Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Secret Lovers por Super Juni0r

[Reviews - 1]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Un regalo de cumpleaños para alguien especial.

 

pd: tenía que haberlo subido el 30 Noviembre, pero bueno.

—Byun Baekhyun. ¿Quieres tú casarte conmigo y convertirte en el señor de Kim?

Jongin, esa mañana, había invitado a Baekhyun a cenar. Baekhyun no se esperaba nada de sorprendente. Una típica cena entre dos enamorados. Celebrando el primer aniversario de noviazgo y su cumpleaños. Baekhyun y Jongin llevaban una relación desde hace un año. Se habían conocido en la Universidad, gracias a amigos en común. Decidieron ser novios, después de una amistad de cuatro años, en el último año de la carrera de Jongin. Baekhyun con veinticinco años y Jongin con veintitrés.

Fue Jongin quién dio el primer paso para formar una relación. Era el día del cumpleaños de Baekhyun. Antes de que lo celebraran con sus amigos, Jongin le había pedido a Baekhyun de pasar solos la mañana e ir a una cafetería, a la cual iban desde que se conocían. Baekhyun aceptó la idea. Los dos, por ir tanto allí, ya eran conocidos por los empleados del lugar. No necesitaban que una mesera se acercara a ellos para pedirles que desearían. Un pedazo de tarta de chocolate para Jongin, una de fresas para Baekhyun. Acompañadas por dos tazas de café, caliente en Otoño e Invierno, helado en Primavera y Verano. Mientras esperaban por sus tartas, Baekhyun se había dado cuenta que Jongin actuaba muy extraño. "—¿Estás bien?" Era la pregunta que más le hacía Baekhyun a Jongin. "—Estoy bien." Era la respuesta que más le daba Jongin a Baekhyun. Sus tartas llegaron y Jongin se puso nervioso. La mesera le sirvió a Jongin su tarta de chocolate y su taza de café, primero. Después puso la otra taza de café delante de Baekhyun. "—¿Mi tarta?" Fue lo que Baekhyun preguntó al ver que la mesera sólo le había servido una taza de café. "—En un momento te traeremos tu pedazo de tarta, Baekhyun." Fue la respuesta de la mesera. Baekhyun, fastidiado, miraba con envidia como Jongin degustaba su tarta. Jongin había terminado por completo su tarta, mientras Baekhyun aún seguía esperando la suya. Se había bebido tres tazas de café esperando su tarta de fresas. Iba por una cuarta cuando Jongin se levantó de su puesto y le informó que iría un momento al baño. Baekhyun sólo asintió. No pasó mucho cuando vio a Jongin acercase con una tarta de fresas entera en manos. Jongin se puso delante de Baekhyun, y con la tarta en manos, se apoyó en una rodilla y le dijo a Baekhyun, "—Byun Baekhyun. No sé si me recambias, y espero que lo hagas. Te conozco desde hace tres años y llevo esperando por este momento desde hace dos. Por eso, hoy te pido, ¿me darías el placer de ser tu novio?" Jongin puso la tarta de fresas delante de Baekhyun y en esa estaba escrito, "¿Te gustaría ser mi novio?" Baekhyun, sin darse cuenta, había comenzado a llorar. Se había quedado sin palabras. No se esperaba nada de esto. La gente alrededor gritaba, "—¡Dile que sí!" Jongin temía por la respuesta. Si era un sí, seguro sería el hombre más feliz de la Tierra. Si era un no, no sabría dónde esconder su cara por la vergüenza. Quedaron así por unos buenos minutos, hasta que de la pequeña boca de Baekhyun saliera la respuesta que Jongin tanto esperaba, "—Dios. Sí. Sí quiero."

Había pasado justo un año desde lo sucedido. Jongin con veinticuatro años y Baekhyun recién cumpliendo sus veintiséis. Baekhyun se estaba preparando para esa noche. Iban a cenar en un restaurante Francés. Después de rebuscar y rebuscar en un armario, se probó un traje que se componía con una camisa formal blanca, un saco color negro y unos pantalones del mismo color, sin corbata. Jongin iba vestido de igual manera, sólo que su saco y los pantalones eran grises. Habían reservado una mesa para las diez de la noche. Aún faltaba un cuarto de hora para la hora exacta, decidieron salir en ese momento. Llegaron al restaurante veinte minutos después. El restaurante era lo suficientemente grande, con un segundo piso y un balcón, para una gran ceremonia. Las sillas eran blancas con dorado alrededor y los manteles que cubrían las mesas, eran blancos con bordes de color café claro. Encima de estas, estaban los platos junto con los vasos y los cubiertos. Las lámparas eran a forma de araña, blancas también. Había cuadros por todas las paredes y algún que otra decoración. Jarrones con flores, decoraban cada centímetro del restaurante. Estaba lo suficientemente lleno. En todo el restaurante se escuchaba los murmullos de la gente hablando entre ellos. Baekhyun y Jongin se acercaron a una mujer, que estaba parada cerca de la entrada, con un libro enorme apoyado en un atril.

—¿Han reservado una mesa, señores? —preguntó la mujer con una sonrisa cordial.

—Sí —respondió Jongin—, hemos reservado con el nombre Kim Jongin.

—Un momento por favor —les dijo la mujer.

Comenzó a leer el libro que tenía en frente y al encontrar el nombre de Jongin, le pidió a una mesera de llevarlos hasta su mesa. La mesera les pidió que los acompañara. Su mesa estaba casi cerca de las grandes ventanas del restaurante. La mesera les dejó el menú, diciéndoles que regresaría a pedir su orden y se retiró. Estuvieron leyendo el menú por un buen momento, hasta que decidieron que comerían esa noche. Mientras esperaban a que la mesera se acercara, otro mesero llegó a ellos con dos botella, una de vino rojo y la otra de vino blanco. El mesero les preguntó cuál de los dos vinos preferían. Los dos escogieron el vino rojo. El mesero abrió la botella y les sirvió a los dos. Colocó la botella en un recipiente gris con hielo, después se retiró. Poco después la mesera que los acompañó hasta la mesa, llegó. Les preguntó que qué iban a ordenar. Baekhyun pidió Ratatouille y Coq au vin. Jongin en cambio, pidió Magret de canard y Confit de pato. La mesera al terminar de escribir la orden, se retiró. Jongin y Baekhyun se pusieron hablar de cosas nada importantes mientras esperaban la comida. Esperaron un buen tiempo, hasta que un mesero se acercó a ellos con su pedido. Antes que comenzaran a comer, Jongin levantó su copa de vino. Baekhyun lo imitó.

—A nuestro aniversario y a tu cumpleaños —dijo Jongin con la copa en alto hacia Baekhyun.

—A nuestro aniversario —dijo Baekhyun. Chocaron levemente las copas y bebieron.

Comenzaron a comer y de vez en cuando hacían pausas para hablar entre ellos. La cena pasó sin ningún problema. Habían terminado de comer hace unos momentos y ahora estaban comiendo el postre. Baekhyun se había pedido un Farz de bretón y Jongin un Tarte tatín. El restaurante cerraba a medianoche y eran casi las once y media. Estaba medio vacío. Los meseros recogían los platos sucios y quitaban los manteles. Al terminar el postre, Baekhyun comenzó a levantarse de su asiento, pero al ver que Jongin no daba señales de querer irse de allí en esos momentos, volvió a acomodarse en la silla.

—¿Pasa algo? —preguntó Baekhyun.

—Sí —respondió Jongin.

Baekhyun se preocupó. Jongin se levantó de su puesto y le dijo a Baekhyun que esperara unos minutos. Baekhyun, extrañado, le obedeció. Pasaron diez minutos y Jongin no regresaba. Baekhyun miró a su alrededor y vio el restaurante completamente vacío. No había ni un mesero alrededor. Se preocupó pensando que los habían dejado, que lo habían mejor dicho, porque no sabía dónde se encontraba Jongin, encerrado allí. Estaba por levantarse, cuando por todo el restaurante comenzó a sonar una melodía suave que desconocía. A lo lejos, vio a Jongin acercarse. Cuando llegó a Baekhyun, le tendió la mano y el mencionado la agarró. Jongin lo levantó de su asiento y se puso de rodillas. Unos meseros se acercaron a ellos y se pusieron alrededor, tenían cestas con dos tipos de flores de diferentes colores, amarillas y rojas. Las rojas estaban en los bordes y las amarillas formaban letras. Cada cesta tenía una letra hecha con las flores amarillas. Y decían "Cásate conmigo." Baekhyun no entendía cómo era posible que aún no se hubiera desmayado por todo lo que estaba haciendo Jongin. Después de ver las cestas, Baekhyun dirigió su vista hacia abajo, donde Jongin seguía de rodillas. Jongin, con su mano libre, sacó de su bolsillo una pequeña caja. Soltó la mano de Baekhyun y abrió la caja. Suspiró. Baekhyun no dejaba de tragar saliva por lo nervioso que estaba. Nunca pensó que Jongin haría lo que iba hacer en esos momentos. Jongin tendió la pequeña caja hacia Baekhyun. Dentro de ella había un anillo de oro, con dos pequeños diamantes al frente. Jongin se aclaró la garganta y lo que Baekhyun tanto esperaba, salió de la boca de Jongin.

—Byun Baekhyun. ¿Quieres tú casarte conmigo y convertirte en el señor de Kim?

Baekhyun gritó. No faltaba mucho para que sus piernas no aguantaran su peso y se cayera al suelo. Mentiría que nunca pensó cómo sería el matrimonio, si él y Jongin se casaran un día. Además que creía que era el único que deseaba tanto eso. Al ver todo lo que había hecho Jongin, ese día, el día que cumplían un año desde que eran novios, se había quedado completamente en shock. Lágrimas comenzaron a caer y su labio inferior comenzó a temblar. Antes de que en verdad se desmayara le respondió a Jongin.

—¡Oh Dios! ¡Acepto! ¡Acepto casarme contigo Kim Jongin!

Jongin, con su mejor sonrisa, colocó el anillo a Baekhyun en el dedo anular y se levantó del suelo. Se acercó más a Baekhyun y le besó. Después del pequeño beso, pasó sus brazos por los hombros de Baekhyun y lo abrazó, este último le devolvió el abrazo, pasando sus brazos por la cintura de Jongin. Los meseros que estaban allí, y habían puesto las cestas en el suelo, comenzaron a aplaudir. "—Me haz hecho el hombre más feliz del universo." Fue lo que dijo Jongin, después de agradecer a los empleados y pagar por los servicios.

Por los siguientes días, Baekhyun se reunía con su madre para preparar todo para el día del matrimonio. El día que Baekhyun llamó a sus padres para decirles la buena nueva, la madre sólo tuvo que escuchar que se casaba para estar unos momentos más tardes tocando a la puerta del departamento de su hijo. Jongin y Baekhyun, junto a la madre del primero, habían elegido la fecha del matrimonio. Se casarían dentro de cuatro meses. En Septiembre. Ya que en Corea no estaba visto bien un matrimonio homosexual, habían decidido hacer el matrimonio en la casa de los padres de Jongin, la cual era lo suficientemente grande para celebrar la ceremonia. Baekhyun estaba con su madre viendo que traje usaría el día especial. La madre le había hecho probar siete trajes, blancos y negros. Ninguno le gustó a Baekhyun. Estaban por ver el traje número ocho, cuando Baekhyun puso sus ojos en un traje azul marino. Saco, pantalones, papillon y camisa formal blanca. Baekhyun supo que ese era el traje que andaba buscando desde esa mañana. Lo cogió y se dirigió a donde estaba su madre, quien revisaba otros trajes. "—Quiero este." Fueron las palabras que Baekhyun le dijo a su madre. La señora, al ver el traje que había escogido su hijo, no estuvo de acuerdo con el color.

—Tengo que admitir que el traje es precioso, pero el color no va con un casamiento, mi vida —dijo.

—Mamá, ahora que he visto este, creo muy poco que los siguientes trajes que mire, me gusten —dijo Baekhyun.

—¿Estás seguro? Mira que un traje blanco sería más hermoso —siguió insistiendo.

—Estoy muy seguro. Además que el azul es el color favorito de mi Jongin —respondió con una sonrisa.

—Está bien. Ve a probártelo, quiero ver como te queda.

Baekhyun se dirigió a los camerinos. Pocos minutos después, salió de uno de estos y se acercó a su madre. No había palabras. El traje le quedaba perfecto a Baekhyun. La señora, maravillada, no pudo más que decir, "—Nos llevamos este." Baekhyun, feliz, se acercó a una de las empleadas del negocio y pidió el precio del traje para pagar. Setecientos diecinueve wons. El precio era considerable, sabiendo que el negocio donde estaban era uno de los más famosos y caros en Seúl. Baekhyun estaba por pagar el traje, cuando su madre se acercó a él.

—Esto será mi regalo de bodas. Aún tienes que pagar muchas otras cosas para la ceremonia —le dijo.

Faltaba sólo dos días para la boda. Los preparativos estaban ya listos. La casa donde celebrarían la ceremonia había quedado increíble. Sólo faltaba alguna que otra decoración y todo estaría bien. Hace un mes habían enviado las invitaciones. Habían invitado sea los familiares de Baekhyun, que los familiares de Jongin y algunos amigos de la universidad. Baekhyun estaba con sus padres en su departamento. El más joven estaba caminando de un lado para el otro, mordiéndose el dedo pulgar con nerviosismo. Sus padres estaban calmados, tratando de calmar a su hijo. "—No estoy seguro si me quiero casar." Había dicho cuando hablaba por teléfono con su madre hace una hora atrás. Sus padres fueron a visitarlo después de la llamada. Ahora estaban haciéndolo razonar. "—Sólo estás ansioso. Piensas que dentro de dos días te casarás y te entran los nervios." Le había dicho la madre para calmarlo, al menos un poco, pero Baekhyun no dejaba de decir que quizás aún no estaba listo para casarse.

—Creo que debería de hablar con Jongin de esto —dijo Baekhyun.

—¿Estás seguro? —preguntó el padre.

—Sí, tal vez él me ponga mejor y me haga pensar bien las cosas —los dos adultos asintieron.

Había salido de casa y cogido el carro para dirigirse a la casa de Jongin. En realidad la casa era de los padres del menor, pero estos le habían regalado la casa como regalo de bodas, así después del matrimonio, él y Baekhyun podrían vivir allí. Había llegado a su destino. Estaba por tocar la puerta de la casa de Jongin, cuando la madre del último salió por ella.

—¡Baekhyun, querido! ¡Qué bueno verte! —exclamó la señora alegre, al ver a su yerno delante suyo.

—El gusto es mío, madre —respondió Baekhyun con una sonrisa.

—¿Has venido a ver a Jongin? —preguntó. Baekhyun asintió—. Adelante querido, acomódate. Estás en tu casa.

Baekhyun se adentró a la casa. La señora se despidió de él, diciendo que tenía que hacer unas cosas. Baekhyun quedó solo en la entrada de la casa. Comenzó a buscar a Jongin en la planta baja, no lo encontró. Se dirigió al segundo piso y tocó a la puerta de la habitación del menor. No pasó mucho cuando Jongin abrió la puerta.

—Baekhyun, ¿pasa algo? —preguntó un poco sorprendido y alegre a la vez de ver a su futuro esposo.

—Necesito hablar contigo —respondió.

Jongin lo dejó pasar a la habitación y Baekhyun se acomodó en la cama. Jongin agarró la silla del escritorio y se sentó delante de Baekhyun. "—Dispara." Con eso, Baekhyun comenzó a contarle todas sus dudas. Jongin lo escuchó atentamente. Jongin esperó a que Baekhyun terminara de decir todo lo que tenía dentro. El mayor terminó de hablar y dio un suspiro, como si se hubiera liberado.

—Entiendo —respondió Jongin—. Atrasemos el matrimonio entonces —dijo Jongin, después de unos minutos que estuvieron en silencio, dirigiendo su mirada al suelo.

—¿Cómo? —preguntó Baekhyun incrédulo.

—Si no estás listo, entiendo. No quiero obligarte a casarte conmigo tampoco. Apenas llevamos saliendo un año con cuatro meses. Tal vez lo sientas demasiado temprano. Esperaré cuando quieras y estés listo para este paso —comentó el menor.

—Dios, pero... ¡yo quiero casarme contigo, Jongin! Es que —Jongin puso sus manos en las mejillas de Baekhyun y levantó su cabeza, la cual había levemente agachado.

—No importa —le sonrió—. Tú sólo dime cuando estés listo y volveré a pedírtelo como si fuera la primera vez.

Baekhyun quedó pensativo. Él en serio quería casarse con Jongin. Pero sus malditas dudas hacían que su mente se volviera un desastre. Era una mentira si decía que no quería casarse más con el menor. Hace cuatro meses no miraba la hora para que el día del matrimonio llegara, hoy ni quería que los segundos pasaran. Sabía que si la fecha del matrimonio se atrasaba, se iba arrepentir por los siguientes días. Jongin, al ver que su pareja no le prestaba atención, volvió a hablar y decirle que esperarían para dar el paso al matrimonio. Baekhyun, salió de sus pensamientos, y al escuchar lo que dijo Jongin, negó.

—No. No dejaré que estas dudas que tengo, decidan por mí. Dentro de dos días nos casaremos y eso es lo que quiero. Saber que podré estar contigo, vivir contigo y amándote hasta quién sabe cuándo, me basta para que esas dudas desaparezcan. Dentro de dos días, quiero convertirme en el esposo de Kim Jongin —dijo decidido el mayor. Jongin elevó su sonrisa, hasta que todos sus dientes se mostraran.

—Dentro de dos días serás completamente mío, señor de Kim.

"—Vas a llegar tarde a tu matrimonio." Fue lo que le dijo la señora Byun a Baekhyun, cuando vio que este aún seguía en casa, a pesar que la ceremonia había comenzado hace apenas unos minutos. Baekhyun se estaba viendo en el espejo, tratando de peinar su cabello. La madre lo apuraba. Cuando estuvo listo, se vio por última vez en el espejo, acomodando un poco su traje azul marino y colocándose el papillon en el cuello de la camisa. Estaba feliz porque el traje le quedaba más que bien. "—Será el mejor día de tu vida. Es tu día." Se repetía Baekhyun. Su madre por poco y no lo sacaba a patadas de la casa para que se apresurara a subir al coche. "—No te doy alguna patada en tu hermoso trasero para que te apures porque podría arruinar este hermoso traje y porque es tu día." Le había dicho y Baekhyun había reído con ello. Casi a treinta minutos, desde que comenzó la boda, los dos llegaron a la casa donde se iba a celebrar el matrimonio entre Kim Jongin y Byun Baekhyun.

Si a Jongin le preguntaran si estaba bien, él seguro hubiera respondido, "—Claro que estoy bien. Mi futuro esposo está retrasado de casi media hora y el puto miedo que me deje plantado es demasiado grande." Pero por suerte que nadie le preguntó. Jongin, al ver que la madre de Baekhyun entraba por las puertas de la casa, entretuvo la respiración. No sabía si estar feliz al verla o no. El miedo que ella se acercara a él y le dijera que a Baekhyun le entraron los nervios por casarse y no quiso salir de casa, era grande. Al ver que la señora Byun se sentaba en una de las sillas delanteras, en la fila de los familiares o conocidos de Baekhyun, y ver que le sonreía, pudo expulsar el aire que retenía y suspirar de alivio. No pasó mucho cuando vio entrar a Baekhyun por las mismas puertas. Llevaba un ramo de flores agarrado con las dos manos enfrente de su estómago. Vestido con un traje azul marino que le quedaba increíblemente perfecto, ese tono hacía resaltar su blanca piel. Jongin creyó ver un ángel. Su ángel. En su rostro se encontraba una pequeña sonrisa, la cual reflejaba nervios y felicidad. A paso lento se acercaba hasta donde estaba Jongin, en un traje negro, una corbata del mismo color y una camisa formal color blanca. Ya en el lugar donde se encontraba Jongin, y un padre, el menor le sonrió al mayor y este último hizo lo mismo. Comenzó la boda.

Estaban en la cama, cada uno tocando el cuerpo del otro, mientras se besaban. Habían estado esperando que el día terminara. Cuando el padre había terminado de decir, "—Los declaro marido y esposo. Puede besar al esposo." Y ellos habían hecho justamente lo que les pidió el padre, lo único que querían era estar solos. Pero tenían que aguantarse las ganas y celebrar, con su familia y conocidos, la fiesta después de la boda. A cada minuto, personas se acercaban a los recién casados para felicitarlos, diciéndoles que esperaban que su matrimonio durara mucho.

Estuvieron así hasta muy tarde. Cuando la hora de que los invitados se fueran a sus casas, Jongin y Baekhyun se despidieron de todos ellos, entrando al carro y dirigiéndose a su ahora casa. Nada más al entrar a la casa y cerrar la puerta tras ellos, comenzaron a devorarse la boca en un beso apasionado. Cada uno sacaba alguna prenda de ropa del cuerpo contrario, mientras se dirigían a las escaleras. Trataron de subir el primer escalón, fallando en el intento. Los dos cayeron al suelo, Jongin en su trasero y Baekhyun encima de él, rieron. Se levantaron y esta vez sin besarse, subieron las escaleras velozmente. Al llegar al cuarto que compartirían desde ese día, volvieron a juntar sus labios. Continuaron quitándose las ropas, las cuales en ese momento incomodaban. Jongin dirigía a Baekhyun hacia la cama y poco a poco lo acomodada en ella, posicionándose encima de él. De vez en cuando se separaban para coger un poco de aire y después continuar besándose. Los dos cuerpos estaban completamente desnudos. Baekhyun gemía en la boca de Jongin, ya que al estar muy juntos, el miembro de Jongin chocaba contra el de Baekhyun, enviándole pequeñas descargas de placer. Jongin dejó de besar los labios del mayor y dirigió los suyos al cuello de este. Dio una mordida en el blanco cuello, dejando una marca roja, Baekhyun suspiró. Sus labios bajaron poco a poco, dejando pequeños rastros de saliva por donde besaba. Alcanzó los pezones del mayor y comenzó a lamerlos, succionándolos y dándoles unas pequeñas mordidas, haciendo que estos se pusieran duros. Baekhyun gemía. Sus manos estaban en el cabello del menor y daba unos leves estirones. Jongin dejó en paz los pequeños botones rosados de Baekhyun y prosiguió su camino, besando el plano vientre de este. Con el miembro de Baekhyun en frente, lo cogió con una mano y comenzó acariciarlo lentamente, subiendo y bajando. Baekhyun poco a poco se retorcía por el placer que estaba sintiendo. Había colocado sus dos brazos a ambos lados de su cuerpo, apretando entre sus manos las sábanas. Jongin aceleró más el ritmo, y gracias al líquido preseminal que salía del glande de Baekhyun, las caricias eran más fáciles de hacer. Baekhyun se mordía el labio para aguantar los gemidos que querían escapar, pero al no poder más, soltó el labio y la habitación comenzó a llenarse con sus gemidos. Estaba tan sumergido en el placer que sentía, que no sintió cuando Jongin acercó sus labios a su miembro y comenzó a besar la punta. Pero no duró mucho, Baekhyun reaccionó un poco y cuando dirigió su vista hacia abajo, apartó un poco a Jongin de él. Jongin confundido, le preguntó.

—¿Qué pasa?

—Ya sabes qué pasa —le respondió Baekhyun—. Nada de sexo oral, ni hoy y ni nunca. Dios... ¡Es asqueroso! —hizo una mueca de asco. Jongin suspiró.

—Pero ¡es algo normal! —Baekhyun frunció el ceño—. ¡Está bien, está bien! Adiós a lo mejor —se quejó el menor. El castaño se rió.

—Mejor ven aquí —dijo, halando hacía él a Jongin y volveviendo a besarle.

Mientras se besaban, Baekhyun había cogido el miembro de Jongin y había comenzado a masturbarle. Pequeños ruidos salían de la boca del menor, los cuales se perdían en la boca del más bajo. Jongin recorría todo el cuerpo de Baekhyun con sus manos. Colocó una de sus manos en la espalda de Baekhyun. Se separó de los labios de Baekhyun y la otra mano libre la puso delante de la boca del mayor. Este entiendo que es lo que le proponía Jongin y separó sus labios, para darle libre acceso a los dedos del menor. Jongin metió tres dedos en la boca de Baekhyun y este comenzó a chuparlos. Jongin, cuando sintió los dedos lo suficientemente húmedos, los sacó de la boca de Baekhyun y los dirigió hacia el trasero de este. Separó las piernas y también las nalgas con la mano libre de saliva y con la otra comenzó acariciar el pequeño hoyo. Poco a poco comenzó metiendo un dedo en la entrada. Baekhyun, al sentir el intruso, comenzó a jadear, al principio por el dolor y después por el placer. Despacio, comenzó a meter y sacar el dedo y segundos después inició a moverlo más veloz, haciendo gemir al mayor. Metió otro dedo y continuó haciendo lo mismo que antes y luego un tercero acompañó a los otros dos. Estuvieron así por un momento, hasta que Jongin sintió que la entrada del mayor estaba dilatada y sacó los tres dedos del hoyo del castaño. Jongin cogió su miembro y comenzó a estimularlo con una mano, lo dirigió hacia la entrada del mayor y poco a poco comenzó a meterlo. Baekhyun se mordía los labios fuertemente, haciendo que tomaran un color entre rosado pálido.

—Lo hemos hecho tantas veces y siempre seguirás así de estrecho —dijo Jongin.

—Oh Dios. Cállate y apúrate —respondió Baekhyun en un tono desesperado. Jongin rió.

—Tan impaciente.

Con la punta ya dentro, en un rápido movimiento, metió todo. Baekhyun gritó. Jongin se acercó al mayor y comenzó a besarle, tratando de que olvidara el dolor. Continuaron así, hasta que Baekhyun comenzó a moverse. Al sentir eso, Jongin comenzó haciendo leves vaivenes, y mientras pasaba el tiempo, se volvieron más veloces. Baekhyun, había posado sus manos en la espalda del menor, clavando sus uñas y dejándole algunos rasguños en esta. Baekhyun pedía por más. Jongin se lo daba. El menor consiguió llegar a ese punto que hizo gritar a Baekhyun de placer y pedir más. Baekhyun fue el primero en venirse, gritando el nombre del menor, ya que su miembro se frotaba sea con su estómago que con el de Jongin. Jongin continuó un poco más y se vino dentro del mayor, gritando el nombre de este. "—Te amo." "—También te amo." Se dijeron al final de un beso, cuando Jongin salió de él y se acostaron en la cama, ya listos para irse a dormir.

"—Quiero el divorcio." Fue lo que le había dicho Baekhyun a Jongin una tarde, después que el menor regresó de su trabajo. Estaban sentados, uno frente al otro, en los sillones de la sala. Llevaban casados dos años con tres meses. Baekhyun tenía veintiocho años y Jongin veintiséis. Era Diciembre, sólo faltaba una semana para Navidad. Las temperaturas estaban a menos de cinco grados. Jongin estaba bebiendo una taza de chocolate caliente, pensando en lo que le había dicho Baekhyun. Baekhyun simplemente le observaba, esperando por una respuesta, la cual no tardó en llegar.

—¿Por qué? —preguntó Jongin después de estar un tiempo en silencio.

—¿Por qué preguntas si sabes la respuesta? —respondió Baekhyun serio.

—Cómo puedo yo saber la respuesta si ni siquiera me das un pista —respondió Jongin de la misma forma. Baekhyun suspiró exasperado.

—Dios, no entiendo porqué quieres que lo diga en voz alta.

—Para ver si estamos pensando en lo mismo.

—No seas idiota, por favor. Hoy en la mañana llamé al abogado. Vendrá mañana temprano con los papeles. Quieras o no, mañana tendrás que firmar esos papeles —Baekhyun finalizó y se retiró de la sala.

Al siguiente día, como dicho de Baekhyun, el abogado se presentó en su casa a primera hora. Los tres adultos estaban sentados en los sillones de la sala, el abogado al frente de los dos esposos. Les estaba explicado los papeles, que había sacado de una maleta negra y que había puesto en la mesa de vidrio que estaba en medio de los sillones. Hablaban entre ellos sobre quién debería de quedarse con cada parte. No había mucho que repartirse, ya que lo único que era de los dos era la casa. Lo demás era comprado con su propio dinero. Los que más hablaban eran el abogado y Baekhyun. Jongin sólo asentía a todo lo que le decía Baekhyun. Al terminar la charla, Baekhyun terminó firmando los papeles. Sólo faltaba que Jongin firmara y serían oficialmente exmaridos. Pero Jongin no hacía nada. No miraba al abogado, no miraba los papeles, sólo miraba directamente al rostro de Baekhyun en silencio. Estuvo así un buen momento, hasta que preguntó, "—¿Estás seguro de esto?" Baekhyun sólo le respondió, "—Sí." Jongin firmó.

Baekhyun estaba llegando tarde al trabajo. Esa mañana estaba tan bien en los brazos de su esposo que no sintió cuando la alarma sonó. Fue Junmyeon, su marido, el que lo despertó casi treinta minutos después de la hora en que se tenía que levantar. Se había bañando y arreglado en una rapidez sobrehumana. No pudo desayunar y ahora su panza se lamentaba por la necesidad de comida.
¿Qué más podría atrasar a Baekhyun para que no pudiera llegar a una hora estable al trabajo? El tráfico. Las calles estaban atascadas por el tráfico. "—¡Genial! ¡Perfecto!" Se dijo Baekhyun con un humor de mil perros rabiosos. Era la segunda vez que llegaría tarde al trabajo en ese mes de Junio. Su jefe lo mataría. Los carros se movían sólo pocos centímetros desde donde estaban, después pasaban un buen tiempo parados. Baekhyun estaba pensando dejar el carro allí y salir corriendo hasta su trabajo. Había más posibilidades de llegar más rápido corriendo. Pero no podía dejar el auto en medio de un tráfico, se lo confiscarían y después tendría que pagar un buena suma de dinero para que se lo regresaran. Mejor no arriesgarse, quién sabe si después de este día lo despedirán del trabajo, aunque si el dinero no le faltaba. Su celular comenzó a sonar. Lo sacó de uno de los bolsillos del pantalón y sin ver quién era, respondió, "—¡¿Quién es?!" Con el buen humor que tenía, ni ganas de hablar con alguien quería. "—Me gritas. Estás retardado de veinte minutos. Si no te miro en cinco minutos, olvídate de poner pie en la oficina." Era su jefe. Perfecto. Baekhyun apoyó su frente en el volante, ya estar preocupado por llegar tarde al trabajo era inútil. No llegaría a tiempo. Aún quería salir le tráfico, pero ya no estaba tan apurado. En parte se sentía feliz, odiaba su, ahora antiguo, trabajo, así como odiaba a su exjefe, pero ahora tenía que buscarse otro. Estuvo en el tráfico un buen tiempo, cuando pudo salir, en vez de volver por la dirección a su casa, se dirigió a la dirección contraria.

Estaba sentado, solo, en una mesa de dos, en la cafetería Sugars. Sugars era la cafetería a la cual venía cuando era más joven. Hace casi cinco años que no ponía pie en esta, seguía casi igual que antes, seguía siendo acogedora y sus tartas seguían igual o más buenas, sólo que ahora estaba más arreglada. Exactamente, Baekhyun, tenía treinta y tres años. Para Baekhyun era genial que esa cafetería siguiera abierta, ya que tenía muchos recuerdos de ella. Algunas meseras eran nuevas, otras tal vez seguían siendo viejas que Baekhyun alguna vez había conocido cuando venía muy seguido allí. La dueña de la cafetería seguía siendo la misma, un poco más anciana. A Baekhyun le sorprendió mucho cuando se acercó a la caja a pedir su tarta de fresas favoritas con un café helado y la señora Jung, la dueña, le reconoció. Había estado hablando con la señora Jung un buen rato. Ella le preguntaba lo que había estado haciendo estos años y por qué ya nunca más volvió allí. Baekhyun le había respondió diciendo que se casó y con su marido se habían ido a vivir a otra ciudad, también que tenía un trabajo que casi no le dejaba ni respirar, hasta ese día que lo despidieron. Estuvieron hablando un rato más y la señora Jung se fue, dejándolo solo y diciéndole que ese día la casa invitaba. Estaba por irse, pero primero se fue a despedir de la señora Jung. La mujer se despidió de él y le hizo prometer que tenía que regresar otra vez, Baekhyun lo prometió. Estaba por salir de la cafetería, cuando alguien más entró, haciendo que diera un paso atrás para que la puerta no le golpeara, pero falló. No se alejó mucho y el borde de la puerta le golpeó la frente. Entrecerró los ojos y colocó la palma de la mano en el lugar donde la puerta lo golpeó. La persona que había entrado se dio cuenta de lo sucedido y se puso en frente de Baekhyun.

—¿Está bien? Lo siento, no sabía que alguien estaba por salir —se disculpó.

—Sí, sí. Estoy bien, no se preocupe —respondió Baekhyun quitándose la mano de la frente y abriendo los ojos. Se sorprendió.

Delante suyo estaba Jongin, seguía casi igual desde la última vez que lo vio hace cinco años. Tenía las facciones más maduras y por lo que miraba, era mucho más guapo que antes. Después del divorcio y algún que otro encuentro después de este para saber quién tendría qué, Baekhyun se alejó de Jongin y no volvió a saber más de él. Ahora lo tenía en frente a sus narices, como si nunca se hubiera alejado de él. ¿Qué iba a decirle? Nunca pasó por su mente que algún día iba a reencontrarse con su exmarido, y digámoslo, primer amor. No tenía preparado ningún discurso para ese momento.

—¿Baekhyun? —dijo Jongin, sacando de sus pensamientos a Baekhyun.

—Jongin.

—Oh... quién lo diría —dijo mientras una sonrisa se formaba en su atractivo rostro—. Pensé que te habías ido del país o algo por el estilo.

—Algo así, pero en realidad sólo cambié de ciudad —respondió el mayor sin corresponderle la sonrisa, ya que seguía sorprendido.

—¿Estás apurado? —preguntó el moreno. Baekhyun se pensó la respuesta.

—Ehm... sí. Llegaré tarde al trabajo —mintió, estaba nervioso.

—Oh, está bien —Jongin se quedó viendo directamente a los ojos de Baekhyun—. ¿Te gustaría quedar un día? Obvio, si no estás ocupado.

—S-sí, claro.

Jongin le pidió el número de teléfono y le dijo que le mandaría un mensaje dónde le diría a qué hora y cuándo se pondrían encontrar. El lugar era en la cafetería Sugars. Se despidieron, sin darse la mano o algo, y cada uno siguió su camino.

"—¿Qué haz hecho en estos cinco años?" Jongin había preguntado casi veinte minutos atrás. Era sábado. Jongin le había enviado un mensaje a Baekhyun un día después de su reencuentro diciéndole que se vieran ese sábado a las cuatro de la tarde en Sugars. Baekhyun estaba por no ir al encuentro, pensaba en enviarle un mensaje a Jongin, diciéndole que se había presentado un problema, pero al final no le dijo nada y sólo le había escrito, "Allí estaré." Estaban sentados, uno en frente el otro, en una de las dos mesas donde siempre se habían sentado cuando en pasado iban ahí. La cafetería estaba llena. Los meseros tenían que ser veloces para poder atender a todos los clientes, pero por la experiencia que tenían, les resultaba fácil. Estaban esperando los pedidos que habían ordenado unos cinco minutos atrás. Ya que al llegar a Sugars, todas las mesas estaban ocupadas, tuvieron que esperar un momento. Para suerte de ellos uno de sus puestos favoritos se había liberado. "—Encontré un trabajo como asistente en una empresa de alquiler de coches y me volví a casar." Había respondido Baekhyun a la pregunta de Jongin, observando el anillo que posaba en su mano izquierda, prosiguiendo con un, "—Se llama Kim Junmyeon, es un año mayor que yo y estamos casados desde ya tres años y medio."

—¡Wow! Tres años y medio. Han durado juntos mucho tiempo. Hasta más que nosotros —comentó el menor.

—Obvio, él no me ha engañado —dijo Baekhyun, en un tono casi molesto.

Sin entender porqué, Baekhyun había descubierto que aún no superaba del todo el que Jongin lo había estado engañando mientras seguían casados.

—¡Ouch! Eso dolió —Jongin rió.

—¿Y tú? ¿Qué haz hecho en este tiempo? —preguntó Baekhyun cambiando de tema.

—Trabajar. Ser fotógrafo no es una cosa simple —respondió Jongin.

Jongin, en la universidad, había estudiado fotografía. Cada vez que quedaban una tarde, Jongin llevaba su cámara y toma muchas fotos de ese día. En los siguientes días, revelaba las fotos y se las enseñaba a Baekhyun, siempre orgulloso de su trabajo. En los días que estaban preparando los preparativos de la boda, Jongin había pedido ser el fotógrafo de la ceremonia, pero su madre se había negado rotundamente, diciéndole que era el marido y que tenía que estar siempre cerca de Baekhyun. Jongin se puso triste, pero al final tuvo que obedecer a su madre. En cambio Baekhyun había elegido composición, pero para su mala suerte no pudo encontrar un trabajo sobre lo que tanto quería hacer y tuvo que contentarse como asistente de un viejo amargado en una empresa de alquiler de vehículos. Hasta hace pocos días que lo despidieron.

—Además que conocí a alguien —prosiguió Jongin.

—Oh... ¿Cómo se llama? —preguntó el mayor, no tan curioso de saber, la de verdad.

—Luhan. Lo conocí en un viaje a China. Tenía una sección de fotos allí y él era uno de los modelos —contó Jongin—. Después de cada sección, quedábamos y terminamos saliendo. Al final yo tenía que regresar a Corea y él tenía que quedarse en China. Mi sorpresa fue, cuando unos meses después, lo encontré delante de la puerta de mi casa, diciéndome "Jongin, voy a vivir en Corea." Ya casi ha pasado un año desde lo sucedido, ahora vivimos juntos.

—Linda historia.

—¿Y tú? —preguntó. Baekhyun le miró confundido—. ¿Cómo conociste a... Junmyun?

—Junmyeon —le corrigió Baekhyun riendo—. Lo conocí como dos meses después que... nos divorciamos. Fue en mi trabajo. Él había llegado allí a alquilar un carro y bueno me invitó a salir. Al principio le dije que no y él se disculpó porque pensaba que me había negado porque no me gustaban los hombres. Le expliqué cómo estaban las cosas, sobre que apenas unos meses atrás había salido de un matrimonio de dos años y que no me sentía listo para salir con alguien más. Después de ese momento todos los días, al finalizar mi día de trabajo, él iba a verme y seguía pidiéndome salir, tratando de convencerme que me haría bien salir con alguien. Hasta después de un buen tiempo que acepté su propuesta. Y bueno salimos y lo demás vino a su tiempo.

Los dos continuaron contándose cosas hasta que cada uno tuvo que regresar a su propia casa.

Por los siguientes días, Baekhyun estuvo buscando un trabajo, sin grandes resultados. Desde el día en que quedaron, Jongin y él, de vez en cuando se encontraban en Sugars, otras veces iban a otros lugares. A pesar que llegaban los momentos donde no llegaban a decir nada por un buen momento, se quedaban juntos hasta que cada uno no tenía que volver a casa. Para Baekhyun, llegó un momento de miedo cuando pensó sin querer, cómo sería el cuerpo del menor sin ropa. Desde la perspectiva de Baekhyun, se miraba que Jongin había estado entrenando mucho su cuerpo y se notaba más por los bíceps que se lograban ver gracias a las camisas sin mangas que se ponía de vez en cuando Jongin. En la mente de Baekhyun, no había momento dónde no pensara sobre ello y cuando lo hacía, se pegaba mentalmente y recordaba que estaba casado con un hombre al cual quería mucho. Era imposible que llegara a pensar de otra forma de Jongin.

"—Tengo un problema." Había dicho Jongin. Ya había pasado casi un mes desde que se volvieron a reencontrar. Estaban como siempre en Sugars, sentados en la segunda mesa favorita de los dos, la cual está cerca de los ventanales de la cafetería. Jongin le había llamado ese mismo día para quedar. A Baekhyun eso le pareció extraño, ya que el menor siempre le enviaba un mensaje uno o dos días antes de decidir verse. Baekhyun no había dicho ninguna palabra, dándole a entender al menor que podía continuar hablando.

—No sé cómo comenzar —después de eso, Jongin calló, pensando en cómo explicarle lo que le pasaba al mayor. Pasaron unos cuantos minutos, hasta que dijo: —Me atraes.

—¿Cómo? —Baekhyun frunció el ceño confundido.

—Lo que escuchaste. Me atraes. Pensaba que si algún día volvía a encontrarte, todo iba a estar bien, íbamos hablar como dos viejos amigos, sin ningún problema en el medio. Pero que equivocado estaba —hizo una pausa. Pasó su lengua por sus labios, humedeciéndolos—. Estás increíble, Baekhyun. Estos cinco años te dieron mucho mérito. Si antes eras hermoso, hoy no encuentro una palabra que te describa. Perdón si parezco como si estuviera actuando como un adolescente enamorado, no es que esté enamorado de ti, lo estoy de Luhan, me estoy saliendo de tema —volvió a callar—. Bueno... ehm... me atraes, y mucho diría yo.

Baekhyun, sonrojado por todo lo que había dicho Jongin, sorprendido, y también extrañamente aliviado, apoyó su codo en la mesa, cubrió su boca la mano, en un modo como si estuviera pensando. Estuvo así un momento y volvió a ponerse recto en la silla, dirigiendo su vista al rostro del menor.

—Dios, Jongin —dijo Baekhyun, pasando sus dedos por su castaño cabello, desordenándolo un poco—. Tú... tú también me atraes. Y wow, aunque tú estás... wow —Jongin se rió—. En parte me siento aliviado, creía que lo que pensaba estaba mal, está mal, y era el único que lo pensaba, pero también me siento horriblemente mal. O sea, estoy casado. Quiero mucho a Junmyeon. No puedo estar pensando en otro modo sobre otro hombre, cuando ya tengo uno, y más si es mi ex, mi exmarido —terminó diciendo, preocupado.

—Yo tengo a Luhan. Creo que será mejor no quedar por un tiempo, no sé si funcionará, pero al menos hay que probar —sugirió Jongin.

—Estoy de acuerdo contigo. No quiero hacerle a mi marido lo tú me hiciste —dijo en un tono de broma, pero serio.

—Jesús, sé que eres resentido, pero no pensaba que hasta tal punto —Baekhyun rió—. Bueno, yo tampoco quiero volver a cometer el mismo error dos veces.

—Bien, hasta no sé cuándo, Jongin —dijo Baekhyun levantándose de su asiento. Jongin le imitó.

—Hasta no sé cuándo, Baekhyun.

Los dos se despidieron y se fueron, cada uno por su dirección.

—¡Dios! ¡Justo allí!

Baekhyun estaba posicionado en cuatro mientras gemía. Jongin estaba detrás de él, jadeando, y le penetraba. Jongin había llamado a Baekhyun al siguiente día, diciéndole que no creía que podría aguantar. Baekhyun sólo le preguntó a qué hora y dónde se podían encontrar. Jongin le dio la dirección de su departamento. Lo citó allí, ya que Luhan había viajado a otra ciudad por trabajo el día antes. Cuando Jongin le dio la dirección y le dijo que ese momento estaba bien, Baekhyun le dijo a Junmyeon que saldría con un amigo, cogió su carro y partió hacia el departamento del menor. Al llegar allí, apenas Jongin abrió la puerta, Baekhyun se adentró al departamento, sin el permiso del menor, y comenzó a besarlo. Jongin, al principio sorprendido, recambió el beso. Como pudo, el moreno cerró la puerta y dirigió a Baekhyun hacia el dormitorio, donde dormía con Luhan. Ya ahí, Jongin comenzó a quitarle la camisa a Baekhyun y este hacía lo mismo con la del contrario, aún besándose. Se acercaron a la cama y cayeron en ella. Jongin abajo y Baekhyun arriba, con sus piernas y brazos a cada lado del menor. Los labios de Baekhyun se dirigieron al cuello del moreno. Jongin suspiraba. Las manos del más alto recorrieron la espalda de Baekhyun y después las metió dentro del pantalón del último y las posicionó en el trasero, apretando. Baekhyun gimió por ello. Baekhyun había dejado de besar el cuello de Jongin y ahora se estaba concentrando en los pezones de este, los mordía y lamía, volviéndolos duros. Bajó sus manos hasta los pantalones de Jongin y los comenzó a desabrochar. Junto con los boxers negros, bajó los pantalones, dejando libre el pene erecto del menor. Posicionó su mano derecha en el miembro del más alto y comenzó a moverla desde el glande hasta el final de la erección. Jongin jadeaba. La respiración de Baekhyun chocaba contra el miembro del menor, ya que su rostro estaba a sólo unos centímetros de él. Jongin puso una mano en la cabeza de Baekhyun y trató de acercarla más al pene. El mayor al percatarse de lo que Jongin trataba de hacer, dejó de tocar su pene y se alejó un poco de su cuerpo.

—¿Qué haces? —preguntó Baekhyun.

—¿Queriendo que me hagas una mamada? —respondió Jongin con la respiración entre cortada.

—Dios. Estás loco. Si antes no me gustaba que me hicieran, o yo hiciera, un oral. Mucho menos me va a gustar hacerlo ahora —dijo.

—¿Sigues igual de aburrido? —preguntó el moreno.

—¿Tú qué piensas?

—Está bien. Nada de oral.

Jongin se acercó a Baekhyun y juntó sus labios con los de él, moviendo el cuerpo del mayor para posicionarlo debajo del suyo. No se quedó mucho. Descendió despacio hasta el cuello del mayor, dejando rastros de saliva en él. Baekhyun gemía. Jongin bajó los pantalones del bajo, junto con los calzoncillos blancos. "—Espera. Ya vuelvo." Dijo Jongin, bajándose de la cama y saliendo del cuarto. Baekhyun quedó confundido por el acto del menor, pero poco después comprendió porque se había ido. Jongin había regresado con un bote de lubricante. Se subió a la cama y se puso de rodillas. Le dijo a Baekhyun que se diera la vuelta, Baekhyun obedeció y se puso en cuatro. Jongin abrió el bote de lubricante y vació un poco del líquido en los dedos de su mano izquierda. Volvió a tapar el bote y lo tiró en la cama. Se acercó al cuerpo de Baekhyun y con la mano libre del líquido, agarró una nalga del mayor y la separó un poco de la otra y la mano con el líquido la acercó a la entrada. Restregó los dedos en esta, dejándola brillosa por el lubricante. Poco a poco comenzó a meter el dedo anular en el ano de Baekhyun, el cual sollozaba y gemía a la vez. Jongin metía y sacaba el dedo y después metió otro dedo y comenzó a mover los dos dedos en forma de tijera. Al final metió un tercero, dilato un poco más la entrada y retiró los dedos de allí, Baekhyun jadeó por el acto. El poco líquido que le quedó en los dedos se lo restregó en el pene. "—Voy a entrar." Avisó Jongin. "—Dios, sólo hazlo." Respondió Baekhyun. Jongin dirigió su pene a la entrada del mayor y despacio lo comenzó a meter dentro. Con toda su anatomía dentro se quedó sin hacer un movimiento, sólo besaba el cuello de Baekhyun y bajaba por la espalda. Baekhyun comenzó a mover las caderas y Jongin comprendió. Empezó a mover sus caderas, haciendo un vaivén de adelante para atrás. Baekhyun gemía alto, mientras hacía puño las cobijas que estaban bajo él. Sudor caía del rostro de ambos. Jongin logró tocar ese punto que hizo gritar a Baekhyun. Unas cuantas embestidas más y Baekhyun se vino, sin que Jongin le hubiese tocado. Segundos después, Jongin se vino dentro del mayor. Los dos cayeron cansados en la cama, Jongin al lado de Baekhyun, y el primero los cobijó a ambos. Los dos quedaron dormidos.

"—Tengo que regresar con Junmyeon." Es lo que había respondido Baekhyun cuando Jongin le preguntó si se quedaría a cenar con él. La noche había caído cuando Baekhyun se despertó. Había despertado con Jongin al lado, el cual había pasado uno de sus brazos por su cintura. Había quitado con cuidado el brazo de Jongin y se levantó de la cama. Había recogido su ropa y salió del cuarto en silencio, aunque era tonto, ya que el menor aunque si temblara, no se despertaría. Al salir, anduvo abriendo puerta por puerta hasta que encontró el baño. Entró y se metió en la ducha, se sentía pegajoso por el sudor y por el seme de Jongin que se le había pegado entre sus piernas. Se dio una rápida ducha. Al salir se puso alrededor de la cintura una toalla que encontró colgando cerca de la ducha, se secó el cuerpo con esta y se puso su ropa. Con la misma toalla, ya que fue la única que encontró, se secó un poco el cabello. Se vio en el espejo y agradeció que Jongin no le dejó ninguna marca visible en el cuello. Salió del baño y trató de ir hacia la entrada e irse de allí. Trató, ya que cuando estaba llegando a su destino, Jongin le llamó. "—¿Te quedarás a cenar?" Y con esa pregunta hecha, Baekhyun le había respondido. Este último trató de buscar su celular en los bolsillos de su pantalón, nada.

—Ten —dijo Jongin, entregándole el celular—. Se habrá caído cuando tiré tus pantalones al suelo. Cuando desperté casi me caí al suelo, porque me deslice con él. No se arruinó y ni nada. Creo.

Baekhyun cogió el celular y lo encendió, para su buena suerte aún encendía, para su mala es que habían diez llamadas perdidas de su esposo y once mensajes.

—Dios. Junmyeon me ha llamado un montón de veces. Tengo que regresar —dijo Baekhyun, más para sí mismo que para Jongin. Este último rió—. ¿Qué es tan divertido? —preguntó.

—No, nada. Es que aún recuerdo que me dijiste que estabas casado y que querías mucho a tu marido y que, "No quiero hacerle a mi marido lo tú me hiciste" —dijo lo último en el mismo tono que había usado Baekhyun al decirlo. Continuó riendo.

—Y yo aún recuerdo que me dijiste que tenías a Luhan y no querías volver a cometer el mismo error dos veces —contestó Baekhyun. Jongin dejó de reír.

—En serio, será mejor no vernos por un tiempo, es la única opción —habló el menor.

—Lo sé —dijo Baekhyun. Se acercó a la entrada—. Bueno, adiós.

Jongin también se había acercado hasta la entrada—. Adiós.

"—Dios, me odio." Fue lo que se dijo Baekhyun después de decirle a Junmyeon que le habían llamado del trabajo por un problema y se había presentado delante la puerta del departamento de Jongin, volviendo a tener otra sesión de sexo, antes pero, le había llamado para preguntarle si Luhan estaba en casa, Jongin le había respondido con una negación. Los dos estaban desnudos, cubiertos sólo por la cobija que cubría sus partes íntimas, acostados en la cama mirando el techo.

—Te odio Kim Jongin, eres una maldita tentación —dijo Baekhyun.

—También me odio y te odio a ti.

Desde ese día, Baekhyun y Jongin quedaban de vez en cuando, siempre que podían, ya que Luhan había regresado de su viaje de trabajo y Jongin hacía el suyo. En otra parte, Baekhyun seguía mintiéndole a Junmyeon, siempre le decía que había problemas en el trabajo o que iba a ir a ver a un amigo, bueno, eso no era una gran mentira. En las mañanas, para que Junmyeon no sospechara que ya no trabajaba en la empresa de alquiler de coches, salía para buscar un trabajo, siempre sin ningún resultado, y después de su búsqueda se iba a Sugars y se quedaba allí por un buen tiempo, hasta que regresaba a casa o iba donde Jongin. Sólo una vez Jongin había ido a la casa de Baekhyun, ya que Junmyeon había ido a visitar a sus padres hasta Gangnam. Para la suerte de Baekhyun, al no encontrar trabajo, sus abuelos le había dejado una gran herencia cuando murieron hace unos años.

"—No sé cuántas veces he cambiado las sábanas a la cama." Había dicho Jongin, después que hicieron sexo, de nuevo. Los dos estaban en el departamento de este. Luhan estaba trabajando y Baekhyun le había mentido, otra vez, a Junmyeon antes de ir donde el menor. Baekhyun estaba acostado en la cama, sólo con unos calzoncillos negros, viendo al menor, desnudo, llevando las cobijas que antes había quitado de la cama hasta el baño para así lavarlas. Baekhyun había ayudado a poner las nuevas cobijas a la cama. Jongin regresó del baño y buscó algo que ponerse. Encontró unos boxers grises y se los puso, también unos pantalones de deporte muy holgados y se vistió con ellos.

—Me gusta —dijo Jongin, después de ponerse los pantalones.

—¿Qué? —preguntó confundido el mayor.

—Me gusta que no te avergüence verme desnudo o verte desnudo después del sexo —Baekhyun le miró sin comprender—. Es que muchas personas después de tener sexo se avergüenzan de ver a sus parejas desnudas. Tú en cambio te sientes tranquilo y me miras tranquilo.

—Dios, eso es algo estúpido, te lo digo. Además también es estúpido que sientas vergüenza cuando hace poco haz tenido sexo con otra persona. Y más, obvio que estoy tranquilo, ¿cuántas veces te he visto desnudo desde que te conozco? —Contestó Baekhyun. Jongin rió.

Se quedaron sin decirse nada por un rato, hasta que Baekhyun abrió la boca y de ella salió una pregunta.

—¿Por qué lo hiciste?

Jongin, el cual estaba recostado a los pies de Baekhyun con los ojos cerrados había respondido con un "¿Mmm, el qué?" Al no recibir respuesta abrió su ojo izquierdo y le miró de reojo. Baekhyun le devolvía la mirada, esperando por la respuesta a la pregunta que nunca le hizo cuando sucedieron las cosas. Jongin al comprender de qué hablaba Baekhyun, respondió.

—No lo sé. No me lo logro explicar porqué lo hice —hizo una pausa—. Al ver que ya lo había hecho una vez, lo hice por segunda vez y otra vez.

Quedaron en silencio. Baekhyun había dirigido su vista hasta sus manos, las cuales descansaban en su regazo.

—¿Y tú? ¿Cómo lo descubriste? —preguntó Jongin.

—Tus llegadas a la casa muy tarde. Tus mentiras, diciendo que te tenías que ir al trabajo por problemas y tus regresos hasta el día siguiente. En un principio quería creerte, quería creer que en serio todo eso pasaba por tu trabajo, pero no pude más y contraté un investigador privado. Y bueno, así —explicó.

Volvieron a quedar en silencio, pero el rugir de un estómago hambriento interrumpió el silencio que reinaba.

—Dios, me muero de hambre —comentó riendo Baekhyun.

—Deja de decir tanto Dios. Siempre haz tenido ese hábito de decirlo —dijo riendo—. Te puedo ofrecer un plato enorme de carne con un vaso grande de leche caliente —ofreció mientras se sentaba en la cama.

Baekhyun le miró sin comprender a lo que decía, mientras que el menor sólo le miraba y sonreía de lado. Pocos segundos pasaron hasta que logró entender lo que recién había dicho Jongin.

—¡Dios!

Baekhyun se levantó de la cama y se vistió. Jongin le imitó. Baekhyun estaba por salir del cuarto, cuando escuchó que alguien estaba abriendo la puerta principal. Un susto invadió todo su cuerpo. Se volvió hacia Jongin, el cual se miraba tranquilo, como si no hubiera escuchado nada.

—Creo que Luhan ha regresado —susurró.

—¿Cómo?

—¡Jongin! —se escuchó la voz que venía desde la sala de la casa.

—Joder —fue lo único que pudo decir Jongin.

Los dos entraron en pánico. Jongin por impulso cerró la puerta, haciendo fuerza al hacerlo. Los dos se quedaron viendo, pensando en qué tenían que hacer. Jongin sintió como Luhan tocaba a la puerta y trataba de abrirla. Luhan le había preguntado si todo estaba bien, el menor le había respondido que sí, que dentro de unos segundos salía. Al no llegar a pensar en un plan, Jongin le dijo en voz baja a Baekhyun que se escondiera debajo de la cama y que trataría de distraer a Luhan para que pudiera salir del departamento. Baekhyun obedeció a lo dicho y se escondió debajo la cama. Al ver que el mayor se había escondido, Jongin trató de calmarse y salió del cuarto.

—¡Luhan! —exclamó al ver a su novio en la cocina, cortando unas verduras que metía en una olla con agua.

—Jongin —respondió con una sonrisa. Se acercó al menor y le besó en los labios.

—Haz regresado temprano hoy.

—Sí. Es que hubo problemas con algunas cosas y al ver que se tardarían en arreglarlas, mandaron a todos a casa —explicó. Jongin sólo asintió—. Iré a bañarme, ¿puedes continuar con esto?

—Claro, ve. Yo sigo.

Jongin esperó un momento, hasta que escuchó el agua de la ducha caer. Se alejó de la cocina y entró al cuarto.

—Baekhyun, puedes salir.

Baekhyun al escuchar las palabras de Jongin, salió debajo de la cama. Jongin le dijo que Luhan se estaba bañando y que podía irse ahora. Baekhyun no espero a que Jongin lo volviera a repetir. Cuando salió del cuarto y comenzó a acercarse a la puerta principal, Jongin iba detrás de él. Baekhyun estaba por salir del departamento, cuando la voz de Luhan llamó el nombre de Jongin.

—¿Sí? —respondió.

Luhan, quién había salido del baño con una bata, observó a la persona que estaba al lado de Jongin. Este último al ver donde se dirigía la vista de su novio, trató de inventar la mejor excusa del mundo.

—Luhan.

—¿Quién es él? —preguntó.

—Él es... es un viejo amigo de la Universidad. Hace mucho no nos vemos y ha venido a visitarme —respondió.

Baekhyun, que aun estaba con medio cuerpo fuera del departamento, volvió a entrar a este y se volteó para ver a Luhan.

—Hola. Soy Baekhyun.

—Mucho gusto Baekhyun, yo soy Luhan —se medio inclinó para saludar, Baekhyun le imitó—. ¿Haz venido a por Jongin?

—Ehm... sí, sí. Pero ha surgido un problema y vine para decirle que hoy no podremos salir como los viejos tiempos —respondió.

—Que mal. Puedes quedarte a cenar con nosotros si gustas —ofreció Luhan con una sonrisa.

—Oh, no, no. Tengo que regresar a casa, mi marido me espera —rechazó la propuesta.

—Está bien. Espero que un día puedas cenar con nosotros. Sabes, los amigos de Jongin son también mis amigos.

—Si supieras que tengo sexo con él, no dirías lo mismo—pensó—. Claro —respondió simplemente con una pequeña sonrisa—. Bueno, me retiro, que tengan buenas noches. Adiós.

—Adiós —dijeron Luhan y Jongin al mismo tiempo.

—Que simpático. Me agrada —dijo Luhan apenas Jongin cerró la puerta. Jongin sólo pudo asentir a lo dicho.

"—Me preocupas." Había dicho Junmyeon unos días después a Baekhyun, cuando este regresó a la casa después de haber tenido otro encuentro en el departamento de Jongin. "—¿Por qué?" Le había respondido Baekhyun. Junmyeon después le comenzó a contar que le preocupaba que estuviera trabajando tantas horas extras por las noches. Baekhyun simplemente le había respondido que no se preocupara, que no era tan pesante el trabajo que hacía. Con eso cerraron la conversación.
A la mañana siguiente Baekhyun se levantó a la misma hora de todos los días. Hizo todo lo que uno hace cuando comienza su día. Se despidió de Junmyeon y salió de casa, con la esperanza de encontrar un trabajo ese día. Anduvo por lugares a los que nunca había ido, buscando algún cartel que dijera "Se busca personal." Baekhyun estuvo toda la mañana en busca de un puesto de trabajo, nada. Cuando se cansó, fue donde siempre iba, a Sugars. Al llegar a la cafetería, saludó a la señora Jung y a los empleados. Ya que iba todos los días allí, los meseros ya sabían lo que iba a pedir sin pedirle la orden, lo de siempre, una tarta de fresas y una taza de café. Esto, a Baekhyun, le hizo volver a los viejos tiempos. Su orden llegó y comenzó a comer su tarta, haciendo pausas para beber un poco del buen café de Sugars.

—¿Pasa algo, Baekhyun? —preguntó la señora Jung, quién se acercó al castaño.

Baekhyun levantó su vista de la tarta y miró a la señora Jung. Este negó y preguntó—. ¿Por qué?

—No sé, pero hay algo que me dice que te tienes algún problema —dijo.

Baekhyun pensó un poco, si decirle, o no, lo que le pasaba. Al final decidió contarle. Le dijo que hace unas cuantas semanas atrás le había despedido del trabajo, como le contó la vez que volvió a Sugars de nuevo, y que desde ese entonces trataba de buscar algún lugar donde trabajar, pero sin ningún resultado. La señora Jung, quien se había sentado delante de Baekhyun, se quedó pensando en lo apenas dicho del castaño.

—Te puedo ayudar —dijo la señora Jung después de pensar bien lo que diría.

—¿Cómo? —preguntó confundido y esperanzado.

—Justo, justo dentro de tres días, una de mis empleadas va a viajar por unos meses por su luna de miel. Antes estaba pensando no buscar a alguien, pero te puedo hacer este favor y ofrecerte el trabajo, temporal. Obvio, si te gustaría trabajar como mesero —explicó.

—¡SÍ! —exclamó alegre Baekhyun.

—Bien, puedes comenzar mañana miércoles, le diré a mi empleada que puede comenzar a descansar desde mañana. Trabajarás de lunes a miércoles de ocho de la mañana a doce y media del mediodía y de viernes a domingo. Los domingos tendrás que hacer sólo la tarde, abrimos a las tres y media y cerramos hasta a las siete y media —explicó.

—Está bien. ¡Gracias! ¡Muchas gracias señora Jung! —agradeció.

Ese día en la tarde, Baekhyun llamó a Junmyeon y le dijo que iba a celebrar el ascenso de uno de sus compañeros de trabajo, le avisó que llegaría tarde. Obviamente, era una gran mentira. Antes de llamar a Junmyeon, había llamado a Jongin y le había preguntado si estaba ocupado esa noche. El menor le había respondido que trabajaba, pero iba a tratar de terminar lo más rápido posible. Baekhyun le dijo si se podían ver en el restaurante de comida china que estaba cerca de su casa a las nueve, si era posible. Jongin aceptó.

"—¿Qué ha pasado?" Había preguntado Jongin. Baekhyun y él se habían reunido en el restaurante de comida china esa noche. Los dos estaban comiendo en una mesa que estaba en el centro del restaurante. Habían ordenado dos platos de Lo mein, Chow Mein, Chop Suey y también seis Chun kun. Mientras comían, Baekhyun le contaba a Jongin sobre lo que le sucedió esa mañana. Baekhyun, en uno de sus tantos encuentros con Jongin, le había contado sobre lo que pasó el día que se encontraron en Sugars hace casi ya dos meses, sobre que se había despertado tarde y había perdido su trabajo. Jongin, al escuchar la buena nueva que le contaba Baekhyun, se alegró por él y le ofreció pagar él por esa cena esta noche. Baekhyun, al principio negando tal oferta, cedió, ya que Jongin no dejaba de ofrecerse a pagar. Esa noche la pasaron bien los dos. Finalizó la cena y cada uno se fue a su propria casa, sin que ninguno de los dos deseara un encuentro sexual.

"—¿Baekhyun?" Baekhyun estaba limpiando una mesa, cuando sintió que alguien llamó su nombre y le tocó el hombro, ya habían pasado cuatro días desde que comenzó a trabajar en Sugars. Volteó su cabeza hacia la persona que le había llamado, se sorprendió al encontrarse a Luhan en frente de él. Baekhyun le saludó y hablaron un poco y Luhan le pidió a Baekhyun si podía él coger su orden, Baekhyun asintió. El mayor de los dos dirigió a Baekhyun hasta la mesa donde estaba. Luhan se sentó en una de las mesas del centro, pero no estaba solo. En la otra silla había otro chico de cabello rizado castaño que leía el menú de la cafetería. Cuando sintió que alguien se sentó en la silla al frente de él, levantó su vista de la letura y le sonrió a Luhan, este último le devolvió la sonrisa. Baekhyun se puso al lado de la mesa, sacando de una bolsa del delantal que tenía, una libreta. Antes que Baekhyun pudiera decir la pregunta célebre entre los meseros, Luhan habló.

—Chanyeol, él es Baekhyun. Es un amigo de Jongin —presentó.

Chanyeol se levantó de su silla y extendió su mano hacia Baekhyun. El castaño tuvo que levantar de más su mirada para atrapar los ojos del rizado, ya que era unos centímetros más alto que él. Baekhyun cogió la mano que Chanyeol le había tendido y la apretó.

—Mucho gusto Baekhyun, Park Chanyeol. Soy un compañero de trabajo de Luhan —dijo veloz el alto.

—El gusto es mío Chanyeol —Chanyeol sonrió, haciendo ver todos sus blancos dientes y se volvió a sentar—. Bien, ¿qué van a ordenar? —preguntó cortés Baekhyun.

—Yo un Frappucciono de chocolate blanco con cuatro Muffins de chocolate, por favor —pidió Luhan.

—Ehm... yo un Cappuccino, caliente —pidió Chanyeol.

Baekhyun levantó una ceja al escuchar que pedía un Cappuccino caliente. Luhan rió.

—Chanyeol bebe cosas calientes aunque si estamos en Agosto a casi treinta y seis grados —dijo Luhan. Baekhyun asintió.

—También un pastel de limón —volvió a hablar el rizado.

Baekhyun escribió sus ordenes y con un, "Vuelvo en un momento con sus ordenes." se retiró. Dejó la orden en la caja y fue hacia otras mesas para ver si algún que otro cliente quería algo más. Al rato, llevó las ordenes hasta la mesa de Luhan y su compañero y continuó con su trabajo.

Era un jueves y Jongin no tenía trabajo ese día, así que decidió ir a Sugars, esperando encontrar a Baekhyun, sólo que después recordó que el castaño le había dicho que los jueves no trabajaba. Con la esperanza baja de encontrarse con el castaño esa mañana, llegó a la cafetería y se adentró a esta, buscando alguna mesa libre. En lo que hacía su búsqueda, su mirada captó una cabellera muy conocido para él, la cual estaba acompañada por otra persona desconocida a él. Se acercó hasta esa mesa y lo que vio le sorprendió y mucho. Su novio, estaba agarrado cariñosamente de las manos con el desconocido.

—¿Luhan? —llamó.

Luhan al escuchar su nombre, giró un poco su cabeza hacia la voz que lo llamó y apenas lo hizo, sus manos se alejaron de las de su acompañante y se paró de su asiento.

—¡Jongin! —exclamó sorprendido y asustado al encontrarse a Jongin allí.

—¿Qué pasa aquí? —preguntó, cambiando de vista entre Luhan y el extraño.

—Y-yo-

—Sabes qué, mejor me lo dices en la casa. ¿Está bien? —le interrumpió. Luhan sólo pudo asentir.

Jongin hizo lo que tenía que hacer en Sugars y se retiró de allí, sin voltearse ni aunque una vez hacia la mesa de Luhan.

Jongin estaba en su departamento, esperando por Luhan, el cual unos minutos después llegó a la casa. Al encontrarse con Jongin sentado en el sofá, agachó su mirada y se acercó al menor.
Jongin esperó a que Luhan se acomodara.

—¿Me contarás o? —preguntó Jongin.

Luhan se acomodó mejor en el sofá y miró directo a los ojos de Jongin y dijo.

—Lo conocí hace cuatro meses casi, se llama Chanyeol, también es un modelo y en ese tiempo estaba comenzando a trabajar donde trabajo —se lamió los labios e hizo una pequeña pausa—. Después de una sesión de fotos me pidió salir y desde entonces comenzábamos a ir juntos a muchos lugares. Al principio sólo saliamos como amigos, pero poco comenzó a gustarme y al final me enamoré de él.

Luhan volvió su vista al suelo y quedaron en silencio. Jongin no estaba enojado y ni nada con Luhan, porque aunque él ha estado haciendo lo mismo que Luhan. Serle infiel.

—Está bien —dijo después de un momento Jongin.

—Lo lamento —se disculpó el mayor.

—No lo hagas.

—Pero-

—No. Escucha, yo también te he estado siendo infiel —dijo.

—¿Cómo?

—Me he estado viendo con alguien a tus espaldas, pero lo nuestro no es como lo que tienes tú y Chanyeol, es diferente —explicó.

—Oh. ¿Es... es Baekhyun? —dijo con duda. Jongin asintió—. Entiendo.

Quedaron en silencio unos minutos y Jongin preguntó "—¿Entonces?" para que después volvieran a quedar en silencio. Luhan interrumpió el silencio.

—Tú me gustas Jongin, pero-

—Lo amas a él —concluyó la frase del mayor. Luhan asintió. Jongin prosiguió diciendo—. No le encuentro más utilidad a esta relación, si estás de acuerdo. Fue hermoso haberte conocido Luhan —le sonrió.

—De igual manera Jongin —correspondió a la sonrisa.

Los dos se levantaron del sofá y se dirigieron a la puerta principal. Luhan salió del departamento, pero antes de irse se giró hacia Jongin y le dijo:

—Te tengo sólo una pregunta Jongin.

—Dime.

—¿Qué sientes por él? —preguntó.

Jongin se quedó viendo fijamente el bello rostro de Luhan y quedó en silencio por unos segundos, hasta que de su boca salieron "—Lo sigo amando." Luhan, sin comprender el porqué Jongin habló como si desde antes amaba a Baekhyun, se retiró de allí.

"—Terminé con Luhan." Jongin contó. Baekhyun estaba acostado en el sofá, apoyando su cabeza en las piernas de Jongin. Los dos estaban viendo una película cualquier en la televisión. Hace una hora, Jongin había llamado a Baekhyun y le había preguntado si podía ir a su departamento en ese momento, Baekhyun le había respondido que sí y pocos minutos después de esa llamada, Baekhyun estaba tocando a la puerta del menor. "—¿Sucede algo?" Baekhyun le había preguntado. "—¿Quieres ver una película?" Jongin sólo le había respondido con una pregunta. Baekhyun había dicho que sí y espero a que el menor deseara hablar. Jongin había puesto un CD en el DVD de alguna película que ni siquiera vio la portada y se sentó en el sofá. Baekhyun le imitó, pero se acostó, puso su cabeza en las piernas del menor y este último hizo reproducir la película. Jongin con su mano izquierda estaba acariciando la cabeza del mayor y la otra mano estaba apoyada en la panza, la cual tenía entrelazada con la mano izquierda de Baekhyun. Estuvieron en silencio viendo la película, hasta que Jongin habló y contó sobre lo de Luhan. Baekhyun sólo expresó un oh con lo dicho de Jongin. Volvieron a estar en silencio. "—¿Por qué?" Preguntó Baekhyun unos minutos después. Jongin comenzó a contarle todo lo que Luhan le había dicho.

—¿Cómo dijiste que se llamaba el... novio de Luhan? —preguntó curioso Baekhyun.

—Chanyeol.

—¿Chanyeol? Siento que lo he oído en algún parte —calló y pensó—. ¡Ah! ¡Sí! Hace dos semanas creo, me encontré a Luhan en Sugars y estaba acompañado por ese tal Chanyeol.

—¿En serio? —Baekhyun asintió—. ¿Cómo es? Hoy lo vi, pero no le presté mucha atención a su aspecto —cuestionó y explicó.

—Pues es alto, muy alto, cabello rizado castaño, una gran sonrisa y muy bueno —respondió.

—¿Muy bueno? ¿En qué sentido?

—Muy bueno, muy guapo, en ese sentido.

La mano de Jongin, la que estaba entrelazada con la de Baekhyun, apretó el agarre. Baekhyun sonrió, había logrado lo que quería, poner celoso a Jongin.

—Guapo eh —dijo únicamente el menor.

—Sí, muy guapo.

Se levantó del sofá y se puso encima de Jongin, posicionando sus piernas a los costados de este último. Acercó sus labios a una oreja de Jongin y susurró "—Pero no se compara en nada contigo." Los labios de Jongin buscaron los de Baekhyun y tuvieron una muy divertida noche.

"—¿Por qué me haz estado mintiendo?" Preguntó Junmyeon ese sábado, dos días después que Jongin le contara a Baekhyun que había terminado con Luhan. Estaban sentados uno frente al otro en la mesa, estaban cenando. Baekhyun se atragantó con un poco de comida al escuchar lo que dijo su marido. Bebió del agua que estaba en su vaso. "—¿Cómo?" Preguntó confundido Baekhyun al terminar de beber y bajar la comida con la cual se atragantó. Junmyeon estaba viéndole directamente. Junmyeon suspiró y sólo le dijo a Baekhyun que terminaran de comer, que hablarían mejor después de la cena. A Baekhyun se le había pasado el hambre después de lo dicho de Junmyeon, pero hizo esfuerzo para terminar su comida. Al terminar, los dos recogieron sus platos y los llevaron hasta la cocina para dejarlos en la lavavajillas. Junmyeon fue el primero en retirarse de la cocina. Baekhyun le siguió poco después y se lo encontró sentado en uno de los sillones de la sala. A paso lento, el castaño comenzó a acercarse a su marido y se sentó en el sofá que estaba al lado del sillón donde estaba sentado Junmyeon.

—Ayer fui a buscarte a tu trabajo, ya que quería preguntar porqué te hacían trabajar tanto hasta en las noches, pero adivina qué —Junmyeon calló, esperando que Baekhyun le respondiera. No dijo nada, por ello el mayor continuó—. Me dijeron que ya no trabajas allí desde hace dos meses y medio. ¿Me puedes explicar porqué me haz estado mintiendo todo este tiempo?

Baekhyun mordía su labio inferior y tenía su vista clavada en el suelo, no tenía el valor de verle a los ojos. Tampoco sabía qué decirle. Junmyeon esperó paciente por una respuesta. Baekhyun apoyó sus codos en sus piernas y se cubrió el rostro con sus manos.

—Dios. Lo siento. Lo siento. Lo siento —Baekhyun se disculpaba, quería llorar, pero las lágrimas no bajaban de sus ojos.

—¿Por qué? ¿Qué haz estado haciendo todas estas noches que salías? —preguntó Junmyeon.

En realidad él sabía o se hacía una idea sobre el motivo de las salidas de Baekhyun, pero esperaba que fuera él quién se la dijera. Esa mañana, después de ir al trabajo, antiguo trabajo, de su esposo y que le dijeran que no trabaja más allí, comenzó a pensar en muchas cosas. Al llegar a casa, su única conclusión fue que Baekhyun miraba a alguien más a sus espaldas. En un principio pensó en no decirle a Baekhyun que sabía de su engaño, sabía que muchos de los divorcios de un matrimonio son por culpa de la infidelidad y lo último que quería era divorciar de Baekhyun. Pero sabía que si no se lo decía, iba a continuar y tampoco quería que el menor le dijera más mentiras, porque sabía que estaría todo el día pensando en lo que Baekhyun estuviera haciendo con su amante.

—Y-yo... Junmyeon, yo-

—Es tarde —interrumpió Junmyeon—. Es mejor que vayamos a dormir.

Junmyeon se levantó del sillón y se retiró de la sala para subir por las escaleras e ir a la habitación de los dos esposos. Junmyeon no comprendió porqué no dejó que Baekhyun le dijera lo que tenía en su mente desde esa mañana. Tal vez sus deseos de seguir con Baekhyun eran más grandes que la infidelidad de su esposo.

A la mañana siguiente, Baekhyun se despertó antes de su marido. Se duchó y se vistió para después bajar las escaleras y meterse a la cocina a preparar el desayuno. Había hecho un desayuno americano, huevos y tocino, waffles, jugo de naranja y café. Puso los platos con comida en la mesa, sirvió el jugo de naranja en dos vasos y el café en dos tazas. Se sentó en su lugar de la mesa y espero a que su marido bajara, no había necesidad de irlo a despertar porque Junmyeon siempre se despertaba solo, a la misma hora, todas las mañanas. Esperó unos minutos más y al ver que su marido no bajaba, decidió ir a buscarlo. Al entrar a la habitación, se sorprendió al ver que Junmyeon estaba preparando una maleta, con toda su ropa en ella.

—¿Qué haces? —preguntó Baekhyun.

—Iré donde mis padres por unos días —respondió.

—¿Por qué? —volvió a preguntar.

—Sólo quiero ir a verlos. No es que tenga que tener un motivo para ir a ver a mis padres —contestó un poco enojado—. Lo siento —calmado, se disculpó.

—Junmyeon, sobre anoche, yo-

—¿Estarás bien por estos días que no estaré? —lo interrumpió Junmyeon.

Baekhyun asintió y trató de volver a hablar—. Lo siento Junmyeon, yo-

—Mis padres seguro se preguntarán porque no te llevé —volvió a interrumpir a Baekhyun. Cerró la maleta con sus cosas adentro y la cogió con una mano de la correa que tenía—. Les diré qu-

—¡Me he estado mirando con alguien más! —explotó Baekhyun.

Junmyeon dejó la maleta en el suelo y su mirada quedó clavada en la maleta. Quedaron en silencio. "—Lo sé. No tenías que decírmelo." Fue lo que dijo Junmyeon cuando cogió su maleta y salió de la habitación, sin mirar a Baekhyun en ningún momento.

"—Junmyeon se enteró que te miro a escondidas de él. Bueno, sabe que miro a alguien, no sabe que eres tú." Le había contado Baekhyun a Jongin. Casi diez minutos después que Junmyeon se retirará de la casa, Baekhyun llamó a Jongin y le pidió que fuera a su casa. Treinta minutos después, Jongin llegó y lo primero que hizo Baekhyun al verlo en la entrada, fue abrazarlo, pasando sus manos por el cuello del alto, y decirle lo de Junmyeon.

—Dios y lo peor de todo es que no me siento triste por esto —contó Baekhyun.

Habían pasado a la sala y Baekhyun le había pedido si se podían acostar en el sofá, Jongin había aceptado. Ahora estaban acostados en el sofá, abrazados.

—¿Fue asi cómo te sentiste cuando descubrí tu infidelidad? —le preguntó Baekhyun.

—La verdad, me sentí pésimo. Peor fue cuando me dijiste que querías el divorcio —respondió Jongin—. Aunque si parecía calmo, por dentro estaba muriendo.

—¿Por qué no me dijiste que no querías el divorcio? —volvió a preguntar.

—No lo sé. Tal vez porque era lo que querías. Tal vez porque tú, siendo un rencoroso, me lo recordarías todos los días y yo me sentiría como la mierda. Hay muchas cosas, no sabría decir cual es la exacta —explicó.

—Dios, creo que dentro de unos días volveré a estar, otra vez, divorciado, soltero —dijo Baekhyun.

—¿Soltero? ¿Disculpa? ¿Yo qué soy? —preguntó ofendido Jongin.

—No lo sé. ¿Qué somos Jongin? No me digas que somos amantes. No es lo que quiero escuchar —dijo lo último en un tono más bajo.

—¿Qué quieres escuchar, Baekhyun? —le preguntó Jongin.

—Ni yo sé —respondió simple. Suspiró—. Dentro de cinco horas tendré que irme al trabajo.

Jongin apretó más el abrazo—. Di que no te sientes bien y quedémonos aquí todo el día.

—No puedo, es mi deber ir.

Y como si su cuerpo traicionara sus palabras, se acomodó en el sillón para estar más cómodo entre los brazos de Jongin. Baekhyun levantó su rostro hacia Jongin y este último le miró de vuelta. El mayor estiró un poco su cuello y juntó sus labios con el menor, Jongin correspondió, dando inicio a un beso tierno y lento. Después de unos diez segundos de estarse besando, se separaron. Baekhyun apoyó su cabeza en el pecho de Jongin y cerró sus ojos. Con una felicidad que ni el propio Baekhyun entendía, comenzó a dormirse, escuchando al fondo un murmullo que comprendió perfectamente. Jongin con un "—Te amo Baekhyun." sin saber que el mayor lo escuchó, lo acompañó poco después.

"—Sabrás qué son estos papeles ¿no?" Junmyeon le dijo a Baekhyun, este sólo asintió ante la pregunta. El mayor regresó a la casa un viernes en la tarde, había pasado como dos semanas desde que partió donde sus padres. En esos días, cuando podía, Jongin se había quedaba con Baekhyun, en la casa del último. Junmyeon al llegar a la casa con sólo una carpeta blanca en manos, se dirigió al comedor y se sentó en una silla, esperó a que Baekhyun le imitara. Con Baekhyun sentado al frente de Junmyeon, este abrió la carpeta y sacó de ella unas cuantas páginas y se las pasó a Baekhyun, quién las cogió.

—Nunca pensé que esto llegaría a pasar un día —confesó Junmyeon—. Pensé que íbamos a seguir el "Hasta que la muerte los separa."

—Lo siento Junmyeon. Lo siento mucho —dijo sinceramente Baekhyun.

—No, no lo digas. Cada lo siento que sale de tu boca me hace querer romper esos papeles y hacer como si nada hubiera pasado... Pero algo ha pasado —dijo en un tono bajo y suave—. Te amo demasiado Baekhyun, tanto que hasta te perdonaría esto... Pero a la vez no puedo. ¿Qué hice Baekhyun? ¿No eras feliz conmigo? ¿Todo es mi culpa? —cuestionó con la voz quebrada.

De los ojos de Baekhyun comenzaron a caer lágrimas. Se levantó de su asiento, se acercó hasta Junmyeon y lo abrazó. El mayor le devolvió el abrazo, llorando.

—Nada es tu culpa, Junmyeon. Eres el hombre perfecto. Aquí el único culpable soy yo. No merezco tu perdón, pero espero que puedas perdónarme —dijo el menor, aún con lágrimas cayendo de sus ojos.

Los dos se calmaron unos minutos después y cada uno puso su firma en los lugares donde se necesitaban. Junmyeon se despidió de Baekhyun con un beso en la mejilla y un abrazo. Oficialmente, Baekhyun estaba divorciado.

"—¡¿Dónde estás?! ¡Dios!" Un Baekhyun, malhumorado y con frío, gritó a la bocina del celular. Habían pasado ya tres meses desde que Baekhyun se divorció de Junmyeon. Estaban en Diciembre. Las temperaturas estaban muy bajas y nevaba. Sólo personas que tenían que hacer algo urgente, comprar cosas para Navidad o esperar como idiotas a sus parejas en la montaña de Namsan, donde se encontraba la Torre Namsan, salían a la calle.

Dos semanas después de lo sucedido con Baekhyun y Junmyeon, Jongin tocó a la puerta de la casa de Baekhyun con flores en una mano y una caja con un pastel de chocolate con fresas adentro. Baekhyun al no comprender muy bien la acción de Jongin, al abrir la caja, que el menor le había pedido que hiciera, comprendió todo. Encima de la torta de chocolate, que tenía las fresas alrededor, estaba escrito con crema blanca "Prometo no volver a ser un idiota. ¿Me das una última oportunidad?" Baekhyun había cubierto su rostro con sus manos para que Jongin no viera que estaba llorando. Le daba vergüenza que Jongin pensara que aun lloraba con estas cosas que eran tan comunes en él. Jongin pensó que Baekhyun se había enojado y estaba calmando su ira, grande era su preocupación de que Baekhyun le echara de la casa. "—Dios. Eres un imbécil." Lágrimas cayendo de sus ojos y con esa frase dicha, se abrazó a Jongin. Jongin con esa acción pudo soltar el aire que ni sabia que estaba deteniendo y pasó sus brazos por la cintura del castaño.

Jongin había citado a Baekhyun en la Torre Namsan a una hora exacta. Baekhyun llegó allí con dos minutos de retraso, pero Jongin tenía casi treinta. Eran casi las ocho de la noche y Jongin lo había citado a las siete y media. Había llamado a Jongin una cantidad exagerada de veces, preguntándole dónde estaba, el menor sólo le respondía que estaba llegando. Baekhyun poco a poco sentía que se estaba congelando. En una de las tantas llamadas, Jongin le había indicado a Baekhyun que entrara a la torre y subiera hasta arriba, donde los enamorados, cuando iban, dejaban sus candados con sus nombres escritos. Baekhyun le obedeció, se adentró a la torre y cogió el ascensor para subir. Al llegar a su destino, salió del ascensor. Esperó a que Jongin le llamará, pero al no hacerlo, decidió llamarlo él.

—Jongin, estoy aquí arriba —dijo.

—Bien. Espera unos minutos, ya llego —contestó y colgó.

Baekhyun se estaba estresando. Él hubiera preferido estar en su casa, en lo cálido, bebiendo una taza de chocolate caliente o un té. Pero estaba aquí porque Jongin, aparte, le había dicho que era una cosa urgente. Unos minutos más tarde, vio llegar a Jongin. Jongin llegó hasta donde estaba Baekhyun, le cogió de la mano y lo halo con él. Baekhyun al no entender, sólo dejó que el menor le guiara. Salieron hasta el lugar donde estaban un sin número de candados y donde se podía ver la ciudad de Seúl. Jongin soltó la mano de Baekhyun y le pidió que cerrara los ojos, sin preguntarse el porqué, Baekhyun lo hizo. Sintió que Jongin movió su cuerpo y se alejó por unos instantes.

—Contaré hasta tres, cuando llegue al número tienes que abrir tus ojos y mirar hacia abajo —le explicó Jongin.

—¿Me vas a dejar caer desde aquí? Si ya te aburrí sólo dímelo, no tienes que matarme —bromeó Baekhyun y Jongin rió.

—Sólo hazlo —Baekhyun asintió.

Jongin comenzó a contar lentamente. Baekhyun se mordía el labio inferior, estaba que moría internamente, no se podía imaginar lo que Jongin había preparado. Jongin llegó al tres y como el menor le había ordenado, abrió sus ojos y dirigió su vista hasta abajo. Quedó sin palabras. Desde donde estaba Baekhyun se podía observar, y juraba no haber visto cuando llegó, un corazón hecho por velas de color rojo y en su interior había velas azules que formaban en coreano la frase "¿Quieres volver a casarte conmigo?"

¿Si Baekhyun estaba llorando? Sí, lo estaba y no paraban de bajar de sus ojos las gotas saladas. Baekhyun siempre iba a llorar con cualquier cosa que Jongin hiciera, era un hecho. Se volteó para ver a Jongin y este le miraba con una pequeña sonrisa con esperanzas a que Baekhyun le dijera que sí. Al ver que Baekhyun sólo le miraba, aún llorando, decidió hablar.

—Te prometo que no volveré hacer nada que te hago daño. Prometo que haré todo lo posible para hacerte feliz —prometió Jongin.

—Yo no quiero promesas Jongin —contesto Baekhyun. Jongin temió por ello—. Yo quiero hechos.

—Entonces sólo dame esta oportunidad —pidió el menor.

—Siempre haz tenido una oportunidad, Jongin —dijo Baekhyun.

Y con un beso, sellaron este nuevo inicio que comenzaba para estos dos enamorados.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).