Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Trouble por venus

[Reviews - 19]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

La verdad es que deseaba desde hace bastante escribir un fic de esta pareja.


El otro día una amiga me pasó una foto en la que decía cómo les gustaría a los miembros de BTS que los llamaran sus esposas, y cuando vi que a Jungkook le gustaría que lo llamara Jungkookah...  Se me ocurrió este fic. Cuando vi que Taehyung quiere que lo llame Cool Guy me partí de la risa, este chico no deja de sorprenderme


En fin, les dejo leer. En cuanto pueda escribiré la segunda parte. Y sí, sí, tranquilas, habrá lemon.

Era sábado por la noche. Jungkook estaba ciertamente emocionado, ya que esa misma noche iba a encontrarse con Krystal, una chica de la clase de su amigo que le atraía desde hacía un tiempo y con la que llevaba semanas hablando. Era una muchacha bastante simpática y divertida, por no decir que era increíblemente guapa. Jungkook podría decir que era la primera chica que le gustaba de verdad, y estaba nervioso por lo que pudiera pasar esa noche.

 

Se vistió con unos pantalones negros y una camisa del mismo color con otra de cuadros azules, blancos y negros por encima abierta. Se había pasado casi media hora enfrente de su armario pensando cómo vestirse. Ya se parecía a una mujer, de esas que se pasaban la vida entera eligiendo la ropa, conjuntándola y probándosela hasta dar con el atuendo perfecto para la ocasión.

 

Una vez hubo terminado de arreglarse, Jungkook salió de su habitación y bajó las escaleras de la casa hasta la puerta principal, donde se encontró con su hermano mayor esperándolo.

 

-Ya era hora Jungkook –dijo abriendo la puerta- Todos ya están en casa de Jimin, vamos.

 

Jungkook asintió y salió de la casa con su hermano detrás de él. Era como una rutina el quedar absolutamente todos los sábados con sus amigos. Normalmente primero iban a la casa de alguno de ellos a beber y a divertirse jugando a juegos relacionados con el alcohol, y a posteriori iban al mismo pub de siempre a bailar. Esa semana tocaba quedar en la casa de Jimin, un compañero de clase de su hermano.

 

Cuando llegaron a la casa de Jimin, que no estaba demasiado lejos de la suya, tocaron la puerta y esta enseguida se abrió. Un muchacho de baja estatura, pelo anaranjado y sonrisa radiante los recibió, haciéndose a un lado para dejarlos pasar.

 

-Hola Jimin –lo saludó Jungkook, revolviéndole el pelo.

 

-¡No me puedo creer que siendo menor que yo ya estés más alto! –exclamó Jimin en un tono dramático- Dile a tu madre que deje de comprarte petit-suisse para que dejes de crecer. Solo un par de centímetros más y llegarás a la altura de tu hermano.

 

-No digas eso Jimin. Los petit-suisses son mi postre favorito –su hermano miró al de más baja estatura con fingida preocupación y entró detrás de él.

 

-¿En serio Seokjin? ¿Veintidós años y sigues tomando postres de niños pequeños?

 

-¿Quién te ha dicho que haya dejado de ser un niño pequeño? –bromeó Jungkook sonriendo de lado, recibiendo un golpe en el pecho por parte de su hermano Seokjin.

 

-No te pases Jungkook, no te pases. Recuerda que soy yo quien tiene las llaves de casa y puedo dejarte tirado fuera para que duermas al lado del cubo de basura.

 

-Bueno, si lo dejas tirado lo acojo yo en mi casa, que en mi cama hay espacio de sobra hasta para dos personas más –Taehyung, de cabellos castaños oscuros y ojos grandes, se situó a su lado y pasó un brazo por sus hombros confiadamente.

 

-¿Y tú cuándo has aparecido? –preguntó Seokjin frunciendo el ceño- Sabía que eras raro, pero no que pudieras transportarse en el espacio y en el tiempo.

 

-Taehyung lleva aquí desde hace media hora, cuando vosotros deberíais de haber venido –dijo Jimin cerrando la puerta y encaminándose al salón.

 

-No es mi culpa. Jungkook estuvo alrededor de una hora preparándose –su hermano mayor lo siguió, y ambos se sentaron en el gran sofá que presidía la sala- Por cierto, ¿dónde están los otros?

 

-Namjoon sale de trabajar a las nueve y media de la noche así que irá directamente a la discoteca, y Hoseok y Yoongi deberían de estar en camino, salieron hace un rato a comprar el alcohol –respondió el anfitrión de la casa.

 

Jungkook miró a Taehyng, como esperando a que quitara su brazo de encima para ir al salón con su hermano. Sin embargo, Taehyung lo agarró del brazo y lo arrastró a la cocina, dónde antes se encontraba atracando la nevera de Jimin.

 

-Así que una hora preparándote, ¿eh? –el tono de la voz Taehyung y su sonrisa pícara demostraba que iba a soltar alguna broma sobre Krystal- Nuestro pequeño bebé tiene una cita, ¡que mayor se nos está haciendo!

 

-No seas idiota –Jungkook bufó molesto y se sentó en la encimera. Por ser el menor del grupo, siempre acababan metiéndose con él.

 

-Vale, vale, no me mates –el castaño lo miró con dramatismo mientras limpiaba con los dedos restos de lágrimas inexistentes de sus ojos. Taehyung era tan exagerado- ¿Entonces al final quedaste con ella en la discoteca?

 

-No quedamos exactamente –el menor comenzó a jugar nervioso con las cadenas que colgaban de su pantalón- Hablando surgió el tema de lo que íbamos a hacer esta noche, me dijo que iba a ir con sus amigas a la discoteca Bangtan. Yo le dije que siempre iba a allí, y entonces quedamos en estar un rato juntos si coincidíamos.

 

Krystal estaba en la clase de Taehyung. Taehyung era el mejor con el que se llevaba del grupo, por eso pasaba más tiempo con él normalmente. Cuando tuvo su primer día de clases en la Universidad, hacía apenas unos dos meses, Jungkook lo acompañó, y fue cuando vio a Krystal por primera vez. Un día, Taehyung le presentó a Krystal formalmente. Hablaron, se intercambiaron números, y desde entonces solían mensajearse. No tan seguido, pero lo hacían. Así que podría decirse que gracias a Taehyung Jungkook había conocido a Krystal.

 

-Si quieres yo te ayudo a que ‘’coincidan’’ –dijo Taehyung haciendo énfasis en la palabra. Mientras siguió atracando la nevera en busca de algo rápido y delicioso para comer, escuchó la puerta de la casa abrir y cerrarse y enseguida observó a Yoongi y a Hoseok entrando a la cocina.

 

-¡Nuestro bebé llegó! –exclamó Hoseok, corriendo hacia él y empezando a tirarle de los cachetes. Años antes le hubiera divertido y se hubiera reído, pero ya tenía nada más y nada menos que diecisiete años y no le hacía mucha gracia que Hoseok siempre estuviera jugando con sus cachetes.

 

-Deja de acosarlo ya, maldito maniaco –comentó Yoongi con voz ronca, dejando una bolsa con botellas de alcohol en la mesa.

 

-Hum, alcohol –el castaño desvió la atención de la nevera hacia las botellas recién traídas y fue a cotillear- ¿Sólo vodka y tequila? ¡Te dije que compraras ron blanco!

 

-No había, así que traje dos botellas de vodka –respondió Yoongi, de cabellos rojizos, con monotonía. Era el segundo mayor de todo el grupo, y también el más maduro y responsable, más que su propio hermano.

 

-Oh, bueno, vodka de mora. Te lo perdono Yoongito –Taehyung, tras besarle la mejilla, agarró la bolsa con las botellas de alcohol y salió corriendo de la cocina hacia el salón.

 

-¡No me llames así, imbécil! –gruñó el pelirrojo frotándose la mejilla en dónde su amigo lo había besado- Qué asco…

 

Después de un rato, los seis estaban sentados en el suelo en círculo, justo en el centro de la sala. Jungkook tenía a su izquierda a Yoongi y a su derecha a Taehyung, al otro lado de Taehyung estaba Jimin, y al de Yoongi estaba Hoseok. En frente de Jungkook, estaba su hermano mayor, Seokjin.

 

Hacía tres años, cuando Seokjin comenzó a estudiar la carrera de economía en la Universidad Nacional de Seúl, conoció a Jimin, que se encontraba en su misma clase. Con el paso de los meses se hicieron muy amigos, y Seokjin se enteró de que casualmente su compañero de clase conocía a Yoongi, un amigo suyo de la infancia del que se había separado al entrar en la Universidad por elegir carreras distintas. Gracias a Jimin, Seokjin y Yoongi volvieron a coincidir, y los tres se hicieron muy amigos. Seokjin había conocido a Hoseok en el instituto, cuando repitió el penúltimo curso y estuvieron en la misma clase. Taehyung era vecino de Hoseok y eran amigos desde hacía muchos años, así que cuando en los descansos Hoseok y Seokjin estaban juntos, Taehyung siempre se acoplaba a ellos y así fue cómo se conocieron. Por otra parte, había conocido a Namjoon cuando había estado trabajando el verano del último curso del instituto en una cafetería.

 

Y, bueno, como los seis eran muy amigos había veces en las que quedaban en su casa para pasar el rato jugado a videojuegos, hablando, o bebiendo como esa noche iban a hacer. Así fue como Jungkook conoció a los cinco mejores amigos de su hermano, y al final se acabó convirtiendo en uno más del grupo.

 

-Bueno, empecemos –Jimin, que era al que más le gustaba el alcohol de todos, vertió en su vaso un poco de vodka y enseguida se lo bebió de un solo golpe. Hizo un ruido seco debido al ardor de su garganta, provocando una pequeña carcajada por parte de los demás.

 

-Podrías al menos ser educado y servir a los demás, ¿no? –el pelirrojo cogió la botella y sirvió en los cinco vasos.

 

-¿A qué vamos a jugar primero? –preguntó el segundo menor, Taehyung, ansioso. Le encantaban los juegos que siempre solían hacer.

 

-¿No crees que primero deberíamos calentar un poco antes de empezar a jugar? –dijo Seokjin riendo suavemente y bebiendo.

 

Taehyung hizo un puchero, pero no se quejó y siguió bebiendo de su vaso. Unos veinte minutos después y al menos cuatro o cinco medios vasos de vodka, ya todos estaban contentos y con las mejillas sonrojadas por el alcohol. Aunque Jungkook sentía que ya estaba completamente borracho. No estaba muy acostumbrado a beber alcohol, a diferencia de sus amigos, y por lo tanto le surgía efecto más rápido y con más intensidad.

 

-Wuah, la primera botella se acabó –comentó Hoseok riendo y arrastrando las palabras.

 

-Botella… -comentó el castaño, abriendo los ojos seguidamente y sonriendo de oreja a oreja- ¡Juguemos a verdad o desafío! –exclamó emocionado.

 

-¡Siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii! –lo apoyó el mayor de todos, aplaudiendo y sonriendo como un niño pequeño.

 

Hoseok tumbó la botella de cristal vacía en el centro del círculo y la hizo rodar. La punta se detuvo justo en Yoongi, quien eligió verdad. Hoseok le preguntó a qué edad y con quién había perdido la virginidad, a lo que el pelirrojo contestó que a los quince años y que con su profesora de educación física en el vestuario después de una clase de natación. Todos rieron y fue Yoongi quien giró la botella. Esta vez le tocó a Jimin, quien eligió desafío. Jimin, así como Taehyung, eran los más atrevidos, y por eso casi siempre elegían desafío. El segundo mayor le dijo que tenía que desnudarse quedando en ropa interior e ir a la casa de la vecina a pedirle huevos. En menos de dos minutos, el anfitrión había salido y había regresado con una caja de cartón de huevos en la mano y vestido solo con un ajustado bóxer. Decidió quedarse así como estaba y volvió a sentarse en su respectivo sitio.

 

-Por favor… Ponte algo –Jungkook dijo casi sin poder pronunciar bien las palabras. Sentía que el rostro le ardía. Seguramente estaba sonrojado como un tomate, y no solo por el alcohol, sino también por ver a su amigo semidesnudo. Aún no estaba del todo acostumbrado a ese tipo de tonterías que hacían sus amigos, y reconocía que le daba vergüenza.

 

-Oh, que inocente es nuestro pequeño bebé –Taehyung, a su lado, rió como un tonto y lo abrazó con fuerza. Luego, repartió besos húmedos por su rostro, molestándolo y haciendo que todos los demás se rieran. Jungkook quería que parara, porque era asqueroso que otro hombre lo abrazara y lo besara de esa forma, aun siendo su mejor amigo y estando borracho. Sin embargo, estaba tan ebrio que no tenía ni voluntad para intentar separarlo. Taehyung, cuando estaba borracho, siempre actuaba de manera muy pegajosa y melosa. Debía ir acostumbrándose.

 

Jimin, riendo del comportamiento cariñoso de Taehyung, giró la botella con algo de torpeza y la punta se detuvo apuntando al segundo menor, quien aplaudió emocionado y se separó de Jungkook.

 

-¡Desafío, por supuesto! –gritó, sirviéndose vodka de mora y bebiendo de un solo trago.

 

-Yoongi… -Jimin miró sonriente al pelirrojo- Sé que no te gustan estas cosas, pero es que no puedo evitarlo –dijo arrastrando las palabras, y Yoongi alzó una ceja. Ya se esperaba lo que iba a decir su amigo- Taehyung, quiero que te sirvas un chupito de tequila, y que pongas la sal en el cuello de Jungkook para lamerla de ahí.

 

Jungkook abrió los ojos ampliamente, sorprendido y tambaleándose. Sabía que Jimin lo hacía a posta para molestarlo, aunque en las condiciones en las que se encontraba, no creía ni que lo fuera a recordar al día siguiente para vengarse de él. Taehyung, a su lado, se sirvió un poco, tal vez un poco demasiado, de tequila en el vaso, y seguidamente cogió el salero y un trozo de limón. Jungkook lo miraba atentamente sin poder moverse mucho. Entonces, el de cabellos castaños vertió un poco de sal en su cuello, y al momento, estaba sintiendo la húmeda lengua del contrario lamer su piel. Sin embargo, no quedó ahí. Taehyung cerró sus labios en torno a una porción de piel, succionando y posteriormente mordiendo lascivamente. Jungkook cerró los ojos, y sin poder evitarlo, dejó escapar de sus cuerdas vocales un sonoro gemido grave que animó al segundo menor a seguir besando su cuello con desenfreno.

 

-Taehyung, te falta el tequila y el limón, luego ya puedes seguir besando a Jungkookie si quieres –rió el pelinaranja, escuchándose de fondo un sonido de repugnancia por parte de Yoongi.

 

-Ahh… Sí es verdad –el castaño rió ebriamente, se bebió el tequila y chupó el trozo de limón.

 

Jungkook abrió los ojos lentamente, sintiendo unas descargas eléctricas recorrer su cuerpo hasta su entrepierna. Un curioso cosquilleo se concentraba su abdomen bajo, y aún sentía los labios de Taehyung sobre su piel. Deseaba que su mejor amigo siguiera besándole el cuello, y no tenía ni idea de por qué. Seguramente era el alcohol.

 

Siguieron jugando al juego de la botella. Cuando le tocaba a Jungkook, siempre elegía verdad. Hoseok le preguntó que si era virgen, a lo que contestó afirmativamente. Nunca había tenido una relación lo suficientemente larga como para considerar perder su virginidad. Solo había estado con dos chicas, y lo máximo a lo que había llegado era a tocarse entre ellos y al sexo oral, pero nunca más allá. Luego, Yoongi le preguntó qué quería estudiar cuando acabara el instituto. Todos se quejaron, pues la pregunta era sumamente aburrida. Pero Yoongi era Yoongi, y aun estando borracho seguía siendo el Yoongi serio de siempre. El menor respondió que le gustaría estudiar medicina, y algunos de sus amigos le hicieron unas cuantas bromas. Por último, le había tocado a Taehyung preguntarle, y se esperaba que le preguntara cualquier cosa, menos esa.

 

-¿Te gustó que te besara el cuello? –murmuró en un tono sensual, o al menos a eso le había parecido al menor de cabellos azabache. Al sentir las yemas de los dedos de Taehyung acariciar la zona erógena dónde a priori le había besado, no dudó en contestar.

 

-Sí… -respondió jadeando y tambaleándose. Tenía que dejar de beber si no quería seguir diciendo cosas producto del alcohol. Evidentemente se estaba descontrolando. Al principio no podía controlar su cuerpo, y ahora ni siquiera podía controlar su mente.

 

 Contempló una pequeña sonrisa maliciosa por parte del segundo menor antes de sentir sus labios chocar contra los suyos. Escuchó gritos de sorpresa, emoción y asco por parte de sus amigos, pero dejó de concentrarse en lo que pasaba a su alrededor cuando Taehyung metió la lengua en el interior de su cavidad y gimió por el placer que le otorgaba la experiencia de aquel húmedo músculo. Jungkook no tardó mucho en reaccionar y correspondió el beso de forma demandante, jugando con la lengua ajena como si fuera una batalla a muerte, fusionándose con los labios de Taehyung con pasión y necesidad como si lo hubiera estado anhelando desde hacía tiempo.

 

El oxígeno comenzó a faltar, y Jungkook fue el primero en separarse mordiendo con fuerza el labio inferior del castaño y tirando de él. Cuando abrió los ojos, la imagen delante de él lo dejó sin palabras. Taehyung con la frente húmeda por el sudor que comenzaba a aparecer a causa del calor y con algunos mechones de su castaño cabello pegados a ella. Estaba jadeante, con la respiración entrecortada. De su labio inferior caía un fino hilo de saliva acompañado por otro de sangre debido a la mordida. Y sus ojos, sus grandes ojos, brillaban de pura lujuria.

 

Taehyung era maravillosamente sexy. Y Jungkook no tenía ni idea de por qué estaba pensando eso. De nuevo aquellas descargas eléctricas aparecieron y remataron con fuerza en su entrepierna, la cual palpitaba dolorosamente. Entonces, experimentó unas terribles ganas de tocarse, de tocar a Taehyung, de volver a sentir sus labios. Iba a besarlo de nuevo cuando unas manos agarraron sus hombros desde atrás y lo alejaron de su mejor amigo.

 

-Basta, estáis demasiado borrachos –dijo Yoongi. Jungkook pudo ver claramente que estaba enfadado- Dejemos esta mierda de juego y vayamos ya a Bangtan.

 

-Todavía son las nueve y media hyung –Jimin hizo un puchero- Juguemos un poco más. Quítale el vaso a Jungkook y a Taehyung para que no beban más y ya está.

 

El pelirrojo gruñó molesto, pero simplemente se calló e hizo lo que Jimin había dicho. Jungkook levantó la cabeza y se encontró con el rostro sorprendido de su hermano mayor. Él estaba tan sorprendido como Seokjin, pero estaba tan borracho que ni podía mostrarlo. En cambio, Jimin y Hoseok no paraban de reír, les había hecho gracia el beso y comentaban algún que otro ‘’la cara que se le va a quedar a Namjoon cuando se lo contemos’’. Y de Yoongi no hacía falta describir su rostro, porque era obvio que era todo un poema repleto de furia y exasperación.

 

Siguieron jugando un rato más, y en la última jugada la punta de la botella volvió a detenerse en Taehyung. Como era de esperar, eligió desafío. Era Jimin quien debía elegir el desafío, así que era evidente que iba a mandarle algo que enfadara a algunos –por ejemplo, a Yoongi- y que sorprendiera a otros –por ejemplo, Seokjin.

 

-Quiero que te vistas de mujer y que vayas a Bangtan haciéndote pasar por una –dijo el pelinaranja sonriendo pícaramente.

 

-¡¿Qué?! ¡¿Estás loco Jimin?! –exclamó Yoongi. Parecía que iba a echar humo por las orejas.

 

-No te lo tomes tan en serio Yoongi-ah –comentó su hermano mayor- No es para tanto. Solo son bromas para divertirnos. Además, no es la primera vez que alguien se viste de mujer.

 

-Tiene razón –Hoseok le palmeó la espalda al pelirrojo, riendo seguidamente- Deberías de estar pensando en las fotos que le vas a sacar vestido de mujer, que las puedes utilizar para burlarte de él y echárselo en cara toda la vida, o para hacerle chantaje.

 

-Hagan lo que quieran –murmuró con voz ronca levantándose del suelo- Yo me voy ya al pub, Namjoon debe de estar llegando –y dicho esto, se despidió y salió por la puerta de la casa.

 

Una vez el segundo mayor se hubo ido, Jimin y Seokjin enseguida levantaron a Taehyung y lo arrastraron hacia la habitación de la hermana del dueño de la casa para vestirlo. Jungkook no pudo apartar la mirada de las delgadas piernas y del redondo trasero del castaño, e inconscientemente se relamió los labios. No bebía desde hacía casi veinte minutos, pero los efectos del alcohol aún nublaban su mente.

 

-Vfoy al bfaño… -murmuró el pelinegro sin vocalizar bien, levantándose con dificultad. Ni siquiera podía mantenerse en pie, así que fue gateando hasta el baño de la casa, en donde se encerró.

 

Cuando bajó la tapa del inodoro se sentó sobre ella y echó al cabeza hacia atrás con los ojos cerrados, intentando concentrarse. No podía pensar en Taehyung de esa manera. Era su mejor amigo, ambos estaban borrachos, y si no se controlaba harían algo de lo que se arrepentirían al día siguiente.

 

De repente, en su cabeza apareció la imagen de Taehyung jadeante, con el hilo de sangre resbalando por su labio inferior, sus ojos brillantes y transmitiéndole lujuria y deseo. Se pasó la yema de los dedos por sus labios, recordando el beso. Nunca se había sentido tan vivo con un beso. Otra vez sintió su entrepierna palpitar.

 

Sin pensarlo dos veces se desabrochó los pantalones y sacó su glande, el cual se encontraba ciertamente endurecido. Comenzó a acariciarse con paciencia, desde la base hasta la punta, pasando a sus testículos. Cerró la mano en torno a su miembro y bombeó aumentando el ritmo gradualmente. No abrió sus ojos, quería mantener en su cabeza la imagen y los besos de Taehyung.

 

Unos minutos después un potente orgasmo lo sacudió, acompañado de un gemido que puto retener mordiéndose el labio. Una vez se hubo recuperado y su respiración se hubo regulado, se limpió los restos de semen, se abrochó los pantalones y salió del baño bastante acalorado. Al fin y al cabo, se le había bajado bastante el efecto del alcohol.

 

Al llegar al salón, se encontró a sus amigos y a una muchacha desconocida. No, no era una muchacha, era Taehyung vestido de mujer. A Jungkook se le cortó la respiración. Y no solo eso, su entrepierna volvió a endurecerse, a pesar de que hacía apenas dos minutos de había masturbado.

 

-¿Estoy guapa, Jungkookah? –preguntó Taehyung, o quien fuera ahora, en un tono agudo.

 

No, no, no. Sintió su entrepierna endurecerse más. Hacía un tiempo el menor le había dicho a su mejor amigo que cuando tuviera una esposa le gustaría que lo llamara ‘’Jungkookah’’. No solo porque le parecía tierno que una mujer lo llamara así, sino también porque en cierto modo su fantasía sexual era que lo llamaran así. Y ahora ella, bueno, él, lo estaba llamando de esa manera.

 

Sin vergüenza, Jungkook recorrió de arriba abajo a su mejor amigo. Llevaba puesto un vestido de color negro. No tenía escote, terminaba justo encima de los pechos –y sí, tenía pechos, tal vez un sujetador relleno de calcetines- en una línea recta hasta llegar a las mangas, cortas y bajadas, dejando sus hombros y sus clavículas al descubierto. El vestido era apretado hasta la cintura, donde se soltaba un poco y caía en cascada hasta la mitad del muslo. Sobre su cabeza se hallaba una peluca castaña –ahora que lo recordaba, la misma peluca que llevó Jimin el año pasado a una fiesta de disfraces- lacia hasta los hombros y con el fleco recto cubriendo su frente. Sus labios estaban pintados de un rojo intenso bastante provocativo, y sus ojos delineados de negro.

 

Taehyung parecía una mujer de verdad. Y Jungkook suponía que lo estaba confundiendo con una, porque estaba pensando en lo increíblemente sexy y guapa que era, y en lo mucho que se le apetecía comerle todo lo que llevaba debajo de ese vestido.

 

Pero Jungkook ya no estaba tan ebrio como antes, cuando se dejó besar por Taehyung tanto en el cuello como en los labios. Jungkook ya no sentía tanto los efectos del alcohol, y aun así, seguía deseando comerle la boca a Taehyung.

 

Si ya no estaba borracho, entonces, ¿qué mierdas le pasaba?

 

-Jungkookah –Taehyung hizo un adorable puchero mientras parpadeaba inocentemente- ¿Por qué no contestas? ¿Acaso no estoy guapa?

 

-Por supuesto que estás guapa… -murmuró Jungkook, mirándolo embobado y sonriendo como un estúpido.

 

Jungkook tenía un problema, tanto dentro de sus pantalones como frente a sus ojos.

 

Si no era el alcohol, eran las hormonas adolescentes.  Porque, definitivamente, las ganas que tenía de follarse a su mejor amigo no eran normales.

Notas finales:

Espero que les haya gustado esta primera parte, en la segunda habrá más acción.

No olvidéis dejar vuestros reviews, me gustaría mucho saber si les ha gustado o no.

Las quiero solo por gustarles BTS y el VKook <3


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).