Después de quedarse despierto leyendo el expediente, despertó hasta las 10:00 am, almorzó y continuó leyendo lo que le faltaba, pues era bastante extenso. Fue hasta el atardecer que Hermione llegó a su casa con los cabellos mas alborotados que de costumbre.
-Lo conseguimos –exclamó mirándolo con ojos brillantes y medio psicóticos mientras sostenía una carpeta en alto- lo logramos.
Harry supo inmediatamente a que se refería, por lo que se levantó de un salto mientras sonreía.
-¿Lo tenemos?
-Sí, con la autorización del ministro, todo ocurrió como maquina recién aceitada… Harry, tienes de nuevo la custodia total de Draco Malfoy y esta vez es definitiva.
-¿Total, total?
-Sí, ya no es como antes, esta vez puedes sacarlo del asilo.
-¿Y cuando podemos ir? –preguntó sonriendo ampliamente.
-Un medimago calificado debe autorizar la salida y no necesariamente tiene que ser Bruce, el mismo medimago que lo reviso la vez pasada puede hacerlo.
-Ron.
-Ajá.
-¡Oh Hermione, te amo! -exclamó abrazándola- eres una genio.
-Lo sé –respondio riendo- y bueno… son las 7:45 pm –dijo separándose y viendo su reloj- Ron saldrá a las 9:00 pm, hoy mismo podemos ir ¿estás de acuerdo?
-¿Es necesario preguntarlo?
-Lo imagine, por eso ya le avise e irá directo para allá y después iremos a san Mungo, deberá ser ingresado.
-Sí, ya había pensado en eso, su estado era malo cuando lo vi la ultima vez, no sé cómo estará ahora.
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-¡Hace frio! –exclamo Harry arrebujándose en su chaqueta mientras esperaban a Ron en la esquina de la calle.
-Claro que hace frio, pero tú solo agarraste tu chaqueta y ya.
-Adentro estaba calientito y además creo que tenía algo de prisa, pero veo que a ti el frio te pela los dientes ¿verdad?
-Así es –respondio muy ufana en su largo abrigo color uva- y como se que tú no sabes ni donde tienes la cabeza, pensé en Draco… -añadió sacando su monedero mágico y sacando el borde de una manta.
-¿Qué es eso?
-Es para sacar a Draco, traje una manta, una gorra, bufanda y guantes.
-¡Vaya, tienes razón! Nunca se me hubiera ocurrido.
-Lo sé ¡oh, allá viene Ron!
-Hola chicos –saludó el pelirrojo llegando en su auto- lamento la demora, un paciente se puso mal cuando ya iba de salida.
-No importa, ya estamos todos –respondio Harry.
-¿Entramos? –dijo Hermione viéndolos alternativamente.
-Entremos.
Cuando entraron al asilo, quien estaba en el modulo no era Sally, era otra enfermera.
-Buenas noches –saludo al verlos llegar- lo siento pero ya no es hora de visita.
-Buenas noches –respondio Hermione- ¿podrías llamar al medimago Miller por favor?
-No venimos de visita –añadió Harry al ver la confusión de la chica- ¿Dónde está la enfermera Sally?
-Ella está atendiendo a un paciente, pero si me esperan un momento iré a buscarlos.
La chica desapareció por un pasillo para regresar con Sally y Bruce.
-¿Qué hacen aquí? –Dijo Bruce al verlos- ¿no se supone que ya habían terminado aquí? ¡Haré que los sancionen por acoso!
-Buenas noches –saludó Hermione sin inmutarse mientras sacaba un documento de su carpeta de cuero y se lo entregaba- vengo a informarle que el ministerio retiró la orden de restricción y le otorgó la custodia total de su paciente Draco Malfoy a Harry Potter, quien ejercerá ese derecho en este instante al sacarlo de esta institución.
Bruce le arrebató el pergamino mientras Sally permanecía en silencio a su lado.
-Imposible… ¡este documento está mal, seguro es una falsificación! –exclamo conforme iba leyendo.
-Y aquí está un medimago calificado para hacer valido el punto en donde el paciente Draco Malfoy no puede salir sin la debida supervisión médica.
Todos vieron la palidez de Bruce pasar a un sonrojo total mientras los miraba alternativamente para quedarse al último viendo a Harry.
-Estás usando trucos sucios, el mismísimo ministro dejo a Draco Malfoy en este lugar bajo mi supervisión.
-Y fue el mismo ministro quien ahora me lo entrega a mí –respondio Harry- así que hazte a un lado.
-¡Ustedes no…!
-Bruce… -intervino Sally tomándolo de un brazo- por favor, deja que pasen, tienen los documentos en regla, no puedes hacer nada.
-Tú… -dijo mirando a Harry mientras respiraba fuerte por la nariz y lo señalaba con un dedo.
-¿Vas a amenazarme? –Pregunto Harry tranquilamente- porque si es así, te recuerdo que tengo varios testigos aquí y podría arrestarte por eso y por interferir en el trabajo de la abogada y el medimago aquí presentes.
Se miraron a los ojos durante un largo instante, como un duelo silencioso entre los dos, para terminar con Bruce dando un paso a un lado.
-Gracias –dijo Harry con fingida amabilidad.
Los tres se dirigieron a la pequeña habitación encabezados por Harry, quien al abrir la puerta miro ansioso al interior temiendo encontrar algo malo.
-¿Draco? –dijo viéndolo acostado con los ojos cerrados.
-Déjame verlo –exclamó Ron adelantándose mientras abría un maletín que llevaba.
Al parecer Draco dormía, pues ni siquiera se movió cuando Ron comenzó a auscultarlo.
-Veamos… -murmuró más que nada para sí mismo mientras colocaba su estetoscopio en el pecho.
Harry y Hermione permanecían en silencio dejándolo trabajar, ella más que nada impresionada al ver ya con sus propios ojos la situación de Draco, la mísera habitación, el pálido y demacrado rostro del chico que más bien parecía muerto.
-¿Está vivo, Ron? –preguntó temerosa.
-Sí –respondio sacando algo de su maletín- pero tiene fiebre.
-Eso es malo –dijo Harry preocupado viendo a su amigo trabajar diligentemente.
Después de un rato, Ron se enderezó diciendo:
-No hay más que hacer aquí, hay que llevárnoslo ya.
-Pero está dormido –dijo Hermione- no podemos usar la silla de ruedas ¿llamaremos una ambulancia?
-No es necesario –respondio Ron- esta sedado, no le dolerá si lo movemos, Hermione saca la manta por favor, el gorro no lo necesitaremos–pidió mientras retiraba las mantas- Harry, ayúdame a envolverlo con la manta.
Entre los dos lo cobijaron.
-Yo lo llevaré –dijo Ron cargándolo con cuidado- Harry ábreme la puerta.
Harry se apresuró a obedecer para dejar pasar a su amigo llevando en brazos a un dormido Draco.
Varias enfermeras estaban en el vestíbulo viendo todo, cuchicheando entre sí, menos Bruce y Sally.
Hermione abrió presurosa la puerta del auto en donde con ayuda de Harry colocaron a Draco en el asiento de atrás, después se sentó delante y viendo que ya todos estaban listos, emprendió la marcha.
Cuando llegaron a san Mungo Draco fue ingresado mientras Hermione y Harry tuvieron que permanecer en la sala de espera.
-Ron no dijo nada en el camino ¿estará muy mal?
-Calma Harry, Ron no dijo nada porque no había nada que decir, tienen que hacerle estudios y hacerle un examen completo.
-Sí, claro, tienes razón –respondio sentándose y poniéndose de pie casi en seguida.
-Voy por café.
-Claro.
Ron salió una hora después vestido ya con su túnica de sanador.
-¿Y bien?
-Bueno… -dijo viendo que ambos chicos se ponían de pie- está estabilizado, la fiebre se debía a una pequeña infección y sigue dormido, esta deshidratado pero ya nos ocupamos de eso, también esta anémico y muy débil, pero llegamos a tiempo.
-¿Y todo lo demás? –Pregunto Hermione- ¿lo de las escaras y todo eso?
-También fue tendido pero eso solo se cura con el tiempo y buenos cuidados.
-Ya veo.
-Tranquilos, esta monitoreado, es mejor que nos vayamos a descansar, incluido yo; solo firmo unos papeles y nos vamos.
-De acuerdo.
-¿Puedo pasar a verlo? –preguntó Harry.
-Claro, aunque te recuerdo que está dormido, no sabrá que estás ahí.
-No importa.
-Adelante.
Cuando entró a la habitación, una enfermera terminaba de recoger varias cosas en una bandeja y salía de ahí.
-Finalmente estás fuera… -pensó acercándose- ya veremos qué pasa, ahora descansa.
Se recargó en la cama e hizo un lado un mechón de su cabello viéndolo dormir, sonrió y salió de ahí.
-Mañana ya debo trabajar –dijo a Ron cuando salió- se que tienes mucho trabajo pero estate al pendiente de él por favor, seguramente se asustará al encontrarse en un lugar nuevo.
-Tranquilo, estará bien cuidado –respondio mientras le firmaba un documento a una enfermera y se lo entregaba- pero por hoy ya terminamos, ya vámonos.
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Al día siguiente, ya en su trabajo no tuvo tiempo de preocuparse pues tuvo que ocuparse de un saqueo a un condominio, tanto así que pasó su hora de salida y él aun estaba en la calle; finalmente pudo salir siendo ya casi las 10:00 pm; aun así fue a san Mungo.
-No son horas de visita Harry –exclamó Ron cuando lo vio.
-Ya te pareces a Bruce.
-No me compares con ese tipejo si no quieres que te mande a volar ¿de acuerdo?
-Bien, bien, lo siento… ya sé que no son horas de visita pero no pude venir antes.
-Lo sé –respondio riendo al verlo muy compungido de verdad- te dejo solo porque eres tú, pero te aviso que está dormido.
-¿A qué horas despertó?
-De hecho durmió todo el día, despertó como a eso de las 6:00 pm pero estaba muy aturdido y volvió a dormir, estaba agotado de verdad y además muy débil; así que puedes ir pero no creo que tenga caso.
-mmm ok –respondió alzándose de hombros con resignación- entonces vendré mañana.
-Bien, que descanses amigo.
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Que agradable era no sentir dolor… ¿no sentir dolor?... abrió los ojos sobresaltado encontrándose en un lugar desconocido.
-Hola –saludó Ron mientras inyectaba algo en su suero- todo está bien ¿descansaste?
Draco lo miró y luego miró la habitación para después volver la vista otra vez a Ron.
-Tranquilo –dijo Ron al ver su cara de confusión y angustia- estás en San Mungo, ya no estás ni estarás en el asilo con el medimago Bruce.
Ante la sola mención del nombre, Draco hizo un movimiento de inquietud sin entender para nada que sucedía.
-Fue Harry quien hizo todo lo posible para sacarte de ahí ¿recuerdas a Harry?
Draco asintió mientras intentaba asimilar lo que ese pelirrojo decía.
-Bueno, pues entre los tres lo logramos, él, mi esposa y yo; Hermione ¿recuerdas a Hermione?
Negó viendo como ese hombre tomaba su varita y hacia que su cama comenzara a enderezarse hasta ponerlo poco menos que sentado.
-Del aspecto psiquiátrico ya nos encargaremos después, por ahora lo que importa es que te sientas mejor, no hay dolor ahora ¿verdad?
Draco negó, por lo que Ron sonrió satisfecho.
-Eso es muy bueno, pero el dolor no se irá por completo –dijo mientras su sonrisa menguaba un poco- la medicina solo ayuda a sobrellevarlo pero digamos que lo quitamos en un sesenta o setenta por ciento; también debes saber que Harry ha venido a verte pero dormías, así que tuvo que irse pero está muy al pendiente de ti, dime ¿has entendido todo lo que te he dicho?... –bien –dijo al verlo asentir- es hora de comer.
Cuando la comida llegó, Draco solo la miró haciendo a Ron suspirar.
-Vamos Draco, es caldo de pollo ¿no te gusta el caldo de pollo?
Draco solo volteó el rostro para mirar la ventana… hacía tanto tiempo que no veía nada más que cuatro paredes blancas.
-¡Hola! –Dijo Harry entrando en ese momento- ¡Vaya, ya despertaste! ¿Cómo te sientes?
Su corazón dio un vuelco de alegría al ver al hombre de ojos verdes entrar, hacía tanto que no lo veía que sonrió a todo lo que daba cuando Harry llegó a su lado.
-Mucho mejor por lo que puedo ver, ya hasta tienes color en las mejillas ¿Cómo va, Ron?
-Todo bien, pero no quiere comer.
-Para variar –dijo sentándose en la cama- anda come ¿podrías darme ese gusto?
Sonriendo Draco asintió sorprendiendo a Ron, quien vio a Harry darle la cuchara para que el rubio comenzara a comer solo.
-Come todo, vuelvo en un minuto –dijo levantándose para hablar con Ron un poco más apartados- ¿Qué me cuentas?
-Va muy bien, un par de días y puede dársele el alta, lo que me lleva a otro punto…
-En donde se quedará.
-Exacto ¿ya lo pensaste?
-La verdad no, pensé que se quedaría más tiempo aquí.
-La cuenta no será barata y si se queda más tiempo no quiero ni decirte a cuánto ascenderá, aunque ya te dijo Hermione que estamos dispuestos a echarte la mano.
-Sí, me lo dijo, gracias.
-Por nada… mira, estuve investigando y encontré una clínica, está muy lejos pero no es tan cara y tiene buena atención.
-Sí... –respondio rascándose la frente mientras veía a Draco engullir un trozo de zanahoria cocida- ¿pero puedo serte franco?
-Dime.
-Siento que enviarlo ahí sería como hacerle lo mismo otra vez.
-Sabes que no es así, estará muy bien atendido y no habrá gente torturándolo como Bruce.
-Lo sé pero dices que está muy lejos.
-Sí, eso sí, se hacen varios viajes en la red flú y son como dos horas de camino.
-Es muy lejos.
-¿Y entonces? ¿Pretendes cuidarlo tú? –Preguntó sin afán de ofender- cuidar a un discapacitado no es nada fácil Harry –añadió el verlo quedarse callado- él necesita atención las veinticuatro horas y tú no puedes hacer eso.
-No, pues no.
-Además necesita rehabilitación, no es solo tenerlo en tu casa y ya.
-Lo sé Ron, lo sé… -respondio un tanto abrumado- pero entiéndeme, tampoco puedo enviarlo a quien sabe donde después de luchar tanto para sacarlo de ahí, sería como simplemente deshacerme del problema, lo lamento pero eso es lo que siento.
-Y yo te entiendo Harry, de verdad –dijo poniéndole una mano en el hombro- ¿pero te das cuenta de que no es como cuidar de un cachorro?... ¿sabes que él usa pañal? ¿Qué tiene escaras en el cuerpo debido al mal cuidado? ¿Qué necesita dieta especial? ¿Sabes cómo mover a un discapacitado?
-Ya, ya… -exclamó en voz baja mientras le sonreía a Draco, quien en ese momento tomaba su vaso de leche- es muy complicado, lo sé.
Ron vio a su amigo fingir una sonrisa mientras sus ojos verdes destilaban tristeza y preocupación, por lo que decidió darle otra opción.
-Mira, yo entiendo lo que sientes, te lo juro… y también se que entiendes mi punto, pero si te hace sentir mejor o tener otra perspectiva ¿Por qué no lo tienes unos días en tu casa mientras piensas que hacer?... puedes tomar unas clases de cómo moverlo y cosas así, cosas sencillas que puedes hacer, no tendrás la experiencia de un cuidador pero por algo se empieza.
Harry miró a su amigo sintiéndose en verdad muy afortunado de tenerlo.
-Gracias Ron, eso es justo lo que quería escuchar.
-No sé porqué no me sorprende –respondio sonriendo mientras rodaba los ojos.
-Pero necesito tiempo para esto, tal vez deba pedir mis vacaciones.
-Sería bueno.
-Oye y de lo de su cabeza ¿ya confirmaron que no tiene nada?
-Sí, su amnesia y su mutismo selectivo son psicosomáticos, probablemente debido a un gran trauma, pero con ese medimago a cargo no me sorprende que haya tenido algo que ver, de hecho tengo la seguridad de que así fue.
-Sí, yo pienso lo mismo... pero ya habrá tiempo de averiguar eso, creo que tengo que regresar a casa a preparar un cuarto para él.
-Bien, pero por ahora me tengo que ir, debo hacer otras cosas.
-Sí, gracias amigo.
Cuando quedó a solas con Draco, se acercó a su cama sentándose de nuevo en ella.
-¡Oye, ya terminaste!... buen chico, oye Draco ¿te sientes mejor?
Draco asintió mientras terminaba su vaso de leche.
-Ya estás mucho mejor, pronto serás dado de alta y saldrás de aquí.
Al oír eso, Draco fue borrando su sonrisa poco a poco hasta terminar mirándolo con angustia.
-Calma, estamos buscando un lugar bonito para ti, en donde puedas ser atendido como mereces, tendrás aire libre y recibirás tus medicinas a tiempo.
Fue evidente que esa explicación no le bastó, pues siguió mirándolo con aprensión.
-Entiendo que te asuste lo nuevo, pero no puedes quedarte aquí para siempre, pero en lo que encontramos ese lugar, dime… ¿te gustaría irte unos días a mi casa?
-¿A tu casa?... –pensó Draco sorprendido- ¿tú me llevarías a tu casa?
-No está acondicionada para una persona con tus necesidades pero ya nos arreglaremos, así que quita esa cara de susto, estarás bien, yo me ocupare de eso ¿de acuerdo?
Poco a poco Draco comenzó a sonreír haciendo sonreír también a Harry.
-Eso es, es mejor si sonríes ¿no?... y dime ¿aun no recuerdas a Ron?
Draco negó con la cabeza… ¿Por qué habría de recordar a ese pelirrojo?
Harry suspiró decidiendo ya no hablar de eso, algún psicomago ya se encargaría.
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-Ron me dijo que Draco está mucho mejor –dijo Hermione mientras caminaba rumbo a su oficina acompañada por Harry, quien iba a hacer un seguimiento a un local de vinos.
-Sí.
-Y también me dijo que vas a llevarlo a tu casa.
Sabiendo ya por donde iba la cosa, Harry quiso adelantársele para evitarse todo el rollo.
-Sí y antes de que me digas que es un error, solo es temporal ¿vale?
-Eso espero… mira, no quiero parecer insensible ni nada de eso y tú lo sabes, pero tampoco sería justo para él que te lo llevaras a casa y no hubiera quien lo cuidara y tampoco puedes dejar de trabajar ¿contratarás a alguien mientras no estás? Sabes que no puedes dejarlo solo.
-Lo sé, lo sé –respondio exasperado- sé que no puedo dejarlo solo y tampoco me gustaría que un extraño se paseara por mi casa mientras no estoy.
-Sería un cuidador, no un extraño –exclamó rodando los ojos- ¿sabes al menos como inyectar o tomar la presión sanguínea?
-Pues no pero puedo aprender, además no se quedará por tanto tiempo, solo serán unos cuantos días.
-Sí, como digas… pero debes pensar en un plan ya porque lo darán de alta mañana según Ron.
-¿Ya mañana? –Respondio sorprendido- ¿Qué no era la semana que entra?
-No Harry, no era la semana que entra ¿Qué no pones atención?
-Perdón, me confundí… -dijo rascándose la cabeza- creo que pediré mis vacaciones, ya tengo casi un mes acumulado.
-¡Oh, eso sería perfecto! Busqué varios cursos de cuidados para personas con necesidades especiales –dijo abriendo su carpeta de piel y sacando unos folletos.
-No sé porqué no me sorprende ¿Cómo es que tienes tiempo para esto con tanto trabajo?
-Organización Harry, organización y ahora te dejo –dijo deteniéndose para darle un beso y tomar otro camino- cuídate, nos vemos luego.
-Adiós.