A
Muchas personas miraban silenciosamente al grupo de chicos. Algunos emocionados por si es que aparecían los golpes, otros tantos, solo miraban por curiosidad. Algunos pocos, preguntaban a los demás el porqué de la riña.
Solo había tres palabras para las dudas de todos.
Kai y Kyungsoo.
Incluso después de aquella corta respuesta, más personas curiosas fueron a ver la temible pelea.
Todo el mundo conocía a Kai, diablos, ¡¿quién no lo conocía?! Él era tan popular como lo eran las cirugías y el maquillaje. Solo veintiún años, cuerpo moreno y bien trabajado, rostro hermoso y natural, una maldita inteligencia del demonio y por si no fuera poco, la rebeldía que explotaba con sencillez, todo aquello completaba el paquete.
Kyungsoo por otro lado, era el callado, pero aun así, violento chico de misma edad, pero de aspecto tan distinto. Su belleza no era cuestionable, lo que si era cuestionable, era el odio que solía tener contra el moreno. ¿Quién en su maldita vida querría pelear con alguien como Kai? Se sabía de antemano, que desde el primer momento que ambos se conocieron no se llevaron de la mejor manera.
Incluso ambos se declararon la guerra al cruzar la primera palabra.
Kyungsoo solía ser la única persona a la que Kai deseaba molestar. A la única que Kai le hacia la vida imposible.
— ¿Qué te sucede Jongin? — Con arrogancia las palabras salen de los labios del de aspecto adorable y ojos enormes. El moreno solo se cruza de brazos mientras hace su malhechora del día y hurta de la comida del otro.
—Llámame Kai, nena.
—Bien, Kai-nena, ¿qué mierda quieres ahora? —Y solo esas palabras bastaron para que Kai se levantara y tomara entre sus manos la ropa del contrario. Atrayéndolo a él de manera amenazante.
—No te quieras pasar de listo, maldito ojón.
— ¿Pero, qué? Tú me has pedido que así te llame.
—Kai-coma-nena, ¿no puedes entender una simple frase o debo explicártelo con palitos y dibujitos, eh?
— ¿Qué te sucede Kai-nena? ¿Te ha bajado y tratas de desquitar tu mal humor conmigo, eh? —Y las risas de los demás no se hicieron esperar.
Otro día más. Otra pelea más. Kai siempre quedando como estúpido ante Kyungsoo. Kai siendo detenido por su amigo, antes de que algún rector o profesor llegue y los reporte o algo por el estilo. Las personas dispersándose y Kyungsoo chocando sus manos con sus amigos por haber obtenido la victoria.
B
Una risa burlona y Kyungsoo sale semi-desnudo de los vestidores. Siendo cubierto por una sola toalla, corre a toda prisa, por todo el campus, importándole lo más mínimo que los demás lo miren. Centra su mirar en busca de aquella estúpida persona y una vez que la encuentra. Corre a ella y comienza a golpearla.
Jongin intenta con todas sus fuerzas el detener los ataques del más bajito, pero se le es casi imposible. Imposible ya que se encontraba en el césped hablando de lo más normal con una de las tantas chicas de primero que se acercaron a él para tratar de posponer alguna cita con él y sus amigos, al igual que las amigas de ella. Y al segundo, ya tenía a otro encima.
Ahora ambos están tirados en el césped. La toalla desapareció al momento de abalanzarse contra el moreno. Kyungsoo aprovechando que el otro esta despistado y le lanza algunos golpes. Las mujeres que estaban a sus lados, se levantaron casi de inmediato y Jongin al sentir la desnudes del otro, cambia los papeles. Ahora él es quien está sobre Kyungsoo, reteniendo sus brazos para que no continúen los golpes.
— ¡Te estoy diciendo que no tengo tu jodida ropa! —Y la vena del cuello crece al decir aquellas palabras. Callando las estúpidas ideas del otro.
— ¡Claro! ¿Y yo me chupo el dedo, no?
— ¡Con una mierda, ojón! ¡Que no tengo nada!
Antes de que los presentes pudieran ver (nuevamente) a un desnudo Kyungsoo peleando a muerte con un molesto Kai, uno de los amigos del grupo de Kyungsoo fue a su rescate y cubriéndolo con su enorme sudadera, Park Chanyeol se llevó consigo a su apreciado amigo.
Jongin y Kyungsoo gruñeron al mismo tiempo. Ahora el de ojos grandes, se ha alejado del moreno y las risas a su alrededor comienzan a crearse.
— ¡Ah, Sehun-eh! ¡Eres un bastardo! —Kai gira su rostro y encara a sus amigos. Pegando una mueca al continuar escuchando la conversación de estos. — Juro que no lo creí tan capaz de hacerlo. — Y las risas continúan saliendo de los labios de sus amigos. —Ese maldito del ojón realmente debe odiar a Kai-ah.
— ¿Qué les pasa a ustedes dos? —Pregunta al fin, con una mueca pegada y el entrecejo fruncido.
—Lo que pasa, mi estimado amigo —Baekhyun detiene la risa y después señala al chico a su derecha. — es que, aquí el inexpresivo, robó la ropa del ojón y ahora has sido juzgado por él sin haberlo dudado dos veces.
Y las risas no pararon en aquel lugar. Todos los demás, comenzaron a felicitar al alto y de pálida piel, reconocido legalmente como “Oh Se Hun”. Calificando su acción como perfecta.
—Debe ser una maldita broma. — Murmura a lo bajo y después de segundos, se levanta y comienza a caminar. Alejándose de su grupo.
C
Existen varias cosas en la vida que son difícil de predecir.
Una de ellas es el hecho de que Do Kyungsoo y Kim Jongin, deban unir fuerzas para ser guías de los nuevos chicos de primero.
—Debe ser una broma, ¿cierto, profe? —Medio salón pregunto al mismo tiempo que las palabras de su alto y algo grande de edad, maestro, comentó.
—En lo más mínimo, ahora, Do y Kim, a partir de mañana deben mostrar el ala este al grupo que les corresponde. — Con voz firme y sin quebrarse, les avisa. — Y no quiero nada de sus típicas peleas de niños de primaria, ¿entendido?
Kyungsoo no dijo nada. Kai tampoco. Ambos solo movieron sus cabezas en asentimiento y los demás, retuvieron el aire por lo que se sintieron, horas.
El peor error que se pudo haber cometido, acaba de ser hecho.
CH
Si bien, Jongin podría ser descrito como el chico popular y típico.
El chico que siempre está ligando a cada cuarto de hora. Cada veinte minutos, 10 distintas mujeres suspiran por solo escuchar su nombre o pensaren él. Quien cada fin de semana asiste a bares y clubes, y que al ser un chico de no más de 21 años, tienen tantas hormonas descontroladas como cualquier chico a su edad.
Y claro, lo obvio, es rico.
Rico tanto con su billetera, como en su aspecto y cerebro.
Paquete completo.
Las mujeres se desmayan al verlo pasar (bien, es una exageración eso, pero es algo similar.).
Jongin no solo era típicamente popular y perfecto, era casi irreal. Era como sacado de un libro. Prácticamente tenía todo lo que un perfecto e irreal personaje de ficción tiene.
Riqueza + Belleza + Inteligencia + Enamoradas + Enemigo mortal = Personaje principal de una perfecta historia.
—Oh, míralo, él es tan guapo.
—Yo escuche que ahora mismo no está saliendo con nadie.
— ¡¿Enserio?!
—Mi hermana me contó, que es tutor de los de primero. Tan amable.
Las mujeres más jóvenes susurran entre ellas mismas, suspirando con cada sonrisa que Kai les dedicaba mientras les comenta la ubicación de cada salón.
Kyungsoo, quien hasta el momento solo se mantuvo callado, por fin habla. Dando punto final a los murmullos de los demás.
—Su nombre es Kai. Tiene veintiún años. Soltero. Pero si quieren tener una oportunidad, deben superar a las de segundo. Ellas dan bastante miedo. —Bosteza y después talla su rostro con su mano, los demás lo miran como si de una especie de bicho raro se tratara. —En mi opinión no sé qué le ven, es muy moreno, demasiado delgado y la tiene chiquita.
Así es, Kyungsoo no detenía su boca en ningún minuto del día. Cualquier cosa que pensara, él la diría sin pensar en las consecuencias.
Como ahora mismo, que todas las personas lo miran atónitos. Kai lo mira, abriendo sus ojos a más no poder y arrugando entre su mano la tabla con pinza. Suelta un bufido y recompone su postura. Ignorando lo que se acaba de mencionar.
—Continuando, haremos un recorrido para visitar la instalación del centro de cómputo, el laboratorio tanto de química como…
Más murmullos. Solo que ahora, son más bajos que los de hace un momento. Ahora son un poco más discretos, pero más continuos.
—Escuche que él y Kai, se odian.
—Mi primo me comentó, que tuviera cuidado y no me cruzara en el camino cuando ambos tienen una disputa…eso suele suceder diario.
—Bien, ¿alguna duda?—Pregunta el moreno. Alargando su sonrisa, y mirando a todos los nuevos alumnos. Lo que más desea en ese momento, es que le presten atención para poder terminar más pronto. — ¿Sí? La chica que acaba de levantar su mano…
—Oppa, ¿la tienes chiquita?
D
Kyungsoo ingresa a su hogar. Suspira y deja caer los libros que pidió en la biblioteca de la escuela. Mira el reloj que la cocina tiene, y solo cuenta los segundos que transcurren en lo que él termina su trabajo.
Recibe un mensaje de Facebook, y no se sorprende en lo más mínimo eso de leer las quejas de sus amigos porque la tarea que se les fue asignada, es demasiada. Malditos profesores que dejan más tarea de la normal.
Termina su tarea, y maldice a Luhan por ser tan flojo y de no tener la delicadeza de pedir apropiadamente la tarea. Chanyeol y Tao también lo insultan. Luhan prometió hacer la tarea por su propia mano.
Su celular comienza a sonar, deja atrás lo que hacía y contesta al escuchar el segundo tono.
—Adivina, adivinador, ¿Dónde estamos hoy? —Pregunta una voz masculina, Kyungsoo solo se abstiene de rodar los ojos ya que, hace no más de cuatro horas atrás le enviaron un mensaje avisando donde se encontraban.
—Uhm, no lo sé, puede ser ¿Gangnam? ¿O tal vez, Busan? Pero creo que la más acertada es Lotte World, si mi don psíquico no me falla, comiendo porque son ya las 4 de la tarde y tu metabolismo te pide comida a esa hora, solo para mantener la energía constante.
—Soo, ¿eres algún tipo de brujo o qué?
—Por ti nene, soy lo que sea.
—Iugh, asco.
—Ah, por cierto, hoy es “horror Party night”. ¿Iras?
—La pregunta ofende.
— ¿Tienes dinero, o quieres que te deposite?
— ¿Estas tratando de burlarte de mí? Dinero es mi apellido.
—Claro, ¡Ah! ¿Dónde dejaras a-?
—Mamá viene conmigo, ella me ama. A ti no. Nadie te ama. Ni tu propia madre te ama.
—Minseok, solo ve a la fiesta, busca una pareja y deja de joder, ¿quieres?
—Joder es mi apellido.
— ¿Qué no era dinero? —Pregunta divertido.
—Voy colgando…maldito.
—Ve colgando y yo iré terminando de estudiar.
— ¿Sabes, Soo? De pronto me dieron ganas de hablar contigo.
—Jó-de-te.
—También te quiero.
La puerta se abre, Kyungsoo mantienen la pelea telefónica y antes de lo esperado, alguien más lo abraza por la espalda.
Se tranquiliza por solo algunos segundos.
— ¿Con quién hablas? —Preguntan cerca de su cuello, con voz baja y entre susurros para no escucharse.
—La abuela. —Responde el de ojos enormes.
— ¡Que no soy una jodida abuela, Kyungsoo! ¡Soy mayor que tú por dos años!
—Hola, Minseok-ssi. —Responden ahora, con voz alegre.
—Hola tú, ser humano viviente y con necesidades fisiológicas anormales.
— ¿Aun me odia? —Pregunta y solo recibe un asentimiento del de piel blanquecina.
—Bien, te dejo Soo. Volvemos mañana. —Avisa, y antes de lo esperado, cuelga.
Silencio. Todo el lugar se volvió silencioso por completo.
— ¿Porque sigo siendo un “humano viviente y con necesidades fisiológicas normales”? ¿Qué no lo habíamos dejado ya en el pasado? Han pasado que… ¿cinco-seis años?
—Anormales.
— ¿Eh?
—Eres: un humano viviente y con necesidades fisiológicas A-NOR-MA-LES.
—Vaya suerte la mía.
— ¿Suerte la tuya? Suerte la mía que tu hermana aun me odia.
—Ella no te odia.
— ¿No me odia? Claro, y la vía láctea es una galaxia.
—Oppa, ella no te odia.
—Me gusta cuando me dices “oppa”, tu voz es…sexy…—Confiesa el de piel blanquecina, dando media vuelta y encarando a la persona que lo acaba de llamar de tal forma. La otra persona ha logrado robar la atención y deteniendo su pelea sobre si realmente su hermana lo odia o no.
—Lo sé, oppa,
E
Kyungsoo y Jongin nunca fueron así.
Antes no se conocían, ahora ya que saben sus nombres y se hablan informalmente, se tratan de la manera en la que quieran.
Nadie se interpone cuando los dos se encuentran, siempre maldiciéndose unos contra otros. Sus amigos se meten en las disputas y de igual manera, se odian.
Todo el mundo sabe que se odian.
F
Era un día como cualquier otro, el profesor favorito de muchos. Hace una invitación imposible de negar.
Junmyeon, el más joven profesor jamás tenido por una Universidad, muestra a todos la tarjeta negra ilimitada.
—Así es, ya que han obtenido el segundo puesto, hoy pago yo.
Y sin reclamos o algo parecido, ya todo el grupo de 19 personas se encontraban en el restaurant. Comiendo y bebiendo todo lo que desearan hasta que sus estómagos ya no pudieran más.
La bulla comienza cuando un grupo de 11 personas entra al mismo restaurant. Kyungsoo y todo su grupo miran sin descaro a los recién ingresados. Junmyeon pide a sus estudiantes que coman e ignoren a los contrarios.
Pero es casi imposible el hacerlo cuando sus rivales se encuentran respirando el mismo aire que ellos.
Solo una décima, y ellos habrían obtenido el primer lugar.
—Oh, miren, los perdedores del “segundo lugar”. —Se burlan, y Luhan está teniendo las obscuras intenciones de enterrar su tenedor en el cuello del Byun.
—Kai-ssi, ¿comerás con nosotras, cierto? —Una de las mujeres se pega al cuerpo del moreno, él sin prestarles mucha atención, asiente. — ¡Genial! Chicas, hagan espacio para Kai.
La cena se desarrolló anormalmente, con insultos indirectos por un lado. Las suplicas de los profesores porque mantuvieran compostura. Comida arrojada de un extremo a otro extremo. Más insultos indirectos. Y finalmente, con una pelea verbal de las personas más esperadas de todas.
Así es, Do Kyung Soo y Kim Jong In.
— ¿Qué haces en este lugar, ojón? Creí que debías estar lavando la ropa mientras lloras porque les ganamos y que tus lágrimas se mezclen con el agua y espuma del detergente solo para que nadie se dé cuenta de lo absurda que es tu vida. —Alza la voz, provocando que los demás a su alrededor hagan bulla por sus palabras.
— ¿Qué haces en este lugar, Kai-nena? Creí que estarías con alguna prostituta, ya que, lamentablemente, nadie le tiraría bola a un nerdito-moreno como a ti. Es lamentable, ¿no tienes dinero? Si quieres yo te pudo prestar, nada como que le peguen una ITS a la persona que menos quieres ver en el mundo. —Kyungsoo responde a las burlas y lo último que espero fue la socarrona sonrisa del otro.
— ¿Qué te sucede, ojón? Usaste tanto tu cerebro que te has quedado sin ideas para insultarme. Umm, eso es lamentable.
—Créeme que lo que más tengo, son insultos para ti.
— ¿Y qué? Todos trataran sobre mi color de piel y lo “chiquita” que la tengo. —Su voz sale juguetona, provocando al otro. Sabe que ha logrado lo que quería en el segundo que el otro dejó la comida atrás. — ¿Tantas ganas tienes de conocer lo “pequeña” que la tengo? Anda, confiésalo. Te gusto, ojón.
G
Han pasado tres semanas, desde la última vez que Kai dijo aquella aclaración tan sagrada.
Ahora el moreno no tiene las suficientes fuerzas para encarar al otro.
Jongin al tratar de avergonzar a Kyungsoo públicamente, termino completamente como un imbécil.
¿Quién diría que golpear a alguien e insultarlo fuera tan artístico y bello? Ante los ojos de los demás, la golpiza que Jongin recibió, fue como una obra de arte. Las palabras que acompañaron a estas, fueron como el adorno que todo pastel debería tener.
Tan elegante, refinada y bella, como solo una verdadera golpiza puede ser descrita.
Además de todo ello, Kyungsoo ha buscado nuevos insultos para el moreno. Y ya no solo se tratan exactamente de su color de piel, lo chiquita que la tiene y su estúpida inteligencia. No. Ahora, artística e instrumentalmente, Kyungsoo lo insulta con su color y lo pequeña que la tiene.
Tan elegante, refinado y bello, como solo un verdadero insulto puede ser dicho.
H
Jongin se encuentra sentado en el enorme sofá de cuero del club. Parece que está meditando algo. Murmura a lo bajo y después de lo que parecieron horas, se levanta al fin.
Solo para notar a las otras personas que exhortos no quitaron la vista ni un solo segundo de él.
—Lo siento, debo ir a casa. —Avisa pero es detenido inmediatamente.
—Kai, no puedes hacernos esto, ¿sabes cuánto tiempo duré para que Taeyeon pudiera siquiera aceptar tomar una bebida conmigo? —Baekhyun suplica, pero el moreno se debate en si debe o no irse. —Amigo, solo aceptó porque su jodida prima quiere contigo. ¿No es eso bueno para los dos? Salimos ganando al final de cuentas.
Y esa es la forma en la que Jongin, recibió cerca de diez mensajes cuando pasaron las once de la noche.
Él había prometido llegar pronto a casa ese día, al parecer ha roto una promesa.
I
Kyungsoo tontea con Chanyeol. Comenzándose a burlar de las personas que más aborrece. Entre ellas, esta Byun Baekhyun.
—Tiene cara de caca. —Comenta en el segundo que comenzó a stalkearlo en Facebook. —En todas sus fotos parece que se la están metiendo por eso la mueca de dolor. —Dice divertido y para su suerte, Chanyeol no dice absolutamente nada. — ¿Qué? ¿Te gusta? Si quieres lo dejo de insultar. —Le pregunta con diversión. ¿Quién podría gustar de Byun Baekhyun?
—No, no, sabes que no es eso…es solo que…Kyung, ¿te gusta alguien? —Pregunta, mordiendo la uña de su dedo pulgar y mirando con nerviosismo a su compañero de equipo.
—Claro, ¿Por qué preguntas?
—Es solo que…que, hum…nada. Olvídalo, Kyung, mejor terminemos el trabajo y-
—Yeol, somos amigos, ¿Qué no? Anda, di lo que querías decir.
Y con una ceja elevada, la mirada quisquillosa y la suave sonrisa que le dedicó, Chanyeol por fin se atrevió a hablar.
—Me gusta el profesor Wu de física.
Y vaya que Kyungsoo no se esperó aquella confesión.
J
El teléfono del moreno comienza a vibrar. Baja la cabeza y mira el número de la persona que ahora le llama. Responde casi de inmediato, dejando atrás a las personas a su alrededor y sale sospechosamente del cuarto de estudio para tomar la llamada.
— ¿Sí?
—Negativo. —La voz suena tan majestuosa como si un ángel le hubiera hablado y lo hubiera arropado con solo esa palabra. El moreno suelta un suspiro de alivio y si no fuera porque Jongdae es la persona que está hablando, le habría dedicado un grito de alegría dejándolo completamente sordo. —Ahora ya puedes respirar.
—Te amo, Jongdae. Realmente, te amo…