jin, está en el baño.
-¿Qué pasa?- lo conozco y cuando me llama cantando significa que algo pasara. Normalmente es sexo salvaje.
-¿Nunca te has imaginado hacerlo con alguien disfrazado de neko?-.
-¿Pero de que hablas?- me levanté de la cama, donde estaba con la laptop, para ver hacia el baño. Pero en el momentos que se abrió la puerta, se reveló un muy sexy SeokJin con un disfraz de gatito o Neko, como le dicen los japonés y la mayoría de la gente.
-W-Woo- quedé con la boca abierta, se me iba a caer la mandíbula en cualquier momento. Jin estaba tan sexy, el cuerpo lo tenía entrelazado con cintas negras, pero eran tan pocas que gran parte de su cuerpo se veía, me estaba excitando con solo imaginarlo en cuatro, maullando para mí.
Se acercó a mí- ¿Qué tal si dejas esa laptop…- me sacó el computadora de mis piernas para sentar en sima- ...y le das de comer a este hermosos gatito que está muerto de hambre porque no pudo tomar su lechita en toda la semana? ¿Hum?- me estaba haciendo un adorable puchero, la verdad es que no hemos podido tener ningún encuentro sexual por tres semanas por el trabajo, y eso ya me estaba estresando.
Como adoro cuando jugamos con el sexo en diferentes formas, es mi chico, es tan diferente en la cama a lo que suele mostrar frente a las camaras y las fans.
-¿Tienes hambre, bebe?- tomé sus caderas y la pegue a mi entrepierna- Puedo darte toda la leche que quieras- sus manos bajaron hasta mi pene, para empezar a sobar sobre la ropa.
-¿Qué debo hacer para tenerla?- me preguntó fingiendo inocencia.
-Solo deja que te lo de en la boca, ¿Sí, bebe?- afirmó con una sonrisa coqueta.
Esta noche descargaré todo el estrés de tres semanas, ojala y pueda resistir Jin.