Es una noche muy fría, siento mi cuerpo helar como si un montón de delgadas agujas me penetraran la piel, trato de seguirle los pasos a este hombre, lo único que debo de ver son sus pisadas en la nieve, no debería pero levanto la vista para observar a mi verdugo de esta noche su espalda es ancha y tiene un gran porte viste un abrigo café que parece bastante caro, seguramente es alguien importante, nos paramos a lado de un auto muy grande y bonito entonces me pide que suba, el carro es bastante cómodo y espacioso me quedo viendo el interior tan limpio color beige, siento como se acerca demasiado a mí, me da miedo y estremesco pensé que me golpearía por levantar la vista, pero no solo me abrocha el cinturón de seguridad.
Enciende el coche que apenas hace ruido yo pensé que estaría a la intemperie toda la noche supongo que debo agradecer que este coche cuenta con calefacción, se siente muy bien el viento caliente en mis manos, el olor de este carro es tan agradable creo que proviene de él, él es diferente a la mayoría de las personas con las que me obligan a estar, huele bien y se ve bastante apuesto, su cabello es rubio como el sol, me gustaría tocarlo se ve tan cálido, sus ojos azules como el cielo de día que se asoma por la ventana del sótano en el que me encierran de día, parece que es un sujeto tranquilo o al menos eso espero a me han tocado sujetos que parecen agradables y terminan siendo los peores, con este frio no me gustaría recibir golpes duelen demasiado ¡demonios me duelen mucho mis pies! Intento mover los dedos uno por uno para ver si aún funcionan todos, ya no sé, aunque supongo que el dolor es buena señal.
El camino es largo, silencioso él no me mira solo al frente no parece estar interesado en mí, por fin se detuvo en una colonia muy hermosa, las casas y departamentos son enormes y todas tienen jardín; veo como baja del auto sin decirme nada, abre la cajuela para sacar algo y camina hacia la puerta de mi lado.
-Toma ponte estos, están grandes, pero te ayudaran- me dice estirando unos zapatos cafés se ven demasiado cuidados no debería ensuciarlos así que limpio mis pies y obedezco, aunque grandes estos zapatos son muy cómodos y calientes y es mucho más fácil seguirle el paso con ellos, siento como con cuidado me rodea con su abrigo y me quita la cadena del cuello, si, el olor tan agradable provenía de él, lo sujeto fuerte para que no caiga al suelo no debo arrastrarlo seguramente este abrigo tan calientito cuesta más que yo.
Lo sigo poniendo atención a todo lo que me rodea y es que nunca había visto algo así, todo parecía tan lleno de luz que simplemente es un mundo que jamás creí que existiera, su departamento es igual de asombroso hay cosas tan brillosas y bonitas sus sillones parecen más cómodos que cualquier cama en la que haya podido dormir alguna vez
- ¿Tu nombre? – me pregunta con algo de molestia lo cual hace que me pongo nervioso, su tono de voz cambio por completo, por favor que no sea de los que le gusta golpear.
-Sa Sasuke- Tartamudeo sintiéndome como un tonto
-Esa puerta- señala-Es el baño, ve y toma un baño, toma el tiempo que necesites y usa lo que sea necesario, pero asegúrate de quedar completamente limpio antes de ir a la habitación- me señalo una puerta de madera blanca al fondo. - Te estaré esperando allí.
Afirmo con la cabeza y camino hacia el baño la puerta también era de madera color blanca, cierro la puerta sin escuchar que el venga de tras de mí, parece que me dejara bañar solo, sonrió hace tanto tiempo que no puedo tomar un baño y menos yo solo, me quito su abrigo con mucho cuidado para no arrugarlo y lo cuelgo en uno de los ganchos de la puerta, me quito la ropa apresuradamente y entro en la tina que tenía, derecha fría, izquierda caliente, ¿me pregunto si se molestara si me baño con agua caliente? Él me dijo que podía usar lo necesario así que me decido y abro la llave izquierda, tarda unos segundos en ponerse agradable, sale mucha agua y termino empapado rápidamente, tiene muchos jabones de todo tipo, me divierto destapándolos y oliendo uno por uno, hasta que encuentro el indicado, huele a él tan rico, a madera y dulce como a fruta, inhalo profundo y me pongo gran cantidad de el en el cabello, tallo con cuidado mi cuerpo, tengo varios moretones frescos que aún me duelen si los presiono de mas, el agua sale negra, y al ver al agua irse por la coladera me sentí triste, era basura y me estaba deshaciendo con el agua, me pregunto si me quedara aquí ¿terminaría desapareciendo por completo?
Toda mi vida ha sido igual desde mi primer recuerdo, hasta ahora siempre he tenido que hacer cosas que no quiero con gente que no quiero, la primera vez fue tan horrible y doloroso que pensé que iba a morir esa misma noche, creo que no tenía más de 5 años aunque ahora parece solo un lejano recuerdo si me concentro lo suficiente puedo sentir el dolor tan desgarrador de esa noche, como una herida que realmente nunca cicatriza, escuchar sus risas llenas de burla y desprecio ante mis lágrimas y mis suplicas por ayuda incluso su asqueroso olor que se me ha quedado impregnado en la piel y nunca he podido borrar, en la desesperación
Cerré los ojos con fuerza con algo de dolor en mi pecho y me senté en el fondo de la tina esperando a que el agua se volviera completamente clara para poder salir, aunque la verdad me hubiera gustado estar más tiempo, no demoro más que lo necesario, no quiero que se moleste y se convierta en lo que todos terminan siendo un animal que solo va usarme para tener placer aun a costa de mi dolor.
Seco mi cuerpo con una de las toallas blancas que están en la repisa sobre la taza, vi como la puerta se abrió y el entro me quede viéndolo a los ojos por unos segundos antes de entender lo que estaba haciendo, eran tan profundos que parecían vacíos como el enorme cielo sin nubes.
-Lo siento- dije rápidamente agachando la mirada esperando que fuera piadoso por mi falta
-Toma- extendió su mano- Es ropa limpia
Escuche como la puerta se cerró después de tomar la ropa, era un pants negro, a mi medida y una sudadera que me quedaba algo grande, pero en definitiva era mucho mejor a la ropa que traía puesta que tome y doble para colocarla de tras del lavabo para cuando me tuviera que ir.
Suspire al saber que tenía que dejar la tranquilidad del baño y de estar solo atrás, camine al cuarto que me había señalado primero pero antes de llegar a abrirlo escuche su voz en otra parte de la casa llamándome, tanteando de donde provenía su voz camine hasta llegara otro cuarto aún más grande que la sala, su cocina era color café claro, y blanca tenía una barra con plato y una enorme estufa y su refrigerador igual de grande.
-Siéntate- me ordeno señalando una silla
-Come- me dijo poniendo un plato frente a mí, sentí que el estómago se engarruño y un dolor producto de mis tripas retorciéndose, tenía tanta hambre que ya no lo recordaba, mi saliva comenzó a escurrir por mi boca y desesperado tome el pan con fruta con las manos, no me duro nada ni siquiera percibe el sabor que pudo haber tenido.
-toma- digo poniendo otro en mi plato, no pude evitarlo levante la vista y de nuevo me topé con sus ojos azules, pero esta vez no fue tan permisivo como antes y bajo sus amenazas volví a bajar la vista hacia el plato, comí más despacio su tono de voz había sonado molesto, claro que estaba molesto un esclavo lo estaba viendo a los ojos como un igual, yo jamás sería igual que él, nunca.
Al terminar de comer y notar que ese dolor en el estómago que siempre estaba había desaparecido camine hacia la recamara donde él ya me estaba esperando, la puerta de su cuarto estaba abierta, solo tuve que empujarla un poco para poder entrar, su recamara estaba algo obscura pero aun así se podía ver todo con claridad, en su cama cabían fácil cuatro personas. Y el estaba sentado en la esquina viéndome fijamente, trate de no levantar la vista así que camine hacia el hasta quedar frente a él, sentí su mano tocar mi cuello, y susurro algo que no entendí del todo bien, levanto mis brazos y quito la sudadera que me acababa de poner, me sentí incomodó, otra vez tan expuesto, levanto mi barbilla y me susurro “tranquilo” en los labios para después besarme suavemente, mantuve la boca cerrada, no quería besarlo, se separó de mi al notarlo, pero entonces trague saliva para acercarme a él apresuradamente y besarlo yo, abrí la boca para que pudiera meter su lengua en mi boca, no importaba si yo quería o no, no podía negarme a hacer lo que este hombre me pidiera, si lo hacía seguramente se quejaría con Orochimaru y me daría una paliza que me daría una lección de por vida.
Su lengua jugaba tranquilamente con la mía, buscaba corresponder a sus caricias, bajaba y subía sus manos sobre mis hombros, se acercaba cada vez más a mi hasta que sentí su pecho junto al mío, era fuerte podía notarlo, puso su mano tras mi cuello y profundizo el beso mientras que retrocedía en la cama para que yo pudiera subir en ella y quedara entre sus piernas, sin aliento ambos nos separamos vi como él se quitó la camisa dejándome ver su cuerpo, levante la mano y acaricie su pecho, ya eran tantos años de pasar por esto que sabía bien lo que ellos querían, baje mi mano hasta el cinturón de su pantalón y lo desbroche para que el terminara de quitárselos, no lo pensó solo los bajo, junto con sus bóxer, quedo completamente desnudo, su pene estaba ya despierto, así que me incline hacia abajo para tomarlo con mis manos, era grande, de los más grandes que había visto, abrí la boca lo lamí levemente y sentí como si cuerpo se estremeció echando los hombros hacia adelante y su cabeza hacia atrás, por lo menos el no olía mal, al contrario olía bastante bien, abrí de nuevo la boca para lamerlo, esta vez todo lo largo, una y otra vez un par de veces antes de meterlo por completo en mi boca, lo escuchaba suspirar y sentía su mano sobre mi cabeza, no ejercía fuerza solo se apoyaba dejaba que o marcara el ritmo, pase mi lengua alrededor de su cabeza un par de veces, antes de marcar un vaivén con mi boca, arriba , abajo un par de minutos haciendo esto sería suficiente para que el terminara corriéndose en mi boca, eso les encantaba.
Sus gemidos se hacían más agudos, cada vez, y yo sentía que su pene se ponía más caliente cada vez que subía y bajaba mi cabeza para recorrer todo el tronco de su pene.
Puso sus manos en mis hombros y me alejo de él, recostándome en la cama beso mi boca de nuevo y o correspondí, con los ojos cerrados, los apretaba fuertemente ya sabía lo que seguía, gemí al sentir su saliva en uno de mis pezones y el otro ser levemente pellizcado, deslizo sus manos por mis piernas para quitarme el pants y separarlas.
Listo ya sucedería, ¡cálmate! me decía a mí mismo respiraba más fuerte al sentir sus manos acercarse allí abajo, ¡cálmate Sasuke! todo está bien me decía a mí mismo, todo terminara pronto, no dolerá, temblaba, no podía evitarlo mi cuerpo se movía por si solo y yo no podía abrir los ojos.
…
…
¿Qué pasa? ¿Porque ya no siento nada? Sus manos ya no me tocaban, su calor ya no me invadía, su saliva no me recorría, abrí los ojos para saber lo que estaba pasando y allí estaba viéndome fijamente sentado en la cama, ¿Qué paso? ¿porque se detuvo? ¿estaba en problemas?