Esa misma tarde, nuestro pelirrojo, después de presenciar el desafortunado accidente de Milo, se dirigió a su casa a paso tranquilo, no podía pensar en otra cosa que no fuera en el rubio, y no era para menos ya que estaba preocupado por el, rezaba por que el rubio de colochos se recuperara pronto. En mas o menos unos 15 minutos llegó a su casa, no tenia nada importante que hacer hasta la tarde, cuando tuviera que ir a sus nuevas clases, así que solo fue hasta su habitación, de acostó y tomó su móvil para escuchar un poco de música, y así se perdió en sus pensamientos por un largo rato, hasta que notó que eran la 1:30 pm, así que se levanto, y se arregló para ir a la universidad, ya que sus clases comenzaban a las 2. Cuando estuvo en la universidad, caminando por un largo pasillo lleno de gente en busca del aula a la cual debía ir, chocó con un joven alto, musculoso y hasta cierto punto atemorizante de cabello largo y azulado, llamado Saga Deligiannis, se disculpó con él y antes de marcharse, este hombre lo tomo del brazo y le dijo:
Saga: No te preocupes, ¿te has hecho daño?
Camus: No no, tranquilo..
Saga: Bueno, me alegro que no te hayas lastimado, soy Saga Deligiannis, mucho gusto. -Dijo estrechándole la mano.
Camus: Mucho gusto Saga, yo soy Camus… -dijo algo cortante, ya que tenia prisa por llegar a su clase.
Saga: Mucho gusto Camus, ¿a donde te diriges? Te noto algo perdido…
Camus: si, la verdad ando buscando el salón para Literatura Inglesa I, no se en donde queda ya que apenas hoy empiezo mis clases.
Saga: Valla, con razón no te había visto antes… Mira, sigue directo por aquí, luego dobla en el pasillo 4D y ahí busca el aula que dice Literatura Inglesa I con el profesor Asgard, si no mal recuerdo…
Camus: Ok, te agradezco mucho la ayuda, ahora debo irme. -Y sin mas contratiempos se dirigió al mencionado pasillo para buscar su clase.
Saga simplemente lo vio marcharse y siguió con su camino.
Cuando el pelirrojo llego, toco la puerta y la abrió, gracias a Dios el profesor aun no llegaba, acto seguido entro y se sentó en una de las primeras filas del frente al pizarrón, luego de unos momentos sintió una escalofriante sensación de que lo miraban, volteo su vista hacia donde sentía esa intensa mirada y vio que un chico blanco, con cabello corto y negro llamado Shura Bolaños lo observaba de una manera poca discreta para su gusto, por lo que de inmediato se empezó a sentir incomodo, no le agradaba para nada esa manera en la que le veía, trato e ignorarlo, aunque sin mucho éxito, pues toda la clase sintió esa penetrante mirada hacia él, cuando por fin acabaron sus clases y estuvo a punto de salir de salón, dicho joven se apresuró y le cogió el brazo, de una manera poco amable, y le dijo:
Shura: Hey preciosura, ¿quieres ir a un bar conmigo? -Dijo con una mirada algo (bastante en realidad) descarada y pervertida.
Camus: No gracias, tengo cosas que hacer. -Contesto tajante y serio de una vez, la verdad el podía ser bastante frío cuando quería.
Shura: Vamos cariño, ¿no quieres ir a divertirte un rato con migo? -Dijo con una sonrisa retorcida.
Camus: Discúlpame, pero he dicho que no. -Acto seguido dio un par de paso para marcharse, pero nuevamente Shura lo tomó del brazo, esta vez mas agresivo y le dijo:
Shura: Vamos puta, se que quieres ir, no te hagas de rogar.
Camus al ver como le había tratado se asustó, por dicha un chico de su clase que aun no salía llego a su auxilio:
Aioria: Vamos Shura, te a dicho que no puede, no lo molestes más. -Dijo con tono serio.
Shura: joder Aioria, ni te metas doné no te han llamado. -Contestó enojado el capricorniano.
Aioria: Te a dicho que no puede, no sigas.
Shura al borde de que explotara, simplemente soltó a Camus y se fue echando chispas, Camus ya mas tranquilo se volteo hacia la persona que le había auxiliado y dijo:
Camus: Valla que tío tan molesto, gracias por la ayuda.
Aioria: No es nada, lo hice con gusto, además Shura tiene algunos problemas, ya sabes, le patina el coco a veces jajaja. -Dijo con una contagiosa risa, aun que era cierto lo de que le patinaba el coco, muchas veces habían tenido que calmarlo por que se ponía mal y se enojaba tremendamente cuando le llamaban loco o cosas por el estilo, aun que fuera en son de paz o vacilando como cualquier persona…
Camus: Bueno es bueno saberlo, así le andaré de largo. -Dijo con una media sonrisilla.
Aioria: Si es mejor que no te relaciones mucho con él, por tu seguridad, pero cambiando de tema… eres nuevo aquí en la universidad ¿cierto? Nunca antes te había visto..
Camus: Si, hace apenas una semana que vivo en Atenas.
Aioria: Vale pues bienvenido, por cierto soy Aioria Giorgatos, mucho gusto!
Camus: Camus Lemoine, un placer.
Aioria: El placer es mío Camus, ¿ya vas de salida?
Camus: Si, por ahora solo tengo estas clases, así que ya me voy a casa.
Aioria: Vale pues te acompaño a la salida entonces -dijo con una sonrisa- yo también tengo solo esta clase hoy, así que ya salí también.
Y así ambos jóvenes salieron de la universidad y llegaron a un parque que estaba al frente de este.
Aioria: ¿Vives muy lejos? Si gustas le puedo decir a mi papá que pase por tu casa cuando te lleve.
Camus: Oh no tranquilo, no hace falta, puedo caminar hasta mi casa, Tan solo queda a un par de cuadras del Boulevard Lemonis.
Aioria: ¡Pero si eso queda casi al otro la do de la ciudad! -Dijo asombrado el leonino.
Camus: jaja si pero… me gusta caminar, así paso el rato.
Aioria: Vamos, de veras dejame llevarte hasta allá, mira que ya está empezando a llover y por lo que veo, no traes sombrilla, si te mojas es probable que te resfríes.
Camus: -al revisar su bolso y confirmar que efectivamente había olvidado su sombrilla, suspiro con cansancio y luego dijo- ¡rayos! Tienes razón, vale vale, acepto que me dejas hasta mi casa. -Terminó aceptando ya que no quería mojarse.
El leonino sonrió contento y charlaron un par de minutos más, en eso llegó su padre y Camus al ver que era Sísifo se sorprendió y le preguntó a Aioria:
Camus: ¿Mi jefe es tu padre? -Dijo sorprendido.
Aioria: -Igual de sorprendido por la pregunta- ¿Trabajas en una de las cafeterías de mi papá? Valla… quien lo diría…
Camus: jaja si… ¿Quién lo diría..?
Sísifo: Lamento interrumpir chicos, pero súbanse ya que está lloviendo más fuerte…
Así los dos jóvenes subieron al auto, Aioria le dijo que si no podía pasar a dejar a su nuevo amigo a su casa, ya que no tenia con que taparse de la lluvioso y que aparte debía cruzar toda la ciudad, Sísifo obviamente dijo que si, en el recorrido los tres iban hablando de todo y nada hasta que llegaron al edificio donde vivía Camus:
Camus: Bien aquí es, muchísimas gracias por traerme hasta aquí, si no hubiera sido por su amabilidad, en estos momentos iría por media ciudad empapado.-Dijo con una sonrisa de vergüenza.
Sísifo: No es nada muchacho, cuando quieras! -Dijo sonriéndole igual.
Aioria: Bueno te veo mañana en la U*. -Dijo sintiéndole.
Camus: Vale, un gusto haberte conocido Aioria, nos vemos luego!
Aioria: El gusto es mio, ya sabes que puedes contar conmigo cuando sea! Nos vemos!
Y así los tres se despidieron, Aioria y su padre Sísifo siguieron si camino a casa y Camus se adentro en el edificio, fue hasta el ascensor, marcó el piso numero 7 de 10 y así subió hasta su departamento. Cuando entró, vio a su padre sentado en la mesa del comedor, escribiendo probablemente algún articulo o lo que sea para la revista a la que había empezado a trabajar, fue hasta él y lo saludo:
Camus: Hola papá, ¿que tal todo?
Degel: Hola Camie, pues todo bien, creo, estoy trabajando en un nuevo articulo para la revista. -dijo sintiéndole y acomodándose sus lentes de mejor manera.
Camus: eso es bueno, sobre que trata?
Degel: Pues ayer entrevisté a Bianka De'Lacour, dentro de dos días dará un concierto en la Plaza Lincer, y estuvimos hablando sobre su concierto, sus planes futuros y esas cosas.
Camus: ¿De'Lacour? ¿La cantante francesa? -Preguntó entusiasmado y asombrado a la vez.
Degel: Esa misma hijo. -Dijo sonriendole
Camus: ¡Rayos! Hubiera sido todo un éxito si pidiera asistir al concierto… ¿a que hora es?
Degel: Sino mal recuerdo.. creo que a las 8 de la noche… -dijo pensativo.
Camus: Que lástima que no pueda asistir… si hubiera sabido antes hubiera comprado un par de entradas, ya para esta fecha deben de estar agotadas… -Dijo algo triste, ya que ella era una de sus cantantes favoritas, y una muy famosa por toda Europa.
Degel: Si es una lástima, estuve buscando entradas por todas partes, por que sé lo mucho que te gusta, pero lamentablemente en ningún lugar pude encontrar…
Camus: Bueno, no te preocupes ya habrán mas oportunidades…
Degel: Si mi niño, por cierto, ¿no tienes hambre? Antes traje comida china, esta muy buena por cierto, si quieres te puedo calentar un poco.
Camus: Tranquilo, iré yo a calentarla, así no te distraigo de tu trabajo, pero antes iré a cambiarme de ropa. -Y así el pelirrojo fue a su habitación a cambiarse, luego fue a la cocina y recalentó un poco de arroz cantones que quedaba, luego fue y se sentó en el sofá y se puso a ver un poco de televisión, aun que para ser sincero, no había nada interesante, por lo que comió rápido, fue a la cocina y lavó su plato y le dijo a su papá que iría a su cuarto ya, Degel solo afirmo con la cabeza y siguió escribiendo en su computadora.
Ya en su habitación, encendió su laptop y puso un poco de música mientras revisaba sus redes sociales, aun que no tenia mucho que ver, ya que casi nada le llamaba la atención, así que solo se dedicó a escuchar música un rato, luego, inevitablemente, sus pensamientos se dirigieron hacia aquel bello rubio, que poco a poco le iba gustando cada vez más, y con uno de las pocas personas con la que había sido un poco mas transparente con sus emociones, ya que por lo general se mostraba frío o cortante ante la gente, pero con Milo había sido diferente, no sabía que era o por que, solo sabia que aquel hermoso muchacho (e inocente la mayoría del tiempo) iba despertando sentimientos nuevos y desconocidos en él. Mientras sucedía esto, inevitablemente recordó el accidente que tuvo el rubio en la mañana, por lo que su preocupación volvió de nuevo y rezaba por que se mejorara pronto… luego de un rato mas de pensar en el rubio, le agarró sueño, por lo que apago su laptop, la guardo, acomodó su cama y se acostó a dormir, para así empezar un nuevo día…
Al día siguiente…
Eran las 7:40 cuando Milo se despertó, ya no tenia fiebre, por dicha ese medicamento si le estaba funcionando, pero aun así le dolía el cuerpo, pero a comparación al día anterior, ahora se sentía mucho mejor. Se levantó con algo de pereza, bajó hasta la cocina para comer algo, ya que se partía de hambre, en eso, fue que vio a Kardia salir de la cocina con un plato de tostadas y una taza de café, lo saludó y se dirigió a la cocina no sin antes preguntar que si no había hecho tostadas de mas, por lo que su hermano dijo que quedaban cuatro en la panera, así que fue, se sirvió las tostadas con jalea y una taza de chocolate calientito, ya que no era muy fan del café, si lo tomaba era con leche o crema, pero ese día se le antojaba tomar chocolate. Cuando terminó su dirigió hacia su hermano y se sentó en uno de los sillones que habían en la sala y se puso a ver caricaturas junto con su hermano mientras hablaban:
Kardia: Valla Milo, ¡pareces un oso de tanto dormir! -Dijo con una sonrisa divertida.
Milo: Eso parece jaja, aun que tu mejor ni hables que eres ¡igual o peor que yo! -Le contesto sacándole la lengua y riéndose.
Kardia: Somos tal para cual jaja… Hey piojo ¿ya te sientes mejor?
Milo: Mejor que ayer si.. aun que siento que un tren de 5000 kilómetros paso por encima de mi. -Dijo haciendo una mueca divertida.
Kardia: Bueno eso es normal de todos los resfríos, ya verás que pronto estarás mejor.
Milo: Pues ojala no te equivoques, aun que esos medicamentos que me mando el doctor son como un santo remedio, hoy amanecí totalmente sin fiebre y ya no me duele la cabeza!
Kardia solo río fuerte y siguió viendo televisión y comiendo sus tostadas. Luego le dijo a Milo que ayer había llamado a su jefe y le había dicho que fuera cuando se sintiera mejor, y que él había pedido ese día libre para así cuidarlo, el rubio le dijo que no era necesario que hubiera pedido ese día libre, pero el peliazul dijo que no importaba. Y así ambos pasaron el día viendo televisión, haciendo limpieza y demás cosas cotidianas.
Luego al anochecer, Milo estaba nuevamente con su hermano en la cocina preparando la cena, en ese momento aprovecho para contarle sobre aquel pelirrojo que lo tenia loquito y en las nubes (más de lo habitual)
Milo: hey Kardia… quería contarte sobre algo…
Kardia: haber enano, cuenta ya! -Le dijo con una sonrisa burlona.
Milo era mucho mas bajo que su hermano, pero aun así era alto, por lo que él solo rodó los ojos por el apodo que a menudo de decía su hermano y siguió hablando:
Milo: creo que me gusta alguien… -Cuando dijo esto se sonrojó.
Kardia lo observó y con una sonrisilla picara le dijo: ¿A sí? Y… ¿Quién será la afortunada? -Kardia sabía que su hermano de tiraba a ambos lados, pero supuso que era mujer.
Milo: EL afortunado…-Remarcó la palabra el- Es el mismo chico pelirrojo con el que choqué hace 4 días… ¿te acuerdas?
Kardia no se sorprendió por el hecho de que le haya dicho (mas bien corregido) que era un chico, pero si se sorprendió por que le dijera que era aquel chico, por lo que le dijo:
Kardia: ¿Cómo es eso? Haber explícate!! -Dijo poniendo cara de asombro muy dramáticamente.
Milo: si.. bueno… es extraño, antier llegó a la cafetería donde trabajo pidiendo un formulario nuevo de trabajo, por que el que había pedido el día anterior se estropeo cuando chocamos y se cayeron al suelo por que se mojaron completamente… así que llegó para pedir uno y Dios!! Desde el primer momento que lo vi me pareció el ser mas angelical que he visto en la vida!!
Kardia: ¡Alto! ¿Dijiste pelirrojo? ¿Es ese chico pelirrojo que estaba en la cafetería ayer cuando te fui a recoger cuando te desmayaste?
Milo: Pues si no había otro pelirrojo allí… si…
Kardia: Pues por lo que pude ver en el momento… no esta nada mal piojo… -Dijo sonriéndole con otra sonrisa pícara.
Milo: Pues no, es el hombre mas hermoso y tierno que e conocido hasta ahora. -Cuando dijo esto se le notaba un brillo especial en los ojos. Kardia notó eso y le dijo:
Kardia: Pues si que te ha flechado ese jovencito hermano..
Milo: Creo que tienes razón, nunca me había gustado tanto alguien, siento que con él a mi lado estoy completo… ¿Tu que me recomiendas hacer hermano?
Kardia: Pues lo que te puedo decir es que si de verdad sientes algo especial por él, no dudes en luchar por él y tratar de ganar su corazón (Cosa que no le costará mucho)
Milo: Pero ¿y si las cosas no salen bien y nunca me llega a querer? -Cuando dijo esto, lo dijo con algo de temor y tristeza en sus palabras, y Kardia claramente lo notó.
Kardia: si eso llega a suceder, al menos tendrás la certeza de que al menos luchaste por ganar su corazón.
Milo no muy convencido solo le dedico una tímida sonrisa a su hermano, y así siguieron preparando la cena…