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SANANDO UN CORAZON por Orseth

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            -¿Pero que no lo querías a él?

            -Sí, tú lo dijiste, lo quería pero no lo amaba, no es lo mismo.

            Draco miró el techo, impactado por lo que acababa de oír.

            -Pero de hecho fue él quien terminó conmigo… cuando se dio cuenta de que mi cabeza no estaba aquí cuando estaba con él; pero no hablemos de eso, eso ya pasó.

            -De acuerdo ¿Qué más quieres saber?

            -Bien –continuó Harry- a veces soy… mmm digamos que a veces soy muy impetuoso al tener relaciones, me da miedo que pueda lastimarte, lo que me lleva a otra cosa.                       

            -¿Qué cosa?

            -¿Qué rol prefieres?

            -¿Rol?

            -Sí… ¿te gusta estar arriba o abajo?... aunque eso es solo un decir, puedes ser activo y estar abajo, o sea que…

            -Sí, ya te entendí –interrumpió sintiéndose avergonzado al hablar de eso.

            -Yo soy activo versátil.

            Draco suspiro odiándose por hacer la siguiente pregunta.

            -¿Qué es eso?

            -¿Activo versátil?

            -Ajá.

            -Me gusta incursionar de vez en cuando en el ámbito pasivo pero me gusta más ser quien la  meta.

            -Ah, ya.

            -¿Entonces, cuáles son tus preferencias?

            -Bueno, la verdad no tuve tiempo de averiguarlo.

            -De acuerdo ¿Qué te excita más de esas dos cosas?

            -Harry, me estoy sintiendo un tonto –exclamó cruzándose de brazos.

            -¿Por qué?

            -Porque a mi edad tengo que hablar de esas cosas como si fuera un adolescente inexperto.

            -Prácticamente lo eres, esa es la realidad –declaro Harry llanamente- y si queremos que esto funcione, hay que poner las cosas claras ¿no crees? Tu mismo lo dijiste.

            Draco exhalo un suspiro reconociendo que Harry tenía razón, esa era la intención de esa charla.

            -De acuerdo… bueno, independientemente de lo que prefiera, no creo tener la fuerza necesaria para ser activo.

            -¿Prefieres ser activo?

            -No dije eso, es solo que… bueno, lo que dije, no podría de todos modos.

            -Porque si quieres eso, podemos arreglarnos, hay modos, lo que me hace preguntar otra cosa ¿recuerdas aquella vez en el baño?... el puro orgasmo te provocó dolores, no quiero pensar que pasará si llegamos mas allá.

            -Sí, lo recuerdo… pero eso fue antes del tratamiento, ya no siento ese dolor tan horrible, mírame, ya hasta camine solito ¿imaginaste que yo pudiera hacerlo?

            -No, nunca lo imagine y me alegra mucho.

            -Puedo mover las piernas sin dolor… bueno, casi sin dolor, es muy poco y puedo hacer muchas cosas; pero si hay algo que de plano no quiera hacer, pues solo te lo digo y ya.

            -¿De verdad? No quiero que hagas algo que te moleste solo para complacerme.

            -No seas tan pagado de ti mismo Potter, no me sacrificaría solo por ti.

            Esas palabras tan “Malfoy” de parte de Draco, sorprendieron a Harry y felizmente no le molestaron, antes bien le hicieron reír.

            -El asunto es este… -dijo Draco girándose para quedar también frente a Harry- aun no sé que me excita mas, pero en este momento me siento un inexperto muy nervioso… lo quiero es que me guíes, que seas tú quien… quien…

            -¿Quién te haga el amor? –completo Harry sonriendo.

            Draco inflo las mejillas y dejó escapar el aire antes de responder:

            -Sí, quiero que seas tú quien me haga el amor, si hay algo que no pueda resistir pediré que pares.

            Harry lo miró, aceptando que Draco deseaba llegar más allá, que si se estaba aventurando a eso era porque físicamente ya se sentía capaz de llevarlo a cabo y que debía confiar en él aunque sintiera que podía romperlo.

            -Ya no eres tan frágil –dijo como una afirmación para sí mismo.

            -Así es, ya no soy tan frágil.

            -De acuerdo ¿pero tú no tienes preguntas, algo que quieras saber de mi?

            -Sí, de hecho si… mira Harry, si soy franco deseo hacer esto pero me da temor no llenar tus expectativas.

            -Mira, si yo también soy franco, me empezaste a gustar porque te vi desnudo, o sea que tu cuerpo me gusta tal como es.

            -¿En serio?

            -Sí… y cuando te apliqué esa maldita pomada que te receto Ron para el dolor, casi me muero al poner mis manos en tus nalgas.

            Draco sonrió, esas palabras le dieron más confianza, por lo que Harry continuó hablando.

            -Además me gustas todo tu, no solo es tu cuerpo Draco, tenlo muy presente.

            -No lo olvidaré.

            -¿Algo más?

            -No –respondio sonriendo- creo que no.

            Harry sonrió también, se quitó las gafas y las dejó en su cómoda, después se inclinó y lo besó, beso que fue aumentando de intensidad hasta que Harry dejó sus labios y pasó a su cuello.

            -¡Oh! –gimió al sentir la boca de Harry mordisquearle el lóbulo de la oreja, le paso los brazos por el cuello y ladeo la cara para darle más espacio.

            Harry sintió su sangre hervir al tener por fin entre sus brazos el cuerpo cálido de Draco, saborear su piel, aspirar su aroma y saber que podía llegar tan lejos como quisiera.

            -¡Oh Draco, desee tanto esto! –murmuró colando sus manos por debajo de la camiseta.

            Draco sintió los músculos firmes de los hombros de Harry y deseo sentirlos plenamente, así que bajo sus manos y levantó su camiseta, por lo que Harry se enderezó y alzó los brazos para poder deshacerse de ella, entonces hizo lo mismo con el rubio que pronto se encontró desnudo de la cintura para arriba.

            Harry sonrió y reinició su lluvia de besos disfrutando ahora su cercanía de piel con piel; lamió su clavícula hasta llegar a sus tetillas.

            -mmm delicioso… -murmuro atrapando una y chupándola haciendo a Draco gemir otra vez mientras le revolvía con las manos la negra cabellera.

            Después volvió a la altura de su rostro y lo beso de nuevo abrazándolo y girándose al mismo tiempo dejando ahora a Draco encima de él.

            -¡Oh me sorprendiste! –exclamó el rubio riendo.

            -Y espero seguir haciéndolo –respondio bajando mas sus manos hasta ponerlas en el trasero del rubio; las apretó un par de veces y luego las acaricio mientras lo besaba, luego puso sus dedos pulgares en la pretina del pijama y comenzó a bajarlos.

            Draco en tanto aprovecho para probar la piel de Harry, besar su cuello y llenarse de su aroma masculino.

            Pronto su pijama se encontró bajada hasta debajo de sus nalgas, por lo que Harry no esperó y las estrujó disfrutando llenar sus palmas con aquella carne que ahora consideraba solo suya; pasó sus manos por las caderas, la espalda y de nuevo a las nalgas, estaba hambriento de aquel cuerpo y estaba dispuesto a satisfacer su hambre de él.

            Draco lamio su cuello y fue bajando hasta llegar a una tetilla, la lamió y mordisqueó delicadamente haciéndolo sonreír al ver el efecto que tenía en el moreno.

            -Draco, me enloqueces… -dijo tomándolo del torso y girándose de nuevo para dejarlo en el colchón, ya ahí le quitó el pantalón con todo y ropa interior dejándolo completamente desnudo- hermoso… -susurró viéndole la entrepierna.

            Por un momento Draco se sintió tímido pero se regocijó al ver a Harry acariciarse a sí mismo por encima del short holgado que llevaba puesto.

            -Mira lo que provocas –dijo Harry mostrándole el bulto que estaba formándose bajo la ropa.      

            -No lo sé, necesito verlo.

            Hincado sobre la cama, Harry se bajo el short y se lo quito mostrando su pene semi erguido coronado por una mata de vellos rizados.

            -Quiero hacerte una mamada –dijo Draco viendo fijo ese miembro que palpitaba en la entrepierna de Harry.

            -Y a mí me encantaría recibirla, pero si no te molesta prefiero ser yo quien te la haga.

            -¿Por qué?

            -Porque quiero comprobar por mi mismo como estás.

            Draco entendió a que se refería, pues el ultimo y único orgasmo que había tenido con él en la bañera había terminado muy mal y si era sincero consigo mismo, también quería saber, así que no dijo nada cuando Harry le tomo el pene con una mano, solo soltó una risita nerviosa que hizo sonreír a Harry.

            Harry sacó un tubo de lubricante de su cajón y se untó un poco en las manos, le tomó el pene y comenzó  a hacer movimientos suaves de arriba abajo, viendo la piel del prepucio estirarse hasta dejar ver el glande de color rosado.

            -Se siente bien… -dijo Draco con los ojos cerrados, simplemente dejándose hacer.

            -Y se sentirá mejor –respondió tocando con su dedo índice, el hoyuelo por donde escapaba el liquido pre seminal.

            Se tomó su tiempo para masturbarlo, disfrutando como ese pene crecía dentro de su mano, sintiendo su calidez; entonces se inclinó y le dio una lamida al glande, que para entonces ya se asomaba sin ayuda de su mano.

            -mmm…

            Harry abrió la boca y lo introdujo despacio, disfrutando su sabor; entonces comenzó un mete y saca que hizo a Draco jadear y gemir mientras  tocaba también sus testículos, ya inflamados también.

            -Oh Harry…

            El moreno lamió el tronco sin dejar de friccionarlo con su mano para después volver a engullirlo hasta el fondo de su garganta; después se levantó y le abrió las piernas hincándose entre ellas, tomó su pene y continuó masturbándolo.

            -¿Te gusta? –dijo viéndolo hacer gestos mientras se mordía el labio inferior.

            -Sí… si… pero si sigues así me voy a correr ya…

            -Hazlo, es lo que quiero.

            Haciendo caso, Draco ya no se contuvo y dejo ir su orgasmo mojándole la mano a Harry; quien a parte de sonreír al verlo disfrutar, también estuvo atento a cualquier molestia semejante a la que el rubio tuvo anteriormente, pero Draco solo apretó los puños y tensó los muslos mientras jadeaba fuerte.

            -¡Oh diablos!...

            Harry lo miró respirar entrecortadamente mientras permanecía con los ojos cerrados y con satisfacción vio que no paso nada.

            -Es cierto, no paso nada… bueno si, mojaste mi mano.

            -Lo siento –respondio languideciendo en la cama como un gato perezoso.

            -No lo sientas… -dijo lamiendo su mano mientras su mirada hacia evidente su deseo de muchas cosas más.

            Lo siguiente que pasó fue que comenzó a llenarlo de besos nuevamente mientras le daba tiempo de reponerse, besó su cuello, lamio su vientre y acaricio sus caderas, lo puso bocabajo y beso su espalda… era cierto que deseaba recibir las caricias del rubio, sobre todo deseaba follarle la boca, pero  más que nada deseaba que disfrutara en esa su primera vez y tampoco era que fuera tan generoso, también quería ardientemente disfrutar de aquel cuerpo que desde hacía mucho tiempo deseaba.

            Draco estaba bocabajo, con Harry sentado sobre sus muslos, sin recargar todo su peso para no lastimarlo, con su trasero al alcance de su mano.

            -Me encanta tu cuerpo… -dijo poniéndole las manos en su trasero y comenzar a acariciarlo; luego fue reptando encima de él hasta quedar con su pene encima de sus nalgas.

            Beso su nuca haciéndolo estremecer y haciéndole también sentir su dureza, por lo que Draco movió el culo en un gesto claro de provocación.

            -Travieso… -mascullo Harry con la nariz enterrada en los cabellos rubios de su nuca.

            Pero a pesar de estar arriba y de ver por si mismo que Draco estaba mucho mejor, Harry seguía siendo muy cuidadoso, por lo que no dejaba caer todo su peso; se acostó  un lado de él y lo abrazó; Draco lo abrazo también y lo besó por un largo rato.

            -No puedo creerlo aun –dijo separándose un poco, con los labios inflamados- estoy aquí… contigo… y tu amándome…

            -Te amo Draco, te amo y no te voy a dejar ir.

            Se besaron nuevamente dejando que sus manos vagaran por sus cuerpos tocando lo más que podían, hasta que Draco le susurró al oído:

            -Déjame mamártela…

            Harry sintió un respingo en su pene al oír a Draco hablarle así, por lo que se separo diciendo:

            -Nada me gustaría más, pero…

            -¿Pero qué?

            -Me gustaría hacértelo yo a ti.

            -Ya me lo hiciste.

            -Sí, pero… -dijo Harry sonriendo como si temiera pedir algo.

            -¿Qué es? –Pregunto riendo- anda Harry, dímelo.

            -Quiero ser yo quien se mueva, como si te estuviera follando la boca.

            -Ah ya entiendo… bien.

            Draco se enderezó y se sentó recargado en la cabecera con las piernas cerradas, entonces Harry se le paró enfrente con las piernas separadas, quedando justamente con su pene frente al rostro de Draco, quien lo tomó con una mano y mirándolo a los ojos, abrió la boca.

            Harry recargó sus manos en la pared y sintiéndose muy excitado, comenzó a mover su cadera despacio, para agarrar ritmo y disfrutar la sensación húmeda de la boca de Draco en su pene.

            El moreno dejo de sonreír, la excitación le quemaba el bajo vientre y comenzó a moverse un poco más rápido mientras Draco abría la boca lo más que podía intentando relajar la garganta para aguantarle el paso.

            Después de un rato, la saliva escurría por su barbilla y Harry veía embobado como su pene entraba hasta la mitad en la boca de Draco, quien tenía los ojos cerrados al tiempo que tocaba las nalgas de Harry, tensas mientras embestía su boca.

            Después de un rato, Harry fue deteniéndose poco a poco sabiendo que si seguía iba a correrse, así que se agachó y recargó su frente en su hombro intentando calmarse.

            -¿Estás bien?

            -Bien duro… -respondio tocándole una tetilla sin perder el tiempo.

            Draco comenzó a tocarlo de nuevo, sus dedos en su vientre hasta llegar a los rizos de su pubis y luego en su pene, lo rodeo con una mano, sintiéndolo húmedo de su propia saliva y sintiendo las venas que sobresalían.

            -Lo quiero dentro de mí Harry… lo quiero dentro de mí…

            -¿Lo quieres ya? –susurró en su oreja al tiempo que le metía la lengua.

            -Sí, pero me muero de expectación… ¿duele?

            Harry se separó para mirarlo de frente hincándose entre sus piernas.

            -No te mentiré, si duele y quien diga lo contrario está mintiendo.

            -Ah…

            -Pero depende mucho de las circunstancias, si estás relajado, le penetración no es tan difícil.

            -Ya veo…

            -Tranquilo, todo irá bien –exclamó con aire tranquilizador mientras le daba un beso en la boca.

            Lo acostó para seguir besándolo y excitándolo también, pues percibía su nerviosismo a pesar de su excitación; volvió  a atrapar sus tetillas con la boca, las chupó, mordisqueó y lamió dejándolos duros, besó su pecho, su vientre y de nuevo llegó a su pene, lo besó y chupo un par de veces viendo que Draco ya estaba erecto de nuevo, así que se estiró para tomar de nuevo el tubo de lubricante.

            Lo abrió y vació un poco en sus dedos y mirándolo sonriente le levantó una pierna y tanteó entre sus nalgas para encontrar su entrada; cuando lo hizo la masajeó unos segundos y luego comenzó a hundir su dedo; aunque Draco estaba nervioso, también estaba excitado, así que intentó relajarse lo más posible y solo sonrió cuando sintió el dedo empujar hacia su interior.

            -Qué rico aprietas… -murmuró Harry en su oreja.

            Cuando pasó a dos, Draco solo arrugó la nariz, pero cuando Harry quiso meter tres dedos, se removió incomodo.

            -¿Duele?

            -Algo… pero está bien.

            -De acuerdo.

            -¡Ah! –gimió dando un respingo.

            Sin embargo Harry no paró, continuó dilatándole el recto para lo que vendría.

            -Más despacio…

            De hecho Harry casi ni movía su mano, pero sacó un dedo para hacerlo relajarse un poco; y después de un rato en que mordisqueaba su oreja y su cuello, se levantó  haciéndolo abrir las piernas para hincarse entre ellas; lo besó con pasión, devorándole la boca con furia, estaba deseoso de poseerlo en todos los sentidos; así que levantó la cadera un poco y coló su mano hasta su pene para guiarlo hasta la entrada de Draco y cuando lo tuvo en el lugar justo comenzó a empujar despacio.

            Draco lo miraba con intensidad, sintiendo claramente como su anillo de músculos se estiraba para recibir el hinchado miembro de Harry, percibiendo como el moreno iba entrando en su cuerpo.

            -¡mmm! –gimió mordiéndose un labio y cerrando los ojos.

            Harry se detuvo un poco, dándole su tiempo, conteniéndose con todas sus fuerzas, pues lo que más deseaba era enterrarse por completo y disfrutar ese estrecho canal,  y entonces siguió.

            -¡Oh!

            -Tranquilo…

            Pero no podía estar tan “tranquilo” con semejante cosa partiéndole el culo, por lo que poniéndole las manos en los hombros, arrugo el ceño mientras negaba con la cabeza.

            -¿Me salgo?

            -Solo un momento por favor.

            Cuando Harry se retiro un poco, Draco se relajó al instante y al percibir eso, Harry entró de un solo movimiento hasta pegar su pubis a las nalgas del rubio, quien lanzó un fuerte jadeo.

            -¡Rayos!...

            -Tranquilo, solo respira profundo y cálmate.

            -Duele, joder… o la tienes muy grande o estoy muy estrecho –mascullo removiéndose bajo el peso de Harry.

            -Las dos cosas… -dijo Harry sintiendo con gran deleite como su pene era apretado- me encantas, me encantas… -murmuró lamiendo su cuello.

            Draco tragó en seco aguantándose las ganas locas de aventarlo, pero confiaba en Harry así que intentó relajar sus piernas y la parte baja de su cuerpo ¿Cómo se hacía aquello? Ni idea, solo respiró hondo y cerró los ojos.

            Harry dio un último beso a su barbilla y levantando su cuerpo coló su mano para masturbarlo y reanimar su excitación.

            -¿Mejor?

            -Un poco, si.

            Se enderezó y sujetándolo de las caderas sacó un poco su pene para volverlo a meter y así iniciar un ritmo suave que arrancaba quejidos a Draco, quien permanecía con los ojos cerrados.

            Después de unos minutos se le recostó encima sin dejar de penetrarlo.

            -Relájate –dijo viéndolo abrir los ojos.

            -¿Relajarme?... ¿Cómo puedo relajarme con semejante cosa encajada en mi culo?... no se puede.

            -Sí se puede –respondio sonriendo, con su rostro a un palmo de distancia- te lo digo por experiencia.

            -Tú te lo estás pasando bomba –exclamó con el ceño fruncido.

            -Yo sí –dijo entrando y saliendo del cuerpo de Draco- me estoy cogiendo al hombre que amo ¿Por qué no habría de estármela pasando bomba como tú dices?

            -Porque yo no, me duele, me arde, ya no sé lo que siento… -masculló abrazándolo- ¿hasta cuando viene lo bueno?

            -Bueno… -dijo besándole el cuello- la próstata no es un botón que al tocarlo haga que el orgasmo salga disparado como misil nuclear… es como el clítoris en las mujeres, para excitarlo hay que trabajarlo, así… rico… así es con nosotros.

            -¡Ah! –Jadeó intentando inútilmente acomodarse- ¿siempre hablas mucho durante el sexo?

            -No, eres tú el que habla, yo solo te contesto.

            Pasó un rato más en que Harry subía y bajaba su cadera al ritmo más lento que podía.

            -A mí también me duele… -dijo al cabo de un rato.

 

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