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Akashi se encontraba en la oficina de su padre en aquel momento. Tenía que terminar esos documentos si quería tener la noche libre para él.
Y sí, con “noche libre” y “tiempo para él” hablamos de jugar algo de shogi acompañado de música clásica.
Akashi estaba pensando en eso cuando escucho un ruido bastante anorm…digo peculiar, en su cocina.
Seguido del grito de una de sus empleadas.
-¡WAAAAAAAHHHHHHH!
Akashi salió disparado desde la oficina hasta bajar las escaleras lo más rápido que pudo. Mientras se preguntaba porque la oficina de su padre quedaba en el último piso…le tomo algo así como veinte minutos llegar a su destino. Definitivamente necesitaban un ascensor en esa casa.
Cuando llego se encontró con la pobre mujer con cara de consternación media traumatizada.
-Erica…-Akashi hablo con suavidad para no alterarla más de lo que parecía estar-¿Qué…?
-Aparecieron chicos en la cocina.-explico con seriedad.
-¿Qué?-Seijuro decidió controlar su paciencia. Tenía que darle algo de sentido a lo que esa mujer decía.
-Ellos…ellos…-la mujer lo miro con los ojos vidriosos- ¡Estaba haciendo tarta de chocolate! ¡Iba a sacarla del horno! Pero cuando voy a abrir el horno…escucho una especie de…de…explosión y…¡WAHHH EL PISO ESTABA LLENO DE ADOLESCENTES!-chillo de manera histérica.
Para evitar dolor de oídos, además de un asesinato, Akashi junto todo su autocontrol para no gritarle algo así como: ¿QUE TIENES MUJER? ¡REACCIONA!
No, no, no. Akashi Seijuro no grita. No tiene necesidad de levantar la voz para que cumplan sus órdenes.
-Erica-empezó a decir con lentitud. Lamentando que el resto de las empleadas estén en su día libre- Ve a tu habitación y descansa. Yo me ocupare de ellos.
-¡Pero…!-Erica lo miro con los ojos como platos- ¡Usted no entiende! ¡No son adolescentes comunes y corrientes! ¡Incluso uno de ellos…! ¡SE PARECÍA TANTO A USTED! ¡Qué por un momento pensé que…que….-la impresión fue tal que la pobre mujer cayo desmayada. Akashi logro agarrarla antes de que su cabeza golpeara contra el piso, en el momento justo en que la puerta de la cocina se volvía a abrir.
-¡OIGAN! ¿PUEDEN DEJAR DE GRITAR? ¡TENEMOS UN ASUNTO AQUÍ!
Akashi levanto la vista para mirar a la persona que estaba gritando, dispuesto a enfrentarlo, pero solo pudo contener el aliento al ver la persona frente a él.
-¿Daiki…?
Él chico lo miro con una ceja arqueada. Tenía el cabello de color azul, al igual que los ojos y la piel morena. Sin duda era Daiki. O eso pensó los primeros cinco segundos.
A pesar de ser idéntico a su ex compañero de instituto…había algo…diferente.
-¿Tío Akashi?-pregunto él chico, aliviado.
¿Tío…qué?
-¡SAITO!-un grito femenino hizo que el chico volteara.
-¿Qué…? ¡Auch! ¡Asahi! ¡Deja de tirarme tu objeto de la suerte!-se quejó el chico mientras salía de la cocina, dejando la puerta libre.
-¿De quién es la culpa?-pregunto la chica saliendo tras de él, recogiendo el oso de madera que había caído al suelo y mirándolo de forma seria- ¡¿Cómo se te ocurre gritar de esa forma en la casa del tío Akashi?! ¿Acaso olvidas cuándo Hayato grito tan fuerte que despertó al tío Kouki? ¿Recuerdas lo que el tío Akashi le hizo?
Akashi hubiera detectado el nombre “Kouki” sino fuera por la apariencia de la chica que acababa de salir también de la cocina.
Tenía el cabello verde y usaba anteojos. Era un calco… un calco de Midorima Shintaro.
-No me lo recuerdes-dijo otra voz, también saliendo tras de ellos- Han pasado años y el trauma sigue…
El cabello era negro. Y los ojos tenían un brillo pícaro que Akashi solo había visto en una persona…el compañero de Shintaro: Takao Kazunari.
Tanto la chica de cabello verde y el otro chico, miraron con sorpresa a Seijuro.
-¿Tío Akashi?-preguntaron ambos, de forma dudosa.
-¿Akashi?-repitió esta vez una voz mucho más suave y dulce- ¿Papá?
Akashi miro a la chica que le estaba hablando. Tenía un sonrisita tímida en el rostro, el pelo largo de color castaño…y los ojos más dulces que…estaba seguro…había visto antes.
-¿Papi?-repitió ella acercándose cada vez más a él.
-¿Megumi? ¿Papá está contigo?-otra voz masculina salió de la cocina.
-¡Sí! ¡Eiki! ¡Papá esta acá! ¡Ven!-la voz tímida al principio de ella, fue reemplazada por otra totalmente encantada y entusiasta.
Akashi despego la vista de ella para encontrarse con…alguien que hizo que la cabeza le empezara a dar vueltas.
Frente a él, parecía que estaba él mismo. Pelirrojo. Ojos dispares. Presencia imponente.
Eso fue lo último que vio antes de que todo se volviera negro…
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Akashi escuchaba voces…pero antes de gritarles a las empleadas que se retiraran-amablemente-o-les-cabrían-tijeras de su cuarto… se dio cuenta que ninguna de esas voces pertenecían al personal de servicio.
-Creo que te pasaste con él golpe Asahi…-decía una voz suave.
-¡Por última vez, Aimi, yo no le lance mi objeto de la suerte!
-¿Entonces cómo explicas el tremendo chillón que tiene en su absoluta cabeza?-ironizo otra voz más ruidosa que el resto.
Un par de risas se escucharon en la habitación.
-No deberías bromear con eso, Louise.-replico otra voz pacifica- Hikari y Megumi están muy preocupadas como para que ahora…
-Kazuo tiene razón…-comento otra voz masculina- Deberíamos ponerle un poco más de hielo.
-¡Uff! ¡Claro! ¡Bien pensado Ryu! ¡¿Cómo no se nos ocurrió…?!—replico otra voz que Seijuro identifico como la del chico que era idéntico a Daiki- Oh, espera…si se nos ocurrió…estuvimos dándole hielo durante todo este tiempo pero hay tanto calor que se terminó derritiendo todo…Pero, no te preocupes. Iré al polo norte y le pediré a Santa y los renos que me presten un poco…
-Y los duendes.-intervino otra voz de chico, pero mucho menos grave.
-…
-¿Qué? Santa está ocupado con los regalos, por lo que supongo que los duendes serían los encargados de darnos los hielos-se defendió el mismo chico.
-Hotaru…haznos un favor y cállate…
Akashi sentía que alguien se ocupaba de pasar una toalla húmeda en su cabeza…el contacto se sentía agradable hasta que…toco una parte realmente afectada.
Con cuidado, el emperador empezó a abrir sus ojos con lentitud…al principio todo lo veía borroso…pero al pasar los primeros segundos todo se hacía cada vez más claro.
-¡Tío Akashicchi!-dijo una voz entusiasta muy cerca de él.
¿Akashicchi?
Seijuro enfoco a la persona que casi logra que se quedara sordo: era Kise…esas pestañas largas…los ojos dorados…la luz que ya de por si irradiaba…los labios rosados…los pechos excesivamente grandes…
¡Espera! ¿Qué? ¿DESDE CUANTO KISE TENÍA PECHOS? ¿ACASO HABÍA DECIDIDO ACEPTAR RUS RASGOS FEMENINOS CONVIRTIENDOSE EN TRAVESTI?
-¿Ryouta?-pregunto incrédulo.
La deslumbrante sonrisa de la joven (sí, era una chica) disminuyo un poco al escuchar la pregunta del pelirrojo.
-Debe estar confundido-susurro un chico apareciendo casi de la nada misma, junto a ella.
Akashi vio al chico incrédulo.
Tenía el cabello celeste con los ojos del mismo color…y la misma falta de presencia que su ex compañero.
-¿Tetsu…?
-Seiya, Hikari. Lo mejor será que se alejen.
-Pero…¡Eikicchi!-la rubia automáticamente se giró para enfrentar al chico que había hablado tras de ella y que había sido el principal responsable del desmayo del pelirrojo media hora antes.
Akashi observo al chico que era idéntico a él y que estaba parado en la puerta de su habitación.
-¡El tío Akashicchi se siente mal! ¡Podría desmayarse de nuevo! ¿Y qué pasaría con el tío Koukicchi? ¿O Megumicchi? ¡Se sentirían muy tristes! ¡Y eso sería muy feo porque los ojitos que ponen cuando lloran hacen que te sientas verdaderamente mal! Lo mejor sería que lo llevemos al hospital... y si no nos dicen que es grave entonces…¿Pero? ¿Y si es grave?-la chica pareció aterrorizarse por unos segundos.- ¿Qué pasa si nos dicen que solo le quedan tres meses de vida? ¿Y si la única cura es una medicina traída de la India? ¿Y si no logramos conseguirla? ¿Y si unos mafiosos la custodian porque resulta ser el único medicamento para esta extraña enfermedad? ¿Qué pasa si todo se convierte en una película de acción mal filmada con actores de reparto y…?
-¡HIKARI!-gritaron todos los presentes de la habitación con una gotita colgando de su cabeza.
-¿Qué?-pregunto la chica con ingenuidad.
-No empiezas de nuevo con tu vomito verbal, ¿Quieres?-pidió Saito.
Hikari hizo un puchero que Akashi califico como… ¿Adorable? Sí. Era eso. La chica era realmente adorable, por no mencionar hermosa…
Era la doble de Ryouta…solo que mujer.
-A lo que me refiero-explico esta vez su propia copia…solo que mirándolo a él directamente- es que no creo que mi padre nos reconozca…la principal razón es porque no nos conoce.
-¿No nos conoce?-hablo esta vez una pelirroja que se encontraba ubicada en uno de sus sillones, abrazando a la pequeña castaña que le había hablado antes- ¿A qué te refieres Eiki?
-Sí, ¿A qué te refieres? ¿Cómo es que su propio padre no reconoce a sus propios hijos?-pregunto esta vez la chica peliverde que si Akashi recordaba, se llamaba Asahi.
-No puede conocernos porque, precisamente, aún no hemos nacido.
-Ahhhh… ¡Espera! ¿QUÉ?
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-Y eso fue lo que paso…-explicaba Seijuro al resto de sus los presentes en el gimnasio.
-Ahhhh…¡Espera! ¿QUÉ?
Tanto los chicos de Seirin, como el resto, observaba a Seijuro con más dudas que las que tenían antes que el pelirrojo comenzara a hablar.
-Yo aun no entiendo porque de repente coloreaste toda la pizarra de negro…-comento Kagami mientras levantaba la mano, como si en un salón de clases se encontrarán.
Así se encontraban actualmente las cosas: El equipo de Seirin+la Generación de los Milagros+ Los reyes sin corona+los amigos de los arcoíris (Nijimura, Kasamatsu, Sakurai, Himuro, Takao, Wakamatsu, Imayoshi, Moriyama)+ los colados (Haizaki)…se encontraban sentados en sillas mientras observaban a un Akashi en frente de ellos, quién le explicaba exactamente qué había pasado y como todos esos adolescentes (que estaban sentados en el piso, expectantes) habían terminado en su casa.
Todo esto, ayudado con una pizarra que Momoi había conseguido, claro.
-Porque después de escuchar eso volví a desmayarme-explico por segunda vez Akashi, tratando de controlar sus ganas de estrangular a Kagami por poner en evidencia la poca resistencia y los alterados nervios que había sufrido todo ese día.
-Oh…-susurro el tigre de Seirin.
-¿Y luego de que te desmayaste…?-Kuroko había decido desviar la mirada asesina de Akashi de su novio-a-pesar-de-que-él-no-lo-sepa.
-Cuando volví a despertar me dijeron que me explicarían todo si lograba reunirlos a ustedes. Pensé que cuanto antes nos explicarán las cosas, antes podríamos resolverlas. Así que los llame a todos…
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-¿Akashi?
-Necesito que nos reunamos en mi casa en una hora.
-¡Pero…!
-Kazunari también vendrá.
-¿Qué? ¿Takao? ¡¿Por qué tienes su número?!
-…
-…no es que me importe saberlo.
-…
-No me importa, pero aun así, creo que no tengo nada planeado así que tal vez… llegue.
-…Aja, lo que digas Shintaro.
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-¿Hah?
-¿Sabes desde hace cuánto tiempo te he estado llamado Daiki?
-¿Qué? ¿Akashi? Pensé que eras la pesada de Satsuki…
-No deberías hablar así de la persona que puede soportar tu inmadura actitud.
-¡OI!
-Pero en fin, no te llamaba para eso. Estarás en la puerta de mi casa en una hora.
-¿Eh? ¿Y eso por qué?
-Asunto de emergencia…Ryouta también vendrá.
-¿Y? ¿Qué tiene que ver Kise conmigo?
-Vendrá acompañado de Kasamatsu Yukio.
-¿QUÉ? ¡¿Por qué va acompañado de su “sempai”?! ¿Acaso el muy idiota no puede encontrar el camino a tu casa? ¿Desde cuándo eres tan amigo de Kasamatsu? ¿O Kise insistió para que él muy maldito fuera?
-…
- ¡AKASHI NO ME CORTES!
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-¿Akachin?
-Atsushi…necesito que estés dentro de una hora en mi casa….
-No puedo Akachin…me da flojera.
-…
-¿Akachin?
-Hay dulces especiales que me trajeron de Norteamérica.
-Voy para allá.
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-¡Hola! Que extraño que llames, Akashicchi…
-Ryouta necesito que estés en mi casa dentro de una hora.
-¿Qué? ¿Sucedió algo? ¿O es una reunión? Aunque es raro que organices reuniones. ¿Tienes fiebre? ¿Comiste algo en mal estado?
-…
-¿Akashicchi?
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-Luego de eso le mande un mensaje a Momoi con los nombres del resto de los jugadores que necesitaba que estuvieran acá también-Akashi hizo un gesto con la cabeza, señalando a los restantes.
-Eh…Akashi-san…-Riko levanto la mano algo nerviosa- ¿Por qué se reunieron todos a Seirin?
-Debido a que la mayoría eran integrantes de Seirin pensamos que era mejor idea reunirnos acá… Pero ahora que les explique cómo los encontré…lo mejor sería que hablen ellos…¿No?
Akashi le dirigió una mirada significativa al chico que se encontraba sentado tras de él.
El pelirrojo se levantó y camino dos pasos hasta situarse frente a todos sus futuros familiares.
La mayoría trago seco al verlo más detenidamente…era tan parecido a Akashi que asustaba.
-Es como si viera dos Akashi-susurro Aomine compungido- ni en mis peores pesadillas vi algo tan traumante como esto…
-Mi nombre es Eiki Akashi.-se presentó el Akashi número dos- Y ellos-señalo al grupo de jóvenes que había estado sentado cerca de él- son mis primos y amigos. Y nosotros…somos los hijos de los integrantes de la Generación de los Milagros.
Automáticamente, el resto se tensó.
Algunos pensaban que debían reírse…la situación era tan absurda y poco lógica que no daba para otra cosa… pero la seriedad con la que hablaba Eiki les hacía ver que no se trataba de ninguna broma.
-El resto…-el pelirrojo señalo a los otros chicos que estaban con ellos, solo que algo alejados y actuaban de forma más tímida que los que decían ser hijos de la GoM.- Son nuestros amigos…y son hijos de algunas de las personas presentes aquí que no perteneció a la Generación. Vinimos aquí debido a unos inconvenientes con uno de los inventos de Michi…-El pelirrojo señalo a una de las chicas que pertenecía al otro grupo de chicos.-No pensamos que funcionaría y…se puede decir que acabamos aquí.
Cuando Eiki termino de hablar, la mayoría (por no decir todos) estaban conteniendo el aliento.
Lo que acababa de decir era tan absurdo…tan irreal…tan…
-Ok-Kise hablo mientras sonreía- ¿Dónde están las cámaras escondidas?
-…
-¡Es obvio que es una broma!-explico el rubio al ver la mirada de decepción y algo de frialdad que los intrusos le dirigían- Es imposible que hayan viajado al pasado…a menos que estemos en una grabación de Volver al Futuro 4 y yo no me haya enterado…
-No es una broma-negó nuevamente el pelirrojo, con paciencia- De echo si quieren podemos hacernos exámenes de ADN para que comprueben que no mentimos…aunque no sé si es necesario…dicen que una imagen vale más que mil palabras-añadió lo último en tono irónico, mientras hacía un gesto refiriéndose a sí mismo y al resto de sus “primos”.
Kise se quedó sin palabras. Si bien era cierto que algunos eran, en exceso, muy parecidos a ellos…eso no probaba nada…¿no?
-Suponiendo…-esta vez fue Kuroko el que hablo, sorprendiendo a algunos presentes en el acto- que creyéramos en lo que nos acaban de decir… ¿Cómo piensan volver a su “tiempo”?
-Michi puede construir otra máquina-explico Eiki.- De hecho lo único que necesitaríamos serían un par de días si todos la ayudamos…entonces podríamos regresar. No les estamos pidiendo nada más que un poco de tiempo y un lugar dónde quedarnos hasta que solucionemos todo esto.
Otro silencio tenso volvió a formarse. Los chicos del futuro miraban con esperanza a sus “padres”. Mientras que ellos, no sabían que hacer ni que decir.
De hecho muchos de ellos ni siquiera sabían que estarían juntos.
-Bueno, bueno-carraspeo una chica de piel morena y ojos azules, del mismo color que su cabello corto- Sé que tienen muchas dudas, y en vez de aclararles las cosas las oscurecimos más pero…¿Qué les parece si nos vamos presentando? Al menos así, tal vez, puedan creernos un poco-dijo la chica llena de vitalidad y con una sonrisa confiada al punto de parecer algo egocéntrica. La mayoría no pudo evitar voltear a ver a Daiki.-¡Hola! ¡Mi nombre es Louise Aomine! Y como ya se dieron cuenta…¡Soy hija de Aomine Daiki y Kise Ryouta!