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SANANDO UN CORAZON por Orseth

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            Cuando estuvieron ambos en la escoba, Harry se sujetó al mango.

            -Abrázame fuerte ¿vale?

            Draco asintió mientras se aferraba a él por el torso, entonces sintió la escoba elevarse y el suelo alejarse cada vez mas.

            -¡Dios mío, estoy volando! –Pensó abrazando fuerte a Harry- ¡estoy volando!

            Sin decir nada más, Harry se elevó y se alejó de ahí sintiendo el viento helado azotar su rostro y revolver su cabello; se dirigió al centro de la ciudad en donde comenzó a sobrevolarla.

            Draco veía todo fascinado, a la gente entrar y salir de los comercios, sumergidos en su mundo y en sus asuntos, ajenos de que eran observados desde lo alto, miraba todo sintiéndose en un mundo aparte, como si no tuviera sus propios problemas, como si su vida estuviese en punto suspendido mientras estaba en el aire.

            Harry podía sentir esa emoción y sonrió mientras aferraba el mango con fuerza.  

 

________________________

           

            -Espero que el frío no te haya afectado –dijo colocándolo en la silla para luego guardar la escoba después de una hora de vuelo.

            -¿Podemos hacerlo mañana de nuevo?

            -Ya veremos –respondio Harry después de leer el cuaderno- por lo pronto vamos a descansar.

            Cuando ya estaban acostados, Draco tomó de la mano a Harry y lo miró intensamente en la semi penumbra.

            -Gracias –dijo con los labios.

            -Por nada –respondio sonriendo.

            Entonces Draco se enderezó un poco y le besó en los labios, beso que Harry respondio pasándole una mano por la nuca.

            -¡Dios! ¿Cómo es que besas tan rico? –Susurró en sus labios- ¿has estado con alguien antes?... no me malinterpretes, no es que sea entrometido, es que me da curiosidad si recuerdas  a alguna pareja en especial.

            Sonriendo Draco se alzó de hombros, gesto que Harry no supo interpretar, pero no le tomó más importancia y volvió al ataque de esos calientes labios; pasó su mano con debajo de su camiseta y acaricio su piel por un rato hasta que sintió que lo mejor era detenerse.

            -Creo que es hora de dormir –dijo viendo a Draco fruncir el ceño en protesta- anda, duerme ya que si no, no respondo de mi.

            Riendo por lo dicho, Draco le dio un último beso y después se acomodo boca arriba para poder dormir.

           

 

_______________________________

           

 

 

            Cuando desayunaban, una visita los sorprendió.

            -Hola Ron.

            -Hola Harry, Draco… -respondio Ron saludando a ambos- espero no interrumpir.

            -Para nada, ya terminamos ¿quieres un café?

            -No, acabo de desayunar también, además no es una visita social –exclamó riendo.

            -Sí, lo sé, lo sé… ¿vamos a tu habitación? –preguntó a Draco, quien sonriendo asintió.

            Cuando los tres estuvieron en el cuarto, Ron lo acomodó en la cama y lo revisó de pies  a cabeza.

            -Estás mucho mejor, no tienes ojeras, eso es muy bueno.

            -Come mejor, ya no tengo que insistirle.

            -Genial, bueno… -dijo Ron sonriendo mientras guardaba sus instrumentos en su carpeta de piel y dirigiéndose a Draco- necesito hablar con Harry de otras cosas, espero que no te moleste.

            Negando con la cabeza, Draco sonrió mientras les indicaba que él se quedaría ahí mientras ellos hablaban en la sala.

            Cuando llegaron a la sala y Ron se giró a mirarlo, su rostro sonriente había desaparecido por completo quedando en su lugar una expresión que asustó al mismísimo Harry.

            -¿Qué sucede?

            -¿Qué sucede? –repitió Ron dejando su carpeta en el sofá- a mi no me engañas Harry ¿hasta dónde has llegado?

            -¿De qué hablas?

            -Mira… -exclamó con impaciencia- en el colegio pude ser el más torpe, ciego y despistado, pero ya soy un adulto, tengo ojos y lo que es más, te conozco perfectamente.

            -¿¡Pero de que hablas?! –exclamó realmente sin entender.

            -Esas miraditas y sonrisitas de tarados que se echan entre ustedes… Harry ¿tienes algo más con Malfoy fuera de la relación de un paciente y su cuidador?

            -Claro, somos amigos –respondio alzándose de hombros y dándole la espalda para sentarse en el sofá.

            -Mira, si hay algo que no me gusta es que me traten de tonto, suficiente apoyo has tenido de mi parte como para que ahora me quieras ver la cara.

            Harry abrió la boca para protestar, pero lo que su amigo decía era completamente cierto.

            -Sí, lo sé… perdona –exclamó cambiando completamente de actitud.

            -Bien, ahora dime exactamente que tienes con él –dijo Ron señalando la dirección en donde estaba la habitación de Draco- ¿ya te lo echaste?

            -¿¡Qué?! ¡No! –exclamo escandalizado.

            -Y ni te me ofendas, que no te queda –respondio sentándose en el sofá de al lado.

            -Pues no es por eso, pero lo dices muy… no sé…

            -¿Y cómo quieres que lo diga, con flores?... Harry, sé sincero conmigo ¿Qué hay entre tú y Malfoy?

            Harry exhaló un suspiro antes de contestar.

            -No ha habido sexo Ron, no soy tan inconsciente para hacer eso, sé que no puede y yo no debo, pero bueno… nos hemos besado y ha habido algunos toqueteos atrevidos.

            Ron no contestó, solo exhaló un suspiro y después de unos momentos abrió su carpeta, saco unos pergaminos y los arrojó a la mesa.

            -Toma.

            -¿Qué es eso?

            -Una dosis de realidad, tómala cada tres horas, tu estado es crítico.

            -¿De qué hablas? –Exclamó molesto tomando los papeles dándose cuenta de que era el expediente médico de Draco- ¿para qué me das esto?

            -Para que lo leas y te acuerdes de lo que estás haciendo.

            -Sé lo que estoy haciendo.

            -Pues yo no lo creo ¿Por qué no sales de tu burbujita y miras las cosas con objetividad?... Harry, estás haciendo exactamente  lo mismo de siempre.

            -¿A qué te refieres? –preguntó ceñudo.

            -Lo diré con las palabras que un día te dijo Malfoy y que dijo muchas veces y que ahora no puedo negar… eres San Potter.

            -¿Qué?

            Ron se quedó pensando unos segundos que decir, sintiendo la frustración propia de alguien que desea explicar un montón de cosas a alguien que simplemente no desea entender.

            -Te gusta rescatar Harry… te gusta ocuparte de los demás, no sé si porqué de niño te falto eso o que se yo pero…

            -Mi niñez no tiene nada que ver –interrumpió sintiéndose muy ofendido.

            -De acuerdo –exclamó armándose de paciencia- dime una cosa ¿Cómo conociste a Chris?

            -¿Y a que viene eso?

            -Solo dímelo.

            -En un asalto, el fue… asaltado –respondio ya no tan seguro de sí mismo.

            -¿Y quién se ocupo de su caso?

            -Ya sabes que yo.

            -¿Y quien llevó a su casa al pobre y traumatizado chico?

            Harry no respondio, de pronto se sintió tan tonto y ridículo que solo exhalo un suspiro mientras recargaba la espalda en el sofá.

            -Harry… -continuo Ron suavizando un poco su actitud- no soy quien para juzgarte, suficientemente peludos estamos ya para eso, solo en este caso en particular deseo que te pongas las pilas amigo y pienses lo que estás haciendo… dime una cosa ¿A dónde piensas que va a ir todo esto con él? ¿Acaso ya pensaste más allá de estos maravillosos días? –Dijo sin pretender ser sarcástico, no lográndolo por supuesto- ¿has pensado que no solo necesita atención física sino también psicológica?... ¿recuerdas porqué perdió el habla? Él no tiene una lesión en las cuerdas vocales, él no habla por un trauma psicológico…

            -Lo sé, lo sé…

            -Pues pareciera que no… dime, ¿Qué pasará cuando recuerde quien eres? Y sobre todo cuando recuerde quien es él, en caso de que algún día lo haga.

            Harry pegó la barbilla al pecho sintiendo una especie de resaca moral.

            -Sé que soy duro amigo, pero aquí alguien debe ser el responsable… a él no lo puedo culpar, en este momento no es responsable de sí mismo.

            Harry pasó sus dedos por entre su cabello quedándose sin nada que decir, por lo que Ron prefirió ya no decir nada más, al parecer el auror ya había captado el mensaje.

            -Me equivoque… -susurró mirando al frente- no hay excusas, me equivoque… -Recargó sus codos en sus rodillas y comenzó a frotarse la cara mascullando: - soy un idiota… un completo idiota…

            Ron lo miró ya sin decir nada, a pesar de las tonterías de su amigo, sabía muy bien que Harry no actuaba con mala intención.

            -Sé que pensarás y sabrás resolver esto… pero por ahora hay otro asunto que me trae aquí; alégrate, son buenas noticias.

            -¿Ah sí? –respondió descubriéndose solo los ojos para después recargarse de nuevo en el sofá.

            -Sí,  en realidad ese es el principal motivo de mi visita –exclamó Ron ya un tanto entusiasmado- recordarás que estoy trabajando en un estudio de regeneración de tendones y músculos.

            -Sé que estabas en un curso o algo así, pero la verdad no puse atención de que era.

            -Sí, no me sorprende –respondio resignado para luego retomar el asunto- es un tratamiento nuevo en donde se pueden regenerar los tejidos destruidos por maldiciones.

            -¿Cómo aquella vez en donde Lockhart me desapareció los huesos del brazo?

            -Exacto, pero recordarás que fue relativamente fácil regenerártelo de nuevo.

            -Fácil si, indoloro para nada.

            -Bueno, pues fue posible porque fue un simple hechizo el que provocó eso, pero en caso de maldiciones ya no es posible.

            -Como en el caso de Draco… -exclamó Harry dándose cuenta para donde iba todo aquello.

            -Así es y me pareció el candidato ideal para esto y se lo mostré a mi profesor y él piensa lo mismo… ¡Harry, Draco es candidato perfecto para el programa!

            -¿En serio?

            -¡Sí!... mira, si ustedes fueran quienes solicitaran ser admitidos les costaría una fortuna, pero en este caso es el director del programa, o sea mi profesor, quien quiere que Draco sea admitido, de tal modo que no les costara un knut, tendría que internarse en san Mungo para empezar lo antes posible.

            Alegría, pesar… todo se mezcló en Harry, quien solo sonrió mientras inclinaba un poco la cabeza.

            -¿Harry?

            -Internarse… o sea que debe irse de aquí.

            -De todos modos lo tenía que hacer ¿recuerdas?

            -Sí, sí, claro…

            -Harry, espabílate –dijo Ron imaginando el torbellino de sentimientos y emociones que revolvían la cabeza de su amigo- no sé a que grado mejore, pero es seguro que su calidad de vida mejorará.

            -¿Podrá caminar de nuevo?

            -No lo sé, el daño es demasiado… pero podríamos quitarle el dolor y ya no sería necesario que tome tantos medicamentos que a la larga tendrán secuelas.

            -Claro… ¿sabes? –Dijo mirándolo mientras esbozaba una débil sonrisa- no quiero que me malinterpretes, me alegra mucho esa noticia que me das, él sufre mucho dolor, sus medicinas no se lo quitan al cien por ciento.

            -Exacto.

            -¿Y cuándo debe ir a san Mungo?

            -En cuanto él acepte ingresar.

            -Entiendo… oye ¿podría darle yo la noticia?

            -Claro, si quieres hablamos después, ustedes necesitan tiempo –respondio poniéndose de pie y recogiendo los papeles que  se habían esparcido en la mesita.

            Ron se fue dejando a Harry tumbado en el sofá como muñeco desarticulado; debía ir a ver a Draco… tenía que ir, sin embargo le pesaba tanto el desliz cometido que no deseaba verlo, mirar su rostro risueño y esos ojos grises tan soñadores últimamente.

            -Soy una mierda… -pensó levantándose con pesar.

 

 

________________________________

 

 

            Cuando vio entrar a Harry, Draco le sonrió desde la cama y le tendió la mano, mano que Harry tomó sentándose a su lado.

            -¿Cómo estás? –preguntó viéndole sonreír muy contento, a lo que Draco respondio alzándose de hombros indicando que estaba bien y jalándolo un poco para que se recostara junto a él; Harry lo hizo quedando hombro con hombro con el rubio, quien con esfuerzos y con ayuda del moreno quedo de lado para poder mirarlo frente a frente, solo entonces notó su rostro un tanto serio, por lo que tomó su cuaderno para preguntar:

            -¿Qué sucede?

            -Nada.

            -¿Seguro?

            -Sí.

            Entonces sonrió y se levantó un poco para posar sus labios en los de Harry, solo que el auror giró un poco el rostro desconcertando a Draco.

            -¿Te parece que salgamos un poco al jardín? –dijo levantándose.

            -La verdad no, hace mucho frio –escribió sentándose con ayuda de Harry- pasa algo y no me quieres decir ¿Qué es?

            Harry deseo cavar un hoyo en ese momento y meterse en él para no ver la luz de nuevo; estaba tan enojado consigo mismo que ni siquiera sabía cómo comenzar.

            -Sí, sucede algo… -respondio al fin sentándose en la cama.

            Draco lo miró quedarse callado otra vez y para facilitarle las cosas lo tomó de la mano mientras escribía con la otra.

            -Solo dilo, no tengas miedo.

            -Sí, bueno… bien –dijo exhalando un suspiro- mira Draco, si hay algo que quiero decirte…

            Draco lo miraba realmente nervioso, por lo que  comenzó a ponerse nervioso también… ¿acaso ya era el momento de irse de ahí?

            -Antes que nada… -continúo Harry tomándole ambas manos y viendo la incertidumbre en los ojos grises- diablos… -masculló sonriendo con amargura- yo lamento mucho todo esto…

            -¿Qué es lo que lamentas? –Preguntó liberando sus manos- solo balbuceas pero no dices nada.

            -Sí, tienes razón –respondio sabiendo que realmente le estaba dando vueltas al asunto- lo que sucede es que no se… bueno… si, lo estoy haciendo de nuevo.

            -Solo dilo y ya.

            -No es tan sencillo, es solo que lo que menos deseo es lastimarte.

            -Yo lo entiendo –escribió para después tocarle la mejilla con la mano.

            Mano que Harry se quitó con delicadeza causando extrañeza en el rubio.

            -Es justo de esto de lo que quiero hablar… -dijo el auror mirándolo a los ojos- creo que fue un error involucrarnos más allá de una relación de amigos, de paciente a cuidador… es cierto que yo no soy un cuidador profesional, pero de alguna manera si lo soy… y… mierda, estoy divagando otra vez.

            Si… Harry divagaba, pero lo que había dicho había sido tan claro como el agua, por lo que Draco deslizó su otra mano fuera de la de Harry, quien seguía intentando aclarar su punto.

            -Yo… creo que estuvo muy mal que yo me dejara llevar por la situación –dijo buscando las palabras correctas- lamento mucho todo esto, no digo que no fue genial conocerte un poco más allá, pero nunca debimos… o más bien, yo nunca debí aprovecharme de tu situación, las circunstancias no son las correctas y por eso creo que debemos dar marcha atrás.

            Draco bajo un poco el rostro, pues a pesar de tantos rodeos, había entendido perfectamente desde el principio… Harry terminaba lo que fuera que ambos tenían.

            -Yo…

            Draco alzó la mano para impedirle que siguiera hablando y simplemente escribió en su cuaderno:

            -Estoy algo cansado ¿podrías dejarme dormir un poco?

            -Claro –respondio sorprendido de su reacción tan serena- yo… ¿estás bien?

            Sonriendo Draco asintió con la cabeza, entonces Harry salió de ahí.

            -Por supuesto que estuvo mal… -pensó Draco recostándose- involucrarse con alguien como yo… -Cristalinas gotas de agua comenzaron a escapar de sus ojos- un invalido que ni siquiera puede hablar… mucho menos limpiarse el trasero…

            Un suave hipido escapó de su garganta mientras cerraba los ojos con fuerza intentando deshacer el nudo asfixiante que se le había formado en la garganta y que dolía tanto… o tal vez no era el pecho lo que le dolía sino el alma, el corazón que alguna vez creyó muerto… y si no lo estaba, ahora sí.

            -Era obvio… ¿Cómo pude creer que alguien así…?

            No pensó que en su vida podría llegar a sentir más dolor del que ya había tenido.

 

 

 

Notas finales:

Hasta aqui por hoy, nos vemos hasta la proxima, besos!!

p.d. nuevamente gracias x sus comentarios, me hacen muy feliz ^^


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