Amor Obsesivo por Sailor cosmos

Un Vero Amico

Cayó de culo contra el suelo debido al empujón. Los que lo hicieron se reían de él, nada nuevo, cuando los vio irse se levantó y se limpió la ropa, se quitó las pocas lagrimas que habían salido por el dolor en cuanto a los golpes y se quitó la sangre que el chorreaba de la nariz. Cuando iba a tomar su bolso para volver a sentarse en la escalera que daba a la calle se dio cuenta de que había un niño viéndole

—    ¿Qué? ¿También vienes a reírte de mí? —dijo de forma rencorosa

—    No, solo me dio curiosidad el por qué te hacen esto todos los días—respondió el niño quedando frente a frente

—    Qué raro que no lo sepas, con tanto rumor que esparcen por ahí…—gruño poniéndose su bolso, el cual tenía un montón de pines

—    ¿Ese es Foxy? ¿De Five Night at Freddy?

—    ¿Te gusta ese juego? —pregunto esperanzado, aunque se calmó un poco y frunció el ceño—Digo… no deberías hablarme mucho, te van a molestar—dijo encogido sobre sí mismo, sentándose en el suelo

—    No importa, y a me molestan a diario por que mi Mama fue una prostituta, pero aun así la amo—respondió el niño sentándose a su lado— me llamo Envy Smith, ¿y tú? —se presentó el niño, de por si su cara parecía venir con una expresión burlona, cabello negro en tono verde musgo atado en una pequeña coletita

—    Edward Rogers—se presentó, rubio cual sol y ojos dorados, un niño de 7 años que si fuera por estatura pensarían que tiene 5

—    Tu apellido es el mismo de Capitán América—rio Envy

—    Lo sé, pero mi Papa lo quiso así para que no me acosaran…—respondió de forma algo penosa

—    Yo no tengo papa, me abandono a mí y a mama cuando yo era un bebe pero aun así estoy muy bien con ella, aun cuando dicen de todo. ¿Y a ti porque te molestan?

—    Pues… tengo dos papas—respondió jugando con su flequillo, no se avergonzaba de ellos, pero le enfurecía que algunos lo vieran como una anormalidad—Los amo, ellos a mí también, vamos de viaje, a comer, me compran cosas, vamos a acampar… una vez fuimos a Canadá a esquiar,  a Noruega…

—    Wow, Genial, yo no he viajado fuera del país pero he ido a los coñones y al lago, que por cierto es muy frio y creo que casi me sacan hecho una paleta de hielo

—    Serias Capi-Paleta así que, ¿qué tiene de malo?—se carcajeo Edward—Nadie aquí le gusta Marvel, Five Nigth at Freddys… son todos unos aburridos—se quejó inflando los mofletes

—    Si, lo sé, que vida tan miserable tienen—siguieron hablando de gustas, de cómo pasar juegos que ambos tenían, de comics y mangas, eso hasta que se escuchó una corneta

—    Me tengo que ir—dijo levantándose, en la entrada había un Ferrari rojo, pero ya era sumamente tarde, por lo que nadie lo veía

—    Yo también, creo que  a mi mama le dará un infarto si no aviso…—dijo sacando un celular y caminando al lado de Edward, el cual abrió la puerta del auto y se le prendió el foco

—    ¡Ven a mi casa! Le avisas que llegaras un poco tarde porque estas allá, jugamos y después Papa te lleva—ofrecía emocionado. Envy acepto un poco aturdido, eso nunca le había pasado y fue casi jalado dentro del vehículo. Casi babea al verlo por dentro

—    Oh… ¿Un amigo Edward? —el conductor como tal se volteo, a Envy casi le da un infarto, era el corredor Francesco Bernoulli

—    Se llama Envy, vamos que me va a ayudar a pasar la Noche 20/20/20—decía apurándolo

—    ¿Five Nigth at Freddy?... Ah por cierto llego lo que te encargue, el peluche de Foxy, de Freddy…

—    ¿Los originales? —pregunto Envy y Edward le asintió y ambos gritaron como unos locos y luego se rieron de ello

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—    Y este es mi cuarto—dijo abriendo la segunda puerta del pasillo. Envy casi se desmaya, la habitación como tal estaba perfectamente decorada, con poster de juegos como The Last of Us, inFAMOUS Second Son, Beyond Two soul; de películas como Los Vengadores, Grandes Héroes; También había una cama gigante que estaba frente a un televisor pantalla plana que estaba conectado a un Xbox One y al lado tenía un Play Station 4

—    Nunca saldría de esta habitación—decía encorvado, maravillándose de ella

—    Mi Papi me hizo esto, pero se ve mejor desde la cama—dijo arrimando una especie de cortina, dejando ver un mural de una combinación de todo en la habitación y en letra muy fina decía “Edward Bernoulli”

—    Increíble… En un futuro espero poder pintar así de bien

—    ¿Quieres ser pintor?

—    Me encanta el arte, soy muy bueno pero no a este nivel—dijo algo apenado

—    A mí me gusta la Química, la matemática y la Física, me ofrecieron subirme de Grado aunque mi Papi no quiso, pero creo que está bien así

—    ¿Por cierto quien es tu Papi? Supongo que “Papa” es Francesco pero ¿el otro…?

—    Cuando llegue te lo presento. ¡Pero vamos a jugar!

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—    Ya llegue—entrando venia un hermoso rubio de ojos azules, su cabello caía sobre su hombro atada en una cola floja. Soltó un gran bostezo

—    Hola Papi—dijo Edward desde la cocina. McQueen camino hasta la cocina y le dio un beso a Edward en al frente

—    Como te… Que te paso en la cara—dijo tomándosela y viendo algunos rasguños y un pequeño golpe

—    Ehhh… me caí—respondió como excusa de forma nerviosa

—    Edward—dijo cruzado de brazos

—    No es nada Papi… aparte no duelen—aseguro para que no siguiera preguntando

—    ¿Francesco donde esta? Se supone que él tiene que hacer la cena hoy—dijo McQueen sacando un montón de cosas de la nevera

—    Fue a llevar a Envy a su casa

—    ¿Quién es Envy? ¿Un amigo tuyo? Debí llegar más temprano—dijo con los mofletes inflados, él sabía que Edward no tenía amigos, no solo por el hecho de que le gustaba estudiar cosas más allá de su supuesto nivel sino que también –aunque intentara ocultarlo- le molestaban mucho por ser bajito y por tener dos papas—¿Vive muy lejos?

—    No, solo a dos calles pero Papa no dejo que saliera el solo—respondió Edward ayudando a lavar unas verduras—… ¿Tú crees que soy raro?

—    Define Raro según tu

—    Pues… extraño…

—    ¿te han dicho en la escuela verdad? Si te molestan mucho puedo cambiarte de colegio si quieres—ofreció viéndolo, no le gustaba que lo molestaron, era su consentido, aparte se enfadaba demasiado de enterarse de si algo le ocurría –razón por la cual Edward no le cuenta-

—    No me quiero cambiar otra vez, además ahora hay alguien que no dice que soy raro, le gusta los Vengadores, Five Nigth at Freddy, el Xbox One…

—    Parece que se divirtieron mucho. Está bien, pero si te molestan dímelo, soy tu padre por algo ¿no? Estoy para cuidar de ti

—    Ya lo sé, pero no quiero que tengas problemas ni nada parecido—en eso sonó la puerta de la entrada, a la cocina entro Francesco  comiéndose una paleta de uva

—    Qué bonita imagen—elogio recostado del mesón

—    Otra vez fuiste a buscarlo tarde verdad—McQueen miraba a Francesco con los ojos entre cerrados

—    Solo fueron 15 minutos

—    cofcofdoshorascofcof—“tosió” Edward

—    Que irónico que el gran Francesco Bernoulli conductor de Fórmula Uno sea lento para buscar a su propio hijo—dijo entre burla y regaño

—    Estaba practicando, además me tengo que ir a Italia la semana que viene—explicaba Francesco, se puso tras McQueen y le abrazo la cintura—Quisiera hacer cosas más tarde~

—    ¡¡EJEM!! —tosió Edward incomodo, no le molestaba, solo que simplemente no le parecía lo ideal ver a sus padres coqueteando –o a su Papa intentando convencer a su papi de hacer cosas de adultos-

—    Como sea. Ahora termina de hacer lo que te toca—dijo entregándole cosas de cocina, Francesco suspiro aliviado, eso era una especie de si indirecto. Al momento en que McQueen iba a subir a darse un baño vio a Edward leyendo un papel, se lo arranco de las manos— ¿Ocultando otra vez los avisos?

—    N-no…—respondió mirando a  otro lado

—    Si las escondes nos haces quedar mal Ed, sé que te da un poco de vergüenza que Francesco y yo vayamos a tu colegio pero…

—    No es eso… es que los otro niños son unos idiotas… sus padres también—McQueen termino de leer la circular, era para invitar a los padres a mostrar su profesión

—    Ummm… Prepárate para la cena—el cambio dramático de humor le espanto, algo tramaba su Papi, eso era seguro.

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—    ¡Ah! —se aferró al cabecero de la cama, temblando de pies a cabeza

—    ¿Qué pasa? Ya estás cansado McQueen—bromeo en medio de un jadeo, le mordió el cuello y jalo con más fuerza la cadera del rubio que apretó con más fuerza el cabecero de la casa

—    No p-puedo…—tartamudeo con los ojos llorosos

—    Solo van 4 horas… te estas cansando muy rápido—le tomo con más fuerza y logro sentarle sobre él, sintió el escalofrió completo de McQueen al sentirle tan profundo

—    Ngh…mnf…—Francesco volteo el rostro de McQueen y le beso con ganas, acariciándole la cara y el cabello con cariño. Como lo adoraba

—    Te amo—dijo cuándo se separaron y miro la cara roja y llena de vergüenza de McQueen

—    Yo también…

McQueen estaba que se dormía sobre Francesco, no entendía como él se podía dormir tan tranquilo con su cuerpo encima, parecía casi imposible pero que él iba a hacer. Se acomodó de mejor manera y se arropo hasta el cuello y miro la foto que estaba en la mesa de noche de Francesco

Eran ellos dos con Edward cuando tenía dos años, cuando la tomaron estaban en Canadá, tenían como fondo las Cataratas de Niagara y Edward justo después de la foto se puso a llorar por quería bañarse en las cataratas

Se rio suavecito, habían vivido cosas tan absurdas pero bonitas… que le parecía que no era real, con este pensamiento se terminó de dormir

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—     ¿Tu mama va a ir al evento de mañana? —estaba hablando con Envy por Skype

—    No lo sé, creo que no, decía que es para padres y no quiero que la molesten—le respondió, tenía una pijama de mini escudos de capitán américa, aunque Edward tenía una de mini cabecitas de Iron Man— ¿Tus padres irán?

—    Probablemente no, Papa tiene que irse a Italia la semana que viene y está practicando mucho, te hubiera mostrado los trofeos que tiene de haber ganado sus temporadas, Papi también tiene muchos

—    Ummm si me dejas ir otra vez los veré… Me tengo que ir, Mama ya se va y si no me acuesto ahora me hará acostarme más temprano

—    Está bien, hasta mañana

Apago al computadora y se lanzó al en la cama, el día no había comenzado tan bien porque McQueen se había ido tempranísimo a hablar con el patrocinador, Layla tuvo que irse al veterinario, Francesco estaba súper dormido y llego tarde al colegio, los niños le molestaron… Aunque todo después salió muy bien, por fin tenía un amigo, ceno hamburguesas -3 para ser exactos- tenía sus nuevos peluches que de seguro le matarían por la noche…que buen día

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—    ¿Qué pasa Edward? ¿Tus papas están ocupados tocándose en casa? —Se burlaba uno de los niños que le había molestado ayer— ¿Oh están entre amigos?

—    Ni que fueran tu madre—contrataco, de seguro se ganó un buen golpe pero antes de siquiera sentirlo…

—    Déjale tranquilo Alan—Envy se había puesto al frente de Edward defendiéndole—Ándate con tu Papa antes de que le diga a la maestra—con resignación, Alan se fue y Envy miro a Edward— ¿Estas bien?

—    Sí, gracias… Pero no hagas eso, te podrían pegar a  ti

—    De ser así, tengo fe en que tú me defenderías, somos amigos ¿no?

—    Pues si—respondió sonriendo

El evento como tal iba bien, cada padre decía que se dedicaba y lo demostraba brevemente, los niños prácticamente alucinaban con los que eran Bomberos, Astronautas o cosas por ese estilo, hasta que se escuchar el rugir de un par de motores y todos voltearon a  ver

Un Ferrari rojo de fórmula uno se estaciono y seguido de este Chevrolet Corvette rojo con rayos a los costados, de la ventana salió McQueen y del Ferrari salió Francesco

—    Disculpen por llegar tarde—saludo Francesco recostado del Ferrari, Edward estaba pálido como papel y al borde del desmayo, aunque el escándalo por la emoción de los estudiantes no se hizo esperar ni un poquito

—    ¿¡Tu otro papa es el Rayo McQueen!? —chillo Envy zarandeando a Edward

—    Si... —respondió entre medio muerto por el zarandeo y por la sorpresa. Había varios niños –entre ellos Alan- que pedían montarse en el auto de McQueen y otros –que era la otra mitad- pidiendo montarse en el Ferrari de Francesco

—    ¿Pero porque están aquí?

—    ¿Si acaso tienen hijos? —se susurraba por ahí, McQueen se encamino acomodándose los guantes

—    Muy bien ¿quién quiere montarse conmigo? Iré a practicar un rato para la próxima temporada—decía caminando en direcciona Edward.

—    YOYOYOYOYOYOYOYOYOYOYOYOYOYO—chillaban todos los niños. Se puso de cunclillas frente a Edward

—    ¿Tan malo es verme aquí? —le pregunto acariciándole el cabello rubio a su hijo

—    No… solo que debiste avisarme para prepararme psicológicamente—respondió. McQueen rio y miro a Envy

—    Tu eres Envy ¿qué no? —Envy asintió de forma casi mecánica, muy ido de la realidad, esto era tan extraño—Entonces… ¿te quieres montar?

—     ¡¿POR QUE EL?! —chillaron los demás

—    Edward hora de irnos!~ —informo Francesco que no se había movido de su lugar

—    ¡¿pero porque a ellos?! ¡¡Sus padres son Gay y la madre de él es una puta!! —chillo Alan muriéndose de envidia. McQueen puso los ojos en blanco y cargo a  Envy para meterle por la ventana. En eso miro a Alan, que se estaba poniendo colorado de la ira

—    Bueno… te responderé tu pregunta de una manera muy sencilla—dijo Francesco al terminar de montar a Edward en el Ferrari, camino hasta a McQueen y le dio un beso bastante pasional frente a todos—Edward es nuestro hijo, y me parece perfecto el cómo te burlas de él… a ver dime ¿quién es tu padre aquí? ¿Um?

—    Yo, y créame que lo voy a  castigar por un buen tiempo—gruño el señor que se había puesto tras Alan

—    Más le vale, porque no pienso permitir que molesten a mi hijo. Ciao-Ciao tutti i qui presenti—se despidió montándose en el auto y yéndose. McQueen se montó por la ventana y vio a  Envy que observaba todo maravillado

—     ¿Tu madre se molestara por esto?

—    No lo creo y si lo hace valdrá la pena—respondió con toda la sinceridad del mundo, aun alucinando con lo que ocurría

—    Me da curiosidad saber, ¿lo que dijo ese niño es verdad? —pregunto curioso acelerando a fondo, después de todo tenía permiso para hacerlo –gracias a McMissile-

—    Mi mama fue una prostituta pero no importa, es mi mama

—    ¿Y no te importa que Ed…?

—    Para nada, total al final del día de nada serviría el quejarse u odiarlo por algo así, ¿no cree?

—    Me caes bien—admitió—Ahora a menos que quieras quedar pegado al cristal ponte ese cinturón—advirtió y Envy casi se lo amarra de forma inimaginables

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—    ¿Uno de tus tíos es un agente secreto? Impresionante…—dijo Envy de forma algo boba, pero Edward rio, ahorita McQueen y Francesco estaban dejando los autos en su respectivo lugar y el con Envy estaban esperándolos comiéndose un helado

—    Y otro es General de Ejército, Comandante… En Radiador Spring esta mi tía Flo, Mi tío Ramón, Luigi, Wildo…

—    Tu familia es muy grande—reconoció algo escéptico de tanto familiar, aunque lo más seguro es que no fueran de sangre

—    La gran mayoría son amigos de mi Papi, desde que soy un bebe han estado para mi… Incluso mis papas que tienen que trabajar mucho y deben esconderme se la pasan conmigo

—    Yo solo tengo a mi Mama, pero así estamos bien, yo sé que para ella es difícil estar sola conmigo pero… yo soy realmente feliz con ella—conto balanceando los pies. En eso llegaron McQueen y Francesco

—    Deberíamos llevarte a tu casa, no quiero que nos tachen de secuestradores o algo así—rio McQueen, antes de poder decir algo el teléfono de Francesco sonó y atendió

—    Il mio amico Alonzo! Como te vita va ~? Andrò in Italia lunedì... cosa? COME QUELLO CHE NON POSSO PARTECIPARE? —Grito enfadado por el celular

—    Ay no…—murmuro Edward encogido sobre sí mismo

—    ¿Tú le entiendes? —pregunto Envy impresionado

—    Obviamente, Parlo italiano e in inglese—comento mofándose un poco de ello mientras su padre aun discutía por teléfonos

—    Lamentablemente, yo no lo sé, que está pasando ahí…—murmuro McQueen, era mejor a que Francesco terminara la llamada a meterse en medio, porque si no iba a terminar mal. Cuando termino la llamada le quito el teléfono, solo por si acaso— ¿Que paso? No sueles enfadarte con Alonzo

—    ¿Quien se cree? Dice que no puedo participar en esta temporada

—    ¿¡Que?! ¿Y eso por qué? —pregunto McQueen sumamente impresionado

—    No lo sé el muy…

—    EJEEEEEEEEEM—tosió McQueen

—    No me dijo el porqué, tan solo que esperara

—    Conduzco yo—resoplo McQueen

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Paso una semana entera en la cual Francesco seguía muy malhumorado y McQueen lo sabía, aunque Edward aun no sabía notarlo. Envy y Edward cada vez hablaban más y más, parecían incluso hermanos o amigos de toda la vida. El único problema real con él ahora es que no habían conocido a su madre ni explicado con gran detalle porque volvía tan tarde

Ahora siendo una linda mañana antes de que Edward se vaya a un curso en el que el mismo se inscribió de Química/Matemática/Física avanzada. Su dilema o problema ahora es que no sabe –a pesar de haber entendido- como hacer un ejercicio de Algebra o alguna cosa extraña que ahora duda que sea posible resolverlo y como escasa vez lo hacía fue a la cocina a preguntarle a su papa

—    Ummm…La matemática no es lo mío, soy mejor en Física—admitió Francesco leyendo el enunciado, McQueen estaba entre dormido y haciendo el desayuno—X elevado a la cuatro menos 27X sobre X2 más 7X -30 multiplicado por X elevado al cuadrado más 20X más 100 sobre X elevado al cubo más 3X al cuadrado más 9X dividido entre X al cuadrado menos 100 sobre x menos 3… ¿Me repites porque te gustan estas cosas? ¿Trajiste la calculadora…?

—    La deje arrib-

—    La igualdad de todo eso es X -3 sobre X - 10 debido a que las multiplicaciones en las fracciones siempre son lineales y al hacer propiedad distributiva en cada una de las fracciones y dividir reducirá el resultado tanto en el numerador como en el denominador—explicaba McQueen medio dormido y Edward con Francesco se miraron entre si parpadeando unas 20 veces

—    M-mi amor… Ejeje… ¿cómo puedes pensar todo eso? —entre nervioso e impresionado

—    Es evidente… ¿Que no lo ves? Incluso como se desglosa—dijo señalando el ejercicio copiado en el cuaderno

—    No, realmente no lo es—admitieron los otros dos, McQueen bostezo y volvió a  lo que hacia

—    Bueno… es bueno saber que al menos si se puede resolver—rio Edward de forma nerviosa. Se sentó en el mesón que estaba frente a la cocina, el celular de Francesco sonó y lo reviso

—    McQueen—le llamo y este tuvo que cerrar la llave del agua y apagar la estufa

—    ¿Qué pasa? —pregunto acercándose

—    Pues… parece que tu yo tenemos que viajar por buen tiempo—dijo mostrándole el correo

—    Un Prix… ¿En Japón? —empezó a leer el correo, era básicamente un invitación para asistir, no decía quien lo había organizado, de hecho el correo era Anónimo— ¿Para qué nos invitarían a un Prix en Japón?

—    También irán Carla, Raúl y evidentemente estará Shu—dijo Francesco

—    ¡¿Puedo ir?! Por favooooooooooooooooooooooooooor—lloro Edward, ir a Japón era algo que quería desde que entendía lo bueno del mundo, ahí habrían tantas cosas que comprar…

—    Aun tienes escuela, además no iremos a pasear

—    Pero aquí no lo pasaran, además sabes que puedo adelantar todo que vaya a hacer en ese tiempo, por favor, por favor por favor—suplicaba casi tirándose al suelo a arrodillarse frente a su papi

—    Puede quedarse con Eleonora—ofrecía McQueen

—    No creo que ella pueda cuidarlo, sabes que está haciendo ese curso de costura, para que no lo sé—respondió Francesco, McQueen suspiro derrotado

—    Está bien, iras con nosotros a Japón, más tarde llevare la nota para justificar esos dos o tres meses que estaremos allá…—empezó a  decir McQueen mientras le ponía el desayuno a Edward al frente

—    ¡¡Que Envy también venga!! —dijo esperanzado, no era porque no pudiera hacer lo que quería con sus padres, solo que le gustaría tener alguien más con quien poder jugar en medio de todo

—    Envy es un niño, se tendría que pedir permiso a su madre, es menor de edad, no sabemos si tiene pasaporte…—decía Francesco comiendo tocino frito

—    Pero… pero… ¿podemos al menos preguntar? ¿Sí? ¿Sí? ¡Por favor! Le prometí que iríamos de viaje alguna vez

—    ¿Cuándo y con qué dinero le prometiste eso? —bromeo McQueen comiendo también. En eso tocaron la puerta y Francesco fue a ver.

—    ¿Pero entonces si podemos?

—    Déjame verificar… debo comprar los boletos de avión… Recordar donde deje tu pasaporte y…

—    ¿Y…?

—    Tu yo tenemos que ir a visitar a alguien—suspiro con algo que Edward denomino melancolía, pero no entendía el por qué, se escucharon los gruesos ladridos de Layla a entrar y saltar buscando cariño de McQueen, estaba enorme y en perfecto estado. El rubio le acaricio al cabeza y volvió a  suspirar… Tenía que empezar a explicarle cosas a Edward, cosas que de seguro no tenía ni idea