Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

SANANDO UN CORAZON por Orseth

[Reviews - 105]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

.

 

            -¿Qué ha pasado contigo Draco? –Pensó sin dejar de mirarlo- tú eras de Slytherin –añadió.

            -¿Slytherin? –repitió en su mente.

            Harry continuaba observándolo, viendo como parpadeaba lentamente, como si el mundo en el que se encontraba estuviese lleno de bruma, entonces lo vio enderezar la cabeza y comenzar a dibujar  en el aire, culebreando algo con su dedo índice.

            Lo miró con mucha atención, entrecerrando los ojos para finalmente entender.

            -Sí, era la casa de las serpientes… ¿recuerdas la mía, Draco? Era la casa de los leones.

            Pero Draco ya no lo escuchaba, en su mente solo estaba la serpiente plateada que dibujaba una y otra vez en el aire; Harry suspiró desalentado cuando después de cinco minutos de hablarle, Draco simple y sencillamente no lo miraba.

            Entonces la puerta se abrió de repente provocando que Draco dejara sus galimatías imaginarias y se tomara ambas manos replegándolas en su pecho.

            -Hora de comer –anuncio Bruce sonriendo mientras cerraba la puerta con una mano, llevando en la otra una charola con un tazón y una cuchara, para después mirar a Harry con una expresión que claramente decía “Largo”; sin embargo Harry permaneció en su lugar con una claramente diciendo “sácame”.

            Bruce puso la charola en la mesa y jalo la silla de Draco para colocarlo frente a él, tomo el tazón que contenía una sopa de verduras y pollo desmenuzado y  llenándo la cuchara del humeante liquido la puso frente al rostro de Draco, que continuaba con el rostro hacia abajo.

            -A ver Draco, abre la boca –pero Draco lo único que hizo fue encogerse más- la sopa está caliente pero no quema.

            Harry miraba todo en silencio, vio como Bruce tomaba la barbilla de Draco para levantarle la cara y ponerle la cuchara en los labios, labios que el rubio oprimía con fuerza.

            -Obedece Draco… -susurró Bruce suavemente, pero Draco permanecía estático; Bruce le provocaba el mismo efecto que la linterna del cazador provoca en los ojos de la liebre- sino comes enfermarás.

            -Como si estuviera muy sano –pensó Harry.

            Draco volvió el rostro provocando que el contenido de la cuchara se derramara, por lo que pacientemente Bruce volvió a llenarla y a intentar que abriera la boca.

            Harry estaba tan absorto observándolos que no se percató del transcurrir del tiempo, cuando vio su reloj se dio cuenta que desde su llegada ya habían transcurrido casi dos horas, por lo que se levantó diciendo:

            -Me tengo que ir.

            Bruce no dijo nada, simplemente continuó con lo que estaba haciendo, por  lo que Harry dijo dirigiéndose a Draco:

            -Me voy Draco, regresaré otro día.

            Al quedar solos, Bruce se quedó sentado un momento para después levantarse de repente arrojándole la sopa a Draco, quien solo alcanzó  volver un poco el rostro.

            -¡Idiota! –Rugió el medimago tomándolo bruscamente del brazo- ¡me hiciste quedar como un estúpido!

            -¡Ah! –gimió al sentir la mano oprimir con fuerza su brazo al tiempo que lo sacudía.

            -¿¡Pero qué se puede esperar de un mortífago inútil, asqueroso y horrible?! –Gritó al tiempo que lo arrojaba al suelo- ¡eres la cosa más espantosa y fea que he visto en mi vida!

            -¡Bruce! –Exclamó Sally entrando a la habitación- ¡por favor, vas a lastimarlo!

            -¡Pero de aquí  nunca vas a salir! ¿¡Me oíste?! –gritó sin hacer caso.

            -¡Basta  Bruce!

            -Imbécil… -dijo mirando con profundo desprecio a Draco, quien se había cubierto la cabeza con los brazos.

            -Bruce… por favor, sal de aquí –repitió Sally antes de que este simplemente se diera la vuelta y saliera del cuarto- tranquilo… -susurró suavemente mientras lo levantaba- vamos a asearte y a dejarte descansar.

            En cuanto había salido de ahí, la mente de Harry se había puesto a trabajar, se había dado cuenta de dos cosas; primero, que Bruce había llamado “simple inválido” a Draco; y segundo, que aunque Draco no había respondido, tal parecía que si le había entendido.

            -Bueno… aunque sea solo un poco.

            Cuando llegó a Grimauld Place encontró a Chris durmiendo en el sofá, quien despertó al sentir a alguien sentarse junto a él.

            -mmm… hola… -saludó estirándose- ¿Qué hora es?

            -Hola dormilón –respondio Harry sonriendo- ¿hace mucho que llegaste?

            -Un par de horas tal vez –dijo mirando su reloj- estaba estudiando… -añadió bostezando- ¿Por qué llegas tan tarde?

            -Fui al hospital psiquiátrico.

            -¿No que ya habías terminado de inspeccionar? –preguntó mientras guardaba sus libros.

            -Sí pero estoy yendo a ver un compañero que está internado ahí.

            -Rayos, que mal… ¿y está muy enfermo?

            -Parece que si –respondio con rostro serio.

            -Ya, no te deprimas –dijo montándosele a horcajadas.

            -Pues anímame –respondio Harry tomándolo de la cintura para recostarlo en el sofá´.

            Esa noche hicieron el amor varias veces y solo se detuvieron para cenar algo; al día siguiente Harry no pudo ir al hospital ya que quedó con Chris de ir juntos a comprar unos libros que el chico necesitaba.

            -¿Por qué no me mudo contigo? –preguntó Chris cuando tomaban un café en un pequeño restaurante después de haber terminado sus compras.

            -¿Eh? –exclamó sorprendido.

            -No me digas que no escuchaste –dijo sonriendo mientras ponía su taza en su plato- casi ni estoy en mi departamento, o estoy en la escuela o estoy en tu casa.

            -Pues yo creí que ya vivías en mi casa –respondio sonriendo mientras daba un sorbo a su café.

            -Qué chistoso… además yo me ocupo de mis gastos ¿Qué opinas?

            -Pues…

            -Así estaríamos más tiempo juntos.

            Harry sonrió sin decir nada, quería a Chris y le encantaba estar con él, pero aun así no se sentía preparado para dar ese paso.

            -No lo sé… -respondio dudoso- ¿Qué dirían tus padres?

            -Mis padres saben que el chico con el que estoy en un encanto, ellos seguirán apoyándome hasta que termine mis estudios y me ponga a trabajar, tu no vas a mantenerme.

            -No es por eso y lo sabes –dijo con expresión seria.

            -Aunque si crees que aun no es el momento apropiado, pues…

            -Me gusta estar contigo, solo dame un poco de tiempo para hacerme a la idea ¿de acuerdo?

            -¿Acostumbrarte a mi presencia? –Respondio sonriendo- ¡vaya!

            -No lo tomes así, ese paso es muy importante y no quiero apresurarme, te quiero y lo sabes.

            -Sí… lo siento –respondio Chris después de unos momentos- no hay problema, ya llegará el momento.

            -¿Todo bien?

            -Todo bien.

 

Viernes

 

 

            Ese día Harry terminó muerto, se había pasado toda la mañana rompiendo maldiciones en una casa abandonada que se había convertido en una trampa mortal para muggles; pero aun así la curiosidad de ver como seguía Draco Malfoy fue más fuerte, por lo que terminando su jornada se dirigió al hospital.

            -Buenas tardes señor Potter –saludó la enfermera Sally viéndolo llegar.

            -Buenas tardes señora Winter, vengo a ver a Draco Malfoy.

            -Sí, lo sé, ya sabe el camino, creo que ya no es necesario que le diga por donde ¿no? –respondio sonriendo.

            -Gracias ¿y Susan?... se me hace raro no haberla visto.

            -Ya llegó su carta de Hogwarts.

            -¿En serio?.... ¡Vaya, me dijo que me avisaría en cuanto pasara! –exclamó sonriendo.

            -Bueno si, no sé porqué no lo hizo, pero ya no está aquí.

            -Bien, a lo que iba –dijo yéndose de ahí sabiendo muy bien porqué la niña ya no había  podido comunicarse con él- Seguramente su hermano le prohibió hablarme de nuevo, en fin.

            Ya no sintiéndose tan nervioso como la primera vez, Harry entró a la habitación encontrando a Draco de nuevo en su silla, lo vio sobresaltarse ante su llegada por lo que comenzó a hablarle suavemente.

            -Tranquilo, soy Harry… ¿me recuerdas?

            Draco había entrelazado sus manos pegándolas en su pecho, sin embargo esa voz volvió a llamarle la atención.

            -¿Ya te acordaste de mi? –preguntó recargado en la puerta cerrada.

            Draco levantó el rostro y lentamente comenzó de nuevo a dibujar galimatías en el aire; Harry camino hasta la cama y se sentó en ella quedando muy cerca de Draco, quien seguía perdido en su mundo.

            Harry levantó su mano y la pasó frente al rostro del rubio, como si se tratase alguien que no pudiese ver, Draco detuvo su mano en el aire y volvió el rostro a Harry, quien le sonrió.

            Draco lo miró atentamente y luego miró la mano de Harry, quien se la extendió sin dejar de sonreír; tímidamente Draco extendió la suya y tocó con sus dedos la palma de Harry, quien sorpresivamente la cerró atrapando la de Draco, por lo que este dio un bote y retiró su mano escondiéndola en su pecho.

            Harry rompió a reír al ver la cara de susto que había puesto Draco, quien permanecía con las manos replegadas.

            -Ya… lo siento, no quise asustarte –exclamó calmando su risa- dame la mano, prometo ya no espantarte -Pero Draco volvió el rostro  a la pared – lo siento, de verdad –dijo dejando de sonreír- fue una broma tonta.

            Pero Draco continuaba igual ante un Harry que no dejaba de darse patadas mentales.

            -Draco… -dijo mientras se inclinaba a su lado sin obtener respuesta; entonces sin pensarlo tomó un mechón de los rubios cabellos que le cubrían la cara para poder verle el rostro sorprendiéndose de lo suave del tacto a pesar de que su apariencia ya no era como cuando estaba Susan para cepillarle el cabello; fue bajando la mano hasta dejar que el dorado cabello resbalara de entre sus dedos; entonces se puso de cuclillas frente a la silla y sin dejar de mirar a Draco, dijo:

            -¿Has recordado quién soy? Soy Harry Potter.

            Draco volvió el rostro y miró a Harry que lo miraba expectante, lo observó durante algunos minutos sin que Harry llegara a sentirse incomodo ante tal escrutinio, antes bien pudo ver a solo un par de palmos de distancia y frente a frente al pálido rostro de Draco Malfoy; no podía negarlo, era extraño verlo ahí, sin arrogancia, sin burla ni ese gesto de superioridad tan odioso que siempre tenía.

            Sus ojos grises, a pesar de estar enmarcados por unas profundas ojeras y parecer cansados, lo miraban curiosos, entonces levantó una mano y con la punta de sus dedos tocó titubeante la cicatriz en forma de rayo que Harry tenía en la frente.

            -Sí… yo… yo te conozco… -pensó mientras sus dedos recorrían delicadamente la pequeña cicatriz para seguir luego con la nariz; Harry cerró los ojos y dejó que los dedos de Draco vagaran por todo su rostro; delineó las cejas, los pómulos, las mejillas; incluso sonrió cuando sintió los dedos pasear suavemente por sus labios.

            Entonces lo miró y Draco se encontró de frente con dos hermosos y profundos ojos color verde que lo miraban fijamente, y de repente un tumulto de imágenes comenzaron a llegar en tropel a su mente, tanto así que asustado cerró los ojos y tomándose la cabeza con ambas manos comenzó a sacudirla.

            -¡Tranquilo, tranquilo! –exclamó Harry asustado sin saber qué hacer.

            -¡No, no…! –Pensaba Draco frenético- ¡no te conozco, no te conozco!

            -¡De acuerdo, no me conoces!... ¡no me conoces!... –dijo intuyendo el porqué de esa reacción- ¡Draco calma! –Exclamó tomándole la cara entre las manos haciendo que lo  mirara- calma… no pasa nada…

            Draco lo miró fijamente por unos instantes, luego reparó en las manos en su rostro y lo miro confundido.

            -¿Ya mejor? –Preguntó sin soltarlo- que bueno… -añadió al ver como Draco asentía con la cabeza- bueno, ahora que tengo tu atención ¿podemos platicar?

            Draco parpadeó un par de veces viendo como Harry se sentaba en la cama frente a él y lo miraba sonriendo, por lo que simplemente volvió a  asentir.

            -Veamos… -dijo Harry pensativo- ¿de qué te gustaría…?

            -Hora de cenar –dijo Bruce abriendo la puerta para fastidio de Harry, quien vio como Draco agachaba inmediatamente la cabeza y cerraba los puños con fuerza.

            La misma escena  de la visita anterior se repitió, Bruce hablándole suave y pacientemente a un Draco que igual que la vez anterior se negaba a comer.

            -Vamos Draco –dijo Bruce cuchara en mano- la crema de zanahoria es tu favorita.

            Pero Draco solo inclinaba la cabeza y oprimía los labios.

            -¿Entonces porqué pone cara de asco?

            -¿No se te hace tarde? –respondio Bruce de mal talante.

            Harry tuvo que aceptar que Bruce tenía razón, por lo que se puso de pie dirigiéndose a Draco.

            -Vendré  el lunes Draco, cuídate.

            Cuándo Harry salió, se dirigió al modulo en donde Sally revisaba un expediente.

            -Ya me voy.

            -Gracias por venir.

            -Pero antes me gustaría saber más sobre la condición médica de Draco.

            -De acuerdo ¿Qué desea saber?

            -¿Qué tiene?

            -Básicamente el daño está en todo su cuerpo, pero el daño principal esta de la cintura para abajo, la maldición que recibió destruyó sus músculos y tendones, lo que le provoca un dolor crónico, pero eso lo controlamos con medicamentos.

            -¿Es reversible?

            -Por desgracia no, muchos de sus tejidos ya están destruidos y por el tipo de maldición no podemos regenerarlos como con los huesos, pero con rehabilitación su calidad de vida podría…

            -¿Podría? –repitió extrañado al verla quedarse callado.

            -eee…

            -¿Quiere decir que no está recibiendo rehabilitación ahora?

            -Claro que si, solo que no me supe expresar.

            -Pues por lo que dijo me había parecido que no… otra cosa, según sé él está aquí porque ya no podían tenerlo en san Mungo ni en ninguna otra institución, no porqué necesariamente este mal de sus facultades mentales, sin embargo tiene ideas desasociadas y comportamiento errático, dígame una cosa ¿Por qué no habla? Porque tengo entendido que sí lo hacía cuando llegó… tal parece que va en retroceso ¿Qué tipo de tratamiento está recibiendo?

            -¿Por qué no me preguntas a mí? –dijo Bruce a su espalda.

            -Por que estabas ocupado.

            -O tal vez pienses que te estoy ocultando algo.

            -¿Tendrías porqué?

            -No, pero como eres auror, a todos nos ves con sospecha.

            -Eso no es cierto, pero la próxima vez tomare en cuenta tu oferta –respondió dándose la vuelta- nos vemos la semana que entra, que estén bien.

            -Adiós –respondio Sally en tanto Bruce solo se le quedaba viendo.

            Cuando Harry salió, no fue a su casa sino a un café en donde Chris lo esperaba impaciente.

            -Perdón, se le hizo tarde –dijo dándole un beso en los labios.

            -Ya me había dado cuenta –respondio Chris con rostro serio.

            -Es que no me di cuenta de la hora –dijo haciéndole señas a una mesera.

            -Últimamente no te das cuenta de eso ¿no?

            -¿Por qué lo dices?

            -Has llegado tarde varias veces esta semana.

            -Corrección –exclamó Harry mirándolo serio- solo a esta cita he llegado tarde.

            -Pero en casa…

            -A mi casa llego a la hora que yo quiera –interrumpió intentando no parecer tan duro.     

            -Ah…  ahora el enojado eres tú.

            -No, para nada ¿tú estás enojado?

            Chris suspiró tratando de responder algo adecuado, pero solo pudo decir:

            -No.

            -Entonces disfrutemos estos postres, que se ven muy buenos –dijo viendo la carta y dando por terminada la discusión.

 

*________________________________________________*

Notas finales:

por ahora eso es todo, espero leernos de nuevo por aqui, besos!!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).