-Listo, ya terminamos, te coloco el pañal y te dejo descansar ¿vale?
Cuando terminó y Draco quedó bajo las mantas, le pidió que le ayudara a acomodarse de costado.
-Pero por lo general duermes siempre boca arriba.
-Sí, pero de hecho no me gusta, pero no puedo de otra manera, hoy quiero probar así.
-Pero te duele la cadera.
-Sí, pero no tanto, puedo aguantar, si de plano no puedo, me acomodare boca arriba, eso no es tan difícil.
-De acuerdo.
Harry apagó la luz y encendió la lamparita, pero Draco le tomó la mano impidiéndole irse.
-¿Qué sucede?
Draco hizo señas pero Harry no pudo entender, así que se recostó a su lado, quedando ambos frente a frente.
-No puedo entenderte… ya sé –exclamó levantándose y yendo por su Ipod- mira, con esto podrás escribir en la oscuridad.
Cuando le enseño como usarlo, se acostó de nuevo frente a él.
-¿Qué pasó contigo Draco?
-¿Qué pasó con qué? –escribió maravillado viendo la pantallita luminosa haciendo sonreír a Harry- esto es muy práctico, puedo escribir en la oscuridad.
-Sí, es muy práctico… oye ¿ya te sientes mejor?
-Sí, la piel a veces me arde pero en este momento me siento bien, esa pomada es buena.
-No hablo de la pomada, estabas deprimido.
-Estoy bien… no te preocupes por eso, suficiente haces por mí.
-¿Por qué estabas triste?
-No estaba triste.
-Claro que lo estabas.
-No quiero hablar de eso.
-Quiero que sepas que mientras estés aquí, estarás bien.
-Gracias –respondio quedándose quieto, sin mirar el Ipod de nuevo haciendo que Harry cayera en cuenta de eso.
-Ya veo… estás preocupado, pero no tienes que estarlo.
-¿Pero qué será de mi? –Expresó al fin con mirada preocupada- quisiera valerme por mi mismo pero no puedo caminar, ni siquiera puedo ir al baño yo solo.
-Pero estarás bien, confía en mí.
-Confío en ti pero… el futuro me da temor, debo confesarlo.
Harry lo miró y deseó tanto protegerlo que sonriendo le acomodó un mechón de cabello detrás de la oreja.
-Yo soy auror, no dejare que nada malo te pase.
-Lo que me recuerda que no te he dado las gracias por haberme sacado de ese lugar.
-Dime una cosa ¿Por qué te maltrataba tanto Bruce?
-No lo sé pero no quiero hablar de eso.
-¿Por qué?
-No quiero.
Esa actitud esquiva intrigó a Harry, pero tampoco era de extrañar que el chico deseara olvidar esa horrible etapa de su vida.
-De acuerdo, no hablemos de eso… por ahora.
Draco sonrió comprendiendo que Harry era de esos que a los que no se les podía marear tan fácilmente.
-¿Ya lo ves? –Dijo tocándole de nuevo el mechón de cabello rubio- te ves mucho mejor cuando sonríes.
-Es gracias a ti, pero no tienes que ser tan amable, en serio.
-No es ningún trabajo ser amable contigo –respondio tocándole ahora la mejilla.
Draco sonrió más ampliamente tomándole la mano que le tocaba la mejilla y colocándosela en el pecho mientras dibujaba con los labios un “gracias”, que debido a que su visión ya se había acostumbrado a la poca luz de la lamparita, pudo ver.
Harry sintió el calor de ese pecho y el latir de ese corazón en su mano y entonces la movió para subir lentamente por el cuello… tan cálido y reconfortante…
Se enderezó un poco… lo suficiente para inclinarse sobre él y besarlo en los labios; por un instante Draco se quedó paralizado por la sorpresa, pero los labios de Harry eran tan gentiles y suaves que termino por separar los suyos y dejar que su lengua invadiera su boca.
Al sentir eso, Harry puso más énfasis en recorrer el interior de ese húmedo y caliente recoveco, la boca de Draco le pareció tan deliciosa y excitante que giraba a un lado y a otro la cabeza para disfrutarlo más.
El rubio le pasó los brazos por el cuello sintiendo un bullicio de emociones y sensaciones burbujear en su pecho, sintiendo la boca hambrienta de Harry devorar la suya y despues darle descanso a sus labios inflamados solo para sentir su aliento en su cuello, lamiéndolo, mordisqueándolo… haciéndolo sentir un mundo de sensaciones… y también dolor al recibir su peso en su cuerpo.
-¡Ah!
-¡Lo siento, lo siento! –Exclamó Harry separándose rápido al darse cuenta de lo que había hecho- ¡discúlpame por favor, no fue mi intención lastimarte!
El corazón de ambos latía acelerado, pero con Draco dolorido y Harry desconcertado.
-Perdóname –dijo Harry sentándose sintiéndose avergonzado de su acción- no debí… -añadió quedándose callado al sentir la mano de Draco en su muñeca deteniéndolo.
Draco le sonreía notándosele que para nada estaba ofendido, lo que tranquilizó a Harry recordando al instante la respuesta entusiasta del rubio al beso; Draco lo jaló haciéndolo que se recostara de nuevo a su lado.
-Espero no haberte lastimado mucho –dijo sin dejar de sentirse apenado.
Draco le tocó la mejilla sin dejar de sonreír mientras negaba con la cabeza, y para sorpresa de Harry le puso la mano en la nuca y lo atrajo hacia sí; Harry estaba impactado pero al mismo tiempo deseaba seguir besándolo, seguir probando esos labios y seguir probando esa piel.
Draco le revolvió mas el cabello mientras abría la boca y cerraba los ojos para seguir disfrutando de aquello tan increíble que estaba sucediendo; luego puso su mano en su espalda buscando colarla debajo de la camiseta de Harry, quien al sentir aquella mano bajo su ropa le susurró al oído.
-No hagas eso… haces que me excite mas…
Draco dejó escapar una risita que hizo a Harry reír mientras le lamía el cuello; después de un buen rato de besos y mordisqueos, el auror decidió dar por terminado el juego pues a pesar de su excitación sabía que no debía llegar más lejos.
-Es hora de dormir… -susurró sobre los labios calientes de Draco- ya es algo tarde.
Sabiendo también que no llegarían más lejos, Draco sonrió mientras asentía al tiempo que le tocaba la mejilla y suspiraba; no tardo en cerrar los ojos y dormirse.
Harry lo observó dormir por un buen rato preguntándose qué demonios acababa de pasar, pero la excitación y emoción que sentía le hizo sonreír haciéndolo dejar el razonamiento para después y cerrar los ojos también para intentar dormir.
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Cuando despertó, encontró a Draco dormido boca arriba su lado, finalmente el rubio no había podido aguantar dormir de costado, pero verlo a su lado, respirando acompasadamente, con el rostro hacia él, le hizo mirarlo fijamente… era muy atractivo, Malfoy era muy atractivo y en el colegio no se había dado cuenta… o tal vez si y esa era su fijación en vigilarlo… a saber, el asunto era que quien lo iba a decir… ese chico besaba muy bien.
Se giró hacia él para seguirlo viendo, Draco tenía algo que hacía que solo deseara verlo, miró su rostro apacible y se preguntó como ese chico podía aguantar tanto dolor todo el tiempo, mas aun… se preguntó qué cosa lo había sumido en el silencio; algo debió pasar para que Draco dejara de hablar.
-Creo que debo seguir investigando.
No paso mucho tiempo antes de que Draco abriera por fin los ojos y ese maravilloso color gris iluminó la vista de Harry.
-Tienes unos ojos preciosos –dijo poniéndole una mano en el cuello.
Draco sonrió y le señalo los suyos.
-¿Los míos también? –Dijo sonriendo- pues gracias.
Sin ninguna prisa y sin nada que hacer, Harry volvió a poner su boca sobre la de Draco, que lo abrazó sintiendo su excitación crecer; al cabo de unos minutos así, el auror se levantó para preparar el baño, después ayudó a Draco a desnudarse haciendo que esa acción tomara un nuevo significado.
-¡Vamos! –Dijo tomándolo por el torso de la silla hasta la tina, en donde lo dejó sentado en el agua burbujeante- sé cómo te gustan los baños en tina, por eso hoy lo haremos así.
Draco le agradeció con un gesto y con otro le indico que también se metiera en ella; Harry no lo pensó mucho y decidió imitarlo quedando del lado contrario; Draco se desespero por no poder decir lo que quería y comenzó a gesticular con impaciencia.
-Habla de nuevo, así te ahorrarías mucho problemas –dijo dándose cuenta del conflicto del rubio recibiendo a cambio un ceño fruncido- ¿Qué? Es cierto… bueno ¿Qué quieres decir?
Draco solo estiró los brazos haciendo que Harry entendiera muy bien lo que quería, así que se hincó entre sus piernas abiertas y lo volvió a besar, respingando al sentir la mano de Draco en su pene.
-¡Hey!
Draco sonrió sobre sus labios y continuó tocándolo… si había hecho eso antes no lo recordaba, solo sabía que era muy excitante tener entre sus manos ese miembro grueso y largo que a medida que lo friccionaba, iba aumentando de tamaño.
-¿Esta bien si yo te toco? -Susurró Harry en su oreja recibiendo un asentimiento de cabeza por respuesta- si te lastimo me avisas ¿ok?
Draco asintió sintiendose tremendamente emocionado al ver a Harry sentarse sobre sus talones en el agua y tomarle el pene; lo miró expectante deseando saber hasta dónde podría llegar.
Atento a cualquier molestia, Harry comenzó a friccionar el pene viendo a Draco, quien se mojó los labios con la lengua mientras colocaba sus manos junto a sus piernas.
-mmm… -gimió cerrando los ojos sintiendo muy agradable la caricia de Harry, quien sonriendo uso su otra mano para tocar sus testículos y acariciar su perineo.
-Delicioso… murmuró el moreno disfrutando enormemente tocarlo de manera tan intima; no tardo mucho en hacerlo correrse, algo que Draco disfruto y sufrió a partes iguales, pues su orgasmo le hizo tensar las piernas y la cadera que acabó agarrado de Harry de tal modo que al pobre le clavo las uñas.
-¿Estás bien? –dijo dolorido al ver su gesto de dolor.
Draco tardo en contestar, pues los calambres que sentía en las piernas le hicieron olvidar casi al instante el momento genial que acababa de pasar.
-Lo siento, te sacaré del agua –exclamó preocupado al verlo agacharse mientras oprimía los labios.
Se puso una bata y sacó a Draco del agua; no lo puso en la silla sino que lo llevó hasta la cama en donde lo sentó y lo cubrió con una toalla, para después acuclillarse frente a él.
-¿Ya mejor? ¿Quieres que llame a Ron?
Draco negó con la cabeza, el dolor iba menguando, lo que le hizo darse cuenta de lo que eso significaba.
-Lo siento –escribió en el cuaderno.
-¿Por qué?
-Le quité la emoción al momento.
-No te preocupes por eso, lo que importa es que estés bien –dijo levantándose y besándole en los labios- descansa un poco en lo que preparo el desayuno.
Lo acostó y salió de ahí para vestirse y preparar el desayuno, después fue por él y después de alistarlo pudieron desayunar.
-Vamos al jardín ¿te gustaría?
Draco deseó decir que sí, pero se sentía muy cansado, sin embargo deseaba estar con Harry lo más posible, se sentía flotar, metido en un sueño en el que jamás imaginó siquiera, así que asintió mientras esbozaba su mejor sonrisa; sin embargo a los diez minutos de estar fuera, se quedó dormido en su silla.
Preocupado, Harry lo llevó de nuevo dentro en donde lo acostó y lo dejó descansar; pero al despertar un par de horas después, al estar comiendo ambos, lo hicieron entre besuqueos como un par de adolescentes enamorados.
A la hora de dormir, Harry lo hizo en el cuarto de Draco, pero solo hubo un par de besos para luego dejarlo dormir; el auror le acaricio la mejilla mientras veía su rostro sereno en medio del sueño… toco su cabello, lo acaricio una y otra vez entre sus dedos, constatando su suavidad, luego besó su frente y también cerró los ojos.
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Sonrió sin abrir los ojos al sentir besitos en sus mejillas y en sus labios.
-Eso sí es un buen despertar… -dijo levantando los brazos y atrapando el cálido cuerpo que se esforzaba por estar a su lado- buenos días –dijo mirándolo al fin.
Después de desayunar Draco quiso abrir de nuevo los huevos de Quidditch y después quiso salir, pero con una petición fuera de lo común que hizo a Harry dudar un poco.
-¿Seguro?- dijo cuando estaban afuera- siendo sincero contigo no deseo que te deprimas por no poder hacer esto tu también.
Draco sonrió mientras le restaba importancia con la mano, lo que deseaba era ver esas escobas de verdad, sentir algo que burbujeaba en su corazón, un deseo ardiente de sentir el viento golpear su cara… no recordaba si alguna vez había volado, pero esa urgencia bullía en su pecho y hacía que en verdad quisiera montarse el mismo en esa escoba, pero se conformaba con ver, con sentir a través de otro… así que juntó sus manos para indicar su deseo.
-De acuerdo –exclamo Harry montándose en su escoba, viendo el anhelo brillar en esos ojos grises, dio una patada y se elevó por los aires.
Draco miró como se elevó, con su cabello siendo azotado por el viento; Harry comenzó a dar vueltas por el cielo, haciendo maniobras de Quidditch, lo que le recordó que hacía tiempo que no jugaba; bajó y dio varias vueltas alrededor de la silla de Draco viéndolo aplaudir y estirar sus manos para tocarlo, por lo que haciendo algunos movimientos paso estirando su mano para tocar la del rubio.
Draco miraba embobado y deseo con todas sus fuerzas poder caminar para poder subirse a una escoba también y disfrutar el viento salvaje en el cielo; pero estaba habituado a la perdida, por lo que se concentró en ver el disfrute de Harry e imaginarlo suyo, imaginar lo que sería estar ahí arriba, viendo todo desde las alturas.
Después de un buen rato, Harry decidió bajar.
-Listo… -dijo con las mejillas sonrojadas y el cabello mas revuelto de lo normal- ¿te gustó?
Draco asintió mientras aplaudía, tanto así que estiro los brazos para abrazarlo.
-Ya veo que si lo disfrutaste, me alegro –respondio riendo mientras lo abrazaba con un brazo mientras que con el otro sostenía su escoba.
Dejó la escoba en un cobertizo que tenía en el patio y entraron a la casa.
-¿Mañana lo haces de nuevo? –pregunto enseñándole su cuaderno.
-Claro.
Lo dejó viendo televisión mientras preparaba la comida… y también mientras su cabeza trabaja en algo que se le acababa de ocurrir.
-Jugo de calabaza, rico ¿no? –Dijo cuando ya estaban sentados a la mesa- voy a trabajar en algo en el cobertizo de afuera ¿te molestaría quedarte aquí viendo televisión? La verdad es que hace algo de frio y no me gustaría que te resfriaras.
Sintiendo algo de desilusión, Draco no tuvo más remedio que aceptar.
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A la hora de cenar, Harry entro y pidió unas pizzas, comieron y después se sentaron a ver televisión.
-Harry, sé que es muy tarde… -escribió Draco en su libreta.
-mmm no tanto, son las 9:30 ¿Por qué?
-Hay algo que me gustaría pedirte, sé que es un tanto abusivo de mi parte pero la verdad es que lo quiero de verdad.
-¿Qué es? –preguntó lleno de curiosidad.
-¿Podríamos salir de nuevo al jardín?
-¿Ahorita? ¿Y para qué?
-Para volar.
-¿Volar?
-Sí… es decir, tu obviamente… la verdad es que me gustaría mucho verte en el cielo en la oscuridad; a mi gustaría pero no puedo, pero me emociona ver a alguien volar.
-¿Recuerdas cuando volabas?
-No, pero seguro me gustaba mucho –respondio sonriendo- y aun ahora me gustaría ver la ciudad de noche, ver las luces de las casas, de las calles… ver todo sabiendo que la gente de abajo no me ve, como si yo fuera un fantasma sobre la ciudad.
Harry lo observó un instante… sorprendido por lo que acababa de escuchar… afuera hacía un frio del demonio pero ¿Cómo negarse a semejante petición, si él mismo sabía lo maravilloso y extasiante que era volar en la noche? ¿Sentirse un fantasma en medio de la gente tanto muggles como magos?
-De acuerdo –dijo sintiéndose emocionado- pero iras cubierto hasta las orejas ¿de acuerdo?
Draco asintió entusiasta.
-Bien, entonces vamos.
Lo llevó a la habitación en donde le puso ropa abrigadora y de paso él también, después salieron al jardín trasero en donde el moreno encendió unas farolas.
-¿Ves que estuve trabajando aquí toda la tarde?
Draco asintió mientras se calaba más los guantes.
-Bueno, es porque se me ocurrió algo y gracias a mi habilidad pude terminar.
Draco rió por la “auto flor” de Harry, quien abrió el cobertizo para sacar algunas cosas.
-Y me parece que es el momento ideal de probarlo.
-¿Qué cosa? –pregunto usando el cuaderno.
-¿Te gustaría volar conmigo? –Preguntó de repente viendo al rubio quedársele mirando como si hubiera hablado en ruso- ¿Draco?
Draco respingo al oír su nombre y luego escribió algo rápido en el cuaderno.
-Perdón, creí escuchar que me invitabas a volar contigo.
-Pues sí, eso mismo dije.
-¿Hablas en serio, no me estás bromeando?
-¿Por qué habría de hacerlo? No se me hace gracioso ofrecértelo en broma.
-¿Pero cómo? –escribió de prisa notándosele la ansiedad en el rostro.
-Mira, adapte un asiento a mi escoba y también un cinturón… también hice este como pasamanos o no sé cómo llamarlo… -dijo mientras fijaba al pasto un barandal como el que usaban las bailarinas de ballet- para que mientras yo me subo a la escoba, tú te sujetes de ahí.
Draco miraba todo sintiéndose como un niño… ¿sería posible?... ¿sería posible para él volar?
-Listo… -dijo Harry mirando el barandal clavado en el suelo- ahora vamos con la escoba, tengo un hechizo que la mantendrá en el aire mientras te subo a ella.
Cuando se giró a Draco, este miraba la escoba con tremendo anhelo que conmovió Harry.
-¿Vamos?
Draco asintió mientras dejaba su cuaderno en el suelo en tanto Harry le quitaba la manta de las piernas.
-Por eso te puse un pantalón de lana.
Lo levantó por el torso y lo sentó en la escoba.
-Sujétate del pasamanos.
Draco se sujetó fuerte mientras Harry le levantaba una pierna y lo montaba en la escoba.
-Por cualquier cosa te pondré un casco –dijo colocándole un casco de bicicleta para después montarse él en la escoba- y ahora va este cinturón que te asegurara a mí, toma pásatelo por detrás y me lo pasas.
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