La vida no era nada facil para Jake Vickers; no solo por ser un novato en la policia Brighton en East Sussex,Inglaterra; también por ser el hijo del Superintendente en jefe Robert Vickers, y una madre con cáncer, pero sobre todo, por ser gay y en lo más reciente… haber salido con el abogado defensor público Simon Reddington, quien le rompio el corazon.
No duermas con el enemigo, fueron las palabras de Ryan Draper, su compañero y oficial entrenador. Debió de haber hecho caso, Ryan es un adulto, sabe a lo que se refiere. Jake solo tiene 23 años, Simon fue su primer relacion seria y no pensó, nunca le pasó por la mente que el escogería aprovecharse de un error de novato cometido por el mismo Jake por sobre su relación.
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por que me siento aun asi… - pensó Jake mientras veía el anochecer desde el patio trasero de la casa de sus padres.
Hacía un mes que volvió con ellos luego de terminar con Simon, y que su padre hubiera arreglado con su madre y él los problemas debido a la aventura que Robert tuvo con la detective sargento Jo Moffat. Con un cigarro entre los dedos, y expulsando el humo por sus labios, Jake meditaba en silencio los sucesos del último mes. Odiaba a Simon, le odiaba por que le quería y el solo verlo o pensar en él hacía que su corazón y estomago doliera. Varias veces se habían topado en el edificio, y todas esas veces que Simón pasaba a su lado, podía sentir la mirada del abogado por todo su cuerpo. Jake no alzaba la vista, procuraba pasar rapidamente, y asi evitar que este quisiera hablarle. Simon no sufrió cuando Jake y él terminaron, no, a los pocos minutos ya tenía una cita con un viejo conocido. - tal vez esa fue su forma de lidiar con el dolor de que lo dejara, pero y si no?...- bajando su cabeza a la altura del borde de la barda que limita su casa, descansando su frente en el frío metal suspiro de nuevo, dejando que las lágrimas acumuladas en sus ojos cayeran.- no debo de llorar- se dijo en voz alta, reprimiendo- no vale la pena, no debes llorar Jake.
Una mano se posó en su espalda, haciendo pequeños círculos que se movían por toda esta, intentando calmar. El olor amaderado y cítrico le llegó y supo que su padre estaba ahí. No escucho la puerta abrirse ni sus pasos sobre el césped. Dejó que su padre lo abrazara y confortará; no importaba ya los meses en que lo odiaba y no soportaba verle, en que solo pensar en él le causaba ira, luego de enterarse de que engañaba a su madre mientras ella luchaba por su vida, su dia habia sido pésimo y ahora necesitaba a su padre y daba gracias de tenerlo cerca.
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todo está bien hijo, déjalo salir, todo esta bien- susurraba Robert al oído de su hijo mientras le cubría con su cuerpo- todo esta bien, tu padre esta aqui.-
Jake lloro mas, lo que no había llorado desde la platica con Ryan en los casilleros, cuando le contó sobre el error al haber dejado a una testigo frente a la foto de un sospechoso que ella debía identificar y como Simon, al darse cuenta, solo rió al saber de la ventaja que había conseguido.
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Te lo has tenido guardado Jake, habla conmigo, sabes que te escucharé sin juzgar.-
Cierto, Ryan y el equipo de detectives que investigaban el caso lo sabían, porque Jake decidió contarlo antes de que Simon usar esa carta, pero nunca se lo contó a su padre, por que en el momento en que la detective sargento le gritaba y Robert trató de intervenir el lo supo, ahi descubrio quien era o fue, la amante de su padre. Nunca le contó a sus padres que una de las razones por las que volvió fue porque debía de alejarse del abogado, nunca le dijo a su padre el porque evitaba ir a la corte o a las salas de interrogatorio.
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cuando caí en cuenta del error que cometí, cuando vi esa mirada en Simon, fue como si me hecharan sobre un agujero de agua helada - ahora ambos hombres estaban sentados en el suelo, viendo el cielo estrellado- yo le pedí, le suplique que no hiciera nada, pero el solo pensaba en ganar, en liberar a ese monstruo, ese golpeador… - su voz salia frustrada, enojada- cuando supe que no desistiría me fui, solo llore por su acción padre, nunca por él pero hoy… cuando lo vi besando a ese detective, mi corazón terminó de romperse.- su voz se quebró- aún lo amo padre, pero no quiero amarlo y no se que hacer.
Robert abrazo de nuevo a Jake, besando su sien y pasando su mano por el brazo izquierdo de su hijo de arriba a bajo.
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como dejo de amarlo? que tengo que hacer para que no me duela cada vez que lo vea con otro hombre? -
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hijo nada de lo que te sugiera hará que el dolor se vaya, pero encontrare una solucion para que por lo menos disminuya- Dijo Robert limpiando las lágrimas de las mejillas de su hijo- Ya es tarde, vamos adentro, preparare algo para cenar y podemos ver películas sangrientas hasta tarde.
Poniéndose de pie riendo, ambos hombres se abrazaron de nuevo y entraron a su hogar.
Su madre estaba sentada frente a la barra de desayuno. Su cabeza cubierta por una mascada de color agua, su piel pálida se veia con mas color. Sus manos tecleaba en su laptop a la vez que soltaba una leve risa. Cuando volteo hacia sus hombres noto las lágrimas secas en el lindo rostro de su pequeño, pero en lugar de preocuparse, solo le abrazo, beso en la mejilla y no dijo nada. Sabía que su esposo se encargaria y que lo mejor era no exponer más los sentimientos de Jake hasta que se sintiera mejor.
Robert beso a Debbie en los labios y siguió su camino a la cocina yendo al refrigerador.
Saco un par de cervezas y se dirigió con Jake a la sala. Ordenando una pizza con doble queso, pasaron la noche viendo películas en el canal de terror por cable.
Una vez en su cama, Jake suspiró cansado, se sentía mejor que en la tarde y su humor había mejorado. Mirando el reloj en su celular, se decidió por dormir unas horas antes de tener que ir a trabajar, y posiblemente volver a ver a Simon. - Vamos Jake, no empieces- se amonestó y cerrando los ojos, respiro hasta que se quedó dormido.