-Con que este era el lugar... tiene tan poca clase.- Murmura Bae mientras observaba su alrededor con desconfianza. Un sujeto pasa a su costado y larga el humo de su cigarrillo de marihuana. Y él solo agita su mano frente a su rostro para intentar apartar el humo, con un gesto de desagrado.
-No seas aguafiestas. Podemos divertirnos.- Le sonríe Ji a su costado y lo sujeta de un brazo, lo apega a su cuerpo y trata de que quite esa mala cara.
-El principe tiene razón... hay muchas cosas interesantes por aquí.- Seung Ri le presta atención a unas lindas chicas que le clavaban la mirada a lo lejos, todas rodeando una mesa que poseía una variada cantidad de botellas de alcohol. El menor les sonríe para cautivarlas y se aproxima hacia ellas, dejando a su grupo sin dudarlo.
Aquella fiesta se realizaba en una gran casa, cortesía de algunos chicos de una de las bandas que había tocado en la misma batalla que ellos. Había cientos de jovenes, muchas caras conocidas ya que muchos grupos habían sido invitados también. Pero también muchos adolescentes pertenecientes a aquellos barrios. El alcohol y las drogas abundaban. Pero no era nada de otro mundo, por lo menos no para Ji Yong y Seung Hyun que estaban acostumbrados a ese ambiente.
-Ri es menor de edad. Deberíamos vigilarlo de cerca para que no haga nada estúpido.- Daesung sigue con su mirada el caminar del maknae. Y suspira frustrado. Con lo poco que lo conocía ya sabía que era capaz de hacer.
-Vamos a relajarnos. No quiero ser la niñera de nadie esta noche.- Responde Seung Hyun al mismo tiempo que prendía un cigarrillo y se lo llevaba a los labios. Ji Yong lo mira por varios segundos y luego le frunce el seño con enojo.
-Espero que no lo digas por mi. Si es así, no tienes que preocuparte. Estaré bien solo.- Se ofende con facilidad y suelta el brazo de Young Bae, para dirigirse a una de las tantas mesas plagadas de alcohol y comenzar a beber. Era una fiesta después de todo.
-Hiciste enojar a nuestro principe, que cruel.- Dramatiza Taeyang con una sonrisa travieza hacia Seung, Dae no tarda en codear al mencionado con la misma sonrisa.
-Mejor te cuidas de su enojo. Nadie sabe de lo que es capaz.-
Pero TOP no pensaba en eso seriamente. Mientras el cigarro se consume en sus labios, la idea de confesarle sus sentimientos se hace presente. No tenía idea de cuando sería oportuno, pero debía apresurarse en revelar su sentir porque el no hacerlo lo volvía loco. Cuando él gira su cabeza un poco hacia atrás, descubre como Ji se estaba hablando con un par de tipos que al parecer le hacían bromas para que riera. Le estaban coqueteando.
-Bro. ¿Qué estás esperando para hacer tu jugada? Ji Yong no te esperará por siempre.- Bae lo hace salir de las nubes. Por primera vez enfoca toda su atención en él, intentando borrar la emoción amarga que lo invadía cuando veía a Ji ligar con otros.
-Bae hyung tiene razón. Debes dar el primer paso.- Daesung coloca su codo sobre su hombro, sorprendiendo a Seung y haciéndolo reflexionar aun más.
-¿Acaso soy tan obvio? ¿Todos lo saben?-
-Es muy obvio.- Responden ambos al unísono con expresiones aburridas. TOP se siente amargado y vuelve a enfocarse en Ji, quien ya estaba abrazando en un gesto tierno a uno de los tipos. Le hervía la sangre al ver eso. Pero no era como si pudiera ir allá y apartarlos como si nada.
Ji Yong era descarado y provocativo, totalmente sexy cuando seducía a los hombres. Sus gestos delicados y sus sonrisas siempre cautivaban tanto a gays como a heteros. ¿Cómo podía pretender que cambiara su estilo de vida por él? ¿Tenía alguna clase de oportunidad contra eso? Se deprime al pensarlo, creyendo que en realidad nunca podría suceder. Que se hubieran acostado no influía en nada, porque para Ji era algo de lo más natural.
Pensando en eso no puede evitar bajar los brazos y sus dos compañeros lo captan de inmediato. Su rostro desanimado se hace notar. No sería tan fácil como suponían.
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Las horas pasaban y llegaban a ser pasadas las tres de la madrugada. A esas alturas de la fiesta, muchos aprovechaban las numerosas habitaciones para follar. Otros se quedaban charlando y otros dormían en los sofás porque el alcohol les había pegado en un mal sentido.
Daesung estaba en un rincón de la casa sosteniendo la cintura de una mujer pequeña, que llevaba un vestido muy ajustado. No tardan mucho en besarse sin dejar de sujetar sus vasos repletos de alcohol.
-Wow. No pensé que Dae hyung fuera esa clase de persona.- Seung Ri piensa en voz alta, a varios metros de distancia de aquella pareja. Prende un cigarrillo y justo en el momento de colocarselo en los labios, alguien lo rodea de la cintura desde atrás y lleva sus dedos al cilindro, arrebatándoselo y arrojándolo al suelo.
Seung Ri entrecierra los ojos y trata de no enfadarse. Pero su paciencia no dura demasiado. Gira su rostro hacia la persona y se encuentra con un Taeyang que sonreía con mucha paz.
-¿Por qué lo hiciste?-
-Eres menor de edad. No debes hacer nada inapropiado.-
-Pfff. No me vengas con eso.- Ri había salido hace minutos de una de las tantas habitaciones y se había follado a un par de chicas de la fiesta. Ese rollo de hacer cosas inapropiadas iban con él. No entendía qué carajos venía a reclamarle su hyung.
-Trato de cuidarte. Panda estúpido.- Taeyang lo suelta y toma asiento a su lado. Ambos sobre el borde de una mesa, observando adelante, como la fiesta se seguía desarrollando. Seung Ri lo mira de reojo con curiosidad, a pesar del insulto, reconocía que Bae lo trataba así cuando estaba de buen humor.
-Hace... mucho no me decías 'panda'. Que raro se siente. ¿Por qué tienes tan buena cara?- Ríe un poco ante su propio comentario y al recibir una sonrisa honesta por departe de su hyung, confirma su buen humor.
-Lo sé. Si todo esto funciona, podremos entrar a la YG. Tengo esperanza y creo que podremos lograr algo grande.-
-Ha sido tu sueño desde que te conozco.- Por un momento Seung Ri recuerda los años pasados y las tantas cosas que había pasado junto a Taeyang. De seguro él hacía lo mismo. No puede evitar sonreír con nostalgia. A pesar de que ya no era el mismo Bae de antes, su amabilidad siempre estaba presente. Y aunque las cosas no hubiesen funcionado entre ellos, lo seguía respetando mucho como colega.
-¿Sería algo muy escandaloso si tratara de ligar contigo en este momento?- El mayor no le dirige la mirada al preguntarlo, no siente que tuviera algo que perder. Pero ese cuestionamiento solo produce que Seung Ri estalle a carcajadas y se cubra la boca con una mano.
-¡Esas cosas no se preguntan directamente! Hombre, y yo que pensaba que eras más romántico.-
-No te estoy pidiendo una cita. Solo quiero una jodida oportunidad esta noche. Me da igual lo que pueda pasar mañana.- Young Bae gira hacia él, mirándolo a los ojos. Su sinceridad era muy pura. Y Ri deja de reír ante tal seriedad, forma una mueca de confusión, que rápidamente es reemplazada por una sonrisa simple, que transmitía confianza.
-Me da igual la forma en que lo pidas. No me van las cosas cursis de todas formas. Por eso me alejé de ti desde un principio.-
-Solo cállate, idiota.- Taeyang le sujeta el rostro con ambas manos y cierra sus ojos para concrentar el contacto. Ambos se besan con tanta pasión y necesidad, entrelazan sus lenguas y se dejan llevar por el ambiente tranquilo instaurado entre ellos. Porque esa noche era el principio de algo que había muerto hacía ya bastante tiempo.