Las manos se introducen por el interior de su camiseta, logrando que gima al sentir como su pezón era pellizcado con brusquedad. Lo trata de apartar de un empujón, pero el hombre que estaba detrás de él lo sostiene de la cintura con mucha fuerza. Un tercer chico introduce su mano por el interior de su pantalón e incrusta sus dedos en una nalga.
Ji Yong gime pero la persona que estaba en frente de él le cubre la boca antes de que pudiera gritar más fuerte. Comienza a acumular lágrimas de desesperación.
No podía safarse por mucho que tratara.
Se agita de un lado a otro pero los tres hombres lo estaban tocando sin controlarse, lo hacían gemir por lo sensible que era en sus zonas erogenas. Cuando trataba de empujarlos o gritar, ellos cubrían su boca y lo tocaban aun más. Ji derrama sus lágrimas, estaba perdiendo sus fuerzas de tanto forcejear y al empezar a ceder, los tres aprovechaban para sostenerlo de las muñecas y seguir introduciendo sus manos por todas partes. Era como un juego enfermizo del que no podía escapar.
Entonces sus ojos se nublan, su cuerpo se vence y se recuesta sobre el pecho de uno de los hombres, quien no tarda en abrazarlo ante su debilidad. El chico de atrás estaba introduciendo sus dedos en su ano y lo hacía a un ritmo muy rápido. Ji no tarda en empezar a sudar. Era repugnante, pero sentía como daba en el punto exacto y eso se sentía muy bien.
Vuelve a llorar al darse cuenta de que si los tres se lo follaban en ese momento, destrozarían su cuerpo por la brutalidad que usarían. Con sus últimas fuerzas vuelve a hacer un intento de huír, pero el sujeta que lo abrazaba no lo dejaba moverse.
Ji Yong ya no resiste y entra en un horrible pánico al no poder escapar. Tenía terror de ser destrozado por esos sujetos. Más lágrimas caen, ruega que alguien lo salvara.
Ruega como nunca antes.
Entonces, un puño se incrusta en el rostro del sujeto que introducía sus dedos en la entrada de Ji. Cae al piso totalmente aturdido. Y el que estaba abrazando al menor, lo suelta y retrocede espantado. Ji Yong cae de rodillas al suelo y se da la vuelta para observar a su salvador.
Abre bien los ojos al darse cuenta como Seung Hyun se limpiaba la sangre de su mano y acuchillaba con la mirada a los dos sujetos de pie.
-Les recomiendo que se larguen.- Su tono era tan autoritario y feroz que los dos chicos retroceden con miedo ante esa mirada, el tercero se incorpora y sin decir ni una palabra, los tres se marchan a las corridas.
Ji aun sentía como sus rodillas temblaban en el suelo. Se cubre el cuerpo con ambas manos y baja la cabeza, consternado y shockeado. Se sentía tan sucio y repugnante que quería morir.
Pero cuando Seung se arrodilla a su altura, lo levanta sujetándolo de su pequeña cintura y lo apega a su cuerpo. Lo abraza con mucha protección y ternura, y como respuesta, Ji se aferra a su cuerpo y entierra su rostro es su pecho.
-¿Estás bien? ¿No estás herido? Lo siento tanto... no debí apartarme de ti.- Nunca había sentido tanta culpa, ver como esos tipos horribles lo tocaban y él no podía defenderse lo habían hecho estallar de la ira. Si hubiera estado a su lado eso jamás hubiera ocurrido.
Ji solo se aferra con más fuerza, percibe su aroma y su calor y se siente protegido. No necesitaba nada más en este mundo, solo los brazos de Seung abrazándolo.
-Estoy bien, solo un poco aturdido. Quédate conmigo hasta que termine la noche.- Su voz es tan suave y dulce que Seung siente como el miedo apenas se estaba yendo de su cuerpo. Asiente con su cabeza y se separa de su cuerpo, para luego tomarlo de la mano y guiarlo junto a él. Ji Yong no se hace preguntas, solo lo sostiene fuerte y se deja llevar, porque podía confíar con plenitud.
Ambos salen hacia el pequeño balcón de la casa, la luz de la luna y las estrellas les iluminaban los ojos. Entonces colocan sus manos sobre el barandal y contemplan al mismo tiempo la inmensidad del cielo oscuro.
Y el silencio entre ambos se vuelve paz.
Ji Yong no puede apartar su mente de sus sentimientos hacia su hyung. Y odiaba sentirse tan aprisionado, jamás podría revelar su sentir por simple respeto hacia él y su pareja. Pero estaba tan enloquecido y sumergido en sus emociones que no le importaría dejar todos sus principios de lado por tener una relación con Seung Hyun. Su vida era vacía y no había personas que realmente lo valoraban. El único en el que creía genuinamente era Seung, y por él estaba dispuesto a cambiar y darlo todo.
¿Que debía hacer? Todo eso dolía tanto que no podía respirar.
Ji Yong se cubre el rostro com ambas manos y llora muy angustiado. Intenta no sollozar, pero le es tan difícil. Cuando se descubre el rostro, se da cuenta de que TOP lo miraba con su misma angustia, pero apenas el mayor trata de acercarse, Ji retrocede asustado y le niega con la cabeza con fuerza. Si Seung se acercaba y lo tocaba de nuevo, no podría controlarse... no podría.
-Debo irme.- Murmura con voz quebrada y se da media vuelta con mucha rapidez para irse de allí. Ya no podía seguir en el mismo lugar, no junto a él.
Pero para su sorpresa, Seung Hyun lo toma del brazo y lo hace girar una vez más para que ambos estuvieran cara.
Los ojos brillantes de Ji Yong chocan con los de él. De pronto, las palabras fluyen como el viento y nada puede impedirlo.
-Dejaré a Jen.-
De a poco los ojos de Ji se agrandan y observa más que atónito a Seung Hyun, quien lo miraba determinante y lleno de seguridad. Nunca había estado más seguro en su vida al tomar una desición.
-Porque quiero estar contigo.-
El menor siente como él suelta su brazo. Y vuelve a sentir como las lágrimas se acumulan en sus ojos. Porque estaba hablando muy en serio, nunca lo había escuchado hablar de esa forma. Termina por cubrirse el rostro nuevamente con sus manos, para ocultar su sonrojo y sus lágrimas porque le daban mucha vergüenza.
Y llora de felicidad al momento que Seung vuelve a abrazarlo y a aferrarse a él, sonriendo con ternura.