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Bulletproof Heart por Karla BBC

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Notas del capitulo:

Un fic de la hermosa pareja Jongbin, espero que les guste :3

 

Si no les gusta la pareja imaginense otra que si les guste xDD

Sólo una semana faltaba para los exámenes de ingreso a la universidad, cualquiera que sea el campo a estudiar se debía presentar una prueba con las asignaturas básicas las cuales son matemática, literatura, historia, ciencias sociales e inglés pero en el caso de Lee Jong Suk podía descartar la matemática pues estudiaría una carrera de humanidades donde eso no le serviría. Sin embargo la cantidad de estudio que tenía que hacer para poder entrar a la universidad y estudiar idiomas era agotador y todos los días se pasaba en la biblioteca con sus libros y apuntes para estudiar con tranquilidad pero de todas formas al llegar a su casa, después de un descanso, volvía a repasar. Ya era la segunda vez que optaba por ingresar ya que la primera no quedó pero en ésta oportunidad daría lo mejor de él y se esforzaría aún más.

 

Jong Suk tenía la cabeza hundida en los libros, las ojeras ocupaban casi la mitad de sus mejillas y si acaso le daba tiempo del lavarse el cabello el cual ahora tenía hecho un desastre. Ya eran casi las seis de la tarde y seguía metido en la biblioteca pero su cabeza estaba tan saturada de información que ya le dolía y sus ojos se cerraban solos. En un momento no aguantó más y se dejó caer sobre el libro de literatura con el cual estaba estudiando y el cual babeó al quedarse dormido. Uno de los encargados del lugar que ya lo conocía por el tiempo que se la pasaba allí, fue a despertarlo para que se fuera a su casa porque no faltaba mucho para cerrar la biblioteca.

 

-Jong Suk, despierta – lo movía levemente y el otro hablaba y se quejaba sin poder ser entendido -¡Ya! ¡Despierta!

 

El grito le hizo levantarse de golpe causando que hojas de sus apuntes cayeran al suelo. Enseguida se puso a recogerlas con ayuda del otro.

 

-Ya vamos a cerrar, vete a casa.

-Sí, sí – decía con fastidio. Terminó de recoger todo y los guardó en su bolso para después dejar el lugar e ir a la estación de autobús cercana. Aún estando allí no podía detenerse e intentaba acordarse de lo que había acabado de estudiar pero estaba tan exhausto que ya no podía pensar y si lo hacía caería posiblemente en un estado de ansiedad – Ya llagué – anunció a sus padres al momento de llegar a casa.

-Mírate cómo estás, pareces un vagabundo, que bueno que el vello facial no te sale porque si no darías lástima – le reclamó su madre - Ve a bañarte y luego de comer algo, descansa.

-No tengo hambre.

-Pues no me interesa, no quiero que te desmayes – suspiró – Hijo, sé que quieres pasar el examen pero no debes sobre esforzarte porque si lo haces puedes enfermarte y quizás no estés bien para cuando tengas que presentar la prueba.

 

Su madre le daba ese discurso todos los días y tenía razón; los nervios, la falta de sueño y comida lo tenían muy mal, ya hasta había rebajado unos cuantos kilos por haberse descuidado y haber pensado sólo en el estudio pero aunque le decía a su mamá que la escucharía y se cuidaría, después terminaba cayendo en lo mismo. Esperaba que tanto esfuerzo valiera la pena.

 

Por esa noche decidió no estudiar, igual no iba a poder por el cansancio así que después de darse un merecido baño caliente que le sentó muy bien, se comió todo lo que su mamá le preparó antes de que ella y su padre se fueran ya que su abuela estaba muy enferma e irían a acompañarla y pasar esa noche con ella en su casa. Subió a su habitación después de cepillar sus dientes y ni siquiera se cambió su ropa para ponerse su pijama, tal cual como estaba se acostó en su cama y cerró sus ojos para dormir y estar fresco para el día siguiente cuando volviera de nuevo a su rutina de estudiar pero el no haber hecho la digestión bien, le pasó factura más tarde. Un antiácido para los dolores del estómago se tomó pero estaba tan mal que lo devolvió junto con la comida de la cena, allí iba otro kilo más que perdería. Deseaba que su mamá estuviera allí para atenderlo mientras él se quedaba en cama a reposar pero al estar solo tenía que hacer todo por él mismo y la que pensó que sería una noche para descansar, se convirtió en todo lo contrario. Se preparó un té caliente con bastante limón el cual se llevó a su cuarto y se quedó sentado en su cama, con las piernas extendidas y la espalda recostada de la cabecera para esperar que su estómago se calmara antes de tomarse la infusión. Nunca más volvería a acostarse sin haber hecho la digestión antes, y eso que su madre siempre le ha dicho que es peligroso.

 

Un ruido en el piso inferior alertó a Jong Suk causando que los latidos se le aceleraran por el miedo y lo que ya había logrado calmarse se había revertido pues los nervios en su estómago hacían destrozos. Un fantasma, fue lo primero que pensó pero pocos segundos después se dio cuenta que era una estupidez por lo que debía ser algo peor, un ladrón. Cogió su celular para llamar a la policía pero la llamada no le caía en las tres veces que intentó. Volvió a escuchar un ruido, un golpe de que algo cayó contra el suelo, específicamente, y sacó de su armario su bate de beisbol y armándose de valor decidió bajar muy sigilosamente. Podía usar su habilidad en taekwondo pero aún no era cinta negra. A la mitad de las escaleras escuchó en quejido agonizante que le hizo pensar de nuevo que podrías ser un espectro pero al tocar piso y ver en éste rastros oscuros de un líquido espeso, supo que no lo era.

 

-Sangre – tragó grueso y volvió a escuchar los quejidos - ¿¡Q-Quién está ahí!? – levantó el bate y encendió una de las luces de la sala llevándose un susto al ver el cuerpo que estaba en el recibo entre el sofá y la mesa de centro. Se acercó con cautela y lo tocó un poco con el bate a lo que el sujeto volvió a quejarse. Jong Suk se dio cuenta de la sangre que emanaba de su pierna mal herida y había manchado todo el suelo de rojo - ¡Dios mío! ¿Qué te pasó? – le dio vuelta al muchacho y notó su cara golpeada y ensangrentada  - Llamaré a una ambulancia – estaba dispuesto a levantarse cuando el chico lo jaló de la camiseta para detenerlo.

-N-No…Llames a una…-se quejó por el dolor.

-Estás muy mal, debo hacerlo.

-No lo hagas…Por favor – lo acercó más a él aún jalándolo de la franela – A-Ayúdame.

-Yo no puedo ayudarte, estás mal herido.

-Sólo necesito un poco de alcohol, una gasa y unas vendas. Hazlo por mí yo no puedo.

 

Jong Suk asintió y fue al baño enseguida en busca de lo que el chico le pedía. Alcohol y gasa tenían en casa pero vendas no había así que quizás un pedazo de tela funcionaría y cogió una vieja camiseta que podía cortar y enrollarle en la pierna. Regresó a la sala y con mucho cuidado levantó el pantalón del otro para dejar a la vista su pierna ensangrentada con una herida que parecía hecha por un cuchillo y después de limpiar un poco ese fluido rojo y presionar para que dejara de salir, comenzó a aplicarle alcohol para desinfectar. Los gritos de dolor y la manera en como el chico se retorcía no dejaban que Jong Suk hiciera bien el trabajo, éste entendía que le doliera pero le ordenaba que se quedara quieto lo cual intentó y logró mientras se mordía el puño. Una vez que terminó con el alcohol, puso la gasa que se enrojeció de inmediato y luego la cubrió con la camiseta vieja que usó como venda.

 

-Tienes que ir a un hospital para que te cosan eso o si no, no se cerrará.

-Ya después iré, pero ahora no puedo salir – se intentó sentar y Jong Suk tuvo que ayudarlo hasta recostar su espalda a los pies del sofá.

 

El dueño de la casa tuvo que limpiar el desastre, no podía dejar el piso lleno de charcos de sangre. Muchos trapos viejos que usó para limpiar tuvo que botar fuera de la casa para que no quedara ni un rastro que sus padres pudieran ver.

 

-¿Cómo te sientes? – preguntó Jong Suk al chico del cual aún desconocía su nombre, arrodillándose a su lado.

-¿Y tú? Estás pálido y tienes tremendas ojeras.

-Ah, es que tenía dolor de estómago y vomité. Las ojeras son por tanto estudiar.

-Examen de ingreso para la universidad ¿No?

-Sí – se hizo un silencio – Uhmm ¿Y qué fue exactamente lo que te sucedió?

-Un ajuste de cuentas, eran cuatro contra mí y pensé que podría pero no pude.

-¿Te metes muy a menudo en problemas?

-Todo el tiempo – sonrió casi orgulloso – Ahorita esos malditos deben estar buscándome por todos lados, no sé si vieron que corrí hasta ésta urbanización.

-¿Te buscan? – se levantó alarmado – Entonces tienes que irte.

-¿Eh?

-No me quiero meter en problemas por tu culpa, si te encuentran podría terminar muerto yo también así que será mejor que te vayas.

-Oye, estoy mal herido, si acaso puedo caminar. Si salgo me atraparán y me aniquilaran.

-No me interesa.

 

El muchacho herido lo fulminó con la mirada y sosteniéndose del sofá logró levantarse. Del bolsillo de su pantalón sacó una navaja y se la puso a Jong Suk en el cuello mientras lo sostenía fuertemente del cabello para que no se alejara. El joven Lee pasó un nudo por su garganta haciendo que su piel rozara con la fría hoja del cuchillo que lo amenazaba.

 

-Si me echas, si llamas a la policía o a cualquier otra persona, te cortaré el cuello ¿Entendido?

 

Jong Suk asintió efusivamente con la cabeza. El chico frente a él se veía de su misma edad, de esos típicos mala conducta que se meten en peleas más no se veía como un secuestrador, sin embargo en cierta forma estaba secuestrado dentro de su propia casa al ser amenazado con navaja en cuello y todo.

 

-¿Po-Podrías apartar la navaja?

-Claro – la quitó y lo soltó del cabello – Pero la mantendré en mi mano por si se te ocurre hacer algo – se dejó caer sentado en el sofá con su pierna extendida sobre la mesa de centro.

 

Jong Suk lo observaba jugar con la navaja en sus manos, sacaba y metía la cuchilla y en una oportunidad miró su reflejo en ésta intentando ver las heridas de su rostro. El chico levantó la cabeza y esa mirada penetrante  e intimidante se encontró con la de Jong Suk quien dio un leve respingo y su pulso comenzó a alterarse de nuevo. Daba miedo la forma en que lo miraba pero a la vez era muy interesante. Lo ponía muy nervioso.

 

-¿Qué me miras?

-Nada – le dio la espalda.

-¿A dónde vas?

-A la cocina, perdiste mucha sangre y debes sentirte mareado y débil, te traeré un jugo – siguió a la cocina y regresó con un jugo de naranja.

-¿Cómo te llamas? – preguntó el otro al recibir el vaso.

-Lee Jong Suk – dijo tímidamente.

-Yo soy Kim Hyun Joong– sonrió - ¿Por qué tienes esa cara? ¿Acaso te incomodo?

-¿No es obvio? Unos matones te andan buscando y me amenazaste un una navaja.

 

Hyun Joong se rió burlonamente. Jong Suk frunció el ceño y torció la boca en una mueca de disgusto.

 

-No te haré nada, lindo. Sólo era para asustarte.

-¿Cómo que lindo? No me digas así – hizo un mohín.

-Está bien, está bien, eres feo entonces – reprimió una risa y se tomó el jugo - ¿Y qué estudiarás en la universidad si llegas a entrar?

-¿Por qué quieres saber?

-Sólo intento hacer conversación – rodó los ojos – A ver, dime.

-Bueno…-se sentó en el sofá al lado del otro pero un poco alejado – Quiero estudiar idiomas y quizás después ser profesor o traductor, me gusta eso. Ya sé japonés y un poco de inglés, espero mejorarlo y aprender chino, español y francés.

-Se nota que te gusta.

-¿Sí?

-Ajam, por la forma en que sonríes.

-Oh – rió tímido - ¿Y tú qué quieres estudiar o qué estás estudiando? – le pareció tonto preguntar eso ya que a chicos como él no le gustan los estudios pero podía ser la excepción.

-Yo no estudio nada ni estudiaré, no tengo vocación para eso. Pretendo trabajar y ganarme la vida para sobrevivir.

-¿Y en qué trabajarás? Si no tienes una profesión no pasarás de cajero de supermercado y eso no creo que de mucho.

-No lo sé, ya veré, apenas tengo veinte años y soy mantenido… ¿Y tú vives solo?

-No, mis padres están en casa de mi abuela que está enferma, se quedarán a dormir allá.

-O sea que yo puedo quedarme a dormir aquí ¿No?

-¡Claro que no! Te estoy dando el chance de que te quedes ahorita pero tendrás que irte. En una hora no creo que esos tipos te sigan buscando así que podrás regresar a casa.

-No quiero hacerlo, no me gusta allá – su expresión se tornó triste – Aunque si no llego seguro papá me mata mañana –suspiró –Creo que mejor debería irme – se levantó pero enseguida volvió a sentarse por un pinchazo de dolor que sintió en su pierna herida.

-Si quieres quédate una hora más hasta que la pierna te deje de molestar, pero sabes que mañana temprano tienes que ir a un hospital.

-Sí, sí, lo haré, no te preocupes – despeinó el cabello a Jong Suk dejándolo desconcertado.

 

El cansancio ya tenía ganado a Jong Suk desde hace horas, desde el producido por tanto estudiar como por el causado por el dolor de estómago pero aunque quería irse a dormir, no podía hacerlo mientras Hyun Joong siguiera en su casa, podía hacer algún desastre o hasta robar alguna cosa. Encendió el televisor para no quedarse en un silencio incómodo o entablar alguna conversación que no le interesaba y se dedicó a verla mientras a su lado el otro descansaba con sus ojos cerrados. Jong Suk de vez en cuando le miraba de reojo cabecear, al parecer ya se había dormido y seguramente cuando despertara terminaría con dolor de cuello. Cogió un cojín y con cautela lo coloco en el espaldar tras Hyun Joong para después recostar su cabeza en éste. El hematoma en su nariz cubría gran parte de ésta y estaba acompañado por un roto; la herida del labio ya casi se estaba haciendo una costra y tenía una pequeña cortada en la ceja que se podía ver un poco aunque su flequillo la cubriera. Jong Suk lo observaba dormir y lo envidiaba, él también quería hacerlo pero debía de estar pendiente, sin embargo la manera en como Hyun Joong descansaba lo calmaba. Ya no lucía rudo ni intimidante, ahora parecía un simple chico de veinte años que estaba muy agotado después de un día largo.

 

-Deja de mirarme – dijo Hyun Joong sin abrir los ojos.

 

Jong Suk se alarmó y volvió a su posición con la vista fija en la pantalla de la televisión como si hubiese estado así todo el tiempo.

 

-¿Estabas despierto? – preguntó Jong Suk inocentemente.

-No, pero me despertaste mientras me mirabas.

-Yo no te miraba – vio de reojo como el otro se enderezaba y lo observaba – Ahora el que me miras eres tú.

-Mejor me voy ya – se levantó y cojeó hasta la puerta – Gracias por todo.

-De nada.

 

Hyung Joong se despidió con la mano y salió de la casa. Jong Suk respiró profundamente y se abanicó con la mano, no sabía por qué pero se sentía muy acalorado, por suerte ya el otro se había ido y podía ir a dormir sin dejar que más nada lo molestara. Aunque entrara un fantasma, nada lo iba a poder despertar.

 

Caminando con dificultad por las oscuras calles, Hyun Joong tomó el primer autobús que encontró; no quería estar tanto tiempo afuera por si esos tipos que casi lo matan seguían rondando en su búsqueda. Llegó al humilde barrio donde vive y como siempre en su casa desde afuera se escuchaba el escándalo de la televisión y las risas estruendosas de sus padres quienes la miraban. Entró pasando de largo por detrás del sofá donde se encontraban sus progenitores pero su madre escuchó la puerta así que se giró para mirar a su hijo y lo llamó. Hyun Joong se detuvo.

 

-¿Por qué llega tan tarde? - preguntó con ese tono de voz odioso de siempre.

-Son sólo las once - respondió sin mirarla, manteniendo sus manos en los bolsillos de su pantalón.

-Eso es tarde, un jovencito como tú debe estar temprano en casa y más cuando es mantenido por sus padres. Cuando seas alguien en la vida y vivas solo podrás llegar a la hora que te dé la gana pero ahora debes cumplir nuestras reglas.

-Sí mamá, no lo volveré a hacer.

-Y Hyun Joong ¿Qué tienes en el rostro? ¿No me digas que te peleaste de nuevo?

 

Hyung Joong la miró sombríamente conteniéndose para no descargar su rabia con ella.

 

-¿Te importa si es así?

 

La mujer se encogió de hombros y volvió a voltearse hacia el televisor. Hyun Joong pasó un nudo por su garganta y apretó la mandíbula, siguió hasta su habitación y cerró con un portazo. Ya debería estar acostumbrado al comportamiento odioso y despreocupado de sus padres pero cada día hacían que se llenara más de ira y le dieran ganas de largarse de allí pero no tenía a donde ir ni tenía un trabajo, lo único a lo que se dedicaba era estar fuera de casa haciendo nada para no tener que estar en esa pocilga ni ver las casa de sus padres. Él deseaba un día salir de eso, tener una vida exitosa llena de lujos y fortuna que les restregara a sus progenitores en la cara pero no sabía cómo hacerlo, no tenía ánimos de estudiar para ser un profesional y llegar a tener una empresa. Supuso que estaba condenado a ese infierno para siempre y simplemente se resignó.

 

 

La semana pasó volando, después de tanto estudio y esfuerzo tanto físico como mental, Jong Suk se sentía preparado para la prueba de admisión a la universidad y estaba confiado que lo haría bien. El día anterior descansó lo suficiente para estar fresco y no colapsar y llevaba con él un amuleto de la suerte que siempre lo acompañaba. Un cuero con un colgante de un colmillo de tiburón que según le dijeron donde lo compró que traía buena fortuna y aunque no creyera tanto en eso pensaba que en realidad sí funcionaba.

 

Ya estaba en el aula junto al resto de los muchachos que iban a presentar, unos más jóvenes que él y hasta mayores también. Sólo unos cuantos de los que estaban en ese salón podrían pasar si lo hacían bien y Jong Suk estaba seguro que sería uno de esos afortunados.

 

-Ya terminó - dijo y suspiró al momento en que estuvo fuera del salón. Ya se sentía menos presionado pero debía esperar los resultados. Enseguida llamó a su madre para decirle que ya había salido - Estuvo bastante largo pero sé que respondí todo bien. Sólo hubo dos preguntas que sí me costaron bastante pero creo que logré...- se detuvo en seco en cuanto vio a Hyung Joong fuera de la universidad - Luego te llamo - colgó - Hyung Joong, hola.

-Oh, ya saliste ¿Cómo te fue?

-¿Eh? Bien...Estoy confundido ¿Qué haces aquí?

-Vine a ver cómo te había ido en la prueba.

-¿Por qué? No nos conocemos lo suficiente como para que vengas hasta acá... ¿Y cómo sabías dónde estaba?

-Te seguí desde tu casa - sonrió - Vine porque tú me ayudaste mucho y fuiste amable conmigo a pesar de que estaba siendo perseguido así que quería retribuírtelo - levantó el bolsito que traía en la mano - Te hice el almuerzo como un regalo por tu examen.

-¿Lo hiciste tú? No sabía que tenías conocimientos culinarios.

-No sabes nada de mí, pero sí, los tengo. No sé hacer mucho pero algo me defiendo.

 

Se sentaron en uno de los bancos de un parque que se encontraba al lado de la universidad. Allí Hyun Joong sacó del bolso el envase el cual contenía kimbap que él mismo había preparado y Jong Suk se sorprendió por lo bien que se veían, hasta lucían mejores que muchos que ha comido en restaurantes.

 

-Se ve delicioso ¡Gracias! - agradeció Jong Suk con una reverencia y enseguida comenzó a atacar la comida - Mmm, están buenísimos - dijo con la boca llena.

-Te vi todo. Primero traga y después habla.

-Lo siento - dijo al tragar y sonrió apenado y divertido.

-¿Y cuando te dan los resultados de la prueba?

-En cinco días. Estoy muy nervioso, sé que lo hice bien pero nunca se sabe. No quiero volver a reprobar - hizo una mueca de lamento.

-Saldrás bien, se ve que eres muy inteligente y te mataste para estudiar... ¡Ah! Se me olvidaba - del bolsito que traía sacó una cámara instantánea y de improvisto le tomó una foto a Jong Suk la cual enseguida salió.

-¿Qué fue eso? - preguntó confundido.

-Es el recuerdo de tu primera comida después de tu examen - le entregó la foto.

-Salgo asustado.

-Sales gracioso - rió bajo y pasó uno de sus brazos por los hombros de Jong Suk para tomarse una foto con él - Ésta también es para ti como un recuerdo del chico al que salvaste.

-Gracias - sonrió levemente y admiró la fotografía.

-¿Sucede algo?

 

Jong Suk lo miró y negó con la cabeza para luego seguir comiendo el sabroso almuerzo. Le parecía extraño compartir almuerzo con Hyung Joong y hasta tomarse fotos como si fueran amigos cuando apenas se vieron una sola noche por casualidad pero no le molestaba, ese chico a pesar de ser de esos típicos mala conducta con los que nunca se juntaría, le agradaba y le parecía muy simpático y gracioso.

 

De regreso a casa ya los padres de Jong Suk lo esperaban ansiosos por saber cómo le había ido en la prueba y con los ánimos que tenía sabían que había resultado todo muy bien. Ya las semanas de estudio habían terminado y ahora se merecía un descanso, dormiría hasta tarde y quizás hasta fuera a un sauna para relajarse y recobrar todas las energías que perdió. Comería, haría ejercicios y volvería a ser el mismo Jong Suk activo de siempre, eso sí, aún los nervios por el resultado de la prueba los tenía presente y no se le quitarían hasta que llegara el día y le dijeran que sí había entrado.

 

-Todo va a salir bien, hijo, sacarás la mayor puntación, ya verás – le decía su madre con mucha esperanza – Ahora duerme tranquilo, buenas noches.

-Buenas noches mamá –se acomodó en su cama y su madre le apagó la luz de su cuarto antes de retirarse.

 

Todo iba a salir bien por lo que no tenía por qué preocuparse, ahora intentaría olvidarse de ese examen y dormir como se lo merecía. Sabía que caería en los brazos de Morfeo rápidamente, de eso no había duda pero un ruido lo hizo abrir los ojos. El golpeteo de algo contra su ventana se repetía y al darse la vuelta vio como pequeñas piedras chocaban contra el cristal. Se levantó para ver de qué se trataba y al abrir, una de esas piedras le golpeó en el ojo, suerte que era diminuta y logró cerrarlo antes de que se incrustara en su retina. Sobó la parte afectada y luego de parpadear varias veces, vio a Hyun Joong bajo su ventana siendo éste el que se encargaba de lanzar las piedritas.

 

-¿Qué haces allí? – preguntó en voz baja.

 

Hyung Joong no le respondió y comenzó a escalar hasta su ventana, ayudándose del marco de la ventana del piso inferior y gracias a su gran altura, no se le fue difícil dar un pequeño impulso hacia la ventana del cuarto de Jong Suk en la cual se encaramó y por la cual luego se dio paso. El otro lo miraba con desconcierto por tan repentina visita.

 

-¿Por qué viniste? ¿Y cómo sabías que ésta era mi habitación?

-Estaba en la calle de enfrente esperando y te vi pasar por la ventana.

-¿Esperando? ¿Acaso me estás espiando? Primero me sigues hasta la universidad y ahora esto – se cruzó de brazos y lo juzgó con la mirada - ¿Cuáles son tus intenciones?

-Ningunas – buscó en el bolsillo interno de su chaqueta y de éste sacó algo que enseguida le mostró a Jong Suk – Por esto vine. Es tuyo ¿No?

-Mi collar de la suerte – lo tomó.

-Debió habérsete caído, vine a traértelo pues pensé que podría ser importante.

-Lo es, gracias – lo dejó a un lado en su mesa de noche – Por cierto, no te pregunté cómo seguía tu pierna, aunque por como escalaste supongo que bien.

-Estoy bien, nada puede conmigo. Fui al hospital y me dieron unos cuantos puntos, no fue nada muy grave – se recostó de la cama de Jong Suk.

-¿Qué haces?

-Oh, quería preguntarte algo… ¿Puedo quedarme aquí por ésta noche? Es que peleé con mi padre y no quiero dormir en casa.

-¿Y no tienes otros amigos?

-Sí pero seguro si papá me busca me encontraría, en cambio de aquí no tendría ni idea. Éste es un vecindario más tranquilo que el que yo vivo y estaré más cómodo.

-Pero no puedes quedarte, mis padres están en casa.

-No tendrán por qué saberlo. En la madrugada me iré, nadie, ni siquiera tú se darán cuenta.

-Uhmm, bueno, está bien – se metió en su cama bajo el edredón – Pero no puedes dormir aquí, tendrás que hacerlo en el suelo.

-¿Por qué? Es muy incómodo ni siquiera tengo una colcha.

-Entonces te presto mi cubrecama…

-¿Jong Suk? ¿Con quién hablas? – preguntó su madre al otro lado de la puerta. Estaba dispuesta a abrir y su hijo se alarmó por tener a un chico desconocido en su cama ¿Qué pensaría ella? Así que empujó a Hyun Joong para que se metiera debajo del edredón y él se acostó como si nada –Jong Suk…

-¿Hmm?

-¿Con quién hablabas?

-¿Yo? Debió haber sido tu imaginación, o quizás hablo dormido.

-Quizás fue lo segundo –cerró la puerta.

 

Ya en otras oportunidades Jong Suk había hablado dormido, él no se daba cuenta pero al día siguiente su mamá siempre le decía, así que no fue difícil que se lo creyera. Antes de que pudiera decirle a Hyun Joong que podía salir, sintió como el brazo de éste pasaba por encima de su abdomen, acariciándolo por encima de la tela de su franela hasta rodearlo por completo. Su corazón se aceleró y de nuevo ese chico lo hacía sentir muy nervioso. No tuvo tiempo de reclamar porque ya Hyun Joong se estaba subiendo sobre él, quedando ambos bajo el cubrecama.

 

-¿Q-Qué e-estás haciendo? – la voz le temblaba a Jong Suk.

-No creas que no me di cuenta.

-¿Cu-Cuenta de qué? – pasó un nudo por su garganta.

-Que te gusto, la manera en que me miras y como te pones nervioso con mi presencia lo hace muy obvio.

 

Jong Suk abrió los ojos de par en par y quedó mudo sin saber qué decir.

 

-Yo no juego para ese bando pero tú eres muy bueno y no quiero que estés triste así que debo hacer algo para que no quedes del todo decepcionado.

-¿Hacer qué?

-Te besaré.

-¿¡Qu…!? – Hyun Joong le cubrió la boca porque podía ser escuchado por sus padres.

-No seas tonto, no grites.

 

Jong Suk frunció el ceño y se quitó la mano de Hyun Joong que cubría su boca.

 

-Estás demente, tú no me gustas y no dejaré que me beses.

-Eso no te lo crees ni tú mismo, te mueres por que lo haga. Yo tan sólo cerraré los ojos y me imaginaré que beso a una mujer.

-¿Una mujer? Yo no soy ninguna mujer – intentó empujarlo – Quítate de encima y vete.

-Bien – hizo una mueca y se levantó de la cama yendo en dirección a la ventana – Perdiste tu oportunidad.

-Espera – se levantó y se acercó al otro – Perdón si te di esa impresión, tú no me gustas, en serio. Pero podríamos ser amigos si quieres.

-Somos de mundos diferentes. Tú vives aquí felizmente con tu familia, en una buena casa y un vecindario tranquilo mientras yo vivo en un barrio de mala muerte en donde lo único que sé hacer es meterme en problemas. No te convengo, soy un chico malo.

-No creo que seas malo, eres bueno.

 

Hyung Joong rió para sí.

 

-Eres el primero que dice eso – suspiró – Aunque tener un amigo como tú no creo que sería tan malo, venir aquí sería un escape de mi triste realidad – sonrió ampliamente.

-¿Entonces nos volveremos a ver?

-Seguro – estaba decidido a salir pero Jong Suk lo detuvo y cogió de la mesa de noche su collar de la buena suerte y se lo dio a Hyun Joong - ¿Por qué me lo das?

-Es un regalo de nuestra amistad. Es de buena suerte, creo que lo necesitas más que yo. Espero que te funcione.

-Gracias, pero yo no tengo nada para darte.

-No hace falta, con el almuerzo que me hiciste está bien – rió ligeramente.

 

Hyun Joong asintió de acuerdo y después de despedirse se impulsó en la ventana para ésta vez sí salir pero de detuvo ya que se le había ocurrido algo. No podía irse sin darle algo a su nuevo amigo y ya sabía lo que podía regalarle, lo único que tenía y que sabía que a Jong Suk le gustaría. Tomó el rostro del otro entre sus manos y lo besó en los labios, dejándolo completamente desconcertado e incapaz de reaccionar; se había tensado, su pulso se había acelerado y sus piernas temblaban sintiendo que se caería en cualquier momento. Hyung Joong se separó y sonrió.

 

-Tus labios son como dos colchoncitos – dicho esto le dio la espalda y salió por la ventana.

 

Jong Suk seguía de pie en el mismo sitio sin poder reaccionar, lo único que lo hacía era su corazón que amenazaba con salírsele del pecho. A pasos lentos y torpes logró llegar a la cama y se sentó en el borde de la misma, llevándose una mano al pecho y con los dedos de la otra tocó sus labios que habían sido acabados de besar por ese chico malo. Ese fue su primer beso real ya que el que tuvo a los once años con esa niña en el patio de la escuela no cuenta y éste ahora había sido con un muchacho rebelde que recién conoció hace una semana cuando irrumpió mal herido a su casa después de ser perseguido por unos tipos que lo querían matar.

 

Se tendió boca arriba en su cama y suspiró, relamió sus labios intentando guardar el sabor de los de Hyun Joong en él para no olvidarlo nunca. Por cómo se sentía en esos momentos sabía que el otro tenía razón, sí le gustaba y sólo necesitó ese beso para darse cuenta. Deseaba poder verlo al día siguiente y quizás salir a pasear pero no fue así, no le dio mucha importancia pero fueron pasando los días y Hyun Joong no se había presentado en su casa. Él ni siquiera sabía donde vivía y tampoco le había pedido su número telefónico, se sentía realmente estúpido por no haber hecho eso último.

 

El día en que darían los resultados de los exámenes de ingreso a la universidad había llegado, tenían que llamarlo para decirle que había quedado y si no lo hacían significaba que había fallado. Jong Suk caminaba de un lado impaciente en la sala de su casa y sus padres lo seguían con la mirada también igual de nerviosos. El teléfono entonces sonó y el chico lo cogió rápidamente.

 

-Sí, soy Lee Jong Suk…Ajá…Ajá…Sí, entiendo, muchas gracias – colgó. Sus padres lo miraban expectantes - ¡Entré!

 

Sus padres saltaron del sofá y abrazaron a su hijo mientras daban brincos de alegría en un solo sitio. Todos habían botado unas cuantas lágrimas por la felicidad que tenían pero lo que Jong Suk sentía era demasiado grande, era uno de los mejores días de su vida y aún no podía creerlo. Tanto esfuerzo había valido la pena y estaba dando frutos, ya entraría a la universidad el próximo semestre para comenzar a estudiar lo que le gusta y daría lo mejor de sí mismo para lograr ser un licenciado en idiomas.

 

-Sabíamos que lo lograrías, estamos muy orgullosos de ti – su madre lo llenó de muchos besos en las mejillas.

-Hay que celebrar, ésta noche hay que ir al mejor restaurante de la ciudad – anunció su padre muy animado.

 

No todos los días los Lee salían a cenar juntos y menos a un restaurante lujoso porque a pesar que sí eran capaces de pagarlo, preferían guardar el dinero para cosas más importantes y no despilfarrarlo pero ésta vez era una ocasión especial así que no repararían en gastos. Jong Suk tenía tiempo que no comía langosta y eso fue lo que disfrutaron esa noche quedando así todos aún más felices de lo que estaban para luego regresar a casa. Seguro de la emoción el chico no podría conciliar el sueño esa noche. Al entrar a su cuarto se detuvo al ver lo que estaba sobre la cama, un sobre que tenía su nombre en él el cual enseguida abrió y cuando sacó la carta en su interior, supo de quien era. El corazón se le aceleró y rápidamente comenzó a leer.

 

“Perdona si no te busqué estos días y estaba perdido, es que tenía unas cosas que hacer. Vine y no encontré a nadie en casa así que me metí en tu cuarto, encontré ésta hoja y sobre y decidí dejarte una carta al estilo antiguo. Sólo quería decirte ¡Felicidades por entrar a la universidad! Seguro te preguntarás como es que lo sé y la respuesta es que en realidad no tengo idea pero algo me dice que sí lo lograste, eso espero o si no que vergüenza haberte dejado ésta carta. En fin, para eso venía y también para desearte mucha suerte en el futuro.

 

KHJ”

 

Jong Suk no había parado de sonreír mientras leía la corta carta que su amigo le había dejado pero algo le preocupó en cuanto leyó esas últimas palabras ya que le hacía entender que no se volverían a ver. Se sintió entonces decaído, sintió hasta ganas de llorar pero no lo hizo pues pensó que sería algo exagerado. Si de verdad pretendía no volver a verlo ¿Por qué aceptó ser su amigo y por qué le dio ese beso? Esos días que lo estuvo esperando fueron en vano, en realidad Hyun Joong no tenía intenciones de regresar y sólo le dijo que sí para que se quedara contento. Después de todo es un chico malo que no podría juntarse con alguien como Jong Suk y éste pensó que sería lo mejor, después de todo había sido estúpido pedirle ser amigo a un muchacho que apenas acababa de conocer y en las peores condiciones.

Notas finales:

espero que les haya gustado este primer capitulo. Si desean, pueden dejar sus opiniones :3


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