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Hilos de Muerte por GrimmPanther06

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Notas del capitulo:

¿¡Que tal gente!?, pues aquí el segundo capitulo, así de efectivas somos xD, bueno no ._. , esta terminado por lo del concurso como ya lo notaron, espero les agrade, fue algo que empezo como una idea sin cuerpo y ahora tiene mucho xD, acepto que fue idea de mi geme y sin ella esto no hubiera pasado :´D bueno ya no me pondre sentimental o los aburrire.

Mil gracias a las personas que se han tomado parte de su tiempo para leer esto :D

 

Atte: Aruma, si, mi geme me dio permiso de subir el capitulo en su lugar :B

 

Agotados al huir de esa manada de zombies que no descendía, el azabache y el pelirrojo se desviaron del rumbo a donde querían ir, lo hicieron para poder descansar de estos muertos vivientes y recordar en qué momento se les escapó la oportunidad de salvar al pequeño Ace.

 

El azabache guardó su katana al inspeccionar el lugar meticulosamente y se sentó a un lado del pelirrojo en aquel frondoso pasto verde. No sabía que hacer o qué decir.  Miraba a Shanks; su semblante tembloroso, ido, queriendo llorar pero se las apañaba para no hacerlo, la ira que sentía éste se podía percibir y que de decir, lo derrotado y apagado que se veía con solo verlo en ese estado. Miró hacía el cielo casi a punto de obscurecer, el viento soplaba suavemente, revolviendo los cabellos de ambos hacía diferentes direcciones y los árboles que aún se mantenían con vida, crujían sus ramas, y caían las hojas sobre ellos. Aunque era un lugar momentáneamente pacífico, lo que estos dos presenciaron al ver la muerte de Ace, no podían apreciar este pequeño momento.

 

 —Ya no podemos seguir de esta manera —murmuro Shanks minutos después mientras miraba a la nada, su voz podía parecer débil pero su determinación era fuerte. Se levantó del pasto una vez que se sentía más calmado y descansado, necesitaba hacer una llamada, tal vez toda esta catástrofe el país estaba en malas condiciones, pero esperaba podía encontrar en donde llamar hacía Swindon. Así continuo caminando en busca de un teléfono—.

 

— Tienes razón... —desde allí, Mihawk no dijo nada más, sabía que Shanks buscaría un teléfono por estos lugares para comunicarse con los demás así que, levantándose desde su lugar, caminó calladamente atrás del pelirrojo. Sus iris dorados y serios, miraban con cautela de un lado al otro pero más que nada, miraba a su compañero desde la distancia—.

 

~ En  Newbury. ~

 

En un lugar muy lejano de Manchester, yacían dos cazadores más, uno con el cabello rojizo puesta alrededor una bandana negra y el otro sujeto de cabellera amarilla. Estos dos, se llevaban bien desde el principio diferente a Mihawk y Shanks. Desde que llegaron estos dos a esa ciudad, no tuvieron tanto descanso en combatir con el gen zombi.

 

El joven de cabello rojizo con nombre Eustass Kid, un chico de musculatura corpulenta y de gran altura, casi concluía su carrera de ingeniería en mecánica cuando sucedió el atentado zombi. Se atrasó unos semestres por su acumulación de faltas. No tiene especialidades de combate, aunque sigue siendo un chico rebelde con buenos reflejos y puños fuertes, y de gran inteligencia en su área.

 

Kid, quien poseía casi todo el tiempo una gran arma en mano los remataba como si de un videojuego se tratase, riendo a carcajadas compitiendo con Killer quién solo los mataba silenciosamente y con gran agilidad. No era un tipo de mucho hablar pero cuando lo hacía, era de estrategia en mano a lo que Kid  satisfecho por lo ingenioso que es, lo acataban sin mucho pensar.

 

Cuando el momento en que una manada de zombis los perseguían en un momento de descanso; estos dos tuvieron que migrar hasta Swindon topándose con dos sujetos y su canino; uno de estatura alta de cabello corto color rubio y uno de altura media con cabello corto color azabache y piel morena. Para Kid, quién vio al moreno por esa vez, y desde entonces, ha querido llevárselo a la cama sin mucho éxito. Claro que el pelirrojo no se detendría hasta tenerlo, pero sería una tarea difícil pero excitante.

 

~ En Swindon. ~

 

Un joven médico de piel morena, ojos color gris, era quien se había dado así mismo a la tarea de encontrar una solución a este gen desde la raíz, Trafalgar Law, médico graduado desde hace casi un año, sus habilidades eran sorprendentes y principalmente en hacer cirugías. Vivía pacíficamente con su padre adoptivo en Londres, eso hasta que el gen ataco y decidieron, o más bien decidió el moreno a estar en un lugar más cercas del sitio donde se originó el gen, claro que su padre estaba en contra porque sabía que sería peligroso pero tampoco le dejaría solo.

 

Rosinante, padre de Law y policía perteneciente al Scotland Yard, siempre era muy sobre protector con Trafalgar, tuvo una discusión con el menor por su loca idea de querer hacer una base cercana a Bristol, aunque al final termino siendo convencido pero igual seguía preocupado.

 

El celular de Rosinante sonó, contestó —¿Quién habla?...—

 

Soy Shanks, Cora, necesito me comuniques con Law.

 

— ¿Sucedió algo? —frunció ligero el ceño, el tono de voz que había usado el pelirrojo había sido algo apagada, y que no entablaran una conversación animada como conocía a Shanks era algo inusual. Ambos se conocían del trabajo desde hace años pero trabajaban en diferentes áreas—.

 

Es una larga historia, aunque en resumen... —dio un suspiro, el recuerdo de la invasión le tenía emocionalmente mal, pero debía permanecer firme —tuvimos una invasión a la base, así que decidimos cambiarnos hacía Oxford—.

 

—¿¡Como sucedió eso!?Era un lugar muy seguro y aislado —eso altero al rubio, ahora era más su inseguridad, miro hacía donde su hijo trabajaba leyendo unos papeles sobre un escritorio—. ¿Están bien?

 

No lo sé, necesito hablar con Law —Shanks ya no quería hablar de ese tema por ahora—.

 

—Está bien...—Corazón, así le apodaron sus compañeros de la policía, comprendió y no presionaría al pelirrojo, así que le paso el celular al menor —Shanks quiere hablar contigo—.

 

El moreno tomo el aparato sin cuestionar, estaba concentrado en lo que hacía pero aun así escuchaba con atención lo que decía su padre — ¿Que sucede? —.

 

Law, ¿Cómo vas con tu investigación?

 

—Progresando, lo sabes, quedamos que te avisaría cuando la terminara, pero si tanta es tu curiosidad... estoy cerca de lograrlo, ¿A qué viene la pregunta?

 

Solo quería saber, además de que ya no estaremos en Manchester, nos cambiaremos a Oxford —por obvio emitió el hecho de que quería la cura para frenar todo esto por lo sucedido con Ace, ya no quería ver a gente convertida en zombi, ya no quería seguir exterminando a personas, no era como si tuviera que detener a un ladrón, esto era realmente diferente—. Cuando nos establezcamos les llamare de nuevo para darles la ubicación. —colgó sin más, el saldo se le había terminado—.

 

— Huh. Qué mierda. —habló fuera del cuarto el joven pelirrojo, quién había entrado como si el lugar fuese suyo. Estuvo escuchado desde la entrada de la puerta la conversación, tenía que mantenerse informado y estos dos no le daban lo suficiente. Camino dentro del cuarto hasta llegar al frente del escritorio donde yacía sentado muy concentrado el moreno con unos papeles, con una sonrisa ensanchada pero maliciosa, reposo sus dos manos encima del escritorio y se reclinó hacía el frente a unos cuantos centímetros lejos del ajeno—. Hey, ¿por qué no te olvidas de esto y haces algo mejor en su lugar al lado mío?  —Le insinuó, relamiendo sus labios en el proceso—.

 

El moreno lo vio con indiferencia, desde que se topó con Kid le había tomado cierto desagrado, a cada rato este le acosaba y peor era cuando trabajaba ¿Cómo demonios podía encontrar una cura si cierto pelirrojo le fastidiaba a cada rato?, no es que le desagrada el punto de tener sexo con un hombre, pero no le gustaba le mandaran el momento en que lo deberían hacer, lo único que a veces si le gustaba era ver como Kid enfurecía al quedarse con las ganas.

 

 — ¿Otra vez con insinuaciones?  —se paró Cora aun lado del pelirrojo y lo miro con enojo, no quería que nadie acosara a su hijo, lo cuidaba demasiado y sabía que Law no necesitaba lo defendieran pero igual lo hacía. El rubio era una persona de carácter liviano, pero cuando algo no le parecía su humor cambiaba drástica mente—. ¡Aléjate de mi hijo!...

 

Kid rodeó sus ojos y maldijo internamente que estuviera allí el rubio. Cambio su postura, irguiéndose con un semblante serio y a la vez cabreado. — ¿Tienes algún problema, viejo?  —Hizo una mueca de desagrado para después burlarse del moreno—. ¿Acaso tu papi tiene que defenderte, Trafalgar?  —volteo su cabeza hacía el azabache para hacerle reaccionar ya que le gustaba hacer esto con él—.   

 

—¡Eres un maldito acosador!—respondió Rosinante molesto—.

 

Law se mantuvo serio, pero luego una ligera sonrisa ladina se dibujó en sus labios —Cora-san interfiere porque quiere y es mi padre, no es como en tu caso, ¿necesitas guardaespaldas las 24 horas?, además dime Eustass-ya ¿Cuantas veces lo has intentado y has fallado? contando esas veces en que hemos estado a solas.

 

Killer, quien había entrado a la habitación siguiendo a Kid, no dijo nada en su defensa, sabía que Kid y Law tenía esa costumbre de molestarse mutuamente, pero tampoco quería que algo le sucediera a su amigo, en poco tiempo había conocido a Rosinante y sabía de su poca tolerancia cuando de su hijo se trataba —Kid, déjalo ya —con eso tal vez no lograría que el pelirrojo le hiciera caso pero igual debía intentarlo—.

 

El pelirrojo había ignorado por completo el padre del moreno para enfocar su vista a este aunque ya se encontraba enfurecido— ¿Qué? -le dio un tic en el ojo izquierdo, volteando a ver desconcertado a su amigo que no se acordaba que estuviera allí—. ¿Peroqué rayos Killer...?—cabreado y más al escuchar lo último que dijo Trafalgar, rápidamente y con toda brusquedad, agarro la parte delantera de la bata del moreno y lo acercó a pocos centímetros de su rostro y con gran determinación dijo—.  Te crees muy listo ¿eh? ¿Trafalgar? pero escucha bien, no me daré por vencido... ya lo verás. —lo empujó con la mano fuertemente, para después salir de ese cuarto—.

 

Frunció el ceño Law, no hubiera dicho o echo algo si Kid no le hubiera jalado de la bata, así que por obvio no dejaría las cosas así —Dudo lo logres —miro a su canino—. Bepo —llamo a su fiel mascota, un samoyedo de 6 años, un perro blanco y abundante pelaje—.

 

Aquel canino no necesitaba más, tampoco le había agradado Kid desde que lo conoció, así que con solo escuchar su nombre y ver como trataron a su amo, corrió hacía el pelirrojo y se aventó sobre él, con su gran tamaño lograría derribarlo.

 

Cuando Kid estuvo por el pasillo, su cara se estampo de lleno al piso, gritando y soltando maldiciones al aire— ¡AGHH Maldito perro! ¡Suéltame ahora, joder!... ¡TRAFALGAR! —exclamó cabreado, intentando que el perro soltara su brazo, pero el perro no cedía. Se paró del suelo y arrastró al canino con él cómica mente—. ¡Suéltame, suéltame!

 

Bepo gruñía sin intensiones de soltar al pelirrojo, lo tenía bien agarrado. Law contuvo las ganas de reír a carcajadas, además de que él no era de los que hacía eso, se levantó de su asiento y fue hacía donde ellos, solo sonreía mientras miraba a su perro la forma en que mordía a su acosador y como algunas veces sacudía la cabeza para causar más enojo a Kid. El moreno disfrutaba de esto, por él sería mejor si le arrancaba un brazo pero eso lo dejaría para otro momento —¿Tan poco aguantas?, pensé que eras un cazador —chasqueo los dedos y con eso el canino soltó al pelirrojo, tenía un compañero fiel y muy inteligente—.

 

Ambos rubios miraban la escena, Rosinante no se contuvo de reír y estaba contento de saber que tenía a alguien quien viera por su hijo, mientras que Killer solo fue un suspiro y diciendo mentalmente un “Se lo dije” claro que no lo diría en voz alta o Kid le soltaría un “¿¡De qué lado estas!?” conocía el temperamento de él.

 

 — ¡Tu perro es una bestia! —el pelirrojo le señala con el dedo índice echando humo por las orejas de tanto coraje—. ¡¡Si llegó a enfermarme por tu perro lo voy a castrar!! —refunfuñe aún más soltando al aire una que otra maldición para irse de allí gritando después entre sorprendido y desconcertado—. ¡Tengo otra marca!

 

—Será mejor que vayamos a descansar, Kid —dijo Killer a su amigo, era mejor dejar el asunto por la paz. Camino detrás del pelirrojo quién no se le quitaba lo enfurecido.

Law dejo pasar por alto el comentario, con lo que le había hecho Bepo a Kid era más que suficiente por ahora, así regreso al escritorio donde había estado para volver a sentarse en la silla y proseguir su investigación. Bepo le había seguido por detrás y al llegar al escritorio se echó a un lado de este, dio un gran bostezo y luego cerro los ojos, era algo tarde así que descansaría un momento.

 

— Law, iré a dormir un rato, no te desveles... —dijo Rosinante estando frente al escritorio del mencionado—.

 

— No prometo nada.

 

— Entonces vendré a llevarte a la cama como cuando eras un niño —sonrió el rubio, aun recordaba aquellos momentos—.

 

— Cora-san... —que hiciera algo así su padre no le agradaba, ya no era un niño. Law no solía llamarle por su nombre a pesar de tantos años juntos, al principio ni si quiera lo apreciaba y siempre le llamaba como sus compañeros de policía, pero con el tiempo eso cambio, no tanto en tanto al nombre pero si al cariño—.

 

—Debes cuidarte, y si no te cuidas para eso estoy yo —dio un bostezo, se dio media vuelta para ir a descansar un rato, pero al dar el segundo paso se tropezó y se estampo su cara contra el suelo, Corazón era torpe y eso era algo que con frecuencia le sucedía—.

 

Law se levantó de su asiento para mirar a su padre —Deberías tener más cuidado.

 

Rosinante se levantó del suelo y se sacudió el pantalón y la camisa —Estoy bien —sonrió con amplitud mirando al menor—. Buenas noches, Law...y ¿sabes?, te quiero. —Volvió a retomar su camino hacia la habitación con la que contaba el refugio, no espero a una respuesta además de que no la necesitaba—.

 

~En Oxford. ~

 

Ambos cazadores llegaron a una casa de un viejo amigo del pelirrojo la cual estaba abandonada por obvias razones, aquel amigo tenía un sótano anti bombas o cualquier desastre que llegara a pasar como en este caso algo curioso y del lado cruel gracioso por qué tener una fortaleza y terminar siendo un zombi no era como debía ser pero la noticia les llego muy tarde para refugiarse. Shanks sabía la combinación de la puerta y así fue como entraron, el lugar subterráneo era obscuro y algo frio, contaba con una cama individual y una matrimonial, su amigo era casado y con una hija.

 

Shanks se dejó caer sobre la cama individual, la primera que estaba más cercana y suspiro con pesadez, era tarde y debían dormir aunque no tuviera sueño, y es que se le iba con todo lo pasado, apoyo los codos sobre sus piernas y la cabeza entre sus manos, se quedó solo un momento así y también contenía las ganas de beber. Su tristeza debía dejarla en su interior, no exteriorizar su pesar, así que levanto el rostro y sonrió ligero, los buenos momentos que llego a vivir con el menor debían ser su razón para seguir y luchar hasta eliminar por fin el gen zombi.

 

Mihawk dejó su katana sobre la pared cercas suyo cuando se sentó en la otra cama matrimonial, se mantuvo callado meditando lo que iba a decir después, miró fijamente al pelirrojo articulando suavemente —Alguien una vez me dijo que el llorar no es signo de debilidad, sino de lo fuerte que una persona puede llegar a mostrar por mucho tiempo... el que hayas contenido todo para ti solo no es bueno para tu salud —inquirió enfatizando que estaba bien que el contrario no se sintiera que estaba solo en esto—. Ace siempre estará contigo, estoy seguro de eso... y siento no poder haber sido de gran ayuda... —cerró sus iris dorados agachando un poco la cabeza. Sus antebrazos yacían sobre sus rodillas y su postura estaba ligeramente hacía el frente; estaba cansado mental y físicamente se podía ver en su rostro—.

 

Al escuchar a su compañero, el pelirrojo salió de sus pensamientos, miro a Mihawk y sonrió con algo más de sinceridad —Quien lo diría, puedes ser sentimental de vez en cuando... —se levantó de la cama y fue a sentarse a un lado del azabache—.Sé a qué va todo esto, gracias Taka no me y no te sientas mal, lo que sucedió con mi hijo... solo fue culpa mía, además, ya no hay nada que hacer, si la cura no está lista no es posible rescatar a Ace, se fue. —miro hacía la pared—. Era un buen niño, valiente y fuerte, ¿no crees? —regreso de nuevo su vista hacía Mihawk—.

 

El azabache rodó sus ojos pero no dijo nada ante ese hecho. Levantó la cabeza y su postura la irguió al ver que Shanks se sentó a un lado suyo. Volteo su cabeza hacía el contrario escuchando atento —No sabes aun si hay la posibilidad de rescatarlo, creo que debes tener más fe —murmura seriamente—. Y estoy de acuerdo... —le sonrió ladino por unos cuantos segundos—.

 

Una pequeña risa fue la que soltó Shanks —Ahora parezco un negativo. —serio, fue por lo tonto que se sintió con ese hecho, tal vez si podría rescatar a Ace si es que su cuerpo aún seguía estable y también dependía lo milagrosa que podría resultar la cura. Dio un gran suspiro sintiendo un alivio en su ser, ahora recordaba por que el azabache le caía bien, no negaba que a veces sus diferencias eran grandes y les llevaba incluso a pelear pero aun así podían tal vez considerarse amigos. Shanks siempre encontraba la forma de fastidiar a Mihawk, ahora que su pesar era ligeramente menos podía ser el de antes—. ¡Oh! ¡Mihi! eres tan buena persona... —rodeo con su brazo al azabache y recargo su cabeza en el hombro de él, sonrió con amplitud, de cierta forma estaba alegre de contar con un compañero tan fuerte. Esperaba el contrario le comenzara a amenazar con matarlo sino se alejaba, pero le daba igual, Mihawk le trajo cierta paz en un momento tan difícil—. 

 

Casi saltaba de su lugar por el repentino acto del pelirrojo. No era una persona que mostrara mucho afecto pero podría hacerlo. De repente, Mihawk dejó caer su mentón en el hombro ajeno dejando escapar un gran suspiro. He de decir que se sentía cómodo; hasta escuchar aquello, al instante frunció el ceño, murmurando—. No me llamo Mihi, es Mihawk.

 

Shanks se separó del azabache y rio ligero —Malhumorado, es solo una forma cariñosa de decirte, además ahora que recuerdo, hace unas horas me llamaste por mi nombre —sonrío—. Eso quiere decir que dejaremos los apodos y el formalismo a un lado ¿cierto?—sabía que tal vez solo fue por el momento que pasaron, Mihawk le había nombrado por su nombre para hacerlo reaccionar, igual no le importaba sino lo volvería a escuchar, lo que si sabía bien es que Mihawk le tenía un aprecio y eso era lo único que era importante, no sabía en qué momento fue, pero el pelirrojo sentía algo más que solo cariño por el azabache pero nunca se lo diría. Se acercó en un rápido movimiento para besar la mejilla del ajeno—. Gracias... Mihi—claro que esto tuvo doble intensión: molestarlo y agradecerle—.

 

Estaba a punto de decir algo como “no recuerdo haberlo dicho” pero negarlo ahora sería una batalla que ninguno de los dos cedería, así que se le quedo mirando por corto tiempo hasta agrandar sus iris dorados por el gesto. Lo contemplo por un momento antes de besar los labios ajenos  con la misma intensión de molestarlo pero sabiendo bien el doble sentido de sus palabras—. De nada, Shanks. —le sonrió ladino enseñando un poco sus dientes.

 

 Eso hizo sonrojar al pelirrojo hasta las orejas, obviamente no esperaba aquel beso, agrando sus ojos ya que su sorpresa era notoria, pues en todo el tiempo que llevan juntos había aprendido a interpretar aquellos momentos de silencio del azabache, a cómo sacar algo bueno de toda esa fachada sería, sabía leerlo como si de un libro se tratara, incluso había logrado sacarle una sonrisa en un momento que habían tenido a solas mientras bebían, Mihawk le parecía interesante, un hombre muy diferente a todos los que había conocido y por lo cual único, solo que esta vez no sabía que pensar de él, un beso en la mejilla podía ser un acto inofensivo pero uno en los labios era diferente ¿Él sentía lo mismo que Shanks?, prefería no averiguarlo ahora, aún tenía un pesar muy doloroso en su ser como para averiguar algo así en estos momentos. A Shanks le quedo solo reír ligero de forma nerviosa para luego dar un suspiro largo —Hora de dormir—se levantó de la cama y se dirigió a la otra individual, ahora si quería dormir aunque su mente fuera un caos, necesitaba descansar, había sido mucho para un solo día—.

 

Frunció el ceño de forma ¿desconcertante? ante la reacción de Shanks, pero era de esperarse por lo que había hecho, el pelirrojo lo estaría pensando y se quedaría con esos pensamientos como es de suponerse. ¿Qué fue el beso para él? Mihawk lo pensó, el azabache tal vez diría que siente algo por el pelirrojo, decirlo y expresarlo le sería difícil, pero Mihawk siempre supo que Akagami sabía leerlo como un libro abierto que anteriormente lo irritaba a más no poder.  Ahora, ¿por qué esta vez estuvo inseguro? Dejando salir un suspiro, el de iris dorados se recostó en la cama para poder dormir y dejar de lado sus pensamientos.

Notas finales:

¿Que tal les parecio? ¿malo o bueno?, awww papi Cora es un amors

Espero puedan pasar a dejar un Reviews con opiniones, buenas vibras y demás, esto lo hicimos pensando en todas las fans de estas parejas esperando sacarle un grito fangril(?).

 

Que la buena vibra las acompañe uwú/.

 

Aru cambio y fuera.


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