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El prisionero de la celda 4 por Charlotte dy

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-          El jurado encuentra al acusado culpable- alzó su vista del papel y posó sus ojos cafés en los ojos azules que lo retaban a continuar su sentencia- el delito: Asesinato de primer grado; la codena: 15 años en prisión sin posibilidad de libertad condicional. téngase en cuenta que el acusado jamás confesó y no siente el más mínimo remordimiento de sus acciones.

 

-          Bien, se levanta el caso. Por favor, procedan a arrestar al señor Uzumaki Naruto y llevarlo a la prisión Gotong – El juez hizo un golpeteo con el mazo y el caso se dio por cerrado.

 

-¡Es una injusticia!- reprochó el acusado mientras trataba de zafarse del agarre de los guardias- No he sido yo el asesino, ¡Por Dios! ¿No se dan cuenta? Es mi familia, ¡Suéltenme! - pateó una silla y trato de subir sus pies al escritorio para empujar con su espalda a los guardias que tenían apresado sus manos, creyó conseguirlo, pero cuando llegaron dos guardias más y lo botaron al piso, mientras aprisionaban su cabeza con el frío suelo, supo que no escaparía de su encierro.

 

Cuando como humano eres juzgado, por otro humano con más poder que el que tienes, sabes que siempre saldrás perdiendo. Todo se trata del círculo del poder, y cómo sobrevivir al juego para lograr entrar y mantenerse en el círculo. Pero había una tercera categoría, y él estaba en esa, aquel humano que no nacía con el poder y lo mantenía, o aquel humano que buscaba obtenerle, a él no le importaba, solo deseaba pasar una vida tranquila con su familia, con sus amigos y aspirar a ser profesor en su amada villa nada más entraba en su imaginación, en sus sueños y deseos solo deseaba ser uno más que pasaba la vida disfrutándola y contemplándola.

 

Todo parecía perfecto, hasta que se vio envuelto en el círculo del poder sin si quiera pensarlo pues en este círculo existe gente poderosa que tiene la capacidad de subyugar a quienes no lo son y él se dio cuenta muy tarde de cómo estaba clasificado el mundo, ahora entendía la frase de su padre “la ignorancia es atrevida” – Auch- soltó un quejido cuando el auto donde era transportado frenó bruscamente y su cabeza se pegó con la pared metálica, ni siquiera podía sobar el golpe con las manos atadas y lastimadas ¿Cuánto tiempo llevaba en ese vehículo? – Han sido 8 horas- susurró haciendo un cálculo aproximado.

 

-          Llegamos Uzumaki- lo sacó a la fuerza del camión para transportar reos, y literalmente, lo aventó al suelo, su cara callo de lleno al piso lleno de tierra no pudo evitar tragar un poco de tierra por el impacto tan inesperado – Shikamaru Nara, acá tienes carne fresca, su nombre es…-

 

-          Naruto, lo sé ya he leído todo sobre él, ahora lárgate- le espetó Shikamaru, él no era de usar la violencia, y por la misma razón no le apetecía ver malos tratos a otro ser humano. Se inclinó y ayudó a parar al pobre adolescente que acaba de llegar al infierno, bueno, para ellos- Te haré todo el papeleo después, hoy tuvimos una especie de motín, bastante problemático, y estamos organizando todo el desastre. Así que tenerte registrado a un 100% no es nuestra prioridad, pero te consuelo al decirte que tu registro va en un 60% así que mañana terminaremos con el resto.

 

-          Pues no te molestes, porque no duraré mucho en este lugar de porquería- espetó Naruto escupiendo boronas de tierra.

 

-          Todos dicen lo mismo- sonrío Shikamaru- Sígueme.

 

Naruto lo siguió resignado, porque mirara a donde mirara, todo estaba desierto. Ni siquiera sabía dónde era la salida. Siguió el sendero de piedra que entraba a un edificio demasiado grande, tanto que ni siquiera podía percibir cuántos pisos tenía. Pensó que su celda estaría allí, y que subirían unos cuantos pisos, pero entraron al edificio, cruzaron toda la primera planta, y salieron por otra puerta. Allí…Allí el ambiente daba un poco de escalofrío.  Era un patio gigantezco y opaco. A los lados habían dos edificios color gris casi la mitad de grandes al anterior, tenía como 10 pisos este, y el fondo, cruzando todo el extenso patio, había otro edificio, que solo tenía 4 pisos. Shikamaru observó como el recluso detallaba el lugar, intencinalmente había parado para que este se fuera acostumbrado, y cuando sus ojos azules se posaron en el edificio del afondo, fue su oportunidad para hablar.

 

-          Ahí es donde estarás tú, como ves es más pequeño y tiene condiciones diferentes a los dos grises y al gigante de 20 pisos. Ahí es la celda para los reclusos más peligrosos, y tú entras en esa clasificación. Qué problemático, pero para tu supervivencia te daré tres reglas básicas e irrompibles- empezó a seguir el camino recto mientras Naruto lo seguía y ponía toda la atención que podía- La primera, busca un equipo donde estar, solo no sobrevivirás- Estaban aproximándose a la puerta- La segunda, nunca bajes la guardia, todos adentro, incluyendo el equipo donde estés, siempre serán tus enemigos, juega sabiamente para sobrevivir- Suspiró, estaba apunto de abrir la puerta, meintras 8 guardias se acercaban a escoltar a Shikamaru, el ambiente allí era pesado- La tercera, jamás, escúchame bien, jamás te metas con el líder que ha surgido en esta prisión, sino date por muerto- Naruto tragó en seco al oír eso.

 

Definitivamente el círculo del poder existía en cualquier lugar, siempre jugando a la altura de su contexto, y por sobre todo, teniendo jugadores dentro de él.

 

Entro al edificio, todo era oscuro, en la primera planta habían algunos oficiales, al fondo del edificio estaba el comedor, y mucho más allá un patio alternativo, con cinco casas construidas alrededor, lugar donde mantenían entretenidos a los reclusos, como la casa de la lectura, educación, cocina, etc.. Del 2 al 4 piso solo eran celdas, por todos lados. El estaría en el cuarto piso, en la última celda que quedaba en la prisión, al subir las escaleras nunca vio las otras celdas, pues para entrar, se necesitaba de un aturización de cinco guardias afuera. De esa misma forma, nadie lo vio subir hasta el cuarto piso, y quería mantenerse al anonimato hasta donde pudiera.

 

Habían llegado al cuarto piso. Antes de que los cinco guardias autorizaran al entrada, más los otros 8 guardias anteriores atrás de Naruto, Shikamaru decidió explicarle más al chico, después de eso, ya no sería su responsabilidad- Escucha Naruto, en el segundo y tercer piso hay por igual 10 celdas, acá solo hay 4 celdas. Eso tiene una razón, no porque haya muchos presos en la misma cela, no, solo hay uno por cada uno de las cuatro celdas. Es decir, tu ocuparas una de las 4 celdas, y en este piso hay otros 3 reclusos. Son los más peligrosos, así que, tienes dos opciones, aliarte con alguno de ellos, cada uno tiene un grupo diferente, o buscarte ayuda por otro lado. Eso sí, dos de ellos comparten lazos familiares. Pero recuerda, en una de esas tres celdas está el líder de esta prisión, tiene mucho poder para controlar las cosas en este edificio y de los demás, así que cuídate.

 

Y la puerta se abrió.

 

En el momento que paso, Naruto pudo darse cuenta de lo grande que era el edificio, al fondo había un cuarto que conducía a los baños, y las celdas, era muy espaciosas, fácilmente cada celda podría ser lo mismo que la sala y su cuarto juntos de su antigua casa. Shikamaru señalo el fondo, indicándole que la última celda era la suya.

 

Cuando empezó a caminar, en la celda número uno, vio al primer recluso, estaba sentado en su cama mientras volteaba constantemente un reloj de arena. Cuando sus miradas se cruzaron, sintió un ligero temor.

 

-Así que llego uno nuevo, espero que muera pronto- susurró.

-Gracias por tus buenos deseos al nuevo Gaara- comentó con sarcasmo Shikamaru.

 

Siguieron caminando, ya pasando la segunda celda, pudo observar al siguiente recluso más peligroso, pero…él bajo ninguna forma le inspiró miedo, más bien un poco de tranquilidad. Estaba allí sentado ¿Comiendo?, si estaba comiendo, y su celda a comparación de la primera, estaba hecha un desastre.

 

-          ¿Qieumen es el nfejlsa Shikasmanr?- preguntó el recluso.

 

-          No hablo idioma estúpido Obito, pero lo deduzco, y será un nuevo compañero, luego se hacen amigos- Cogió a Naruto del hombro mientras lo obligaba a caminar.

 

Bueno, el segundo recluso se veía amable, a lo mejor y se hacían amigos como dijo Shikamaru, o bueno, eso creía inocentemente. En la tercera celda, hubiera preferido no haber pasado por allí. Porque en el momento que sus ojos cruzaron con el tercer recluso, la intimidación que sintió no se comparaba de cerca al primer recluso. Sus ojos, esos ojos negros lo miraban con un simple odio, con rencor, como si en ese momento si pudiera saldría de la celda y lo mataría.

 

Estaba allí de pie con los brazos cruzados y no despegaba la vista de él.

 

-Él es el líder – le susurró Shikamaru- Luego podrás conocerlo Sasuke, tragarlo con la mirada no te servirá- y jalando a Naruto finalmente lo llevó a la última celda…al lado del líder.

 

Shikamaru le quitó las esposas a Naruto, dejo que revisara su celda, que era bastante espaciosa, con una cama amplia, un baño incluído con lavamanos, y un pequeño escritorio, el resto era un espacio muy libre.

-Escucha Naruto, puedes entrar y salir de la celda a diestra y siniestra entre los horarios establecidos, pero créeme, prefieres permanecer en la celda y que nadie entre acá. La llave está en el escritorio, eso si, si sales sin permiso en el horario no establecido recibirás un castigo mucho peor que el infierno por tres días. Por otra parte, no puedes salir del piso de esta celda sino se te es permitido, en ese sentido no tienes libre potestad, solo la tienes para moverte por el piso, recuerda en el horario establecido. Mañana te contaré las reglas de convivencia, comida y todo eso problemático. Debo solucionar el estúpido desorden del motín, pero de aquí hasta las 7 de la noche puedes moverte por el piso como quieras.

 

Sin más, Shikamaru se fue. Y todo quedó en silencio.

 

Miro la muda de ropa que estaba sobre la cama, rápidamente se cambió, ahora tenía una camisa blanca con unos pantalones hasta los tobillos naranja. Ese no era el uniforme de los presos en general, era el uniforme para identificar a los más peligrosos por color, por ejemplo, el primer recluso tenía una camisa roja.

 

Se sentó en la cama y sintió ganas de llorar, no quería estar ahí tenía mucho miedo y extrañaba a sus padres pero a ellos no había posibilidad de verlos sino hasta su muerte.

 

-Biz--… eyy , bizzzzzzzzz- Naruto volteó a mirar fuera de la celda, y esta sin ningún problema se abrió mientras Obito entraba como si fuera su casa- ¿Cómo te llamas? No me digas, ya escuché, te llamas Naruto. Espera- fue hasta la puerta de la celda- Eyyy, mapache se llama Naruto.

 

Naruto sintió como unos pasos se acercaban a su celda y pudo verlo. Gaara, ya le tenía miedo.

 

-Con que sí, dime qué hiciste para estar acá, y que valga la pena, sino serás mi juguete- rompió el reloj de arena que tenía.

-Qué mal compañero, no nos digas- le dio un leve empujón a Gaara y cerró la celda, quedando él dentro de la celda junto Naruto- Asesino detectado.

 

-Cállate Obito o te haré cenizas.

 

-          Jo, no me digas. Pero como sea debo ir al primer piso a ver a Bakakashi- abrió la celda y se fue corriendo.

Naruto quiso ir detrás de Obito y suplicarle que no le dejara al lado de ese ser maligno. Pero pronto se dio cuenta que debía temerle a algo más, de repente Gaara se fue y lo sustituyo…el líder… trago en seco y lo único que dijo Sasuke antes de volver a su celda fue: Te metes en mis asuntos y te mato.


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