Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Es un hecho. por shiroyama yaoi

[Reviews - 2]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Bueno, estoy volviendo a las andadas del lemon, Zuly hermosa gracias por tu paciencia, espero que te guste y lamento mucho la tardanza.

Embestía aquel pálido cuerpo sin ninguna clase de consideración, buscando únicamente la autosatisfacción y la razón no era otra que lo malo que había resultado ser aquel polvo, tantos días conquistando a aquella señorita, tanto tiempo invertido y había resultado ser un total fracaso, ni siquiera quería recordar la cantidad de dinero que había gastado, no era precisamente un tacaño, pero el  dinero no le crecía en un árbol exactamente, entre regalos, cenas y el mismo “Love hotel” en el que se encontraban, sumaba un buen monto de dinero, un monto desperdiciado. La chica en cuestión le había llamado la atención principalmente por sus protuberantes senos y cuando lo rechazó en un primer momento se lo tomó a reto personal porque, vamos, quién en su sano juicio despreciaría a Yuu Shiroyama. Sin embargo ahora se arrepentía, tenía un cuerpo bonito sí, pero se había quedado prácticamente inerte en la cama esperando a que el hiciera todo, completamente estática y sin participar con ni uno de sus músculos en aquel pasional encuentro.

 

Intento no molestarse por ello, pero, la ira lo envolvió  cuando la mujer comenzó a gemir no, a graznar con aquella voz chillona que  le estaba bajando el libido, él solo quería alcanzar un buen orgasmo y contrario a sus deseos, su erección estaba disminuyendo y aquella tipa no paraba de gritar, rogaba a los cielos que se detuviera, jamás, JAMÁS había tenido ese problema y ésta no sería la primera vez, decidido a no perder su erección y sufrir un golpe a su alter ego, recurrió a utilizar su imaginación, alguna mujer delgada en la misma posición que aquella molesta y ruidosa; decidió embestirla desde la espalda para no ver su horroroso rostro y facilitar de ese modo su fantasía.

 

Entonces dejo su imaginación volar, ahora era castaña oscura, con el cabello corto, una mecha larga Y rubia que no veia por completo dada su posición, espalda ancha y brazos delgados aunque algo fibrosos, una cintura angosta y una deliciosa cadera ancha, cubierta, (al igual que todo su cuerpo), por una piel blanca, suave y tersa, ahora le gustaba más lo que veía, un buen par de pequeñas y redonditas nalgas y unos deliciosos, anchos y jugosos muslos. Era hermosa realmente bella, su cuerpo le llevaba al límite y con la  estimulación física, poco a poco se acercaba el orgasmo, y lo consiguió, llegó a él cuando en su mente la "chica" giró su cabeza, dejando ver su rostro, su hermoso rostro, Takashima le miraba mientras era embestido con cara de gozo, con un inmenso placer desfigurando sus deliciosas expresiones. Era lo más erótico que jamás había visto. El castaño mordía sus labios con fuerza, la misma que suponía estaba aplicando con sus manos sobre las sábanas; su espalda arqueada en una pose casi dolorosa provocaban en Yuu un profundo deseo de hacerlo retorcer entre la cama y, con esa imagen en mente se vacío en el condón, completamente agotado y con sus piernas temblorosas se recostó en la cama por algunos minutos, en los que cayó en cuenta de aquello que había acabado de suceder, él... Se había corrido... Pensando en un hombre, en Takashima... ¡SU PUTO PASANTE MIERDA!.

 

Se levantó a toda prisa, lanzó en preservativo a la cesta, vistiéndose tan rápido como pudo, ignorando los llamados de su acompañante, aún no lo comprendía, él no era gay, no le gustaban los hombres, entonces porque cómo le había excitado aquella imagen y aún peor como era que quería recrearla, aquellos hechos habían desatado en él una necesidad, le era casi vital hundirse entre las piernas de aquel muchacho que hacía las veces de su secretaria y, con ese pensamiento salió de aquella habitación pasando por alto las quejas y chillidos de su acompañante que esperaba un trato más amable.

 

Despertó al siguiente día después de aquel desastroso y revelador encuentro más convencido que nunca de consumar sus deseos por Takashima, admitía que desde que aquel hermoso castaño pisó por primera vez la empresa (En la que él ocupaba el cargo de Gerente General), y le fue presentado como su temporal mano derecha, no había podido despegar sus ojos de su cuerpo y mucho menos desviar su atención de su extravagante personalidad. Siempre tan distraído pero eficiente, débil en asuntos que le sacaban dar su "Zona de Confort" pero hábil a la hora de desempeñarse en su trabajo, Kouyou era todo un espectáculo y sólo ahora era capaz de admitir su creciente deseo por él.

 

Le tomo bastante tiempo alistarse para asistir a su trabajo, entre los largos minutos de ducha que se permitió tomar, dedicándose con suma delicadeza a tallar cada parte de su delgado y poco musculoso cuerpo; adoraba su cuerpo, le parecía perfecta la armonía y simetría que tenía su figura, nada de músculos muy marcados, brazos un tanto gruesos adornados por venas voluptuosas que se adivinaban a la perfección en su piel, dos tatuajes en sus hombros símbolos de experiencias e ideas que marcaron su conciencia y mente de por vida y piernas delgadas pero con forma que conducían de un modo casi descarado hasta sus nalgas redondas y esponjosas; todo su cuerpo adornado por una piel un poco dorada. Era vanidoso y por ello se limpiaba con dedicación a diario.

 

Luego del reconfortante baño, peinó su azabache cabellera, cuidando de no halarse demasiado en el proceso, lo dejo libre y sin ninguna clase de moño recogiéndolo, era algo largo, hasta algo más abajo que sus hombros. Se vistió con un simple traje negro de corbata y desayunó con un café cargado y un pan de hojaldre; tomó las llaves de su vehículo y condujo con prudencia hasta su oficina.

 

Se sorprendió un poco cuando al entrar en su oficina se encontró con Takashima girando en su silla infantilmente mientras miraba perdidamente al techo. Yuu se deleitó con la vista por un poco de tiempo, se relamió al ver a su pasante con unos ajustados pantalones negros que dibujaban pon completo la figura de sus jugosos muslos, una camisa blanca con un cuello en v que dejaba a la vista su pecho blanco y suave. La vista era exquisita, aquel hermoso hombre destilaba belleza por cada poro de su cuerpo e intentando detener de algún modo la ráfaga de pensamientos sucios que inundaron su mente, carraspeo para llamar su atención.

 

-Buen día- Saludó el castaño al reparar en la presencia de su actual jefe.

 

-Buen día, ¿Organizaste la papelería que te solicité ayer?- Espetó Shiroyama con un tono demandante que no dejaba entrever ni un poco de los sentimientos que se desataron en su cabeza anteriormente.

 

-Aún no termino, eran casi mil folios para las diez habré terminado si corro con suerte- El castaño se levantó con parsimonia del puesto correspondiente de su jefe para dejarle campo libre en su oficina.

 

- Y si aún no terminas, ¿Qué haces jugando en lugar de trabajar?- El moreno se encontraba algo molesto por el poco compromiso de Kouyou con su trabajo y no escatimó esfuerzos en hacérselo saber.

 

-Mi horario inicia a las ocho de la mañana, me resta media hora para comenzar a trabajar- Expuso el menor con total tranquilidad y un poco de cinismo. Lo que ocasionó un extraño estremecimiento en Yuu, no lograba concebir la posibilidad de que Takashima hubiese perdido cualquier respeto a su autoridad y más que dispuesto a redimirse habló con severidad.

 

- ¿Disculpa?- con aquella sencilla palabra, el castaño se tensiono, percatándose inmediatamente del tono con el que se había dirigido a su jefe, el moreno estaba molesto y lo corroboró al ver en su rostro una expresión de reprimenda que le gritaba rechazo desde kilómetros de distancia.

 

-Lo siento Yuu- sama, tuve un pequeño lapsus- Soltó el castaño completamente apenado

 

-Espero que no se repita, por ahora comienza a trabajar. En una hora te mostrare tu nuevo lugar de trabajo- Inmediatamente en castaño se tensionó no quería cambiar su actual lugar de trabajo, estaba realmente cómodo con su desempeño.

 

-¿Va a cambiarme?- El moreno sonrió con malicia al palpar el desagrado en sus palabras y directo como siempre decidió abrir cancha para seducir al menor. Se acercó lentamente al castaño mientras este le observaba con intriga, cuando se encontró lo suficientemente cerca, le susurro:

 

-No es bueno que estés conmigo- Se encargó de que su aliento rozara como un soplido su sensible oído, Yuu pudo notar como el castaño se estremecía contra su cuerpo

 

-¿P-Por qué lo dice?- Dijo el menor por lo bajo sin romper la atmosfera que se había formado entre sus cuerpos.

 

- Últimamente he soñado contigo Shima, he fantaseado con tocarte- inmediatamente llevó sus manos hasta la espalda baja de Kouyou para rosarla con un toque casi imperceptible, pero igual de intenso para el menor; bajó lentamente para palapr sus nalgas con sus dedos abiertos y tomarlas entre sus manos para masajearlas con algo de brusquedad, notando inmediatamente lo blandas y casi flácidas que eran, se sentían suaves y esponjosas al tacto y Yuu no pudo sentirse más excitado al imaginar aquellas pequeñas protuberancias moviéndose al ritmo de sus embestidas.

 

-Lamerte- Seguidamente dirigió su lengua a el lóbulo de Takashima sin dejar su atrevido masaje a la retaguardia del menor, este último en un estado completo de Shock sólo reaccionó para intentar huir de aquellas manos empujando sus caderas hacia adelante chocando inmediatamente con el miembro semi erecto de Aoi, aquel inocente movimiento consiguió que Takashima soltara un jadeo.

 

-Oírte gemir como hace un momento- El moreno soltó las nalgas del castaño para colar sus manos por la escotada camiseta del castaño, rosando hasta llegar a sus pezones, eran pequeños por lo poco que acaba de percibir, mientras sonreía socarronamente los apretó entre sus dedos para ver en el rostro de Takashima una mueca de placer disimulado y sus ojos con sus pupilas más que dilatadas le revelaban al pelinegro que a pesar del repentino acoso el otro disfrutaba. Sin sospechar que era toda la situación lo que hacía al castaño estar tan excitado, el morbo de estar a punto de acostarse con su jefe, aquel hombre de imponente carácter a quien percibía completamente frio y atemorizante, el mismo que ahora le hacía despertar en él un deseo exuberante, que crecía cuando se imaginada a Yuu con toda esa aura de poder fantaseando con su cuerpo y lo que haría con él.

 

Nunca había deseado de un modo intenso a Yuu era consciente de su atractivo, pero nunca llamo demasiado su atención por su posición, le guardaba algo de recato por ser su superior; sin embargo varias habían sido las veces en las que intentaba seducirlo sin ir demasiado lejos, lamia sus labios con lascivia, se agachaba sin doblar sus rodillas, alzaba sus brazos para exponer su blanco abdomen y la lista se extendida más y más en un largo etcétera, que al rememorar Takashima anotó mentalmente que no desperdiciaría aquella oportunidad, sobre todo porque mientras usaba sus pequeñas “Tácticas” se removía de deseo al sentir aquellos orbes oscuros sobre su figura. Después de todo un buen polvo no le caería nada mal, tanto el como su jefe (y sobre todo éste último) eran hombres adultos que comprendían que aquello no traspasaría la línea marcada por el enloquecedor placer y la satisfacción sexual.

 

Y sucumbió.

 

-No tendrá que cambiarme de puesto Yuu- sama, yo estaré más que complacido en satisfacer sus deseos- Seguidamente tomó entre sus gruesos labios los contrarios, mucho más grandes y voluptuosos y sin ningún reparo los masajeo de forma pasional, dejando de lado los preliminares e intentando demostrarle al moreno aquella hambre que poco a poco nublaba sus sentidos. Por su parte el mayor respondía a aquel ósculo con osadía, atreviéndose a hundir su húmeda lengua entre los labios de Takashima, quien al sentir aquel ardiente contacto jadeo y busco con su húmedo musculo iniciar una danza vulgar en el interior de sus bocas y mezclando a la perfección el sabor dulzón de sus salivas.

 

Entonces con poca delicadeza el moreno azoto a su acompañante contra el escritorio de su amplia oficina, consiguiendo que este se sentara con sus piernas abiertas a las intenciones de Yuu. Separándose del contacto, Shiroyama comenzó a despojar de su camisa al castaño y cuando la tuvo afuera grata fue su sorpresa al verlo pellizcar sus pezones mientras le dirigía una mirada de total insinuación y, como si aquello no fuese suficiente, Kouyou gimió con voz lastimera:

 

-Yuu- sama muero por unirme a usted- musito para después lamer su mejilla lentamente, estremeciendo al mayor por el atrevido contacto.

 

- No tendrás que esperar mucho pequeño- y como hipnotizado removió las manos de Takashima de sus pequeños y rosáceos pezones para dirigir allí si boca, comenzó por dar sutiles lamidas para pasar a chupar con desespero aquellos trocitos de suave carne notando al castaño removerse incomodo al sentir su miembro crecer más y ajustarse en sus estrechos pantalones; el menor sin querer quedarse atrás masajeó con una de sus manos libres el miembro del mayor sobre la tela, sonrió con satisfacción al sentirle duro contra su tacto; por lo que lo apretó con algo de sorna intentando hacer estremecer al mayor, cosa que consiguió con total éxito.

 

- Yuu- sama necesito verlo- dijo con desespero intentando detener al moreno en su placentera tarea.

 

-Desnúdame pequeño- Inmediatamente el castaño despojo al moreno de sus vestimentas, inicio por deshacer el nudo de su corbata con verdadera experiencia, continuando por su abrigo de paño que deslizo con lentitud por sus hombros para seguidamente encargarse de su camisa, desabotonándola con parsimonia, deleitándose con cada tramo de piel que dejaba expuesto; el abdomen de Yuu era completamente plano, con poca musculatura pero que destacaba con desfachatez las líneas marcadas de su ingle, que invitaban a Takashima a averiguar en donde terminaría su recorrido.

 

Llamado que atendió inmediatamente, desabrochando los pantalones del mayor, se levantó de su lugar y sin musitar ningún tipo de sonido se arrodilló a los pies del mayor para bajar con rapidez la ropa interior y lo que restaba de sus pantalones de dril, quedando en frente de la erección de Yuu, no era nada extraordinario pero a su parecer era bastante "linda", un grosor adecuado y un largo normal, cubierta en la base por algo de vello oscuro y sin embargo a el castaño se le inundó la boca de saliva al verla.

 

Sin mayor preámbulo la llevo a sus labios hasta la punta del miembro ajeno, probando con algo de timidez el gusto salino que tenía y que a su parecer era realmente delicioso, entonces con más decisión tomó el miembro entre sus manos para masturbarlo de arriba abajo y continuo con el masaje en la punta usando su boca, lamiéndolo con dedicación realizando círculos a su alrededor, lo que provocaba estremecimientos en el pelinegro que miraba con perversión aquellas atenciones que el castaño le brindaba, deshaciéndose en gemidos por lo acertadas que resultaban.

 

-Carajo Shima, me muero por estar dentro de ti- Kouyou al escucharlo miro sin parar su tarea, dejando las manos de lado para engullir con deseo encendido aquella carne caliente hasta donde su garganta se lo permitía y con la vista fija en los ojos oscuros de Shiroyama, sintió como éste le tomaba por los cabellos para acelerar su vaivén fundiéndose con la boca de Takashima más y más profundo.

 

Kouyou llevo sus manos hasta sus más que ajustados pantalones para desabrocharlos y tocar por encima de la tela de su ropa interior su necesitado miembro, se estremeció por completo ante el contacto y acelerando el ritmo de sus manos se dejó ir en un tórrido orgasmo mientras sentía que el ritmo se aceleraba y su mentón se mojaba con su saliva y el líquido pre seminal ajeno.

 

El moreno al percatarse de que el castaño había alcanzado la cúspide máxima de placer, lo levantó por sus cabellos para azotarlo boca abajo contra su escritorio y bajar sus húmedos pantalones para dejar expuesto su pequeño y suave trasero que no dudo en morder y chupar sacando jadeos en su dueño, separó con brusquedad sus nalgas para dejar a la vista aquella hambrienta entrada, rosa y celosamente cerrada a cualquier intruso, Shiroyama se vio tentado y con decisión llevó su lengua hasta aquel lugar para lamerla y humedecerla con algo de fuerza hasta hacerla  contraerse contra su húmedo órgano, despertando en Takashima una nueva y punzante erección que aumentaba su desesperación por ser penetrado.

 

Y sus deseos fueron cumplidos cuando sin más preámbulos Yuu se hundió en aquellas cálidas y húmedas paredes que le estrechaban deliciosamente, inmediatamente en castaño soltó un alarido de dolor que no molesto en lo más mínimo al pelinegro; de tal manera que inició un fuerte y rítmico vaivén que destrozaba al castaño por completo.

 

-D-Duele Yuu- sama- dijo entrecortado por las confusas sensaciones que afloraban en su ser.

 

- L-lo disfrutas Shima, mmm me estas apretando mucho como para no hacerlo- Las manos del moreno se dirigieron a las caderas contrarias impulsándose con más fuerza para golpear con su miembro aquel punto que hizo a Kouyou retorcerse de verdadero placer.

 

El ritmo aumentaba al igual que los gemidos nada disimulados en la estancia, el mayor notó el ruido sospechoso y le ordenó a Takashima entre oleadas de placer que tapara su boca para evitar que sus sensuales gemidos se oyeran, petición que el menor acató con la mayor rapidez que tenía en aquel momento, tapando con sus temblorosas manos sus enrojecidos labios, gimiendo contra estas intentando contenerse, le era casi impsoble hacerlo, hace mucho que el dolor se había difuminado para dejar en su lugar un exquisito placer que hacia jumedecer sus ojos e intentar obtener más de ese contacto alzando descaradamente sus caderas, recibiendo por respuesta un azote en su nalga derecha y un aumento considerable en el ritmo.

 

 Las embestidas eran cada vez más duras al igual que el desgarrador placer que se adueñaba de ambos cuerpos, el miembro del mayor se enterraba duramente en aquella entrada y el menor rogaba en sus adentros que aquello jamás terminara, sus cuerpos temblaron al unísono cuando el orgasmo les golpeó duramente, derramando sus fluidos en el escritorio y dentro de su compañero respectivamente, disfrutando de los corrientazos en sus ingles y de las últimas contracciones de sus miembros para terminar de liberarse.

 

El moreno salió del interior ajeno y se sentó en el suelo recordándose a si mismo tener en más ocasiones a Kouyou en su cama, había resultado todo un éxito y sentía su deseo por el castaño incrementar.

 

Por otro lado, el castaño intentaba recuperarse del maravilloso orgasmo del que había sido presa cuando el insistente sonido de su celular lo distrajo, rebusco entre las ropas esparcidas por las estancia hasta encontrarlo y frunció el ceño extrañado al ver en el remitente el número de su hermana; ella JAMAS lo llamaba, únicamente mantenían contacto por medio de redes sociales y al ver que tenía ya siete llamadas perdidas concluyó que el asunto debía ser verdaderamente urgente.

 

- ¿Diga?- Cuestiono el castaño con algo de miedo.

 

- Shima, hasta que al fin coges el teléfono- La voz de su hermana se sentía algo apagada como si acabara de llorar.

 

- ¿Qué pasa?- dijo con los nervios a flor de piel.

 

- Es papá, él... Se suicidó Shima de-después de asesinar a mamá- Entonces el castaño soltó su teléfono haciéndolo caer contra el suelo de forma estrepitosa, agachó su rostro hasta taparlo con sus hebras chocolate y distinguió entre la cantidad de pensamientos absurdos y gritos internos de dolor en su estado más puro la voz de Yuu.

 

-¿Shima, qué paso?- El moreno se acercó con delicadeza evitando asustar al menor y quedo completamente estupefacto cuando sus hombros comenzaron a tiritar y el lugar se llenó de una nerviosa carcajada una desesperada que rozaba lo  terrorífico, demostrando la cantidad de sentimientos que tenía en su interior.

 

- ¡Mi padre murió, el hijo de puta al fin nos dejó en paz!, ¡Hace mucho no era tan feliz!, claro que cobro un alto precio Yuu, asesino a mi madre ¡ESE BASTARDO LA MATÓ!-

 

La lluvia recorría el paisaje con fiereza, el reloj marcaba las diez de la noche y en aquel sombrío cementerio solo se adivinaban dos figuras juntas completamente empapadas. Después de que todos abandonaran sin mayor piedad el lugar, Takashima continuaba de pie contemplando la lápida de su madre, en cuanto a su progenitor el mismo se había encargado de mantener su velorio lo suficientemente lejos del de su dulcísima mamá, al menos se encargaría de mantenerla apartada de ese imbécil en su eternidad.

 

Al lado del castaño se encontraba más que inmutable la presencia del mayor, apreciando en completo silencio como su pasante se desgarraba ante sus ojos, el menor amaba a su madre y por ello no le había escatimado atenciones ese día.

 

- ¿Estarás conmigo ahora Yuu?- musitó en un casi imperceptible susurro el menor, mientras lo miraba con sus ojos empañados.

 

No esperaba que el pelinegro lo amara solo buscaba alguien en quien apoyarse en aquel devastador momento.

 

- Mientras mi deseo me lo permita Kouyou,  no te juro una eternidad, aún es muy pronto para hablar de amor; te deseo, a tu confusa personalidad y a tu candente cuerpo, te acompañaré mientras esa esencia tan tuya inunde sentidos-

 

-¿Es una proposición?- Dijo el castaño divertido

 

- Es un hecho Shima- Y con profunda dulzura tomo sus manos para invitarlo a dejar la estancia y que se disipara con ello algo de su dolor.

 

-¿La extrañarás?- dijo el mayor mientras caminaban como si tuvieran todo el tiempo del mundo para hacerlo.

 

- A mi madre sí, demasiado, era extremadamente dulce; una mujer decidida y con una sonrisa que curaría hasta a un desahuciado- El castaño intentó resumir en pocas palabras lo que representaba su madre pero una vez más como en toda su vida las palabras se le hicieron profundamente cortas y sintió de nuevo las lágrimas tibias deslizarse por sus mejillas al recordarla.

 

-¿Y a él?- cuestionó con precaución Shiroyama.

 

-No, lo odiaba Yuu, no puedes extrañar a alguien que te golpeaba, que se embriagaba a diario excusándose en un hijo difunto; y mi madre aguantaba cualquier humillación por nosotros porque necesitaba su maldito dinero, golpes gritos e insultos, todo porque estuviéramos cómodos y que contáramos con una vida lujosa- El mayor percibió por completo la rabia contenida en aquellas duras palabras.

 

- Espero jamás estar atado a alguien de ese modo- Planteo el castaño, después de un corto silencio.

 

- Si lo hicieras dejarías de ser quien eres, aunque quién sabe quizás te enredes a mí- respondió el moreno.

 

- La vida es sorprendente quizás sea al revés-

 

-¿Es una proposición?-

 

-Es un hecho Yuu- Dijo con una sonrisa ladina.

Notas finales:

eso fue todo, espero que te haya gustado y si quieres déjame un review al final me decanté por el Aoiha y no lo hice song fic para hacerlo menos meloso y más ligero.

  Si eres lector normal, me gustaría escuchar tu opinión a cerca de la historia y gracias por tomarte el tiempo de leer.   se despide    Shiroyama yaoi

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).