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Thirty minutes [Onhyun] por rainynight1214

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Notas del capitulo:

Créditos a jalousied pueden encontrar el OS en su idioma original aquí

Treinta minutos.

Era el poco tiempo que les habían dado para prepararse para la gala militar. Jonghyun odiaba las galas con pasión (pero luego nuevamente, solo a su comodoro le gustaban las fiestas) y creía que era una pérdida de tiempo socializar y actuar solemne y frío con todos. No estaba apurado por ir, pero tampoco quería perdérsela. Después de todo, el mismo general de la armada le ofreció llevarlo en su limosina y Jonghyun sabía mejor que nadie la amable generosidad del general Choi Minho.

Así que cuando terminó contra la puerta de su oficina, sus aviadores presionándose dolorosamente contra el puente de su nariz y una cierta presión confinándolo, Jonghyun no estaba asombrado.

Estaba algo excitado, de hecho.

 

 

“J-Jinki…” murmuró a través de sus dientes apretados mientras volteaba su cabeza ferozmente para escapar de los labios del almirante. Por qué el almirante estaba allí cuando tenía que estar con el subordinado de Minho (¿Cuál era el nombre del chico? ¿Mayor Lee Taemin?), Jonghyun no podía entenderlo. Pero luego nuevamente, era difícil comprender algo cuando una gruesa rodilla se estaba enterrando en la polla de Jonghyun. “Espera” se las arregló para exhalar a pesar de que su boca estuviera siendo abusada. “La… la gala”

El almirante solo rió antes de correr una mano por un lado del cuello de Jonghyun, golpeándolo ligeramente para que pueda marcarlo con su boca. “Eso es porque nos debemos apurar” dijo, su voz ligeramente amortiguada por la piel de Jonghyun. Gentilmente le quitó los lentes de sol a Jonghyun y los arrojó en un bolsillo. Luego, urgentemente agarró la corbata de Jonghyun de debajo de su abrigo gris, desatándola.

La mente de Jonghyun estaba dando vueltas, su respiración se redujo a jadeos lo que causaba que los cabellos rubios de Jinki se revuelvan mientras el almirante lamía la zona a lo largo de la afilada mandíbula de Jonghyun. Hizo que Jinki le prometiera antes que no mezclarían su trabajo con su relación personal y si alguien descubría sus citas en sus sagradas oficinas ellos serían castigados. Jonghyun quería recordarle a Jinki su regla, de su promesa que ellos no se atreverían a tocarse fuera de los confines de su casa, pero de alguna manera las palabras se atascaron en su garganta y en vez de eso un gemido escapó. Sintió los labios de Jinki curvarse formando una sonrisa contra la base de su cuello y sabía que si se rendía, ellos ni siquiera podrían ir a la gala. Jonghyun se separó de la pared empujó a Jinki lejos de su cuerpo.

“¿Qué diablos, Jinki?” amonestó Jonghyun mientras acomodaba su saco y se sentaba en el sillón, poniendo algo de distancia entre él y el predador por la pared. “Se supone que debemos irnos ahora. No tengo tiempo para esta… para esto…”

Jinki jugaba con su gorra de servicio y recorría sus dedos por sus cabellos. Jonghyun se culpó por seguir los movimientos de aquello gruesos dedos. “Solo necesito algo de tiempo” murmuró el almirante, pareciendo abatido, aunque su rostro dijera otra cosa.

Jonghyun tembló cuando sus miradas se encontraron, haciéndolo correrse rápidamente al final del sillón y alcanzar la botella de whisky a un lado de la mesa. “Iré con el general a la gala. Si llego aunque sea un minuto tarde el me despellejará ─ ¡whoa!” sus dedos solo rozaron el pico de la botella mientras sintió manos fuertes agarrar sus dos tobillos y jalarlo hacia Jinki, quien ahora estaba arrodillado del otro extremo del sofá. “¿Qué estás haciendo?” siseó Jonghyun, pero rápidamente se convirtió en un jadeo mientras sentía una mano presionándose firmemente en el creciente bulto en sus pantalones. “No, no podemos” insistió. Jinki se situó entre las piernas de Jonghyun, haciendo que sus ojos se agrandaran por los nervios y la energía.

Aunque luego de unos bien-ubicados besos y murmullos reconfortantes, Jonghyun se encontró con su chaqueta desabotonada y desacomodada, sus pantalones amontonados en sus rodillas. Intentaba empujar al almirante, pero era tan fuerte como un marinero, agarrando a Jonghyun por las solapas de su chaqueta y empujando su rostro contra la mesa de centro. Podía sentir el frío vidrio contra su rostro y aún más fríos dedos paseando por su espalda. “Jinki… por favor…”

“No sé si me pide detenerme o seguir, señor” dijo Jinki, riendo mientras le daba un mejor uso a sus dedos. Jonghyun golpeó su frente contra la mesa, los bordes de la mesa de vidrio presionándose contra sus codos.

Justo después, el teléfono en el bolsillo delantero de Jonghyun vibró, haciendo que este saltara al sentir la sensación adicional. Sin siquiera retirar sus dedos, Jinki agarró el teléfono con su otra mano y se lo dio a Jonghyun. “Minho está llamando” dijo con voz gruesa, una pisca de molestia en esta.

“Q-qué…” dijo Jonghyun, mareado y perdido. Repentinamente recordó su reunión e inmediatamente tomó la llamada, listo para disculparse con el general por demorarse. “¿B-bueno?” dijo con voz temblorosa.

“Jonghyun-hyung” la voz de Minho vino gruesa del otro lado de la línea, dejando las formalidades de lado al llamar de esa manera a su superior. “Estoy casi cerca a tu oficina, y quiero asegurarme de que estés listo”

Sí, estoy listo pero ¿Podrías esperar otros quince minutos o más mientras entretengo a este sexy animal en mi oficina? Era lo que Jonghyun planeaba decir (no completamente, de todas maneras) pero antes de que pudiera decir siquiera una palabra, Jinki se deslizó dentro de él con algo de fuerza; haciéndolo casi soltar el teléfono mientras se agarraba de la punta de la mesa con una mano, mandíbula débil mientras dejaba escapar un gruñido prematuro.

“¿Estás bien?” preguntó Minho, voz denotando preocupación “No suenas bien”

“S… No, estoy… estoy enfermo…” dijo Jonghyun con los dientes apretados mientras Jinki se abría paso en él como si no estuviera con el puto teléfono con el comandante general de su armada. “Yo solo… solo… necesito algo de tiempo para perder… ngh… mi uh….” Jonghyun soltó la mesa para agarrar el saco de Jinki o sus pantalones o lo que sea para que vaya más lento, pero el almirante parecía empeñado en avergonzarlo. “Mi estómago duele” se las arregló para soltar mientras Jinki salía un poco, dándole unos segundos para aliviarse antes de embestirlo nuevamente.

Minho estuvo callado por unos minutos, y Jonghyun estaba asustado de que se hubiera dado cuenta. Pero cuando habló nuevamente, parecía creer las palabras del mariscal. “Bueno entonces, puedo esperar aquí con el auto hasta que te sientas mejor. Llámame cuando estés listo o cuando te sientas mejor para ir. Es necesario ir pero se nos permite cuidar de nuestra salud primero, ¿No es así hyung?” Minho rió un poco al final. “¿Hyung?”

Jonghyun gruñó por el teléfono, esperando que Minho tomara eso como una respuesta, estaba mordiendo sus nudillos en un esfuerzo por acallar sus gemidos mientras Jinki se las arreglaba para golpear ese punto dentro de él que le hacía ver fuegos artificiales más locos que aquellos en la playa Gwangalli. Se las arregló para agarrarse de uno de los brazos de Jinki, apretando su bíceps para hacer que se detenga o al menos baje su velocidad, pero por la manera en la que Jinki agarraba los cabellos de Jonghyun para tirar su cabeza atrás repentinamente, parecía que el almirante no tenía intención de hacer eso.

“Esperaré por tu llamada, hyung. Mejórate” Minho colgó y Jonghyun dejó caer su teléfono para poder agarrarse de la mesa.

“Mierdaaaaa…” gruño Jonghyun mientras se inclinaba más, su nariz casi tocando la superficie de vidrio de la mesa. “Juro que si me repren─” Jinki entró nuevamente negándose a salir, sus caderas golpeando contra la espalda de Jonghyun, haciendo que su boca se debilitara una vez más mientras siseaba otro “mierda”

“Colabora conmigo, Jonghyun” Jinki jadeó desde arriba “Golpea contra mí, vamos. ¿O quieres montarme como montarías el carro de Choi Minho?”

“¿De qué estás hablando?” replicó Jonghyun antes de rodar los ojos hacia atrás ocasionada por una particularmente deliciosa embestida. Débilmente protestó cuando Jinki salió y lo volteó, haciendo que se siente sobre el regazo del almirante. “¿Estás celoso?” murmuró contra el hombro de Jinki cuando empezaron nuevamente.

Jinki solo gruño como respuesta mientras agarraba la pequeña cintura de Jonghyun con sus pesadas manos, moviendo al mariscal como quería.

“R-rápido…” gimió Jonghyun mientras débilmente se empujaba contra la intromisión. “Harás que me despidan por algunos celos mezquinos” respiró mientras Jinki lo bajaba y hacia que hiciera pequeños círculos con sus caderas. “Mierda, me vas a arruinar”

“De una buena manera, supongo” respondió Jinki secamente, sonriendo cuando Jonghyun se enderezó para mirarlo con ojos afilados. “quería que supiera que estamos follando” explicó mientras usaba los poderosos músculos de sus piernas para empujar hacia arriba.

“Deja de hablar y hazlo” jadeó Jonghyun mientras hacía más fuerte su agarre en las solapas del abrigo de doble abotonadura de Jinki. “Solo tengo diez minutos”

Jinki sonrió, “Sí, señor”

 

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