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Mi Señor por CaedesDarkParadaise

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Hubo una época en que el mundo mágico, tal y como lo conocían los reyes de los cuatro reinos, Vivian en paz y armonía unos con otros. Hufflepuff, Gryffindor, Slytherin y Ravenclaw. Ninguno habia tenido problemas ni discusiones, jamás lucharon entre ellos y se dirigían con mucho respeto a sus iguales. Y eso duro 1000 años, hasta que el vigésimo segundo Rey de Slytherin, Sorvolo Gaunt concedió que el señor Thomas Riddle, un mago guapo y adinerado de buena posición, se casara con su única hija Merope, una muchacha no muy agraciada que se enamoró perdidamente de Riddle nada más verlo y este aprovechando aquella situación logró su cometido: Apoderarse del reino de Slytherin.

Thomas Riddle asesino a Sorvolo el primer año de matrimonio quedándose con el trono y su poder. Merope en esas fechas esperaba al heredero del nuevo Rey de Slytherin, un varón al que pusieron el mismo nombre que su padre, Thomas. En cuanto dio a luz, Thomas Riddle envió a su esposa al destierro y se ocupó que nunca volviera al reino, provocando el precipitado suicidio de Merope por tristeza y la indiferencia de su esposo ante este hecho. El señor Riddle puso todas sus esperanzas en su hijo, pensando que este seguiría con la dura tiranía que habia creado en Slytherin.

Ahí solo valía la opinión del rey, y nadie más.

Eso solo logro que los demás reinos se distanciaran, y que Slytherin fuera el enemigo central. El rey de Gryffindor quiso hacer un pacto con Slytherin, llevándose consigo de ese encuentro amargo, amenazas contra su familia y su querido pueblo.

Desde ese momento fueron enemigos acérrimos.

Cuando Thomas Riddle hijo cumplió diez años, su padre quiso enseñarle el arte de la magia y el desprecio por lo muggle, que siempre habia sido un mantra repetitivo desde su más tierna infancia. Y cuando el pequeño no entendía porque lo hacía, su padre lo castigaba severamente ocasionando que se quedara adolorido en cama durante días. Thomas hijo era un niño que se habia criado prácticamente solo a pesar de los miles de temerosos tutores que tuvo pues estos solo asentían ante las amenazas de su padre. Y al año siguiente, una tarde después de su lección de pociones, decidió escaparse por el hueco de una pared de las mazmorras que conducía al pueblo de Slytherin. Viendo lo desagradable que era aquello, Thomas Riddle, si ya de por si sentía asco y odio hacia el padre que nunca entendió realmente; conocer a aquellas personas que trataba tan mal y no eran de su sangre solo endureció esos sentimientos. Hablo por horas con la gente del pueblo sin revelarle su verdadera identidad, y todos ellos despreciaban el reino en el que habían nacido con las pocas fuerzas que les quedaban, y deseaban que algún día les dieran una merecida libertad.

Olvidando esos ideales ambiguos e intolerantes, guardo la paciencia que habia conseguido recabar para el día en que le cedieran el trono, y así poder cambiar lo que el señor Thomas Riddle, destrozo. Encontró su hogar en la biblioteca, y leyó millones de libros que le hicieron abrir más su mente a un mundo nuevo y próspero. Un mundo muy alejado a la horripilante idea que tenía su padre sobre robar, intimidar y asesinar a gente inocente.

Quince años más tarde, el rey Thomas en su lecho de muerte estaba a punto de cederle el trono a su hijo. Aquel chico del que habia estado orgulloso por ser exactamente igual que él. En esos momentos, Thomas Riddle hijo miraba a su padre con excesiva frialdad esperando que terminara la ceremonia para que en el segundo justo pudiera decirle sus verdades.

- Y yo, jefe supremo y rey de Slytherin, declaro. - siguió Thomas Riddle con voz débil. - a mi heredero, Thomas Riddle, dueño de todo lo que se me concedió en vida hasta que exhale su último aliento, y su descendencia continúe mi legado.

- ¡Que así sea! - dijo Tom con voz potente.

- ¡En este día del crepúsculo, les presento al nuevo Rey! - gritó Avery, la mano derecha del señor Riddle. - Thomas de Slytherin.

Y Thomas cerro los ojos con cansancio.

Por fin lo habia conseguido.

Dejo que le colocaran la corona de Slytherin como signo de triunfo, y camino hacia su padre con una cínica sonrisa.

- Enhorabuena, padre. - Tom se sentó al lado de su padre. - Conseguiste lo que quisiste toda tu vida, y espero que estuvieses satisfecho.

- Mucho, muchacho.

Tom suspiro pesadamente y se levantó.

- Entonces muere en paz por esos años porque los que me esperan a mí no serán iguales. - Thomas miro a su hijo sin entenderlo. - La tiranía de Slytherin se acabó, Thomas. - le explico. Y Thomas amplio los ojos con pánico. - Este reino volverá a ser el mismo que mi abuelo Sorvolo logro alguna vez.

- ¡No serás capaz! - rugió Thomas.

- ¿De qué hablas muchacho? ¿Has perdido la cabeza? - le cuestiono con enfado Reagan Lestrange, uno de los más leales mortífagos de Thomas. - ¡Ni se te ocurra proponer tal estupidez!

- ¿Y porque no? ¿Porque lo dice usted? - el desprecio en la voz de Tom hizo que los demás en la sala sintieran un escalofrió. - ¡Rodolphus! ¡Rabastan! - Reagan vio a sus hijos entrar por la puerta con sus varitas preparadas. - ¡Detened a todos estos...inútiles! ¡No quiero verlos más! ¡Ordeno desde ahora que todo mortífago sea detenido y encarcelado sin juicio! ¡Y todo aquel que huya será castigado con la peor pena de Azkaban!

- Si, mi rey. - Rodolphus hizo una señal hacia atrás, y de pronto entraron diez hombres con sus varitas enfundadas y listos para atacar.

- Ves a esos aurores, padre. - Tom le señalo a los hombres que retenían y luchaban contra los mortífagos. - pertenecen al reino de Ravenclaw y Hufflepuff del cual, desde hace muy poco, nos consideramos en paz.

- Eres un maldito. - siseo Thomas fríamente. - ¡Eres de tan mala entraña como tu sucia madre!

Tom sin pensarlo apretó el cuello de su padre con furia, y al ver la satisfacción en sus ojos, lo soltó con un aspaviento.

- Siempre fuiste un chiquillo impulsivo. - gruño Thomas otra vez.

- En este reino ha llegado la libertad, y te juro que me dejare el alma para conseguir que siempre sea así. - le susurró al oído. - Y entre mis planes esta una alianza con el reino de Gryffindor. - Thomas gruño. - Mi abuelo se equivocó al darte Slytherin, y espero que ahora descanse con la seguridad de que su reino volverá a ser el de antes.

- ¡Este reino es mío! - grito Thomas con la garganta en un hilo.

- Este reino es de mis antepasados por parte de mi pobre madre, tú. - escupió. - solo serás un simple y amargo recuerdo de este gran pueblo que reconstruiré con mucho orgullo.

- ¡Maldito! - Thomas intento levantarse e inmediatamente cayo en la cama con dolor. - Me has tenido engañado toda la vida, pero ya no más. ¡Eres un traidor!

- ¡Soy un traidor, sí, pero no me pudriré en el infierno!

- Eres mi hijo, mi sangre. - tosió. - igual que yo.

- Y no sabes cuánto me desprecio por ello.

- ¡Mi hijo, mi sangre!

Y salió por la puerta, ondeando su capa oscura con aire majestuoso para finalizar el reino del terror y hacer oídos sordos del último aliento de Thomas Riddle.


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