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Mi postre favorito. por cristinita9509

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Notas del capitulo:

Hola!!!

Bueno, yo quería actualizar los fics juntos xD pero na!! 

:v ya termine el cap de éste asi que de una vez lo subo e_e porque los mo. Ando a la mitad de Bizarro y de Un amor que florece, asi que esos estaran actializados a mas tardar el sábado e_e

Y pues lean e_e (ignoren el feo titulo)

-Espero que te tomen fotos mientras te tropiezas, así tendré que poner una en mi oficina.- Vegeta no paraba de burlarse de su joven hermano, desde que lo levantó le decía esas cosas. Pero fuera de enojarse, Tarble sabía que le decía tales cosas para tapar su culpabilidad por no poder asistir al evento y eso de algún modo lo reconfortaba, no estaba enojado con su hermano, no era su culpa, ya sabía de antemano lo ocupado que se encontraba y no le reprocharía nada.

 

 

-Si me llegan a tomar una foto, estoy seguro que será de cuando me estén entregando la medalla de primer lugar.- no se dejaría perder ante las palabras del mayor, éste sonreía al escuchar al menor hablar así, animado.

 

 

-¿Cuánto quieres apostar a que te caerás en alguno de los eventos que pongan?

 

 

-Las vacaciones.

 

-¿Qué? ¿Las vacaciones?

 

-Sí, ya se acercan y si yo no me tropiezo o hago el ridículo en el evento de hoy, tú pasaras las vacaciones enteras conmigo.

 

-¿Y si yo gano?

 

-Entonces…ammm…- el joven fruncía su ceño, asemejándose a su hermano cuando se notaba serio. Pensaba y pensaba, pero nada le venía a la cabeza. ¿Qué podía hacer en caso de perder? Simplemente no se le ocurría algo que satisficiera a su hermano. Pero…él no estaría presente en el evento ¿verdad? Entonces ¿Por qué preocuparse de perder y pensar en dar algo a cambio? Si llegase a pasar el ridículo, bastaba con decirle a sus profesores y amigos que si su hermano preguntaba, negaran que algo así sucedió, siendo él el ganador de la absurda pero en el interior importante apuesta.

Sonrió animado; Vegeta no comprendía ese extraño cambio de gestos que el pequeño le mostraba.

 

-Lo que tú quieras. Cualquier cosa que me pidas la haré durante mis vacaciones.

 

Vegeta al escuchar eso, sonrió de una forma un poco atemorizante, pues aseguraba dentro de sí que le ganaría a su joven hermano.

 

-Es un trato.- estrecharon sus manos como acto formal, cada uno pensaba en que ganaría, más Tarble, que no veía posibilidad de perder ante la falta de presencia de su hermano que ahora le convenía.

 

Ambos salieron de la casa, subiéndose a ese automóvil lujoso del cual podía Vegeta presumir; ambos tenían que llegar temprano. Apenas eran las ocho de la mañana, al parecer, el joven no iría a sus clases de natación matutinas, y su hermano asistiría a arreglar algunos asuntos desde temprano.

 

-Tarble.- su mirada continuaba fija en el camino, sus manos se movían armónicamente tomando la palanca y el volante.

 

-¿Qué sucede? ¿Olvidaste algo en la casa?

 

-No es nada de eso. ¿Estás seguro de que no quieres que nuestro padre asista al evento? – su mano apretaba con fuerza el volante mientras giraba en un retorno hacia la izquierda para meterse en la calle principal.

 

-No es necesario, está bien. Además, así cuando vayas a recogerme podemos pasar a comer a un restaurante nosotros dos.

-¿Un restaurante? ¿No quieres pasar hoy a la repostería? – su ceja se arqueaba ante la inesperada idea lanzada por el menor.

 

-Si, es que no hemos ido en un tiempo a ese restaurante donde hay varias peceras y la fuente que en la noche tiene el agua de colores.

 

-¿Estás consciente de que ese restaurante es uno infantil al cual no vamos hace años?

 

-Lo sé, pero me gustaría ir. – el joven hacía un ligero puchero. La realidad no era querer ir a ese lugar con su hermano porque lo extrañase, sino que el día anterior, no sabía por qué o al menos no estaba seguro, pero no se sintió cómodo con que su hermano y el de melena larga se hayan llevado tan bien.

 

-Lo pensaré, pero no te aseguro que vayamos a ese lugar. Me desagrada escuchar a los chiquillos correr y jugar. – Vegeta estacionaba el auto frente al instituto, su hermano se desabrochaba el cinturón de seguridad mientras él continuaba sintiendo una punzada de culpabilidad por no poder asistir al evento del joven, lo disimulaba bien, pensaba que de algún modo podría recompensárselo.

 

-Cunado vengas te mostraré mis medallas, así que prepárate.

 

-¡Já! Ya quiero ver eso.

 

Se despidieron con un simple ademan, yéndose ambos a sus rutinas del día.

 

En el centro de la ciudad, en un edificio de gran altura, se encontraba una joven en una oficina en el penúltimo piso.

Aquella figura femenina se paseaba por la oficina mientras meneaba sus caderas al caminar, ese vestido negro ajustado hacía resaltar sus curvas, le quedaba hasta unos tres centímetros arriba de la rodilla y sus hombros eran cubiertos por un pequeño saco color vino. Sus tacones resonaban aún sobre la alfombra, su mano no despegaba el teléfono de su oreja, esperando la respuesta al otro lado de la línea. Se veía realmente ocupada.

 

-“Estoy segura que lo he visto en algún lado, no puede ser algún tipo de empresario asociado a nosotros, eso lo dejaré descartado totalmente, pero su rostro y sus ojos me parecieron familiares.”

 

-#¿Bueno?#

 

Aquella voz masculina la sacó de sus pensamientos, ladeando un poco la cabeza y suavizando su hablar.

 

-Necesito pedirte un favor, quiero que reúnas información sobre una persona.

 

-#Claro, dime su nombre#

 

-No sé su nombre, ni su edad, pero sí puedo decirte donde trabaja.

 

-#De acuerdo#

La llamada se cortó, la joven dejó el teléfono en el escritorio de esa amplia oficina, no tenía nada en contra del hombre del que buscaba información, pero de algún modo, sentía que le debía algo, no lo comprendía, por eso quería buscar información respecto a él.

 

Mientras tanto, ya daban las nueve, El negocio no habría aún, pero los hermanos estaban limpiando el lugar. Ambos estaban de buen humor, pues la cena que prepararon les quedó deliciosa y al haber sobrado, pudieron desayunar el recalentado.

 

-Kakaroto, si quieres que compre algún ingrediente, dímelo ahora, voy a salir a comprar un poco de  limpiador de vidrios, ya se nos terminó. – aquel joven corpulento llevaba una camisa roja con las mangas recogidas, el pantalón negro de mezclilla no le ajustaba demasiado pero hacía que se notara su torneado trasero.

 

-En ese caso, quiero que traigas vainilla, leche y huevos. Los necesito para el postre que prepararé hoy. Sé que te gustará.

 

-Como digas, vuelvo en un rato, tú termina de hacer la limpieza.

 

El de melena larga salió, comenzando a caminar por las calles poco transitadas, sería más rápido tomar un taxi pero quería ahorrar lo que gastaría en el pasaje, además le gustaba caminar.

 

Tarareaba al ritmo de su andar, la gente solía verlo extraño ya que siempre mostraba un rostro serio fuera del trabajo, pero era una persona amable, bueno, amable con quien no le daba mala espina.

 

Por fortuna la caminata sólo duró unos veinte minutos, llegando al súper mercado, la mayoría de las personas comprando a esas horas eran mujeres; siempre que iba se sentía extraño al ser observado por ellas, unas murmuraban cosas detrás de él y a veces eran cosas tan extrañas que trataba de no comprenderlas. Muchas eran casadas, entonces ¿Por qué lo miraban tan fijamente al trasero?

 

-Bien, sólo necesito estas cosas. – se dirigió al mostrador, pero antes de llegar, sintió como si unos ojos se posaran sobre él, no era como la mirada de las señoras y jovencitas, no, éstos ojos lo acechaban.

 

-“Puede que sólo sea mi imaginación”

 

No le tomó importancia y fue a que le cobraran, saliendo de inmediato de ese lugar para poder regresar con su hermano y preparar las cosas para abrir.

 

Entre los estantes, se encontraba un hombre de cabello corto y negro, miró como salió Raditz de aquel lugar, miraba a su alrededor, cerciorándose de que nadie lo haya visto y posteriormente revisando su teléfono, viendo aquellas fotos que le había tomado. Lo había seguido desde que lo vio salir del local donde trabajaba.

 

-Bien, aún falta conseguir la información. ¿Por qué Bulma está tan interesada en saber quién es él? No se ve que sea alguien con muchos recursos. Bueno, yo tampoco lo soy pero…ahh…mejor sigo con mi trabajo.

 

La caminata iba a prisa, las bolsas de plástico sonaban con su andar, al llegar la puerta fue abierta por su hermano. El de cabellera alborotada estaba feliz de ver que sus ingredientes estaban ahí, ignorando a su hermano y yéndose directo a preparar aquel postre que aseguraba le encantaría al de larga cabellera.

 

-Ni un gracias, pero ya necesitara de mí en algún momento.- sus palabras se quedaban entre dientes; avanzaba a las vitrinas para poder acomodar los panes que ya estaban listos, pero el vibrar de su teléfono lo detuvo.

 

Vio el número, no dudo en contestar, puesto que se trataba de alguien con quien podía charlar con normalidad.

 

-Buenos días, Vegeta.

 

-#Buenos días, lamento hablar a estas horas, de hecho estoy a punto de entrar a una junta.#

 

-En ese caso no es bueno distraerse, deberías enfocarte en ello.

 

-#Sí, pero, quiero que hagas algo por mí.#

 

El de melena larga escuchaba atentamente, su rostro hacía diferentes expresiones al escuchar lo que el de cabellos de flama le decía.

 

-No lo sé, creo que tomará un tiempo llegar ahí, está algo lejos.

 

-#No te obligaré, pero realmente apreciaría eso#

 

-Yo te llamo en una hora y te doy una respuesta, si llego a ir, tengo que ver la forma de que mi hermano se haga cargo por un rato.

 

-#Esta bien, espero tu llamada#

 

Dio un suspiro al momento de colgar, no tenía idea de que hacer, el de cabellos de flama le estaba pidiendo un peculiar favor, se le hacía un gesto bueno y no creía poder negarse.

 

-Oye Raditz…Raditz…-su hermano no le hacía caso, estaba en su mundo pensando que hacer, Kakaroto hizo un puchero al verse ignorado y sonrió al pensar en algo.

 

-¡¿Qué demonios haces?!- su cabello estaba siendo jalado por el menor, quien tenía una tijera cerca de aquella sedosa melena.

 

-Pensaba que te hacía falta un corte.- sonreía mientras movía las tijeras muy cerca del cabello del mayor, provocando que éste lo empujase lejos.

 

-¿Estás loco? No necesito cortarlo, lo he cuidado adecuadamente, además, ya no estoy pequeño como para traerlo corto.

 

-Como quieras, pero ahora que ya no estás en las nubes, quería pedirte que me ayudaras con la batidora, será más rápido si tengo un ayudante.

 

-De acuerdo.- suspiró pesadamente y siguió al menor.

 

Pensaría mejor la proposición de Vegeta, por el momento se concentraría en alistar las cosas para poder abrir.

 

Los jóvenes murmuraban por todo el salón, cada aula estaba siendo informada sobre los eventos que se efectuarían, los padres y familiares estaban esperando a que los jóvenes comenzaran con aquel evento deportivo.

 

Todos se reunían en grupos, se efectuarían varias competencias deportivas, desde partidos de fútbol hasta competencias de natación. Los tutores guiaban a sus alumnos a sus respectivos escenarios, cada clase comenzaría en un club diferente, el club de esgrima comenzaría con las mujeres de grados inferiores, algunos comenzaron con el partido de tennis, por su parte, la clase de Tarle empezaría con el torneo de Karate.

-¿Nervioso?- Gohan se le acercó al joven, posando su mano derecha en uno de los hombros del menor.

 

-Para nada, más bien, estoy emocionado.

 

-Me alegra escuchar eso. Escuché que sabes un poco de artes marciales, aunque no estás en ese club.

 

-Sí, es que a mi hermano le gusta mantenerse en forma y a veces me hace practicar con él.

 

-Ya veo, por cierto. ¿Dónde está él? No lo he visto. ¿Acaso ya le habrán informado que comenzaras en el dojo?

 

El joven agachó un poco la cabeza, desviando la mirada.

 

-Él no pudo venir.- su voz sonaba quebrada, tragó fuerte y respiró hondo, sonriendo un poco para mirar al más alto.

 

-Entiendo.- Gohan sonrió y acarició la cabellera del menor. – En ese caso, me encargaré de tomarte muchas fotos y grabarte para que de esa forma pueda ver las cosas que lograste.

 

La sonrisa del joven se hizo más amplia, de verdad apreciaba que su tutor le diera esas palabras de ánimo.

 

-Bueno, no debemos retrasarnos, tus compañeros ya se deben estar cambiando, ve a los vestidores, encontraras un traje de tu talla, el director se encargó de que todos los alumnos tuviesen el material completo.

-De acuerdo.

 

El joven de cabellos parados avanzó, sonriendo ligeramente por el apoyo brindado, daría lo mejor de sí en cada evento.

 

Todo marchaba bien, Tarble, hasta el momento no había tropezado o perdido en los eventos, aunque tampoco había ganado el primer lugar en todos los que había estado participando, pero en definitiva se estaba divirtiendo, se reía con sus compañeros, en verdad era agradable el calor que sentía en sí.

 

-Bien, lo siguiente es la competencia de natación. Vaya que ha pasado el tiempo, ya son las tres de la tarde. ¿No tienes hambre, Tarble? Sería malo si no comes nada.

 

-Estoy bien, desayune mucho esta mañana.

 

-¿Estás seguro? No debes saltarte las comidas, si no…

 

-Estaré bien.- interrumpió rápidamente a su tutor. – No debe preocuparse, cuando me de hambre, pasaré a la cafetería por algo.

 

Gohan lo observaba alejarse, dio un suspiro y en un movimiento inconsciente buscó en su teléfono el número de cierta persona.

 

-“¿Debería hablarle?” – descartó la idea, guardando en su bolsillo del pantalón el teléfono y caminando en dirección al club de natación.

 

Calor, demasiado, en verdad hacía calor, uno sofocante, no podía mantenerse con esas gafas y gorra oscura mientras acechaba al de melena larga.

-“Que fastidio, ayer llovió y hoy hay un clima del asco.”

 

Dudaba de entrar o no a la repostería, sabía que podía obtener información fácilmente sin necesidad de hablarle al sujeto.

 

-“Bien, lo haré, de todos modos tengo ganas de probar alguno de esos postres, ella dijo que el olor de ese lugar era delicioso.”

 

Sus pasos eran seguros, abriendo la puerta, haciendo sonar esa peculiar campanilla.

 

-Buenas tardes. – su voz gruesa entraba en sus oídos, era más ronca de lo que pensó.

 

-Buenas, quisiera amm…yo.. “Demonios, no tengo idea de que pedir. ¿Acaso debería quedarme aquí y comer un postre? ¿Será mejor pedir para llevar y dejar todo así? De cualquier modo, acercarme no cambiará nada, igual puedo encontrar su información por otros medios, pero…ahh…demonios…”

 

-¿Caballero? ¿Sucede algo?- Raditz miraba al hombre algo confuso.- ¿Gusta tomar asiento?

 

-¿Eh? Ah…si, por favor.

 

El de cabello corto caminó y tomó asiento, mirando la carta de postres y panecillos que aquel mesero le ofreció.

 

-Me gustaría pedir un poco de té verde y una rebanada de pastel de vainilla.

 

-Como guste caballero, en un momento traigo su orden.

 

El lugar no está lleno, a esas horas era algo floja la fluidez de la clientela, pero normalmente en una o dos horas se llenaba el lugar.

 

-¿Qué sucede Raditz?

 

-No es nada, es sólo que…-el mayor suspiró pesadamente mientras servía el té para el cliente.- Kakaroto, hazme un favor y vele a dar esto al cliente de cabello corto color negro, lo reconocerás por una cicatriz en la cara, yo saldré un momento.

 

-Espera ¿Qué dijiste? ¿Me dejarás aquí atendiendo sólo? Pepepepe..pero se supone que tú atiendes a los clientes y yo preparo as cosas, así habíamos quedado. No podré hacerlo sólo.

 

-Claro que puedes, no hay muchos clientes a esta hora, yo regresaré lo más rápido que pueda, pero debo ir a hacer una entrega.

 

-¿Una entrega? ¿Entrega de qué?

 

El de larga melena ignoró la pregunta de su hermano y tomó algo del refrigerador para meterlo en una caja y después en una hielera para mantenerlo fresco.

 

-Atiende bien a la gente, siempre estás sonriendo así que no tendrás problemas con tratar bien a las personas, ya regreso.

 

El mayor salió rápidamente del lugar, dejándose ver por el tipo que lo investigaba.

-Aquí tiene su pedido. – el de cabellos alborotados le ofrecía una espléndida sonrisa.

 

-Gracias, pero ¿Qué pasó con el mesero que estaba aquí?

 

-Sobre eso, él regresará pronto. Al parecer tenía un asunto que atender.

 

-“Rayos, vine a nada”

 

-Aunque es extraño que mi hermano actúe así, probablemente es un favor muy importante.

 

-“¿Hermano?”

 

El taxi lo llevaba con prisa, ni siquiera sabía la razón por la cual estaba aceptando hacer eso, sólo, las palabras dichas por Vegeta resonaban en su cabeza y sin querer, terminaba absorbiendo toda su concentración, haciéndole imposible ignorarlo.

 

“Por favor, sé que no debería pedirte esto, pero es de suma importancia”

 

-“Demonios, espero recibir una recompensa por estar haciendo esto”

 

“Tarble, él seguramente no comerá nada durante sus clases, hoy entró temprano por un evento que se efectuará en el instituto, no sé si pueda salir de aquí temprano. No se me ocurre como recompensar mi falta de presencia pero, creo que a él le gustaría comer algo dulce. Yo no puedo ir…¿Podrías hacerlo tú?”

 

-“¿Por qué acepté? Bueno, él sólo quiere, de alguna manera, sentirse menos culpable por no poder estar presente.”

 

El taxista se estacionó, ahora, sólo pensaba en como entrar a ese lugar. Aunque, veía a muchas personas entrar, se acercó, había unos profesores de guardia, controlando todo.

 

- ¿Quién es usted?.- Uno de esos profesores lo miraba de forma sospechosa, pues no le daba confianza alguien de cabellera larga y rostro duro.

 

-Buenas tardes, vengo…yo vengo a…

 

No se le ocurría una excusa, es cierto, en ese instituto había gente de clase alta, es obvio que no dejarían pasar a cualquiera.

 

-¿Eh? Pero esa persona es…

 

-¿Qué? Hable claro.

 

-Ah..si, yo vengo a ver a ese profesor.

 

Gohan caminaba tranquilamente, fue por algo de tomar, después de todo todavía no era el turno de sus alumnos de pasar a nadar. De pronto fue llamado por un profesor que estaba en la entrada, no veía claro, pero al acercarse, lo vio acompañado de aquel mesero que lo atendió en la repostaría.

 

-Buenas. ¿En qué puedo ayudarles?

 

-Profesor, éste hombre dice que viene a verlo a usted.

 

-¿A mí?- Gohan estaba confundido, pero rápidamente fue jalado por Raditz y le habló al oído, explicándole la situación. – Ya veo, bien, puede pasar.

 

Ambos hombres caminaban por los pasillos, ninguno hablaba, al llegar al club de natación, vieron que la competencia estaba por empezar. Rápidamente Gohan tomó asiento en las gradas, mientras que Raditz se quedó parado, buscando la presencia de aquel joven.

 

 

No lo vería, pues, éste estaba a punto de saltar al agua para comenzar su competencia, no lo reconocía, puesto que tría puesto los googles y la gorra que cubría su cabello.

 

 

Así, empezó la competencia, todos los participantes entraron al mismo tiempo  al agua, pero Tarble, al practicar mucho natación, les llevaba algo de ventaja a los demás, ya llevaban dos vueltas y dos competidores estaban llegando al su mismo nivel; no quería perder, así que se concentró e incrementó su velocidad, siendo él el ganador de esa competencia.

 

 

Su tutor se levantó de las gradas y fue por una toalla para el joven, después de todo al no tener a algún miembro de su familia ahí, él debía hacerse cargo del menor.

 

Al retirarse el gorro y los googles, Raditz pudo reconocerlo, mirándolo desde lejos, dudaba en acercarse, pero sus pies avanzaron sin pensarlo.

 

-Estuviste muy bien, Tarble. No sabía que era tan bueno nadando.

-Gracias profesor. No soy tan bueno, pero di mi mayor esfuerzo.

 

Con cuidado comenzó a secar su cuerpo con aquella toalla, su traje de baño era ajustado y llegaba un poco más arriba de las rodillas, se notaba su cuerpo ligeramente marcado por el ejercicio.

 

-Oye, eres un buen nadador.- esa voz ronca detrás de él causó un pequeño cosquilleo por su cuerpo. Se dio vuelta, y lo vio, no tenía la más mínima esperanza de verlo ese día y mucho menos en su instituto.

 

Se dio cuenda de su cuerpo descubierto y se tapó con la toalla sin saber el porqué de su vergüenza, después de todo, ambos eran hombres y con su profesor no había tenido problemas en mostrarse así.

 

-Hola…amm…no es que sea bueno, yo practico todos los días.

 

-Aun así, hay quienes no sobresalen por más que practiquen.

 

Su rostro se enrojeció por aquel comentario, pero por su mente pasaba la pregunta. ¿Qué hace aquí?

 

-Tarble…

 

-“¿Por qué? Sólo está diciendo mi nombre, pero siento como mis labios se quieren curvar en felicidad. “

 

-Traje algo que te gustará o eso creo, ya que es el postre que más me gustó a mi hasta ahora.

Raditz abrió la nevera, donde llevaba en una caja un par de recipientes tapados, se acercaron al área de descanso que estaba a unos metros de donde se encontraban parados, para así poder sacar aquel postre que se conservaba fresco.

 

Gohan los acompañaba pero una profesora lo llamó, dejándolos solos en el área de descanso.

 

-Ten, traje dos porque me he dado cuenta de que te gustan mucho los postres.

 

-Gracias- sus ojos se iluminaron al destapar los recipientes, aquel caramelo escurría, soltando ese olor a vainilla tan delicioso. La consistencia del flan era llegando a la perfección, no sólo el olor, al probar el primer bocado, pudo sentir la explosión de sabor en su paladar. – Está delicioso.- su rostro mostraba un pequeño rubor.

 

-Me alegra que te guste. Tú hermano fue quien tuvo la idea de que te trajera esto.

 

-¿Mi hermano?- Sus bocados no se detenían pero su mente comenzaba a actuar antes las palabras del mayor, si su hermano había tenido la idea, significaba que estaban comunicados, en su interior, sentía un ardor y ligera molestia.

 

-Bueno, me tengo que ir, espero que te haya gustado.

 

-Espere.- no se dio cuenta en que momento lo tomó de la maga, pero sus ojos chocaron al haberlo detenido.

 

-¿Sucede algo?

 

-Bueno, es que… ¿No le gustaría quedarse al siguiente evento? Es una carrera en parejas- nunca había cruzado más de dos palabras con el de melena larga, así que estaba nervioso pero feliz al mismo tiempo.

 

-Es que, no puedo dejar la repostería sólo con mi hermano atendiendo. – la mirada del joven se posó en el suelo, soltando la camisa del mayor.

 

-Ya veo, gracias por venir hasta aquí para entregarme ese rico postre.

 

El menor de sonrió de la mejor forma que pudo y se preparó para irse a ambiar a los vestidores.

 

-“De cualquier forma ¿Por qué lo estoy invitando a quedarse?”

 

Sin esperárselo, sintió como aquella mano áspera se posó sobre su hombro, causando que voltease a ver.

 

-Es sólo una carrera ¿Verdad?

 

En ese momento, sus miradas se quedaron fijas en las del otro y Tarble, por más que quiso evitarlo, no podía dejar de ver aquellos orbes negros. Su corazón había empezado a palpitar, dejándolo confundido, sospechando de lo que le sucedía pero sin querer admitirlo aun.

Notas finales:

:0 Es el cap más larog que he hecho para este fic e_e

¿Qué les parece? e_e se que quedó feo :v pero me esforcé shavos xD

Ya saben, denme sus opiniones :v ¿Quien es el que acecha a Raditz? esa pregunta es facil >:v así que respondanlá.

:v denme ideas mis bebés hermosos.

Yo espero no volver a tardar tanto en actualizar xD mi excusa es que entrando a la uni ya me estaban dejando muchos trabajos y despues dos semanas duras con examenes xD y en un par de semanas vuelvo a tener exámenes, así que espero aprovechar estos días auqnue sea para actualizar los otros dos fics e_e

Bueno eso era todo e_e los veo, para quienes leen los otros, el viernes o el sabado e_e tratare de tener listos los caps.

Nos leemos 


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