Cinco días, cinco largos y tormentosos días habían pasado después de lo maravillosamente acontecido en el dormitorio de KyungSoo. Pero JongIn no lo veía ni lo sentía así. . .
En esos tres días tuvo dolorosas e incómodas erecciones, las cuales se resistió a calmar por culpa de su cargo de conciencia. Así es, JongIn se sentía en cierto modo culpable por lo que había sucedido aquella noche. Y si bien es cierto que no se arrepentía, se sentía sumamente apenado por haberle hecho eso a un KyungSoo dormido e inocente.
Y no sólo eso. . . Constantemente se sentía observado. Eso le sucedía a todas horas: en clases, en los pasillos, en la cafetería, en el patio, en el gimnasio. ¡En casi todos los lugares!
Además, últimamente se topaba en muchas ocasiones con Kyungsoo. No recordaba que compartiese tantas clases con él, ni que fueran a la cafetería a la misma hora, ni que fueran al gimnasio a la misma hora; de ser así él lo hubiese notado hace mucho. De cualquier modo, ni siquiera se dignaba a mirarlo, la vergüenza lo mataba por completo.
Cada vez que cerraba los ojos podía ver el hermoso semblante de KyungSoo alumbrado levemente por la tenue luz de luna, sus cabellos pegados a su frente por culpa del sudor, y sus sonrosados y esponjosos labios de corazón ligeramente entreabiertos.
Si tan sólo pudiera mantener esa imagen por siempre, sin tan sólo pudiera tomarle una foto. . . ¡LA FOTO! ¡Joder! Después de todo lo que sucedió, había estado tan nervioso y tan encantado a la vez que la había olvidado por completo.
Sin duda alguna tenía que tomarle una foto a ese pequeño ojón, cada vez que veía su sonrisa sentía que tenía que conservarla para siempre y se derretía con el sólo hecho de poder observarla día y noche. ¡Tenía que retomar el plan, sí o sí!
Por otro lado. . . KyungSoo no podía olvidar lo acontecido. ¡JongIn, el sensual JongIn le había hecho. . le había hecho un o-oral!
Las imágenes no se borraban ni por un segundo de su cabeza.
Aquella noche se había acostado a la misma hora, como de costumbre, después de haberse dado un refrescante ducha, haberse cepillado los dientes y haberse vestido con su pijama favorito. ¡El de Pokémon!
No hacía mucho que había caído en los brazos de Morfeo, cuando JongIn apareció en sus sueños. . .
FlashBack
Ése era el primer día de clases de KyungSoo. Mudarse a una nueva ciudad, y trasladarse a un nuevo instituto no era nada fácil como parecía. En mi primer lugar porque KyungSoo era un bendito antisocial, si alguien le hablaba entonces el habla se le iba y tendía a salir corriendo.
Y eso fue exactamente lo que le pasó, ni bien su guía le había dirigido la palabra para empezar a mostrarle las instalaciones del instituto, el pequeño Kyung había salido corriendo lo más rápido posible. ¨¡Joder! Lo hice de nuevo…¨ Se lamentó.
Caminando lentamente, entre cabizbajo y frustrado llegó hasta un amplio edificio que parecía ser un gimnasio. Un sonido que parecía ser. . . ¨¿Ballet?¨ Lo sacó de sus ensoñaciones y lo llevó a acercarse a aquel lugar.
Lo primero que vió al acercarse fue a alguien de espaldas, al parecer estaba calentando para prácticar algún deporte o . . .empezar una carrera. Eso lo pudo descifrar por la pequeña banda que traía en su cabeza y esas zapatillas especiales que reconocería en cualquier lugar, después de todo su hermano MinKyu siempre las usaba para correr en las maratones.
Sus pensamientos se desvanecieron al darse cuenta que la persona había dejado de calentar, más bien, ahora parecía realizar movimientos de ballet, pero sin dejar de lado sus estiramientos. Más grande fue su sorpresa cuando aquella persona volteó, y pudo ver su perfecto rostro. Su color de piel de un ligero tono canela concordaba muy bien con su hermoso cabello negro azabache, sus pestañas del mismo color y una magnífica sonrisa que dejaba ver sus encantadores dientes.
KyungSoo no se había retenido a pensar antes el ser homosexual, pero sin duda alguna ese muchacho estaba transformando sus expectativas.
Y así fue como decidió espiar y averiguar todo sobre él de una manera no muy discreta, aunque el moreno no parecía darse cuenta.
Aunque claro seguía sin acercársele ni entablar conversación alguna con él. Excepto el día de la maratón. ¡El mejor día de su vida! Aunque claro, para JongIn no lo fue, después de todo, no culminó la maratón. Pero KyungSoo había aprovechado esa oportunidad para siquiera estar más cerca de él. Cuando vio a JongIn retorcerse de dolor en la pista su corazón se detuvo y las lágrimas amenazaron con salir, pero Kyung había juntado toda su fuerza de voluntad y había corrido lo más rápido que pudo en toda su vida para llegar a socorrerlo. Inmediatamente lo había ayudado a levantarse y a llegar hacia las gradas, pero por más que intentó, ninguna palabra salió de su boca, por lo que, avergonzado y deprimido huyó corriendo nuevamente.
End FlashBack
Y era ése, ése era el motivo. En los sueños de KyungSoo todas las imágenes de cuando conoció a JongIn y de cuando por primera vez se le acercó llegaron a su subconsciente. Hasta que una imagen provocativa llegó a calentar sus ingenuos sueños, era una imagen de JongIn. JongIn saliendo de la ducha, JongIn con el pelo húmedo, JongIn con sólo una toalla cubriéndolo, JongIn con esa sonrisa coqueta, JongIn mordiéndose seductoramente el labio inferior, y JongIn haciéndole un oral en su habitación. . . ¿¡Esperen qué?!
KyungSoo ahogó un grito. Aquello no era un sueño, aquello era real o al menos eso ¨sentía¨. Y lo comprobó al morder con algo de fuerza su labio inferior para comprobar que el dolor sea verdadero. Y sí que lo fue, había dolido mucho.
KyungSoo entonces había temido el interrumpir a JongIn, el que dejara de hacerle ¨eso¨, el que huyera despavorido o el que lo catalogue como un pervertido. Por lo que, rescatando todo lo que le quedaba de juicio y cordura, decidió hacerse nuevamente el dormido y dejar que JongIn siguiera.
Y aunque, ahora se sintiera un completo pervertido y deshonesto, en el fondo, muy en el fondo, no se arrepentía de nada y por alguna extraña razón quería que se repitiera.
Sábado 12 de Diciembre
Hora: 11:05 p.m
Ahora sí, como que se llamaba Kim JongIn —alias ¨Kai—¨que conseguiría la bendita foto de KyungSoo.
Por segunda vez, JongIn había esperado hasta que sean exactamente las 11:05 p.m, para luego adentrarse como la primera vez por la ventana del ojón.
Todo estaba a oscuras, y como ya era de esperarse, tropezó con algo.
Lo que no esperó JongIn fue que al levantarse, no encontrara al pequeño Soo dormido, y que ahora, unas pequeñas pero cálidas manos cubrieran sus ojos.
Kai ahogó un grito. ¨ ¿Qué mierda sucedía? ¿Ladrones? ¡¿Y KyungSoo?! ¨
JongIn se debatía seriamente entre enfrentarse a golpes al ladrón o salir corriendo y llamar a la policía. Pero todos esos pensamientos se desvanecieron al sentir unos carnosos y dulces labios sobre los suyos. . .
¨Deliciosos. . . Son como los de Kyung- ¡¿KyungSoo?!¨
Aquellas pequeñas manos seguían cubriéndole los ojos, y aunque quería descubrirse y de quién se trataba, también deseaba con toda su alma seguir con el beso. Por lo que, tanteando dirigió su mano hacia la nuca contraria, acercando a la persona más a él, para profundizar el beso. La personita pareció sorprenderse por la acción, pero no se dejó intimidar, y profundizó aún más el beso introduciendo su lengua en la caliente cavidad bucal de JongIn.
Al parecer eso fue un pequeño detonante para el gran juego de lenguas que comenzaba, ambos gimieron al mismo tiempo contra sus labios, y entonces JongIn se quedó congelado. Con suma delicadeza se deshizo del agarre del contrario, y corrió hacia la pared a prender la luz. . .
Algo en JongIn pareció explotar. Todo su cuerpo se sobrecalentó. JongIn no sabía dónde esconderse.
— K-Kyung. . . ¿KyungSoo? —Murmuró sin aún poder creérselo.
El pequeño yacía totalmente sonrojado y con el pelo algo alborotado. Lentamente asintió mientras se mordía el labio inferior, algo nervioso.
— KyungSoo. . .y-yo. . . pudo explicarl- —KyugSoo se abalanzó sobre él, haciéndolo caer sobre la cama. — ¿Q-Qué haces?
KyungSoo solo negó mientras volvía acercar sus labios hacia los del moreno.
¿Cómo podría explicarlo? KyungSoo sinceramente no lo sabía. ¡Su plan había funcionado! El haber esperado durante largas noches a ver si JongIn volvía, había dado sus frutos. Y por más que no pudiera hablar con la sola presencia del más alto, lo que si podía hacer, era responderle con algunos besos. Pero ahora Soo quería más. . .
Poco a poco, sin dejar de besar a Kai fuen introduciendo sus manos por debajo de la camisa ajena. JongIn abrió los ojos como platos. ¿Qué hacía KyungSoo? ¡¿ Qué demonios hacía su pequeño ángel sobre él?! ¡Besándolo! JongIn estaba al borde la locura, los labios del ojón eran como una droga, eran tan suaves, perfectos, deliciosos, y. .ahora tenía una enorme erección.
KyungSoo pareció notar como el miembro de JongIn había despertado, por lo que en busca de más ¨pasión¨ decidió frotar sus caderas sobre él. Ambos soltaron un jadeo. Con ayuda de sus codos, JongIn se levantó ligeramente, dejando a Kyung sentado sobre él. ¨ ¡A la mierda la cordura!¨
Con unos movimientos rápidos y precisos se deshizo de la pijama ajena y de su propia camisa. Inmediatamente se abalanzó sobre el cuello de Kyung repartiendo pequeños besos sobre su blanca piel, lamiendo todo a su paso. KyungSoo simplemente se estremecía, mientras enredaba sus dedos entre el suave cabello de JongIn. JongIn succionó fuerte, dejando una notoria marca en el cuello del pequeño, provocando que el pequeño gritara.
El más alto descendió con besos hasta el pecho de KyungSoo, se dirigió hacia uno de los pequeños pezones ajenos y comenzó a lamerlo y succionarlo. Sonrió cuando el pezón se endureció y se lo metió a la boca, mordiéndolo suavemente, KyungSoo no dejaba de gemir.
Dirigió entonces, amabas manos a las caderas del pequeño para levantarlo un poco, y de un tiró le bajó los pantalones. ¡Perfecto! ¡No traía bóxer!
KyungSoo se desesperó e intentó desabrocharle los pantalones a JongIn sin éxito, el moreno solo rió levemente mientras se los quitaba junto con el bóxer de un solo movimiento, dejando ver su notable erección. KyungSoo tragó saliva sonoramente. ¨Sí que es grande. . . ¨pensó.
Con un ágil movimiento se cambiaron las posiciones; ahora JongIn iba arriba y KyungSoo abajo. El moreno se quedó contemplando al pequeño, su rostro, sus ojos, su cabello. . . hasta que sintió unas pequeñas manos masajear su erecto miembro. JongIn gimió mientras cerraba los ojos.
— Travieso. . . —murmuró con voz ronca.
KyungSoo no podía evitarlo, quería ya que JongIn lo haga suyo. ¡Ahora mismo!
No le importaba entregar su virginidad si se trataba de él.
JongIn depositó suaves besos en el vientre de KyungSoo descendiendo hasta su pierna. Con una mano comenzó a masajear la entrepierna ajena, mientras se dedicaba a jugar con su lengua en la entrada ajena.
— A-Ah. . . J-JongIn —Gimió Soo. ¨¡Mierda! ¡Había hablado!¨ Se felicitó mentalmente, aunque se avergonzaba de que solo haya sido un gemido.
Para JongIn fue más que eso. Con tan sólo escuchar la voz de su amado, su miembro había empezado a palpitar y su corazón ni se diga.
Rápidamente envió dos dedos a la boca de KyungSoo, quien captó la indirecta y los engulló completamente, llenándolos de saliva.
JongIn retiró su lengua de la palpitante entrada e introdució lentamente un primer dedo.
KyungSoo soltó un grito de dolor, lo que hizo que JongIn se preocupara.
— ¿Duele mucho? —Cuestionó sumamente preocupado, esperando un ¨sí¨ por parte de KyungSoo. Pero éste solo negó.
JongIn introdució un dedo más, empezó a meterlos y sacarlos lentamente. KyungSoo sólo mordía sus labios para no gritar ni soltar lágrima alguna. ¡Quería hacerlo con JongIn! Tenía que soportar. . .
El más alto empezó a hacer movimientos de tijeras para intentar dilatarlo más. ¨KyungSoo es tan estrecho. . .¨
Otro dedo más, y el dolor había desaparecido para KyungSoo, quien ahora gemía como loco y comenzaba a mover sus caderas.
JongIn pensó que ya estaba preparado, por lo que retiró los tres dedos, dejando un gran vacío en Soo. El moreno sentía que ya no podía aguantar más, su miembro palpitaba como loco, y dolía mucho.
Con una de sus manos dirigió su falo hasta la rosada entrada ajena, pero antes susurró:
— Soo, no tengo condón. . ni lubricante. .
Pero el pequeño sólo negó antes de autopenetrarse, soltando un gran grito de dolor, y también algunas lágrimas. JongIn abrió los ojos como platos, ¨¡Lo había lastimado!¨
Inmediatamente el más alto intentó retirarse, no quería dañar a KyungSoo, pero el pelinegro se lo impidió.
— S-Solo. . . solo dame unos segundos. —murmuró jadeando.
JongIn asintió y esperó, y esperó, hasta que sintió como el pequeño comenzaba a mecerse y autopenetrarse consecutivamente. El más alto mordió su labio, y lo miró a los ojos, pidiendo permiso para moverse, el pequeño asintió sonriendo.
Y empezó. . . al principio solo fueron movimientos lentos, pausados, JongIn aún tenía miedo de lastimar a Soo. Pero el libido lo venció, y poco a poco fue aumentando el ritmo de las penetraciones, hasta hacerlas rápidas y salvajes. KyungSoo no paraba de gemir, ni JongIn de gruñir, la habitación parecía una sala de conciertos y respiraciones agitadas.
— M-Más. . . ¡J-JongIn más! —gimió KyungSoo mientras sentía las estocadas que JongIn le daba. El moreno obedeció complacido y aceleró con las embestidas.
Era casi imposible, pero KyungSoo podía jurar que cada embestida era más fuerte y rápida que la anterior. Y oh. . .
— ¡A-Ahhh! —JongIn había dado en el punto exacto, justo en la próstata. ¡Lo había encontrado!
JongIn tomó la pierna izquierda de KyungSoo y la colocó sobre su hombro, haciendo aún mucho más profundas las penetraciones. KyungSoo sentía que la voz se le iba, pero es que JongIn lo hacía gemir como loco. Sin duda la primera vez era la mejor.
Con unas cuantas embestidas más, JongIn sintió como el interior de Soo apretaba su miembro, por lo que dirigió una de sus manos hacia el pene ajeno y comenzó a masturbarlo, en pocos segundos KyungSoo se vino liberando su esencia sobre el abdomen de JongIn.
JongIn también sentía que estaba cerca, por lo que, mientras KyungSoo sufría pequeños espasmos posteriores al orgasmo, embistió con brutalidad hasta liberar su semilla dentro de él.
Aún con la respiración agitada se dejó caer a su lado, saliendo lentamente de él, para luego besar su frente.
— Yo. . . te quiero. —Mencionó KyungSoo jadeando levemente, pero aún con sus mejillas sonrojadas.
— Te quiero más. —Respondió JongIn con una amplia sonrisa, para luego darle un pequeño beso en los labios, y pasar uno de sus brazos por la cintura del pequeño, para acercarlo a él y abrazarlo. ¡Era el hombre más feliz del mundo!
JongIn entonces lo recordó. ¡La foto!
Pero desistió de tomarla luego de escuchar a un ya dormido KyungSoo murmurar entre sueños...
— Jonginnie, t-te amo. . sé mi novio. . .
— Prometo ser más que eso, Soo. También te amo. —murmuró mientras se acomodaba junto al pequeño y se dejaba caer en los brazos de Morfeo.
╰a34;╮FIN╰a34;╮