~Swindon, 6 a.m.~
Una explosión despertó a todos en la base, Rosinante y Law que dormían en la misma habitación se levantaron con rapidez, el mayor fue por delante para salir del refugio, a diferencia del lugar donde estaban Mihawk y Shanks, este estaba a la vista con paredes reforzadas y los rodeaba un muro de más de dos metros de altura con alambre de púas en la parte superior, sin embargo esto había valido por nada, de alguna forma que nunca esperaron, los zombis había derribado con una bomba el muro, sabían que alguien los lideraba pero no creían que sería alguien con inteligencia de este tipo.
Law salió detrás de su padre, miro con sorpresa lo que estaba sucediendo —¿Cómo demonios lo lograron?... —una gota de sudor frió resbaló por su mejilla—.
—¡Regresa al refugio!... —el rubio le ordeno al menor, tenía un mal presentimiento de esto—. Tal vez sea esto lo que sucedió con Shanks—murmuro—.
—No, no vas a poder con ellos tu solo, además hay algo más en esto y...
—¡Sin protestas! ¡Regresa al refugio!... te daré una oportunidad de escapar, confío en que Bepo te cuidara —estaba alterado, temía por el bienestar de su hijo—.
—Fufufu....—una singular risa se escuchó a lo lejos, una risa que a Rosinante le sonaba familiar—. La familia reunida, es tan emotivo...—los zombis comenzaron a hacerse a un lado haciendo un camino para darle paso a su líder—. ¿Me extrañaste?— Dijo aquel zombi, el producto creado por aquellos científicos, el logro y el error más grande que habían cometido—.
—¿Do-Doflamingo? —Rosinante no se la creía, había escuchado rumores sobre lo que sucedió en el laboratorio, pero nunca había sido revelado la identidad de su líder. Aunque Shanks y Mihawk le enfrentaran una vez nunca le dijeron a Cora sobre quien era, además de que Shanks cuando conoció a Cora no conoció a su hermano, solo sabía que había fallecido en un trágico accidente—. ¿Tu eres su líder?... I-imposible —estaba impresionado, quedo en shock, su cuerpo se congelo—.
El moreno tampoco creía lo que veía, su tío que hace solo un tiempo había fallecido ahora estaba frente a sus ojos, esto en vez de ser un alivio y felicidad era todo lo contrario, esto era una pesadilla, Law tuvo muchas diferencias con Doflamingo y sabía que él no era un tipo de fiar —¡Cora-san!... —enfrentar a Doffy con ese shock que acaba recibir su padre no era buena idea, quería hacer reaccionar al otro—. ¡Cora-san!
A Rosinante no le reaccionaban las piernas, quería huir, sabía que su hermano cuando aún vivía estaba en negocios ilícitos, incluso le había mandado a capturarlo pero la muerte le había ganado. Segundos después reacciono... pero había sido muy tarde, Doffy le tenía agarrando del cuello —¿Por qué...?—Hablo con dificultad—.
—¿Huh?... no vine a que me cuestionaras y tuviéramos una emotiva reunión —frunció el ceño aquel zombi de gran estatura—.
De repente, un pelirrojo que apareció de la nada aun lado del moreno y quién no estaría ahí petrificado como el rubio sin hacer nada, le disparo con su pistola el hombro del zombie —¡Oi, jodido zombie! suelta ese viejo... —llamó su atención con total irritación—.
—¡No!... ¡Eustass-ya, vete! —exclamo el moreno, no es que le preocupara el pelirrojo, pero esto ya era algo personal, y estaba el hecho de que debían huir y no enfrentarlo, debía terminar su cura y así frenar a Doffy, ahora tenía una razón más para pensar en hacer aquello pues su tío ni se inmuto ante el balazo, lo único que vio fue la ira que su rostro reflejaba. Este era el caso más extraño que había presenciado en toda su carrera como médico, excitante pero peligrosa y ahora se sumaba el temor, ese miedo que sentía al ver a su tío caminar de nuevo y a su padre siendo capturado, un paso en falso y Rosinante sería un zombi más—.
Killer había seguido por detrás como de costumbre a Kid, iba a hacer lo mismo para deshacerse del zombi que tenía al padre de Law agarrado, pero al escuchar lo que decía el moreno ya no lo hizo, alguna razón debería haber. — ¿Que sucede, Law? —le cuestiono al mencionado—.
—Aquel zombi no era cualquier persona... —respondió Trafalgar frunciendo el ceño, cerrando sus manos en puños y apretando con fuerza—. Era el hermano de Cora-san, antiguamente un criminal, no debemos enfrentarlo tan a la ligera.
— ¿Qué se supone debamos hacer?—Volvió a preguntar Killer—.
—¿Me tienes miedo, Law?... pero si yo siempre te he querido, ¿Por qué tanto odio hacía mí? —Interrumpe el zombi con una sonrisa de oreja a oreja, era la maldad encarnada, esa sonrisa era siniestra, daba mala espina—. Podremos volvernos a divertir como en los viejos tiempos... —aunque Doffy parecía calmado sin hacer algún otro movimiento no era así, ya tenía una forma silenciosa de llamar a los demás con órdenes de atacar a los dos chicos y dejaran en paz solo a Rosinante y a Law, de ellos solo él se encargaría—.
Kid había estado mirando seriamente a Trafalgar pero le daba igual si era un criminal o no, es un zombie ahora y debían matarlo. Cuando había recargado su arma y apuntado al zombie más alto, se dio cuenta que algo pasaba por la forma muy calmada de éste. Y cómo lo había predicho, disparo al zombie más cercano a él por unos cuantos centímetros —Qué basura —enfurecido al ver que solo iban por Killer y él, empezó a atacar a los zombies junto a su amigo—.
Rosinante intento con todas sus fuerzas zafarse de su hermano pero el esfuerzo era inútil, lo tenía bien agarrado, el aire le estaba faltando y su vista se estaba haciendo borrosa, perdería la conciencia si no se libraba de esto pronto, daba gracias que su hijo no intentara algo o posiblemente algo le sucedería.
—¿¡Qué es lo que quieres!?... suelta a mi padre —el moreno estaba cabreado y realmente preocupado por el mayor, miro a su alrededor en como los zombis se enfrentaban a los otros dos—.¿Cómo es que puedes hacer esto? —cuestiono al líder, no solo habían logrado que Doffy regresara a la vida sino que también le dieron el control del gen ¡Es imposible!—.
—Simplemente así lo desee... ellos me dieron la vida y yo regrese para mostrarles un nuevo futuro, todo mundo se postrara ante mí y no habrá nadie que me desobedezca, todos conocerán lo que es la muerte y la vida realmente —El zombi comenzó a reír como un lunático, ni en vida estaba bien psicológica mente, parecía un tipo sin miedo a nada, con ambición de tenerlo todo—.
—¡Mientes!... clínica mente es imposible —Law daba pasos cortos y lentos con la intensión de estar cada vez más cercas del líder zombi para poder atacarlo, pero justo cuando estuvo cercas, el cuerpo de su padre cayó al piso pues se había quedado inconsciente—. ¡Eres un maldito bastardo! —el moreno saco su pistola y apunto a la cabeza del ajeno, pero no alcanzo a disparar, a pesar de que Doflamingo era un zombie aún tenía reflejos de un humano o hasta mejores aun, había sido tomado de la muñeca y así alzado como si de una muñeca de trapo se tratara—.
El fiel canino salió a la defensiva, Bepo mordió a Doflamingo en la pierna y gruñía con enojo, no permitiría que nadie lastimara a su amo, pero para el zombi, el can no era nada, su fuerza era brutal y sin querer tener al molesto canino le arrojo lejos en una patada, eso provoco que Bepo llegara a caer entre varios zombis, estaba acorralado, era valiente y podría enfrentarlos, aunque con tantos que eran tal vez no saldría vivo de ello.
El pelirrojo quién había estado sumamente ocupado rematando a los asquerosos muertos vivientes llegó alcanzar a ver que el canino del moreno estaba en peligro. Por unos momentos dudaba si lo rescataba, porque es bueno defendiéndose solo, además que ambos no se caían bien. — Me lleva la que me parió... —rodó sus orbes cuando decidió salvar al perro de entre aquellos zombies que lo tenían acorralado. Lo tenía cargado con el brazo izquierdo mientras que con la diestra disparaba. Estaba pesado el canino y se le dificultaba un poco luchar—. ¡Trafalgar! —Le llamó y eso fue todo para que el contrario se alejara lo más que podía del rubio para dispararle al cuello a ese maldito zombie y lo soltara—.
El samoyedo no protesto, a pesar de su valentía y fuerza, aquella caída le había dejado algo aturdido y aun que quería mantenerse en pie para eliminar a todos esos zombis era una difícil tarea, ahora dejaría su vida en manos del pelirrojo pues al final de cuentas luchaban por la misma causa y la acción que vio de Kid en querer salvar a su amo le dejo estar tranquilo.
Doflamingo ante el balazo solo le quedo soltar al menor, no había sido doloroso para él pero había entrado la bala y era incómodo, como si de nada se tratara se retiró la bala sin cuidado, estaba prácticamente muerto y su piel algo maltratada, esto no era nada. Volvió a tomar a su hermano en un rápido movimiento antes de que Law le impidiera hacerlo—Por esta vez los dejare ir vivos solo porque quiero le des cierta información a Shanks... —el zombi sujeto a Rosinante en un abrazo apegándolo a su cuerpo, puso la boca cercas del cuello del ajeno para así dejar en claro que nadie le podía atacar o Rosinante sería historia antigua—.
Law se levantó y maldijo por lo bajo—¿Cuáles son tus planes?... ¡Habla! —por primera vez en su vida se sentía débil, sentía una impotencia enorme en su interior, no quería ver a su padre convertido en un zombi, la rabia y el asco que sentía a causa de Doflamingo era bastante—.
—Tan impaciente como siempre.... solo dile que le tengo una sorpresa, si tú y él quieren su patético mundo como antes tendrán que venir por mí, no aquí... No en Reino Unido, el gen ha llegado por fin a Francia y el ataque está casi listo, si quieres liberar a un país de la desgracia entonces tendrán que llegar allá, si intentas eliminarme ahora no sabrán donde tengo la sorpresa de Shanks, no sabrás como realmente terminare con esto... ¡Todo está perdido sin mí! —El zombi volvió a reír, estaba loco, ahora su locura llevaría a consumir a otro país—.
— ¿¡De qué demonios hablas, Doflamingo!? —Law no comprendía al mayor, ¿Acaso ese pequeño problema para obtener la cura la poseía Doffy?, podía ser una posibilidad o solo eran puras mentiras, y sobre la sorpresa de Shanks ¿De qué se trataba?, recordaba lo que les sucedió a esos dos pero no tuvo detalles—.
Kid aun cargando al perro y junto a Killer, se detuvieron cuando los zombies dejaron de perseguirlos. Aunque su guardia no la mantenía baja, se quedó viendo la escena a metros suyo. “Ese hijo de...” pensó para sus adentros pero no terminó sus palabras.
—Es todo lo que diré, así que piensa como llegar rápido a Francia que el tiempo se termina, tienen hasta mañana por la tarde, ¿El lugar exacto?... París, que mejor lugar para el inicio de una nueva era —A Doflamingo le comenzaron a rodear los zombis como si fueran un escudo, cada vez se veía menos de él entre tanto muerto viviente—.
— ¿¡Qué!?... ¡No! ¡Cora-san!... ¡Cora-san! —con el coraje en su ser, avanzo Law hacía la manada para comenzar a dispararlos a todos los zombis, pero las balas no eran eternas y parecía que las ordenes ya no eran las mismas, los zombis ahora si estaban dispuestos a ir por él. Saco un bisturí que se había sacado sin permiso del hospital donde había hecho su servicio, hacía cortes como si de una cirugía se tratara, cortaba con facilidad los miembros de los zombis, pero eso no bastaba, eran demasiados, escuchaba el ladrido de su perro pero tenía que confiar en Kid y que le cuidaría a su mascota, no podía dejar que se llevaran a su padre de esa manera y menos Doflamingo—.
— ¿Qué demonios? ¿¡A dónde crees que vas!? —grito molesto el pelirrojo jalándolo bruscamente de la parte trasera de su vestimenta acercándolo a su cuerpo, ahora tenía a un perro cargado y a otro bajo su cargo quién se aferraba a quitarse de su agarre pero lo tenía bien agarrado de la cintura—. ¡Ya basta! ¡Se fueron, no puedes hacer nada más! ¿¡Quieres convertirte en uno de esos en vano!? ¡Piensa Trafalgar! —Cuando los había alejado por unos metros atrás fuera del alcance de los zombies, alejó con brusquedad al azabache gritándole enojado para que tomara conciencia—.
Law se detuvo, odiaba admitirlo pero Eustass tenía razón—Bepo, nos vamos a Francia —no quería responderle al pelirrojo, aun consideraba este era solo su asunto y ahora también de Shanks, también tenía la sensación de que mientras Doflamingo jugara con ellos los demás zombis no les atacarían, sería tal vez un dos contra uno o quien sabe, también podría ser una trampa pero igual debía ir o tal vez nunca lograría obtener la cura. Cobraría venganza por cada una de las cosas que su tío le había hecho. El moreno dio un pisotón al pelirrojo para que le soltara, debía hablar con Shanks y largarse a Francia—.
El pelirrojo soltó al perro y en ese instante Trafalgar lo había pisoteado echando un brinco por el dolor. — ¡Aggh, maldito...! después de que salve el trasero de tu jodido perro y el tuyo, así me lo pagas... —murmura cabreado viéndolo con el rabillo del ojo—.
—No te quieras hacer el bueno conmigo, Eustass-ya —se dio la vuelta para encarar al pelirrojo, no podía confiar al 100% en alguien que le había acosado por mucho tiempo—. ¿Es uno de tus trucos para llevarme a la cama?, la bondad no va conmigo. —comenzó a retirarse, iría por la camioneta blindada que había conseguido Rosinante tiempo atrás por si cualquier cosa, ahora los zombis se habían alejado y los que habían sobrado Killer se había encargado de eliminarlos—.
Kid se echó a reír a carcajadas ante la ocurrencia del contrario, cuando apaciguo su risa se señaló a sí mismo luego al azabache —¿Bueno... contigo? ni de broma —hace una mueca para molestar hasta que habló seriamente, sintiéndose ofendido—. ¡Hey, ni siquiera lo que hice fue un truco para llevarte a la cama, Trafalgar! —empuño ambas manos caminando hacía el contrario—.
Ni con eso le creería, prosiguió su camino sin detenerse—Si eso es cierto ¿Entonces por qué lo hiciste? —ladeo su rostro para mirar por unos segundos al pelirrojo y dedicarle una mirada seria, no estaba para bromas—.Y deja de seguirme... —regreso la mirada al frente—.Este asunto ya no te concierne.
—No lo sé, tal vez porque te verías patético sin tu perro —chasquea la lengua rascando con ligereza su cabellera rojiza—. Es decir, son compañeros ¿no? —alzó sus hombros mirando hacia otro lado con seriedad mientras aun lo seguía. No lo dejó de seguir porque nadie le decía que le concierne o no un asunto—. Claro, vete solo a Francia cuando no puedes hacer nada más que lamentarte patéticamente por tu viejo... y tal vez mueras —murmura por lo bajo—.
Law se detuvo una vez llego a la camioneta, se giró para mirar de frente a Kid—Bepo no es cualquier perro —aquellos comentarios le habían molestado, no negaba que había cometido una imprudencia pero se mentalizaría desde ahora que debía pensar más las cosas—. Idiotass-ya, no necesito niñera, esta vez se lo que haré y deja de buscar alguna excusa para justificar tus acciones, no se te da lo de ser héroe y por cierto... —se acercó al pelirrojo para plantarle un beso en los labios seguido de una sensual mordida en el labio inferior—.Te lo he dicho y que quede claro, esto será lo único que obtendrás de mi —sonrió con burla para luego subirse a la camioneta y encender la misma—.
Kid iba a reclamar por el nombre cuando aquel beso y que de decir de la mordida lo paralizo en su lugar. Sus orejas se encendieron de un leve rubor pero lo escondió tosiendo fuertemente. Ese maldito de Trafalgar lo había tomado por sorpresa. Momentos después, una sonrisa entre dientes se vislumbró en su rostro —Huh. Ya lo veremos... —susurra cuando el moreno se subió al auto, después el pelirrojo le dio una señal con la cabeza a su amigo para subir a esa camioneta—.
Killer suspiro, muchas veces había hablado con Kid sobre dejar en paz a Trafalgar pero parecía que le entraba por un oído y le salía por el otro, para él no significo que con ese beso Law estuviera cediendo, solo le quedaba seguir a su amigo y ni caso tenía el decirle al pelirrojo que no se subiera, que el moreno lo había dejado claro, pero era gastar palabras así que sin decir algo subió a la camioneta sabiendo que Law no le diría nada porque por lo menos ellos si se llevaban bien.
Una vez todos habían abordado la camioneta, lo cual no tenía muy contento al moreno, emprendió camino hacía Oxford, debía encontrar a los dos cazadores para después ir a la costa y cruzar hacía Francia.
~En Oxford a las 8 a.m.~
El pelirrojo despertó temprano, se levantó de la cama y fue a la despensa de emergencia para ver qué era lo que había, necesitaba comer algo ya que llevaba horas sin probar bocado, aunque sea unas galletas estaría bien.
El de iris dorados también había despertado temprano pero se había quedado recostado en la cama unos minutos más antes de ponerse su botas negras. Miró de reojo a su compañero mientras terminaba lo que hacía. Se levantó de la cama y camino hacía el pelirrojo—Si estás buscando algo de comer... —agarro una bolsa de galletas que estaban casi a la vista y se las entregó no sin antes agarrar una—. Aquí tienes. —La galleta que había agarrado se la llevó a la boca dando un pequeño mordisco para degustar su sabor—.
— ¿Huh?... —agarro las galletas que le dio el azabache—. Gracias, Taka No Me —aún estaba algo dormido, aun no estaba recuperado emocionalmente al 100 pero se mantenía aparentemente como si nada. De repente algo hizo “click” en la cabeza del pelirrojo—. ¡Me olvide de hablarle a Law! —Se exalto y casi escupe la galleta que se había llevado a la boca—. Debo hallar un teléfono —dejo las galletas sobre una mesa para después arreglarse ya que aún estaba descalzo, porto sus armas por si las dudas—.
— De nada... —dijo sin cuidado. De repente, alzo una ceja por lo exaltado que se mostraba el pelirrojo por conseguir un teléfono. Mientras que Shanks conseguía un teléfono en la casa de su amigo. Mihawk esperó por noticias en aquel refugio, tomando otra galleta de la bolsa y llevándoselo a la boca—.
Salió Shanks del refugio, estaba alerta aunque la casa estuviera sola uno nunca sabía que podía suceder, se fue a la sala esperando su amigo tuviera en donde llamar, ¡y allí estaba! un teléfono en el mueble del televisor, descolgó y para su suerte había línea, marco al celular del moreno y esperaba le contestara.
— ¿Quién habla?— respondió Law.
— ¡Law, soy yo... Shanks!, olvide llamarte anoche y...
— ¡Shanks-ya!...—interrumpió al mayor—.¿Dóndeestás exactamente?, iré directo hacía allá ahora mismo, tuvimos un ataque y es necesario vayamos a Francia.
— Espera ¿Qué? ¿Qué fue lo que sucedió? —Esto le sonó demasiado extraño, primero un ataque a su base y ahora a la de su colega—.
—Los zombis tienen un líder y él dice que tiene una sorpresa para ti, además... se llevaron a Cora-san, ocurrirá un atentado en París y solo tenemos hasta mañana, por eso urge nos vayamos —decía con suma seriedad, estaba molesto y si era posible lograría detener a Doflamingo—.
— ¿Se lo llevaron?... Entonces... —Shanks no quería hacer suposiciones aunque el hecho de que esto se repitiera le dio cierta esperanza—. T-tal vez Ace esté vivo...—decía para sí mismo en voz alta—.
— ¿Que sucedió con él?
— ¿Ah?... Después te explico, nos vemos en la entrada de la universidad de Oxford —colgó para regresar al refugio, debía notificar de esto a Mihawk y prepararse para el viaje, su espíritu se sentía mejor, un rayo de esperanza fue lo que sintió—.
— ¿Qué sucede? —cuestionó el azabache cuando lo vio. Mihawk no le gustaba esperar, así que llegó justo en el momento que Shanks había colgado el teléfono—.
— Debemos ir a Francia para detener un atentado del gen zombi, no podemos permitir que suceda. —Frunció ligero el ceño— Debemos llamarlos, con ellos allá será una ventaja. —Shanks fue por todo lo que necesitaba sin demorarse mucho. Después de ello regreso al teléfono y marco un número que era de Francia, daba gracias internamente que conocía a dos sujetos fuertes que vivían allá—.