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Cambio de diseño. por FanyMohinder

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Notas del fanfic:

*Esta cosa la inventaron mis hermanos mientras veíamos caballeros del Zodiaco, y era tan chistoso que dicidí escribirlo, ojalá les guste XD

Después de la pelea contra los caballeros de oro, los caballeros de bronce recibieron la ayuda de éstos para reparar sus armaduras destrozadas. Una vez derramada la sangre de los dorados en las armaduras, Mu de Aries se encargó del resto, dándoles a las armaduras un nuevo diseño que creyó que les encantaría a nuestros queridos protagonistas, pero el resultado fue muy distinto.

— ¿Qué es esto?

— Sus nuevas armaduras

— ¡Si uso esto me voy a quedar sin hijos, es decir, no me cubre nada! ¿Y qué pasó con nuestros cascos? –se quejó Seiya.

— Los cascos ya no se usan, lo de hoy son las tiaras.

— ¡La moda no va impedir que nuestra cabeza se rompa!

— Bueno, Seiya está siendo un poco agresivo, pero yo también pienso que estábamos más protegidos con el diseño de las armaduras viejas –replicó el caballero de Andrómeda.

— Yo pienso lo mismo –declaró Shiryu.

— ¿Quieres que trabaje extra para que luego a media pelea te encueres? Por favor. –Contraatacó Mu. Hyoga no dijo nada porque después de todo, él nunca había tenido casco y no le afectaba que todos usaran tiaras como él.

— ¡Por favor, Mu!

— Seiya, si tanto quieres tu casco, ahora mismo te me vas cortando las venas.

— Mu, derramamos litros y litros a lo largo de la serie, ¿no hay una forma de que repares las armaduras sin que tengamos que hacer eso? –Pidió Shun. Mu se quedó pensativo un momento, y luego contestó:

— Está bien, creo que puedo hacerlo, pero les pido algo a cambio.

— ¿Qué cosa?

— Consíganme a Shaka para esta noche. Que venga a mi casa como a las 8:00 si acepta.

Más tarde, estaban los caballeros de Bronce suplicándole a la reencarnación de Buda que los ayudara con el problema de las armaduras.

— N… —estuvo a punto de negarse Shaka, pero de repente cambió de opinión y contestó— está bien.

— ¡Yeeaah! –festejaron.

— Pero yo también quiero algo a cambio.

— Aaaah –se quejaron.

— Acepto ir con Mu, pero si ustedes me consiguen a Ikki.

Una vez más se movieron de lugar hasta dar con Ikki, quien no tenía problemas con las armaduras porque la de él se reparaba solita. En cuanto le contaron del problema, él les salió con lo mismo de los otros dos:

— Acepto, pero me prestan a mi hermano.

— ¡Incesto!

— ¡Nada de eso, que me lo presten nada más!

— Shun ¿tú no tienes problema verdad? –preguntaron sus compañeros, completamente seguros de que Shun no pediría nada a cambio de pasar un tiempo con su hermano, pero éste contestó:

— No tengo problema, pero solo si me dejan a Hyoga.

— ¡Sí! –contestó él caballero del cisne muy contento y dando saltitos,  sin embargo, al ver que todos lo miraban, pensó que sería muy vergonzoso no pedir a alguien él también, y por no quedar como un dejado, reclamó:

— ¡Pero solo si me dan Shiryu!

— Entonces pido a seiya –contestó él dándole una sonrisa a nuestro querido caballo tonto, pero él se negó por completo, alegando que prefería romperse el cráneo a aceptar las condiciones de Shiryu.

Al final tuvieron que quedarse con las horribles armaduras, y una semana después, escucharon los rumores de que Shaka siempre si se había metido con Mu. Los buscaron a ambos y les reclamaron:

— ¡Mu, no has cumplido tu promesa, y ya tienes lo que querías!

— Lo siento, pero él vino por voluntad propia y no porque lo hubieran convencido ustedes.

— ¡Maldito Shaka! ¿Por qué no nos quisiste ayudar si de todas formas ibas a salirnos con esto?

— ¿Qué? Ustedes no cumplieron su parte del trato, y lo que yo haga con mi vida privada es mi problema.

— ¡Aaaah!

Y esa es la historia de las armaduras de los caballeros de bronce. Moraleja: nunca hagas tratos con Mu, es bueno en su trabajo pero tiene un pésimo gusto.

Mini chiste.

Estaban Dokko y Shion caminando y de repente Dokko gritó:

— ¡Hagamos una carrera!

— Está bien.

— ¡Él último en llegar es gay! –Gritó Dokko preparándose para correr, pero Shion lo detuvo:

— ¡Espera, espera! En todo caso nos quedamos aquí ¿no?

— Es cierto… ¡Entonces el que llegue al último es uke!

— ¡Bueno Dokko! ¿Quieres que corra o que me quede aquí? Ya decídete.


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