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PARIS Y SHÛ por VAMPIREPRINCESSMIYU

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Notas del capitulo:

hola, gracias por los comentarios que me habeís dejado, aqui teneís el segundo capitulo

 

ARREPENTIMIENTO TARDÍO

 

Yuki en su casa se paseaba de arriba abajo, ya no le quedaba nadie a quien llamar, Nakano le había dicho que Shû no estaba con él, Ryuichi tampoco sabía donde estaba, K…, mejor no recordaba lo que le había dicho K, los familiares de Shû le habían mandado a paseo, Suguru le dijo que tenía sueño, que Shû no estaba con él y que lo dejara dormir y sus hermanos y ex cuñado tampoco le dieron razón de él. Por fin se le ocurrió llamarlo al móvil que siempre llevaba encima, pero el odioso aparatejo empezó a sonar desde una mesa próxima.

-Maldita sea, ¿Dónde estará a estas horas y con lo que cae? ¿Se habrá tomado en serio mis palabras de que no volviera?.

Tras una noche infernal en la que no pegó ojo, pues estuvo pensando en distintos motivos por los cuales Shû no volvía, se presentó en las oficinas de NG, justo cuando acababa de llegar un taxi se detuvo en la puerta y de él bajó Shûichi, todo vestido de blanco, seguido por un tipo de cabellos rubio platino, largos y con gafas de sol que vestía también de blanco. El hombre pagó al taxista y se volvió hacia Shûichi, le arregló un poco la ropa y, con una sonrisa, le dijo algo al oído. Aquello fue más de lo que el escritor pudo soportar, se abalanzó sobre Shû dispuesto a empezar su diatriba, pero una espada puesta frente a su cara le hizo detenerse, el desconocido lo miraba con desprecio mientras mantenía el arma en alto.

-¿Es él verdad, Shûi?

-Si, Paris, es Yuki.

-¿Quién es este imbecil baka? ¿Cómo es qué tienes tanta confianza con él?

-Ve dentro, Shûi, yo tengo que hablar con el “Señor”- Dijo poniendo especial rentitin en el Señor.

-Si, cuídate Paris.

Cuando el cantante desapareció dentro del edificio Paris miró nuevamente a Yuki con despreció, bajó el arma y, agarrándolo por un brazo, lo arrastró lejos de allí, hasta un callejón dónde nadie les oía.

-Seré breve, no me gustas, no me caes bien y no me pareces adecuado para Shûi. Tienes una mente y una personalidad retorcidas, un corazón despreciable, eres arisco, rencoroso, ciego a todo, no tienes ni un ápice de buena voluntad hacia Shû…en resumidas cuentas, no te lo mereces, pero como no se por que él te ama, por esta vez haré la vista gorda y permitiré que lo vengas a buscar al trabajo para comer un día a la semana, pero si me vuelvo a enterar de que le has hecho algo, y si se lo haces me enteraré, no le volverás a ver más.

-¿Y a ti quién te dio vela en este entierro?

-Mi preocupación por Shû, que es el ser más tierno, dulce e inocente que he conocido. No se merece tanto sufrimiento y tanta duda como tú le causas.

-Muy al tanto estás tú de sus sentimientos y pensamientos- Se burló el escritor- Pero en realidad ese baka no merece tanta molestia.

 -No lo vuelva usted a llamar así o haré una estupidez, y con respecto mí conocimiento de los pensamientos y sentimientos de Shû, le diré que sí, es muy profundo, y esto es así porque él es la persona a quien me ha unido el destino.

Y sin más Paris se marcho de allí dejando a Yuki rumiado negros pensamientos.

-¿Cómo se atreve a decirme semejante cosa?- Murmuraba el escritor- Que Shû es la persona destinada para él, ¡Ja! Y yo lo voy a consentir ¿No?, ¿Por quién me toma?. Si guerra quiere, guerra tendrá.

Cuando se acercaba la hora de la comida Eiri se fue derecho al edificio de NG para recoger a Shû e invitarlo a un restaurante, y cual no sería su sorpresa cuando al llegar allí, a la puerta del edificio, se encontró con Aizawa, que miraba el hall desde el exterior y sostenía un paquete en sus manos. Preocupado aceleró el paso y vio cómo Shûichi salía y era parado por Taki que, tras hacer una reverencia y decirle algo, le tendía el paquete y se iba diciéndole adiós con la mano. ¡Ah no!, ¡Eso si que no!, ¿Aizawa dándole algo a su koi y contándole secretitos?, si hombre cómo que él lo iba a tolerar.

-Shûichi- Dijo en cuanto llegó frente al edificio- ¿Quién era el tipo que ha estado hablando conmigo y que quería Aizawa?

-Quien ha estado hablando contigo es Paris. Y Aizawa sólo quería darme esto.

Shûichi abrió el paquete y vio que se trataba de una caja de sus dulces preferidos, sonrió y tomó uno de ellos, lo mordió y puso cara de estar en el séptimo cielo. De la caja cayó una nota que el cantante tomó y guardó en el bolsillo de su chaqueta.

-¡Que ricos están!

-¿No vas a leerla?

-Más tarde quizá lo haga.

-Vamos, te invito a comer.

-Pero es que tengo que volver rápidamente.

-¡Vamos!

Yuki llevó a Shûichi a un restaurante cercano, las chicas se les quedaban mirando, para mosqueo de sus novios, y de Eiri, ya que gran parte de las miradas y comentarios apreciativos iban dirigidos a Shûichi que no se enteraba.

-¿Qué quieres Baka?

-Hmm, no se, ¿Tú qué me recomiendas?

Eiri pidió la comida para los dos y se dispuso a hablar de lo que le inquietaba, llenó la copa de su pareja con vino y puso su mejor sonrisa.

-Respecto a lo de anoche, quisiera disculparme, llamé a Hiro y a los demás pero nadie sabía dónde estabas. No me vuelvas a dar estos sustos.

-No era mi intención asustarte, me hospedé con Paris y Aizawa en un hotel, ahora no recuerdo el nombre, y esta mañana vinimos aquí, Paris me dio este traje por que mi ropa estaba empapada.

-¿Qué pasaste la noche con esos dos en un hotel?, espero que no fuese en la misma habitación.

-Ehem, pues sí, lo que peor me sabe es que al final el pobre Paris durmió en el suelo, cómo yo acapare toda la cama y Aizawa el sillón…

-¡Por mí como si durmió en la perrera! ¿Qué hicisteis antes de dormir?

-Nada, lo normal.

La mente del escritor era un hervidero, pensaba en cosas que para él eran la mar de normales con Shûichi y se subía por las paredes. Se obligó a calmarse y le tendió a su amado el móvil.

-¡Toma, y llévalo siempre contigo, que eres un desastre!

-¡Gracias Yuki!

Shû cogió el móvil y mandó un mensaje, luego lo guardó y siguieron comiendo, bueno, él comía, Eiri masacraba su comida cruelmente imaginándose que era el tal Paris. En esto sonó el móvil de Shû.

-¿Diga?, Oh, hola K-San, si, ya voy.

-¿Tienes qué irte?

-Si, adiós Yuki.

 


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